Aritmancia & Leyes Mágicas

[Kahlan Blackthorn]

 

Se podía conocer la vida de una persona solo con poseer su fecha exacta de nacimiento, así también si había llevado una vida delictiva dentro o fuera del mundo mágico. Le gustaba como ambos conocimientos se compaginaban, dándole la oportunidad de poder manejar con soltura y sin ataduras dichos temas con sus alumnos. Andarían por sendas separadas, pero dentro del mismo sitio de desarrollaría toda la catedra, viéndose acompañados por sujetos que se dedicaban a realizar toda clase de interrogatorios

— Quizás sea la CIA o el FBI, no creo que nada de muggles—espantando esas ideas movía su surda sobre su cabeza. Acomodando algunos libros dentro de una mochila, no despegaba los ojos del reloj de pared— Casi es la hora, no debo olvidar llevar—alargando la mano revisaba el cuaderno de notas. Ahí estaba lo más importante de la clase de Aritmancia y unos cuantos apuntes sobre Leyes Mágicas. No pudo evitar recordar cuando ella tomo ambas clases, aprendiendo desde lo más básico hasta lo más importante.

— Tiempos aquellos, pero ahora todo es diferente—cerrando sus ojos intentaba sacarse eso de la cabeza. No había cabida para nada más que números y leyes, ahí es donde enfocaría toda su energía. Acomodando su capa de viaje se disponía a partir hacia Scotland Yard. Londres era un sitio plagado de temas relacionados con la politica y un reinado que pocas veces cedía ante las demandas del pueblo. Eso no era asunto suyo, solo necesitaba unos datos de parte del Parlamento para completar su plannig de estudios.

Kaori y Mathew, podría acompañarle y de paso dar inicio a la clase. Solo esperaba que las lechuzas dieran con la ubicación exacta de los magos, no siempre uno podía fiarse de esa clase de aves. Aunque las suyas solían ser bastante efectivas y siempre llevaban los mensajes, no importaba si la vida de les iba en ello— Fieles hasta la muerte—sentenció colgándose la mochila al hombro. Su capa de viaje reposaba ya sobre sus hombros y la chimenea estaba dispuesta para desaparecer por medio del empleo de polvos flú.

— Parlamento del Reino Unido—pronunciaba con claridad, recordando que una sola letra incorrecta le llevaría a parar a quien sabe donde. Pero para su buena suerte, no tardó demasiado en ser recibida por una multitud de hombres y mujeres que iban de un lado a otro. Trabajadores sin descanso, defensores de los derechos de los habitantes de esa cuidad, pero para ella de momento eran carne de cañón— Vayamos por los datos de los últimos delitos cometidos, no dejando de lado los que tienen como participes a uno que otro político—una enorme sonrisa alcanzó sus ojos de dos tonalidades.

Viéndose captada por los ojos de un sujeto que no le quitaba la mirada de encima, no haría uso de la metamorfomagia para darle el mismo tono a sus ojos. Para ella la heterocromia que afectó sus ojos la nacer, jamás le causó ninguna clase de malestar. Ahí podría aplicar la ley contra la discriminación, pero al no estar presente la alumna que tomaría dicha clase no haría nada de momento.

Ya se presentaría otra oportunidad y esa sin duda, no la desperdiciaría por nada del mundo. Avanzando hacia la oficina donde se encontraba el sujeto que le proporcionaría los documentos que necesitaba, dando dos golpes en la puerta entro al escuchar que tenia libre acceso— Date prisa—replicó alargando la mano para tomar la carpeta. Saliendo sin mirar atrás apresuraba el paso, Scotlan Yard era su siguiente parada— Que comience la acción—desapareció en medio de una bruma espesa. Estaba segura que sus pupilos ya le estaban esperando.

 

@@Matthew B. Triviani @

Editado 31 de Enero del 2021 por Nate Weasley

[Matthew Black Triviani]

Matthew Black Triviani.

A decir verdad, la única razón por la cual había optado por aquel conocimiento se debía a que la misma materia en sí, parecía estar prohibida debido a la falta de interesados y eso despertaba la curiosidad en el joven, quién no tenía ni la más remota idea de en qué consistía la Aritmancia más que de forma muy superficial. Los días pasaron y recibió una confirmación mediante una lechuza. Parlamento de Reino Unido. Se sentía confiado por no haber salido de Inglaterra en aquella ocasión, por lo que su viaje no iba a ser demasiado largo más que un abrir y cerrar de ojos.

Desapareció.

Parlamento de Reino Unido.

Su capa de viaje, aquella con la que concurría a todos lados, negra, con un dobles sutil en los hombros y de trasfondo borgoña, una cadena de hierro pulida simulando ser plata adornaba los comienzos de ambos dobleces, cayendo por el pecho del gitano. Portaba un traje de color gris, con una camisa blanca y zapatos acharolados, en sus manos tenia guantes de piel de dragón que lo protegían del frio y las paulatinas lluvias.

Estaba parado en la horilla del rio, junto al puente, los automóviles muggles circulaban por el y lo único que surgía en la mente de Black eran todas las formas posibles para sembrar el caos con un simple movimiento de su mano. Los pensamientos del brujo se vieron interrumpidos cuando escucho pasos aproximarse, del interior de una neblina apareció Malfoy.

[Valky]

Prácticamente arrastrando los pies Kelian bajo a la cocina en busca de un vaso con agua, la noche anterior se había quedado hasta altas horas en compañía de una vieja amiga a quien no veía desde hace mucho tiempo y ahora pagaba las consecuencias. Si bien no se había excedido en la bebida, no era muy bueno cuando a licor se trataba. Ahora estaba con sueño, sed y un horrible dolor de cabeza, de esos que sientes que el cerebro se queda en la almohada cuando al fin tienes el valor de levantarte.

—¿Y mi mamá? ¿Aun duerme? — le preguntó a Handigal, un viejo elfo cuando este entraba en la cocina con una bandeja con varios vidríales con pociones y un sobre.

—Salió muy temprano en la mañana —respondió la criatura mirándolo con reprobación —Le ha dejado esto—Añadió entregándole la charola.

—Pero que… Ni siquiera me consultó si estaría libre… —comentó mientras leía la nota que Valkyria le había dejado.

Empezaba a extrañar los viajes que antes hacía su madre, cuando ella no estaba era mas libre. Ahora en lugar de poder malgastar la fortuna de sus padres, tendría que asistir a una est****a clase de leyes a la cual ni siquiera se había inscrito él. Era claro que la Karkarov lo hacía para molestarlo, no había otra explicación, el odiaba ese tipo de materias, le gustaba más cualquier cosa que tuviera que ver con plantas y animales.

—Leyes… Su falta de magia le está afectando el cerebro —dijo soltando la nota en la mesa y luego de mala gana se bebió las pociones que le había dejado.

Poco a poco fueron haciéndole efecto y el malestar propio de una resaca desapareció. El peliazul tomo Un vaso de agua más y a regañadientes fue a cambiarse de ropa, con el pasar de los años había aprendido, algunas veces a la mala, que su madre siempre tenía algún plan oculto para cada una de sus acciones, así que, si quería que asistiera a esa clase, por más que él no quisiera, tenia que hacerlo.

Una hora más tarde ya estaba de pie a las afueras del Scotlan Yard, lugar en el que, según las indicaciones, tenía que esperar a que el mago o bruja que impartiría la clase, se presentara. Metió la mano en uno de los bolsillos del pantalón de mezclilla que llevaba puesto buscando un cigarrillo, pero al parecer no estaba ahí, así que buscó en los de la chaqueta negra y si, ahí estaba. Lo encendió y simplemente esperó a que su profesora llegara.

[Kahlan Blackthorn]

El par de magos habían llegado puntuales a la cita, parecía que sus ganas por aprender prevalecían después de todo. No eran tiempos sencillos dentro del mundo mágico, por eso justamente le agradaba la idea de que decidieran aprender Leyes Mágicas y Aritmancia, posiblemente con ese par de conocimientos irían un paso adelante de las personas que aun se mantenía encadenadas a la ignorancia. No se refería específicamente a los muggles, sino aquellos magos que continuaban viviendo en el pasado.

—Un placer—les saludó extendiéndoles un par de carpetas — Dentro hay dos nombres de magos que están siendo perseguidos por las autoridades— explicó con calma— El primero nació en una fecha que no figura dentro de ese documento, nos tocará dar con la ubicación de este y sacarle esa información—se refería a Matthew, ya que era el quien estaba interesado en la Aritmancia. El joven que estaba a su lado, parecía más interesado en temas relacionados con las leyes que regulaban y castigaban los crímenes dentro del mundo mágico.

—El otro sujeto escapó tras perpetrar un asesinato, lo único que sabe de él es que llego a Londres a bordó de un barco Alemán—asintió intentando recordar cuantos barcos posiblemente podrían haber aparcado en los muelles Londinenses. Decenas y los polisones eran el pan nuestro de cada día, sobre todo a la hora de buscar un refugió escapando de la complicada situación que reinaban en sus hogares. Pero ese era el menor asunto que les ocupaba, recorrer esa zona sería sencillo tras adentrarse en Scotland Yard.

La policía solía poner toda clase de trabas, pero al ser miembros de la sociedad mágica posiblemente podrían mostrar un poco de flexibilidad— No podemos decir quienes somos, pasaremos como enviados de otro distrito y estamos aquí para ayudarlos con las pesquisas. Recuerden que no estamos trasgrediendo la ley, solo flexibilizándola un poco para nuestros interés—quizás les estaba pidiendo demasiado. Pero era la manera más sensata que pudo encontrar, al menos de momento.

— Vamos, entonces—colándose por la puerta principal. Le servía ese aire militar que poseía, tantos años dentro de la milicia no fueron en vano. Aunque la vestimenta, no pegaba del todo con el porte, pero ese era el menor de sus problemas— Capitán General, no existe un nombre solo ese rango—comentó con una sonrisa en sus labios— Veníamos por el par de criminales que andan sueltos, considérenos una fuerza aliada y no algo que pueda entorpecer las investigaciones que ya deben estar en curso—agregó mirando a sus acompañantes.

— Si hablan, pero no lo harán a menos que decidan presentarse ellos mismos—les daba la pauta para expresarse con libertad. Trabajarían en equipo, para luego salir de ahí y dar con el paradero de sus objetivos. Ya tenía dispuesto un sitio para el interrogatorio, alejado de la ciudad pero todo sería legal al estar precedido por un policía especializado en dichos temas. Las salas para esos fines solían estar rodeadas por vidrios anti reflejantes hacia uno de los lados, pero eso era un detalle que no le preocupaba.

— ¿Podemos acceder o no?—le cuestionaba con una sonrisa lóbrega en sus labios, captando un gesto de aprobación se enfiló hacia la zona de archivos clasificados. Sus ojos recorrían todo lo que le rodeaba, no perdería detalle de nada y menos de la seguridad que se manejaba en ese complejo.

 

 

 

@@Matthew B. Triviani @

[Matthew Black Triviani]

Tomo la carpeta de cartón color ámbar que les entrego y mientras comentaba su contenido él giro una de las solapas para observar su contenido, al parecer dos fugitivos intentaban disuadir a la policía local, y Matthew no tenia ningún interés en ayudar a las autoridades a que los capturaran, claro, a menos que eso fuera parte de la tarea... Levanto la mirada hacia Malfoy y luego al muchacho que apareció momentos después. Si, Black no era una persona de muchas palabras, le gustaba más hacer las cosas que hablarlas, pero se limito a simplemente escucharlos y poder analizar la situación.

El movimiento es casi instintivo. Uno de ellos estaba escondido en una ubicación remota, lo cual podría ser difícil de encontrar, para cualquiera, excepto para él. ¿Entrar al departamento de policía era opcional? no parecia ser tarea sencilla, deberían de encantar a la mitad de los empleados y luego doblegarlos a su voluntad, ¿acaso eso era ético? sabia que a la Mortifaga no le molestaría, pero no podía deducir las intenciones del otro. Sacudió sus hombros restándole importancia a su pensamiento, mientras seguía analizando las paginas y los nombres de ambos convictos.

Mi tarea será develar la fecha de nacimiento del primero, y analizar el arribo de cuantos barcos aproximadamente han amarrado a los puertos londinenses. ¿Tengo algún impedimento, o puedo implementar técnicas que he aprendido? se detuvo en seco, claramente sabia la respuesta, la intuía, pero pretendía parecer amable preguntando lo obvio.

Utilizo aquella varita ilegal, la que solía utilizar en momentos así para que no quedasen rastros de sus conjuros, y cambio su vestimenta elegante a la de un agente, junto con una identificación falsa, bajo el alias de Eleonor Archer, si, junto con su habilidad de Metamorfomagia, modifico su cuerpo al de una mujer, para pasar totalmente desapercibido, él sabia que de esa manera podría tener más ventaja y quizás, más información de la que podría obtener a golpes.

Aquel era uno de esos días en los que hubiera sido mejor no levantarse, su mal humor era palpable, -quizás era parte de su fachada- sobre todo a juzgar pro la violencia con la que se movía y caminaba como si no hubiera obstáculos en su camino, resoplaba cada vez que se cruzaba con alguien en los pasillos de Scotland Yard, ponía los ojos en blanco y murmuraba por lo bajo maldiciendo hasta al más mínimo ser que osara cruzarse en su camino.

Su acento Rumaní estaba demasiado marcado, debía oír mejor a los Británicos e imitar su acento.

Simplemente se posó firme, levantando el mentón con un semblante serio, no saludó y una vez que pudo, se dirigió hacia los escritorios donde se encontraban los informes de ambos criminales. Jamie Acourt y Jonathon Kelly, eran los dos buscados, los reportes se encontraban tachados, como si alguien hubiera querido eliminar evidencias o estuvieran siendo protegidos por el gobierno de turno. Observó ambos costados y con cautela hurto los documentos, añadiéndolo a la carpeta que le habían entregado antes, esos archivos serian de utilidad para Matthew, podría dar el paradero de ambos mediante los números que figuraban, la fecha de los supuestos arribos, ya que no existían uno concreto sobre su llegada de Alemania, debería descartar uno por uno, hasta dar con el correcto.

[Kahlan Blackthorn]

— Puede aplicar lo aprendido, no existen lintes para la Aritmancia. Si posee conocimientos que deba emplear a su favor, hágalo no lo dude— respondía ascendiendo por un par de escaleras. Tras apearse del elevador , le gustaba el control que tenía en cada uno de los pasos que daban dentro del pasillo de ese recinto. Kelly era el objetivo de la Nigromante,, moverse como una serpiente para dar con su rastro y luego de eso ponerlo en el sitio que se merecía.

Dar una falsa pantalla a la hora de prestar ayuda a las autoridades, no siempre era del todo sensato. Pero nadie sospecharía de un par de agentes infiltrados, no si portaban la ropa adecuada, además de la pose que siempre causaba esa impresión de ser capaz de matar a su propia madre. Ella era así simple y sin tanto adorno a la hora de adoptar una personalidad ajena a la propia, jugando con la mente de todos los implicados en dicho proceso.

— Un pequeño detalle a considerar, existen simbolos aritmánticos que pueden serle útiles. Observe con atención y dará con ellos, esfera, cuadrado, triangulo, espiral, infinito y los fractales—comentó dejandole esa pista. Aunado a eso estaba la trinidad mágica armónica, compuesta por la magia regida por la naturaleza, el ser que era el hombre que buscaban y el espíritu aquel conocido cómo flujo mágico.

— El circulo es el símbolo de la eternidad al no tener fin y junto con el cuadrado los antiguos egipcios, empleaban estos para darle representación a todas las ciencias— sabía que escuchaba cada una de sus palabras. La comunicación entre alumno y profesora, iba mucho más allá de tenerse uno delante del otro. Entre magos como ellos los nexos pasaban de lo común a lo extraordinario en un abrir y cerrar de ojos. Recordando que en la Alquimia el circulo cruzado por una línea horizontal representa a la sal, supuestamente ahí se da una mezcla interesante entre el mercurio y azufre.

Sin embargo, cuando aparece sobre la parte superior del circulo una media luna y en la parte posterior una cruz. Apreciamos el símbolo que representa al Mercurio, el triangulo está asociado al hemisferio cerebral izquierdo y a la energía masculina. Se relaciona también con el número 3 y representa la divinidad. No deseaba agobiarlo con tantos datos, dando una pausa a sus pensamientos enviados al Black. Prefería de momento, intentar dar con la ubicación de tan escurridizo sujeto. Todos los criminales cometían un error al creer que podrían vulnerar a la ley.

Ella no estaba ahí en compañía de Matthew, para llevarlo tras las rejas, sino para darle un castigo un poco más ejemplar y que lo enviará directo al mundo de los muertos. Actuar con cautela no era lo suyo, pero tras tener respirándole en la nuca a todos los sujetos que laburaban dentro de ese lugar, no le quedaba más que mostrar una cara de falsa bondad y cooperativismo para con esa causa perdida ante sus ojos.

@@Matthew B. Triviani

[Matthew Black Triviani]

Cuya respuesta fue positiva, no dudo en aplicar lo que mejor sabía hacer, la violencia.

 

Tomo por el cuello de la camisa a uno de los agentes y lo llevo hacia un cuarto de interrogatorio. Pero no era cualquier agente, era uno que trabajaba en aquel caso, donde según su instinto, sabia más de lo que realmente estaba contando, escondía algo, y pretendía sacárselo a punta de varita, lo que haría con él luego de terminar su trabajo, era otra historia, y lo tenia que pensar con suma cautela, era cuidadoso y debía limpiar su desastre.

 

Volvió hacia donde Malfoy y escucho lo que estaba comentando. Pequeñas pistas que ayudarían a Black a descifrar el misterio escondido en los números, parecia una tarea sencilla, pero a decir verdad era mucho más complicado de lo que se veía, había que tener paciencia, y era algo de lo que realmente carecía.

 

<<Esferas, cuadrados, triángulos, espirales, infinitos y fractales.>>

 

Pensó en utilizar sus conocimientos en la adivinación, materializó su varita y se dirigió a un costado donde estaba vacío, con unos cuantos conjuros de protección contra los muggles, evoco un circulo en el suelo, automáticamente se convirtió en un foso repleto de formas geométricas, números y símbolos extraños, pero conocidos para Black.

 

Los primeros números en resaltar dentro del circulo fueron los, 3 - 1 - 8 y 9.

 

Según lo que había leído en la Biblioteca familiar, el numero nueve simbolizaba misticismo, lo cual no encajaba demasiado en la descripción de Jamie Acourt, quizás si en la de Kelly, el numero de la embarcación, decían que las aguas siempre fueron una fuente de poder natural para los nórdicos. El ocho simbolizaba el poder, todo aquel que tenga dinero, puede acceder al poder... Comprando personas, todos se vendían al mejor postor, aquel que mayor riqueza tenia, mayor poder podía obtener. El numero uno... No estaba del todo seguro, pero creía recordar que era su liderazgo, su capacidad de mover las mazas, estaba bien ligado a Jamie Acourt, por lo que dedujo que su fecha comenzaba con 13. Claro, dudaba mucho que Kelly estuviera involucrado con las divinidades. Por lo que, el numero que buscaba de Jonathon era el 89, pero, aún iba a sacarle esa información al muggle que tenia encerrado en el cuarto de interrogatorio.

 

Símbolos aparecían flotando como si fueran un pensadero, = , < , > , ∞

 

Se sentó en el suelo y entrelazó sus piernas, observo los rostros de las fotografías de las carpetas y rasco su barbilla intentando descifrarlo.

[Kahlan Blackthorn]

La inteligencia nata, no era un rasgo demasiado común en todos los magos. En sus años dentro del mundo de la enseñanza, tuvo la oportunidad de toparse con infinidad de sujetos, algunos que alardeaban demasiado de los conocimientos que poseían y otros preferían mostrar un perfil bajo. Ahí lo interesante de la Aritmancia, ciencia que junto con la Aritmomancia estudiaban la magia de los números y las formas geométricas.

— Sabe lo elemental, no hay que intentar sacar más información de la que posee—aquel mensaje era claro y directo. Los números y los signos eran capaces descifrar la vida de una persona. Desde el día que nació hasta el que cometió su primer acto bondadoso o un atraco descarado en contra de la comunidad mágica. Acourt era la clase de malviviente que se las daba de poseer más poder de que muchos creían, pero ante sus ojos Kelly era otro cantar. Pantallas armadas por el mismo destino, para destantear a los que les seguían la pista muy de cerca.

Un fractal se proyectó sobre la pared, dándole el dato que ansiaba poseer sobre Kelly. La perfección en cada uno de sus movimientos, no dejando en su camino un solo cabo suelto. Sin lugar a dudas era un mago Aritmantico o al menos tenía una vaga noción sobre dicho conocimiento— Muy astuto malnacido—la voz de la fémina sonaba desprovista de toda emoción. Le asombraría más estar delante de un ignorante en potencia.

Matthew estaba concentrando en obtener la información de primera mano, no le echaría en cara los métodos que empleará para hacerse con ella. El espiral le proporcionó la osadía necesaria para plagar de falsas pistas sobre su paradero parte de Londres, haciendo que estas girarán sobre su mismo eje. Pero al mismo tiempo pudieran expandirse y llegar más allá de los sitios donde se le vio por última vez. Y el símbolo del infinito que llevaba tatuado en el cuerpo, remato todo su plan siniestro. Dándole el control sobre el día y la noche, pasando entre la vida y la muerte, haciéndose aliado del ying y el yang.

Colocando dentro de una balanza, perfectamente equilibrada a su conveniencia. Kelly no era más que un peón en las manos de Jamie y no se había dado cuenta de que el perdería su libertad por creer falsamente en las artimañas de un Aritmantico sediento de poder y codicia. Lo encerrarían dentro de un cubo de cristal, aquel que se semejará a la prisión que le impidiera seguir causando más daño— Ya casi es hora—tomando su varita dibujaba un cuadrado perfecto sobre la pared. Dejaría que las leyes universales de la magia se hicieran cargo de todo restableciendo el orden y la armonía.

Dejaría que Black actuará según sus impulsos e instintos, dándole luz verde para matar de ser necesario. Nadie echaría en falta un agente como eso, escuálido y sin la menor gracia en su persona. Era como tener delante un paño que solo servía para limpiar la suciedad de una mesa y tras cumplir con su cometido podría ser lanzando sin el menor remordimiento a un tacho de basura.

 

@@Matthew B. Triviani