Jump to content

Espejo de los Lamentos


Ellie Moody
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Inmediatamente después de realizar el hechizo de purificación comenzó a sentir cómo la situación se distorsionaba: había algo que estaba mal y no se trataba precisamente de algún efecto que pudiera causar un hechizo mal hecho. Se levantó del piso rápidamente y se alejó del armario retrocediendo hacía atrás, sin importar hacía dónde se dirigía. Su incertidumbre comenzaba a incrementarse y suponía que la de sus compañeros también. Sólo necesitaba unos segundos para pensar en lo que debía hacer.
— ¿Qué está sucediendo?
Trató de visualizar la escena sin perder de vista cada una de las acciones que realizaban sus compañeros. A través de la ventana se podía ver cómo la oscuridad se hacía presente. Desconocía exactamente la hora pero podía suponer que ya no sólo atardecía, sino que entraban en las primeras horas de la noche. Creía que el panorama exterior daba un efecto aún más tétrico a la situación, sin contar también los sonidos que podían oírse que eran similares a la de pisadas.
Por otra parte, comenzaron a escucharse ruidos que provenían del armario. Suponía que podía tratarse de algo que quería salir y hacerse presente ante ellos; sin embargo, también podía ser algún mecanismo de protección. Se sentía alterada y con miedo, de tal manera que no podía conectar sus ideas. Sabía que junto con los conocimientos y habilidades de sus compañeros era posible estabilizar la situación.
Todo se había vuelto oscuro y comenzaban a aparecer figuras de criaturas que intentaban atraparlos. De repente sintió cómo una especie de mano o tentáculo tocaba su tobillo proporcionando con fuerza y, paso seguido, le hizo caer al suelo. Sus otros compañeros también estaban teniendo problemas con esas criaturas y suponía que para ayudarlos tenía que librarse primero ella.
— Lanza de Assal — pronunció.
Una lanza mágica se materializó frente a ella dirigiéndose exclusivamente a la criatura que sostenía su tobillo izquierdo. Claramente, suponía que estaban constituidos en mayor proporción por magia oscura o maldita, por lo que el hechizo se realizaría con éxito hiriendo o matando a su enemigo.
— No sé exactamente cuántos son — respondió sin detenerse a pensar que estaban encerrados.
La piel de su tobillo comenzaba a tornarse roja y podía suponer que no podría ponerse de pie si no se curaba a tiempo: — Beltane.

Luego se percató de los cristales. Debían realizar un plan para unirlos y obtener más pistas.

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Matt Ironwood.

 

 

 

 

 

 

Sus compañeras no tardaron en ponerse en acción, las criaturas trataban de entrar por donde pudieran al interior de la casa, ventanas, puertas, el techo, incluso por entre los tablones del suelo pero hasta el momento el grupo lograba mantenerlos a raya.

 

-Estoy bien - despreocupó a Zahil mientras se giraba hacia la ventana detrás de sí y apuntaba con su varita listo para defender otro ataque. El armario no dejaba de vibrar y cada vez con más intensidad, como si notara que el peligro era cada vez más presente.

 

Sherlyn estaba en el piso pero parecía estar bien dentro de lo esperado para la situación en la que se encontraban atrapados.

 

-Tenemos que irnos y ahora - se hizo oír por sobre el caótico ataque -son muchos y no podemos defendernos desde El Refugio - explicó, debían desaparecer hacia el bosque, el terreno era más elevado con suaves colinas donde tendrían una buena vista de la playa y de El Refugio y los árboles les brindarían camuflaje en caso de necesitarlo.

 

-Al bosque, hay que desaparecer al bosque - sugirió esperando que todos fueran capaces de manejar la habilidad de la Aparición, pero antes de poder siquiera mentalizarse para realizar la acción la acción un pensamiento le cruzó la mente ¡El espejo! No podían irse sin el espejo, el armario seguía vibrando pero confiaba en que las sacerdotisas hubieran limpiado cualquier rastro de magia tóxica del mismo, por lo que cruzó a grandes zancadas la sala, saltando por una mano grisácea y fría que emergió desde el suelo de entre un tablón roto en busca de un tobillo y llegó al armario.

 

La adrenalina le corría por el cuerpo y su autocontrol era casi nulo frente a la desesperación y el apuro de la situación, arrancó la puerta de los gozones al abrir el armario y las arrojó sin cuidado. Dentro varios objetos y decoraciones se agitaban y saltaban en las repisas del interior pero se mantenían en su lugar. El castaño buscó con la mirada el espejo y encontró los fragmentos dentro de una pequeña caja de vidrio y debajo unos recortes de periódicos que también tomó esperando que sean los correctos.

 

Se volvió a sus compañeros que seguían resistiendo los embates de las criaturas y gritó -Tengo el espejo- corrió hasta su mochila que dejó a los pies de un sofá esquivando un par de garras que salían de una ventana rota se la colgó a los hombros y dijo -¡Al bosque ahora! - giró sobre sus talones y desapareció de aquel imparable ataque.

 

Una rama se quebró bajo sus pies al abandonar la opresiva oscuridad y sus pulmones se llenaron del aire fresco y con olor a pino del bosque. El juego de sombras y luces que generaba la plateada luna que brillaba en el cielo se proyectaba entre los árboles y a lo lejos se oían los sonidos de las criaturas que atacaban El Refugio. El Ironwood se giró buscando con la mirada a sus compañeras, esperaba que hubieran tenido tiempo de escapar y que tampoco se hubieran materializado a mucha distancia de su posición, aquel bosque era grande y antiguo y en plena noche y bajo un ataque sería difícil ubicarse.

 

No había nadie a la vuelta, quizás solo estuvieran a un par de metros en cualquier dirección, tras una colina o en uno de los pequeños valles que conformaban aquel ondulado y tupido paisaje. Miró su mano izquierda donde tenía la caja de vidrio con los fragmentos del espejo encantado y los recortes de periodico, al menos lograron sacar las únicas pistas que tenían.

 

El sonido de unos arbustos al agitarse lo hicieron girar varita en mano, listo y tenso para enfrentarse a lo que sea, solo esperaba que no hiciera falta.

 

 

 

@ @@Sherlyn Stark @@Xell Vladimir Potter Black

 

Firma-Nueva.md.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Recuerdo

 

—Creo que... creo que los perdimos —suelta Peter, casi sin aliento.

 

Desde el primer momento, la excursión no había resultado como lo tenían pensado. Apenas las luces del atardecer aparecieron en el suelo, el aire se volvió denso, la temperatura descendió varios grados y las emociones estaban a flor de piel. Pero lo que hizo que el grupo se quebrara fue lo que sólo puede considerarse como un ataque, aunque debido a la escasa luz están bastante confundidos. Están lastimados y cansados, y no tienen la menor idea de quién o qué fue lo que los atacó, pero saben que debido a la confusión terminaron adentrándose todavía más en el bosque.

 

—Los perdidos somos nosotros —repone Lauren, cuya voz transmite que está al borde del colapso—. ¡Si antes no podíamos encontrar el camino de regreso, ahora mucho menos!

 

—¿Cuánto tiempo hemos estado vagando, de todas formas? —susurra Miriam, desesperanzada, mientras observa el fondo vacío de su cantimplora. Tiene la boca seca, como si tuviera mucho tiempo sin tomar agua.

 

Timothy permanece en silencio, observando el espejo roto durante el ataque. No tiene la menor idea de dónde apareció, pero... al otro lado parecían haber personas que podía escucharlos. Quizás ya esté loco, quizás sea la deshidratación o el hambre, pero intentó hablarles. ¿Aquello habrá sido real? ¿Aquello habrá funcionado de alguna forma?

 

—No podemos quedarnos aquí —susurra Peter, al escuchar el sonido de una rama romperse—. Busquemos un lugar para pasar la noche.

 

Presente

 

En el bosque, los miembros de la Orden del Fénix comienzan a oír sonidos que les hacen pensar que no están solos, pero a simple vista no parece haber nada ni nadie más que ellos. Todo es muy misterioso y confuso, saben que deben encontrar alguna pista que les ayude a entender lo que suceden. Entonces, el grupo...

  1. Encuentra un rastro mágico, prácticamente desvanecido, que los conduce a una cueva vacía donde encuentran algunas pertenencias abandonadas.
  2. Descubre que hay un camino de árboles marcados con mensajes cortos de ayuda, que se interrumpe abruptamente en un claro donde encuentran fragmentos de un espejo mágico.
  3. Escucha a una persona pidiendo ayuda a través del espejo pero, por más que busquen en el bosque, no encuentran rastros de más personas.

La siguiente persona en postear elegirá sólo una (1) de las opciones y la desarrollará lo suficiente como para integrar el elemento a la trama de rol, el resto del grupo deberá ceñirse al rol de esa persona en todo momento, pudiendo añadir más detalles pero respetando la elección acerca del rumbo de la trama.

 

Basta con rolear qué es lo que el grupo descubre y qué sucede, aunque si lo desea la persona puede especificar el número de la elección tomada.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La rubia asiente ante la propuesta de Matt y trata de dejar algunas criaturas muertas mientras corre tras el mago para cuidarle la espalda mientras recoge las pistas y tras asegurarse que desaparece ella se prepara para lo mismo, no sin antes dejarles algunos amigos para ralentizar el ataque darle oportunidad al resto de salir de ahi tras ellos. Invoca otro par de panteras de sombras y les ordena atacar junto a sus primeras criaturas de manera que creen un circulo alrededor de las sacerdotisas y que estas puedan salir. No tiene tiempo de quedarse a ver si lo logran, si se queda un poco mas no podrá salir y si sale arrastraría a alguno de esos engendros con ella y no puede darse ese lujo.

 

- Salgan, ahora!!!- les grita mientras desaparece hacia el bosque. No queda lejos de su compañero porque lo escucha preguntar quien esta ahi.

 

- Soy yo, Matt - le grita mientras se queda parada observando, sintiendo. Alguien o algo uso magia y aun se puede sentir de manera muy débil pero está ahi. Sera mejor que vengas a ver esto.

 

Comienza a caminar mientras va palpando los arboles y los arbustos, esperando que el Ironwood la este siguiendo porque teme que el rastros se evapore y lo pierdan. Escucha los pasos del brujo o lo que espera que sea el tras de si y continua su camino hasta que se topa con una cueva, lo suficientemente grande para que un grupo de personas entre a ella. Camina hacia dentro y de pronto el rastro termina abruptamente, saca su varita y lanza un lumus para iluminar el lugar y entonces lo ve. Hay varias mochilas de campista y los rastros de una fogata.

 

- creo que aqui fue el ultimo lugar en que estuvieron bien los campistas - dijo mientras tocaba una de las mochilas para ver si tenia rastros de algo pero no podia percibir nada.

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Matt Ironwood.

 

 

 

 

La figura de Zahil emergió de entre los arbustos para alivio del mago que rápidamente bajó la varita -Menos mal - suspiró al ver que había logrado escapar del ataque, pero no pudo ver detrás de la mujer a Xell o a Sherlyn ¿Habrían logrado escapar? Esperaba que así fuera.

 

-¿Sherlyn y Xell? ¿Han logrado escapar? - le preguntó esperanzado a que la oscura tuviera buenas nuevas pero la respuesta no llegó a darse pues algo captó la atención de la bruja. Zahil comenzó a seguir algo, algo que el mago todavía no lograba darse cuenta de que era, pero ella seguía un rastro, rozaba con sus dedos delicadamente troncos nudosos mientras avanzaba sin una dirección predeterminada por el irregular terreno de aquel antiguo bosque.

 

El castaño guardaba completo silencio mientras seguía a la bruja, no quería distraerla no quería que perdiera aquello que la conducía aunque las preguntas estallaban como fuegos artificiales dentro de su cabeza. ¿Que era aquel rastro? ¿Y por qué no era capaz de sentirlo? Trató de concentrarse, de abrir sus sentidos pero el silencio ominoso y antinatural de aquel bosque lo distraía ¿Por que todo estaba tan silencioso? Matt sentía como si aquel bosque estuviera conteniendo el aliento listo para explotar de un momento a otro y no estaba seguro de que le gustara lo que sucedería con el estallido.

 

El camino era cada vez más pedregoso, rocas afiladas y de tamaños llamativos emergían de la tierra oscura y eran iluminados por la luz de plata de la luna llena, los árboles eran cada vez menos numerosos y más espaciados entre sí y no eran tan altos, el bosque se estaba abriendo a medida que ascendían por la ladera hasta que frente a ellos apareció un paredón de roca que se alzaba siete metros del suelo, encima del mismo el bosque crecía nuevamente.

 

En aquel punto el mago pudo sentir el rastro que los condujo hasta aquel lugar, magia y no de la buena y su presencia se intensifica a medida que se acercaban a la entrada de una cueva que se extendía dentro de aquel paredón.

 

El par de magos ingresó con varita en mano iluminando el interior de la caverna, era un espacio amplio donde largas columnas de roca crecían del suelo y se perdían en la oscuridad del techo, misma oscuridad cerrada que se extendían en la periferia de aquel lugar.

 

Dentro siete mochilas se esparcían por el suelo en torno a los restos de una fogata, el ojiazul se acercó a la misma y tocó las cenizas y estaban sorprendentemente tibias - Esta fogata se extinguió hace poco - le explicó extrañado a la Granger. Observó las mochilas - Y al parecer se tuvieron que ir rápido - Matt se acercó hasta la más próxima y la abrió, dentro encontró típicas cosas que alguien se llevaría para ir a una excursión, una cantimplora, lentes de sol, protector, repelente, algo de comida, cuerdas, linternas y hasta un botiquín de primeros auxilios.

 

-No hay nada extraño dentro de la mochila - se incorporó y se giró a su compañera -¿Serán los campistas que estamos buscando? - le preguntó antes de depositar la caja de vidrio con los fragmentos del espejo en el suelo y empezar a ver los recortes de diarios sobre el suceso.

 

Mientras repasaba la escueta información que estos aportaban confirmó que los excursionistas extraviados eran siete - Si, parecen ser ellos, eran siete - le pasó el fragmento de la noticia donde aparecía una foto del grupo.

 

-¿Tendrán el espejo gemelo? - esperaba que así fuera, si lograban reparar el de ellos podrían establecer una línea de comunicación con el grupo - Necesitamos reparar el espejo - sabía que sus colegas de la Orden trataron de hacerlo y no pudieron, si existía una forma de recuperarlo no era con magia ordinaria pero ellos estaban en una misión de clanes donde ponían a prueba aquella magia tan particular que estuvieron entrenando por tanto tiempo, si existía una opción era intentar hacerlo de aquella forma.

 

-Puedo intentar crear un marco para el espejo, con propiedades especiales por si está contaminado por magia oscura que no permita unir su piezas, además de darle una protección extra contra cualquier maldición - ya había practicado el arte de la Herrería de los Paladines y era una actividad que disfrutaba mucho y que en aquel momento sería de mucha ayuda si funcionaba.

 

-Necesito cuarenta minutos - se puso un tiempo límite, nunca había fabricado algo en tan poco tiempo pero creía que hacer un marco para un pequeño espejo lo podría resolver en aquel plazo y el tiempo estaba en su contra en aquel momento y no se podía malgastar.

 

Sin más preámbulo se puso a trabajar. Matt se descolgó la mochila, la abrió y sosteniendo su varita apuntó a su interior. Del mismo emergió una estructura de importante tamaño que flotaba siendo dirigida por la varita se depositó sobre los restos de la hoguera. Se trataba de una fragua, la misma se alzaba sobre un soporte de un metal labrado que brillaba con dejo plateado que sostenía la mesa de un mineral de apariencia cristalina pero muy resistente y con propiedad mágicas, unos ladrillos del mismo material cercaban el lugar donde se encendería el fuego sagrado.

 

Tras la fragua salió el pesado y enorme yunque que se colocó donde el ojiazul quiso, una vez dispuestas las herramientas más pesado el mago extrajo con sus manos el martillo, las tenazas y el trozo de cobre encantado con el que trabajaría del interior de la mochila

 

Apoyó el martillo y las tenazas junto al yunque y después depositó la barra de cobre en el lugar donde encendería el fuego en la fragua, se volvió hacia la bruja - Quizás quieras mantener una distancia, va hacer mucho calor - le advirtió mientras se quitaba la fina campera que llevaba y se remangaba la camisa.

 

El mago se concentró y pensó <Fortress> de inmediato sintió como todas las células de su piel reaccionaba a la repentina descarga de magia y energía que lo recorrió, su piel se reforzó y un brillo oscuro refulgía allí donde la luz la iluminaba. El fuego de la herrería paladín era muy intenso casi insoportable si uno estaba cerca pero aquella sabia adaptación por parte del clan era una excelente defensa. Ya acorazado el mago se encaminó hacia la fragua, se posicionó frente a la misma juntó sus manos en un palmada que resonó en el aire y el brillante e intenso fuego de la fragua se encendió.

 

El cobre no tardó en reaccionar a la intensa temperatura que provocaban las vivaces llamas que lo envolvían, fue poniéndose cada vez más rojo mientras su brillo se encendía, el maleable metal cedía ante la fuego de la herrería sagrada. Matt sumamente concentrado aguardó unos minutos esperando el momento justo donde las cambiantes propiedades del metal le permitirían manipularlo a su gusto, cuando se llegó aquel punto se alcanzó las pinzas y tomó el metal encendido con mucho cuidado.

 

Caminó hasta el yunque donde apoyó el cobre y con su mano libre agarró el martillo especial de los herreros paladines, aquel mismo era tan maleable como el metal que debía darle forma, se adaptaba a la necesidades del herrero, cambiando su forma para trabajar la pieza.

 

Matt estuvo un buen rato golpeando una y otra vez el trozo de cobre, lo giraba, golpeaba suavemente, más fuerte, en los bordes, volvia a la fragua, lo iba amoldando para que alcanzara la forma que necesitaba.

 

Cuando logró llegar a lo que quería, dejó el martillo junto al yunque y elevó las pinzas que sostenían el marco que brillaba al rojo vivo, faltaba templarlo. Lo sostuvo por encima de su cabeza, lo observó y exhaló, un vapor espeso emergió de su boca que se arremolinaba mientras ascendía. La figura del marco desapareció tras el tumultuoso vapor que lo envolvía solo se podía sentir el sonido del metal caliente al sisear cuando entraba en contacto con el vapor a mucho menor temperatura.

 

El mago siguió soplando mientras templaba el metal hasta que el siseo se detuvo, el trabajo concluyó. Las últimas volutas de vapor se desvanecieron en el aire y el marco apareció tras ellas, el cobre brillo a la luz del fuego de la fragua detrás.

 

El castaño tomó el marco y se lo mostró a Zahil satisfecho con su obra - No es muy detallado pero como marco sirve - sonrió

 

Firma-Nueva.md.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Observo a su compañero investigar tanto las mochilas como la fogata, tenia razon, ella tambien podia sentir el aire tibio que contrastaba con el frio que hacia afuera de la cueva. Tal vez, tras perderse, los campistas habian encontrado refugio ahi, en aquel lugar perdido entre la malesa y incluso sospechaba que el espejo magico lo habían encontrado ahi y que aun lo tenian con ellos, al menos eso esperaba. Asintio ante la idea de Matt de contener los restos del espejo en un marco forjado con el poder de alguien del clan de los paladines. Después de la propia, la de los paladines era la que mas respetaba. El paladin le había pedido 40 minutos, tras lo cual estaría en condiciones de intentar reparar el espejo roto, así que mientras, ella se encargaría de que nadie lo interrumpiese.

 

Se alejo hacia la entrada no sin antes dejarle algo de iluminación, los Granger eran famosos por convocar pequeñas esferas de luz que iluminaban bastante, su pariente mas famosa, Hermione era muy diestra en ello y las primas Granger no eran la excepción. Invoco un par de criaturas de sombras, dos lobos, para que custodiasen la entrada con instrucciones especificas, solo podían dejar pasar a gente de la Orden, y salió afuera de la cueva para buscar rastro de las otras brujas, ya habían pasado 20 de los 40 minutos que Matt había pedido para hacer su magia y las brujas no aparecian

 

- Maldita sea, será que no pudieron salir? - gruño mientras caminaba por el perímetro de la entrada. Tal debería haberlas empujado a un portal, pero el temor de que las criaturas que los habían atacado las siguieran le había hecho desistir de invocar uno y ahora comenzaba a arrepentirse

 

- Umbra - susurro. Una sombra a su imagen apareció a su lado - regresa a la cabaña y busca a cualquier persona que pertenezca a la orden y tráela. La sombra asintió y salio corriendo de regreso al refugio mientras ella regresaba con su compañero para encontrarse con el marco listo para contener las piezas del espejo.

 

- Si el espejo roto tiene magia oscura, será mejor que yo meta las piezas al marco, seguro no opondrán tanta resistencia si reconocer una magia parecida - dijo tomando la caja. La abrió y paso sus dedos por los trozos rotos. Estos si tenían magia oscura, pero se estaba desvaneciendo, como lo hacia el rastro que los había llevado hasta ahí. Tomo la primer pieza con cuidado, esta vibro en sus manos pero se mantuvo en su palma así que la coloco con cuidado dentro del marco. Vibro un poco mas pero no salió de este, un suspiro de alivio salio de entre sus labios.

 

- Funciona Matt, eres un genio!!- le dijo a su compañero y después continuo poniendo el resto con la misma respuesta de cada trozo de vidrio, hasta que el ultimo quedo dentro.

 

y ahora? - le pregunto. Era su idea y lo dejaría que el hiciera los honores, que el descubriera si podían comunicarse con los campistas.

 

@@Syrius McGonagall @Sherlyn Stark @Xell Vladimir Potter Black

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y pasaron la noche en la cueva. Elevaron un par de tiendas, encendieron una fogata, consiguieron comida y agua... Las horas pasaban, los días, pero la noche no acababa. Y cada vez que trataban de poner un pie fuera de la cueva, volvían a convertirse en víctimas de los depredadores que moraban en el bosque, animales que no podían ser reales. ¿Aquello de verdad estaba sucediendo o era un sueño? ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Alguna vez regresarían?

 

- Creo que escucho algo - susurra Miriam.

 

- Cállense, estoy intentando dormir - se queja Lauren, que en aquella noche eterna no había podido conciliar el sueño.

 

Timothy entreabre los ojos y observa los fragmentos del espejo, regados sobre su regazo. Su visión es borrosa por el cansancio y la fatiga, pero distingue algo. Rostros. ¿Es real o está soñando?

 

- Estamos atrapados en la cueva - susurra, más como si se lamentara en voz alta que como si les hablara a las personas al otro lado del espejo.

 

Los miembros de la Orden del Fénix podrían verlos con claridad, agonizando de la fatiga en la cueva en el campamento que habían improvisado, exactamente la misma donde se encuentran ahora. Pero ¿cómo era posible eso? ¿Cómo podrían llegar a ellos?

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Matt Ironwood.

 

 

 

 

 

 

Observó como Zahil tomaba con cuidado los fragmentos del espejo y lentamente los iba colocando en el marco recientemente forjado y funcionó, el espejo volvía a estar recuperado. Una sensación de alivio envolvió al mago tras ver que su trabajo pese al poco tiempo que manejó tuvo éxito -Gracias- contestó al cumplido de la bruja, lo habían logrado, la pieza fundamental de aquel misterio estaba con ellos.

 

La rubia le cedió el espejo para que intentara la primer comunicación, Matt se incorporó del todo y sostuvo entre sus manos el objeto mágico, observó su propio reflejo devolviéndole la mirada sobre la pulida superficie pero poco a poco su perfil comenzó a distorsionarse, sombras y luces danzaron en el espejo cada vez con mayor intensidad hasta que otras figuras comenzaron a tomar forma y del otro lado la figura de unos jovenes confundidos y cansados se manifestó.

 

-Son los campistas- le susurró a su compañera al reconocer los rostros de los recortes de periódicos. El mago no sabía que decir, los campistas tampoco parecían estar alertado de la presencia del par de magos al otro lado del espejo, el grupo descansaba en una especie de cueva, reconoció sus mochilas, las mismas que estaba junto a ellos en aquel momento, vio una fogata que ardía en el centro del círculo en el que se habían dispuesto, las llamas iluminaban las columnas de la cueva y mantenían a raya la oscuridad de la periferia. Las mismas columnas que rodeaban a los magos en aquel momento, la misma forma, material, la misma distribución era una copia exacta, no no era una copia era la misma cueva.

 

Confundido el mago apartó la mirada del espejo y observó la cueva en la que se encontraban, no había dudas estaban en el mismo lugar que el reflejo les devolvía -Es la misma cueva - dijo en alta voz -Pero no puede ser…... no es un mensaje del pasado que se repite, si así fuera los restos de la fogata estarían fríos, la comida de las mochilas descompuesta…. Que mier** pasa - no se pudo contener Matt mirando a su compañera esperando una respuesta que alivianara su confusión.

 

-Están aquí y ahora pero no lo podemos ver ni ellos a nosotros - ¿Otra dimensión? Estaban compartiendo el mismo espacio físico pero en realidades distintas, no estaba seguro, jamás se había enfrentado a una situación como aquella. Un alarido espeluznante quebró el ambiente y resonó en el interior de la cueva, Matt se giró hacia la oscuridad que envolvía la periferia de la cueva, aquella impenetrable y fría oscuridad que parecía no ceder ante la luz de las varitas. Ahora que le prestaba un poco mas de atención se daba cuenta de que no era simple oscuridad, era una especie de velo espeso y negro que los envolvía por tres lados, ni la luz de la luna que se percolaba por la entrada de la cueva en sus espaldas era capaz de penentrarla.

 

El grito no volvió a repetirse, nada parecía venir hacia ellos pero provino del otro lado del velo, aun con la varita sujeta y listo para utilizarla en caso de ser necesario se volvió su compañera - Esa oscuridad ¿Es un velo no? - le preguntó haciendo un gesto con la cabeza hacia el muro que los rodeaba-¿Reconoces este tipo de magia? - quizás estaba siendo prejuicioso, no por ser una Oscura debía porque tener todas las respuestas para aquella rama de la magia, pero podría serlo.

 

No estaba seguro porque, pero sentía que debían cruzarlo, si querían llegar al fondo de aquel asunto debían atravesar el velo y llegar al otro lado, pese a que su razón le aconsejaba todo lo contrario, ¿Que pensaría la bruja?

 

 

@

 

Firma-Nueva.md.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Como era posible aquello, aun cuando dominaba el arte de los portales por ser una de sus magias preferidas, aquello era muy diferente, lo sentía en cada célula de su ser, aquel portal o velo era algo diferente y maligno. Cuando su compañero intento acercarse, algo vino a su mente, lo que sea que fuera aquello en la cueva era maligno y atraía a sus victimas de alguna manera. Estaba segura que si traspasaban el velo quedarían atrapados con los campistas para siempre.

 

- Espera no lo toques, - le dijo tocándolo del hombro. Dio un paso por delante de Matt y puso su mano cerca del velo pero sin hacer contacto. Podia sentir una especie de electricidad entre aquella cosa y su mano, como si la fuente de ambas magias se reconociera y buscara contactarse con su igual. Aquello le dio una idea, tenia que ver si había manera de ponerse en contacto con los campistas sin tener que cruzar. Llamo a su sombra que no parecía haber tenido éxito en la búsqueda y acaba de llegar a la cueva. Pero una vez que esta se unió a ella le dio a conocer que las criaturas del refugio iban tras ellos, el tiempo se estaba acabando

 

- No entremos, déjame mandar a alguien a buscarlos, tengo malas noticias, pronto tendremos visitas - le informo al Ironwood para que se pusiera atento

 

- Deimon, Seere, principe infernal, yo te invoco a esta cueva para recibir tu ayuda - invoco mientras se cortaba la mano y dejaba caer la sangre en el suelo de la cueva. Seere no solo era uno de los demonios que acudia a la ayuda de los oscuros sino que tenia muchos mas a su servicio para obtener lo que se le pedia en favor.

 

- hay unos campistas detras de ese velo, los necesito de este lado conmigo, despues de eso no te molestare mas por ahora - le dijo. El hermoso ser de oscuridad asintio, se dio la vuelta y se fue en busca de lo pedido. Justo cuando un murmullo de muchos seres atravezaba la entrada de la cueva y se arrastraba hacia ellos.

 

- Zeul!! - dijo, encausando la onda hacia la entrada matando a bastantes de ellos a su paso. Solo tenia que repetir este movimiento lo suficiente para darle tiempo a Seere de traer a los muggles a la dimensión de ellos y asi poderlos sacar de ahi

 

- Solo necesito tiempo para que Seere los saque de ahi, solo tenemos que aguantar lo suficiente hasta que crucen el velo de regreso a nosotros, Matt!!

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Matt Ironwood.

 

 

 

 

El suave toque sobre su hombro y la alerta de su compañera detuvo el avance del mago hacia el extrañamente atrayente velo que envolvía la cueva, se giró para observar como la bruja lo adelantaba y se detenía frente aquella misteriosa magia que parecía reconocer.

 

El castaño no emitió un solo sonido mientras Zahil parecía leer aquella magia, no quería interrumpirla ni que por ello perdieran una oportunidad de entender lo que estaba pasando y realmente lo necesitaban.

 

Pero la siguiente acción de la bruja lo impresionó, jamás había visto la invocación de un demonio. El corte autoinfligido en la mano de la mujer arrojó gotas escarlata sobre el suelo pedregoso de la cueva el cual lo bebió espeluznantemente con ansias, su tono de voz se elevó mientras pedía por la aparición de uno de aquellos seres que su Orden se había encargado desde su formación en combatir.

 

El ojiazul vio aparecer a la criatura, Seere era su nombre, como Paladín desconfiaba totalmente de aquellos seres, los seguidores de Thor se habían enfrentado en incontables ocasiones a ellos pero en aquel momento confiaba totalmente en las capacidades de control de su compañera como protectora de Necronomicón sobre el mismo. Tener de aliados y compañeros a los Oscuros era de gran ayuda y además muy complementario con las creencias de su Orden, desde dos gamas de la magia podían colaborar en resolver cualquier situación.

 

Seere cruzó el velo tras los campistas pero ellos no tuvieron la oportunidad de esperar para verlo regresar con éxito y acompañado porque algo más en la entrada de la cueva requería su atención.

La promesa de su compañera se cumplió, las criaturas que los atacaron en El Refugio ya estaban ingresando por la entrada y parecían ser decenas de ellos.

 

Ahora bajo la luz de luna pudo observarlos mejor, eran criaturas humanoides, no había dos iguales, se erguían sobre dos patas con extremidades que terminaban en garras, pezuñas, extraños largos y delgados dedos e incluso tentáculos; sus pieles era completamente negras y de textura en algunas partes como escamosas, pudo observar como en alguno de ellos sobresalía de sus espaldas espinas ¿o era algo más?. Sus rostros no eran claros, sus facciones lucían borrosas, lo único que destacaba eran sus feroces ojos que brillaban rojos en la noche y que estaban clavados en ellos.

 

Zahil atacó con una rafaga de viento cortante matando al instante a la primera fila de atacantes, pero por la entrada seguía entrando un río embravecido de criaturas que rugían dispuestos a despedazarlos.

 

Matt se preparó para dar batalla, <Fortress> se concentró el mago mientras sentía como su piel respondía a la magia blindandose, guardó su varita e invocó la primer arma que forjó <Tambô> .

 

Sintió el familiar peso sobre su mano y el tacto del peculiar metal sagrado que la constituía sobre la piel, aquel cálido sentimiento del arduo trabajo en la forja lo envolvió y el Ironwood estaba listo para meterse en la refriega.

 

Avanzó hacia la primera criatura con velocidad y seguridad, con un arco paralelo al piso impacto en el cuello de la bestia con su arma y el Tambô respondió al pedido del paladín enroscándose en el mismo. El estridente grito de la criatura penetró en sus oidos mientras el mago con fuerza arrojaba al ser apresado al suelo, elevó la mano que tenía libre al aire e invocó otra arma que forjó durante su entrenamiento en el Templo Paladín, un puñal con mango de hueso de dragón que brillaba negro a la luz del fuego sagrado de la forja y que terminaba en una filosa hoja de un metal especial que solo su Clan era capaz de maldear.

 

No lo dudó, hendió el aire y clavó con fuerza el puñal allí donde suponía que la criatura tenía el corazón y al parecer era el lugar correcto pues tras un último alarido de dolor el ser dejó de moverse. Pero ni tiempo de recuperar el aire pudo el mago pues una fuerte zarpa sujetó su hombro derecho y con violencia arrojó al Ironwood al suelo.

 

Perdió el puñal en el cuerpo de la anterior criatura y su Tambô pese a tenerlo aún sujeto tenía el otro extremo aun enroscado en el cuello de la bestia, estaba desarmado y los ojos rojos del siguiente enemigo se cernía sobre él, actuó sin pensar. Cerró su mano libre en un puño, concentró su energía y le propinó un fuerte puñetazo en el rostro a su atacante, sintió el sonido de algo al romperse mientras la zarpa que lo sujetaba lo liberaba.

 

La criatura se alejó tambaleante mientras rugía lo que le permitió a Matt alejarse mientras liberaba su Tambô, con rapidez el castaño se incorporó y echó una rápida mirada al pesado yunque a su espalda ocurriendosele una idea. Su Tambô además de ser una formidable arma de combate también le permitía al Paladín controlar los campos magnéticos de los objetos y seres vivos a su antojo, atrayendolos o expulsandolos con enorme precisión.

 

Apuntó con el Tambô al yunque leyendo el característico campo magnético del mismo y aprovechando su favor, el mismo comenzó a elevarse un par de centímetros del suelo y siguiendo la espontánea reacción del mago salió disparado como un violento proyectil que impactó con fuerza sobre un grupo de criaturas que acaba de ingresar.

 

Zahil le había pedido que resistiera mientras aguardaban a que el demonio volviera con los campistas, una vez los mismo estuvieran con ellos podrían desaparecer de allí pero por el momento debían luchar.

 

El castaño avanzó Tambô en mano hacia el siguiente rival que tenía más cerca y se lanzó al combate, utilizando con ferocidad su arma golpeando y cortando cuanto podía, derecha, izquierda, esquivando el contraataque, utilizaba su codo, su hombro, el propio peso de su cuerpo para atacar, los seres seguían llegando uno tras otro pero a Matt no le importaba estaba embriagado en el fragor de la batalla, sentía la adrenalina recorrer su torrente mientras avanzaba sobre enemigos en una furia silenciosa que solo era quebrada por los sonidos de su respiración y algún gruñido.

 

Sentía un sabor dulce en la boca mientras atacaba y se defendía, cada músculo y articulación de su cuerpo reaccionaba perfectamente, no sentía dolor ni cansancio, no por el momento, luchaba por su vida, por la de su compañera y no podía fallar.

 

Cuando un numeroso grupo lo rodeó una repentina rafaga cortante los eliminó, por fin pudo levantar la mirada hacia su compañera que también se encontraba enfrascada en la batalla, lo lograrían, estaba seguro, los dos juntos podrían durar mientras aguardaban la llegada de los campistas. Aquella pequeña pausa le permitió recuperar el aliento y se enfocó en el próximo enemigo que avanzó hacia él.

 

 

 

@

 

Firma-Nueva.md.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.