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Reserva Internacional de Criaturas Mágicas


Thoth
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Estaba nerviosa acaso ese mago no pensaba hacer nada para ayudar a mi hermano, él lo había puesto en ese aprieto y yo que pensaba que sería una visita tranquila, pero cerca de criaturas tan impredecibles nunca habría calma eso lo daba por seguro, además mi experiencia hablaba por sí sola, el camino a buscar a mi dragón no fue largo.

 

-Pequeño mío haz crecido tanto...como desearía llevarte conmigo.- Le hablé a la enorme ariacriatura que me había reconocido rápidamente.- Necesito tu ayuda por favor.- Le pedí montando sobre él con total rapidez.

 

Me tomé fuerte de sus escamas mientras la enorme bestia se elevaba sin problemas al aire pues previamente le había quitado toda prohibición que tuviera, era más cómodo hacerlo de esa manera, rápido e ilegal como estaba acostumbrada a actuar últimamente, ya no pensaba en las consecuencias de mis accionar, pues lo que tenga que pasar seguro pasara sin que pueda hacer nada al respecto.

 

-No piensa ayudarme?...después de todo esto es su culpa!.- Le recrimine sin ninguna vergüenza ya que me encontraba en un estado de total preocupación. -No es justo que se quede allí tan tranquilo...además quién es usted?. - Grité elevando un poco la voz.

 

Mis respuestas no querían esperar pero cualquier cosa primero estaba el cachorro y el estado en peligro en el que se encontraba, le retaria por exponer su vida de tal manera pero para eso debía salvarlo antes.

 

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@@AZRAEL Licaón @@Danny Lestrange

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-No.- Responde el egipcio muy tranquilo, y observa a @@Danny Lestrange con mucha atención, mientras que su rostro seguía oculto. - y sobre su pregunta, no soy nadie. - Una sonrisa se dibujo a responderle de esa forma a su sobrina. Aunque, en su mano comienza a canalizar el Hielo del Averno, y crea de ese rayo un ave. El le confiere vida, y crea así un Horrocrux, se vincula, y la deja volar rumbo a donde se encontraba el cachorro, y comienza a volar rumbo a él. Al llegar, el ave le dice.

 

-Cachorro, no te quedes congelado. Vos podes con eso y mucho más.- Afirmo, y el Ave pierde su vinculación, el mago se encontraba sereno, en eso su esfinge le clava la mirada, y este simplemente se encontraba tranquilo, revisando la inmortalidad de sus pensamientos, este si acudiría y haría algo, si en verdad su sobrino se encorará en peligro, pero era más fuere de lo que el pensaba, allí en ese ambiente de indignación de su familiar, y ver como su sobrino asumía nuevos retos, el mago solo se limito a observar los acontecimientos.

 

-¿Por que no crees en él?- Le cuestiona a Lady.

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Me encontraba sobre aquella formidable bestia, la cual me hacía sentir tan libre en el aire, que no había comparación alguna en el mundo con volar sin ataduras, quería permanecer ahí el mayor tiempo posible pero no podía para nada o por lo menos no por ahora, mi hermano estaba en peligro y protegerlo era mi responsabilidad como su hermana mayor.

 

-No me venga con tonterías...sí no quiere ayudar no lo haga!.- Le grité algo molesta mientas Drogom hacia una pirueta que me permitiera analizar la situación. -Y por supuesto que es alguien...sí no no estaría aquí y ahora! Qué pretende? .-Hablaba desafiante e impulsiva.

 

Allá arriba la situación podría ser controlada pero si necesitaba la ayuda de @@Danny Lestrange en todo caso, estaba desconfiando que esto podría ser todo una prueba de ese personaje contra nosotros, pues él podía notarse que tenía una una tranquilidad asombrosa, cosa que me molestó aún más, quería saber que quería sacar de todo esto.

 

-Por supuesto que confío en mí hermanito!...él es asombroso.- Grité sabiendo que el cachorro no escucharía pero con la certeza de que en algún momento debía decírselo. -Yo sé que él puede con este reto eso no implica que lo deje solo.- Agregue con total seguridad .- En quien no confío es en usted eso téngalo por seguro. - Le miré con ojos casi entrecerrados.

 

Le hice señas en un lenguaje claro a mi hermano para expresarle que lo apoyaba en cualquier cosa que haga, yo estaba para cuidarlo y protegerlo sin importar si ese ser estaba de acuerdo o no con mi acto impulsivo.

 

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@@AZRAEL Licaón

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Una sonrisa se produjo en el rostro del egipcio, quien juntando sus manos usa el Hielo del Averno le confiere una forma al rayo, y poco a poco crea una avecilla. La cual le da vida, y convierte en Horrocrux, la vincula a su alma y así la misma pudiera ser sus ojos, oído y voz a donde está fuera ya antes lo había hecho con @@Danny Lestrange y observa todo lo que su sobrino hacía, viendo como enfrentaba el reto. Aunque, al abrir sus manos, el ave sale volando en búsqueda de @@Ernest Macnair Wilfred y cuando lo encuentre le invitaría para que le acompañará a pasar un rato paseando por la reserva ¿Acaso el mago lo estaba invitado a una cita? Quizás era porque le agrada pasar tiempo con él, o ver esos orbes amarillos como una "S" en uno y el otro como serpiente, este debía admitir que le encanta ello. Y sin saber, la respuesta simplemente se levanta. Se apoya con su Vara de Cristal. Y observa a @@Lady Luxure Grindelwald

 

-Interesante. Aunque, prefiero caminar un poco, mientras que vos observas si tu hermano puede o no. Debo admitir, que muy maternal, pero supongo que no soy necesario. Sin embargo, veré si deberé intervenir. - Y se comienza a marchar.

 

El egipcio se encontraba nervioso y un poco preocupado, cuestionando si en verdad Ernest iría a su encuentro, por lo que ahora su rostro se encontraba al descubierto, y su atuendo cambia algo más propio para el encuentro. Y aún, así se detiene al observar un gran lago, y era allí donde había citado al mago, por medio de esa avecilla de hielo.

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  • 3 semanas más tarde...

Linmer caminó y caminó bastante, no conocía la isla apesar de trabajar para el Concilio no pisaba la isla salvo la vez que robo un dragón. Había conseguido varios dragones en poco tiempo y les había dado una poción modificada para que encontrarán dragones de su misma especie pero le había llegado el rumor de unos empleados que su Opaleyente tuvo su momento de gloria con una serpiente cornuda y para colmó resultó ser de una tal Lady.

 

-Cuándo lo vea lo mato- susurró la niña decidida apretando los puños enojada.

 

Vaya a saber Merlín que mutación salía del huevo, si es que closionaba, pero estaba segura que el concilio no permitiría que las crías nacieran, serían criaturas desconocidas por el mundo tanto muggle como mágico. Lo clasificarán como anormal y existirían su muerte, no podía permitirse eso, los magos de hoy en día compraban cualquier cosa exótica.

 

-No puedo permitir que me roben mi dinero- bramo.

 

Echando a correr llegó a un claro, o al menos eso le pareció, era enorme con muchos pozos llenos de huevos y había un par de dragones que dormían como su Opaleyente que estaba sobre un pozo también. Leslie supo que estaba cuidando a sus crías o cría, no sabía cuántos tenía.

 

Acercándose despacio observó que había un huevo asomándose por debajo del cuerpo de su dragon, si la veía estaba segura que la mataba sin importar que fuera su ama, pero debía tener a los huevos como fuera, sólo esperaba que no se despertara.

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Suspire dejando a Danny pues sabia que el cachorro podía lidiar con eso, a mi mente vino que tenia que controlar a Cornelia ya que mi pequeña estaba actuando algo raro, siempre fue un bicho rebelde y nunca le gusto quedarse demasiado en la reserva, de hecho yo misma no entendía como hacia para escapar y aparecer en la Luxure como quien no quiere la cosa, ya estaba acostumbrada a sus visitas...pero últimamente eran menos frecuentes.

 

-Creo que será mejor investigar que sucede contigo pequeña.- Dirigí a Eddy hacia la parte de los reptiles.

 

Una vez ahí puede notar como una niña se acercaba a uno de los dragones, había varios cuidando huevos o crías y desde ya era muy peligroso que hiciera eso, no sabia que era básico no acercarse a una criatura que esta protegiendo su descendencia?, bueno es una pequeña por lo cual es algo inconsciente así que lo mas factible era intervenir.

 

-Niña que haces?!...estas loca!.- Le grite buscando mi varita en el bolso de piel. -Levicorpus...-Le apunte haciendo que ella se eleve en el aire de cabeza.

 

Quizá no era la manera pero mi intención era protegerla del dragón e incluso de mi propia Cornelia pues la había visto asomarse entre los matorrales con cautela como vigilando algo, a lo lejos mi Drogom también estaba echando un ojo pero su actitud era como mas de celos. De pronto recordé a ese mago que nadaba por ahí girando...que había sido de él?, no me generaba mucha confianza a decir verdad.

 

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@@Azrael Lycan @@Leslie Ashryver PB

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Leslie había logrado sacar no menos que cuatros enormes, extraños y escamosos huevos. Su Opaleyente parecía muy perdido en su sueño cosa que agradeció enormemente y más aún llevar sus jeans alastizados que le permitían poder moverse con más flexibilidad.

 

Un gritó agudo, muy femenino la hizo estremecer y casi echarse a llorar ahí mismo, ¿cómo se le ocurría gritar mientras estaba robando huevos? Estaba loca o quería que la comieran. Sus ojos azules se llenaron de lágrimas al ver de reojo que varias crías de iban acercando donde estaba ella. Se olio el hombro, no recordaba haberse puesto perfume antes de salir de su casa pero no era a ella a quién veía sino a la persona que había gritado. Sintió como su cuerpo cargado de huevos flotaba hasta donde estaba la desconocida.

 

-Nos van a comer-[/b] lloró observando como unos dragoncitos las miraban con interés.

 

Su cuerpo comenzó a sudar aún así metió los huevos dentro de su brazier, con eso estaba segura que no llamaría la atención de nadie ya que pensarían que eran sus pechos y ahora que lo pensaba le gustaba tener bastante busto aunque fueran sólo dos huevos de cada lado.

 

-La loca eres tu que va gritando en pleno hábitat de dragones- le dijo con las mejillas coloradas.

 

Se puso una mano en cada pecho y hecho a correr, si querían comer que se comieran a la desconocida pensó huyendo con sus manos en las te**s.

 

 

 

@@Lady Luxure Grindelwald

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  • 4 meses más tarde...

Eitʃ & Renzo

La mujer miró sobre ellos, la luna llena está en su esplendor, magnífica y tan grande que parece que caerá sobre ellos con culpabilidad. Los claros y casi cristalinos ojos de ella son un reflejo del astro que contempla con la calma de alguien que está ahí solo para admirarla. La luz de la luna es toda la que necesitan para moverse en ese campo cerca de los límites de la reserva que es por mientras yano y sin más obstáculos que columnas de cerros de roca calientes. No hay muchas personas a esta hora de la madrugada, ¿quién podría? aunque siendo sinceros, estos últimos días, no hay muchas personas donde sea que no fuera un evento social de alta estima. 

¿Por qué has venido tú?-, la voz de Renzo se ha hecho cada vez más desagradable en sus oídos, no entiende cómo es que han podido continuar trabajando juntos todo este tiempo. La muchacha, que luce impecable y aun elegante en aquellas elásticas ropas negras entalladas a su cuerpo, deja de contemplar la calma de la noche para dedicarle la sonrisa más hipócrita que es capaz de ofrecer. 

No hay nadie más-, ellos no son el mejor equipo, pero es todo lo que queda de la compañía que, lejos de lograr su objetivo, todo su trabajo ha ido al caño por el inusual cambio de interés del administrador en otro tipo de asuntos. Ahora no son un grupo más grande del que comenzó hace ya casi un año. —Y, evidentemente, necesitas supervisión-, es encantadora, de un modo suave y no alarmante, pero igualmente le arranca al hombre viejo un gruñido.

Mira que...Yo no necesito

Shh, ¿acaso quieres despertar a todas las criaturas de la reserva?-, ella se acercó al hombre que está más cerca de un alto pilar de roca maciza. Y le sonrió con maliciosa diversión. —Deberías usar una de esas máscaras, ya sabes, como esos ridículos mortífagos-, susurró casi al oído del hombre, mientras se burlaba tanto de Renzo como de aquel grupo de llagas virulentas.

Esto no es un juego-, ella se encogió de hombros. Ellos tampoco lo son. -Ah- Cuánta libertad tiene en ese cuerpo flexible. —¿Qué es lo que estamos buscando?

—Hadas…

¡¡¿Hadas?!!-

Cá-lla-te-, arrastró con algo más de frustración. —No entiendo como es tu negocio si no sabes cómo hacerlo-, se quejó. Su postura relajada se recuperó luego de eso. Aclaró su voz. —Hay una demanda grande en Brasil, tal parece que cada milipulgada de esas criaturas resulta bastante útil para la medicina-, hay una pausa, ¿cómo puede explicarle lo siguiente sin hacer renegar a Renzo?. —Se necesitan allá,

¿Y pagaron por adelantado?-, le preguntó. Ella casi lo ha premeditado, pero olvidó evadir el tema.

Una parte…-, murmura, aparentemente más interesada en contemplar el espacio donde están. Definitivamente habrían de recorrer una larga distancia antes de acercarse a los bosques. Renzo idi***.

¿Una parte? Ahora que…-, el golpe en Armenia lo había cambiado, la ambición era cada vez más notoria en él desde entonces. Casi demente. Ella también había cambiado desde entonces, pero tras sus verdaderas y nuevas motivaciones ¿eso importaba ahora? Quizá no. —Pero ¿qué es lo que cree que es esto? ¿un grupo de ayuda comunitaria? ¡Quiero mi dinero!

Cierra la boca y sigue órdenes o te quedas fuera-, contestó la muchachita con firmeza antes de comenzar a caminar por entre columnas de altas rocas. Imagina que este debe ser un hábitat para reptiles desérticos o algo lo más parecido a un ashwinder o crías de dragón. Renzo se adelantó, guiando el camino por delante. No era un inutil después de todo.
 

@ Hannity Ollivander Evans  @ Rory Despard

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Por favor, está oscuro así que manténgase cerca— la criatura a su lado gruñó y Rory intuyó que no estaba muy a gusto con esa indicación— entienda que buscaré a Hannity y no me gustaría volver aquí y no dar con usted.

Era completamente extraño estar hablándole a un animal, pero tras ver al caberú de pelaje rojizo escabullirse para meterse en la hendidura entre dos formaciones rocosas de enorme tamaño,  no le perdió el rastro hasta que vio como se enroscaba en el interior del espacio donde solo un animal de sus dimensiones cabía, y apenas entonces se permitió relajarse un poco, echando los hombros atrás y dejando escapar una honda exhalación, para ir al punto de encuentro acordado con la joven heredera de los Ollivander.

Lo cierto es que tanto Evans como su joven hija, habían manejado con absoluto hermetismo el tema de la visita a la Reserva,  y la mayor de ambas brujas había insistido en que permanecería en su forma animaga, para solo intervenir si resultaba "necesario". Para Rory, colarse a esas horas en la Reserva era un acto gravísimo, aun cuando ellas habían argumentado tener "razones muy sólidas" para dicha intervención.

Hasta donde tenía entendido, la mayoría de formaciones de la zona en que se encontraban, tenían una característica atípica de emanar más calor del usual para una mejor protección de las especies que en ella habitaban. A juzgar por la comodidad con que le había dejado, todo indicaba que en su forma animaga, el cuerpo de Evans podía ser más resistente (Rory prefería creer que era por eso y no por alguna clase de magia oscura como la que había presenciado tomar control de ella en la residencia Ollivander), pero seguía sintiéndose inquieto. 

Sus temores empeoraron cuando creyó escuchar un par de voces, femenina y masculina, en los alrededores ¿serían guardaparques? ¿magizoólogos? ¿o aurores? Persignándose y encomedándose a San Patricio, Rory avanzó agazapándose hasta que finalmente, distinguió a la blonda hija de los Ollivander, cuya palidez se acentuaba más por los rayos de la luna. Levemente aliviado, y agradecido de haber traído por precaucion todos sus implementos de magia uzza, el pelirrojo activó de inmediato sus anillos de salvaguarda contra miradas indiscretas y contra oídos indiscretos, y solo entonces se acercó a la joven.

— ¡Hannity, hasta que di contigo! Estaba preocupado que por causa del retraso que tuvimos ya no te encontrara— su mirada se ensombrenció unos segundos al recordar el por qué de tal situación, que no era más que el enorme riesgo que corría Evans por su condición de squib aun no declarada ante las autoridades— estuve muy preocupado respecto a que pudieran seguirnos, y ahora lo estoy más porque escuché unas voces, allí cerca de donde tu madre se encuentra.  ¿Tu viste algo de camino hasta aquí? Aparte de las criaturas quiero decir...

¿Los nervios estaban jugándole una mala pasada? ¿Pecaba de paraonia? Bien pronto iban a salir de dudas, la más grande de ellas, el saber porque se estaban colando como unos ladrones en la Reserva.

@ Hessenordwood Crouch  @ Hannity Ollivander Evans

Editado por Rory Despard
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Había llegado un poco más temprano  de lo esperado a la reserva y es que tenía tanto tiempo de no visitar a Florence,  la ridgeback noruego que se había ganado hace algún tiempo en una gala de navidad, solía visitarle cada tercer día para que no la olvidara y a pesar de ser temperamental,  la dragona parecía querer a su dueña. Todo iba bien hasta que la rubia desapareció...

 

Recientemente Hannity había vuelto a la reserva  a visitar a Florence,  pero tras seis meses de "abandono" la dragona había cambiado su comportamiento y por ende ya no veía a la rubia como antes, ahora era agresiva y cada que podía le lanzaba una llamarada de fuego, así que esa nocbe Hann le llevaba una especie de ofrenda de paz, no podía asegurarle que no la volvería a dejar ya que eso era incierto hasta para ella, así como había regresado podría desaparecer nuevamente y con el trabajo que ahora ocupaba debía viajar entre Londres y París,  así  que solo podía esperar que esta vez no quisiera dañarle tras el obsequio que le llevaba,  una cria de ciervo especialmente para ella.

 

-Shhh,  cállate o descubrirán que estoy aquí en horario prohibido- dijo tras el gruñido del enorme animal, ofateo lo que Hannity le acercaba por medio de magia y la dragona se dedicó a comer. Miró su reloj, era casi la hora en que Despard la vería en aquel punto de encuentro que habían previsto, la dragona levantó la mirada atenta, parecía que había escuchado algo que ella no, gruñó molesta, la rubia alcanzó a escuchar dos voves, una de hombre y una de mujer, hablando, la única palabra que ella alcanzó a distinguir fue hadas... antes de que la dragona rugiera  y lanzara una llamarada de fuego en dirección opuesta a Hannity. 

 

Ella salió corriendo hacía el punto en donde se encontraría con el joven pelirrojo, al parecer él aún  no llegaba, así que descansó un poco de aquel rápido recorrido que había hecho desde donde estaba Florence, había palidecido tal vez un poco más,  pero se alegro de ver venir a Despard,  le escuchó habkar y ella casi sin aliento respondía.

 

-¿Así que mi madre a fin de cuentas vino?- Hannity le había pedido, casi suplicado que la dejara a ella y a Rory encargarse de aquello, pero por lo que decía Despard no había hecho caso a lo que Hann pedía, a fin de cuentas era igual que ella, aunque Hannity  temía lo que podía pasar con ella. Se sorprendió cuando el decía que había escuchado voces, ¿serían las mismas que escuchó ella? -No, no ví nada extraño, pero escucheescuché dos voces, precisamente de un hombre y una mujer mencionando algo de unas hadas...- lo miró fijamente  -no creo que hayan sido los cuidadores de la reserva,- se sentía nerviosa -¿que te parece si vamos donde mi madre? Y de allí  partimos hacía lo que debemos hacer.

 

Empezó a caminar, no quería dejar a Bel por más tiempo sola.

@ Rory Despard  @ Hessenordwood Crouch

 

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