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Espejismo


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La bruja de cabellos rojos se encontraba de pie observando aquel bosque oscuro mientras que recordaba lo que había ocurrido horas atrás durante la mañana...

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El Ministerio había estado bastante vacío la mayor parte del año, los pocos equipos que quedaban preferían o trabajar por fuera o hacerlo de tiempo en tiempo, unas cuantas personas a la vez por lo que lo que alguna vez hubiera sido un edificio pletórico de movimiento y de personal de departamento cada vez parecía ser más un recuerdo.

 

A veces cuando iba en las mañanas para asegurarse de que el Departamento de Accidentes no fuese a caer en el abandono, se topaba con algunos otros trabajadores en grupos, hablando entre ellos para luego retirarse a sus actividades de campo.

 

Y es que también con la nueva orden de ese Ministro que ya se iba...

 

Apretó un puño y resopló

 

Si no fuera porque al parecer aquellas nuevas leyes habían entusiasmado al resto de sus compañeros en la Marca Tenebrosa, convirtiéndolo en el nuevo líder ella hubiera buscado el mejor momento para tratar de capturarle y utilizar... alguna parte de su cuerpo como ingrediente para revivir al verdadero Señor Oscuro. En verdad, los nuevos rumbos de la Marca y sus nuevos mortífagos no eran ni por poco... lo que su verdadero Señor quería, ni lo buscaban ni mantenían las esperanzas de su vuelta.

 

Eran muy contados y silenciosos los que como ella, creían que la Marca Tenebrosa solo podía volver a su gloria si Lord Voldemort volvía a estar en el poder.

 

Pero para eso faltaba tiempo y con las ahora elecciones nuevas para Ministro, bueno...

 

Quizá el siguiente sería mejor material para sacrificio.

 

En cuanto llegó a las oficinas, sus cejas se levantaron. No menos de cinco Ministeriales se habían presentado en las puertas y en ausencia de Matt y de la mayoría del grupo, ella se estaba haciendo cargo, pero... los observó a todos ellos en cuanto la vieron entrar, moviéndose despacio y con precaución sin dejar de verles con sospecha hasta que dejó su morral de trabajo a un lado y entornó los ojos.

 

-Nadie viene nunca a Accidentes, se dice que el Departamento está maldito... -dijo despacio la Snape mientras los hombres seguían mirándola y finalmente uno se acercaba con gesto casi desesperado

 

-Y es por eso que venimos -dijo aquel hombre observándola con seriedad mientras que la bruja se recargaba de espaldas en un muro y se cruzaba de brazos, moviéndo una mano para que aquella persona continuase hablando -por una situación que nos hace pensar en una maldición que acecha en los bosques de Bernwood...

 

-Y?

 

-Se supone que hay un circo en el Parque de las Lamentaciones, no es verdad?

 

Los ojos de la Snape se entornaron por unos momentos ante aquella mención antes de asentir muy despacio, sin dejar de observar a aquellos hombres que tenían expresiones sombrías; justamente hacía muy poco la bruja había tenido su clase de Maestría con Escobas en aquel sitio por lo que no era como que la sola mención no le hiciese sentir que aquello no le iba a gustar

-En Bernwood se han estado repartiendo volantes acerca del circo, justo el mismo que posee su hermana y que está recibiendo a los magos que quieran refugiarse en este momento de dudas... ya han surgido varios sitios mágicos para albergarnos en lo que se arregla toda la situación... sin embargo, creemos que en este caso se trata de una especie de trampa... -comentó aquel sujeto y la vampiro ladeó la cabeza

 

-No lo dudo... mi hermana no ha movido su locación hasta donde tengo entendido por lo que el llevarlo a Bernwod está fuera de discusión... -comentó muy apenas -pero esa soy yo, ustedes cómo sospecharon de que se trataba de algo maldito?

 

-Por los trozos de cuerpo -replicó lacónicamente otro de aquellos hombres haciendo una mueca de desagrado mientras que el resto se removía incómodo -enviamos a un par de los nuestros a investigar y nunca volvieron. Cuando se envió un equipo de búsqueda en la zona antes de darnos cuenta ya estabamos rodeando el bosque en círculos y lo más que uno de nuestros crup entrenados encontró, fueron un trozo de pierna y parte de un torso desgarrado que tenía un tatuaje... uno que varios ya conocíamos como de nuestro compañero...

 

Los demás asintieron de forma sombría y nuevamente, el que iba por delante comenzó a hablar

 

-Sabemos que en este Departamento gustan... de las situaciones extrañas como esta así que decidimos que con la necesidad de manos y trabajadores que hay, quizá ustedes querrían...

 

-No querríamos... lo vamos a hacer -resopló la Snape caminando fastidiada hacia una percha donde colgaba su capa de viaje para colocársela encima -además, esto es personal porque si es algo duplicando un sitio que es propiedad de un familiar, los tacos nos los van a arrojar a nosotros y últimamente empiezo a cansarme de ese deporte -suspiró y se dirigió hacia la salida del sitio, solo deteniéndose unos momentos ante la mirada de aquellas personas -entonces... el Bosque de Bernwood?

-Así es señorita

-Bueno... háganme un último favor... -pidió la bruja sin voltear a verles y sintiendo la tensión a su espalda, con los demás hombres cruzando miradas -envíen lechuzas a los demás Departamentos del Ministerio. En verdad creo que vamos a necesitar de cuántas manos sean posibles para salir adelante de esto y sé que siempre hay magos y brujas que no le temen ingresar en lo desconocido, aunque se trate de algo peligroso

Dijo antes de salir de aquel sitio, moviendo una mano para indicarle a su elfo que hiciera el mismo aviso a los miembros de su propia familia

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Y ahora ahí se encontraba

De pie, alzando una lámpara que emitía una débil luz azul que no sería tan perceptible a los espectros u horrores que se encontraran en aquel sitio mientras que en su otra mano apretaba el pequeño volante que invitaba a la comunidad mágica a refugiarse de los muggles que ahora tenían la libertad de atacarlos bajo el toldo del circo

 

Entornó los ojos con rabia, quién podía ser tan... desgraciado con su vida como para crear un fenómeno como aquel que se concentrase en asesinar seres mágicos?

O en verdad se trataba de algo más espectral?

Mientras iba pensando en aquello, se internó en aquel sombrío bosque, la lámpaza como un brillante ojo celeste casi blanco balanceándose en su mano mientras la oscuridad de los alrededores finalmente la devoraba, preguntándose si alguien más iría a intentar desentrañar aquello.... o a ver si podían rescatar al ministerial que quedaba con vida...

 

Si es que aún había alguien con vida...

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Si era a un bosque a donde tenía que meterse entonces eso era lo que iba a hacer porque a ella no había nada que le diese miedo aunque hubiera preferido haber podido ir con alguien de la familia o encontrándose con algunos otros compañeros pero también sabía que no todas las situaciones estaban en sus manos para llevarlas a cabo como ella quería siempre así que cuando llegó a las lindes de aquel bosque que se le hacía recordar al bosque tenebroso de Hogwarts levantó la varita que le iluminaba los caminos, al menos sabía que podía confiar en su fiel compañera para defenderse y para saber que la oscuridad nunca se abriría paso hasta ella, entre su varita y su alma pura ya tenía más que suficientes defensas contra la maldad.

Pero el sonido de crujidos y de pasos también eran suficiente señal de alerta como para que la valiente gryffindor se diera cuenta de que podía encontrarse bajo ataque mucho más pronto de lo que había comenzado a calcular, pues bien, ella estaba dispuesta a dar pelea y no dejarse vencer por ninguna clase de monstruo o demonio.

-¿Quién está ahí?


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Caza recompensas ese era su trabajo de medio tiempo, pero bueno nunca había sido de estar en una oficina, llenando papeles y esperar a que una gran aventura pase por su puerta. Así que ahí estaba siempre buscando información y yendo hacia la aventura de primera mano.

 

Ayer se encontraba cerca de su sitio favorito en aquel pueblo, un abandonado parque de diversiones el cual tenía juegos oxidados y fantasmas aguardando en todos los rincones. Así que cuando apareció una figura por un lado de la bruja, se extrañó un poco. Solo pocas personas sabían que ahí podían hallarla y encargarle alguna tarea para poder obtener información o traficar con algún artículo.

 

Una mujer de mediana edad se paró junto a ella y comenzó a narrarle lo que la angustiaba, alguien repartía volantes sobre un circo que aceptaba a todos los refugiados Magos que habían sufrido cuando el estatuto del secreto de la magia cayó. Así que su hija y novio fueron a comprobar que fuera verdad la información que proporcionaban, pero dado que ya llevaban dos días sin aparecer. Estaba preocupada por el paradero de su hija, y más aún preocupada por que le fuera a pasar algo.

 

Así que ahí estaba, caminando con calma rumbo hacia el bosque de Bernwood y descubrir por fin que era lo que pasaba ahí. Después de un rato caminando la oscuridad fue haciéndose cada vez más penetrante, pero no le importaba estaba acostumbrada a caminar en aquellas condiciones y a lo lejos comenzó a ver una luz, conforme se acercaba se fue haciendo más nítida y una mujer se veía claramente como la dueña de ella. Era como un faro para decir, miren aquí estoy sola y quiero que me asesinen.

 

Salió por detrás de ella calmadamente para no asustarla y cuando pregunto que quien era, alzo las manos en señal de paz. No fuera que le lanzara un encantamiento por error.

 

-Hola, Soy Ariadna Macnair. No deberías estar por estos rumbos a estas hora de la noche y mucho menos sola- comento la bruja y sostuvo su varita a un costado, preparada para lo que saliera de la oscuridad en cualquier momento.

 

@@Ashley Peverell

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El ojimiel se encontraba en la reserva por petición del elfo Tofi, había ocurrido un ataque a las criaturas y aunque los elfos acudieron casi de inmediato para defender a las criaturas así como ahuyentar a los atacantes, aún así habían resultado gravemente heridas tres de las criaturas, era urgente hacer algo para evitar que murieran, era por eso que llamaron al mago. Dracony no pidió explicaciones a los elfos, solo se apresuró a atender a sus queridas criaturas mágicas... se ayudo de sus objetos mágicos y de sus conocimientos de primeros auxilios, fue una delicada tarea, donde favoreció enormemente para obtener la recuperación total de las criaturas y solo cuando ya estaban fuera de peligro, se preguntaba para sus adentros: ¿Quiénes serían aquellos atacantes?

 

Con la caída del Estatuto del secreto de la magia, las criaturas se volvieron victimas de ataques crueles causados por gente que les teme tanto, que usaban toda clase de armas y planeadas emboscadas, hubo que poner defensas mágicas alrededor de la reserva, pero en la mente del Dracony, surgió una idea que le hizo recobrar la confianza, en cuanto le fuera posible, iba adquirir un basilisco, entonces tendrían su merecido aquellas personas insensibles que agredían a las criaturas mágicas que poseen en aquel paraje.

 

Estando todo nuevamente en regla, al lugar llegó un elfo, era la segunda ocasión que el peliverde ve al sirviente, le pertenece a su tía Hayame y lleva para el joven mago un mensaje de la Snape, un aviso por demás interesante...Ryvak no puede perder la ocasión de participar, así que se pone encima su capa oscura y usando un portal mágico, parte hacia el Bosque de Bernwood.

 

Al llegar emprende la búsqueda de la carpa de circo que menciono el elfo, él ha ido al circo de Sagitas, así que no duda en reconocer aquella imitación, le sorprende distinguir en la oscuridad, una luz blanquesina, piensa que puede ser de parte de la bruja pelirroja, así que avanza hacia la luz, tarda en llegar a encontrarse con ella pero no es el único, también se encuentra esa rubia que es familiar y ayuda a los accidentosos @@Ashley Peverell y tan dispuesta a participar, su amiga peliazul @ ya cruza palabras con la vampira.

 

--Hola, he recibido el mensaje que me has enviado con tu elfo tía Hayame y heme aquí, ¿Nos haremos pasar por magos que van en busca de refugio, o como fuerza mágica con orden de captura a todo presunto culpable de esas desapariciones? si me preguntas, me gusta más la segunda opción. Hola chicas. - Sonrió a Ashley y a Ariadna.

 

@@Hayame Snape Potter Black

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Shelle Ridcklaud de la Hoya Gryffindor

 

 

 

-Oficinas del Magisk Politike

En el despacho presidencial.

 

 

 

Los azulados ojos de la periodista recorrían la información que miembros del ministerio le habían facilitado. Junto con el pergamino, que había llegado hacía diez minutos, un volante de circo con el típico anuncio de refugio que había empezado a circular en ciertos lugares que protegían a desamparados en esta guerra civil.

 

Sabia que la información había llegado con la única condición de que lograra investigar a fondo el caso. La bruja estaba cansada de recibir noticias a medias, sentía que los años le pesaban en la espalda y arriesgar su pellejo por una nota interesante había sido una pasión que fue cambiando con El Paso de los años, empezaba a disfrutar de la vida de escritorio y de la compañía de su viejo laúd de madera con el cual se inspiraba en sus ratos libres.

 

Sin embargo la situación de la bruja había cambiado cuando su torre en Dinamarca fue destruida y tuvo que montar una nueva sede editorial de buenas a primeras. Aún no confiaba a sus nuevos reporteros ciertas noticias, necesitaba tiempo para fortalecer lazos con sus subordinados y aún tenía el dolor en el pecho cada vez que pensaba en quienes habían fallecido el día del ataque.

 

Decidida, la bruja tomó el volante y desapareció, dejando que la oscuridad se apodere de la Sala.

 

 

 

 

- Bosque de Bernwood

 

 

 

 

Aire puro del bosque llenó sus pulmones, la frescura de una naturaleza pura, cargada de vida. Aventuró sus pasos hasta sumergirse en la arboleda que yacía frente a sus ojos y pudo sentir que en su pecho se despertaba la adrenalina de sus años de verdadera juventud, sentía como la pasión por su profesión despertaba en cada paso.

 

La varita se encontraba preparada en sus afilados dedos y su oscura capa ondeaba por el viento. Estaba preparada.

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  • 2 meses más tarde...

Bosque de Bernwood

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La bruja había creído escuchar la voz de su hermana y de otras personas, girándose con la lámpara que seguía moviendo su blanquecina luz en el aire sin iluminar demasiado, casi como si las sombras estuviesen devorando toda iluminación que se alejase demasiado de su fuente; incluso los ojos rojizos de la vampiro parecían brillar levemente más ante la negrura que la rodeaba mientras que intentaba observar a la figura de la rubia que en un momento, parecía haberse desvanecido

-Madre mía...

Murmuró parpadeando un poco al sentir como si aquel sitio ya se hubiese devorado a la otra bruja... cuando le pareció escuchar la voz del Ryvak en aquella nada, alzando aún más su lámpara; incluso, otra figura empezaba a acercarse pero le estaba costando distinguirla pero era consciente de que el número de magos comenzando a reunirse definitivamente... despertaría lo que fuera que estuviese en aquel sitio

-Anthony? -llamó con cuidado, temiendo que también el fuese parte de una visión provocada pero se acercó de todas maneras con cuidado y la varita alzada -recibiste el mensaje? -inquirió y entonces, alzó un poco más la lámpara para tratar de distinguir mejor a las otras figuras que se acercaban -ustedes también vienen de los demás departamentos??... quienes sois?? -inquirió con el corazón golpeando con fuerza en su pecho

Como ninguno de ellos fuese real... ya se las veía apareciendo en pedazos por todo el sitio, así como los cadáveres de los que le habían hablado

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Aquella luz blanquesina era de una lámpara que su tía @@Hayame Snape Potter Black lleva en su mano izquierda, no es tan potente, pero al menos le ha indicado al Ryvak, la ubicación de la pelirroja, después de un largo silencio, el muchacho escucho la voz de la vampiro, El tono de la bruja denotaba duda, como si no reconociera al peliverde, cosa muy curiosa, igual el mago oscuro siguió caminando hacia la accidentosa.

 

Ryvak reflexiono un momento y detuvo su marcha, estaba seguro que el elfo que le llevó aquel mensaje le pertenece a la Snape... ¿Será que no cree que ha acudido de buena fe? ... sería la primera vez que no confían en él... tal vez creyera que fuese un impostor, aquello le ocasiono sentir rabia ¡Un impostor! ¡Ya le encontraría y lo despellejaría vivo! ¡Tomar su lugar, eso es una ofensa que no perdonaría! ¡No señor!

 

-- Por supuesto que soy yo ¿es que acaso no me reconoces?-- Dijo a la pelirroja mientras también tomaba su propia varita en su mano diestra -- ¿Quieres que te de una muestra de mi identidad?-- Soltó de imprevisto, aunque no tiene cierto como demostrar que es él, pero la mira a la vampiro directamente a sus ojos rojos que le miran escudriñando su presencia.

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

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Bosque de Bernwood

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Los ojos de la bruja lo otearon por unos cuántos momentos para luego, relajar el semblante y la manera en la que sostenía su varita, ya que ese nivel de irritación no era imitable o copiable hacia ningún ser mágico de verdad; aunque le costaba observar a las otras dos figuras que estaban cerca al menos ya sentía el alivio de ver a su compañero de creencias (o al menos de grupo vaya) de que hubiera acudido. Además, se trataba de familia así que todavía era mayor la tranquilidad de su presencia.

-No... -dijo finalmente emitiendo un leve suspiro -pero estando en este sitio... ya no me sorprendería que jugaran con nuestros recuerdos... si este sitio ya ha clonado algo como el Circ de Joglars...

Comentó para acercarse pero pararse a su lado, observando a las otras dos figuras que se movían cerca

-Ellas vinieron contigo?

Inquirió teniendo cuidado al decirlo ya que tenía que identificar si eran también brujas reales o espejismos de aquel sitio; movió la lámpara tratando de iluminar el sitio donde había estado su hermana, para no encontrar nada más que la forma que habían dejado sus zapatillas en el barro del sitio

La brisa leve de los árboles y el frío que ya se propagaba era terrible

-Dime que viste lo mismo que yo -le pidió al Ryvak en un murmullo -viste desaparecer a Ashley?

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@@Idylla Macnair T.

 

La respuesta de la vampiro le relajo de inmediato y su brazo derecho descendio un poco, la mono diestra empuña su varita pero ya no en contra de su tía. Igual empieza a preocuparse por lo dicho por la pelirroja:

 

-No... pero estando en este sitio... ya no me sorprendería que jugaran con nuestros recuerdos... si este sitio ya ha clonado algo como el Circ de Joglars...

 

--¿Jugar con nuestros recuerdos? ¿Pero quienes? ¿clonar? mira que si ha hecho un clon de mi persona, lo voy a despedazar y con los trozos de su piel me fabricare algo útil, como una pantalla de lámpara por ejemplo...¿venir con ellas? no, aunque con Ariadna he coincidido en otras ocasiones. -- El ojimiel usa el hechizo lumus y con la luz que emite la punta de su varita, escudriña el lugar que parece más oscuro al carecer de una fuente luminosa más fuerte, entonces cae en cuenta sobre la falta de presencia de la joven rubia...-- ¡Vaya! no me percate de cuando Ashley se marcho... aunque puede que halla escuchado algo por aquí cerca y haya ido a inspeccionar, eso creo que sucedió, no necesariamente que desapareciera, porque si ese fuera el caso, entonces si que estamos frente a un peligroso misterio.

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Base Inglesa de Medimagos sin Fronteras

 

Desde su regreso a Inglaterra y enterarse de lo que había pasado entre el mundo mágico y muggle mientras invernaba Jay se había dedicado ha actualizarse lo mas que podia con todos los cambios. El único problema que enfrentaba la Haughton era el aburrimiento que tenia mientras leía los nuevos protocolos que había implementado en su trabajo. Era como la tercera vez que trataba de terminar el reporte pero lo único que la pelinegra estaba haciendo era luchando contra no quedarse dormida mientra leía las nuevas implementaciones. Ella estaba casi segura que esas "nuevo protocolo" era el mismo que se había utilizado por lo menos los últimos 100 años y solo se habían cambiado unas cuantas palabras.

 

-Esto es ridículo- recrimino la pelinegra mientras tiraba los papeles sobre el escritorio.

 

Jay cerro sus ojos por un momento para tratar de relajarse cuando un escucho un golpecito en la ventana de su oficina. Cuando sus verdosos ojos se abrieron nuevamente cayeron en una lechuza ministerial cual insistentemente golpeaba el cristal. Sin pensarlo mucho, la joven se levanto de donde reposaba para invitar a la criaturilla para que entregara la carta que traía consigo. La criatura entro con el mismo desespero que había estado tocando la ventana y soltó el paquete encima del escritorio antes de salir volando a toda velocidad de vuelta al ministerio.

 

-Me imagino que no encontró a nadie mas a quien entregar esa carta que la pobre criatura estaba tan desesperada por entregar esa carta espero que sea importante por lo menos - dijo la Haughton mientras cerraba la ventaba.

 

La pelinegra no tardo nada en tomar la carta entre sus manos, abrirla y revisar el contenido. Era correspondencia estándar del ministerio pidiendo ayuda con una investigación. No era raro en estos días tener un medimago presente cuando se hacían investigaciones especialmente como estaban las animosidades entre los magos y los muggles. Al menos puede que sea algo interesante. Penso mientras se preparaba para tomar camino hasta el bosque de Bernwood.

 

Sin perder tiempo Jay tomo su varita del escritorio guardándola seguramente, recogió su tunica del perchero en el cual lo dejo cuando había llegado ese día y tomo su botiquín mágico en caso de que necesitara alguna poción.

 

 

Bosque de Bernwood

 

- Lumos - sacando su varita y invoco la pelinegra cuando apareció en Bernwood.

 

El traslado al bosque había sido sencillo y aunque todo parecía normal la medimago no se confiaba después de todo no estarían investigando el lugar si algo fuera de lo normal no estuviera pasando. La pelinegra comenzó a caminar para ver si encontraba al resto del equipo cual se había ofrecido a participar el esta excursión. En poco tiempo la Haughton dio cuenta que mientras caminaba sentía como algo la seguía, sus naturaleza le permitía mantenerse mas atenta a sus alrededores. Mientras que animales comunes no se atreverían a arriesgarse con acercarse lo que sea que se encontraba en ese bosque era de proveniencia magica.

 

No fue mucho el tiempo que tardo en encontrarse con un grupo de magos, ninguno era familiar para la Haughton pero eso no le extrañaba. Los años que había perdido la dejaron a una desventaja cuando se trataba de conexiones. Un suspiro escapo sus labios antes de que la vampireza levantara sus manos para demostrar que venia de manera pacifica a esos extraños.

 

-Buenas noches, yo soy Jay Amaya Haughton vengo de Medimagos sin Fronteras - dijo mientras se acercaba un poco mas al grupo para que pudieran verla mejor - He venido para ayudar a lo mejor de mi capacidad con cualquier cosa que necesiten mientras resuelven que esta pasando en este lugar -

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