HISTORIAS HELADAS (MM B: 114169)

[Alegna Black]

Aun no se sabia como las callecitas de Diagon eran capaz de albergar tanta cantidad de locales, pero eso solo se respondía “con magia”. Pues la Black había encontrado un local bastante espacioso donde pondría su emprendimiento que tanto había planeado desde su exilio. Y aunque tuviese uno conjunto a su hermana, este le gustaba más solo porque el local era más calmado que una discoteca y podía trabajar también en su especialidad ministerial encubierta por esa fachada coloreada. El edificio se encontraba entre la botica y una florería, el paso de los peatones era constante, tanto en días calurosos como fríos inviernos. Sobre unas puertas de vidrio que se abrían solas el letrero del negocio resplandecía en letras doradas..

En medio del negocio se ponían las mesas de dos y tres personas, Alegna pensaba que era discriminatorio para los solitarios, ella era uno de esos, pero el estudio que hizo en tantas tardes le daba la idea de que los magos y brujas se movían en parejas. Al entrar del lado derecho podías ver el mostrador repleto de bandejas con todos los colores imaginables, todo cubierto con un encantamiento refrigerante. Detrás de este encontrabas los cucuruchos, capelinas, potes, vasos, decoraciones, cucharitas, sorbetes y servilletas que los empleados usaban para la atención de los clientes. Además de una maquina de café y bebidas refrescantes. Todo para que los que fueran a ese lugar pudieran elegir lo que mas quisieran. El pizarrón luminiscente mostraba los sabores que allí tenían, los helados especiales que podías arriesgarte a comer y las ofertas que trabajaban ese día.

Del lado izquierdo estanterías, libros de ciencia ficción, arte, literatura, infantiles, juveniles, romances, terror, suspenso, etc. organizados por categoría y alfabéticamente puestos a disposición de quienes quisieran mientras disfrutaban de un descanso recrear la vista. La mayoría pensaba que era una locura mesclar libros con helados, pero era lo mismo que mezclarlos con bebidas, además a la propietaria le gustaba mucho tenerlos allí con encantamientos impermeabilizantes que cuidaban celosamente tanto portadas como sus hojas.

 

AL fina del local había juegos para los pequeños brujos que acudían con sus padres o responsables de ellos, desde toboganes y hamacas hasta escobas voladoras y varitas con trucos se podía encontrar, Alegna también se había encargado de tener peluches y muñecos para los niños que tenían un encantamiento para que no salieran del lugar. Desde hidras y minotauros hasta hadas (muggles) e hipogrifos. La sala de juegos era cuidada por Walk el elfo del local, de nariz larga y dedos finos con unos intensos ojos verdes, que mantenía la limpieza pero que nadie veía si este no era llamado. por una escalinata se subía al primer piso donde estaba la oficina de la peli violeta.

 

Helados Especiales (efecto de tres horas, cuatro si los bañas en salsa de chocolate)

• Cereales y fantasía de la mañana: combina cualquier sabor con una poción para tus fantasías. De la mañana porque recreara tu ultimo sueño mientras haces tus quehaceres diarios. Advertencia no se recomienda si tus tareas implican concentración.

• Vainilla con abrazos pegajosos y amigables: ¿Tuviste un mal día?¿Sientes que nadie te quiere? Este helado es para vos, los que te crucen serán incapaces de mirarte mal y te darán un abrazo mostrándote todo su apoyo.

• Salsa y gomitas relajantes: combina cualquier helado con esta salsa de poción relajante para desestresarte del día que te toca o ya tuviste, aconsejado para degustar antes de ir a dormir. Advertencia puede relajarte tanto que querrás echarte una siesta en cualquier lugar.

• Melón bañado con suspiros enamorados: este helado te hará sentir tremendamente sexy para cualquier brujo de cualquier sexo, suspiraran a tus pasos y te piropearan. Advertencia algunos posiblemente te querrán sacar la ropa a mordiscones

• Chocolate con ralladura de música: ¿Quieres cantar o tocar un instrumento? Este es tu helado. Diviértete en un karaoke o reunión familiar deleitando a todos con tu vos angelical. Advertencia: no firmes contratos con disqueras, pues el helado en sobredosis te dejara sin voz en una semana.

• Yogur con salsa de aire fresco: A todos nos gusta el aire fresco y sabemos que Londres no es un campo de margaritas.

• Merengue con destellos de inspiración: ¿Te trabaste en una novela?¿Tienes un caso que no le puedas dar la vuelta? Con este helado te inspiraras para cualquier problema que tengas. Advertencia: no siempre te soluciona el problema requerido sino el mas urgente que tengas en tu mente.

• Banana con alegría de Quidditch :¿Quién no ha querido recrear la felicidad que este deporte nos da? Pues este helado te hace sentir como si hubieses agarrado la snitch dorada y ganado el partido. Advertencia: la alegría es tanta que posiblemente salgas saltando.

• Dulce de leche con chipas explosivas: para hacer una broma puedes regalar este helado ya que al explotar en tu boca puede sacarte humo por las orejas y nariz. Advertencia: puede quedarte aliento a humo unos minutos.

• Sandia con hechizos refrescantes: un simple hechizo te mantendrá fresco (a unos 20°) Advertencia: puedes empezar a tiritar y tus labios a ponerse azules, si esto sucede siéntate a pleno sol unos 20 minutos.

• Chocolate bañado con salsa relajante

• Mandarina con carcajadas ruidosas: este helado mantendrá tu buen humor antes de que te lo propongas. Advertencia: te reirás de hasta el chiste mas tonto que digan

• Coco con chispas de buen animo: ¿ Tienes un día malo? Este helado te hará pensar en solo lo bueno que te ah pasado.

• Almendras con copos de luz: Delicioso pero expulsaras pequeñas esferas de luz.

• Kiwi con chispas de belleza radiante: Este helado te hará sentir una belleza, todos verán tanto tu hermosura por fuera como por dentro. Advertencia: puedes realmente emitir luz mientras dure el efecto.

• Durazno con recuerdos agradables: ¿Qué tantas veces hemos sentido que todo nos sale mal? Este helado los hace recordar todo lo que hemos hecho bien.

• Pera con salsa de fuerza de dragón: Helado que te hará sentir fuerte y poderoso. Advertencia: posiblemente te irrites con todo lo que te digan y tengas ganas de morder

• Ciruela con salsa resplandeciente: Serás un faro en la oscuridad (de día solo serás un destello)

• Tutifruti con merengues angelicales: bueno es corto, serás el micropuff mas adorable y tierno (nota: no te transformas en micropuff)

[justo]

Paseabamos por el Callejon Diagon, mirabamos los escaparates de las diversas tiendas, mas bien los miraban ellas, yo me limitaba a acompañarlas. ¿Habeis acompañado alguna vez a vuestra esposa a mirar escaparates? es una experiencia que los casados me entiende perfectamente. En mi caso es mas complicado, tengo dos esposas y eso siempre es problematico porque lo que le gusta a una no tiene por que, necesariamente, gustarle a la otra.

 

Habiamos pasado toda la tarde en Tiros Largos Moda, luego fuismoa Madame Malkin y ya llevaba una bolsa con las numerosas prendas compradas, no solo para mi, tambien para los chicos. Es uno de los inconvenientes de tener familia numerosa, 5 hijos son una carga bastante pesada de sobrellevar, menos mal que no teniamos elfos domesticos, si fuese asi el problema se dispararia hasta el infinito. A mi quien me manda meterme en estos lios.

 

Y entonces la vi, una heladeria, esta es la mia, pense.

 

- ¿Un helado, chicas?

 

Las dos me miraron como niñas pequeñas, habia dado en el clavo, entramos.

[Alegna Black]

Emocionada, así se sentía cuando traspaso las puertas del negocio, esa mañana se había ordenado el cabello en un elegante moño atado, donde pequeños mechones le enmarcaban el rostro, una camisa mangas tres cuarto blanca, un pantalón de mezclilla marrón y unas zapatillas negras, aunque no se veía mucho de ello ocultado por el delantal blanco, que cubría su cuerpo, feliz decidió que por el momento solo lo atendería ella, para saber como era el movimiento del lugar, y decidir si valía la pena, y el dinero, contratar a alguien que la ayude.

 

Sonrió mientras acomodaba las sillas y limpiaba las mesas, ordeno el mostrador poniendo a cada helado su nombre respectivo, acomodo los utensillos y observo el cartel para ver que todo estuviese informado, ansiaba ver los efectos de sus helados especiales en el resto de la población, ella ya los había probado tanto con un elfo de la familia como su hermana, soltó una pequeña sonrisa al recordar la cara de Rose una vez que lo efectos menguaron. El patio de juegos estaba impoluto, el pequeño Walk ya se había encargado de hacerlo, y la bruja estaba más que satisfecha con su ayuda, tenia cierto aprecio por esas bestias tan devotas a las familias o brujos a pesar de lo mal que se las pudiera tratar.

 

Sabia que seria un inicio complicado debido a la situación actual del mundo, el secreto levantado, la mayoría de los brujos prefería quedarse en su hogar y evitar a muggles cazadores y la otra mitad prefería hacer sus travesuras por lo que la chica supo que tendría que esperar para ver sus actuales creaciones hacer de las suyas, pero eso no le impedía pensar en más combinaciones extrañas que pudieran ayudarla más tarde en sus trabajos de campo, tomo una cuchara y saco un poco de dulce de leche granizado su favorito, comió mientras veía como unas personas entraban al local, sonrió amable, o eso espero y se dispuso a atenderlas.

 

-Bienvenidos ¿en que los ayudo?

Editado 24 de Abril del 2020 por Alegna Black

[justo]

Entramos en la tienda, mostrabamos la imagen mas chocante de lo que se podia imaginar. Un hombre alto, de cabello negro y centelleantes ojos verde esmeralda y acompañado de dos espectaculares mujeres, una rubia de impactantes ojos azules y una mulata de unos ojos verdes que atraian inmediatamente. Las dos miraban emocionadas la enorme variedad de sabores que se exponian ante sus ojos, yo miraba hacia otro lado, hacia la parte de los libros. No lo puedo remediar, soy un bibliofilo y me gusta ojear librerias en busca de ejemplares unicos de los temas mas variados.

 

Pero la dueña del negocio me estaba hablando, es preciso dejar a un lado mis intereses y centrarme en lo que importa.

 

- Buenas tardes, quisieramos degustar algunos de sus helados ¿cuales nos aconseja?

[Luna21]

La joven caminaba por aquellas calles que tanto tiempo atrás había recorrido, donde aún recordaba sus últimas inversiones antes de marchar, el museo, su heladería... mientras se preguntaba que había pasado con aquellos negocios, seguirían abiertos. Sumergida en sus pensamientos en aquella mañana soleada y tranquila, había decidido aprovechar el calorcito que ya entraba debido a la primavera y sacar sus ropajes de verano, un vestido negro ceñido que dejaba ver sus caderas, con un escote trasparente de rejilla negra y unos zapatos de tacón, pensaba que siempre era un buen momento para arreglarse aunque solo fuera a dar un paseo.

 

Seguía sumergida en sus pensamientos pensando en todo lo que había pasado con su padre y su hermano, todas aquellas novedades, la vuelta a ottery y recordar viejos tiempo, cuando un cartel interrumpió sus pensamientos "Historias heladas". -¿una heladería? - Río mientras se susurraba a ella misma, y decidida la bruja empujó las puertas del local.

 

Parecía acogedor y como recién abierto, hoy era su día de suerte. Luna se sentó en una de las mesas más alejadas posibles, aunque si le gustaba ser el centro de atención pero no le gustaba demasiado la gente y menos si era desconocida, observó la carta durante unos instantes algo que le pareció muy curioso por toda la variedad de helados que tenían, Fascinante, pensó eso nunca se le habría ocurrido de esa forma. Aunque a pesar de la curiosidad por probar los helados y sus reacciones.

[justo]

- Yo quiero uno de chocolate rebozado de vainilla.

 

- ¡Golosa! Yo prefiero el de pistacho.

 

- Sois como niñas pequeñas ¿quereis esperar a que nos digan la carta de helados? quizas cambieis de opinion.

 

Mis chicas se fueron a una mesita donde depositaron todas las bolsas que habian comprado. Es increible, llevabamos toda la mañana mirando escaparates y resulta que solo habian comprado 5 cosas. Estaba claro que ambas llamaban la atencion, parecian dos adolescentes mirando todo lo que habia a su alrededor mietras reian de forma alegre y cantarina, desde luego no me aburria con ellas pero, al mismo tiempo, una punzada me recorria el cuerpo. Sabia perfectamente que mis chicas no iban a permanecer siempre igual, que cambiarian con el tiempo. ¿O no? quizas hubiese una solucion.

[Dead By Sunrise]

Tras su reciente llegada a Ottery, Persival hizo uso de los polvos flu (cosa que solo había utilizado en un par de ocasiones en las que extraordinariamente acompañaba a su auror cuidador) para aparecerse en el callejón Diagon, debía comprar algunas cosas que le hacían falta, llevaba una pequeña nota donde tenia anotadas las cosas que necesitaba: una túnica, pergaminos y plumas, un caldero, una lechuza, una varita,más polvos flu (ya que había utilizado los únicos que logro conseguir para llegar hasta ahí) y algún libro nuevo que leer.

 

le resulto raro volver a recorrer la callejuelas del callejón ya que llevaba mucho tiempo sin visitarlo y apenas reconocía nada de lo que veía. Todo había cambiado mucho desde su ultima vez ahí, aun así se las arreglo para encontrar todas las cosas que llevaba en su lista, salvo su nueva lectura. Estaba feliz por ello pero también cansado ya que le tomo mucho tiempo y esfuerzo encontrarlo todo así que decidió tomarse un respiro e ir a comprar algo refrescante. Entonces la vio, entre la botica y la floristería había un heladería con puertas de vidrio y un cartel de letras doradas, y en ella, en la mesa mas apartada, una mujer de pelo blanco y labios gruesos y carnosos con un vestido negro ceñido y zapatos de tacón. Nunca había visto mujer tan hermosa..pero le llamo la atención que estuviera en la mesa mas apartada, solitaria, como si quisiera rehuir de la atención de las personas.

 

Persival pensó con aire un poco cómico e irónico -¿con tal belleza como pretende pasar desapercibida?- y tras esto esbozo una pequeña sonrisa que, al mirar un poco mejor el lugar, se agrando inmediatamente al ver las estanterías repletas de libros que tenia la heladería, pues se sentía muy afortunado en ese momento. Había encontrado lo ultimo que debía buscar en el sitio perfecto para tomar su merecido descanso.

 

Sin mas dilación se dispuso a entrar en la heladería, al entrar miro de nuevo a la chica en la que antes se había fijado pero acto seguido se dirigió a buscar una lectura interesante. -Aplicaciones poco conocidas de las mandrágoras - pensó, vislumbrando el nombre del libro en su mente y se sentó cerca al mostrador a esperar a que vinieran a atenderlo. En la espera no puedo evitar detener su lectura para fijarse de nuevo en la chica de vestido negro y me di cuenta de que ella también se había fijado en mi o al menos le había causado curiosidad ya que la sorprendí mirándome también en un par de ocasiones. Impulsado por la curiosidad y por las ganas de conocer gente nueva me arme con un poco de valor y con la excusa de ser relativamente nuevo en la zona me acerque y me presente diciendo - Hola, perdona por incomodarte pero no he podido evitar fijarme en ti y hay algo en ti que me causa curiosidad, también soy nuevo en el mundo de la magia y apenas conozco a nadie por aquí.- se le escapa una sonrisa tímida -por cierto,me llamo Persival Vinsmoke, mucho gusto -.

Editado 28 de Abril del 2020 por Dead By Sunrise

[justo]

Me dirigi a la dueña del establecimiento que nos miraba expectante y le dije...

 

- Mire, pensandolo mejor vamos a recorrer su establecimiento y ya le diremos despues lo que queremos.

 

Dejamos las cosas en un apartado al cuidado de Monica mientras Yanira y yo recorriamos el local, curioseamos por el parque infantil que nos vendria muy bien por si traiamos a los chicos y observamos con suma atencion los libros que tenian a la venta, estaba claro que era un local de servicios multiples. Se trataba, indudablemente, de una forma de diversificar la oferta de negocio. Habia muchos locales asi en el Callejon Diagon, la epoca de los negocios monotematicos estaba en decadencia, ahora era el momento de los locales de oferta variada, y tambien una buena forma de atraer a un publico variado.

[Luna21]

La bruja absorta en sus pensamientos ahora mirando el pizarron luminiscente de sabores, si algo le costaba más que nada era decidirse por algún sabor en especial, esperando para ser atendida se acercó a la gran estantería de libros observándola por unos instantes, si es cierto que no solía leer mucho y menos con el poco que tenía, observaba los títulos tan bien ordenados, y agarro el primero que le llamó la atención.

 

Volviendo a su mesa observaba el local, si es cierto que no había mucha gente y eso a Luna le agradaba bastante, era muy tranquilo y tenía el sol perfecto entrando por la ventana donde estaba su mesa con vistas al callejón, por aquella ventana divisó a un joven que si bien parecía cansado y a la vez despistado, sin más la joven abrió el libro y comenzó a leer.

 

Luna levantaba la vista disimuladamente de las páginas de aquel libro para observar al joven, no conocía a mucha gente por Ottery y muchas veces se alegraba de que fuera así, pues otra cosa no pero en numerosas ocasiones le había dicho que era demasiado borde con la gente que no debía de ser, imaginaba que si alguien quería ser tratado bien ha de ganarse su confianza y eso con Luna era muy dificil, sobretodo era una niña desconfiada y poco cariñosa, en parte había de darle las gracias a las personas que la cuidaron cuando era niña.

 

Se percató por un instante que había llamado la atención del joven y así se sonrojó no le solía pasar mucho, y a pesar de ser como era, una de las cosas que más le gustaban era llamar la atención. Pensaba la joven bruja mientras el muchacho se acercaba a ella y así su cara lo demostró arqueando una ceja y mirándole de arriba hacía abajo, no era muy amigable se podría decir.

 

La voz del brujo, le hicieron una vez más levantar la vista de su libro, y entonces lo observó con cada detalle, su pelo blanco plateado, unos ojos bastante peculiares, era bastante guapo a simple visto, pero la joven no se dejaba intimidar, por lo que se levanto estirando su vestido ceñido y clavó su mirada intensa en él. - Oh! pues gracias, supongo, no me lo suelen decir mucho.- Intentaba ocultar sus mejillas sonrojadas. - Bienvenido entonces, yo también llevo poco tiempo en la ciudad, pero ya veo que el tuyo lo has aprovechado bien.- Sonrío Luna mirando las bolsas que llevaba el joven.

 

-Encanta mi nombre es Luna... Luna Ricklaud de la Hoya.- Le dijo como no mirándolo fijamente, muchas veces su mirada era provocativa y podía incomodar al resto de personas, sus ojos grises y grandes no eran muy comunes, pero tampoco era algo que hiciera por remediar.- Bueno, tranquilo no molestas, es un lugar publico... supongo, te puedes sentar.- Indicó una de la sillas que estaban enfrente de las suyas, volviendo a su rinconcito al frente de la ventana y apartando la vista del chico.

[justo]

- Bueno ¿que os parece el local?

 

- De fabula, ideal para los crios.

 

- Pues si, tiene un parque infantil, una biblioteca y una heladeria, los crios se van a volver locos aqui.

 

- Y nuestros fondos van a menguar mucho.

 

- Inconvenientes de ser padres ¿no creeis?

 

- No se...

 

Las mire atentamente a las dos, cuchicheaban entre ellas y reian con ganas, ya sabeis lo que dicen algunos, que las mujeres tienen un parloteo intracenbdente. No lo creais. Saben mas que nosotros y lo saben intuitivamente. Los que las subestiman son bastante tontos.

 

- ¿Que tramais?

 

- Cosas nuestras, cosas de mujeres.

 

- ¡Hummm....!

 

- ¿No nos crees?

 

- Ni una palabra.

 

Ellas rieron, con su risa de costumbre, cantarina y feliz. Estaba claro que les habian divertido mis palabras. Yo estaba feliz, la vida no podia ser mas placentera.