El Secreto de los Centauros

[Valky]

—Bueno podemos tomar la lluvia como una señal divina para que nos tomemos un descanso—Dijo la pelinegra mientras sacaba la carpa a la cual después de todo si usarían.

Ya con ella en las manos miró a Goderic y Emily, no tenía ni idea de como armarla. Cuando la compró hace ya mucho tiempo atrás fue porque le pareció bonita, espaciosa, cómoda, ideal para pasar un fin de semana acampando cerca de un lago o incluso en la playa. Pero ese fin de semana libre jamás había llegado, los viajes de placer habían quedado postergados para cuando toda la locura del Inquisidor, de los redentis, de Genetics, de ministros de magias locos, pasara.

Pero lastimosamente ese futuro a veces le parecía demasiado lejano, en algunas ocasiones incluso utópico. Movió la cabeza como si con eso pudiera alejar esos pensamientos. Se concentró en recordar si la carpa había traído algún manual o algo.

—No recuerdo cómo se la arma —Dijo luego de un momento y miró al único hombre del grupo, como si él por el simple hecho de ser hombre tenía que saber como se armaba. Se sintió un poco avergonzada ante ese pensamiento.

La lluvia no daba tregua y debían estar cerca de algún riachuelo pues poco a poco el sonido del agua corriendo se fue haciendo más fuerte, así como los truenos. Si no se estuvieran mojando quizá lo encontraría incluso algo relajante, pero estar completamente empapada no ayudaba a que eso sucediera.

—Creo que tenia un mecanismo para activarla, pero no lo encuentro— Dijo recordando de pronto algo que el de la tienda le había mencionado —Ya, creo que es este…—Dijo accionando un botón y la carpa empezó a emitir un sonido.

Se alejó de sus compañeros y la puso en un espacio prudente para que pudiera abrirse sin que terminaran ellos golpeados. Al poco rato frente a ellos estaba una bonita carpa en donde podrían hacer una fiesta si así lo deseaban.

 

—Es en estos momentos cuando adoro más la magia —comentó frotándose las manos, sus dedos se estaban poniendo un poco rígidos debido al frio que tenía.

[Goderic Slithering]

Ignora completamente la pregunta que le hace Emily sobre sus planes de cocina y camina con el resto siguiendo las huellas que el bosque dejaba. Un tiempo de larga caminata les sirve para hacerles entender que se encuentran caminando en círculos; en un agotador esfuerzo por encontrar la manada aunque sin grandes resultados. Sin embargo, no se desanima. Ha estado en misiones más complejas en cuanto a instrumentos de supervivencia, con comida y refugio cortesía de Kaori no tendrían mucho que sufrir.

La lluvia que los toma por sorpresa tampoco le molesta en gran medida. Había tenido un par de misiones de supervivencia en la selva amazónica y la frecuencia de las lluvias y tormentas no era algo simple de manejar. Una lluvia como aquella, solo afectaría un poco la ropa que llevaban puestas y, si bien no llevaba cambio, no le preocupaba realmente aquel evento. No era tan tímido como para ruborizarse por quitarse la camiseta en frente de sus compañeras de equipo.

Pone los ojos en blanco ante el comentario de Kaori sobre el uso y armado de la carpa. Quizás haya sido notoria su reacción porque la bruja decide intentar armar la carpa por si misma. De todas formas, decide ayudarla después de todo eran un equipo y él con tanto tiempo en el Concilio de Mercaderes, sabía de sobra el manejo y uso de todos sus productos. Muchas veces había llegado algún cliente disconforme solo por no saber seguir las instrucciones del producto. Una sonrisa se forma en su rostro al recordar un par de experiencias de clientes algo torpes.

Alcanza a dar solo un paso para acercarse cuando ésta al fin logra activar el mecanismo de ensamblado. Goderic retrocede para darle espacio a la carpa de elevarse. Toma su varita en su mano y se asegura que la carpa tenga activado el hechizo de impermeabilidad, no sería agradable que la lluvia destruyera su refugio. Además, revisa con cuidado los anclajes de la estructura para que el viento no les jugara una mala pasada. Incluso agrega un par de hechizos protectores, que les notificará en caso de visitantes no esperados. Solo cuando se asegura de que todo es seguro y en orden, ingresa dentro de la carpa.

Con su varita todavía en su mano realiza un floritura sencillo para realizar un encantamiento desecador, que seca el resto de agua en su ropa y cuerpo. Hacer fuego dentro de la carpa le resultaba algo complicado -no imposible- así que mejor utilizaba la magia para secarse en vez de las habilidades propias de la vida y física.

— ¿Y bien? ¿qué hacemos? ¿tomamos el té? ¿contamos historias de terror?

Pregunta sarcásticamente, aunque tomar té no le vendría del todo mal ya que necesitaba descansar y concentrarse en aquella sensación extraña del lugar. Una sensación extraña lo perseguía pero era una sensación que le parecía levemente familiar... pero no podía recordar.

[Valky]

Ni por un segundo se le había ocurro hacerle un hechizo de impermeabilidad a la carpa, había asumido que ya venían con uno incluido. Era una suerte que Gode supiera más de esos objetos. Lo observa mover la varita, asumiendo que esta realizando algunos hechizos protectores, contra criaturas ya que dudaba que alguien los pudiera encontrar en esa selva.

Una vez que los hechizos estuvieron colocados y que al parecer todo estaba en orden, entraron. El interior se sentía cálido a pesar de que no había ningún fuego encendido. Tenía un salón con un pequeño pero acogedor juego de sala, un comedor para cuatro personas, al fondo de lado derecho estaba la cocina, que, a pesar de ser pequeña, se la veía bien adecuada y funcional. De lado derecho estaban las habitaciones. Lo único malo que pudo encontrarle es que solo tenía un cuarto de baño.

De manera casi inconsciente imitó a Goderic, secando su ropa, se quitó el abrigo que llevaba puesta lo doblo y colocó sobre el respaldar de uno de los sillones. Las palabras del mago, aunque sarcásticas, le hicieron dar ganas de tomar algo. No le gustaba el té y tampoco el café, así que, en lugar de ir hacia la cocina, volvió a meter su mano en la mochila.

La ultima vez que la había usado fue cuando visitó la India en busca de Nathan. Sonrió y sus mejillas se sonrojaron un poco al recordar esa isla, bien decía su madre “quien solo se ríe de sus picardías se acuerda”. —Aquí estas…—dijo cuando encontró la botella de whisky de fuego, estaba casi llena y era la única que había sobrevivido luego del viaje.

—Creo que esto nos abrigará más que el té —Dijo moviendo la varita. Tres vasos levitaron hacia ella, vertió un poco del liquido en ellas y las repartió. Si bien no era su bebida preferida no le desagradaba el sabor

—Con ese clima no podemos seguir buscando, pescaremos un resfriado—dio otro pequeño sorbo y añadió —Además creo que vendrán a nosotros. Hemos puesto una carpa en su bosque, lo hemos profanado, seguro querrán saber quienes somos y que queremos —bebió el resto del contenido y añadió.

—Así que mientras ellos nos encuentran a nosotros, que tal si jugamos a verdad o desafío… o el de las prendas —Dijo mirando a Gode y luego le hacía un guiño a Emily para que le siguiera el juego.

La verdad es que estaba conteniendo la risa, el mago siempre era tan serio y formal, que le hacía dar curiosidad saber como era realmente, como era cuando estaba relajado, porque en algún momento debía relajarse. Aunque quizá no era el lugar ni circunstancia adecuada,pero ya que de momento no había nada más que hacer, molestar al Slithering serviría de distracción.

Editado 28 de Enero del 2021 por Kaori M.

[Emily Karkarov]

Mientras Kaori y Goderic armaban la tienda —había decidido que no había frase más cierta que aquella que decía que más ayudaba quien no estorbaba— Emily se aleja solo un par de metros para poner encantamientos protectores. Realiza diferentes florituras con la varita mágica mientras murmura algunos hechizos a medida que los va recordando, aunque se asegura de que Benjamín pudiera encontrarlos en caso de que los estuviera buscando.

 

—Entonces… ¿este Karkarov va a venir o no? porque no ha dado señales de vida —pregunta más por curiosidad que por preocupación, sin darse cuenta que sus compañeros ya han entrado y que su voz simplemente se pierde entre el ruido que genera la lluvia incesante y el golpeteo riachuelo que no debe estar tan lejos de su ubicación.

 

Agradeciendo mentalmente le hecho de que tuvieran una guarida caliente y segura, entra a la carpa. Y cuando la descripción clamaba que era de lujo, pues se esmeraban por cumplirlo. Por un segundo se olvida de en donde se encuentra, o de que su ropa aun está empapada, y solo piensa en que podrían quedarse allí por un buen tiempo, descansando, y disfrutando del amortiguado sonido de las gotas sobre la “carpa”, que en su interior emulaba más a una pequeña casa. Definitivamente, piensa, debió haber adquirido una cuando tenía sus privilegios como miembro de la logia.

 

Igual que sus compañeros seca con cuidado su ropa, especialmente las botas y la chaqueta, que se vuelve a poner sin dudarlo porque, aunque el interior de la carpa es cálido y acogedor, aún puede sentir los estragos del frío. Se sienta en el suelo con la espalda hacia uno de los muebles, pensando en que quizás sería buen momento para volver a revisar el mapa del bosque que llevaba en su mochila, para ver si podían descifrar en qué punto exacto se encontraban y hacia donde tenían que ir, no obstante, que Kaori encontrara una botella de whisky de fuego la distrae lo suficiente para olvidar su responsable tarea.

 

Y aun en contra de su mejor raciocinio, seguirle el juego a Kaori no parece tan mala idea, después de todo, debe admitir que tiene razón. Los centauros irán hacia ellos, tarde o temprano, curiosos por la intromisión en su bosque. Quizás eran ellos los que les daban a Emily la sensación de estar siendo observada. Ya a esas alturas, no les quedaba más que pasar el tiempo. Lo piensa solo durante unos segundos antes de decir algo.

 

—Okey, te reto a que te tomes cuatro de esos seguidos —dice, mirando a Goderic, haciendo referencia al whisky, pues el vaso que le correspondía aún seguía levitando, moviéndose hacia donde fuera hasta que se lo tomara y aquello empezaba a desesperar a Emily. Además, tenía el presentimiento que para Kaori ese no sería precisamente un reto —. O…

 

Deja la frase en el aire un momento. No por el hecho de añadir suspenso a sus palabras, sino que realmente no se le ocurre realmente nada bueno. Pero quizás a su compañera sí, después de todo, esa había sido su idea.

 

—…O cumplir con la verdad o desafío que te ponga Kaori, tu elige —añadió, tomando un sorbo de su propio vaso.

 

[Valky]

Emily fue la primera en dejar de lado la tarea autoimpuesta de revisar los mapas del terreno, una tarea sin duda importante, pero Kaori estaba segura de que tan solo iba a volver a repasar pues lo más probable era que todo eso lo hubiera revisado antes de embarcarse en esa misión. Una tarea que ella también había hecho en su momento ya que si algo sucedía tenía que ser capaz de salir de esa selva.

La observó tomar el vaso de whisky y sonrió al escucharla, al parecer su idea para matar el tiempo no era del todo mala. De igual forma con una o dos copas que se tomaran no pasaría nada. Entonces recordó que hace un par de meses había hecho un preparado especial para una celebración con sus primas y no recordaba si esa botella era uno esos preparados. Observó por un momento a sus compañeros y no dijo nada, después de todo no estaba del todo segura.

—Un desafió fácil y como está cerca el día de los enamorados… veamos si el tranquilo y siempre correcto Goderic puede ponerse a tono con la fecha —dijo vertiendo un poco más del liquido ambar en su copa ya vacía.

—Si no lo coges el vaso te seguirá molestando hasta que lo hagas, así de intenso es —Comentó al ver que aún no lo tomaba.

— El desafío será sacar tu lado romántico con Emily—Añadió luego de pensarlo por un momento, evitando mirar a Emily quien de seguro le lanzaría una mirada reprobatoria.

No le pedía nada imposible ni del otro mundo, todos podían ser un poco románticos. Si escogía una verdad ahí si que no tenía nada en mente, pero algo se le ocurriría, de eso estaba segura. Se sentó en uno de los sillones atenta al accionar del mago. Afuera la lluvia parecía que nunca iba a parar, al contrario, parecía que se iba intensificando, daba gracias el poder contar con refugio cálido y cómodo.

 

El viento abrió un poco la entrada de la carpa y por un momento creyó ver que algo se movía afuera, frunció el seño pero al no poder divisar nada más se dijo a si misma que eran tan solo la sombra de los arboles cuando los relámpagos iluminaban el cielo, igual tendría su varita cerca por si recibían la visita de los centauros más pronto de lo que ella había calculado.

Editado 1 de Febrero del 2021 por Kaori M.

[Goderic Slithering]

Goderic sabe que estaba científicamente comprobado que el alcohol era un vasodilatador y, por ende, ocasiona mayor pérdida de calor corporal. A pesar de que es cierto de que genera la sensación de acaloramiento, el resultado final era un desperdicio de energía riesgoso en una situación de frío sobretodo considerando que entorpece habilidades motoras como la necesaria para temblar, el cual era un mecanismo natural y eficaz del cuerpo para generar calor. Sus conocimientos de Primeros Auxilios y supervivencia incluía sobre los riesgos de la hipotermia y los mitos asociados. A pesar de tener la información necesaria para refutar a Kaori, decide mantenerse en silencio para no arruinar el ambiente aunque él preferiría un té para la ocasión.

Observa el vaso sin reflejar felicidad en su rostro, al contrario, si algo podía notarse en su rostro era un desgano total. Además, una de las cosas que Goderic odiaba más era la impuntualidad, a pesar de que no siempre él mismo podía serlo. La ausencia y demora del cuarto integrante no le permitía relajarse del todo, y es que la edad y estar liderando una institución como el SMS y haber hecho lo mismo con la Orden lo había obligado a ser más ¿perfeccionista? ¿gruñón? ¿cuidadoso?

Beber 4 vasos de Dios sabe qué cosa o sacar a relucir su faceta romántica. Si algo había aprendido en el tiempo es que con el amor no se juega y que ya estaba bastante mayor como para andar de novio, sobretodo luego de experiencias que no le gustaría volver a repetir. Reconocía que en su juventud había sido bastante cursi y creyente de un amor eterno ¿pero ahora? Goderic solo podía entregar amor filial y amistad, nada más. Su mente viaja inevitablemente a un pasado que ahora solo recuerda con nostalgia y cariño pero no con anhelo. Recuerda cómo las mujeres en su vida han muerto o desaparecido. Una mirada algo lúgubre se formula en en su rostro.

— Mejor jueguen entre ustedes, no estoy de ánimos. — Se levanta con cuidado y sin muchos ánimos. Su voz no suena iracunda ni molesta sino desganada.— Iré a revisar una última vez los alrededores para evitar algún ataque inesperado.. y quizás hasta podría encontrar a ese tal Benjamin ¿se habrá perdido?

 

Sin esperar la respuesta de sus compañeras, sale de la carpa volviendo a mojar su ropa ya secada previamente. No duda que un poco de agua fría podría reiniciar sus ánimos.

[Juliens]

A pesar de la hora del día, se encontraba ociosamente recostado en su cama esperando que Connor terminara de cocinar algo. Los días en el Castillo Karkarov habían sido tranquilos, bueno, dentro de lo que se puede dentro del contexto de la política actual. Una mamba negra aparece frente a él recordando sobre una misión en Alemania al cual le había invitado pero que había olvidado al no entregarle mayores detalles. Se viste rápidamente, se despide de su pareja lamentando no poder probar la comida que había preparado para los dos. Le promete compensarlo y desaparece a las coordenadas entregadas en el patronus.

Sus zapatos se hunden en el lodo apenas aparece en la oscura y fría Selva Negra. La atmósfera que reina en el lugar esta cargada de magia negra, poderosa, es casi palpable, pero no tiene tiempo de ponerse a averiguar a que se debe, en cuestión de segundos la torrencial lluvia lo moja por completo, maldice por lo bajo pues el mal clima es otro de los detalles que no había recibido por parte de Kaori. No pierde el tiempo en hacerse un hechizo impermeabilizante y empieza a caminar, si las coordenadas eran correctas estarían cerca.

Una figura lo alerta. Pueden ser sus compañeros, simples transeúntes o algún enemigo relacionado con la misión. Odia no haber puesto más atención a Kaori o que ésta no le hubiera dado grandes instrucciones más que el lugar. Toma su varita con fuerza y se prepara para atacar ante la mínima sospecha. Sin embargo, cuando observa el rostro de la figura relaja su postura. No podía considerarlo amigo pero al menos sería un aliado, de eso no había duda.

— Señor presidente — señala con un toque de ironía en su voz.— Hobb me habló de ti...

Su charla se detiene en el instante que ambos magos escuchan un movimiento alrededor y, claramente, no era algo humano. No sabía qué misterios escondía aquel bosque pero estaba seguro de una cosa: Ya no estaban solos. Y las presencias por si mismas no son un problema, o al menos para él no lo son. ¿qué o quienes asechan en las sombras? ¿están seguros? ¿son amigables o al contrario se trata de criaturas hostiles?

 

[Goderic Slithering]

Su mente satirizaba la situación para aliviar en algo su temperamento algo apagado. El cliché de sufrir por amor, nostalgia o tristeza en medio de una tormenta mientras las lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia, le causaba gracia. A pesar de la semejanza con el cliché, por suerte, las lágrimas eran inexistentes en esta situación. Goderic ya más calmado se debatía entre volver a la tienda o realizar el patrullaje que había prometido al salir. Finalmente decide seguir su caminata. No le parecía sano volver a ingresar considerando que habían pasado tan poco tiempo de su salida.

Toma un rumbo al azar, sospechando que nada fuera de lo normal sucedería. En el mejor de los casos se encontraría con la manada y acabaría con el misterio de la misión, en el peor podría no suceder nada, vagar bajo la lluvia aburrido -que era el escenario que sospechaba- y, en el caso intermedio, estaba el encontrarse con alguna bestia salvaje que le permitiría ejercitarse un poco y quitar un poco ese humor extraño que sentía sobre él. Sin embargo, tan dichoso y caprichoso era el destino como para ir en contra de sus planes y sospechas.

No solo se había encontrado con el tal Benjamin que esperaban hace bastante tiempo, sino que además se encontraron con un ejército de acromántulas feroces bajo el mando de una gran acromántula que se hacía llamar Argon. Goderic no le tenía miedo a las arañas pero tampoco eran criaturas de su gusto, menos en aquella cantidad, tamaño y deseo de asesinato. Sabe que el otro lado tiene cero intención de conversar: sólo era el cazador mirando con desprecio a su presa. Por lo mismo, ambos magos retroceden retrasando el ataque de las acromántulas con hechizos de distintos índoles.

Goderic lideraba la carrera pues era quien conocía el camino al campamento. No obstante, no era tan poco cuidadoso como para haber enviado un mensaje de antemano a través de su patronus en forma de lobo. Las brujas ya deberían estar preparadas para cuando llegasen al campamento, esperaba que con algunas trampas, un camino de escape o algo más que solo su presencia. <<Ojala Kaori haya traído su dragon>> piensa mientras lanza un hechizo explosivo hacia un árbol para que sirviera de distracción y obstáculo aunque no sirviera demasiado.

 

El mago tiene variadas formas de moverse más rápido: Phantom, escoba, moto voladora, entre otras, pero con tal de dar más tiempo a las brujas para prepararse es que ambos magos deciden ir lo suficientemente rápido para no ser alcanzados pero aparentando estar lo suficientemente asustados y desesperados como para evitar que la acromántula mayor, Argon, entrara en acción. Además, sabía que aquellas criaturas ya conocían la ubicación de su campamento aunque se adelantaran llegarían y atacarían en el peor momento.

[Valky]

 

Pudo notar como se puso tenso el ambiente apenas ella termino de indicar cual sería el reto. Sin habérselo propuesto había tocado una fibra, al parecer muy sensible, para su compañero Goderic. Bebió de su copa sin dejar de observar el rostro del mago que, aunque seguía tan serio como siempre, dejaba denotar algo de nostalgia en él, incluso se atrevería a creer que podía notar tristeza, como si el simple hecho de pensar en el amor le causara una gran herida.

«Genial Kao, preguntaste justo lo que no debías» pensó al verlo tan afectado y no pudo evitar sentirse un poco intimidada ante la lúgubre mirada que le lanzo cuando finalmente responde poniéndose en pie, dando una escusa para poder salir huyendo de la carpa y de la compañía de las dos brujas.

—Cuanto daño le habrán hecho para que reaccione de esa forma, no me ha dado tiempo ni de disculparme por haberlo incomodado —Comentó luego de que el mago abandonada la carpa. —Tú debes saber que le paso ¿Por qué es siempre así? Tan serio, como si llevara siempre el peso del mundo sobre sus hombros —dijo mirando a Emily, vertiendo un poco más del Whisky en el vaso vacío de la bruja.

Fue entonces cuando empezó a sentirse un poco extraña, se llevó la mano a la boca conteniendo una expresión de angustia, mientras levantaba la mano que sostenía la botella. «Maldición» pensó la pelinegra y de inmediato evitó que Emily terminara de beber el ultimo trago de su copa ¿Pero cuantas llevaban ya? ¿Dos?,¿tres? «Maldición» volvió a pensar y sin poder evitarlo se rio mientras intentaba pedirle perdón a la Karkarov.

—Lo siento Emily… creo, no creo… —decía entre risas— Estoy segura, de que esta es parte de una reserva especial —señaló la botella aun riendo —Espero que no sea tu primera vez o luego que pase el efecto… —Siguió riendo, aunque era algo más bien involuntario —Querrás matarme y creo que Gode también —Se puso seria por un momento tan solo de imaginar la cara del Slithering cuando llegara y se diera cuenta de lo que sucedía.

Pero su seriedad duró poco y volvió a reírse. Afuera de la tienda de campaña, amortiguadas por el sonido de la tormenta, los pasos de un sin número de acromántulas lideradas por Argon se habrían paso en dirección hacia donde estaban ellas.

[Juliens]

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