Edicto sobre el Estatuto Internacional del Secreto en territorio inglés

[Aaron Black Yaxley]

Los tres Aaron.

El segundo: Tower Bridge.

-Digamos que un Lunes sería muy imprudente, señor Weasley...- Aaron inspiró con dicha y sonrió con la exhalación mientras observaba lo poco y nada del Támesis- ... a nadie le gusta recibir gente un Lunes, ¿no cree?.

Desde pequeño, el menor de los hijos de Mahía siempre había tenido la manía de organizar su semana, intentando alcanzar una disciplina que se había ido perdiendo con las generaciones anteriores. Su abuela, por ejemplo, siempre lo mantuvo en cualquier actividad que no fuese la de inmiscuirse en los asuntos de los mortífagos, pues y a su corta edad, no había discernimiento para comprender lo que éste defendía con tanto ímpetu en la actualidad, el derecho de libertad mágica. A diferencia de su hermana mayor, que le desordenaba su itinerario contando las hazañas de los volderistas como quién cuenta una historia de terror frente a la chimenea del salón principal en el castillo Black, cuestión que sin duda alguna, le habrían ocasionado más de una pesadilla -Aaron era un niño en esos entonces, y como todo crío de su edad, no conocía más allá de sus cuatro paredes, siendo el terror, los ideales fenixianos y la disolución de su magia. Su boggart era un fénix con una varita partida a la mitad, cada parte en una de sus garras-.

Aún así y desde niño, siempre luchó contra el orden en su vida.

-¿Sabe una cosa?- volvió a cuestionar el ex ministro de magia, observando hacia el infinito mientras los pliegues de una ligera túnica azulina se blandían con fuerza hacia la izquierda- tengo la certeza, aunque usted no se lo crea, que somos las dos caras de un mismo galeón. Solo he tenido esta intuición una vez en mi vida, señor Weasley, pero esa persona ya no está con nosotros...

Sin pensar en él, la proyección de Aaron en el muggle que lo caracterizaba, aludía a un legendario Auror, un mago que en honorable respeto, había provocado en el mago tenebroso una gran desilusión; ¡que paradoja!. Jamás se imaginó que este hubiese pertenecido a la afamada Orden del Fénix, sino más bien, le creyó siempre como un tipo con el carácter objetivo de su cargo. Lástima que haya sido tan fiel a sus principios y Black tan fiel a los suyos.

-...no por nada me ha citado aquí, fuera de oficinas aburridas y papeleos absurdos. Somos burócratas, sí, pero nos gusta esto...- extendió la mano enseñando el lugar.

La niebla sobre el río había subido lo bastante como para difuminar la claridad de los pocos vehículos muggles que cruzaban el puente. Solamente se sintió una fuerte vibración, cuestión que daba a entender de que las maquinarias del mismo puente estaban dejando pasar alguna barcaza que por supuesto no lográbamos ver con claridad, a excepción de algunos mástiles y un cañón de vapor. Parados allí, en el canal que unía ambas torres y protegidos por los conocimientos mágicos, cada uno quería hacerle creer al otro, que estaban solos. De seguro él estaba haciendo lo mismo con Aaron... ¿se mentirían?, no, claramente no. Solamente parecían conocerse bajo la sapiencia que los distinguía.

-Los magos y brujas de hoy en día no comprenden nuestros principios, ni el suyo, ni el mío. ¿Curioso no cree?...- prosiguió sosteniendo la gélida y gris mirada, en la del reconocido fenixiano- ... se comportan como muggles. Jamás estarán contentos con algo que no les sea servido en bandeja de plata, ¡como un concurso!... sus vidas son parte de una ruleta donde nuestras directrices van marcando la pauta. ¿Porqué cree que nos buscan?, ¡a ambos!. Usted con sus ideales, yo con los míos...¡tan!...tan distintos- suspiró con desesperanza- ¿qué es lo que quieren?, de usted, de mí ... ¿un trofeo?, ¿seremos acaso un trofeo de la vitrina sociopolítica actual, mientras tenemos un enemigo en común?...

>>No pretendo aburrirle, señor Weasley- concluyó al fin- he querido reunirnos para negociar una salida de todo este embrollo. La secretaría ministerial a cargo de Sean Linmer no sabe dónde se ha metido. Nuestra intenciones, si bien son distintas, son parte del equilibrio perfecto de ésta balanza. Usted no existiría sin el valor de enfrentarse a ideales como los míos ni yo sin hacerlo contra los suyos, es esa la regla natural de todo esto. Propongo una tregua de los supremacistas para enfrentarse al Inquisidor, ya que él y solamente él, viene siendo nuestra piedra de tope. ¡Y no crea que luego no le seguiré haciendo frente!...- sostuvo sonriendo con el índice bailando en su dirección-... es nuestro destino.

Siendo así, la proyección del ahijado de los Yaxley- quienes velaron en gran medida por la adolescencia de Aaron, con una Gatiux preocupada de que el joven Black se mantuviese fuerte y sano, o con un Orión atendiendo a un cariño familiar por el que el muchacho jamás pasó- invocó su daga de sacrificio e hizo un corte en la palma de su diestra. La mueca fue evidente pero prudente, y si bien, era la sangre del muggle, el vínculo de alma que sostenía era la muestra esencial de todo aquello. Ya había dicho un gran mago alguna vez: Magic blooms... only in rare souls.

-...Un juramento de sangre, señor Weasley... un pacto que nos permita confiar, ¡el uno en el otro!...- infirió, elevando la voz tras el estruendo sonido del cargamento que pasaba bajo sus pies- Yo Juro, no atacarnos ni atentar contra nuestras vidas hasta que el inquisidor sea borrado de la faz de la tierra. De esta manera, podremos ganar mérito para que la sociedad mágica confíe nuevamente en nosotros, y de la misma manera cumpliré mi palabra, la de borrar sus órdenes de persecución y arresto... ¿quién arriesga más?. Ya luego podremos enfrentarnos si así lo quiere...- tendió su mano con la herida abierta y cosquilleante- ¡venga no tema!, sabemos que no estamos solos aquí. Podríamos haber ordenado un ataque masivo antes de platicar todo esto, ¿no es cierto?...

 

@@Nate Weasley

 

OFF: Solo me queda un post para echar a andar a los tres Aaron y ya vuelvo a retomar, sea con Darlis, el mismo Nate o quien desee sumarse, respecto de este o el rol anterior y un tercero que está dedicado, en teoría, a los mortios <3.

 

Saludos pipol! ^^

[Veronica Prince Rambaldi]

Me apresuré a ir al Ministerio de Magia, no recordaba la última vez que estuve allí, pero por primera vez en mucho tiempo había un intento de juicio contra los anteriores mandatarios, cosa que era poco común en algunos ambientes. Pero yo sentía mucha curiosidad y no podía evitar concurrir dados los rumores que corrían de que el Ministro Black Yaxley no se dejaría pescar por nadie sino que daría la cara porque no era un hombre, según decían los rumores, que fuera a escaparle a nadie.

 

Cuando por fin llegué había varios magos y brujas arremolinándose cerca de las chimeneas reconstruídas, había llegado tarde, aunque no tan tarde. Los aurores le rodeaban y mi pluma comenzó a volar por sobre mi libreta tomando nota de ello.

 

 

 

Un buscado menos y queda uno ¿quién cobra los galeones?

 

En el día de hoy el ex Ministro de Migia y miembro vitalicio del Wizengamot, Aaron Augustine Black Yaxley, se presentó en medio del Atrio del Ministerio, en medio de llamaradas verdes y carteles de buscado. Inmediatamente a su alrededor se arremolinaron aurores, reporteros y curiosos. En un intento de leerle sus derechos los aurores se vieron superados por la altanera actitud del Mago, quien incluso, se tomó el tiempo para dar un reportaje a todos aquellos reporteros que se atrevieron a abrir la boca ante él.

 

El colega representante del Magisk Politike expuso que se comenta que la Secretaría Ministerial pretende abolir el sistema judicial para buscar su destitución en vista del carácter vitalicio en su cargo, y quiso saber qué podría comentar al respecto.

 

La respuesta del Yaxley no se hizo esperar: Muchacho. Eres muy joven para comprender lo que pueda haber tras todo esto, de hecho pasé por lo mismo cuando tenía tu edad...- comenzó a responder el ex ministro. Su acento era muy característico- Cuando las fuerzas del innombrable tomaron el poder a mediados de la década del noventa, el Wizengamot dejó de funcionar por el solo hecho de tal dictadura mágica... ¿Acaso me creerían capaz de burlar la ley que por años nos ha servido para una sana convivencia?...

 

Yo apenas pude articular una pregunta a lo lejos: ¿Qué hay del desconocimiento al Estatuto del Secreto Mágico?

 

El ex Ministro enseguida aclaró que se le había malinterpretado: i bien hay algunos de mis pares que pueden estar a favor o en contra, mis actitudes siempre han ido en velar por la libertad de mis hermanas y hermanos...mágicos. Es lo propio de un pequeño grupo social que parte desde nuestros hogares. El estatuto del secreto no era un edicto que velase por la seguridad, ni mucho menos la libertad de nuestros pares... ¡esto!.. [la varita] esto nos hace distintos. No necesitamos de políticas, acuerdos con simples humanos o pactos insensatos que nos prohíban la libre circulación de nuestra cultura, de nuestra esencia, de nuestra magia. ¡No somos muggles! ¿por qué vivir escondidos de ellos?

 

Otro colega de El Profeta quiso que el ex Ministro expusiera su opinión sobre la normativa del edicto.

 

El Black Yaxley no dudo en expresarse una vez más con parsimonia: Los hechos son prueba evidente de su resolución, mi estimado. ¡Han atentado contra nosotros en magnitudes internacionales! ¡Hasta apoyan al Inquisidor! ¿Qué esperaban? El ministerio vela por la seguridad de la población, y ante los ejemplos dados, aunque vagos, implican comprender de que nunca se podrá contentar a la población en su totalidad. Solo se busca lo mejor bajo el denominado, bien común. ¿Qué es lo que tanto les pesa?, ¿a qué le temen? Se otorga el derecho a defensa propia. ¿Qué hubiese pasado si aquello no se protocolizaba? .Serían castigados como lo fue Harry Potter por protegerse de un par de dementores, jurisprudencia de nuestra historia judicial. ¿Acaso no es una similitud, ahora que la población no mágica muestra cierta hostilidad a nuestras costumbres? Digo, no es que nos vayan a quitar el alma con un beso que intimidaría al mismísimo cupido, pero han creado un suero ¡que atenta contra nuestras capacidades!

 

Alguien del público se atrevió a expresar que todo eso venía de una consecuencia, por las decisiones que el ex Ministro tomó estando en el poder.

 

A lo que él no lo negó y preguntó a su vez ¿era mejor vivir escondidos, siendo castigados o presos de la ineptitud contingente del muggle, de sus enfermedades, sus guerras, su avaricia, por el simple hecho de proteger...nos? Acaso debemos ser lacayos de su historia, una que por cierto fue severamente sangrienta con lo que ellos llaman religión, por el simple hecho de proteger...nos? o les parece más lógico dirigir nuestros lineamientos de forma autónoma, por un decreto que bien puede ser modificado por el Wizengamot como cuerpo judicial y legislativito de la república mágica, para orientar la solvencia de nuestro culto ¡de los nuestros!, de quienes tenemos los conocimientos para sanar, crear, moldear, y por qué no, evitar actos bélicos como los acaecidos en los últimos años, solamente porque los gobiernos hermanos no estén conformes con el derecho de libertad que se les plantea!.

 

Definitivamente la charla se iba para largo y los aurores se iban impacientando pero el ex Ministro siguió respondiendo al Magisk Politike sobre qué pasaría con el Wizangamot.

 

A lo que el humilde caballero respondió: El Wizengamot se mantiene firme y no se disolverá por caprichos políticos, hijo... una cosa es el apoyo que yo, Aaron, pueda darle al gobierno de turno con la franqueza del partido conservadurista y otro muy distinto, es la relación que yo tenga con el Wizengamot y de este con la mandataria. Ahora, con su permiso debo ir a declarar.

 

Luego de eso el Señor Ex Ministro se retiró, acompañado de los aurores hacia el décimo nivel, donde se encuentran los Tribunales del ex Wizengamot.

 

 

 

Luego de la partida del ex Ministro me quedé pensando en si sus palabras eran un desafío o no y cuánto de verdad había en ellas, seguramente eran sus verdades, pero era la verdad. Sonreí mientras guardaba mi pluma y mi libreta en la cartera y caminaba discretamente hacia el centro del atrio a la espera de si algo más ocurriría durante el interrogatorio del mago. Seguramente iba a tener que intentar acceder a alguno de los aurores del ministerio para obtener mayor información al respecto, pero estaba dispuesta a jugarme a lo que fuera por una buena nota.

Editado 18 de Febrero del 2021 por Veronica Prince Rambaldi

[Aaron Black Yaxley]

Los tres Aaron.

Caelum: Fortaleza Oscura.

El oleaje rompía fuertemente en el roquerío que contorneaba las bases de la Fortaleza Oscura, centro de reunión y convivencia de la extrema conservaduría mágica y legado del innombrable, la casta tenebrosa. Los navíos de madame Boswell se mecían violentamente y los aullidos de la manada que honraba a Lucan habían menguado. Ni siquiera salía humo de la chimenea donde supuestamente Cassian inciaba a sus seguidores.

Las posas de agua en la azotea de una gran torre medieval, comenzaban a cristalizarse luego de un nubarrón, que había regado incesantemente, todo a su paso, seguido de ráfagas de viento tan heladas como la profundidad del mar, que avecinaban una nevada de aquellas. Las bandadas de cuervos graznaban desde sus nidos, clamando piedad de la ira que comenzaba a cernirse en el lugar.

En el borde de la torre negra, posicionado entre dos almenas y observando el oleaje que bestial, buscaba no congelarse, me encontraba erguido y concentrado en la proyección de dos fragmentos de mi alma. Con los párpados cerrados, observaba todo lo que mi inconsciente no se detenía de admirar, el puente del Támesis, la fuente de los hermanos mágicos, todo estaba saliendo según lo planeado. Ellos harían lo suyo y yo lo mío.

Los primeros copos de nieve comenzaron a caer con el pasar de los minutos. Pequeños y delicados, parecían ser las plumas de un almohadón recién rasgado, reposando sobre mis hombros y la capucha azabache que escondía la rústica identidad de plata que enseñaba el rostro de Caelum, mero seudónimo con el que me había autodenominado para presidir a los seguidores de Lord Voldemort y a los Sagrados Veintiocho.

Sentía el movimiento de la marca tenebrosa en el pálido dorso de mi antebrazo izquierdo, su ardor, su convocatoria, el dolor que alimentaba genuinamente la venganza hacia quienes no se hacían parte de lo que yo consideraba un pacto de hermandad, un bien común, una defensa de los linajes puros que mantenían los actos doctrinarios de nuestra cultura, de la magia, de su conservaduría, ¡del poder!. Frente a aquellos que denominaba como traidores o sucios de sangre.

Admiré el cielo una vez más y atendí cierta desesperanza. Seguramente habría más de algún borracho en las cantinas de la ciudadela o enfiestados en algún pub de Londres, ¡qué falta de principios!, creía. Ya era hora y de no haber otros que cumplieran con la muestra de poder, lo haría solo. Fue entonces que se oyó la aparición de un recién llegado.

- ¿A mi servicio?- cuestioné sin voltearme aún, siendo mis palabras un eco de susurros rimbombantes producto de la identidad mortífaga. Mientras los pliegues de la túnica pegaban una y otra vez en el concreto de la almena- A mi servicio no, muchacho, al servicio del señor tenebroso, al servicio del bien común, al servicio de nuestra distinguida pureza mágica...- comenté hasta admirarle frente a frente. Bastó un vinculo con su alma para reconocer la esencia del hijo de Shiva, a quien había invitado a unirse a nuestras filas en el funeral de su abuelo- con que aceptaste...- sostuve mientras bajaba hacia él- dime, joven Gryffindor... ¿Cómo debo llamarte?...

Con él, esperaría solo un poco más dentro de lo razonable, para finalmente iniciar el hito.

-¿Sabes porqué estás acá?

 

 

 

@@Mael Blackfyre y todos quienes quieran jugar ^^

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sean en el Ministerio

 

Deje a un lado las preguntas que me asaltaban del mago misterioso para mirar al pensadero, aqui habraa que actuar con cautela. Sin duda ir paso a paso era lo mas adecuado. Sin dudas estar tan cerca del poder era intoxicante, pero no era loco...ni tonto como para dejarme llevar y cavar mi propia tumba. Que aunque la idea de quedarme de fantasmita por el mundo tenia sus ventajas....aun habia muchos placeres carnales que no queria perder. Asi pues tome la pluma y sonrei al escribir.

 

"Estimados Señor @@taison logan greyback y señorita @@Lady Luxure Grindelwald

 

Por este medio se les cita de manera cordial a tomar el te de las 5 en las oficinas del Secretario Privado de la Ministra Sagitas Potter Blue

 

Atentamente Sean LInmer."

 

No dudaba que taison fuera. Ya habia mostrado su figura cuando lo del Edicto, y quedo pendiente a mas misiones. Esta seria otra mision para el. En cambio Lady era otra cosa. Bruja encantadora, pero orgullosa como la que mas. Supongo que tendria que manejarme con cuidado o me mandaria a freir esparragos y posiblemente al Tamesis con un ancla de hierro enredados en mis tobillos...y de seguro disfrutaria hacerlo. Si, tenia que comenzar a cuidarme las espaldas en estos ultimos tiempos. Que mania de resolver todo con violencia...con lo facil que cambiaba yo los matices ante un poco de galeones. Me encogi de hombros y mande la corta misiva.

 

Cuando iba a levantarme pues me llegaban por varios medios las palabras exactas lanzadas por Aaron en el atrio. Sin dudas no perdia oportunidad de pavonear sus ideales. Sonrei y pase pagina, eso era previsible y lo bueno de que las personas hablaran es que por la boca se pesca al pez. Asi que no me molestaba para nada que lo hiciese.....pues como decia el adagio muggle. Todo lo que digas puede ser usado en tu contra.

 

Asi me levante y me dirigi hacia el la habitacion preparadas para interrogatorios, bajo mi mano llevaba una carpeta con informacion veridica a contastar con la declaracion del ex-Ministro. De seguro ahi estaria la correcta de Darla haciendo su trabajo a la perfeccion. Segundos despues apoyaba mi mano en el pomo de la puerta y giraba para abrirla mientras encargaba a los aurores que estuviesen atentos. Lentamente me adentre sin mirar a los que ya me esperaban y cerre la puerta para girarme.

 

- Ahhh que honor estar de nuevo frente a usted señor @@Aaron Black Yaxley, espero que esta vez la entrevista sea mas fluida y se llegue a buen puerto -me acerque to sentandome al lado de @@Darla Potter Black y me gire a ella- vez la importancia de los posters....a veces se entregan para aclarar las cosas...- sugeri solo para molestarla para mirar a Aaron- Este....no se si ya nuestra jefa de seguridad se lo haya mencionado, pero ya que esta aqui esperamos nos aclare su parte sobre los sucesos ocurridos en la reunion de la Confederacion Internacional de Magos ocurrida hace pocos meses en Suiza.

 

Sin mas abri la carpeta que llevaba enfocandome en una frase que a posta habia subrayado.

 

"¿Acaso me creerían capaz de burlar la ley que por años nos ha servido para una sana convivencia?"

Editado 25 de Febrero del 2021 por Sean -Ojo Loco- Linmer

[Mael Blackfyre]

Levanté la mirada al notar que empezaban a caer unos copos pequeños de nieve en aquella terraza sobre la fortaleza oscura. Las olas chocaban contra la estructura y era imposible poder escuchar el silencio, el ruido nos rodeaba a ambos y podía admitir que era relajante. Más que nada la gran inmensidad que nos rodeaba y nos dejaba el mundo libre. Las palabras de Caelum, como solía llamarse, hicieron que volviera mi atención a la mitad de su frase. Puse mis ojos en blanco. ¿Acaso no era lo mismo? ¿Acaso no me encontraba frente al líder del bando?

Negué mentalmente en mi cabeza.

— Goldor —respondí. Sus ojos grises me miraban a través de las rendijas de su máscara, la cuál, protegía su identidad. Identidad que ya era conocida para mi, era el mismo de la mansión Gryffindor sobre el funeral de su abuelo —. Ya había aceptado, Caelum —le dirigí una reverencia con mi cabeza.

Sus ojos grises en aquel momento, me brindaron toda la información que necesitaba. Para ser exactos desde los primeros pasos que había caminado por aquella comunidad mágica, me había servido leerle la mente a las personas. Muchas eran capaces de protegerse de mis influencias. Pero muchos otros no. Siendo el Lider de la Marca Tenebrosa, pensaba que iba a poder resistirse a mi mente. Pero me adentré a su cabeza sin que se diera cuenta, mientras le murmuraba mi pseudónimo. Cuando salí de su mente, ni cuenta se había dado.

Estaba jugando un par de cartas a mi favor.

— Claro que si. Las lenguas hablan dentro de sus filas, Caelum —dejé aquella oración en suspenso. No conocía muy bien con cuánto secreto había manejado todo. Pero quería demostrarle la inutilidad de los demás y la ventaja de tenerme a su lado en aquel momento—. Hablaban de un ataque contra la Confederación. Y respondí a su llamado. ¿Estoy equivocado? — pregunté, mirando aún a sus ojos.

Pude ver dos escenas extrañas. Uno frente a un joven y otro en una especie de junta. ¿Eran recuerdos?

— La comunidad mágica ha sufrido heridas. Y tenemos un responsable. Creo que la libertad que me brinda la marca tenebrosa se ve flaqueada y debemos solucionar la cuestión. Mi varita está a su disposición…

 

@@Aaron Black Yaxley

Editado 18 de Febrero del 2021 por Mael Blackfyre

[Luna Gryffindor Delacour]

Luna Gryffindor Delacour- Cuartel General de Aurores.

 

La cabeza me daba vueltas y no había forma que la bruja entendiera de lo que hablaba el mago, ¿qué demonios decía?, entendía porque no era tonta que lo que en realidad quería decir era que eramos superiores a los muggles y que estos nos habían intentando atacar, lo que no lograba entender porque no le cabía en la cabeza era todo eso de la supremacia de la sangre, ¿qué sentido tenía pertenecer a una casta pura si la misma pondría en peligro la libertad de todos nosotros? ¿tendriamos que luchar contra los muggles solo por ser o considerarnos superiores? la cabeza me daba vuelta intentando entender de que hablaba Aaron, no era la primera vez que el mago hablaba de cosas que escapaban a mi control, cosas de las que debería de informarme más pronto que temprano, al menos, por si llegaba a cruzarmelo en algun momento o otro.

 

 

Vi a Darla en su jucio y suspiré, no era tonta, no había querido ir porque no me consideraba capacitada para enfrentarme a él, no porque le tuviera miedo, solo porque no me querría capaz de poder controlarme, ¿qué me pasaba si lo atacaba y terminaba muerta? eso no podía permitirmelo en estos momentos donde todo parecía dado vuelta y no entendía nada de lo que pasaba, lo que si sabía era que ella misma estaba en peligro, ¿qué haría cuando me buscarán por no ser sangre pura? la idea de que tuviera que anotarse en algun lado le daba vueltas en la cabeza y la hacía poner nerviosa, suspiro por enesima vez sintiendose ajena a todo lo que la supremacia de la sangre y los llamados "sangre pura" patentaban siempre, porque para ella daba igual si eran puros o no, merecían el mismo respeto que los demás y eso sería algo que siempre defendería con uñas y dientes, dijera lo que dijera Aaron y su politica supremacista de sangre, que era entendible, porque si creciste con esos ideales, era logico que los defendiera ¿no?, de la misma foma que era logico que yo estuviera en contra suyo, solo que nunca se lo diría abiertamente.

 

 

Aun asi ordene el papeleo que tenía en mi escritorio, todo parecía ser de Aaron, ¿como no se dio cuenta de lo obsesionado que estaba Elvis con él? ¿como demionos se le paso por alto? se sentía culpable del todo, porque si hubiera leido estos papeles, hubiera podido evitarlo pero como siempre era tan distraida y despistada, que solo se preocupo por él cuando fue demasiado tarde, además de ordenar los papeles debería de ir a ver que pasaba con el señor Yaxley, suspiré porque enfrentarse a él no era lo que quería, quizas ir por las sombras y sin que nadie la noté, podría ser lo evidente ¿o no? se pregunto que pasaría con el inquisidor tambíen y si podrían hacerlo buena de una vez por todos, ¿podrían lograr la paz que tanto deseaban en el mundo magico? o fracasarían como siempre, entre el discurso de Aaron y su resolucion de salvar al inquisidor, no sabía que hacer, tan solo decidio hacer acto de presencía en el Atrio, al menos, para que vieran que ella tambíen estaba allí y podría ayudar de alguna manera a Darla, si bien se mantendría al margen de todo eso, porque sabía que no se controlaría con él supremacista que era por nada del mundo, así que si quería llevar la fiesta en paz, solo tenía que ver como lo enjuiciaban y listo.

 

 

¿Qué sentido tendría ir allí? ¿podría ayudar de alguna manera o no? se sentía perdida y cansada de todo, de los magos que eran puros, de los impuros, de los mestizos, de toda esa pelea y lucha absurda, una lucha que comenzaba a entender pero que no compartía, podía entender porque no querían a los muggles libres e incluso entendía porque no querían a los mestizos, pero no compartía su opinion, le parecía clasista y horrible por demás, ¿qué importaba si las castas de los magos más puros eran defendidas? además no había ningun mago puro, porque estaba segura que hasta la familia de ese Aaron tenia alguna mezcla con mestizos o muggles, porque en estos tiempos que corría ya nadie era puro del todo, por más que ellos quisieran pensarlo así, era imposoble, porque si no, los magos se hubiera extinguido hacía siglos atrás, así que sonríe divertida al pensarlo y suspiré porque tendría que ir a ayudar a Darla y ver a quien no quería por nada del mundo.

 

 

Luna Gryffindor Delacour- Atrio del Ministerio de Magia, ayudando a Darla con el interrogatorio de Aaron.

 

Una llamarada violeta dio paso a una bruja alta, de cabellos pelirrojos con un prendedor del fenix dorado, ojos azules claros, traje violeta claro, pantalon violeta y zapatos de tacon del mismo color, su vestimenta iba a juego a como se sentía aquel día, estaba tan feliz de tenerlo allí para interrogarlo, aunque por supuesto no hablaría con él, no se sentía capaz de estar tranquila en su compañia y cualquiera que la viera, podría notar su furía interior, una furía que estaría dormida porque tenía que ser profesional y tranquila, dos cosas que no sabía si podría lograr ser o no, porque por dentro la vampireza que era clamaba por darle muerte, algo que no haría por nada del mundo y tan solo se quedaría en una linda y dulce utopia.

 

Llego justo hacía Darla y suspiro intentando calmarse, aquel hombré había matado a su padre, ¿tendría que dirigirle la palabra? sonrio con sorna y burla en la mirada, ¿quien se creía que era? ¿un duque con sus ideas de sangre pura? en otras circunstancias y en un universo paralelo, incluso su idea le resultaría comica y entendible por demás, pero en esa epoca y en esos tiempos que corrían no podía caerle bien, lo intento tantas veces llevarse bien con él y ¿como le pago Aaron? matando a la unica persona que más amaba en la vida, así que era evidente que no podrían ser amigos nunca, suspiro intentando calmarse y dejando que Darla hiciera todo, porque no se sentía capaz de enfrentarse a él sola, así que agradecía tener compañia y no ser la que tuviera que leerle sus derechos ni decir nada de nada en esa ocasion al menos.

 

Estar allí le recodo años atras en otro juicio parecido, un juicio que había sido el suyo propio cuando se revelo como fenixiana en esa oportunidad, Aaron ostentaba el cargo de ministro, así que había precedido el juicio que quedo sin efecto por no tener pruebas en mi contra suficientes y por la incongruencia de lo que decía, en esa oportunidad tanto Darla como Elvis me había defendido y habían supliicado que no dijera nada, cosa que hice puesto que solo hable cuando me dirigían la palabra y tanto en esa oportunidad como ahora podía sentir el poder y la energía del mago, podía sentir lo superior que era a todos y como su idea de creerse superior lo hacía parecer casi omnipotente, algo del todo ilogico y absurdo por demás, bufé divertida de que las tornas se cambiarán y ahora fuera yo la que estuviera allí para verlo caer aunque sea, algo que no sabía si pasaría o no, pero que rogaría para que sucediera, porque sus ideas no podían seguir en la comunidad magica, los tiempos estaban cambiando y con ellos las ideas de sangre pura que ostentaban algunos magos, ideas que ya no podían seguir vigentes en los tiempos que corrían.

 

 

@@Aaron Black Yaxley @@Mael Blackfyre @@Sean -Ojo Loco- Linmer @@Darla Potter Black (y todo el que quiera seguir la historia)

[Matt Blackner]

La cosa había empezado bien. Me ilusionó leer qeu no nos íbamos a esconder más de los muggles....cuantas veces habíamos soñado en como nos podríamos relacionar con ellos, bromeando en las reacciones que tendrían al descubrir nuestra forma de vida?

 

Pero...hasta ahí.

 

Cada palabra escrita fue dejando una sensación de frío por todo mi cuerpo, pasando después a un vacío en la boca del estómago.

 

Ahora caminaba, seguido de cerca por Fenrir. No nos esconderíamos, no? Pues me importaba bien poco que muggles o magos vieran como el gran lobo blanco me seguía, sin hacer ruido. Sin afeitar, con unos viejos vaqueros oscuros y una camiseta de manga larga gris. Las botas marcaban el paso rápido, guiado por el calor que de pronto sentía, por las prisas.

 

No podía creer que aquellas palabras hubieran salido de la pluma de mi madre, de la mente de la payasa a la que le encantaba jugar con los niños y hacer burradas en el circo con criaturas extrañas.

 

Que demonios le había pasado? De pronto no la conocía. Volvía a sentirme como aquel chico que golpeaba la gran puerta de la mansión PB sin saber a quién se iba a encontrar alli.

 

Me adentré en el ministerio, sin fijarme en quién estaba allí, si me miraban o si cuchicheaban...tan solo me moví, con la mirada fija hasta dar con el despacho de mi madre.

 

De la Ministra.

 

- SAGITAS - grité, con voz firme. Trataba de controlarme, resoplando. - Se que estás escondida aquí dentro. - comencé a caminar, dando un par de pasos a un lado para luego, deshacer el camino, caminando frente a la puerta mientras esperaba. - Hasta cuando piensas evitarme. - me detuve, mirando fijamente a la puerta. - Abre, o te juro que reventaré la maldita pared si hace falta.

[Anthony R. Dracony M.]

Cruzo la pierna mientras echa el cuerpo hacia atrás, su mano dejo el diario que termino de leer, tomo la taza de té y la llevó a los labios con la intención de beber para pensar sobre lo que hará... ya son varios periódicos y revistas que hablan sobre el mismo tema, va resultando aburrido para el nigromante, pero no puede seguir al margen.

 

Es tiempo de que deje su "banda" a la cual se agrego por sugerencia del jefe de seguridad de la reina Kamra, era necesario en ese entonces guardar las apariencias y solo porque Ryvak gusta de tocar la guitarra, su tiempo como parte de aquel grupo musical, fue en alguna forma "entretenido". Pero solo algo para pasar tiempo, realmente los muggles son las personas menos estimadas del mago oscuro, le gusto tener sus fans, aquellas secciones de ensayo, las secciones de fotos, no tanto los conciertos pero hay que terminar con esa "relación artística-social", él no iba a dar la cara por sus compañeros de banda, tampoco se opondría a la ley, pero... de pronto sonrió... bien podría "divertirse" armando un ataque al grupo musical...si... matar a los miembros, una poción y podría hasta "desaparecer del mundo", dejar atrás su cargo diplomático, a la gente que poco le importa... es una idea bastante tentadora, pero habrá que planearlo muy bien... ahora si saborea el té mientras se regocija...

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Noche anterior al interrogatorio con @@Aaron Black Yaxley

 

-Venga Sean, toma asiento -La cara de palida de Derhorm y sus ojos rojos en mi tratando de estudiarme me incomodaron un poco- se te ve demasiado cansado...supongo que mirando por encima del hombro a cada rato no???

 

Apenas hice una mueca mientras tomaba del liquido que me cedia el viejo colega. No estaba mal, aunque sin duda nunca lo mejor que tendria Derhorm. Una premisa que habia aprendido de el es que negocios son negocios.....asi que si me pfrecia esto para beber sin duda tendria mucha y mejor mercancia para vender. Pero volviendo al asunto.

 

-Bahhh mi cabeza es lo de menos. No soy nadie importante. -le reste importancia al asunto.

 

Aunque tal vez deberia darle la importancia que merecia. Ahora mismo era la cabeza visible en el Ministerio con lo del Edicto y tanto poster de "SE BUSCA". Asi que la lista de magos cabreados deberia ser larga. Admitia que no albergaba muchas esperanzas de que resultaran, pero sin dudas era una muestra de que al menos..como Ministerio. Estabamos haciendo cosas. Lo peor que puede ver una comunidad ante el caoso y la incertidumbre es ver a su lider no haciendo nada.

 

-Pero dime, para que me citaste aqui?? -dije despues de terminar el trago, a lo que Derhorm se apresuro a rellenarlo. Mire a todos lados, estabamos solos...y congelados en un p*** sotano..de algun lugar.

 

-Para pedirte mas dinero...para que mas. -el brillo de los ojos en Derhorm se me hizo mas irritante. Ya le habia dado una partida..jugoza de hecho de todo el dinero muggle que tenia acumulado y ahora pedia mas?? Calamate Sean, no es hora de demotrarte contrariado. A fin de cuentas el encargo lo pedistes tu.

 

-Cuanto??? -dije con desgano. Nunca me gustaba desprenderme del dinero bien ganado.

 

-Cien mil. -la completa calma con que menciono la cifra me crispo los puños. -Y antes de que te enojes, te digo yo que en encargo esta quedando...a la medida. Ya veras que el resultado garantiza la inversion que has hecho.

 

No estaba tan seguro. O sea estaba alli cuando Derhorm me dejo ver la fotografia...Y si..habia similitudes en las facciones y las formas pero aun asi era material inacabado. Y ahora mismo ya casi me costaba un cuarto de millon de dolares. Sin duda con eso mis arcas quedaban mas que disminuidas en.....bastante.

 

-Esta bien....aqui tienes -firme el cheque y se lo extendi a mi colaborador. Mire por un momento a Derhorm que sostenia el cheque para mirarlo y tomando el abrigo me levante para marcharme...sin percatarme de la sonrisa que aparecia, como mueca, en el rostro de mi interlocutor.

 

-Interesante nombre el que te pusiste en la cuenta. -sin mas su palida mano llevo el cheque al bolsillo.

 

-Bueno en estos dias...todo se vale.

 

Y asi quedo finalizada la reunion. O no. Cuando abri la puerta la voz hueca de su palidez de ojos rojos me llego a los oidos. Y claro como siempre con informacion valiosa.

 

-Por cierto...del otro asunto..ya te mande...de la forma que sabes..toda la informacion -sin mas Derhorm recogio de la mesa los vasos y la botella- y capture a cierta rata que puede que te tenga informacion interesante. A fin de cuentas ya abriste la temporada de casa con el Wizengamont al eliminarlos como institucion.

 

Sonrei y usando el medio comun para contactarnos...desapareci.

[Malum Luxure]

Viena, Austria. Oficina de la emperatriz Austriaca

 

Sabía que la visita de mi bella no era social y eso me ponía en estado ansioso, ya que me encontraba bastante perdida de los asuntos ministeriales ingleses o de cualquier otro país que no sea Austria, no me importaba la política de los demás pero era estar pendiente un mal necesario, tendríamos que pedir orientación...pero quien sería bueno llamar que nos pudiera interiorizar como era debido? Sí bien con lo poco que sabía estaba de acuerdo no era que entendiera del todo.

 

-Lo se señorita ministra...- Mi sonrisa se presentó radiante por qué nunca le trataba con tanto formalismo sin importar quien este cerca.- Creo que necesitamos ayuda sobre todo lo que esta pasando...lamento haberme perdido tanto de este asunto.- Le comenté un poco apesadumbrada pues era la verdad.

 

La información siempre era necesaria para mantenernos protegidos todo el tiempo, pues tras las sombras no sabes que se puede esconder, el golpe menos esperado es siempre la traición, y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no son prevenidas o captadas a tiempo.

 

-Tranquila mi petite fleur tengo cubierto lo de las fronteras pues con la toma de mi mando tengo mis propias resistencias internas...cucarachas que no dudaré en aplastar.- Le regalé una sonrisa llena de confianza.- En cuanto a los extranjeros nadie entra o sale sin un control estricto pues no podemos confiarnos de nada hasta que este todo bien dominado.- Fui hacia ella y la abracé con ternura. -Calma estaremos bien.- Me quedé un momento así por que me lo merecía.

 

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@@Ada Camille Dumbledore

Editado 25 de Febrero del 2021 por Lady Luxure Grindelwald