La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Arya Macnair]

Había pasado una magnífica cantidad de tiempo desde la última vez que lo sintió. Desde la última vez que los vio o los olió. Un año completo apartada de Londres, de su familia, de sus compañeros de bando. Hizo una pausa reflexiva ¿Es que aquello todavía existía? el recuerdo le picaba las entrañas, se las retorcía con ansiedad y hacía que se mordiera los labios rememorando tiempos que ya no volverían. Demonios, pensó abriendo enormemente los ojos, casi como si alguien, o algo, hubiesen oído sus cavilaciones, la marca ardió en su antebrazo con fervor. Y al igual que muchos otros, una violenta sonrisa se instauró en sus facciones de mármol.

 

Macnair, sin demorar demasiado, desapareció del sitio en donde estaba tolerando el exilio e hizo acto de presencia a cincuenta metros de la devastada Mansión Riddle. Sin duda el llamado tendría que haber sido de Anne, eso fue lo que se dijo mientras cruzaba la calle, sintiendo una fina llovizna empapar sus hombros descubiertos, con la frente en alto, orgullosa. Lo que desconocía, al igual que el resto de los mortífagos presentes y ausentes, era que quien les había convocado había sido la propia Mansión, anhelando revivir, o acabar con sus antiguos huéspedes presa de una colérica melancolía.

 

―¿Pero dónde...? Se preguntó.

 

Hacia donde quiera que mirase había ruinas, destrucción, artefactos quemados, cosas que en algún momento de paso por el bando significaron algo para ella. Una punzada de angustia acabó por convertir sus entrañas en cenizas que le brotaba por los ojos en forma de lágrimas. Caminó unos pasos secando sus mejillas, haciendo resquebrajar cosas bajo sus pies por el peso del cuerpo, cuidando de no tropezar, mientras en el verdadero centro de reunión las luces comenzaban a titilar, amenazando con apagarse completamente, pues el olvido se sentía amenazado, habían ingresado en su morada, suya.

 

Cuando por fin dio con las serpientes, enormes e imponentes, un poco confundida, la marca ardió con más ímpetu que antes. Entonces supo que no todo estaba perdido, que debía existir algo más, algo que ella no sabía y el resto si, debido a su lejanía para con el bando todo ese tiempo. Extrajo la varita de la cintura de su vaquero oscuro, justo donde la camisa gris se fruncía e hincó la punta sobre la calavera. La serpiente impresa en su piel se removió inquieta, como enviando una orden, orden que sus compañeras de piedra cumplieron enseñando el camino a la pelirroja.

 

Arya descendió, procurando no caer, pues llevaba tacón, y mirando por sobre su hombro una última vez para no dejar a nadie atrás. Tan pronto como las puertas volvieron a cerrarse, una ráfaga gélida revolvió sus cabellos cortos por sobre los hombros ―quienes la conocían sabían que jamás se habría cortado la larga cabellera por propia voluntad― y apagó las antorchas colgadas en los pasillos. Le siguió un fuerte rugido, que nadie comprendería de dónde provenía o de qué criatura era, haciendo explotar bombillos de luz y lámparas. Todos estaban en penumbras.

 

―¿Hola?

 

Gritó, agitando la varita de nogal para conjurar un encantamiento iluminador. Seguía en los pasillos

[Kamra Ashryver D.]

La peliblanca frunció el ceño mientras intentaba recobrar la compostura. Aún podía sentir la escencia oscura y aceitosa de aquello que la había atacado, manchando su mente y amenazando con hacerla vaciar su estómago entre los arbustos. Tomó una profunda respiración y cuadró los hombros, secando su cara y ropas con un movimiento de su varita antes de volver su atención a la Líder.

 

- Mi nombre es Kamra Ashryver Rambaldi, es un placer - las palabras salieron firmes, en su habitual tono profundo y ronroneante, mas sus manos amenazaban con traicionar la poca confianza que se las había rebuscado para conseguir cuando la extendió para saludar formalmente a la mujer - No creo que nadie pueda tener el poder que eso tenía, así que puedo deducir que se trata de una entidad poderosa. No tuvo problemas para sortear mis defensas y - Kamra sacudió su cabeza, incrédula ante lo que había deducido - casi consigue hacer que olvide quien soy...Si, tienes razón, es mejor investigar y neutralizarlo - la renuencia de la peliblanca había sido a causa del cuadro de histeria al que la había sometido la entidad, pero no había nadie que pudiera pararla en su búsqueda de respuestas.

 

- No me he topado con nadie sospechoso allí abajo - Hades sin dudas seguía allí, junto con la mujer de pelo dorado a quien interrogaba casi frenéticamente - no creo que se trate de algún intruso, las serpientes hicieron su trabajo conmigo cuando ingresé al subsuelo - Kamra aparto la manga de su camisa para revelar la marca que latía sin descanso en su antebrazo - no ha dejado de latir.

 

Una delicada brisa acarició el rostro de la demonio, sus ideas se aclaraban a cada instante que pasaba ¿Cómo era posible algo así? Kamra había sido entrenada para analizar su entorno y estar alerta, pero de alguna manera había caído en la cuenta de que algo pasaba debido a los gritos de su demonio, no por merito propio. Giró en su propio eje mientras peinaba hacia atrás su cabello cuando reparó en la presencia de un hombre de cabello rubio.

 

- ¿Jeremy? - sus ojos dorados se abrieron por la sorpresa a la vez que cerraba la distancia entre ellos - Ha pasado un tiempo - Kamra no creía que fuera propicio dado el ambiente que les rodeaba, pero aún así posó una mano de forma breve en la mejilla del que alguna vez llamó hijo, y quién seguía teniendo toda su lealtad y afecto - No sabía que te habías inclinado por esta...senda.

 

Probablemente estaría extrañado por las nuevas actitudes de la peliblanca. La manera en que había cambiado de ser un ser totalmente frío a...no había cambiado mucho, pero si lo suficiente como para confiar en demostrar su cariño a quienes consideraba su familia.

 

@@Anne Gaunt M. @

[Anthony R. Dracony M.]

Muerde levemente su labio inferior... que aquel espíritu le pida actuar, hace que el peliverde se enfade... ¿acaso cree que está por encima de él? aquello molesta enormemente al mago, no ha sabido de quien se trata, solo sabe lo que el mismo espíritu le ha narrado, pero podía ser el caso de que todo lo dicho fuese cierto.

 

Sus pensamientos giran al derredor de aquel desconocido expectro... al que Wilson mencionaba con tono preocupante: --"fue como escuchar una enigmática bestia" era un riesgo latente hacer caso de ir a las ruinas de la mencionada mansión, la que por ende era el sitio donde indirectamente se dijo que era donde debe investigar. Dracony piensa sobre esto último que Wilson le ha dicho, es obvio que solo es algo parcial sobre el asunto, pero también es verdad que solo podrá averiguar más si se encamina a las ruinas.

 

Se incorpora sin mucha prisa, de la punta de su varita brota un chorro de agua que apaga la hoguera, cuando termina se envuelve en la capa oscura, Ryvak no conoció aquella mansión cuando rebozaba de esplendor, lo cual le impide aparecerse, se encamina por un sendero de tierra y hace comentarios a Wilson para evitar que este opte por marcharse.

 

--Bien, entonces esa presencia maligna se encuentra entre las ruinas de la mansión, ¿cierto? -- pasa saliva y mira al espíritu, también el se desplaza con prisa, tal vez porque son aliados aquellos que menciona Wilson, Ryvak conjura unas aves de plumaje azul con un Avis, luego coloca una gota de esencia del Anillo de presencia, eso le ayuda a orientarse mejor para elegir la ruta hacia las ruinas, su varita toma en su mano, las precauciones no están de más, sobre todo porque Wilson sigue remarcando que es muy peligroso, habrá que estar atento y listo para actuar en defensa...

[Keaton Ravenclaw]

Y tan tranquilo que estaba uno en su casa, y de la nada, a la condenada Marca Tenebrosa se le ocurre aparecerse de nuevo en los brazos de sus fieles seguidores acompañada de un dolor parecido al de cuando a uno le salen las muelas del juicio, ¿viste? la maldita era maldita hasta con sus seguidores. Por eso, cuando Keaton estaba haciendo el delicioso con un desconocido en una taberna en la lejanía de los pueblos nórdicos, soltó tremendo quejido que su amante se espantó mucho, por lo cual, el Mago Oscuro sencillamente desapareció a donde lo llamaban, a la par que se sobaba el antebrazo izquierdo.

 

—Va siendo hora de que les enseñen a tener respeto por el sueño o deberes de uno...—Dijo mientras alzaba la vista para ver a dónde diantres lo había llamado.

 

Pronto descubrió que estaba desnudo, por el dolor de la reaparición del tatuaje, se había olvidado de aquel pequeño detalle. Agitó a Santa Teresa, su varita mágica de cerezo, y una fina túnica negra se deslizó por su nívea piel tapándolo del exterior. Se sacudió un poco, estaba de nuevo en Gran Bretaña, cosa que no le hacía demasiada gracias, había decidido irse, no sabía bien el porqué, pero lo había hecho y no tenía ganas de volver tan pronto, por lo que con ayuda de la metamorfomagia, cambió su aspecto por el de un hombre barbón, alto y muy corpulento, nada que ver con su apariencia natural delgada y lampiña. Se había inspirado, desde luego, de su amante nórdico...

 

—Bueno, y ¿ahora qué? ¿a quien busco o que show? —Dijo al aire, y es que se había aparecido en la entrada de la abandonada Mansión Riddle... pero no veía, al menos no a simple vista, a nadie. Y como era de esperarse, no hizo nada para cambiar eso, sencillamente se sentó en un rincón visible a cualquiera que pasara, hasta que llegara alguien o viera a alguien más y le preguntara qué diantres hacían allí.

[Anthony R. Dracony M.]

Ryvak se acerco sin dificultad a las ruinas, el anillo de presencia le es muy útil, gracias a ese gota de esencia en el ave, había sido capaz de ver todo alrededor de la edificación en lo alto de la colina, esa vista era intrigante, domina todo desde esa altura, puede verse un pueblecito pero lo importante son las ruinas con una aparente entrada principal llena de escombros que dificulta pasar, en el umbral compuesto por un arco de madera oscura, se hallan dos esculturas de serpientes que increíblemente están intactas, Ryvak se pregunta si las ruinas tendrán alguna maldición o hechizos protectores, la estructura esta derrumbada y el Dracony se pregunta como se podrá avanzar entre tanto escombro que puede colapsar en cualquier momento...

 

Desde lo alto, el ave muestra a Anthony a un mago que parece vigilar las ruinas, lleva una elegante pero usual túnica negra, esta sentado sobre aquel suelo con quemaduras hechas por los proyectiles búlgaros, no parece preocupado por estar a la vista, así que Ryvak piensa que pueda ser algún posible aliado para investigar que ocurre en las ruinas de la otrora mansión Riddel.

 

Solo faltaban unos ocho metros para colocarse junto aquel mago, cuando Wilson aconsejo no hacerlo, el espíritu se veía algo alterado, se atropellaba al hablar para convencer al peliverde de su teoría, que era posible que aquel hombre no supiese ni quien era él...--¿Cómo? ¿Acaso tendría que conocerte Wilson?¿quién eres tú? yo tampoco te conozco y hablas conmigo, te empeñaste en buscarme, te has molestado en mostrarme lugares donde ellos se reúnen, tu obsesión me tiene en este lugar para investigar y ahora ¿dices que no debería continuar? ¿sabes? tú estás loco, ya me encuentro aquí y no pienso retroceder aún, yo que tú, me mostraría para cerciorarme de si te recuerda o no, tal vez lo que me has dicho sobre ti sean solo mentiras , quieres alejarte, anda vete! yo iré a hablarle. -- El peliverde encaminó sus pasos hasta aquel mago, sus brazos relajados a sus costados, su varita en la mano pero su mirada miel atenta para identificar al hombre, de reojo miró que el espíritu de aquel mago, Wilson, le sigue de cerca, aunque no sabe si permitirá ser visto por el mago que aguarda en aquel sitio, ya se verá.

 

 

-- ¿También sabes de la misteriosa presencia en estas ruinas? -- Pregunta cuando se para a un lado de ese mago barbudo y aguarda por la respuesta del hombre.

 

@@Keaton Ravenclaw

[Lucrezia Di Medici]

Lucrezia observó con cierta curiosidad a la primer persona que se le acercó pese a ocultarlo bajo un manto de soberbia indiferencia. Su expresión se volvió gélida mientras sus azules se encontraban con la oscura mirada de aquel hombre. Algo en su presencia intimidante delataba su pertenencia a La Marca Tenebrosa, algo que también respondía a la lógica de que allí solo podían ingresar miembros del bando. Nunca había cruzado a aquella persona en su vida, lo que indubitablemente demostraba que no pertenecía a los estratos más altos de la sociedad en los que la aristócrata se movía. Contuvo en su garganta la risa provocada por su interpretación libidinosa de la propuesta de Hades y con su mano diestra levantó la manga de su vestido para exponer su opaco tatuaje.

 

- Lucrezia, un placer…¿Tú eres?- preguntó, sin dejar un segundo de clavar la mirada en su pálido semblante.

 

Sin embargo, su pregunta quedó bruscamente relegada a un segundo plano apenas sus carnosos labios la emitieron. Junto a ellos una mujer, de actitud que se mecía entre compungida y temerosa, salía corriendo con prepotencia de aquel salón subterráneo. El mortífago parecía conocerla y Lucrezia percibió una genuina preocupación por el destino de la muchacha fuera de aquel lugar que se suponía seguro para todos. La blonda italiana, poco presta a sentir algún tipo de empatía por personas ajenas a su círculo íntimo, no cuestionó la reacción de Ragnarok: aun sentía aquella fuerza espectral intentando penetrar sus poros y envolverla con su maldita oscuridad. La atmósfera se encontraba viciada y podía sentir una leve presión sobre su cuerpo como si alguien estuviese jugando a gusto con la fuerza de gravedad.

 

- Vaya, eso fue rápido. Los más débiles son los primeros en caer ¿No? - comentó con un tono soez mientras giraba su mirada hacia el camino conducente al exterior que la chica había atravesado con real desesperación.

 

Bufó de mala gana cuando comprendió que tenía la implícita obligación de seguir a su compañera de bando debido a la nimia posibilidad de peligro. Le dirigió una última mirada a Hades, expresando en sus refinadas facciones la molestia que experimentaba, y volvió a recorrer los pasillos y las escalinatas que había atravesado apenas minutos atrás. La humedad, expresa en el moho de las paredes, se hacía más y más invasiva a medida que uno ascendía hacia los terrenos. La joven aristócrata intuía que aquella fuerza tenía cierto control sobre la infraestructura del lugar y que su objetivo era expulsarlos por las buenas….o por las malas. Cuando se extinguieron las luces de las antorchas y se vio nuevamente bañada por la oscuridad de la noche, la mortífaga descubrió por fin la presencia de Anne Gaunt. También notó, con mucho más recelo, que Jeremy la acompañaba.

 

- Felicidades por intentar levantar una casa con un habitante invisible que causa pánico en las mentes más débiles. - dijo con su característica ironía aunque midiendo el tono de su voz para no sonar hostil. - ¿No podíamos reunirnos en un buen restaurante?

 

Sin embargo, las dudas afloraron ante la negativa de Anne a haber realizado el llamado que allí los había reunido. Aquello rompió un poco con la defensiva seguridad de la que Lucrezia tanto se vanagloriaba ¿Quién tenía la potestad de activar las marcas de tantas personas, incluida la misma líder del bando? Comprendió, aunque la idea no la sedujera, que el poder de la fuerza mágica que allí moraba escapaba a su entendimiento. Se preguntó si acaso los restos de la mansión que alguna vez había habitado un mago de una naturaleza tan oscura como Lord Voldemort había atraído a un obscurus. El mundo creía a aquellos seres extintos pero la posibilidad de su reaparición resultaba más que interesante.

 

- Definitivamente necesito vino si quieren que baje allí.

 

La blanca varita de la aristócrata se materializó entre sus delgados dedos. Afianzó con formidable firmeza el pulido mango de mármol de su elegante arma mágica y ejecutó una simple floritura, apuntando a la extendida palma de su mano libre. Una copa de fino y delicado cristal apareció junto a una levitante botella de verde vidrio que vertió en el cáliz su contenido. El aroma frutado que desprendía aquella bebida carmesí le permitió, al menos por unos segundos, abstraerse de la oscura fuerza que aun parecía rozar su piel. Cerró sus pesados párpados mientras paralelamente inhalaba el dulzor del vino Médici. El placer recorrió sus vías respiratorias. Procedió, entonces, a beber un corto sorbo que apenas alcanzó para mojar sus labios y volvió a entablar un cruce de miradas con Anne.

 

- ¿Por qué no desciendes tú primero? Prometo protegerte las espaldas.- el tono desafiante que dominó sus palabras fue acompañado por una ligera sonrisa.

[Kamra Ashryver D.]

Luego de su intercambio con Anne y de Saludar a Jeremy, Kamra levantó la vista al cielo, agradecida de la brisa fresca que soplaba sobre su rostro. Casi podía escuchar como el viento le susurrara cosas, siempre había sido alguien en total sintonía con la naturaleza siendo esa la primera razón por la cual dió con el Triviani, muchos años atrás.

Flashback - Parque Nacional Sochi, Cáucaso Occidental

Sus pies eran veloces mientras sorteaba cada obstáculo en su camino. El arco en su mano izquierda era un peso estable que le brindaba seguridad mientras perseguía a los cazadores furtivos que habían conseguido rehuirle, las veces suficientes como para herir su orgullo y hacerla rabiar. Kamra veía en rojo al pensar en ellos. En su último encuentro fue lo suficientemente lista, realizando una lasceracion casi imperceptible a uno de ellos, la sangre del sujeto goteando por doquier funcionaba como un faro para sus sentidos.

Estiró uno de sus brazos para coger una flecha de su carcaj aún lleno. La madera era lisa y estable en sus manos cuando la encajó en el arco. Al mismo tiempo e impulsada por la carrera y la fuerza de sus piernas, trepó un árbol en pocas maniobras. Sigilosa. Ni un susurro se escuchó cuando tensó el arco, apuntando directamente a un hombre fornido que sostenía junto a sus compañeros un lobo de pelaje moteado. Serían tiros limpios para dejar fuera de juego a los cuatro, uno tras del otro...pero un gruñido bajo escapó de su garganta. El momento en el que tenía el poder de acabar con la vida de alguien siempre era su debilidad. Vivir o morir. Kamra respiró hondo, dispuesta a dejar ir la flecha al mismo tiempo que una cabellera rubia atravesó el claro, un grito en sus labios. El niño tiraba de su brazo, intentando escapar del mastodonte que lo tenía cautivo.

No pensó. Tres flechas ya habían encontrado su blanco cuando descendió del árbol con gracia felina, dos cuchillos se clavaron en las piernas de los otros dos sujetos segundos después, dejándolos fuera.

El niño no debía tener más de doce, pero en sus ojos se adivinaba la suficiente sabiduría y entendimiento. Sin dudas la reserva era su hogar y había visto lo suficiente como para saber de qué iba todo - Hola pequeño - la voz de Kamra salió ronca por el desuso - Mi nombre es Kamra ¿Cómo es el tuyo?

Fin Flashback

La peliblanca sonrió ante el recuerdo, sus pasos alejándose hacia las ruinas una vez mas, dispuesta a buscar respuestas sobre la entidad que había conseguido sortear sus defensas como si estas no fueran más que papel.

Sin embargo, un retazo de conversación llegó a sus oídos y una sonrisa sarcástica se dibujó en las facciones de la Rambaldi ¿Débil ella? Se había encargado, diezmado con eficiencia y rapidez cada problema que se presentaba ante ella. La mirada dorada de Kamra se estrechó al divisar a la persona que lo había dicho. Sus pasos de regreso hacia el grupo donde se encontraba la líder se detuvieron abruptamente cuando sintió la misma presencia aceitosa y corrompida de antes.

Sin titubeos, sus sentidos se expandieron en la noche, persiguiendo la escencia oscura de aquello con la mente, hasta su mismísimo núcleo. El hedor de eso hizo que su magia retrocediera, pero fué suficiente. Unas cuantas zancadas bastaron para cerrar la distancia entre ella y Anne.

- Disculpa - interrumpió a la líder en la conversación que llevaba - Quizás tenga información útil - no tardó en decirles lo que sabía:

Eso podía hacer que se olvidaran hasta de ellos mismos, pero la fuerza de su poder residía bajo el subsuelo de la fortaleza oscura. Kamra había detectado los zarcillos de poder, lo que indicaba la capacidad de la entidad para atacar a más de un mago al mismo tiempo y mientras más tiempo pasaran sin aumentar las defensas en sus mentes, eso ganaba terreno hasta apoderarse de cada uno por completo.

- No notarán su presencia al instante, yo no lo hice en un principio. Pero eso no significa que no les haya hechado sus garas ya - analizó sus palabras antes de continuar - No prestaba atención allí abajo mientras hablaba con Hades. Eso contacta nuestras mentes y las de las demás en un flujo constante pero lo suficientemente pequeño como para ser indetectable...hasta que ya es demasiado tarde.

@@anne Gaunt @ @@Lucrezia Di Medici (good nick *-* ) @@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El Ragnarok seguía observando a quien se encontraba cerca de él o más bien frente a él a algunos metros. No le había visto antes, o al menos no recordaba su rostro entre las filas mortifagas. Entrecerró los ojos, comenzaba a sentir la sed de sangre y quería saciarla con cualquiera que se estuviera metiendo en sus asuntos o le molestará, sin embargo, antes de mover la varita o atacar escucho una voz que en aquel momento no deseaba escuchar. Aun estaba molesto con su hermana por la baja y sucia jugarreta que había usado en navidad. Nadie, absolutamente nadie se metía en su cabeza y mucho menos si su permiso.

 

Mantuvo la varita tomada entre sus níveos dedos apuntando al corazón de aquella persona y comenzó a caminar lentamente sin quitarle la vista de encima. Si en verdad era mortifago tendría que salir y Anne le vería, allí sabría ¿Qué demonios estaba pasando?.

 

Camino lentamente escuchando todo lo que estaba a su alrededor, cada sonido, se guiaba por instinto ya que era uno de los que había paseado por aquellos pasillos oscuros miles de veces por lo que se los sabia de memoria, Caminaba de espaldas sin quitar la vista de aquel mortifago mientas comenzaba alejarse y subía hasta la superficie.

 

Sintió la brisa golpear en su rostro, Observo los ojos de Ane, bufo con furia e ira contenida cuando observo a su acompañante. Nadie se metía con su hermana y salía vivo, ya esa cuenta la saldaría después.

 

-Quien fue? –Pregunto- fuiste tú? –miro a Anne- bueno, supongo que si, no creo que nadie en su sano juicio se le hubiera ocurrido llamarnos en estos momentos –comento serio- supongo que sabias que si em mandabas una lechuza no pensaba contestártela y esta fue la mejor forma que tuviste para llamar mi atención… hermanita

 

La verdad es que el cainita había llegado mucho antes de la llamada. Deseaba volver o estar en un lugar en el cual alguna vez había sido feliz. Había llegado a la riddle buscando paz y ahora se encontraba con una reunión de mortifagos.

 

Busco con la vista a kamra para saber si se encontraba bien. La vio a algunos metros de él algo desencajada. No se acerco a ella, supuso que deseaba su espacio por lo que se mantuvo atento a lo que sucedía a su alrededor

 

-Supongo que necesitaras algo de chocolate –le dijo a la peliblanca.

 

@@Anne Gaunt M. @

[Saori Rambaldi Ragnarok]

la noche tomaba el panorama del bosque prohibido donde la Ravenclaw se encontraba tomando algunas muestras de salida de animal para poder terminar hipótesis, en un momento saori sintió un leve ardor en su ante brazo no tomo mucha importancia así que continuo con lo suyo minutos después el ardor se sintió un poco saori se retira un poco su suéter repentina mente su marca empezó a notarse poco a poco la joven asiática gritaba un poco del dolor pero había entendido el mensaje era momento de regresar a sus deberes como seguidora del señor tenebroso, Se levanto guardo su equipo en su mochila se arreglo y recogió su cabello levemente con un peinado sutil.

 

Toma su capa y su cuervo sale de las sombras de su capa mezclándose con la noche con un leve toque saori indica a su fiel amigo que aumentara de tamaño para poder llegar de un brinco a la mansión riddle donde estarían sus colegas esperando, al parecer el asunto era de urgencia pues su marca no se calmaba rápido así que se monto lo mas rápido que pudo a su cuervo emprendió un vuelo rápido hacia el pequeño pueblo donde se encontraba la mansión, ya que solo los mortifagos podíamos saber su verdadera ubicación. La Rambaldi ve a lo lejos las ruinas donde debería estar aterrizando pero para mayor seguridad aterrizo uno pequeños pasas mas atrás de las ruinas.

 

Se bajo de su cuervo y así como bajo su cuervo de igual forma se mezclaba con su capa azul oscura, saori camino sintiendo el viento en su piel de porcelana, se acerco a unas de las ruinas detrás de estas y poco mas allá se encontraba la entrada pero eso solo era para aspirantes ella solo susurro con los ojos cerrados, "Semper fidelis " y en un abrir u cerrar de ojos apareció en la enorme sala donde varios de sus compañeros estaban ya presentes y hablando de un tema, saori tenia que ver a quien podía preguntarle entre la multitud no veía a su hermana pero sentía su olor la demonio salio de repente de nuevo donde su hermana se encontraba y la ve y dice sin interrumpir mucho.-hola kam ,que esta pasando hermano ?- dice la joven rambaldi.

 

-Que pasa hermana ?- concluye.

 

@@Anthony Ryvak Dracony @

Editado 21 de Marzo del 2020 por Paula Malfoy

[Anthony R. Dracony M.]

Ryvak sabia que se había saltado las normas de etiqueta, pero lo había hecho adrede, a simple vista, aquel mago barbudo, corpulento y de gran estatura, le es desconocido. No se le hace considerarlo un amigo como para decirle "Hola", no tenía su arma mágica levantada puesto que no pensaba ir en contra de él, al menos no por el momento, tampoco le cuestionó sobre su nombre, era posible que el mago le molestara que le abordase un extraño, pero Ryvak no esta seguro de que pensar al verlo sentado frente aquellas ruinas de la mansión Riddle...

 

Wilson no expreso nada, se detuvo detrás de ellos dos, como si estuviera esperando que aquel hombre primero le respondiera al ojimiel... y él que creyó que el espiritu se plantaría al frente! ¿qué temía? por lo que habían conversado, Wilson solo se preocupaba por aquella presencia en las ruinas, donde alguien había llamado a varios, según afirmación de Wilson.

 

Dracony estudio las facciones de aquel mago, aunque por su físico no le identifica, hay un aura en él que si le es conocida... bastante... ¿cómo podía ser eso posible?... tal vez... el peliverde expreso aquella teoría que pensó:

 

--¿Nos conocemos? tienes algo familiar... ¿eres pariente de la familia Ravenclaw? soy amigo de la familia y vine porque me insinuaron que hay algo misterioso entre estas ruinas, algo que denominan monstruoso, pero me pregunto en donde está porque no vi nada inusual cuando realice el reconocimiento. -- Mencione al mago mientras gire la cabeza para mirar las ruinas, desde donde nos encontrabamos se visualizaban perfectamente las dos serpientes de mármol y aquel marco de madera oscura, pero aguarde a que me respondiera antes de ir a inspeccionarlas...

 

@@Keaton Ravenclaw @