misión Portales de pergamino y tinta

[Lillian Potter Evans]

Sombras ... oscuridad... Muerte.

 

La respiración agitada y el sudor frío recorriendo su espalda sacaron a la Potter Black de su letargo. Su intuición le decía que el círculo protector alrededor de la piedra rúnica no serviría por mucho tiempo más, por lo que separó la siniestra casi sanada del tronco y se dispuso a enfrentar aquello que se cernía sobre tan sagrado lugar, dándose cuenta con alivio que sus compañeros de clan ya se encontraban cerca de ella.

 

Ahora tenían las palabras que había escuchado mientras intentaba con ayuda del árbol sanar su mano lastimada. Su tía y la Gryffindor habían llegado, sin embargo, con lo que no contaba es con que esta última fuera tan temeraria y sola, adelantase el paso para ver si tocando las runas directamente sucedía algo.

 

- ¡Espera! - trató de advertir, sintiéndose un poco mas calmada al notar la presencia de su tía pelivioleta junto a ella.

 

- Tí...erm, hermana - terminó por decir, atragantándose con las palabras ya que no sabía que tan adecuado era llamarla de forma tan familiar frente a sus compañeros en general.

 

- No entiendo que tenemos que hacer - susurró hacía su tía, siendo honesta por primera vez desde que aquello había comenzado - Luna parece haber creado un circulo de protección que envuelve el tejo y la piedra de aquellos que nos miran en las sombras pero no creo que dure mucho... Creo que para que todo vuelva a tener un balance debemos "despertar" las runas- admitió dirigiendo su andar hacia la vampiresa pelirroja.

 

Aquella chica era por demás peculiar y le llamaba la atención e incluso si la situación fuese otra, se hubiese atrevido a primero entablar una conversación casual, no obstante, se limitó a llegar hasta ella para sostenerla del antebrazo y colocarla justo frente a la roca para después con paso ligero dirigirse hacía una orilla para tomar agua y depositarla en una hoja del tejo, llevándola con cuidado para por último colocarse un metro más a la diestra de Luna.

 

Ladeando la cabeza asintió en dirección a la matriarca Potter Blue a sabiendas de que ella les protegería mientras llegasen los otros. Ganaría un poco de tiempo si comenzaban el ritual a pesar de no estar en círculo.

 

Sin premura y acompasando su respiración al fluir del viento a su alrededor coloco ambas manos a la altura de vientre -ahuecadas ya que la hoja con el agua se encontraba ahí- y concentrando dejó que su mente se vaciara de cualquier pensamiento... un estado de relajación absoluto.

[Kiyotaka Ayanokouji]

Dick se habia mantenido al margen hasta ese momento, habian pasado tantas cosas en tan poco tiempo, parte de su mente estaba preocupado por la desaparición de Karoline... era la unica que le hacia sentir comodo... pero ahora eran demasiadas caras... algunas se habian separado, cada una empezaba a caminar con respecto a su respectiva runa... al parecer la de la obscuridad era la unica que alimentaba a las demas, por lo que no era posible que las 3 adquirieran toda su potencia... su tía ya habia iniciado el caminó hacia la runa de los sacerdote, seguido por detras montado en su hipogrifo... habia algo raro... todo era demasiado facil... las sombras se movian a medida que los 4 se acercaban hacia la plataforma... tenia un mal presentimiento...

 

--Y si...--

 

Fue entonces que acercandose a la runa pudo ver como ya ahi se encontraban otras dos chicas... una al parecer estaba curandose con el arbol de la vida su mano... y otra en un movimiento sorpresivo habia activado lo que parecia ser un campo de fuerza... para ese punto las sombras ya estaban formando cuerpos corpóreos cosa que activo todas las alarmas del mago... por lo que manteniendose en su hipogrifo miro como su tía habia decidido quedarse atras del campo de energia...

 

--Tía... cuando vas a darte el valor que te mereces? si tu caes, sencillamente todo esto se acaba... tu no estas siendo castigada... tu deber es preparar a la nueva generación.--

 

Fue entonces que empujando a su tía en el ultimo segundo debido a que una de las sombras había hecho aparecer una hoz y se disponía ah atacarla cerro los ojos... y lo proximo que escucho fue el sonido de dos metales.... por lo que abriendo lentamente los ojos miro como la Lanza de Assal se materializaba delante de el... la diosa habia escuchado la suplica por que su familia estuviera bien y le habia otorgado esa maravillosa arma... por lo que recibiendo las garras de su hipogrifo aquella sombra desaparecio haciendo caer al sueño aquella hoz para segundos despues desaparecer delante de ellos...

 

--Perdon tía... prefiero morir 7 veces antes que perder ah alguien mas... lealtad... sacrificio y...--

 

Esperaba que su tía terminara la frase... por lo que comenzando ah arremangarse la mangas miro a los ojos a las dos chicas que estaban comenzando ah realizar el ritual... tal vez la próxima vez ya le tocaba a el... pero mientras sujetó la lanza con sus manos... el poder que emanaba era increíble... por lo que comenzando a girarla entre sus manos hizo una pequeña taka Yawara-Jitsu comenzó a recibir el embate de aquellas criaturas de la noche... una otras de otra... entre mas fuerte era el ataque, la defensa de la lanza podria contrarrestarla... y en la menor medida provocar tanto daño como fuera posible...

 

--CHICAS!!! NECESITO QUE SE APUREN PORFAVOR!!!!...--

 

Decia para momentos despues ser aventado por otra sombra aun mas grande... ah decir verdad sus siluetas le resultaban familiares... el mago en algun punto los habia visto... por lo que mirando a su tía volteo rapidamente al frente para intentar bloquear el ataque de otra sombra, pero su hipogrifo habia llegado al rescate...

 

--Tía... alguien de nuestra familia ha sido sacerdote?--

 

@@Lillian Potter Evans @ @@Sagitas Potter Blue

[Sagitas E. Potter Blue]

Mientras permanezco a la espalda de Lillian, protegiéndola, recuerdo que ella aún no tiene sus poderes tan en la mente, aún está despertando a lo que sabíamos en su momento, a lo que ya conocíamos. Lillian es fuerte, sólo duda.

 

-- La protección de Luna no durará para siempre. Tenéis que daros prisa. -- Les instaba a actuar; miré su mano y no té como el tejo había casi curado aquella horrible quemadura. No llegamos a formar un círculo pero casi estamos listos.

 

Casi.

 

Falta alguien y noto aquella falta como un hueco en nuestra red de conexión pero la supliremos. ¿Quién falta? ¿Quién no está entre nosotros? Cerré los ojos para concentrarme en Lillian mientras ella imponía sus manos, ayudándola desde fuera a tener fuerzas. Pienso en Dick y en su valor. Es un sacerdote muy especial. Es casi un guerrero. Todos somos guerreros, todo peleamos pero unos más que otros y él no duda en defender a quien sea. Incluso a mí, quien no creo merecer que él pierda su joven vida por mí. Le agradezco, sin embargo, lo que hace aunque ya en casa le instaré en que cuando piense en los demás, no me incluya. Su vida es más valiosa que la mía; no sé porqué parecen creer lo contrario, el resto de Hermanos.

 

-- Se acercan.

 

Sólo digo eso. Los noto. Los percibo. Acabo la frase de mi sobrino y me asombro. ¡Tiene razón!

 

-- Claro que tenemos sacerdotes y sacerdotisas en nuestra familia. La Potter Black es la cuna de las Aguas de la Vida con la Dama del Lago. -- Pienso en ella por unos instantes y, extraño en este momento, la echo de menos. -- Aunque supongo que preguntas por hombres. Tu padre, Sherlock, es un gran sacerdote. Y tenemos más nombres en el árbol geneálogico. Somos una familia ancestral en el clan de Sacerdotes.

 

No sé si es por haber pensado en ella o si es que noto la presencia de esos seres que intentan impedir que Luna y Lillian despierten las runas y, con ello, despertar el poder del clan y equilibrarlo con las de los otros clanes presentes en el lago. Trago saliva al pronunciar su nombre.

 

-- Antara... Madre...

 

Fue innato. De mis labios salió una invocación que casi más fue una plegaria.

 

-- Llamatus Seres ... spíritu en silencio, requiero tu refuerzo, hazme de ti ayudar, Antara a lugar.>>

 

Sabía que era muy extraña invocarla a ella, a quien su final fue muy diferente al que muchos habíamos esperado pero su espíritu siempre había sido de la Orden y líder del Clan de Sacerdotes. Estaba muy segura que ella nos ayudaría. Confiaba muchísimo en ella, en la que fue, en la que fundó nuestra familia y la que vio crecer la fuerza de los sacerdotes en ella. Esa Sacerdotisa era la que yo invocaba para que viniera en nuestra ayuda.

[Mackenzie Malfoy]

Vera

 

 

Observó a su líder y compañero de clan con preocupación. Estaba demacrado y era evidente que se sentía al límite de sus fuerzas. Tampoco ella se encontraba bien y, aunque se habían alejado de la plataforma donde antes, bajo los efectos del Divine Intelect, había sido capaz de ver el Necromicón que la identificaba como la plataforma asociada a los Oscuros, Vera todavía se sentía casi tan mal como Graves. Algo mermaba sus fuerzas cada vez más, al punto que le costaba pensar y hasta moverse.

 

A duras penas siguió a Hobbamock hasta el lugar donde todavía se veían espectros, una zona apartada del lago donde todavía las aguas estaban turbias y varias cavernas en las orillas la señalaban como un lugar de difícil acceso. Sus pensamientos estaban tan turbios como aquellas aguas y sus fuerzas tan inaccesibles como las cavernas hacia las que parecía dirigirse su líder.

 

Fue entonces cuando escuchó las palabras de su compañero de clan advirtiéndole de que las cosas aún podrían ponerse peor. ¿Peor todavía? Si sentía que le faltaban las fuerzas hasta para respirar....

 

Y, sin embargo, Vera sabía que lo que estaba diciendo su líder era totalmente cierto y acertado. Le había visto utilizar el mismo poder que ella había usado antes, el Divine Intelect. Si antes de acudir a aquellas misión, durante las enseñanzas en el Templo Paladín, ya habían tenido oportunidad de aprender cómo funcionaba en teoría aquel poder, ahora que Vera ya lo había utilizado una vez, sabía reconocerlo y comprenderlo. Si Hobbamock afirmaba que las cosas se iban a poner peor, sin duda alguna se pondrían. Y si decía que algo estaba tratando de manipularlos, era obvio para Vera que no había margen de error en ello. Tenía por tanto que descubrir qué era si querían alcanzar la plataforma que debían activar, que Vera no sabía ni dónde estaba. No le había dado tiempo a verla, antes de que su Divine Intelect, conjurado antes, se desvaneciera. Graves, por el contrario, sí parecía haberla visto cuando conjuró él mismo el poder. Por lo tanto, era simple, Vera sólo tenía que seguir a su líder y encontrarían la plataforma. Si es que su líder lograba mantener las fuerzas....

 

Se estaban aproximando a las cavernas que había visto antes, cuando Hobbamock tuvo que quitar de en medio a varios espectros que, de nuevo, comenzaron a atacarles. Las fuerzas de Graves comenzaban a fallar y Vera no terminaba de entender porqué lo que fuera que les estaba manipulando, le afectaba más a él que a ella. No es que estuviera mucho mejor, se sentía fatal, en realidad, pero es que su líder iba a caer al suelo desfallecido si no hacía algo rápido.

 

—Episkey. —Apuntó con su varita a Hobbamock, esperando que aquella curación le diera un respiro. Hubiera querido utilizar magia del clan, pero no se le ocurría ningún poder que pudiera curar. Höōr, el Æsir ciego de la Herrería Sagrada en el Templo Paladín, decía que los paladines llegaríamos a tener acceso a magias regenerativas de gran poder, pero debía ser en un estadio más avanzado del entrenamiento.

 

No sabía qué hacer, mientras trataba de apartar espectros lanzando hechizos a diestro y siniestro, trató de examinar el terreno, en busca de alguna pista. Subió por un acantilado y, al hacerlo, observó que los espectros se arremolinaban en torno a ella, como si lo que fuera que guardaran o protegieran estuviera más expuesto que antes a los maltrechos ojos de Vera. Ésta aguzó la vista y entonces vio la plataforma en una de las cuevas, por encima de la superficie del lago. Al contrario que las otras plataformas, ésta estaba suspendida en el aire y sobre ella, como si estuvieran dentro de una burbuja invisible, se veían dos armas de apariencia espectral: una era un Tambō. Vera no tuvo dificultad para reconocerla, pues ya la había utilizado. La otra era una lanza terminada en una hoja metálica. Höōr les había hablado de ella, pero la joven bruja no la había utilizado todavía, ni siquiera en el campo de prácticas allá en el Templo Paladín.

 

Aún estaba observando las armas, que parecían hechas de luz, cuando éstas salieron de la burbuja que las contenía y fueron a parar a las manos de aquellos espectros que les estaban atacando. Con horror,, Vera observó a cinco de aquellas criaturas avalanzarse sobre ella, cada una de ellas, con un Tambō y una Pole en cada mano. Tenía que hacer algo, pero con cada paso que daba le fallaban las fuerzas. Pronto quedaría a merced de sus atacantes, sin poder hacer nada para defenderse. No entendía porqué los espectros seguían atacándoles. En la plataforma de los Oscuros, éstos habían cesado su ataque en cuanto se descubrió la plataforma. Si al menos pudiera pensar con claridad...

 

—Divine Intelect —volvió a conjurar la bruja, al límite de sus fuerzas. Y, aunque éstas no volvieron inmediatamente, su percepción se agudizó y sus pensamientos se volvieron claros y agudos. Ahora, al menos, podía ver y pensar con claridad.

 

Y con aquel poder dentro de ella, Vera comprendió por fin que lo que estaban viendo sólo era una Ilusión emanada de un poder Oscuro. Observó la energía de los espectros con aquellos ojos iluminados tan característicos del poder que había activado. Penetró en su aura, al igual que analizó la energía de la cueva en la que se encontraba la plataforma y la burbuja con las armas de los paladines que ahora replicaban los espectros.

 

—No es real, Hobba. Es todo una Ilusión. Sólo los espectros son reales, pero la sensación de falta de fuerzas que sentimos sólo es un poder oscuro que ha penetrado en nuestras psique. Igual que esas armas, que siguen ahí, en realidad, dentro de la burbuja. Ningún espectro está portando ningún arma.

 

Al momento de concluir sus palabras, Vera sintió que las fuerzas volvían a ella, como si la Ilusión hubiera dejado de hacer efecto al detectarla. Al mismo tiempo, los espectros, que ya no portaban armas a los ojos de Vera, se quedaron parados un momento y desaparecieron.

 

Ante ellos tenían la cueva en la que se encontraba la plataforma suspendida en el aire y sobre ella dos armas características del clan la identificaban como la plataforma asociada a la magia de los paladines.

 

@

[Jank Dayne]

Al traspasar el portal conjurado por Zahil, de sus labios no sale una palabra. Tan impropio de él, solo se limita a observar los acontecimientos como un espectador omnisciente que nadie necesita.

 

Y es que sabe que ha llegado tarde. Apenas dando inicio la expedición, a Jank solo le faltaban un par de cuernos llenos hasta el tope de hidromiel para caer inconsciente. Lejos de querer mostrar esa faceta suya a sus compañeros (y porque caminaban realmente rápido para su dolor de cabeza), decidió tomar su propio camino, adentrándose al bosque. Pero cuando las hadas que lo guiaban amablemente salieron despavoridas ante la presencia de guardianes salientes de las rocas y del aire, supo que debía apresurar el paso. Ni siquiera usando el Phantom para desplazarse entre la maleza y las rocas fue suficiente para estar presente durante la primera contienda, pero al menos pudo volver a experimentar la divina sensación que representaba correr sobre los aires unos segundos. No tenía idea cuánto le hacía falta ese tipo de libertad.

 

A medida que sus compañeros arman teorías, las prueban y ponen en práctica sus planes, Jank prefiere concentrarse en el origen de los obstáculos. La actitud de los guardianes, las condiciones de las plataformas, el consumo de energía.. Algo le dice que están buscando más que unas bitácoras, incluso sin saberlo. Se pregunta si se tratará de alguna clase de secreto valioso, un poder inimaginable del que miembros antiguos se habrán esforzado en proteger para que no cayese en manos impías. O, por el contrario, podía tratarse de una prisión. Si bien las nefastas lecciones de Orión lograron que su interpretación de las Runas fuese, en la mayoría de los casos, aceptable, no consigue descifrar por completo la intención de las runas que repasa con sus dedos, lo que le hace deducir que se trata de magia realmente antigua.

 

Aun así, todo el asunto le parece fascinante, digno de explorar. A su memoria aterrizan varios recuerdos de la última misión en la que se habían embarcado los Oscuros. Se esfuerza en recuperar todos los detalles, pero solo visualiza el resultado final, ese donde lograron desenmascarar la identidad del molesto demonio precursor de crímenes atroces a los que los Oscuros cobraron justicia. Y como esas, cientos de historias más sombrías y sangrientas, cuyo protagonista había sido la capacidad de adentrarse a lo corrupto, a la oscuridad más pura sin mirar atrás. Está seguro, por tanto, que se encuentra rodeado de las personas indicadas.

 

Aprovecha el silencio repentino que se hace entre los Oscuros y habla. El efecto del alcohol ha desaparecido, para mala suerte de él. Pero al menos contribuye a que sus oraciones conserven el sentido.

 

- Lo que sea que se oculta tras estos muros nos está poniendo a prueba. No deberíamos quedarnos demasiado tiempo.. - observa sus manos. Nota que una estela rojiza rodea, de forma muy sutil, rodea sus dedos -. El objetivo de tantos inconvenientes es mantenernos lejos, pero al mismo tiempo la conexión que nuestros poderes tienen con este lugar nos invita a explorarlo - se percibe a sí mismo seducido, encantado, destilando un halo de incredulidad que dista mucho de su habitual tono invasivo y desconfiado -. Es una contradicción maravillosa.

 

Jank levanta el brazo e inmerso en esta nueva percepción de la realidad, se conecta con una de las inscripciones impresas sobre la plataforma. El brillo rojo que emana desde su núcleo de poder lo embelesa de tal forma que pierde parcialmente el control de sus acciones. En su mente sigue consciente y reconoce que está siendo influenciado por algo más allá, solo que se ve incapaz de frenarlo. Sus pensamientos se han contaminado con todos los pesares que caracterizan a los expectros y espíritus aledaños. Rápidamente, incluso, comparte su punto de vista, aunque de una manea mucho más personal, llena de codicia.

 

- No deberían estar aquí.

 

La voz que sale de sus labios se oye totalmente ajena a la de Jank Dayne. Es distorsionada, maligna, penetrante, muy parecida a la de los demonios contra los que suele combatir y exiliar junto a sus compañeros. Sus palabras, además, son escuchadas desde la plataforma de los Cscuros hasta el tejo y la cueva flotante a través de un eco espeluznante. Gira su rostro y encara al resto, pero quienes lo miran son incapaces de reconocerlo. Ni viceversa. Los ojos del hombre, antes verdes, se tornan rojo sangre, pupila y esclerótica. Desprenden un brillo idéntico a de las inscripciones, las cuales también parecen estar más cargadas. El cabello desordenado empieza a levitar y poco a poco, los mechones rubios se van tornando blancos.

 

- Esta magia no les pertenece, magos - lo que sea que está usando el cuerpo de Jank para comunicarse levanta el brazo. Señala a uno de los expectros -. Ya lo han intentado antes. Largo.

Editado 11 de Abril del 2020 por Jank Dayne

[Valky]

Kaori M.

«*****» Dejó escapar una palabrota al darse cuenta de que la poción que había hecho para Graves no esta en el bolsillo de su túnica. Siguió buscando en los bolsillos, pero no había nada, por un instante se planteo la posibilidad de seguir al grupo como si nada, pero si sus cálculos eran correctos, y estaba segura de que lo eran, el líder de la Orden del Fénix pronto empezaría a sentir los efectos del veneno. «*****» volvió a repetir mientras abría un portal, a esas alturas ya Madeleine se había alejado mucho como para poder avisarle, aunque, estaba segura de que ella podría encargarse de todo mientras ella volvía, es más esperaba que no notara su ausencia.

—Fabiano…—llamó al elfo para que la ayudara a buscar, de verdad no recordaba en donde había dejado el frasco con la poción. —Antes de irme tenía un frasco en la mano, ayúdame a buscarlo, es muy importante. —Le pidió.

Dejó que el elfo se encargara de esa tarea mientras ella aprovechaba el poco tiempo que tenía para disfrutar de su hijo. Le estaba costando mucho alejarse de él, era un poco adictivo, pero ella tenia responsabilidades que por más que quería no podía ignorar, entre ellas estaba el proveer de una pócima para que el líder de la Orden no muriera.

—A ver Sammael ¿En donde estaba mami antes de irse? —le preguntó al bebé que tenía en brazos, aunque sabía que él no le podría responder. Aunque sirvió pues recordó que justo antes de marcharse le estuvo dando el pecho para luego la vomitarla. —A ver si tu vomito no mató al líder —dijo sonriendo mientras lo volvía a dejar en la cuna no sin antes besar su frente, si definitivamente le costaba mucho dejarlo.

Poniendo toda su fuerza de voluntad se alejó de la cuna y fue en busca de la túnica que Sammael había ensuciado, si ahí estaba lo que buscaba, además de un par de cosas más que podría necesitar. Avisó a Fabiano para que dejara de buscar y ayudará a la nana que habían contratado para cuidar a su hijo cuando ni Aries ni ella estuvieran en casa.

Estaba a punto de abrir un nuevo portal justo en el momento en el que un patronus en forma de tigre aparecía frente a ella y le decía una única palabra, poción. «Aun esta vivo» pensó mientras giraba sobre si misma, dejando que el patronus la llevara al lugar en donde estaría el grupo de magos y brujas que serían parte de la misión.

A pesar de que era de noche, la luna les brindaba algo de luz lo cual agradeció pues logro reconocer de inmediato las figuras de sus compañeros «Umbra» murmuró y al hacerlo sintió como su sombra empezaba a desprenderse, le entregó la poción para que se la entregara a Graves, quien seguramente tendría ganas de preguntarle porque se había tardado tanto y ella no quería explicarle que su hijo de casi tres meses casi lo había matado.

—¿Hacia donde vamos? —Preguntó en voz baja una vez que se acercó a Madeleine —¿De que me perdí? —Añadió y luego comentó—Creo que casi mato al líder… —empezaba a notar que se debilitaba, así que apuro a su sombra para que entregara el frasco y regresara a donde ella.

[Juliens]

Hobbamock agradece enormemente el hechizo sanador que Vera le aplica. Sirve para alargar su sufrimiento pero lo recibe como un regalo. Le da la fuerza suficiente para que sus piernas logren sostenerlo, para no tener que -de nuevo- llevar la rodilla al suelo y descansar en busca de algún poder que le permita mantenerse.

 

Llegado a ese punto la magia paladin invocado por su parte deja de hacer efecto. Su mente comienza a trabajar a la misma velocidad que de costumbre. Se asusta al ver lo que viene al ataque. Y aunque hace pocos minutos le dijo a Vera que serán engañados le es imposible no pensar que ambos van a ser destruidos.

 

Es su compañera de clan quien le da lucidez. No con magia, sino con palabras. De la misma forma en que él lo hizo antes, las afirmaciones de Vera le permiten vencer las alucinaciones y los engaños. Se siente un poco mejor, como si de alguna forma la magia de los oscuros dejara de afectarle tanto. Sin embargo el daño causado por el veneno se mantiene intacto.

 

Su mente trabaja lento y no es capaz de formular correctamente las ideas. No logra conectar con la magia de los paladines, le cuesta visualizar la estatua de Thor que desde el templo les brinda su magia. La figura del Mjölnir se ve borrosa, se aleja de lo que él conoce.

 

Una sombra se acerca. Es una sombra familiar que lleva en la mano un frasco que contiene la poción. En cuanto el mago la bebe recupera su fuerza, es algo casi inmediato. Una poción a base de lágrimas de fénix que debe beber cada vez con más frecuencia es lo único que lo mantiene con vida. Han intentado muchas veces retirar las esquirlas del colmillo de basilisco pero no lo han logrado.

 

—Gracias por mantenerme vivo Vera. Es hora de que te devuelva el favor.

 

Con el veneno contenido gracias a Kaori, invoca una arma idéntica a la que se encuentra en la plataforma. Se trata de un Pole. El tacto con el asta es tan natural, como si aquella pieza hubiese estado esperando toda su existencia para ser sostenida por Hobbamock. Observa el brillo de sus ojos en la punta de acero sagrado.

 

Lanza su arma en dirección de la plataforma. Mientras se mueve en dirección de una de las dos runas paladines libera las esquirlas celestiales que se encargan de destruir a más de un espectro. En cuanto la punta del Pole se clava en la runa esta comienza a brilla. Los espectros que buscan destruir la Orden de la Mano de plata se debilitan.

 

—Debes activar la otra runa, Vera.

 

 

 

@@Mackenzie Malfoy

[Mackenzie Malfoy]

Vera

El arma que acababa de utilizar Hobbamock era tan espectacular que Vera sintió un deseo irrefrenable de invocar su propia Pole, pero al ver las dos armas cuyos contornos de luz fluían sobre la plataforma, supo en el acto que no era eso lo que la magia paladín requería de ella ahora. Debía de utilizar el tambō, pues así como la Pole de luz brillaba intensamente dirigiendo flashes de luz blanco azulada hacia la runa que había activado, la figura de luz que semejaba un tambō permanecía aún más sutil y difusa.

 

Invocó, por tanto, un Tambō y, al instante, un bastón corto se materializó en las manos de Vera, que lo movió formando círculos, conectando el arma con los campos magnéticos que controlaba. Aunque estaba hecho de un impoluto metal sagrado, tenía la apariencia de ser un bastón de rica madera labrada. Los movimientos del Tambō en la mano de Vera hacían girar la energía a su alrededor, que se arremolinaba en amplios círculos en torno a los magos, hasta que Vera apuntó hacia la plataforma y soltó toda aquella energía en dicha dirección. Al instante el arma de luz que flotaba encima de la plataforma adquirió un brillo similar al que tenía su compañera y, al igual que ella, comenzó a enviar flashes de luz hacia otra de las runas que simbolizaba la magia de los paladines.

 

—Listo. —Anunció Vera a su compañero, que ahora se veía por completo repuesto. La bruja había contemplado, extraña, aquella sombra que le trajo una poción regenerativa que el mago bebió con avidez hasta reestablecerse por completo. No se atrevía a preguntarle por aquel mal que le aquejaba, pero esperaba por el bien de los dos que no perdiera aquella poción de vista. Si es que no se la había bebido entera.

 

Las runas de los Paladines brillaban en la plataforma y los espectros habían desaparecido. Observó también las runas de los demás clanes, cada una emitiendo un resplandor acorde con el clan que representaban, pero sentía que aún no estaban del todo activadas. ¿O era sólo que las runas de los paladines brillaban para ellos más fuertes que el resto?

 

—¿Qué hacemos ahora? —Inquirió Vera. —Tengo la sensación de que esto no será tan fácil como llegar, abrir y entrar. Casi parece que todos tengamos que hacer algo al mismo tiempo. ¿No crees?

 

No hubiera podido decir la razón exacta de porqué pensaba aquello, quizás por lo que había sabido deducir antes cuando había activado su Divine Intelect o quizás fuera por otro motivo. Lo cierto es que, por alguna razón, no pensaba que las bitácoras de los clanes fueran a estar muy separadas unas de otras. Tres entradas, tres interruptores de activación, tres magias fluyendo a un tiempo. Y, sin embargo, su instinto le decía que todo ello sólo confluía en un único lugar, una única enseñanza sobre tres caminos diferentes. Pero única y propia de un mismo bando. Tantas veces se había equivocado su instinto que bien pudiera ser que ahora estuviera equivocado también. Y, sin embargo, ahora que todas las runas se estaban activando, sentía tan intensamente aquella fuerza... aquella unidad...

 

 

@

[Luna Gryffindor Delacour]

Veo como efectivamente todos trabajamos en equipo, pero es lo que le pasa a Jank lo que hace que los pelos se me pongan de punta ¿qué demonios era eso? ¿dónde estaba el verdadero Jank? de repente quisiera ayudarlo, pero como si alguien me lo hubiera dicho se que tengo que hacer, tengo que activar la runa, debo ayudar a mis familiares de alguna manera y esta es la única que se me ocurre, me siento con ganas de actuar, ya no soy la Luna que esperaba que le dijeran que hacer, ahora doy un paso al frente y actuó, esta vez no miro a Eileen cuando pienso en eso, me centro en la plataforma que tengo delante se que debo hacer y pronuncio que haré antes de hacerlo, tiemblo al pensarlo y rezo a la diosa de Avalon para que me deje realizarlo y pueda hacerlo la mar de bien, al fin y al cabo, tengo su bendición y su ayuda siempre.

 

- Familia, ¿qué le sucede a Jank? ¿esta bien? activare esta cosa y necesito que me den una mano para protegerme, daré un paso al frente y confió en que todo me salga bien, si algo llega a salir mal, que no creo, sigan adelante sin mi ¿entienden? bien empezaré a hacerlo y bueno si pueden protegerme o algo así - Les pido decidida y con un brillo especial en mis ojos azules claros -

 

- Beltane - Pronuncie sobre el circulo, viendo como se purificaba todo lo malo y activaba la plataforma, sintiéndome feliz de estar lograndolo -

Dar un paso al frente me hizo darme cuenta que podía hacerlo, sentí como se activaba y una luz blanca me cubrió toda, necesitaba que me ayudarán para hacerlo bien, pero me sentía optimista y del todo feliz, sabia que juntos lograríamos superar todo esto, mire a Sagitas feliz de que también me ayude y pensé en Lilian, eramos un equipo variado y estaba lista para seguir ayudando en todo lo que pudiera, activar las runas era lo que tenía que hacer e hice, sintiéndome más grande y feliz de haber podido dar un paso al frente, no más Luna tranquila y que se quedaba atrás o esperando que le digan que hacer, ahora sabía que podía manejar que le sucedía y ayudar de alguna manera, solo esperaba que aquello fuera lo correcto y que ayudara a todos, quería que lográramos tener el poder y porque no, saber usarlo que era lo más importante de todo, porque todo gran poder conllevaba un gran responsabilidad y la vampiresa, estaba lista para asumirla en cuanto terminara aquella bonita y linda empresa con sus familiares de bando.

 

 

- Estoy contenta de estar acá y ayudar a mi manera, me gusta que estemos todos unidos y juntos logrando un mismo fin, si bien tenemos diferentes ideas o personalidades nuestros corazones laten como uno solo, estoy feliz de que sean mi familia, ahora si vamos todos juntos a lograrlo ¿les parece? - Les pregunté entusiasmada y feliz, no les dije que esto me hacía ilusión y que me sentía orgullosa de todos ellos, aquello me lo guardé para otra ocasión y esperé haberlos ayudado en cuanto podía -

 

Sentía en mi interior que la diosa de Avalon me había ayudado en la empresa, sentía su manto protector alrededor mio como si me acunara en sus manos, sabía que quizás sonara extraño pero juraría que me sentí más contenta y mucho más segura de mi misma, no podía explicarles como me sentía pero sabía que podríamos lograrlo, haber dado un paso al frente me había dado la seguridad y la energía necesaria para no rendirme, solo esperaba que aquello fuera suficiente para pasar esta empresa con mi familia y que siguiéramos por el camino de la diosa como hasta ahora, juntos y felices, tras sabernos queridos y protegidos por su manto.

[Emily Karkarov]

Sacerdotes, paladines y oscuros tenían sus muy particulares misiones. En ese momento, podría decirse que lo peor para su clan ya había pasado, cuando los guardianes dejaron de atacarlos y encontraron la primera plataforma. Había bajado un poco la guardia y dejado que dos de sus compañeras de la Orden Oscura analizaran las runas en la plataforma. Luego de tanto tiempo sin practicar, Emily no es muy buena descifrándolas, por lo que prefiere mantenerse unos pasos atrás por si algo surgía mientras ellas descubrían la manera de activar la plataforma.

 

La voz de Jank llama su atención y maldice por lo bajo, acerándose al mago. No tiene idea de lo que ha estado haciendo, pero definitivamente es el poder descontrolado de la Orden Oscura. Ella también nota una mayor energía en ese momento que al inicio de la misión. Ahora sí ya no tienen tiempo que perder.

 

— Tranquila, Luna, él va a estar bien — responde convencida, pues no es algo que alguno de la Orden Oscura no haya visto antes —. Nosotros nos encargamos.

 

No lo quiere decir tan directamente como Granger, aunque coincide en que los no oscuros deben estar lo más lejos posible de la plataforma. Espera que Luna entienda que debe alejarse rápidamente para ayudar al resto de sacerdotes y sonríe levemente cuando la ve realizando uno de los poderes de su clan.

 

En cuestión de segundos apunta con su varita mágica a Jank y amarra sus manos para evitar que se haga daño a sí mismo o a los demás que se encuentran en la plataforma. De igual manera, susurra un silencius para que no pueda conjurar nada, al menos por unos minutos. La idea no es dañarlo, sino contenerlo y está segura que es lo mismo que piensa Goderic, que no demora en aparecer.

 

—¿Te parece si te encargas? — preguntó mirando a su tío.

 

Sin esperar respuesta, corrió a ubicarse justo al lado de sus compañeras. Toma un fuerte respiro e invoca el umbra, siendo su sombra más útil que la misma Emily en ese momento. Siente como si faltara una parte de ella que antes no había notado que existía y parece un poco mareada, pero no le presta atención.

 

La segunda runa de la Orden Oscura se activa justo en el instante en que la sombra de Emily la toca, irradiando un brillo aún más intenso. Si querían que las tres plataformas se activaran al mismo tiempo, estaban cerca de lograrlo.

Editado 13 de Abril del 2020 por Emily Karkarov