El Secreto de los Centauros

[Niko Uzumaki]

Todos lograron llegar hasta el punto de encuentro así que siguieron caminando guiados por Zoella. Niko sentía que estaban a punto de llegar al sitio que buscaban, su instinto le indicaba que pronto se encontrarían con los Centauros que tanto habían estado buscando y que eran la razón por la cual habían puesto su vida en peligro - ¿Qué tendremos que hacer con ellos? - Pensó, una vez más asegurando que nadie pudiera escuchar o acceder a su mente. No tenía claro qué tendrían que hacer pero seguramente alguna pista tendrían.

 

- No, no creo que puedas hacer eso con un centauro - Niko nunca habría pensado en acariciar o montar a un centauros pero al parecer Zoella tenía otros planes. El Tonks no lo intentaría y esperaba que la mujer tampoco - Sí, las he visto - Estaban cerca tal como su instinto le indicaba y tendrían que comenzar a moverse rápidamente porque no quería pasar la noche en dicho lugar.

 

- Creo que debemos seguir por acá - El camino se dividía en 2: uno de ellos llevaba a una zona boscosa que parecía muy peligroso y el otro a una zona menos boscosa pero que tenía un espacio abierto al final según lo que el rubio podía observar desde en donde se encontraban. Ese segundo camino le parecía más adecuado y menos peligroso así que sin esperar una respuesta de sus compañeros comenzó a caminar por el mismo esperando que pronto pudieran encontrar a los centauros.

 

El Tonks sabía que eso espacio del final abierto y claramente circular era el sitio al que debían llegar. Había organizado cuidadosamente todos los objetos en su mochila y tenía su varita preparada para invocar los que pudiera necesitar en caso de ser necesario. Se sentía un poco más tranquilo en ese momento que antes en especial porque ya habían logrado sobrevivir a un ataque de Acromántulas y seguramente nada sería peor que dicha situación aunque Orión no había salido tan bien de dicho ataque.

 

Niko incluso había puesto en su mochila algunas de sus criaturas fáciles de llevar porque nunca se sabía si necesitaría por ejemplo un Billywig o alguno de esas criaturas pequeñas pero muy útiles en algunos momentos. Los centauros eran criaturas muy especiales y si querían sobrevivir tendrían que cumplir con sus peticiones o terminarían muy mal así que estaba dispuesto a hacer todo lo que pidieran. Si no salía bien, pues abriría un portal para todos y evitar la muerte.

[Gatiux]

- Qué útil tener alas o poder volar. -dijo para sí misma- No me cabía una moto voladora en la mochila, ojalá me hubiera comprado una de esas.

Gatiux miraba como Niko se iba volando en su escoba con mucho estilo. Había puesto una de sus manos sobre los ojos a modo de visera y ahora seguía la trayectoria del mago. Ella como mucho podría recurrir a las botas de siete leguas, que creía poder encontrar en algún lugar recóndito de la mochila que llevaba sobre los hombros. Por suerte no las tuvo que buscar.

Candela había llegado hasta donde se encontraba Gatiux y en vez de irse volando con sus alas de animago, convocó un portal por el que pasar, invitando a la Malfoy a pasar por él. Orión llegó al tiempo, metiéndose por el portal y ofreciéndole una mano a Gatiux. La banshee la tomó. Sonrió en señal de agradecimiento y pasó por el portal que habían convocado diciendo "Fulgura Nox".

- Gracias Candela. -dijo una vez ambas pasaron hacia el otro lado- Debería ir a que me enseñen como se hacen esos portales, me parecen bastante convenientes.

Si no hubiera sido por el incidente, lo más seguro es que Gatiux ya supiera hacer su propio Fulgura Nox, pero era algo que no podía deshacerse y tampoco podía pasarse la vida lamiendo sus heridas. Las decisiones y el seguir adelante estaba en su propia mano, y no pensaba quedarse atrás.

- ¿Un baño? Creo que te voy a dar un manguerazo en el jardín como a Trasto antes de dejar que entres en casa. -rió Gatiux, contestando a Orión- Prometo calentar un poquito el agua.

Zoella había empezado de nuevo a andar, a la cabeza de la pequeña expedición. La tierra cambió, y poco a poco empezaron a aparecer pisadas de cascos. Debían ser los centauros que vio Candela cuando hizo de avanzadilla en su forma animaga. Las pisadas eran dispersas al principio, pero poco a poco fueron más numerosas y también salían y entraban hacia el lugar al que avanzaban ellos.

- No creo que se dejen acariciar como los hipogrifos, Zoella. -dijo Gatiux, contestando a su pregunta- Suelen enfadarse con lo que consideren la mínima falta de respeto. Si nos encontramos con alguno deberíamos proceder con cautela y hablarles educadamente.

(«Eso si no nos matan antes.»)

El camino se bifurcaba y fue Niko el que eligió el sendero que tomar. Sus pasos acabaron llevándolos a un claro despejado, rodeado de bosque. Dentro de dicho claro había una serie de pequeñas chozas hechas con ramas y cubiertas con hojas que cumplían con la función de tejado, suponía que para los días de lluvia. Fuera de las chozas, y cerca de las mismas, había unas cuantas zonas con hojas que se veían aplastadas, parecía tratarse de nichos donde descansaban. Si ponías atención, también podías ver medio escondido, un viejo caldero y algunos utensilios de madera que seguramente serían usados para cocinar.

¿Cómo reaccionarían los centauros cuando descubrieran a un grupo de desconocidos entrando en su asentamiento? Pese a no llevar su varita en alto, Gatiux reforzó el agarre de la misma. Lista para defenderse.

[Niko Uzumaki]

El camino los había llevado hasta la vivienda de los Centauros y de repente comenzaron a rodear al grupo de magos. Niko odiaba sentirse en peligro y al parecer las cosas seguirían siendo así en dicho bosque - Tenemos conocimientos y les podemos demostrar - Niko sabía que el conocimiento era una buena forma de canjear cosas con los centauros y debían demostrarles que eran lo suficientemente buenos como para permitirles salir con vida y con alguno de los secretos que ellos guardaban.

 

- Tengo esto que les puede interesar - Niko sacó de su mochila una de sus mas recientes compras en la Tienda Mágica: un astrolabio. Era la primera vez que lo utilizaba así que esperaba que no lo hiciera quedar mal - Este objeto nos permite determinar la altura de un astro como las estrellas - Niko comenzó a moverlo mostrando a los centauros lo maravilloso que era dicho objeto y los beneficios del mismo - Por supuesto esto nos sirve para deducir la hora y la latitud por ejemplo de las estrellas de la constelación de Leo - Era un objeto maravilloso y en los ojos de los centauros se podía observar que estaban impresionados por lo que había hecho el Tonks al determinar esos datos de las estrella con dicho objeto.

 

- Y hablando de Astros, hablemos de algo más - Si deseaba conectar y entenderse con los Centauros tendría que mostrarles sus conocimientos en Astronomía que tenía bien claros - Estudiemos algunas de las estrellas y veamos el Sistema Solar - Niko conocía algunas estrellas pero siempre le gustaba una en particular - Por ejemplo, podemos hablar de mi estrella favorita: Regulus - La estrella más brillante de la constelación de Leo y una de las más importantes dentro de la astronomía y el estudio de las estrellas. Los centauros escucharon atentamente lo que el rubio tenía para contarles sobre dicha estrella y podía notar en su cara que estaban tranquilos.

 

- También les puedo mostrar mis conocimientos con los criaturas mágicas - El Cuidado de las Criaturas Mágicas no era su especialidad como los Idiomas pero lo hacía muy bien. El Tonks dejó salir su Billywig y su Escarbato de la mochila para demostrarles lo bien que podía controlar a las criaturas y garantizar su cuidado - Verán el Billywig es complicado de manejar pero se aprende, su picadura causa levitación y debo decir que lo he experimentado - No obstante, el Billywig confiaba tanto en Niko que se quedaba a su lado a pesar de ser muy pequeño. Lo había rescatado de ser convertido en poción y desde entonces lo cuidaba y protegía.

 

- Anda, vuela y come algo pero ten cuidado - Niko movió su varita para proteger al Billiwig de los ojos muggles. El Cuidado de las Criaturas Mágicas consistía en cuidarlas pero también en protegerlas y eso al rubio se le daba muy bien debido a sus conocimientos mágicos - Bueno ahora les puedo mostrar mi Escarbato que debe andar buscando tesoros - Hizo un nuevo movimiento con su varita y el Escarbato volvió a sus manos. Era una criatura pequeña pero interesante, el Tonks le dio un poco de comida antes de volverlo a poner en su mochila garantizando que los Centauros vieran que les daba un cuidado especial a sus criaturas mágicas.

[Zoella Triviani]

La bruja supo que el camino iba cambiando, y regresó su vista al frente para caminar de forma normal. A sus espaldas escuchó las respuestas de sus preguntas y con mofas decidió ignorar lo que ya realmente creía que era la respuesta, pero se negaba a aceptar. Para Zoella, las criaturas eran una creación majestuosa de los dioses, y le fascinaba el estudio de las mismas. Por años leyó libros de ellos hasta que logró cursar dicho conocimiento en Castelobruxo, ampliando sus saberes en torno a las múltiples criaturas del mundo mágico.

 

Poco a poco el camino fue cambiando, hasta que el grupo se topó con lo que parecía ser la aldea de los Centauros, donde chozas se encontraban perfectamente armadas, una fogata apagada recientemente y utensilios de cocina que parecían estar por usarse pero dejaron a la deriva. Triviani tomó fuertemente su varita en el momento justo donde los Centauros aparecieron, rodeando al grupo y amenazandolos con arcos tensados con flechas, y espadas forjadas a la antigua.

 

Niko comenzó a socializar con ellos, mostrándoles sus conocimientos adquiridos. La calva, interesada por ellos, decidió mostrarle lo que sabía de su especie, sacando a relucir sus saberes en torno al Cuidado de Criaturas Mágicas, con lentitud se acercó a una de ellas, que protegía lo que parecía ser su cría, un pequeño centauro que observaba al grupo de magos con curiosidad.

 

- Hola, soy Zoella Triviani. Y he estudiado por mucho tiempo su especie. He leído que son nativos de Europa, más específicamente Grecia, Gran Bretaña y Croacia, pero que con el pasar de los años y las movilizaciones de la civilización han logrado migrar al resto del mundo - agregó, acercándose un poco más a ellos.

 

Con suavidad estiró su mano, mostrando las líneas que esta tenía - Puedo enseñarles un poco sobre Adivinación, mediante la lectura de las líneas en sus manos - indicó, comenzando a señalar las líneas de su mano - Esta línea que se extiende alrededor del pulgar, y refleja la salud y la vitalidad física. Otra que puedo mostrarles es la línea de la sabiduría, que se extiende desde la mitad del pulgar y el índice hasta el otro lado de la palma. Por lo general, parece que está dividiendo la palma, y refleja la mentalidad y la personalidad de una persona. - mostró, encontrándose con que varios de ellos se acercaban a ella con suavidad, curiosos de su información.

 

- También se otras cosas de criaturas, mis conocimientos en Cuidado de Criaturas Mágicas, son amplios desde que trabajé con ellas en la Reserva Mágica que poseemos. Donde tenemos criaturas pequeñas como las Hadas hasta inmensas majestuosidades como los Dragones ¿Sabían que poseemos los famosos reyes de África? Los Nundus, estas hermosas criaturas similar a un Leopardo - contó, viendo como un centauro tomaba una taza de té desde donde la fogata se encontraba.

 

Caminó hasta ella, tendiendola. Zoella sabía que estas bestias poseían conocimientos sobre la adivinación y quizás buscaban ver que tanto sabía ella de lo que estaba hablando. Tomó la taza, e hizo uso de su aprendizaje en la cátedra de Adivinación, más específicamente de la taseografía.

 

Giró el contenido un poco y lo inclinó hacia su persona, encontrándose con el símbolo de vela - Veo el simbolo de vela, que habla de cultura. Justo lo que nos encontramos haciendo ahora, mostrando un intercambio de ambas culturas y de nuestras formas de ver las cosas - habló la bruja.

 

A la Triviani le sorprendía su repentina calma, la euforia de ver centauros llegaría dentro de poco y esperaba que para aquel entonces ya estuvieran lo suficientemente lejos para no espantarlos.

Editado 2 de Enero del 2021 por Zoella Triviani

[Orión Yaxley]

Se mordió los labios y sonrió cómplice cuando Gatiux le comentó lo del manguerazo. Ah, el amor.

 

Salteándonos la parte en la que Orión se quita los restos de entrañas y sangre de Acromántula, llegamos al claro de la comunidad de los Centauros. El equipo nuevamente estaba frente a un desafío. Esta vez, convencer a un grupo de Centauros de la cooperación. Ahora, a Orión le faltaba saber qué diablos estaban haciendo ahí específicamente y, escuchando un poco en segundo plano a Zoella y Niko, comenzó a caminar en círculos con la mano en el mentón.

 

La relación entre los centauros y Orión era un poco… compleja. Si bien, compartían cosas esenciales, como la Astronomía y la Adivinación, Orión seguía encontrando más pistas en su videncia a la cotidianeidad que lo rodeaba. Algo un tanto escandaloso para estos seres mágicos. Sólo le costó levantar la mirada para quedarse paralizado.

 

- ¡Rouffous! ¿Qué diablos estás haciendo aquí? Hast du mich vermisst? No creerás lo que nos acaba de pasar. Te presento a mi prometida, Gatiux, de la que te hablé.

 

Rouffous era uno de los centauros, de tamaño mediano, cabello castaño en una trenza y ojos verdes. Tenía arco y carcaj particulares, como si tuvieran brillo propio. Estaba expectante al igual que el resto de la comunidad y si bien, reaccionó favorable ante el saludo del Yaxley, no quiso salir mucho de la media.

 

- Rouffous era un joven centauro en el Bosque Prohibido en Hogwarts. Compartimos un par de… -Orión abrió los ojos como platos ¡ahora entendía todo! Sacó de su monedero Mocke su bola de cristal. Cuando la tuvo en la mano, la suspendió con un giro de la varita y comenzó a manipularla como bien sabía hacerlo.

 

La bola de cristal reaccionó y se nubló ante la conexión mágica de Orión. De a poco, las nubes se volvieron tormenta y la tormenta, se volvió granizo. Gracias a su Adivinación pudo ver cómo piedras caían del cielo en la superficie de cristal como si fueran flechas que luego se transformaban en estrellas fugaces. Cuando abrió los ojos y comprendió qué es lo que estaba viendo, se llevó la mano a la boca. Era esa profecía que no podían entender. Tomó la bola y se la lanzó a su viejo amigo que la recibió. Un grupo de centauros curiosos giraron sus cuellos intentando captar algo.

 

- Es esta noche, ¿verdad? Cuando Géminis esté en Mercurio a la vez que la luna en Piscis -dijo, refiriéndose a la Astronomía-. Claro, cómo lo relacioné antes. Es hoy Rouffous, ¿harán el ritual?

 

- Orión… viejo amigo. Te envié un mapa por lechuza, ¿no lo recibiste?

 

Se mordió la lengua para no soltar una carcajada. Carraspeó para recomponerse.

 

- No te preocupes. Ahora, estamos con sol en Capricornio y luna llena. Las estructuras y las costumbres se afianzan hoy y acompañarían bien el ritual -comentó nuevamente, relacionando la Astronomía-. Pero, hay algo que no entiendo. Hoy me salió la carta de El Ermitaño. Está claro que la búsqueda nos va llevar a alguien solitario (Adivinación). Pero, dime, ¿hay algo más que deberíamos saber?

 

Se llevó nuevamente la mano al mentón y con un giro de su varita sacó el telescopio de su monedero.

 

- ¿Gatiux podrías revisar los grados de Neptuno?

Editado 2 de Enero del 2021 por Orión Yaxley

[Mentita]

Candela era una bruja bastante arisca, no se le daba tan bien lo social con ningún tipo de criaturas (y en este grupo contamos a las personas, obviamente) como, al parecer, se le daba a los demás. Se quedó mirado a Gatiux unos segundos antes de voltearse a ver a su hija, quien estaba entablando conversación con un par de crías. Largó la risa cuando vio a Orión hablándole lo más amigable a uno de nombre particular, y no le extrañó porque él solía ser más suelto de palabras y de trato en la vida.

 

Cuando llegaron a esa parte de la aventura, la visión de los centauros sólo le trajo unos pocos recuerdos de su paso por la Academia, y eran recuerdos poco agradables. Si los centauros no olvidaban, la gitana tendría que estar en constante alerta.

 

― Intenta no sonar como si estuvieses presumiendo. ―murmuró. Se había acercado lo suficiente a Zoella como para escucharla hablar. Candela se dio cuenta, mientras acortaba la distancia con la calva, que, en realidad no la estaban escuchando. No podría decir que era una experta en Cuidado de Criaturas Mágicas, pero por el grado de saber que tenía en este campo y de lo que conocía de los centauros, estaba segura de que éstos no se tomarían a bien los alardes de su hija.― Nos prefieren "humildes". ―disimuló el sarcasmo en su voz y la dejó continuar socializando.

 

De repente ya no le parecía tan buena idea estar allí, a la luz de un evento que, por muy interesante que le parezca, sólo remarcaba lo inútil que resultaba en una reunión con centauros. ¡Precisamente!. Cuando ella, de todo lo que estaban hablando los demás que no fuese Cuidado de Criaturas Mágicas, no entendía ni un pelo. ¿Sol en Capricornio?¿Grados de Neptuno?. Casi se echa a reír, pues de Astronomía sabía lo que un muggle de basiliscos.

[Gatiux]

El ruido de pisada de cascos fue muy tenue, un montón de centauros se había acercado a ellos para rodearles prácticamente en silencio, como un felino acechando a su presa. Apenas uno de los más jóvenes había partido una rama, ganándose una mirada de reprobación del resto que rodeaban al grupo de magos. Ahora estaban siendo apuntados por numerosos arcos en tensión. Si bien no habían disparado tampoco abierto la boca. Los ojos amarillos de la Malfoy recorrieron al grupo de centauros, todos tenían el ceño fruncido y una mueca de disgusto.

Lo que no esperaría ni en cien años es que se pusieran a hablar con normalidad con aquellas criaturas, como si no fueran unos intrusos que están husmeando donde no deben y no quisieran justificarse para salvar la vida. Gatiux pensaba que hubiera sido mejor decir que la ruta de senderismo que comenzaron les había llevado hasta allí sin ellos planearlo. Pero Niko había sacado un cachivache y se lo mostraba a un centauro que ahora destensaba el arco para examinar lo que aquel humano sacó de la mochila.

Zoella hizo lo propio segundos después, siguiendo el ejemplo de Niko, acercándose a otro grupo y hablando sobre la palma de su mano, el significado de las líneas para luego sacar una taza y hablarles de qué se veía en ella. Había pasado de preguntar de si podría tocarlos a ser una erudita sobre ciertos temas que a la banshee le sonaban a otro idioma (uno que no comprendía)

Orión por su parte había comenzado a hablar como... Orión. Ella solía tirar del cable que conectaba su mente y su oído, dejando de escucharlo la mayoría de las veces en cuanto se ponía a hablar de estrellas y del significado que tenía que se viera una y no otra, en parte porque el estudio de toda esa materia le resultaba soporífera y prefería usar su tiempo en otras cosas más terrenales. También estaba el hecho de que no quería que su futuro le fuera revelado, por lo que se mantenía alejada de toda materia que predijera más allá del desayuno.

La única que había reaccionado con lo que la Malfoy consideraba normalidad, había sido Candela. Menos mal, hubiera podido pensar que a todo el grupo le faltaban unos cuantos tornillos. Se había quedado atrás sin decir mucho y luego fue a decirle algo a Zoella, caminando con cautela.

(«Gatiux...»)

Tuvo que hacer un gran esfuerzo para rescatar de su mente las últimas palabras que había pronunciado Orión. Le había pedido hacer algo. Ella se había limitado a desconectar en parte de la conversación y ahora tenía que interceder, participando en aquel circo andante en el que se habían convertido todos ellos en los últimos minutos.

(«¿Gatiux podrías revisar los grados de Neptuno?»)

Echó una mirada mal encarada a uno de los centauros que seguía con el arco tenso antes de acercarse a Orión. Sacó un pequeño libro de la mochila, un cuaderno mini y un bolígrafo. Miró al cielo, e hizo unas cuantas anotaciones. Usando la Astronomía para calcular la posición de las estrellas y la de dicho planeta. Que no le gustara no quería decir que no supiera como funcionara el tema, o que nunca se hubiera quedado leyendo los libros de Orión.

- Neptuno: 18° Piscis 28' 53"

Neptuno estaba ligado con la espiritualidad y los engaños. ¿Estaba dándole a entender que los centauros pretendían engañarles? Gatiux se encontró con los ojos azules de Orión, la banshee frunció ligeramente el ceño, preguntándole de forma silenciosa sobre su mensaje en clave. Hubo un leve asentimiento casi imperceptible por parte del Yaxley.

Fue entonces cuando quiso rescatar de su mente el resto de la conversación que Orión había tenido con los Centauros. Había dicho algo de Géminis y la luna en Piscis, seguro. Hizo unas cuantas anotaciones más en su cuaderno de Astronomía. Comprobó los grados y los minutos a toda velocidad. Todo estaba relacionado con la espiritualidad, también Neptuno.

Y cuando fue a agarrar del brazo a Orión para decirle algo al respecto, sintió como si una corriente eléctrica la recorriese entera. Gimió antes de quedarse rígida. Su voz ya no le pertenecía, y sus ojos se quedaron vacíos mientras hablaba. La corriente de Adivinación fluctuaba ahora en el cuerpo de la Malfoy.

- Aquellos que habrán de revelar la profecía se encontrarán con los humanos. -dijo Gatiux con voz etérea- Pero estos tendrán que demostrar que son dignos de ella antes de que salga el sol.

Gatiux parpadeó un par de veces cuando sintió que se podía mover, confundida por haberse quedado rígida de forma repentina. Había sentido algo de calor en su cuerpo, pero sentía que se había apagado durante unos segundos. ¿Había dicho algo? Estaba algo confundida por la cantidad de ojos que le estaban mirando en aquel momento.

[Zoella Triviani]

1d10+21

[Niko Uzumaki]

1d10+29

[Mentita]

1d10+21