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~ Mansión Riddle ~


Anne Gaunt M.
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La espera se le hizo eterna, un sinfín de pensamientos rondaron su cabeza, pues realmente había acudido a la mansión Riddle sin tener claro que esperaban de él, o qué podía esperar de esa entidad. Aún así, pudo relajarse lo suficiente para mostrar un exterior tranquilo, esperando que nadie notase el torbellino de pensamientos que pasaban por su cabeza.

La realidad es que apenas tuvo que esperar unos instantes hasta que escuchó una voz a sus espaldas. Se trataba de una bruja de piel blanca como la nieve, la cual parecía conocer algo de él, aunque no la había visto en su vida. No era algo que le extrañase, pues si desde aquella entidad le habían enviado un mensaje, implicaba que algo le habrían investigado.

No tuvo tiempo de responder a las palabras de la bruja cuando dos estatuas aparecieron ante él. Parecía algún tipo de entrada secreta, aunque nadie la había explicado que para acceder al lugar iba a ser necesario dar un poco de sangre. Ciertamente aquello no le entusiasmaba, y celebraba haberse librado por ser la primera vez, aunque probablemente intentaría evitar visitar la mansión Riddle en la medida de lo posible. La sangre no era algo que fuera con él.

- Yo...esto - comenzó a murmurar intentando mantener la mirada firme en aquella bruja - claro, no soy ningún traidor, de lo contrario ni tan siquiera habría venido - reprochó con cierto miedo mal disimulado, no quería empezar mal aquella aventura, y no tenía claro lo que la bruja estaría pensando sobre él - me quedaré con el dato, recordar las estatuas - repitió una vez la bruja hubo comenzado su marcha hacia el interior.

Avanzó tras ella por varios pasillos, intentando quedarse con la ruta para poder salir cuando terminase aquella reunión, y para poder volver cuando fuera requerida de nuevo su presencia. No fue complicado, se le daba bastante bien orientarse, aunque aquel lugar oscuro no ayudaba demasiado.

Llegaron a un lugar donde se habían reunido más personas, no conocía a nadie, y tampoco sabía cómo debía presentarse ante ellos, por lo que decidió volver a dirigirse a la misma bruja que le había conducido hasta allí, @ Arya Macnair , quien tampoco parecía haber querido saludar a ninguno de los presentes.

- Disculpa, creo que no nos hemos presentado, soy Luk, ¿y tu eres? - comenzó con un tono más dubitativo del que había querido transmitir - ¿sabrías decirme con quién tengo que hablar? En el mensaje únicamente indicaba que debía venir aquí - terminó esperando no haber metido la pata, pues no tenía claro cómo funcionaban en este grupo las jerarquías.

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Sin duda aquel lugar despertaba muchos recuerdos en su mente, no solo por haber sido el refugio y lugar de reunión para ella y sus compañeros en incontables ocasiones, pero además para la Black reservaba un significado mucho más personal. Años atrás había celebrado aquí su boda con Pik Macnair, un gran evento dentro de la comunidad mortífaga que había desencadenado en una fiesta que duró por días. Podía ver la habitación nupcial desde su posición en los jardines frente a la mansión, una ola de recuerdos un tanto más íntimo trajo color a sus mejillas que de pronto parecían haberse prendido fuego. Sacudió la cabeza tratando de despejar su mente y concentrarse en asuntos más actuales, esbozando una picara sonrisa reemprendió su marcha hacia la entrada principal.

Una vez en el vestíbulo Alyssa se quitó la capa con una floritura de su varita, bajo la misma lucía una túnica azul oscuro que se abotonaba sobre su pecho, ciñéndose a la cintura para luego caer con soltura alrededor de sus piernas que vestían unas ajustadas calzas de cuero negras y botas a juego. Su melena borgoña se encontraba recogida en una cola alta dejando así su rostro completamente despejado; piel de porcelana, facciones afiladas y ojos de un intenso azul zafiro.

Abriéndose paso a través de una serie de pasillos finalmente llegó al salón donde ya comenzaba a formarse un pequeño grupo de mortífagos que respondían al llamado de su líder, el ambiente permanecía tenso y expectante cargado con la seriedad del momento. Con paso discreto la Triviani fue a ubicarse a un costado de la habitación, un tanto alejada del resto del grupo mientras que paseaba una mirada analítica por el lugar sumida en sus pensamientos. Apenas segundos después dos personas más llegaron al lugar de reunión, para su grata sorpresa reconoció a una de ellas inmediatamente.

- Arya – saludó la mortífaga al acercarse a los recién llegados – Ah, que placer encontrarte aquí después de tanto tiempo – agregó esbozando una amplia sonrisa – Disculpa mis modales – dijo dirigiéndose al joven que acababa de presentarse – Un placer conocerte Luk, soy Alyssa aunque aquí todos me dicen Aly. No te preocupes, no eres el único que no sabe porqué estamos aquí, sin duda nos podrán al corriente pronto.

 

@ Arya Macnair  @ Luk Vaak

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Aquí me tienes...

Shiva arribaba la mansión de los Riddle. Una vez que cruzó el umbral hacia el salón donde me encontraría, el taconeo de sus pasos se sintió algo tímido al querer acercarse un poco más hacia mi posición. Dándole la espalda a la entrada, aún me erguía frente a la opacidad del único ventanal allí, observando la llegada de uno que otro individuo, brujas y magos, que acudían al llamado. ¿Alguien alguna vez se preguntó qué hacían ahí?, ¿Por qué se dejaban llevar por el ardor en sus marcas?, ¿miedo?...¿poder?, ¡ambición quizás!...

-¿Alguna vez te preguntaste porqué asesiné a tu padre?...- mi voz suave pero tan fría como indiferente golpearía cada eco de la estancia. Aún me encontraba de espalda a ella, después de todo, era mi lugarteniente. Ladeé un poco el rostro, enseñando el metálico y rústico perfil de la máscara que me caracterizaba intentando encontrar alguna respuesta. Volví a observar la llegada de Nemétona, otro futuro condenado al arte oscuro de la magia y me volteé de lleno ante la hija del fallecido auror-... Shiva, de seguro lo comprenderías si estuvieses en mi posición...- me acerqué con dar tan solo un par de pasos y tomando sus hombros, me incliné hasta su oído- pero no te olvides de algo. Ese odio que esconde tu alma...me pertenece- concluí entre dientes. 

El vínculo que había logrado con su entrada en escena, me había dado la oportunidad de sentirla a ella en mi presencia, ¡una conexión de almas!... ese era el poder de un senescal, conocimiento que podría adquirir cualquiera que se aventurase al puerto tenebroso de la fortaleza y a las turbulentas aguas que alguna vez dominó madame Boswell. ¿Lo comprendería ahora?...

Junto con Nemétona, llegó un mago a quien jamás había visto. La ministra de magia inglesa sonrió bajo su oscura apariencia y después de la tregua que habíamos logrado en la taberna hace varios días atrás, asentí para que pasase junto con aquel tipo. Tras ellos, Galia, ministra de magia por Francia y de alguna extraña manera, mi nieta, nos acompañó también. 

-¿Son todos?- cuestioné a Gryffindor, a quien le conjuraba una de mis necrohands para que tomara asiento como si los dedos fantasmales fuesen un sitial. 

Pero no alcancé a oír una respuesta cuando Arya se dejó ver entre los pocos presentes. Alguien, al igual que con Nemétona, le acompañaba alguien y otro mago más tras de él. Me deshice en una inestable voluta de humo negro para envolver a Macnair y materializarme a su costado, sin antes haberle plantado la máscara en el rostro. Conjuré la otra mano del necrohand y tal cual hice con Shiva, le invité a tomar asiento. Aparecí unas cuantas sillas con un seco latigazo de la varita quedando en medio de los que habían acudido. El ambiente podría cortarse con un suspiro. 

Manos atrás, mentón en alto y una gélida mirada gris que distinguía en las cuencas de la máscara que portaba, analicé el rostro de los recién llegados. Varita en mano, les fui apuntando uno por uno, entrecerrando los ojos en quienes me causaban cierta desconfianza, hasta que por fin me detuve en alguien. Levanté su rostro con mi arma mágica bajo su mentón para luego ladearlo hacia un lado y después al otro con la punta en cada mejilla. 

-¿Quién eres y qué haces aquí?... 

Pero como si fuese salvado por la campana, para que al menos pensase en una respuesta útil que evitara la prematura muerte a manos de la Marca Tenebrosa, uno de los guardias impidió la entrada de alguien que al parecer llegaba tarde. Me erguí lentamente y tras cruzar mirada con el mortífago custodio del salón, le hice una seña para que se hiciera a un lado. 

-Mónica Malfoy... Haughton- sí, el apellido que mi hermana habría llevado alguna vez, también lo poseía aquella bruja. No le veía desde hace mucho tiempo, años en los que nos encontramos en un callejón del Londres mágico. Sin embargo, ella no podría reconocerme, después de todo, llevaba la máscara- pasa, pasa... hay muchos, brujas y magos, que de seguro estarán complacidos de saludar... a una vieja amiga.

Entonces me volví hacia uno de los nuevos, a quien le hundí la varita en el hombro esperando una respuesta.

-¿Y bien?...

OFF: 

Holas gente ^^ !! Bienvenidos a la mansión de los Riddle! creo que Dana ya les ha dado una guía y ha tenido la dicha de invitarlos a rolear un poco aquí dentro. No se sientan incómodos si es que algunos figuran hoy con el estandarte del bando contrario... siempre podemos desplumar a destajos (?) :perv: jajaja pero no, hoy no se come pollo. Estamos aquí para orientarlos un poco de cómo va el mundo mágico y sus alrededores, como así también, para jugar y sacar a relucir un poquito los perfiles y personalidades que cada uno de nosotros elabora día a día en nuestro querido HL. Que de eso se trata, de contextuar el ON rol para que siempre tengan un hilo del qué jugar. 

Demoré unos días en responder, porque pensaba que iban a pasar otros y otras, pero dont worry be happy... rolearemos con el que vaya pasando también. Que esto tampoco tiene una estructura ni galeones de por medio, sino más bien, una pequeña muestra de cómo va el juego hoy en día, así que lo que quieran preguntar ON rol, pues adelante... sáquenle jugo a sus personajes. Y si tienen dudas en el OFF, está el MP o un espacio cortito como este.

Si se han dado cuenta y han leído, les comenté más o menos de qué va el asunto. En el mundo mágico, tiempo atrás, cayó el estatuto del secreto y eso generó una cadena de consecuencias que hoy nos tienen en una guerra contra el muggle. La comunidad mágica internacional (CMI) es una zona de amplio juego ON rol donde ya no basta con escribir en el pequeño Londres, sino que ahora podemos contextualizar estados, naciones, ¡hasta continentes! ...que no hemos llegado a eso último, pero quién sabe... como siempre he dicho "al rol lo que es del rol". 


Me es grato leer gente nueva, así que eso... los leo ❤️ ¿jugamos?

La pregunta que hace Aaron es abierta, así que el que tome la iniciativa, adelante. << para los nuevos, obvio. 

@ Aaron Black Yaxley @ Matthew B. Triviani @ Arya Macnair@ Juv Macnair Hasani @ Mael Blackfyre @ Sagitas Potter Blue @ Maida Black Yaxley @ Xell Vladimir Potter Black @ DonTau @ Illidan Black Lestrange @ Luk Vaak @ Luke Abbott @ Lord Cubias @ Thanatos L. Lestrange @ taison logan greyback @ Ada Camille Dumbledore @ Malum Luxure @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Monica Malfoy Haughton

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Matthew Black Triviani.

Sus pasos seguros lo guiaban a través de los terrenos Riddle, donde el rumor de amenas conversaciones lejanas lo tenían sin cuidado, así como todo lo demás. Tenia los ojos fijos en un documento oficial, un pergamino extendido entre sus frías manos donde la tinta brillaba tanto que era casi imposible ver algo más que el logo del Ministerio de Magia. Él sin embargo veía perfectamente, la tinta en realidad era mate y el contenido insignificante dentro de sus prioridades pero, tal vez el mundo mágico pensaba lo contrario. 

Enrolló el papiro apenas llegar a la puerta trasera de la mansión y materializo su extensión mágica, haciendo un pequeño y sutil movimiento para desaparecer de ahí dejando un pequeño remolino de hojas pardas, secas por la falta de mantenimiento. 

Se materializo al cuartel subterráneo. 

Pasaron, a lo sumo, dos segundos antes de que un elfo domestico apareciera y fijara sus feos y grandes ojos en el gitano. Black no reparó en él, ni en la reverencia que vino después, lo aparto con un gesto y se adentro al interior del salón con aire de suficiencia. Su uniforme negro entre telas desgastadas resaltaba en el interior más que bajo la luz del sol, quizá por los detalles plateados que estaban hechos para eso. 

Tiró el documento sobre la mesa redonda, para luego apoyar sus frías manos en ella, suspiró y recordó los planes que se habían llevado acabo ahí dentro, la madera marcada en su totalidad por las dagas, algunas rendijas aún contenían la sangre de los desertores y su húmedo olor permanecía intacto. Después de un rato de silencio, no tendría más remedio que comunicarse con el elfo. De reojo, miro al sirviente, aún encorvado en una reverencia, y una mueca de disgusto se dibujo en sus facciones blancas. Detestaba aquellas criaturas, tal vez demasiado, razón por la que él y sus hermanos habían optado por tener muggles en su lugar. 

Busco a Augustine, ¿dónde puedo encontrarlo?

El elfo balbuceo un par de sugerencias y el morocho asintió, sin darle tiempo a más explicaciones. No obstante, se detuvo al pie de la puerta y solicito una ultima cosa, antes de aparecer arriba. 

Tráeme una botella de Ginebra y recuerda alimentar a mi serpiente cornuda. 

Pasos lentos, por el oscuro túnel hasta llegar al salón principal donde se encontraban todos reunidos y Caelum, a quien buscaba de un principio, dando un motivador discurso sobre los ideales y la pureza de la sangre, a veces dudaba si no tenia una grabadora escondida en su mascara. Apenas salir del umbral su mascara apareció para cubrir por completo su cabeza, aquella que había elegido, de hueso, con rasgaduras teñidas de escarlata, recuerdos de antaño. 

Tiro su cuerpo contra la pared y se dedico a escuchar y observar a los desconocidos mientras se presentaban, intentaría no llamar la atención de nadie, simplemente permanecer oculto hasta que sea el momento. 

Editado por Matthew B. Triviani
se mando todo mal. .l.

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El lugar era tal como alguna vez lo habito, el olor metálico, lejos de la humedad, seco, pero con cierta oscuridad en cada aspecto del edificio. Reconoció algunos rostros, pero no quiso decir palabra alguna, ni mostrarse junto a nadie, no era prudente. Pues entendió donde se encontraba, y lo que significaría saludar a alguien en un sitio así.

Todo el grupo se terminó por formar, aunque en posiciones irregulares, quedaba un espacio frente a ellos. El cual seguro estaba designado para que contemplemos y admiremos a alguien. El rubio se lamentó no portar su vieja máscara, a partir de ese día de seguro se llenaría de enemigos. Aunque, había ido como un simple oyente, sentía que las cosas no terminarían bien esa noche.

Fue en un momento, el cual no le pareció programado, donde por fin se dejó ver aquel, quien lideraba la Marca tenebrosa. No era necesario mostrar un letrero en su pecho, solo observar a su séquito contener la respiración, aquella necrohand, dios, los recuerdos inundaban la mente del black lestrange. 

Comenzó a deambular frente a los que estaban en primera línea, varita en mano, cuál libro de la muerte. El rubio no se sintió nada cómodo con aquella actitud, digna de cada mortifago de alto rango. Fue allí donde se detuvo frente a él, posando su varita  en el mentón del rubio, que no dudó en materializar la suya en su diestra.

-¿Quién eres y qué haces aquí?... Pronunciaba el mortio. Pero sin tiempo a responder, fue interrumpido, cuál escena de suspenso, por la llegada de alguien más. No puedo evitar mirar al escuchar aquel nombre. ¿En serio, seguía perteneció a las filas mortifagas?. Mónica ingresaba con una grata bienvenida al resinto. 

-¿Y bien?..., las palabras de aquel, que saludaban a Monica, lo obligaron a llevar su vista al frente. - Illidan Black Lestrange... - Sus palabras eran firmes y audibles para todos los presentes, sus verdes ojos clavados en los huecos de la máscara, los cuales no daban ningún dato físico de aquel sujeto. - eh sido invitado.... - Agregaría ahora, sosteniendo con más firmeza su varita, aunque esta, permanecía apuntando al suelo. 

@ Aaron Black Yaxley  @ Lord Cubias  @ Monica Malfoy Haughton

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Enfrente de Mansión Riddle estaba observando una joven de escasos 18 años, de cabello oscuro como la noche, largo y suelto, con unos grandes ojos color verde esmerada, tenia dudas sobre si aquella invitación había llegado a la persona correcta, pasaban a varios magos que llegaban e ingresaban, por una extraña razón la bruja no les veía el rostro, unos entraban muy aprisa y otros llevaban algo sobre el rostro. 

Se quito aquellas ideas, después de todo atrás de aquella puerta tendría la respuesta a varias de sus preguntas, al ingresar en efecto había gran cantidad de magos, la mayoría de ellos los rostros cubierto, fue cuando vio a un hombre  el cual firme hizo algunas preguntas, se trataba del líder de aquella organización de la cual la bruja aun no entendía mucho. 

- No creo - dijo la bruja al darse Cuenta que podría ser una ceremonia para reclutar integrantes para la marca, en ese instante la joven dio una pequeña sonrisa al darse cuenta que estaba logrando paso a paso sus sueños, y espera poder encajar para así poder garantizar su ingreso. 

La bruja estaba por responder cuando escucho una voz familiar seguido de aquel nombre conocido, se trataba de su padre, la chica se puso su capuchón para evitar que este la reconociera. 

민지 (MinJi) - Dijo la bruja cambiando asi su nombre de pila por el que ella misma había eligió en sus viajes al mundo muggle. - A decir verdad, a escasos 10 minutos no sabia el motivo el porqué estaba aquí, inclusive pensé que se habían equivocado al enviar la invitación. - Dijo la bruja - pero ahora me doy cuenta que estoy aquí es por que tengo el mismo interés que ustedes, por que soy una bruja y queremos tener un lugar mejor para nosotros, y lo mas importante tate confío en usted.  - Finalizó la bruja 

 

@ Aaron Black Yaxley  @ Dana Gryffindor  @ Ada Camille Dumbledore   @ Matthew B. Triviani @ Matt Blackner

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La pelirroja leyó aquella nota una y otra vez, no lo podía creer, o no lo quería creer. De hecho había puesto su cabeza en juego por aquel grupito y los cuatro estaban ahora en donde había iniciado todo. Darla respiró profundo, no había nada que pudiera hacer. Sí, lo había, pero no iba a pedir ayuda de nadie para ello. Ella misma había asumido aquel riesgo, ella pondría su cabeza en la cueva del lobo para averiguar si se había equivocado al confiar.

 

Se puso de pie y se dirigió a su cuarto tras lanzar un incendio al pequeño pergamino que se consumió en la vacía chimenea. Sin dudar eligió un conjunto de pantalón y remera negra y sobre ella se colocó una túnica del mismo tono, el monedero de piel de moke con amuletos y pociones en el bolsillo interno izquierdo y la varita en el externo derecho. Su mano pasó sobre un cofre con incrustraciones de perlas que había sobre la cómoda mientras recitaba un hechizo marcado con runas, al abrirse en su interior estaba la misma máscara que había utilizado la noche de la muerte de Elvis Gryffindor, la guardó entre sus ropas y tras volver negros sus cabellos desapareció de House of Books.

 

Los caminos del pueblo estaban desiertos y aunque había aparecido a un par de cientos de metros los recorrió con rapidez gracias al phantom. Cuando sus ojos se posaron sobre la colina mostraban una coloración verde similar a la de Scarlet, pero no era más que parte del disfraz de la ahora desconocida Potter Black. Si los informes eran ciertos había en aquel lugar los nuevos ingresos fenixianos pero la única manera de saber que estaba pasando le parecía aquella que estaba eligiendo.

 

Las ruinas de la mansión lucían al otro lado de un arco de madera formado por dos serpientes. La bruja se preguntó si hablar pársel serviría pero sinceramente lo dudaba. Con delicadeza tomó de entre sus ropas el amuleto Caudex y lo pasó sobre su corazón antes de colocarlo junto al de curación en una cadena mágica que llevaba al cuello.

 

Homenum Revelio —susurró mientras movía a Edelweiss con delicadeza, no parecía haber nadie en los jardines, siguió caminando despacio, rodeando los restos de la mansión, haciendo crujir levemente la graba bajo el taco de sus botas. Debía buscar el modo de entrar sin causar más sospechas, pensaba mientras su zurda acariciaba la máscara que aún llevaba oculta entre sus ropas.Editado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editado por solicitud invisibilización, a la espera de si la usuaria quiere retormar el post o no.

Editado por Darla Potter Black
disculpas las idas y vueltas
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dpTJ7hu.jpgMire, curiosa, la nueva máscara que acababa de entrar. Olisqueé el ambiente sin ningún recato, no porque oliera mal sino porque soy muy sensible a los olores y la recién llegada, sí, mujer, olía a cierto perfume agradable y caro, muy caro. No sabía quién estaba debajo de aquella máscara blanca y negra ( @ Ada Camille Dumbledore ), pero ese aroma... Ya lo había olido alguna vez, seguramente que, si daba tiempo a mi mente a encajar las piezas, acabaría recordándolo.

Detrás de ella, entraba más gente. No le sorprendió ver llegar a aquel chico que gritó su nombre a la puerta de forma entrecortada, @ Luk Vaak ; había oído hablar de él en comentarios de taberna como un nuevo aspirante al bando. Parecía nervioso al entrar en la mansión. El siguiente que entró, sin embargo, parecía estar totalmente tranquilo y se movía como si conociera el lugar. Examiné con mis ojos marrones aquella figura y no llegué a reconocerlo aunque algo me pareció reconocido, levemente. Después, desdeñé esa idea con un leve rictus de la boca; había conocido a tanta gente en mi vida que me parecía siempre tener Déjà vu con los nuevos ( @ Illidan Black Lestrange ). Aún así, decidí que no estaría de más no perderle de vista.

Aunque muy escondida, también entró aquella mujer que, en la Taberna, había increpado a Caelum, haciéndole perder la paciencia. Si estaba allá, ¿era que el líder la había perdonado o que se había escapado de la prisión de la fortaleza? Me encogí un poco de hombros, sea lo que fuere, pronto se vería, según cómo reaccionara @ Aaron Black Yaxley  ante ella @ Arya Macnair . Sería interesante, muy interesante... Algo me decía que, de ese enfrentamiento, Caelum no iba a salir tan bien parado.

Entraban más nuevos, más gente desconocida con la cara visible. Enarqué una ceja. ¿Es qué aquello era una reunión de aspirantes que ya habían tomado su decisión y venían allá a plasmarla, es que teníamos que convencerles de algo o, sencillamente, es que íbamos a "escarmentar" a aquel que hubiera entrado sin merecerlo? Sonreí un poco. De nuevo me decía que aquella reunión iba a ser sumamente interesante. Una nueva chica saludaba a Arya y al tal Luk (@alyssa Black Triviani); empezábamos a ser muchos en aquella sala, a pesar de que el tamaño de la misma parecía crecer cuanto más número éramos.

Caelum, con la seriedad que le caracterizaba, hizo aparecer unas necrohand para tomar asiento las que él señalaba. 

-- Pero qué chulo eres -- dije, en voz baja, con mi tono de desparpajo acostumbrado. Arrastré (sí, haciendo ruido, me encanta llamar la atención) una silla hacia mí y me senté al revés, apoyando las manos en el respaldo, esperando saber qué derroteros llevaría la reunión. Enarqué de nuevo la ceja cuando mencionó el nombre de @ Monica Malfoy Haughton  y la miré con curiosidad. Mucho se decía de ella en el mundo mortífago, a pesar de que hacía tiempo que se había distanciado de nosotros. ¿Qué haría allá? ¿Tal vez... volvía? Interesante... de nuevo.

Mi vista llegó a visualizar a @ Matthew B. Triviani , apoyado en un rincón, ojeando a los presentes, mientras Caelum ponía la varita en el cuello de uno de los nuevos, quien contestó que había sido invitado. Sonreí de nuevo, al menos hasta que un elfo se acercó a Aaron y le susurró unas palabras que, al menos yo, fueron audibles:

-- Hay gente fuera, en los jardines... Al menos uno... de ellos. ( @ Darla Potter Black )

Enarqué por tercera vez la ceja y pronuncié de nuevo la palabra "interesante..."

Editado por Sagitas Potter Blue
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Mientras seguía preguntándose la razón de su convocatoria en aquella mansión, Cubías de pronto fue arrastrado por una figura enmascarada hacia el interior @ Sagitas Potter Blue , en ese lugar ya se daban cita otros enmascarados, el Malfoy deslizó su mirada tratando de identificar a los presentes, pero solo se encontró con más y más figuras con el rostro oculto.

De pronto empezó a entender lo que era aquello; adeptos a la marca tenebrosa habían hecho su llamado, era una especie de reunión en la que se mostraban varios magos que figuraban en lo más alto del mando mortifago, resaltaba especialmente la figura de uno que sin duda era el líder. @ Aaron Black Yaxley  

Tiempo atrás eso hubiese sido un momento rutinario para Cubías y posiblemente él sería una de las figuras del otro lado, pero ahora él no pertenecía más al bando mortifago, peor aún, recientemente se había colado en las filas de la Orden del Fénix, lo cual hacía que su estancia en ese lugar no fuera precisamente relajada, tampoco sabía si los presentes de alguna manera se habían enterado de esa situación y aquello era una emboscada, después de todo, y a vista de cualquiera que conociera su realidad, él se había convertido en un traidor de la marca.

El ex mortifago y ahora fenixiano trató de mantener la compostura, pensó que en ese momento posiblemente no había forma de que alguien supiera su circunstancia, pese a ello, el Malfoy trató de agudizar los sentidos en busca de una señal que indicara peligro.

En ese mismo instante, su análisis fue interrumpido por unas palabras, inmediatamente Cubías giró la vista al escuchar que un colega suyo también estaba en el lugar, @ Illidan Black Lestrange había roto el silencio ante la pregunta de la figura que se había dado cita en el lugar, eso quizá hacía que la situación se hiciera más delicada y casi como acto reflejo, el ojinegro llevó su mano hasta la cintura, lo hizo disimuladamente, su intención fue tener la varita lo más cerca posible de sus dedos por si era necesario hacer uso de ella. 

-Yo también he sido invitado- agregó Cubías tras escuchar a su colega. En ese momento se preguntó si había sido buena idea que también él rompiera el silencio , pues eso lo ponía en la mira, pero por otra parte, era una manera de ocultar a la vista lo evidente. 

-Sería conveniente saber de qué se trata esto, cuál es la razón de la convocatoria…- agregó el ojinegro, lo dijo sin dirigirse a nadie en especial, y con un tono neutro pero firme, era un poco aventurado hablar así en ese lugar, después de todo si algo salía mal la desventaja podría ser fatal. 

 

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En medio de aquella no muy extensa habitación fue fácil para Mónica escudriñar cada una de las máscaras tras las que se ocultaban los rostros de los presentes, pero en ninguno de los casos supo reconocer de quienes se trataban. Ella había se había mantenido lo suficientemente apartada como para pasar desapercibida, al menos por un rato, hasta que las conversaciones fueron dando paso a un ambiente cada vez más cargado. Aquel, de pronto, no le resultó el antiguo bando al que ella pertenecía.

Se fijó atentamente en la persona que parecía encabezar aquella reunión y, aunque no sabía a ciencia cierta quien era, antes de apartarse de las filas oscuras si había sabido la identidad del nuevo líder de sus propios labios ¿Sería la misma persona la que seguiría ocupando aquella posición privilegiada o quizás aquel bando tan cambiante ya habría elegido nuevo líder? La duda se cebaría con su atención durante unos segundos hasta que el llamado Caelum se dirigió a ella llamándola directamente por su nombre.

- Que discreto – diría entre dientes. Hasta ese momento la bruja se había mantenido oculta por la capucha de su capa, pero tras las palabras de Aaron ya no lo necesitaba. Se descubrió el rostro, dejando al descubierto la pálida piel y unos intensos ojos verdes que se mantuvieron clavados en él mientras reclamaba la identidad de uno de los presentes al que ella aun no había reconocido. Fue agresivo, demasiado para el gusto de Mónica, que resopló apartándose un rojo mechón de pelo del rostro.

La voz que respondió a la pregunta del mago tenebroso la hizo estremecerse, como si un chorro de agua helada le hubiera caído encima empapando su espalda. Illidan estaba allí pero ella no se había dado cuenta hasta escucharlo hablar bajo la amenaza de la varita del líder mortifago, que tenía ahora clavada en el hombro del rubio. Esperó a que alguien hablara, pero al parecer el miedo a un líder del bando ya no se sentía entre ajenos, si no también entre sus propios miembros.

- Creo que todos hemos sido llamados, de una u otra manera – dijo, después de que alguno de los presentes revelaran sus identidades no enmascaradas. Dio varios pasos al frente para ocupar algunas posiciones más adelantadas, para lo que tuvo que sortear varias de las figuras de los allí reunidos. Cuando estuvo junto a Illidan, justo en frente de Aaron, levantó la mano y la colocó sobre el brazo de este último invitándolo a bajar la varita-. No es manera de dar la bienvenida ¿no?

Su voz sonaba tranquila, con cierto tono amenazante pero lo suficientemente cordial para no iniciar una guerra. Posiblemente su gesto, el tocarle el brazo de aquella manera sin saber de quien se trataba era un abuso, pero eso a ella no le importaba. Observó los ojos grises que la miraban desde el interior de la máscara de Caelum y ladeó la cabeza; no había levantado la varita, pero el arma de negro ébano estaba preparada en su diestra.

- ¿Por qué estamos aquí? - la marca tenebrosa oculta en su antebrazo se retorció; habían pasado muchos años pero nunca había dejado de estar viva.

 

 

@ Aaron Black Yaxley  @ Illidan Black Lestrange  y... todos(?

Editado por Monica Malfoy Haughton
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