Orden del Fénix • Familia Potter •

[Jank Dayne]

Estaba devorándose la tercera sandía cuando la lechuza plateada de Ellie traspasó el techo e interrumpió su cena. Jank no dudó. Bastó un chasquido de dedos para que la capa vinotinto viajara desde el perchero y se engar****a al rededor de su cuello. Extrajo a Libra, su varita, desde su escondite tras el tobillo izquierdo y, cuando todo parecía listo, sintió cómo una mano huesuda se aferraba a su pantorrilla derecha.

- Muerte. Se avecina muerte.

La voz del Inferi, cuya habilidad para comunicarse era aún extraordinaria, había escapado desde las mazmorras y arrastrado escaleras arriba solo para decírselo. A juzgar por su tono, daba la impresión de que más que asustarle, deseaba advertirle.

- Sí, tienes razón. Lo vi ya - respondió el hombre vivo, sacudiéndoselo de encima. Al parpado siguiente, desapareció.

La sala de los Objetos Ocultos estaba más aborratada lo que esperaba. Jank se dedicó los primeros minutos a explorar los pasillos. Espadas, varitas rotas, fuegos eternos, largas y pesadas cadenas para dragones, talismanes... Incluso llegó a toparse con la Diadema de Helena, una reliquia que él, al menos, pensaba extinta. Por unos segundos se vio tentado a utilizarla en contra de sus compañeros. Si mal no recordaba, sus efectos contradecían a los de su madre, inutilizando al portador. Aun así, los recuerdos eran tan amargos que desechó la idea. Si los iba a vencer, usaría magia más interesante.

Los ruidos de los ataques al final del pasillo lo terminaron devolviendo a la realidad. Debía ayudar a sus compañeros.

- ¡Allá voy! - gritó, corriendo en dirección al centro de la batalla.

[Valky]

Kaori M.

Pronto la estancia empezó a parecer pequeña pues al parecer no había sido la única en tener la idea de entrenar, como si hubiera sido “coordinado” varios de los miembros del bando acudieron al llamado no solo el de ella sino también el de Moody. Ahora se había convertido en un enfrentamiento de cuatro vs cuatro.

—Cinaede—Dijo la pelinegra en dirección a Luna justo después de que esta hiciera aparecer un hermoso lobo, imaginó que para que la protegiera de posibles ataques. Pero la criatura poco o nada podría hacer para ayudar a su creadora a contrarrestar el gas venenoso que poco a poco iría entrando en las vías respiratorias de la bruja y que podría matarla si no las liberaba y dejaba que el veneno llegara a la sangre.

—Flechas de Fuego—Pensó luego de aquello, esta vez en dirección de Ellie y varios filamentos de fuego salieron despedidos de la varita de bruja con intención de quemarla y causarle varias heridas sangrantes.

 

Poco a poco los hechizos habían empezado a volar por todas partes, algunos impactado en sus oponentes, pero eran hábiles y seguramente podrían con ellos y si no, pues para eso estaban entrenando.

 

PV: 100

PP: 7

[Martin N Roses]

El gas que acababa de aparecer a su alrededor pareció intoxicarlo. Cuando se dio cuenta de lo hecho por Melrose, no tuvo más remedio que pensar en Anapneo y así liberar su sistema respiratorio. Su cuerpo comenzó a sentirse mejor y fue calmándose al mismo instante que la toxicidad parecía disiparse.

 

El entrenamiento acababa de empezar superando las expectativas del mago, quien tosió y al hacerlo, sintió un intenso dolor que lo invadió por dentro. Sabiendo que aquel hechizo gasificado aún tenía secuelas en su cuerpo, apeló a la Curación, conocimiento aprendido de los libros mágicos.

 

Aún no se encontraba intacto, pero su cuerpo se vio una vez más aliviado.

 

—Vitae —dijo entonces, transformando la mesa con artilugios que tenía a un par de pasos. Donde estaban las patas, aparecieron cuatro pero de animal. Donde estaba la madera superior con los artefactos mágicos, ahora se encontraba un poderoso lomo de lobo con su respectiva cabeza. La criatura era extraña, las patas fuertes avanzaron por la distancia que los separaban, en búsqueda de Melrose, para atacarla. Las heridas serían críticas si alcanzaban el cuello de la bruja.

 

PV: 80 - PP: 6

[Jank Dayne]

- Floreus! - se le escuchó decir por primera vez apenas fue visto en el núcleo de la contienda. Su varita vibró, confirmando la efectividad del ataque en la varita de su oponente: Goderic. Su próximo encanto estaría obligado a presentarse como flores marchitas. No esperaba que le agradara del todo.

- ¡Cinaede! - fue el segundo hechizo elegido. Un gas tóxico surgió inmediatamente a los alrededores de Goderic, quien sería víctima de sus letales efectos. Aún podía recordar la eterna elogía de Badru hacia los Petalos del Pensamiento. Incluso el gesto que hacía para gesticular el estrangulamiento de las vías respiratorias. Se preguntaba si Goderic lo repetería.

- ¡Primera vez que te veo luchar! - comentó hacia Ellie.

[Martin N Roses]

Martín miró a uno de sus lados y vió que un par de compañeros estaban recibiendo una lluvia de ataques. Entonces, girando como pudo, levantó una vez más su varita mágica para realizar un nuevo ataque:

 

—Silencius —gritó con toda la fuerza que pudo, en dirección a Jank. Lo que intentaba lanzar el mago se vio silenciado y el segundo ataque nunca pudo efectuarse, sólo había movido sus labios.

 

Un momento después, Martín volvió a centrarse en él, mientras veía cómo sus compañeros estaban recuperándose de los ataques.

 

—Sectusempra —inquirió entonces. Un rayo escarlata cruzó la distancia que lo separaba de Jank para impactar en su pecho. En caso de ocasionar las heridas en su pecho, chorros de sangres saldrían dejándolo sumamente debilitado y a punto de la muerte.

 

Martín volvió a mirar a su alrededor. La catedral se llenó de sonidos y un eco característico y también de un sinfín de luces de los extremos de cada varita.

 

PV: 80 - PP: 5

[Goderic Slithering]

Episkey piensa curando a su compañero Martin que se veía afectado por el cinaede. Odiaba ese gas venenoso, sobretodo cuando había tanta disparidad de capacidades mágicas. Cree no haber sido nunca afectado por tal gas pero supone que debe ser una sensación dolorosa e incómoda. Sabe que un simple anapneo no sería suficiente para curar completamente a su compañero, por eso había decidido ayudarle en su curación.

Ve como su contrincante Luna, había movido sus labios pero no había podido conjurar el hechizo que estuviese planeando. Por lo que decide seguir atacando cuando dos flash golpean simultáneamente. Se cura con un simple Episkey y una Curación de los efectos de ambos strellatus, normalizando completamente su vista.

 

El floreus de Jank se había anulado gracias a sus repetidas curaciones. El otro hechizo, no había siquiera llegado a concretar. Ya con la vista recuperada, observa como las brujas se escondían tras una fina capa de gas, el detritus ¿es en serio? ¿Ahora jugaban a ser mortífagos? Escondiéndose detrás de aquella capa de gas....

[Luna Gryffindor Delacour]

Estaba por atacar cuando me di cuenta que me habían atacado así que decidí curarme antes que nada, lo primero era la salud y luego podría pensar en atacar, así que decidí curarme, maldiciendo por haberme distradio en el duelo y no haber podido accionar, pero estaba feliz de poder salvarme y que nada malo me pasé, me dije que eso me pasaba por distraerme y que tenía que estar mas atenta para la proxima vez.

 

- Episkey - Dije apuntando a mis heridas y esperando así curarme aunque sea un poco -

 

 

Sabía que aún no había terminado de curarme y que necesitaría hacerlo de nuevo, eso me tomaría tiempo y me haria perder ventaja en el duelo, pero lo importante era no morir en el intento, así que pensé en hacer otro hechizo para poder seguir viva y en el duelo, no podía perder apenas había entrado así que decidí curarme otra vez y rezar para que nada mas malo me sucediera.

- Episkey - Dije apuntando a mis heridas esperando que se curaran inmediatamente -

 

Sonreí feliz sabiendo que en el proximo podría atacar, lo importante ahora era que estaba salvada y que podría seguir en la ronda y no perderme el duelo, tendría que estar más atenta para la proxima, pero esperaba que todo apartir de ahora me saliera a pedir de boca, rezandole a merlin porque nada más malo me pasé y ser más rapida en reflejos para atacar.

[Melrose Moody]

De pronto, Jank estaba ahí.

 

Conocía al muchacho por su clase de maestría con escobas y porque era un miembro de la familia Evans. No solo él y Ellie si no todos los demás, lucían entusiasmados también. Mel no estaba segura de si lo estaba o no o si eso era importante, todo en lo que podía pensar era en que quizá debía haberle echado otro buen vistazo a sus libros de hechizos. Por el lado positivo, su hechizo había hecho que Kaori no pudiera realizar sus flechas de fuego, que de todas formas no habrían podido pasar la protección del detritus que le había puesto a Ellie.

 

Decidió entonces que bien podía empezar a experimentar un poco. El detritus la protegía de un vitae que intentaba alcanzarla para dañarla pero no lo conseguía. Invocó la daga del sacrificio en su mano libre y, desplazándose para estar un poco más cerca de Ellie, pero no la utilizó todavía si no que dijo:

 

—Silencius

 

El hechizo que Martin había querido realizar quedó a medio pronunciar (Sectusempra) por lo que no tuvo efecto sobre Jank pero eso no fue lo más importante, si no que Mel acababa de darse cuenta de que bien podía ser el mago el sujeto de pruebas que necesitaba...

 

—Immolo Opuggnare

 

La daga, sin embargo, no hizo blanco en Martin si no en Goderic, quien recibió, al igual que Mel, un corte en el pecho de donde empezó a manar la sangre sin mucho control. Era un proceso sucio e incómodo pero Mel estaba acostumbrada al dolor, lo que no era así para otros magos o brujas. Pensó enseguida entonces en un curación, para librarse de lo peor de la herida y fue así como consiguió mantenerse indemne.

[Jank Dayne]

- ¡Gracias, Mel! ¡Detritus!

 

Por extraño que sonase, eso fue lo que dijo. Una fina capa gaseosa lo cubrió de pies a cabeza al instante, tanto a él como a Melrose. La chica le transmitía una vibra pacífica, tan ajena a lo que hasta ahora había conocido que al principio le sonaba a desconfianza. Pero sus acciones empezaban a despejar esa tonta idea de su cabeza.

 

- Mmmm,, - miró hacia la izquierda, luego a la derecha. Allí vio algo que le llamó la atención - Vitae!

 

Las gruesas cadenas de dragón que había divisado al llegar a la Sala empezaron a temblar. También lo hicieron las dagas y espadas a su alrededor. Pronto, como si de una serpiente amorfa y espeluznante se tratara, la creación de Jank bajó de las estanterías y se arrastró por el suelo a una velocidad escalofriante. Era ayudada por los mangos de las dagas, y los filos contra el suelo causaban un chirrido insufrible.

[Martin N Roses]

Contempló con poca satisfacción que el Detritus de Melrose la mantenía invulnerable sobre su creación animal. Sin embargo, aún habría tiempo para que en cuestión de segundos la criatura pudiera hacerle daño. Ese era su cometido. Pero no importaba. Ahora Jank volvía a intentar atacar, pero él no se lo iba a permitir.

 

—Silencius —exclamó por segunda vez Martín en aquella noche. El efecto fue inmediato, el intento de "Vitae" de Jank no había salido, sólo había existido un movimiento de sus labios. Ante la anulación de aquello, se propuso a dar un paso más.

 

Su creación de Vitae continuaba merodeando a Melrose quién seguía con aquella capa protectora del Detritus. Sin embargo, aún habían cosas por hacer.

 

—Floreus —exclamó esta vez, en dirección de Jank. Su siguiente hechizo no podría surgir con naturalidad de su varita, en lugar, sólo aparecería un ramo de flores.

 

PV: 100 - PP: 5