Orden del Fénix • Familia Potter •

[Martin N Roses]

La noche se encontraba despejada pero la frialdad se extendía por todo el cuerpo del mago de cabellos negros. Acababa de aparecer a las afueras de una catedral para uno de sus primeros encuentros con la Orden del Fénix. Allí daría lugar, en las siguientes horas, a un entrenamiento de duelos. El aviso del Patronus había llegado a su morada minutos antes, él lo aguardaba expectante.

 

—Hace mucho que no combato de esta manera —susurró Martín, mientras caminaba con paso seguro hacia el recinto.

 

Unos minutos más tarde, otras figuras fueron apareciendo cerca, con el característico "crac" de las apariciones.

 

Saludó levemente a quienes serían sus compañeros aquel día. Uno a uno, fueron ingresando a la catedral. Black llevaba una capa que se movía levemente con cada uno de sus pasos. Una vez dentro, contempló la escena, por primera vez en su vida. La habitación era gigantesca, de eso no cabían dudas, y contaban con un sinfín de objetos que formaban un laberinto. Hacia el centro, había un espacio liberado, circular, en donde posiblemente la mayoría de los presentes lucharían de forma intensa.

 

Martín se resguardó detrás de una mesa con artefactos extraños, deteniendo su mirada gris en ellos.

 

Su varita mágica, de unos veintiocho centímetros, estaba sujetada con firmeza y determinación. Tenía la convicción de que aquella noche pasarían cosas buenas en aquel sitio.

 

PV: 100 - PP: 6

[Goderic Slithering]

Goderic hizo crujir sus dedos. Esperaba encontrarse con sus compañeros de bando para iniciar el entrenamiento. Debe reconocer que se siente bastante nervioso en la espera, habían pasado años desde un simulacro. Claro, había seguido practicando su estrategia y magia, realizando continuas simulaciones de batallas individuales y grupales, realizando su trabajo en el Servicio Mágico Secreto aunque, claramente, las oportunidades de batallas reales eran mayores a las simuladas.

Respira profundo para controlar mejor su estado anímico aunque su rostro y lenguaje no verbal seguía manteniendo la compostura que nunca había perdido. Saca la varita que guardaba en el bolsillo trasero de su pantalón y la afirma fuertemente. Guarda la capa en su monedero de piel de Moke, dejándolo solo en una camiseta gruesa que le permitía mayor movilidad sin dejar que el frío lo incomodase.

Ingresó a la sala del tamaño de una catedral, nunca se cansaba de la vista, los interesantes escaparates que podía encontrar con una simple mirada. Agradece que el lugar elegido sea aquel, de hecho, cuando las serpientes patronus de Kaori le avisaron del entrenamiento una sonrisa afloró en su rostro no solo por la emoción de un simulacro sino por el lugar donde se realizaría.

Se acerca al centro de la estructura, preocupado de que alguna araña cayera en su cabeza por lo que retrocede unos pasos alejándose unos 5 metros del centro. Tropieza con sus zapatillas al caminar hacia atrás mientras miraba hacia el techo pero evita caer más por suerte que por sus reflejos. Levanta su varita a sus contrincantes que comenzaban a llegar y a colocarse al lado opuesto.

— Que sea una buena práctica

[Melrose Moody]

Cuando Mel alza la mirada, el cielo le devuelve un rastro pálido, sin luna. La lechuza que se va dibujando a la distancia no parece tener mayor importancia si no hasta que ya la ha alcanzado y estando cerca Mel se da cuenta de que le es familiar. No es la primera vez que ha visto una así pero solo recuerda de una anterior ocasión en donde recibió una similar y había sido urgente, con malas noticias. En esta ocasión no se trata de eso. El mensaje es rápido y es solo medianamente formal. Están llamándolos para un entrenamiento especial... o algo así, en la sala de objetos ocultos.

 

La bruja recuerda de forma vaga el duelo que tuviera con una muchacha hacía ya un tiempo, citación que le llegó de manera similar pero lo que tiene ante sí suena como algo distinto. No duda al momento de asentir en dirección a la lechuza, ver cómo se desvanece y girar para desaparecer en dirección al lugar al que ha sido citada. La fachada de la casa de los Potter es lo primero que ve y se adentra sin más.

 

La luz es tenue y hay un olor extraño en el ambiente. Sus pantalones cortos, las medias altas, las zapatillas, el polo, el abrigo, todo parece llenarse enseguida con una capa de polvo leve y el polvillo que alcanza su nariz la hace estornudar. No es como si estuviese descuidado pero tal vez "dejado de lado" pueda ser una palabra para definirlo. Al inicio, no tiene idea de donde se encuentra. Solo se da cuenta de que está sola y que su varita es la única que se enciende en medio de la oscuridad para poder ver mejor. A medida que recorre los pasillos con altos anaqueles cubiertos de cosas, entiende que esa estancia ha sido utilizada para guardar cosas por mucho tiempo y de ahí el nombre. Cuando llega al centro de la estancia, apaga su varita porque ya no necesita la luz, abraza a Ellie desde atrás para darle un susto y luego se quita la capucha de la capa dejándola caer hacia atrás. Junto a ella, solo hay un candelabro de metal con tres abrazaderas llenas de velas, sumadas a la del techo, un mueble pequeño y roto y más basura y polvo.

 

-¿Qué es esto? ¿Puedo ayudar?

[Luna Gryffindor Delacour]

El llamado del patronus de una lechuza que recibí de mi querida Ellie, me hizo sonreír mucho porque hacía demasiado tiempo que la Gryffindor no sabía de ella, además que en esta ocasión era para un entrenamiento en la casa de los Potter, la mansion familiar de su amada Orden del Fénix, en donde hacía mucho tiempo que no se pasaba a visitar ni a nada, pero esta vez no iba de visita o para hablar sobre que iban a hacer, esta vez iría para entrenar y poder salvar en algún momento a la comunidad mágica, que con esto del estatuto del secreto, seguro que necesitaría desempolvar la varita y aprender de nuevo a defender a todos los ciudadanos de Oterry.

 

Con un fogonazo de Luz violeta me aparecí en la casa de los Potter, sintiéndome nerviosa a cada paso que daba, ¿cuanto tiempo había pasado fuera? desde el llamado de su papá, Elvis, que no veía a nadie y no era porque no fuera sociable, si no porque su trabajo como Auror le consumía a veces mucho tiempo y no podía estar con su familia tanto como quisiera, así que se alegro cuando le dijeron de ir a practicar, estaba agradecida con ese patronus de Lechuza y alegre de que la consideren aún, pese a sus constantes ausencias y olvidos diarios, ella adoraba a su familia y daría lo que sea por todos ellos, esperando que aquel entrenamiento le sirviera afuera en el campo y en el momento de la batalla.

 

Abrí la puerta de la casa, tropezándome como cada vez que entraba con ese paraguas, ¿por que lo ponían en el medio?, suspiré buscando a alguien familiar y conocido, estaba por saludar pero me quede quieta a la espera de que me vieran, no era por ser maleducada, era porque repentinamente no sabía que decir ni que hacer, sabía que estábamos para practicar, pero no sabía como iba a hacer para desempolvar su varita y ponerse al tono de sus amigos, solo esperaba no estar tan oxidada como pensaba y creía estar, al fin y al cabo, la vampiresa siempre había salido ilesa de todos los enfrentamientos y esperaba que esté no fuera la excepcion a la regla, por más amistoso que fuera, daría todo de si misma, por lograr hacerlo lo mejor que supiera y pudiera.

 

- Hola a todos, aquí Lunita Gryffindor Delacour, yo no sé porque sigue estando este paraguero aquí ¿alguno se tropieza tanto como yo? lo siento, es que siempre que entro me caigo con él, bueno aquí estoy para empezar la acción así que aquí me tienen ¿en que ayudo? se que el entrenamiento sera muy divertido - Les dije a los presentes, sonriendoles amablemente y haciendo una reverencia, sabía que aún no empezábamos, pero la educación jamás estaba demás en estos casos -

 

Mi traje violeta claro, mi pantalón violeta y mis zapatillas violetas con plataforma y brillos, me daban un porte extraño y raro, pero poco me importaba aquello, no quise ponerme mis zapatos con tacon alto, porque consideraba que necesitaba poder correr y moverme agilmente, así que elegí mis zapatillas de correr, esperando que aquello no hiciera que desentonara tanto, sabía que podía parecer raro pero me importaba como vestía siempre y esperaba que nadie notara mis zapatillas, aunque poco importaba aquello, ya que estaba alli para entrenar no para pensar en la moda y los vestidos o zapatos.

 

 

Stat de vida:

 

Luna: 100 pv/5 pp

[Martin N Roses]

Martín observa a quienes en aquel escenario serían sus contrincantes. Mel, si no se equivocaba, ese era su nombre. Alzó su varita hacia ella, se encontraba algo escondida la bruja, pero lo alcanzaría con su ataque.

 

—Desmaius —exclamó entonces el mago de cabellos negros, con la intención de aturdir a Melrose.

 

Un segundo después, viendo las luces de todos los ataques que rodeaban la sala, pensó en un Zancadilla, para desestabilizarla y que cayera al suelo, de bruces, para quedar imposibilitada. Melrose volvía a ser el destino de su ataque.

 

Martín dió un paso hacia su derecha, esperando.

 

PV: 100 - PP: 6

[Goderic Slithering]

— ¡Vitae!

Decide atacar de los primeros. El mueble de mediano tamaño, una especie de cómoda, obtiene forma animal; una especie de gorila que empezaría a atacar a Ellie e impedir apuntar bien. Suponía que aquel hechizo no significaría ninguna dificultad real para la bruja, pero al menos la distraería bastante lo cual les daría un poco de respiro. El mueble no debió viajar demasiado tiempo antes de aparecer detrás de la bruja, ya que se encontraba a unos 4 o 5 metros de distancia. La criatura también comenzó a sacar objetos que ocultaba en su cajonera para lanzar a diestra y siniestra en su plan de distraer, proteger y dañar.

Nota que su compañero de equipo, Martin, ataca a Melrose por lo que hay un contrincante ocupado. El mueble animalizado ya comenzaba a molestar a su contrincante, por lo que decide elegir a otro objetivo.

— ¡Silencius! — Grita apuntando, aunque no era necesario hacerlo, a Luna. Silenciaria su próxima acción para evitar que cause muchos estragos y poder disimular la desventaja numérica. Quizás el hechizo serviría de indirecta para el gran discurso de la bruja.

[Luna Gryffindor Delacour]

Estaba segura que podría logar hacer lo mejor que podía, por eso pensaba en mi siguiente movimiento, ya empezaba la accion y podía sentir la adrenalina de la batalla correr por mis venas, sabía que nadie me lastimaría mucho y que no terminaría muerta, pero esperaba poder dar todo de mí y no fracasar en aquella empresa, lentamente tamborilie mi varita magica en mi mano, pasandola de una mano a la otra, hasta que la deje descansar en mi mano derecha y me aferre fuertemente a ella, me acomodé mejor mi cabellera pelirroja en mi prendedor del fenix dorado y solo sonreí, a sabiendas de que lo que haría acontinuacion podría salvarme luego y esperando que todo me saliera la mar de bien.

 

- Morphos - Dije apuntando a un mueble cercano a mí, transformandolo en un Lobo grande de pelaje rojo, sonreí al verlo y le di una unica orden, que me protegiera para que nada me pudiera atacar -

 

- Protegeme lindo lobito y no permitás que ningun hechizo me toque ¿estamos? somos un equipo, si me intentan atacar tu lanza un zarpaso - Le pedi, dandole la orden lo más suavemente que pude y sonriendo cuando el lobo se puso delante mio, defendiendome y gruñiendo con sus afilados dientes, suspire sonriendo feliz, aquello sería una muy buena idea y esperaba que funcionara para que ningun hechizo me pudiera tocar -

 

 

- Avis - Dije esta vez viendo como una bandada de pajaros aparecia ante mí, esperando que aquello me defendiera de cualquiera que quisera hacerme daño -

Sonreí feliz sintiendo que había hecho algo bien y esperando que todo me saliera a pedir de boca, no sabía si mis hechizos me defenderían pero esperaba que aquello sucediera, mientras mantenía mi varita fuertemente sujeta, esperando que todo me saliera bien y que nada malo me pasará, al fin y al cabo, estaba en casa y con mi querida familia, así que supuse que sabría como sobrellevar el simulacro de la mejor manera posible.

 

- Esto se empieza a poner interesante ¿no lo creen? - Dije sonriendo feliz y sintiendo que había hecho bien mi trabajo -

 

 

Stat de vida:

 

Luna: 100 pv/ 5 pv

[Melrose Moody]

PV: 100

PP: 9-1=8

 

La bruja soltó un suspiro bajo y atenuado. Era la primera vez que se encontraba en una situación semejante, así que no estaba segura de poder hacer las cosas bien, así que decidió lanzarse sin más a hacerlo, ya que de todos modos, sus compañeros parecían competentes y sin duda le cubrirían las espaldas. Saludó a Lunita que acababa de disculparse por el tropiezo que había tenido. Los contrincantes habían llegado también y aunque Mel no reconocía a todos los rostros, supuso que eran todos amistosos. Aunque claro, eso no evitaba que surgiera la competitividad.

 

Lo descubrió enseguida, cuando el primer rayo voló hacia ella:

 

—Protego

 

El hechizo que había estado destinado a ella impactó en lugar de eso en el escudo traslúcido que apareció, interponiéndose en el camino. Así, Mel pudo ubicar a la persona que acababa de lanzar el ataque y apuntando su varita hacia el mago, susurró:

 

—Cinaede

 

El efecto del hechizo fue instantáneo, tal era su naturaleza. Alrededor de Martin surgió un gas invisible, que empezaría a colarse a sus vías respiratorias, asfixiándolo. Era letal, seguiría avanzando por su sangre y sistema circulatorio, si no lo detenía enseguida podría matarlo.

[Ellie Moody]

El abrazo de Melrose la sobresalta, pero sonríe al reconocer a su prima.

 

—Sólo un pequeño entrenamiento, eso es todo.

 

Pronto, todos se ponen en posiciones de ataque y las varitas comienzan a soltar hechizos. Ellie había planeado mantenerse un poco alejada de la acción y, en cambio, supervisar el asunto como Hobb le dijo que podía hacer. Pero entonces escucha un ruido metálico tras ella... Cuando vuelve el rostro, observa a un gran objeto animalizado que comienza a buscar objetos para atacarla, como si de un gorila de un videojuego retro se tratara.

 

Rápidamente, levanta la varita mágica y exclama:

 

—¡Cyclone maximus!

 

Un ciclón se crea entre ella y el vitae. Ellie, con un movimiento de la varita mágica, empuja el ciclón hacia atrás para que se lleve al vitae. Con él, se lleva a los objetos de sus cajones que había querido lanzarle.

 

Nuevamente, levanta la varita pero decide que ésta vez será más ofensiva.

 

—¡Strellatus! —exclama, provocando un flash de luz cegue a Goderic y Kaori, que les impedirá lanzar hechizos que requieran puntería.

[Melrose Moody]

PV: 100

PP: 8

 

Mel, sin embargo, había caído al suelo por un lazo mágico atado a sus pies. Sin embargo, no era un gran impedimento para poder realizar su magia por lo que colocando las piernas de lado y quedando sostenida por su mano libre volvió a alzar su varita y susurró:

 

—Detritus

 

Era porque había visto que Ellie estaba en apuros y no quería quedarse como una ociosa observadora participante. Una fina capa gaseosa rodeó a Ellie y serviría para cubrirla de ataques que pudieran intentar alcanzarla, cualquiera fuese su índole, siempre que no fuesen inmediatos. Además, una capa de similar, de tonos beige rodeó también a Mel, por lo que la bruja fue consciente de que se podía ver muy claro desde dentro, cómo los miembros de la Orden iban adentrándose en la batalla.

 

—Strellatus

 

El hechizo, en esa segunda oportunidad, estaba destinado a Goderic y Kaori. Los dejaría con dolor y visión borrosa, escozor y todos esos efectos incómodos en la vista, cuando el flash de luz alcanzara sus retinas. Eso los distraería por un rato, pues no podrían apuntar con propiedad hacia sus contrincantes. Sus piernas se liberaron también del lazo mágico, así que se incorporó.