El Secreto de los Centauros

[Valky]

1d10+27

[Goderic Slithering]

1d10+18

[Emily Karkarov]

1d10+16

[Emily Karkarov]

Dados: 35 + 34 + 20 + 20 = 109


—El título del alma de la fiesta te queda corto —dice Emily con ironía, poco antes de que Goderic saliera de la tienda con dirección a quien sabe donde, supuestamente a patrullar los alrededores, sin importarle realmente si el mago llegaba a escucharla o no.

Podían haber pasado un rato ameno bebiendo, disfrutando del calor que ofrecía la carpa y el alcohol, pero él tenía que arruinar completamente el ambiente. Obviamente, a pesar de su sugerencia, ni Kaori ni ella se sentían con muchas ganas de seguir el juego de verdad o reto luego de lo sucedido. Kaori se veía más bien apenada, mientras que a Emily le resultaba una reacción un poco exagerada.

—No sé...—responde algo pensativa a la pregunta que le hace su compañera, había asociado el comportamiento del mago con su personalidad y podía decirse que ya estaba acostumbrada a que fuera tan serio casi siempre, aunque si se pone a revisar su historial amoroso (o al menos el que Emily conoce) pues, a lo mejor podía entender su accionar ante los retos sugeridos por las brujas —… o tal vez sí, según me acuerdo...

Vuelve a llevarse el vaso a los labios para tomar lo poco que le queda de whisky mientras intenta recordar la historia, pero es interrumpida por Kaori, que se lo quita de las manos. Emily la ve con extrañeza frunciendo levemente el entrecejo. Lo que le explica después no lo entiende muy bien, ni el por qué le pide disculpas, solo puede sentir que en realidad no importa lo que haya pasado, siente que nada podría llegar a molestarla. En realidad, capta solo unos fragmentos de lo que está hablando la pelinegra, distraída por la sensación de relajación que está experimentando.

—¿Qué dices, Kaori? —pregunta entre risas, intentando sin éxito volver a recuperar el vaso de whisky que le habían quitado —Gode es medio gruñón pero tampoco para querer matarte…

Como si lo hubiera invocado con la mención de su nombre, la voz de Weasley se escucha fuerte y clara a pesar de la tormenta, pero no proviene del mago sino de un patronus en forma de lobo que se acerca hasta ellas, advirtiéndoles que unas acromántulas que se acercan. Cuando el patronus desaparece en una voluta de humo plateado la confusión es evidente. Sabe que deberían hacer algo, preparase para defenderse y para atacar. Logra ponerse seria por unos segundos, pero después, solo risas.

[Juliens]

En una situación parecida Hobbamock habría sido mucho más conservador que él. Habría intentando, en primer lugar, un sin fin de estrategias en las que las acromántulas no fuesen heridas en la batalla que era inminente. La inteligencia de aquellas bestias es bastante cercana a la de una persona promedio, por lo que intentar engañarlas es un camino que solamente le puede hacer perder tiempo. Por lo que su plan de acción es luchar contra ellas, librarse de cuantas sea posible para no tener que seguir luchando.

 

Conseguir que las acromántulas dejen de perseguirlos sería simplemente ganar la primera batalla. En ese camino tendrían una segunda, una tercera, una cuarta. Él quiere ganar todas las batallas, y la mejor forma de hacerlo es que la primera sea la última. Es algo complicado teniendo en cuenta la superioridad numérica de los bandos. Ellos son apenas 2 mientras que las bestias son básicamente un ejército de fieras dispuestas a cualquier cosa por conseguir su alimento preferido: la carne humana.

 

Mientras huye toma un segundo para concentrar su magia. Para invocar a el caos de la tormenta. Siente en su cuerpo la fuerza de los paladines brindándole la protección del Fortress. Pero no se limita a protegerse. De nuevo, quiere ganar todas las batallas evitando que estas sucedan. Convoca de nuevo a las tormentas en forma de Thunder Clone. Son dos copias idénticas de Benjamin. Uno de los clones, el que tiene el poder de la percepción, es quién decide el sitio en el que van a explotar.

 

Porque explotan. Se apartan de Ben y Goderic quedándose varios metros atrás. Cuando son rodeados por varias acromántulas es cuando explotan y liberan la energía de su esencia. La explosión es lo suficientemente fuerte como para destruir a varias acromántulas. Otras cuantas se retiran debido a que tiene heridas que tendrán que sanar. Otras, sin embargo, son lo suficientemente fuertes como para continuar con el objetivo de asesinar a los magos y evitar que continúen con su camino.

[Valky]

 

—No, no, la que intentará matarme serás tú—dice Kaori entre risas—Pero Gode seguro estará encantado en ayudarte…— Con tan solo mencionar al mago siente como si lo hubiera invocado, pues cree escuchar la voz del Weasley, pero no logra verlo.

 

Gateando como si de una niña pequeña se tratara, saca la cabeza a un costado del sillón para poder ver la entrada y entonces si que ve de donde provenía la voz. Un patronus de lobo les estaba advirtiendo de una manada de acromántulas acercándose. Tendría que tener miedo, lo sabe, tendría que ponerse a crear protecciones, también lo sabe, pero lo único que desea hacer es tocar al patronus, su intensa y plateada luz es como una invitación, estira la mano, más cuando sus dedos están por tocar los hilos plateados, este desaparece.

 

—Hasta su patronus es aguafiestas —Comenta mientras se pone en pie ya con la varita en la mano, aunque no esta del todo segura para que la necesitaba. Lucha por recordarlo y después de un momento lo hace —A sí, las acromántulas. —Dice, pero enseguida se pone a buscar algo en su mochila.

 

La bruja siempre tiene guardado un kit de pociones, cree estar segura de que ahí encontrara algo que las ayude a volver a tener la mente clara. A pesar de la lluvia ya se puede escuchar con más claridad el ruido de las muchas pisadas de las arañas gigantes acercándose. Sin embargó, ella al igual que Emily, siguen igual de calmadas, queriendo reír por cualquier cosa. La carpa entonces se tambalea y amenaza con caer sobre sus cabezas aplastándolas.

 

—Si, aquí esta—dice leyendo la etiqueta que está en el frasco y sin perder tiempo bebe un sorbo y se lo pasa a Karkarov. —Prometo que no es lo mismo que tenía el whisky —Dice sonriendo.

 

Los cuadros, lámparas, adornos caían alrededor de las dos brujas que ahora estaban agachadas, una uña gigante empieza rasgar la tela de la carpa que gracias a los hechizos que Gode puso cuando llegaron, aun se mantenía en pie, otras igual trataban de entrar, pero las puertas y ventanas eran muy pequeñas para que lo consiguieran. Aguantarían hasta que la carpa cediera, eso daría tiempo a que la poción empezara a hacer efecto.

 

—Hay un hechizo de uno de los libros, uno que crea un circulo luminoso—Empieza a decir —No recuerdo el nombre —Se queja. En realidad, ese hechizo siempre se le dificultaba, aunque estuviera completamente lucida. —No, no recuerdo, mejor unas criaturas de sombras —Añade dándose por vencida —A la de tres nos aparecemos fuera de la carpa… uno, dos… —empezó a contar.

[Goderic Slithering]

Goderic no tenía la más mínima idea sobre el estado en que se encontraban las brujas. Solo confiaba en que podrían tener todo preparado ante su llegada para poder perder a las acromántulas sin el peso de tener un refugio que cuidar. Sin embargo, el destino parecía estar obsesionado con arruinar los planes del mago, ya que en cuestión de minutos nota que algo estaba mal con las brujas. La carpa, ya rodeada de acromántulas, se encontraba en las mismas condiciones y sin aparente reacción en el interior.

Los hechizos de presencia ya deberían haber alertado a las brujas hace tiempo, incluso si hubieran fallado ¿dónde estaba su instinto de peligro? ¿acaso no tenían algún mísero medallón para avisar del peligro? El impulso por dejar de correr y que todo se fuera al cara...mbano era tal, que sus pies tropezaron y estuvo a punto de caer. Se traga su frustración y continúa adelante, aunque la vena en su frente que parecía a punto de reventar no concuerda con su plan de olvidar y continuar.

El mago tenía la confianza para luchar contra las acromántulas e incluso vencer, sin embargo su confianza no era suficiente para creerse ganador versus el general del ejército: la acromántula madre. No era necesario utilizar su tercer ojo para entender que en una batalla directa, serían como un mosquito tratando de detener un carro. Debían buscar un escape, pero la pregunta era ¿cómo escapar? Respira profundo, en un intento de oxigenar su cerebro y poder encontrar una gran idea de escape.

A pesar de sus continuos intentos, no logra ninguna idea maravillosa cuando ya está frente a la tienda. Strellatus, grita continuamente haciendo frente a las acromántulas. A diferencia de Ben, no tenía intenciones de matar a criaturas que se encontraban defendiendo su propio territorio, bueno, no hasta que su propia vida estuviera en verdadero riesgo. Al darse cuenta de lo poco productivo que resultaba su ataque, a través del encanto Maledīcō, invoca una espada hecha de oscuridad pura, la cual inmediatamente lanza al aire creando un campo elemental a su alrededor.

La oscuridad tragó tanto a las acromántulas como a los magos, solo él se encontraba con visibilidad al no ser afectado por su propio hechizo. Se acerca rápidamente a sus compañeros y los reúne, esperando ganar suficiente tiempo para poder escapar bajo la -supuesta- protección que le ofrecía el manto de oscuridad mágica.

— Espero que nadie se aproveche de la oscuridad para agarrar algo que no debe — pensó, por algún motivo, mientras llegaba al frente de las brujas. Se detiene un segundo preocupado del porqué el pensamiento cruza por su mente pero rápidamente se concentra en lo importante: escapar de allí con vida -y manteniendo la integridad- completa inconscientemente desconfiando de sus compañeras.

 

[Emily Karkarov]

Hubiera querido quedarse con la sensación de quemeimportismo mezclado con felicidad que experimentó gracias al whisky,. Cuando la nueva bebida -o poción- que le dio Kaori hizo efecto las ganas de reírse por todo se esfumaron tan súbitamente como había llegado, dejando una sensación de tristeza que no podía explicar. De repente el patronus de Goderic ya no le parecía tan aguafiestas sino más bien alarmante, principalmente porque desconoce por qué las acromantulas habían empezado a atacar en primer lugar; aunque quizás dichas criaturas no necesitasen muchos motivos de todas maneras.

Está todavía con sus sentidos poco afinados cuando Kaori empieza a hablar de un círculo luminoso ¿hablaba acaso de algún hechizo? Emily la mira algo confundida al no haber podido escucharla completamente, mientras seguían ignorando categóricamente que deberían salir lo más rápido posible de la carpa con las acromantulas tan amenazadoramente derribando las protecciones que habían puesto cuando llegaron recién al bosque. Kaori se da cuenta de ello y casi pierde la señal de ¡tres! para desaparecerse. 

Gira sobre sus talones un segundo después que la bruja y por un momento teme que haya causado una despartición, lo cual hubiera sido demasiado vergonzoso para ella, ya que había pasado muchos años trabajando como examinadora del examen de aparición. Cuando deja de girar y se siente completa -tanto física como mentalmente- sus sentidos se alertan nuevamente.

La varita mágica ya en su mano conjura sus propias criaturas de sombras, criaturas aladas que empiezan a tomar con sus garras las acromantulas más próximas y alejarlas en vuelo. No se le antojaba matarlas a diestra y siniestra mientras tuviera la oportunidad de alejarlas. Mientras Kaori y ella están ese ritmo de defenderse, Goderic y Ben las encuentran.

-¡Por fin llegan! -exclama aunque sin mucho ánimo.

No llegaron a intercambiar muchas palabras pues no tenían tiempo y la oscuridad que los envuelve les permite armar un plan de escape silencioso. Emily había ordenado a una de las criaturas de sombras hallar una vía de escape; cuando la ve, toca con la mano libre de su varita mágica la espalda de uno de sus compañeros avisándoles que siguieran a la criatura. Al parecer, habían encontrado un pasadizo. Ahora solo tenían que llegar hasta él.

[Valky]

 

Justo antes de desaparecer siente muy a su pesar como una de las acromántulas logra morderla inyectando su potente veneno, a pesar del intenso dolor que sentía en el brazo, logra tomar apenas un pequeño pedazo de la blusa de Emily, dejando que sea su compañera quien guie la desaparición y las llevara a un lugar más seguro. 

Apenas siente el frio y mojado suelo del bosque debajo de ella, se da cuenta de que algo no marcha bien, bueno en realidad muchas cosas no marchan del todo bien. Gira su cabeza y se alegra de ver a Ben y Goderic acudir a su ayuda y también puede ver como varias criaturas de sombras aladas son invocadas por Emily, dándoles un respiro del brutal ataque que estaban recibiendo por parte de las acromántulas.

Sonríe un poco aliviada más cuando una nueva punzada de dolor la recorre por completo esa sonrisa de borra de sus labios, mira hacia su brazo herido y aunque quiere pedir ayuda a sus compañeros de sus labios no sale palabra alguna, tan solo siente sus parpados pesados y su vista se vuelve borrosa, puede sentir las frías gotas de agua cayendo sobre su rostro mientras sus ojos se cierran cayendo en la inconciencia...

La mente de Kaori entonces empieza a divagar, ya no se encuentra en aquel horrible bosque, esta en un castillo y en él hay demasiado movimiento. Magos vestidos de etiqueta pasan junto a ella acompañados por brujas con sus mejores trajes de gala, baja la mirada hacia su ropa pues recuerda estar llena de lodo, sin embargo lo que ve la sorprende. Estaba con un vestido carmesí, de un profundo escote en V que se ajustaba a su figura, era largo hasta cubrir los zapatos, que por el ruido que hicieron cuando empezó a caminar eran de tacón. 

Totalmente confundida quiso recordar que hacía ahí y como es que había llegado, pero se sentía realmente extraña, como si aquello fuera tan solo un sueño. Siguiendo a las personas camino hasta un salón en donde había muchos rostros conocidos. La decoración era con flores extravagantes, todas de color blanco y justo enfrente un altar en donde Goderic, vestido de traje, junto a Emily, vestida con un hermoso vestido blanco, se iban a casar.

—Pero son tío y sobrina... —Comenta algo asustada girando hacia la persona que esta a su lado, más cuando lo hace todo cambia y ahora era ella quien estaba vestida de blanco frente a Goderic —Hay no... que tengo esposo—Dice dando un paso atrás, si definitivamente aquello era un sueño, tenía que serlo... 

[Goderic Slithering]

El caos solo podía ser potenciado por la oscuridad que yacía sobre ellos. No sabe cómo ni con qué fuerza logran atravesar a salvo el pasadizo que habían encontrado en medio del caos. Cuando sus ojos se logran adaptar a la luz del nuevo ambiente, observa cómo uno de sus lobos -criaturas que había convocado durante el escape- arrastraba a una inconsciente Kaori.

«Lo que nos faltaba» piensa con más frustración que preocupación. Rápidamente observa la herida que se asomaba en su brazo y supone -correctamente- que era producto del ataque de una de las acromántulas. Por suerte, si bien el veneno era potente no la asesinaría inmediatamente. Saca un sinnúmero de pociones y aplica su conocimiento en primeros auxilios para detener la hemorragia de la mordedura y para detener los efectos del veneno.

Por supuesto, no tenía una poción en particular para tal poco común veneno por lo que sus esfuerzos se concentraron en detener su avance y daño, sin embargo no podría curarlo. La bruja tendría que soportar la fiebre y alucinaciones durante un tiempo mientras su propio cuerpo se encargase de procesar el veneno absorbido.

— Solo queda esperar, a menos que quieran jugar a crear pociones con los elementos que existen en el bosque. — comenta sin dirigirse a nadie en particular.

Luego de asegurarse que su trabajo había sido realizado de la mejor forma posible. Se levanta a buscar leña para crear un pequeño y temporal campamento. El mago se mantiene en silencio y observa de vez en cuando a Kaori que de vez en cuando fruncía el ceño, se retorcía y otras veces simplemente babeaba como si estuviera durmiendo cómodamente.

El tiempo pasa y su trasero comienza a doler por estar sentado en un piso tan irregular. Simplemente se levanta y avisa en pocas palabras que se dirigiría a explorar. Camina unos pocos kilómetros y cuando planea regresar al campamento se encuentra con el territorio de los centauros que buscaban. En silencio, y sin ser notado, regresa sigilosamente a donde se encuentran sus compañeros de aventura. No podía ni quería enfrentarse él solo contra tal manada de centauros.

— Encontré el hogar de los centauros.— comenta al llegar esperando que Kaori ya se encuentre en un mejor estado como para viajar y luchar si es que fuese necesario.