La Marca Tenebrosa ~ Mansión Riddle ~

[Kaiser Lord Pilu]

La noche italiana siempre le habia parecido de un nivel superior comparada a la de otros rincones europeos y definitivamente el black se encontraba muy a gusto caminando por los angostos callejones de ese pequeño poblado al norte Sicilia. Una típica mascarada al estilo veneciano se estaba llevando a cabo, lo cual hacía más sencilla la faena que el pelinegro estaba a punto de realizar. Su atuendo como siempre era predominado por el negro, un traje italiano de seda de dos piezas y una camisa a juego de la misma tela. 

-El tributo... ¿debería ser en frío o tal vez cálido?- Murmuró casi para si mismo mientras se acomodaba la máscara negra.

Habían transcurrido casi dos años desde aquella fatídica noche donde su existencia había pasado a ser meramente la de una simple marioneta que se mueve según los designos de su amo, pero en su mente ahora solo quedaban algunos atisbos de vagos recuerdos, sumamente dolorosos.

-La mente debe estar en el presente, no tiene caso insistir en lo que no puedo o pude controlar- Musitó a la vez que se mezclaba entre la muchedumbre. Luego de buscar unos minutos sus ojos se posaron finalmente en la anciada víctima. Joven, atlética, de unos 20 y pico de años, trigueña, con ojos más verdes que una esmeralda, tal como solían ser sus preferidas.

La música sonaba y los participantes bailaban, sonreían, bebían y frotaban sus cuerpos junto a completos extraños, después de todo casi que de eso se trataba el ágape.

El joven mago se dirigió con seguridad hasta la presa cuando logró generar la tan ansiada y deseada coneccion visual y tomándola suavemente de la cintura se inclino para susurrarle unas palabras al oído. La joven asintió con una sonrisa y juntos se perdieron en unos de los callejones aledaños menos concurridos.

Mientras los cuerpos se encontraban poco a poco en las sombras de aquella callejuela el black susurró una última palabra antes de desaparecer.

-Imperio-

Ambos llegaron a la mansión riddle justo cuando el lugar comenzaba a llenarse o tal vez a infestarse, la mente del mago no parecía ponerse de acuerdo en que palabra era la más adecuada, pero después de tantos años sin verla estaba de acuerdo que el lugar seguía siendo una fortificación imponente.

El rostro de la joven italiana había perdido su gracia, las facciones ya no la acompañaban, ahora ella era la marioneta y él su titiritero.

-Quédate aquí hasta que te ordene lo contrario, lo divertido está por empezar en un rato, iré a saludar a unos amigos-

@ Ada Camille Dumbledore

 

[Juliette Macnair]

La sombra Dróvik le miraba atentamente de entre la oscuridad de su habitación, materializado en su figura humana, jugaba con pequeño cordel que había robado de una de las cortinas de la cama de la bruja, y mientras esperaba con paciencia a que ella abandonara el alfeizar de la ventana, reflexionaba la manera de lograr que ella pudiera de una vez por todas abandonar aquella aura tan depresiva que tanto parecía caracterizarle desde su vuelta de los Estados Unidos.

⸻ ¿Por qué no vas?

La bruja le escuchó con atención, más ignoró la pregunta de la manera más elegante que podía, y volvió a concentrarse en aquel faro de luz iluminando curiosamente la desnudez de sus hombros. Sin embargo, abrazada a sus rodillas, no pudo evitar dirigir su atención a la carta esmeraldina que descansaba a sus pies. Aún cuando aquella mantenía el sello, Juliette sabía perfectamente qué traía consigo en su interior: una invitación.

⸻ Prometiste que harías presencia en la Marca Tenebrosa, ¿abandonarás todo lo que construiste por una niñería?

⸻ ¿Quieres que te convierta en comida para huargo? 

Se incorporó con rapidez, sacudiendo sus dedos y caminando descalza por la madera hasta acercarse al tocador, en donde descansaba su vestido de gala bien planchado y perfumado en la silla blanquecina. Rozó la tela del mismo antes de dirigir su mirada al reflejo en el espejo, y mientras observaba las ondas formadas de su cabello bien agarras en un alto chongo despeinado, chasqueó la lengua con frustración.

⸻ Detesto que uses mis juramentos en mi contra.

Con elegancia sacó la varita de ébano que mantenía las hebras oscuras de su cabello en alto, y luego de hacer una floritura, sintió como sus ropas se desprendían a pedazos hasta hacerse cenizas a sus pies, dejando así, la nueva piel de serpiente que le acompañaría en una nueva velada que podría cortarle o no, su preciada lengua de cascabel. 

Una vez lista, deslizó sus manos por la tela de su vestido, acomodando cada desajuste y comprobando que, en efecto, sí había logrado convertirse en una muñequita Rosier que disimularía cualquier desajuste emocional en su corazón. Soltó un suspiro, y extendió su mano en dirección a la sombra, la cual enseguida accedió a darle seguridad.

⸻ Si he de enfrentarme al Averno, siempre esperaré que estés ahí para sostener mi cuerpo, Dróvik. 

Él asintió con respeto, y rápidamente les hizo desaparecer entre las sombras para luego reaparecer en la mismísima puerta de la Mansión Riddle. Con suavidad, la bruja deslizó su mano por el hueco que la sombra ejecutaba con su brazo, y luego de sonreírse mutuamente, ambos ingresaron al evento... Dróvik se desvaneció, y ella volvió a quedar al descubierto, pero esta vez, con una pequeña sombra que se iría deslizando por las paredes para proteger sus pasos.

⸻ Muy bien, necesitaré algo fuerte.

@quienquiera ❤️  

[Kahlan Blackthorn]

 

— Llego la fecha que tanto he esperado, solo espero que no sea demasiado tarde—siseaba acomodando el nudo de su corbata. Aquel traje negro era el vivo reflejo de lo que estaba experimentando el Blackthorn, decepción era lo único que le inspiraban personas como aquella que poco a poco se desdibujara en sus recuerdos. No quedaba la más mínima huella de su paso por la vida del Ángel Caído, el intentar hilar lo que jamás existió le resultaba bastante cómico. Ahora solo una imagen aparecía al cerrar los ojos, aquel pacto que se cimentará entre el Luxure y el, promesa que terminaría por atarlos de por vida.

— Nadie puede luchar contra el destino, ¿no lo crees?—se dirigía con arrogancia al par de jóvenes que estaban maniatados sobre el suelo. El irse de cacería le otorgo un botín que no dudaría en llevar a la Riddle y someter a las peores torturas, llevando por todo lo alto las enseñanzas que le transmitiera su prima Juv. Saciando un poco su sed de sangre humana, probando el placer que le generaba beberla de una vena palpitante y llena de vida. 

— Ustedes son humanos insignificantes, no implica una baja considerable para la humanidad, el que les mate. Considérenlo un regalo no merecido, porque puede ser peor, si se cruzan con la versión más retorcida de mi personalidad—recordando la gala de halloween del año pasado. Donde le dio rienda suelta a sus instintos más bajos, permitiendo que los químicos que componían su máscara, lentamente se apropiaran de su ser. El quemarse por dentro era un deleite que experimento al visitar el infierno, verse rodeado por almas en pena que jamás encontraría el descanso eterno.

— Pronto les harán compañía, deseo tanto verlos enloquecer de dolor y al final, pedirme que les arranque la vida como un amante desprende el pétalo de una rosa. Preguntándole con una sonrisa de ensoñación en sus labios, ¿me quiere, no me quiere?., aunque la respuesta no será la esperada—sonreía deslizando con parsimonia la punta de una daga sobre su labio inferior. Cortando un poco esa zona, disfrutando el sabor metálico que emanaba del liquido vital.

— Y pensar que he derramado mi sangre por nada—apretando el puño sentía las piedras preciosas clavarse en su palma. La belleza que irradiaba aquella arma, no podía compararse con el cuadro que dentro de poco pintaría con los órganos que extraería de sus victimas usando estos como pauta para su obra maestra. Volviendo a saborear el rastro delicado, pero embriagador que el aliento de Alexander, dejará en los labios del vampiro.

Echarlo de menos era como desear tener la luna entre sus manos, admirar la belleza de está y luego reducirla a cenizas. ¿Por qué demonios, no le decía lo que realmente sentía por el y dejaba de andar del tingo al tango?. Cubriendo finalmente sus hombros con una capa de viaje rojo sangre, dispuso a sus victimas para emprender su reavesía hacia la mansión Riddle.

@ Malum Luxure

[Anthony R. Dracony M.]

Suspiro... sus brazos cruzados descansando sobre aquella mesa, el joven mago se encuentra en plena oscuridad, silencioso a propósito... sin ánimos de hallarse ahí o en alguna otra parte. No siente que exista un lugar dónde se sienta a gusto, tampoco tiene nada que le motive, solo sigue "la corriente" pero sin hacer más esfuerzo que "mantenerse a flote"... no puede morir, no es opción. No sabe a que aspirar, no ha logrado decidirse por alguna ambición, como su padre adoptivo le aconsejo un año atrás... va a ser todo un problema cuando el demonio aparezca en el mes de diciembre... el mes más frío, que le encanta porque mueren muchas personas, entre el clima gélido y todos aquellos sucesos que se suscitan por un desequilibrio emocional.

El cuál no es precisamente su caso, hace semanas que no le afecta (del todo) la soledad, una "habitual compañera" a la que acepta sin pedirle nada. Es cuestión de aguardar con paciencia, algo surgirá y entonces podrá "salir a jugar"... de eso está seguro. Revisa el espejo mágico, lo observa por un par de minutos, como no recibe mensaje alguno, lo guarda nuevamente en el bolsillo interno de su capa oscura.

La vida siempre cambia, nunca son tan duraderas las cosas, menos todo aquello que por regla general, son efímeras... así que solo le resta aguardar por el nuevo acontecimiento por venir...

[Amit Lockhart]

un mensaje secreto me había sido entregando saliendo de ministerio, diciéndome que me dirige a una dirección que verifique nadie me sigue y que no le comentara a nadie a  donde iría, tengo que ir caminando vestido de negro y con el rostro protegido, cuando llegue al castillo encontraras a personas que te puedan dar información de mi familia y de los hechos ocurrido que causo su desaparición de Londres,  sobre un tema que sabemos que te importa mucho la muerte de un cierto mago que era muy allegado a tu padre que murió en condiciones sospechosa.

Era claro que hablan de la muerte del padrino de mi papa, claro que tenia intensiones de ir, pero como me había localizado y quería de mi, cuando llego la hora indicada tome un sombrero tipo fedora negro, que con la luz de los faroles me hacia sombra que no dejaba que se me viera la cara, sobre todo los ojos y la nariz.

A llegar, solo encontré un traslador en forma de una cuchara de plata en el suelo, cuando lo tome me teletransporto a las ruina de una antigua casa, evidentemente no estaba en Londres en ese momento, la casa se vea abandonada pero su entrada estaba perfectamente conservada con un arco y en cada lado de este 2 serpientes de piedra que miraban fijamente hacia adelante, no sabia a donde me había enviado pero espera que pronto alguien me pudiera dar mas información que era ese lugar  

[Anthony R. Dracony M.]

Surco el cielo nocturno, con una habilidad sorprendente, el halcón peregrino voló entre las ramas de los árboles con gran rapidez, el ave gustosa se entregaba a la cacería en pleno uso de su libertad, pero tiene un lazo con el mago peliverde que lo adquirió en aquella tienda de criaturas... las últimas criaturas muggles que se ofertaron para los magos. Dracony siempre le dejo "ser" y solo cuando era necesario, le encargaba llevar correspondencia de suma importancia, fuera de aquellas encomiendas, el halcón podía marchar a donde quisiera y cuando le "naciera el deseo" el halcón peregrino Kautet, iba al encuentro del mago ojimiel.

Kautet es un ave sumamente inteligente y también  sensible, se guía con precisión hasta donde se halla el joven mago. Así llega a los linderes de la Mansión Riddle y ve a lo lejos a una joven bruja ( @ Juliette Macnair  ) y a un joven mago ( @ Amit Lockhart  ) que también llega al arco de entrada, frente a las dos serpientes de piedra que custodian la entrada... puede ser que la bruja le diga al nuevo integrante, como entrar a la Mansión).

El halcón se apresura a penetrar a la mansión por una de las ventanas de la planta alta y luego guiarse en la oscuridad con su aguda vista hasta posarse en el hombro del mago Dracony, comienza a gesticular mirando atento con sus ojos pardos a los ojos miel del mago... a su modo le comunica de aquellos que arriban a la mansión.

El mago nigromante toca la cabeza de su amigo halcón y parece que logra "ver" lo que la criatura le trata de comunicar, así que se levanta y se dirige a la entrada para recibir a los compañeros.

[Ada Camille Dumbledore]

Las calles de Ottery habían perdido en este día el color para mi, a pesar de que el otoño era una de las estaciones que más me gustaban, este día en que regresaba de Mahoutokoro tenía el corazón roto tras la prueba a la que me había sometido. Descubrir una verdad que por tanto tiempo tuviste debe a todas ojos era algo difícil para mí, me sentía tonta, triste y adolorida. Era de esperarse que obviamente después de toda la información que tenia ahora iba a hacer lo imposible porque se hiciera justicia por mi querido tutor.

 

Llevaba una botella en la mano, quería que un buen vino me quitara con su dulce sabor, la amargura que sentía en el alma.  Los recuerdos se arremolinaban en mi memoria y me causaban más molestia aún, era momento de centrarme en una solución sobre esto y en plan debía ser muy estratégico si quería que todo saliera bien.  Llegue a la Mansión Riddle y sin esperar mucho fui directo a un salón donde había unos sillones y mesas para departir, sin esperar más abrí la botella. 

@ Valeskya Granger

 

[Valeskya Granger]

Los pasos de Valeskya era lo único que sonaba en los alrededores de aquella colina solitaria; el destino era la mansión Riddle, un lugar al que ella jamás hubiera pensado ir. Quizás en el pasado hubiera podido sentir alguna emoción al llegar a aquel lugar, sin embargo ahora lo único en que pensaba era en llegar y ver si había alguna clase de movimiento en aquel lugar. Recordó con amargura lo que era su casa y ver que las últimas veces en que se había aparecido por allí, el lugar era reinado por el silencio.

 

De lo único que podía asegurarse la joven en ese momento, era que mientras más se acercaba a la mansión, podía sentir la magia oscura, aquel escalofrío que podía recorrer su cuerpo y que no le molestaba en lo absoluto. “Joaquín moriría por estar acá, sin dudas”, fue el primer pensamiento que llegó a la mente de la joven; en sus labios se dibujó una leve y amarga sonrisa; tenía tanto tiempo sin ver a su familia, que en más de una ocasión llegó a pensar en que algo les había sucedido. “No, ellos siguen andando por ahí”, afirmaba enérgicamente.

 

No quería aceptarlo, pero en el fondo, la ojivioleta pensaba en que quizás encontraría a alguien que pudiera darle algún tipo de información sobre su familia. Con ese pensamiento, sus pasos fueron avanzando cada vez más rápido hasta llegar a la entrada de aquel lugar. Sin más, se adentró en la mansión y pudo ver una alfombra roja, lo cual le aportaba una sobria elegancia a ese pasillo y acto seguido comenzó a agudizar sus oídos, en busca de alguna señal… o alguna trampa. Con sus manos acomodó rápidamente su cabello, el cual había sido levemente alborotado por el viento.

 

Pudo escuchar el sonido de una botella siendo destapada, fue la señal que la Granger necesitaba para poder acercarse al salón más cercano. Temía llegar de improviso a un lugar donde probablemente había alguna reunión a la cual no había sido invitada. Se asomó y pudo ver un rostro ya conocido, el de una Dumbledore. Se quedó de pie en la entrada, mirándola durante unos breves instantes:

 

- ¿Interrumpo algo? – Exclamó al tiempo que se acercaba y se sentaba en el mueble que estaba frente a su amiga y ahora compañera de bando. –  ¿Olvidando las penas con un buen vino y sin invitar?  -

 

 

@ Ada Camille Dumbledore

[Eterno Black Triviani]

Suspiró y dentro de su incomodidad exhaló su último pesar ante la situación que se le presentaba, no quería que nada se le interponga en su pensar caprichoso dónde el poco interés que venía presentando su momento le iba marcando en esa piel medio blanquecina que vampiro cada vez que apretaba los labios con sus dientes para tratar de disimular lo que este sentía en ese momento. La verdad no entendía muy bien qué esta situación había cambiado de manera singular cada vez que se acercaba a la Riddle, aún así quería en el fondo de su ser que todo fuera un tanto distinto pues después de todo ese sentido guardado a fondo no correspondía a lo que se necesitaba esperar. 

En su cabeza se decía que todo quedaba y calzaba bien, pero se decía eso para no pensar en los demás quienes iban y venían cada uno con su tema para beneficiarse ellos mismos y sin tanto ni mucho que decir ya que el claro malestar que llevaba consigo y guardado ya tiempo, esto le hizo en su paseo por estos lugares buscar algo de entretenimiento o quizás algo con que entrenar para no perder la costumbre. Sacó de entre su cuerpo y de su ropa su vara la cuál creció a su propio gusto hasta que sus pies tocaron tierra en ese viaje gaseoso en dirección a la mansión , ya estando dentro de los lindes aquella mirada profunda penetró aún más sin llegar a la desesperación que le infundía este momento.  

[Anthony R. Dracony M.]

Después de cumplir con su papel de anfitrión, regreso de vuelta al interior de la Mansión, la enigmática edificación que se usa como "cuartel" o "centro de reunión. El frío invernal invitaba a mantener encendida la chimenea de las salas de estar, pero en las otras habitaciones, el frío bailaba a sus anchas acompañado de ráfagas de viento helado. El nigromante lo notó al ir de camino a una de los dormitorios dispuestos para los miembros de las filas oscuras que decidían hospedarse en la Mansión.

El ojimiel sonrió, un pensamiento vino a su mente que le pareció bastante divertido, materializo su varita mágica en su mano diestra, antes no había intentado lo que ahora estaba por hacer... tal vez les gustará su plan. Para esto solo requería una habitación, una de las más amplias, con la capacidad para unas diez o veinte personas.

En su clase con el Uzza guía, creo un puente de hielo, así que crear cosas de menor tamaño sería más sencillo... ¿cierto?

No puede titubear, era mejor iniciar con su plan, lo primero fue concentrarse, imaginar a detalle lo que quiere elaborar con el hielo... el conjuro de las semillas de hielo, cubren la superficie en donde son depositadas, lograr que adquieran cierta forma a capricho del mago, es algo complicado de lograr, pero no imposible. -- Semillas de hielo -- Pronuncio el mago peliverde cuya mirada está llena de determinación, tomo con sus dedos su frasquito repleto de arena color plata, tomo solo unos granos y los arrojó al aire que los esparció por el cuarto. Al momento, mesas, pisos y los centros de mesa se cubrieron con una capa helada y figuras de hielo en forma de copos de nieve, adornaban esos centros de mesa.

Hay tanto frío que seguramente los que lleguen, tendrán que abrigarse muy bien, el mago llamo a sus cinco elfos de la reserva natural de la cual es dueño, a los empleados mágicos, dejó a cargo de la comida y las bebidas, todo dispuesto en aquel lugar para quienes gustarán de pasar la velada.