Aventura Aventura Mortífaga I -- Los Iluminados

[Thoth]

El egipcio espero el tiempo oportuno y mirando a @@Kraven Von Alexandros le comento. - supongo que es hora de irnos, ya un grupo de marchado o ando en ello, si quieres usa el portal o bien nos vemos por ese rumbo.- finalizó, aguardo que este tomará la opción de irse o quedarse e incluso cambiarse de otro grupo, ya que no podía imaginar que pudiera pasar por la mente de aquel desconocido, este solo se limitó a cruzar el umbral de su portal y al hacerlo se cierra, dejando tras ello un rastro en que ese sitio se había practicado magia oscura.

 

Las calles del Callejón Knockturn

 

Era una tormenta lo que se había desatado aquel día, aún así magos y brujas de dudosa reputación caminaban con prisa entre el callejón, ese día los iluminados planean algo, al menos ese era el rumor que corría de Boca en boca, quizás un chisme, pero era información popular, a pesar que no era asociado en el rumor con ese nombre sino que un grupo nuevo había llegado al sitio.

 

Y al parecer el paso del discípulo de la maestre del puerto cuando llegó, una sorpresa e incremento de poder palpo, este lo comprendió como una bendición de los dioses, pero su mirada se percató en su abandonado local, ese el cual fue sensurado por albergar indecorosas preporciones y cuartos para noches de placeres. En fin, el suelo se encontraba aún pegajoso con la sangre de algún inocente, este recordaba como era de un auror que lo intentó atacar, inclusive el cadáver seguí tirado en el suelo, con esa mirada perdida.

 

-Al parecer nada a cambiado. - Y la escena fue iluminado con el rugir de un relámpago, ese sonido no se hizo esperar, aquel estruendo que le ponía la piel de gallina al mago, ya que le evocaba su infancia en el monasterio o convento. - vamos, que ya no eres un niño. - se repitió en voz alta, notando que posiblemente ese hombre que se ofreció ir con él no había llegado, o si estaba permanecía en las sombras.

 

El Mago Oscuro noto como las gotas y el viento ingresaba por el ventanal destrozado, a penas si las luces iluminaba lo que era antes el recibidor y un pequeño letrero con los servicios que se ofrecían adentro, inclusive las tarifas o tratos especiales.

 

Aunque en el exterior, el local era otro más, no se diferenciaba de los que se encontraban lado a lado, pero fue un buen local, para esperar, el demonio camina lentamente y va a donde el sillón negro, este aún poesía rastros de ropa y en la mesa una copa de vino abierta, una copa en la mesa y en las paredes cuadros de artistas famosos.

 

-esperare un momento.

 

Afirmó y así daría chance que si alguien le acompañaba en su búsqueda le siguiera, pero deseo probar su vínculo con aquellos magos que se encontraban en otras locaciones y por ello su voz la escucho @@Hades Ragnarok

 

"Suerte, cualquier información le estaré avisando." al mago que se comunica es posible que sin percibirlo, lo haya vinculado a él, pues conocía que su saber en el clan era más avanzado, por ello no dudo que se pudiera comunicar a la distancia de una forma telepática.

[Zoella Triviani]

La bruja escuchó la voz del Dracony a sus espaldas, objetando que sería su acompañante en tal aventura. Poco a poco cada uno fue decidiendo su lugar de destino mientras ella solo aguardaba en silencio indicaciones de los tres Maestres de la sala. Observó a Cassian, con detenimiento, intentando descifrar lo que el rostro inexpresivo no decía, pero no logró percibir nada más allá de esos ojos analiticos que observaban a cada aprediz de la sala.

 

A su costado el mago comenzó a rebuscar algo en sus bolsillos, para realizar todo un procedimiento de búsqueda informativa del lugar al que visitarán por primera vez. Escuchó las palabras que pronunció con suavidad y sin más desvió la mirada del Bibliotecario y se centró en él - Pensé que al elegir el lugar, ya sabías que formaremos equipo. Pero vale, vamos a llegar con un portal ¿Haz viajado allá alguna vez? Yo solo he escuchado que ubicado cerca de la costa en Cornualles - comentó la calva, invocando un Haz de la Noche que mostraba una zona arenosa junto a la costa.

 

- Quien vaya a Tinworth, estaremos Anthony y yo investigando a sus alrededores. Usen la marca para llamarnos - agregó sin más, tomando al mago por el brazo para llevárselo a las costas donde alguna vez Harry Potter enterró a Dobby.

 

Triviani mantuvo su varita en mano, observó la desolada playa y aspiró aquel olor a salitre que los rodeaba. La brusa corría con suavidad y el sol apenas era visible entre todas las nubes que cubrían el cielo. Soltó el brazo de su compañero y giró sobre su eje, buscando alguna señal de civilización del lugar - Salgamos de la playa, quizás veamos alguna choza o algo - comentó, comenzando a caminar a donde indicaba iniciaba la playa.

 

@@Anthony Ryvak Dracony

[Hades Ragnarok]

-Que agresiva –dijo el Ragnarok divertido tras el codazo de la Macnair- y ahora que hice? –pregunto.

 

El vampiro siguió a Cissy y a Arya por el fulgura nox.

 

VALLE DE GODRIC

 

Aun era de madrugada y había mucho silencio. El ambiente húmedo y aquella extraña neblina estaban a la orden del día. El vampiro instintivamente saco la varita y la mantuvo entre sus níveos dedos. Aun llevaba la máscara blanca con dibujos negros sobre su rostro y la capucha cubría su cabeza. Se acerco un poco a Cissy mientras estudiaba lo que tenía alrededor. Miro al cielo. La luna se escondía tras algunas nubes por lo que la única luz era la de los faroles. Con el rabillo del ojo el vampiro siguió los movimientos de Arya.

 

El sonido de las campanas lo alerto. Observo nuevamente a Arya y el movimiento que hizo. Lo que faltaba era que la chica decidiera romper fuentes y parir allí. Aquello sin embargo, le preocupo. Bufo por lo bajo dando un paso adelante. Sintió como los pelillos de la nuca se erizaban. Su instinto le decía que había peligro o que alguien o algo estaba por allí acechando.

 

-Supongo que ella tiene razón y lo mejor será largarnos de aquí lo antes posible –comento el vampiro dándole un punto a su favor a la otra Macnair.

 

El hijo de la noche observo hacia donde la pelirroja había mencionado. El movimiento fue rápido pero no lo suficiente como para que el cainita no lo notara. Dibujo una mueca.

 

-Obviamente, no nos vamos a separar –dijo el Ragnarok- lo mejor en este momento es estar atentos y juntos –comento aunque no le agradaba la idea de confiar en la otra Macnair o en su defecto tener que ayudarla si era necesario, pero claro estaba, entre los 3 podrían enfrentarse a lo que estuviera por allí.

 

El vampiro observo la transformación de Arya y se pregunto si al chica podría aguantar mucho en aquel estado. ¿Sabía ella el peligro que estaba corriendo al hacer eso estando en su estado, más aun, estando tan cerca de dar a luz?. El Ragnarok se coloco a la espalda de la Macnair, espalda con espalda para observar lo que tuvieran atrás y de reojo a los laterales mientras dejaba que Arya en su forma animal hiciera lo que tuviera que hacer.

 

-quizas pueda uitilizar el circulo astral de ser necesario -susurro sabeindo que aquel era uno de lso conocimeintos que deberia dominar como un maestro del puerto. Aquel conocimiento del Temporis seguramente le seria muy util, solo esperaba hacerlo bien.

 

@ @@Arya Macnair

[Cissy Macnair]

Valle de Godric

 

Rodé los ojos al escuchar a Arya.

 

-Tú deprimes al lugar- musité y luego miré a Hades, enarcando una ceja-. ¿Le acabas de dar la razón? Wow, este día sí que es raro- le saqué la lengua pero, de inmediato, volví mi atención a mi sobrina.

 

Las campanas de la iglesia sonaron mientras nosotros nos manteníamos un momento inspeccionando el lugar, sin movernos, lo que ocasionó que tanto Arya como yo soltáramos un improperio, molestas. Acto seguido, el aviso de Arya hizo eco en mis huesos y pronto Hades estuvo a mis espaldas, mientras la pelirroja se transformaba con su habilidad de Animagia. Seguramente la hubiera regañado de haber podido hacerlo, pero la realidad era que aunque su estado me preocupaba, era más probable que esa fuera una buena salida en caso de ser atacados. El chacal aulló y luego se pegó a mí.

 

-Ni se te ocurra orinarme- le chisté, mientras la veía olfatear el aire y dirigirse a la iglesia-. ca***o Arya, puede ser una trampa- le susurré y luego empujé levemente a Hades con mi espalda-. No tengo idea de qué me estás hablando, pero si es útil, bien...- en una mano sostenía a Shember, mi varita y, en la otra enarbolé las sombras como si mi vida dependiera de ello -y así era, quizá-. Aún no dominaba de todo los poderes del clan, por eso es que había acudido a Cassian casi de forma desesperada, buscando su cobijo, su consejo y su poder, si es que compartía algo.

 

-Si estos tipos tienen algo que ver con el Inquisidor, voy a matarlos después de interrogarlos- le susurré a Hades, sintiendo su solidez a mis espaldas, algo que me daba seguridad-. ¿Han sabido algo de los bebés?- pregunté, mientras seguía escudriñando a mi alrededor.

 

@@Arya Macnair @@Hades Ragnarok

[Thoth]

Las calles del Callejón Knockturn

Los segundos pasaban y la paciencia del corsario y discípulo de la maestra del puerto se acaba, por ello opta por salir del escondite donde se encontraba, aunque le deja una nota a @@Kraven Von Alexandros .

Estimado camarada, quizás sea imprudente salir solo, pero en caso que me desees acompañar será bienvenido.

Y la misma la dejo sobre el sillón, con un encantamiento para que solo su destinatario la pudiera leer, luego salió de ese local, sin portar su máscara. Aunque, cuando sale la brusca brisa de la tormenta le golpea, la luz de un relámpago ilumina la escena, dejando ver un sitio sin nadie a la vista, un faro tilíntate y aviso de se busca de varios magos y brujas.

-Al mal tiempo…- menciona y se pone su capucha, saca su varita entre las mangas y comienza a caminar con dirección a una taberna, si alguien sabía algo, en ese lugar pudiera conseguir una pista. Ese sitio era conocido por ser frecuentado por la peor calaña de la sociedad, quizás por eso el nombre de: Loro Tartamudo, la cual era administrada por un duende jubilado del banco, este era avaro y repugnante, su aliento era como el de una cloaca, dientes amarillos y torcidos, un poco chata la nariz y sus manos parecían las patas de las arañas con unas uñas filosas de color negro. –es mejor comenzar. – entre cada zancada, siente la sensación que alguien le sigue.

¿Acaso será un aliado o enemigo? ¿Quién a esa altura pudiera desafiar a un mago tenebroso con el libro del druida en conocimiento? Además, de poseer una terrible reputación dentro las bajas esferas, incluso entre las alimañas era un ser temido por sus acciones contra la moral, ética del ladrón, ese sagrado código que limitaba ciertos accionares, pero para un demonio era solo una invitación para romper esos códigos.

Asimismo continuo su paso, entre el recorrido pasaba por establecimientos con poca iluminación, voces que suenan como eco y al llegar a la esquina cruza a la derecha, terminando dentro una calle sin salida, con la puerta toca tres veces el dibujo de un gato. -¿Quieres entrar al país de las maravillas?- pregunta el minino.-Y beber con el Sombrero y la liebre, el tic tac me busca, pero le he dicho, que la Reina de Corazones anda durmiendo.- responde el egipcio. Al terminar, una puerta se abre y esta cruza el umbral, cuando ingresa siente el aroma de cerveza, de cigarro barato, y perfume de mujer. Ante la melodía de una cantante tipo cabaret, la barra era atendía por un elfo doméstico y en las paredes habían cuadros de magos tenebroso famosos.

En las mesas se jugaba Póker mágico y se apostaba sumas altas de galeones, allí se encontraba el dueño con fichas y con una baraja posiblemente trucada, este soltaba carcajadas al desbalijar a un mago en decadencia, un buen hombre con problemas de juego y familiares. Y al verle, el demonio va su encuentro. –Luxure ¿Acaso te animas una partida?- comenta Jaicob, ese duende con una sonrisa en el rostro. –Claro, siempre es bueno jugar con amigos. – Y se sienta. –Recuerda que jugamos sin hacer trampa.- eso lo decía el duende por las mañas del mago oscuro. –Reparte y comencemos, pero estoy algo seco.- En ello una duende, que sirve de mesera se acerca. -¿Algo que desee tomar?- Y tomando las cartas en mano, menciona. –un ron seco.- y observa como el mago posee dos reinas y un rey, dándole la seña al dueño.

Y el juego continuo, en ocasione gano algunos galeones y otras lo perdió, fue así como se acoplo al ambiente, dentro unos minutos le pregunto a Jaicob.- ¿Que me puedes decir Salazar Lestrange? – El duende traga fuerte y la música para. -¿Qué has dicho?- Indaga el duende. –Lo que escuchaste, sabes que no me gusta repetir las cosas y que deseen robar mi territorio, por eso le busco, incluso dice que anda reclutando a magos y brujas para alguien o una organización.- En eso baja la mirada.-El Lestrange ha muerto, este se involucró con quienes no debía.- Ante esa respuesta del dueño del local. –Escalera Imperial.- profesa Demian con alegría. –curioso.- menciona uno de los hombres del bar. –el ultimo que pregunto por el Lestrange desapareció ¿Acaso no temes a morir?- En eso clavo mirada en ese desconocido. -¿Acaso es una amenaza?- Indaga. –No, en lo absoluto Señor Luxure, solo le comento que a veces seguir las pistas le pueden conducir a un terrible mal.- hace pausa. –la forma inusual que murió el Lestrange, fue única y repugnante, pues no hubo una herida o rastro de magia, fue como si no aguantaba el dolor, como si su alma se desgarrara.- el hombre toma un trago. – al menos eso dicen.- y sigue bebiendo.

“Lestrange era hábil con la varita, un mago temido por su habilidad.” Piensa el mago oscuro. “sería imposible vencerle, a no ser que tenga su oponente saberes que este no hubiera alcanzado.” Y sigue con la partida, la música sigue sonando. –Aurores.- Y todos se marchan menos el egipcio, el hombre desconocido y el dueño del bar. –Sr. Luxure, no se mueva y baje la varita…- El desconocido se levanta y exclama. –Sectusempra. – y el rayo impacta en uno de los aurores. Y así da el inicio el combate.

En ello sucede un intercambio de movimientos defensivos y de ataque por parte del Luxure y de… -Espero que no pierdas ante esos mediocres.- vocifera el Diggory. –¿Acaso ves que ando perdiendo?- Ello lo decía, porque provocaba que sé que equivocarán al pronunciar los hechizos con un maldición, y causaba heridas con la daga de sacrificio, la cual se encontraba activa. –Y dime ¿conociste al Lestrange?- Indaga su nuevo aliado. –es posible. – le contesta. –No mientas, Salazar no dejaba de hablar de vos.- Le confiesa. –Y si mejor hablamos, luego de matarlos todos.- sugiere y continua el combate.

[Aaron Black Yaxley]

Me había enfilado junto a otros once mortífagos- brujas y magos- para recorrer cierta senda empedrada que nos llevaría hasta el puerto del pequeño poblado que ocultaba a la fortaleza oscura. Desde mi aparición, no había quitado la máscara plata de mi rostro en ningún momento, aquella rústicamente tallada, con dos rendijas para los grises que me precedían dignos de la pureza de los Black y otra cuenca más en la recta nariz que cubría la suave piel de la mía. Los grabados por su contorno eran de una piedra azabache mientras que la esculpida boca se extendía, subiendo por las mejillas hasta interceptar los rabillos externos de las rendijas para la visión.

 

Encapuchado y con una máscara completamente distinta a la que solía usar, comencé a silbar una armónica melodía de camino al puerto, siendo aquella la señal para que la zíngara reconociera al remitente de la lechuza que seguramente habría recibido hace un par de noches. No era una melodía est****a, ni tampoco tenebrosa, sino más bien una frecuencia que sí debiese llamar su atención. Fue así como logré ver que una de las capuchas comenzaba a alentar el paso.

 

-Veo que el vociferador no se equivocó en entregar el mensaje...- le dije una vez que me apegaba a su costado, manteniendo un paso firme y constante junto a los demás mientras ambos nos íbamos quedando a la cola tras detenerle suavemente con la mano en su antebrazo. Me presenté, mirándole por primera vez- Caelum Black...

 

Madame Triviani:

 

Esperando que la guerra no haya afectado sus negocios, espero verle en la reunión de la siguiente luna nueva. Tras la caída del estatuto del secreto, varios velos mágicos han caído liberando poderes de toda clase. Los supremacistas están fuera del control de los conservadores, siendo éstos quienes y en conjunto repudian todo acto de los traidores e impuros. Debemos fortalecer las alianzas tras el aviso sobre la llegada de los nuevos maestros de las artes oscuras.

 

Atentamente

Caelum Black.

 

El mensaje que habría llevado la lechuza, no fue nada más ni nada menos que un vociferador el cuál y antes de abrirse, emitió el mismo silbido con el que intenté llamar su atención. ¿Porqué no haberme presentado como Aaron?, la verdad era que muchas lechuzas habían estado siendo interceptadas por las rebeliones muggles, como así también por magos y brujas simpatizantes de la oposición. Por otra parte, era un seudónimo con el que me había autodenominado para prevalecer así las costumbres de los Black, ya que una de las tendencias familiares de las décadas pasadas, habría sido llamar a los hijos e hijos de hijos con nombres de constelaciones estelares. Y por último, así no daría lugar a sospechas, pues si bien me había proclamado como fiel seguidor de los principios Grindelwalistas, jamás había mencionado ser parte de la noble casta.

 

- ¿Cassian, Alpha o Asra?- le pregunté.

 

***

 

Luego de la pequeña charla sobre la marcha hacia el puerto, llegamos hasta una callejuela fría y de baja neblina; el vaho podía verse aún más tenebroso al salir desde nuestras máscaras. Pasee la mirada por el resto, intentando reconocer quizás y con suerte a un par de brujas y tal vez a un mago, mientras los tres guías de las nuevas artes oscuras rodeaban a un hombre magullado e hincado en el piso. Tomé mi muñeca tras la espalda con el mentón en alto mientras les oía hablar, desviando luego la mirada hacia un tipo con sombrero de copa y un cigarrillo en su boca.

 

Al fin conocíamos al Bibliotecario, el supuesto Alpha y a la Maestra del puerto, desconociendo por otra parte y totalmente, alguno de los nombres con el que se había llamado El jorobado. Hice caso omiso a las últimas palabras luego de la cuarta pregunta que no respondió; "Carnes de cañón. ¡Vah!" pensé; luego oí comentarios de los presentes y finalmente ladee el rostro hacia la gitana.

 

-¿Y bien? dónde iremos a hacerle la tarea a ésos tipos...-le dije mientras algunos ya tomaban camino hacia Godric's Hollow, otros a Tinworth y el resto al callejón Knockturn- ¿lanzamos un galeón al aire o qué?

 

@@Candela Triviani

[Anne Gaunt M.]

Por más que lo intentaba, no conseguía comprender qué estaba pasando en aquel lugar. Los tres líderes de los clanes tenían a un prisionero ante ellos, maniatado y magullado, y parecían querer sacarle alguna información mientras un grupo de mortífagos aguardaban manteniendo las distancias, en silencio y sin perder ningún detalle. Y eso que era complicado captarlo todo, pues la noche era realmente oscura y la iluminación de aquel lugar del puerto bastante precaria. Si no fuera porque estaba acostumbrada a aquel tipo de ambientes, se habría dejado invadir por un sentimiento de creciente pánico.

 

A pesar de que se moría de ganas de acercarse un poco más para poder observar lo que ocurría, se mantuvo quieta junto a Jeremy, con quien había llegado un poco antes. Podía distinguir a otro montón de amigos, compañeros y familiares alrededor, pero nadie parecía convencido de que hablar fuera una buena idea.

 

Quizás, precisamente por eso, las palabras de aquel desconocido que se dirigía con tanta frescura e impertinencia a los tres líderes los dejase a todos atónitos. El sentimiento de desconfianza parecía ser general.

 

— ¿Y este quién es? —susurró la Gaunt, sabiendo que solo su prometido la escucharía. Tras ofrecer tres preguntas a Cassian, Lucan y Asra, se presentó como el Jorobado, y les dio información que parecía ser importante para todos ellos. Luego les llamó "carne de cañón", haciendo que a la Gaunt se le erizara el vello de la nuca y, tras eso, desapareció dejando tras de sí nada más que un cigarrillo como prueba de su estancia en aquel sitio, tan solo unos instantes antes.

 

Tres lugares, tres grupos. La peligris se giró hacia su prometido, frunciendo el ceño.

 

— ¿Alguna preferencia en cuanto al lugar, querido? —le preguntó, con tono neutro—. Tú eliges, venga.

 

Realmente le era indiferente el destino, pues parecía que todos buscaban lo mismo y era muy probable que encontraran pistas allá donde fueran. ¿Quiénes serían aquellos Iluminados? Mientras esperaba la respuesta de Jeremy, miró de reojo a Lucan, el líder de los Caballeros de Walpurgis. Pero enseguida desvió la mirada, por temor a que él se percatara de su interés. Hacía mucho tiempo que la Gaunt no se sentía a prueba ante nadie, y aquello suponía un auténtico reto.

 

 

 

 

@

[Anthony R. Dracony M.]

El Ryvak no sabe nada del grupo, es la primera vez que participa de una actividad más seria que una reunión casual, tampoco está familiarizado de como es que acuerdan los miembros que estarán a cargo de cada exploración, él suponía que los magos más diestros eligirian a los miembros de su equipo, pero no, la alianza era determinada por el sitio que cada quien elegía, algunos de los presentes, primero se aliaron con sus conocidos y de ahí su segunda acción, fue determinar el lugar al que se marcharían.

 

 

A un lado de él, la bruja de hermoso rostro y ojos que miran tan analiticamente se centró en él - Pensé que al elegir el lugar, ya sabías que formaremos equipo. Pero vale, vamos a llegar con un portal ¿Haz viajado allá alguna vez? Yo solo he escuchado que ubicado cerca de la costa en Cornualles - la bruja, alzó su varita invocando un Haz de la Noche que mostraba una zona arenosa junto a la costa.

 

-- No, no lo sabía, pero me parece que mi elección es afortunada, considero que eres bastante centrada y conocedora de magia negra, así que no será problema llevar a cabo la indagatoria, a ese lugar en especial, nunca, solo a un muelle hace un año. --Zoella se dirigió al grupo de magos y brujas aspirantes antes de que cruzaran el portal.

 

 

- Quien vaya a Tinworth, estaremos Anthony y yo investigando a sus alrededores. Usen la marca para llamarnos - agregó sin más, tomando al mago por el brazo para llevárselo a las costas donde alguna vez Harry Potter enterró a Dobby.

 

No hubo problema para llegar al sitio, lo que se veía era la desolada playa y el olor característico a salitre era perceptible. La brisa corría con suavidad y el sol apenas era visible entre todas las nubes que cubrían un cielo gris. Mi compañera Zoella soltó mi brazo, se movió buscando alguna señal de civilización del lugar, ella lleva su varita en la mano, así que saque la mía para tenerla al ristre - Salgamos de la playa, quizás veamos alguna choza o algo - Me comentó ella, comenzando a caminar a donde indicaba iniciaba la playa.

 

--Me parece bien...¡Avis!-- Las gaviotas que salieron de la punta de mi varita sobrevolaban a mi alrededor, con movimientos mesurados saque una gota de esencia del Anillo de Presencia, la coloque en los ojos de las cuatro aves-- Recorran el lugar, cada una hacia un punto cardinal, solo tienen que traernos algo interesante -- Y tras mi orden, las aves levantaron el vuelo de inmediato alejándose de nuestra posición.

 

-- Es posible que tarden un poco, se verá en mi anillo aquello que consideren interesante.-- Alcanzo a la bruja para caminar a su lado. --Supongo que ese grupo tiene tendencia a realizar acciones controvertidas, nos sería útil planear una interacción forzada, ¿ese grupo de iluminados que quieren?

 

Dracony mira la arena, la flora baja propia de la costa, trata de captar en el paisaje, los rastros de magia, algo casual que usaba cuando tenía una misión del Departamento en el que trabajaba, piensa que los iluminados siente un fuerte rechazo por los que no piensan igual que ellos, por eso mismo quiere saber que ideología tienen, que les "mueve"... a medida que lo piensa, esos magos serán peligrosos adversarios pero ellos tienen habilidades mágicas con las cuales superar a esos individuos.

 

@@Zoella Triviani

[Mentita]

― La verdad es que me bastó escuchar la melodía al principio, para destruirla. No llegué a escuchar el mensaje. ―mintió. Sí destruyó el vociferador por una cuestión de seguridad, pero lo hizo luego de haber escuchado lo que tenía para decir.

 

Candela detuvo el paso y lo miró con el ceñuda, el rostro semi escondido bajo la capucha, hasta que decidió que sí se trataba de él, a pesar de la máscara pobre que lucía. No confiaba pues, el vínculo que los unía se había convertido en el tema principal de todo un Londres cotilla, por lo que no sería de extrañar que a alguien se le ocurriese usar la poca o mucha información que tengan para acercarse a la matriarca de los Triviani. No es que ésta temiese ese tipo de amenazas, pero quiso estar segura de no golpear a la persona equivocada.

 

― Asra. ―respondió luego de que retomase la marcha. Luego, agregó muy casual:― Silvas horroroso.

 

Llegados al punto de reunión, la zíngara pudo observar que era la única que no llevara máscara mortífaga, se giró hacia Aaron intentando encontrar la respuesta a una pregunta no formulada. Sin embargo, y tras los hechos que sucedieron frente a sus ojos, olvidó el tema y se quedó pensando en la información que había brindado el Jorobado. ¿Los iluminados?. Clavó la vista en la Maestra del Puerto sin ningún resultado positivo a la cantidad de interrogantes que ya tenía en mente.

 

Vio cómo todos se marchaban para cumplir con la tarea, mas se le ocurrió que ninguno sabía realmente qué hacer con ellos. Estuvo a punto de pedir más información de la que el trovador les había dado, pero tenía la certeza de que no recibirían más, pues dudaba que los Maestros supiesen más que ellos. Al fin y al cabo, habían escuchado lo mismo que la gitana y que cualquiera los presentes.

 

― Dejas que la suerte tome decisiones por ti, Aa... Caelun. ―se corrigió antes de que alguien la hubiese oído, y le dirigió una mirada de reproche.― Iremos a Tinworth. ―sentenció mientras lo tomaba del antebrazo y desaparecía junto con él.

 

*****

 

― Espero que no tengas inconveniente en que hayamos caído en este lugar. Ya sabes, la cantidad de muggles con los que podríamos toparnos... ―quiso pincharlo un poco.

 

Por supuesto, la aparición allí no fue de lo más placentera, quizás debiese haber utilizado Fulgura Nox, pero no se le ocurrió sino hasta que se encontró tirada en el suelo y con dolor de costillas. Se incorporó rápido y se curó sin problemas, demostrando lo acostumbrada que estaba a ese tipo de fails al momento de hacer apariciones.

 

―Bien, ―dijo mientras se tronaba los dedos.― ¿Por dónde empezamos?

 

@

[Aaron Black Yaxley]

Tinworth

 

- Es Ca...- pero no alcancé a corregir puesto que ella se adelantó. Miré con cierto nerviosismo oculto en un sutil ladeo de mi cabeza hacia ambos costados y me pareció ver a Oriánthi cuando crucé aquella mirada de reproche- bien, entonces lanzaré uN gA...

 

No alcancé a meter la mano en el único bolsillo de mi túnica cuando la bruja me tomó del antebrazo para sentir el incómodo arrastre en caracol hasta ser consumidos en un punto ciego del puerto. "...león..."; fue la primera palabra a secas, seguido de un "galeón" y la recomposición luego de la desaparición. Me sentí mareado por un par de segundos, nada fuera de lo común y me toqué los brazos mietras observaba mis piernas; pasé luego la diestra por el cabello.

 

-¡Podrías haber avisado!- exclamé por el sonido que emitía el oleaje al reventar. Desenvainé la varita y la crucé por el rostro desvaneciendo la máscara; allí estaba con mi cicatriz pequeña y lineal al parpado inferior izquierdo. Luego toqué mi túnica y la misma se transformó en una playera blanca con un bolsillo al costado, a la altura del pecho; los pantalones y el calzado tornaron a un pantalón corto oscuro junto con unos mocasines playeros. Cuestioné ante la eventual risa de la bruja- ¿Qué?... no queremos ser descubiertos ¿no?. Todos los muggles saben que existimos, y aunque bien podría andar lanzando hechizos a diestra y siniestra, creo que esta misión es...¿encubierta?...

 

Curiosamente era de día, y es que los parajes mágicos podían ser modificados como el gran salón de Hogwarts; Tinworth no era un lugar mágico, pero sí especial para algunos pues había sido el lugar donde dicen haber enterrado al est****o elfo de Lucius Malfoy. Observé el cielo y tras enseñar un rostro parco, como de costumbre, transformé un vaso vacío del suelo en unas gafas con estilo.

 

-Que cochinos son éstos seres...- alegué mientras me ponía aquellas gafas, con las cuales observé a la gitana- Ponte a tono...- le dije a Candela mientras comenzaba a dar zancadas en la suave arena bajo nuestros pies-... no quiero que crean que ando con una loca de patio si aún no estamos en halloween...- sostuve al pasar por su costado, asolapando un roce de mi arma mágica para cambiar sus prendas a unas más muggles.

 

@@Candela Triviani