Lumîna in Scotia (MM B: 115070)

[Kamra Ashryver D.]

Maksim Ashryver, Duque de Albany - Escocia.

 

 

Observó atentamente a Daniel Delacour mientras otra avalancha de preguntas era entregada sin un segundo de demora una vez terminado su relato. Podía apreciar cómo el entusiasmo por aprender lo llevaría lejos dentro de las filas del Clan, sin contar la habilidad innata, instintos y el innegable legado de su familia.

 

- Pues - el pelinegro miró hacia arriba, como si allí estuvieran las respuestas, mientras rebuscaba la información en su mente - Cuando los Dark Blood eran una comunidad grande, no solo de guerreros, sino de grupos familiares enteros; había subdivisiones: sanadores, adoradores de la tierra, sacerdotes y sacerdotizas - el duque volteó a mirar a Daniel - y por supuesto, los cazadores. Eran una estrecha sociedad que se apoyaban unos a otros mediante las especialidades de cada subdivisión, así que si...aquellos que eran sanadores tenían afinidad con las runas de sanación así como tú - Maksim sonrió de lado mientras ondeaba la mano hacia el muchacho - un soldado de Hunyad con habilidades sobresalientes en la caza se siente atraído por las de protección. Pero hay mucho más de lo que valerse; saber proteger tu morada o poner un perímetro al aire libre es solo la punta del iceberg.

 

<<Si bien las runas nos ayudan a canalizar y a potenciar nuestra magia para proteger y sanar, también ayudan a los cazadores cuando estos están drenados de energía, siendo así una vía más fácil para atacar a un oponente en un duelo mágico e incluso en combate cuerpo a cuerpo. Pero no era un conocimiento que se comparta con personas ajenas al Clan, ni lo es ahora. Lo utilizamos solamente cuando es requerido.>>

 

El pensamiento de su antigua parabatai ¿O era compañera? lo tenía por milésima vez dándole vueltas al asunto. Mientras procesaba las palabras de Daniel, llenas de valía y sinceridad, Maksim se encontró revelando la mayor de sus incógnitas - Creo que mi hermana es mi Parabatai. Mi magia y la de Nesryn - el nombre de la única mujer que lo había marcado acarició su lengua y apretó el corazón del carpatiano - bailaban de una manera distinta a la de Kamra y mía. Cuando entrenamos con mi hermana, los redobles de nuestras espadas o los hechizos que lanzamos están sorprendentemente sincronizados, uno lee las intenciones del otro antes de que se lleven a cabo...pero con Nesryn se sentía más personal, la conección no era tanto de guerrero a guerrero, sino de hombre a mujer. Lastimosamente no fui lo suficientemente rápido en notarlo.

 

- Joven Daniel - probablemente el apodo no le gustara para nada - lastimosamente nuestra labor no acabará una vez que el Cardenal sea derrotado. Luego de el vendrán otras fuerzas a las que hacerle frente...un enemigo es derrotado y tres más se alzan. Lo único cierto es que le haremos frente a cuántos nos vengan encima.

 

Kamra Ashryver

 

Kamra hizo una mueca entre dolor y rechazo. Lo cierto es que no tenía con quién hablar de manera franca...o dejarse llevar por sus sentimientos de manera libre como tanto necesitaba. Su duelo era silencioso y sabía que le estaba pasando factura. Aunque Maksim había dejado en claro en más de una vez que podía contar con el, demostrándolo un centenar de veces, el llanto que desesperadamente deseaba sacar únicamente se mostraba cuando estaba sola, oliendo las sábanas de su cama matrimonial...el aroma dulce de Alessandra aún se aferraba a la suave seda, aunque el calor hacia mucho tiempo la había abandonado.

 

- Ella no querría muchas cosas. Matarme en el trabajo y regresar agotada, solo para ocultarlo cuando paso por la habitación de nuestros hijos...ella tomaba responsabilidades que no eran suyas para ayudarme a estar mejor para los quintillizos, para enseñarle bien a Richard como ser un principe heredero a la medida del título...- "Ella, ella, ella" ¿Cuánto pasaría hasta finalmente atreverse a pronunciar su nombre en voz alta? - No está aquí pero me sigue ayudando. Guardo sus palabras profundo dentro de mi - la soberana colocó el puño derecho sobre su corazón, lugar que solo le pertenecía a su eterna alma gemela.

 

La peliblanca vacío su segundo vaso de Bourbon, dejándolo en el carrito una vez vacío mientras intentaba deshacerse del nudo que le obstruía la garganta, justo cuando se giraba a ver a Luca, decidida a dejar su pequeño episodio de autocompasión en el olvido. Sintio de repente la extrema cercanía de Van Hallen no con poca sorpresa y sin poder moverse mientras los fuertes brazos del Dhampir la rodeaban.

 

Kamra tardó en reaccionar, sus habilidades al fraternizar tan deslumbrantes como siempre. Pero poco a poco se relajó, entendiendo que un abrazo sin ninguna otra palabra o condolencia acompañada era - quizás - lo que necesitaba en ese momento...pero no le diría al Ministro cuánto le devolvió la cordura; ya tenía demasiado ego masculino y profesional subidos a la cabeza. Deliberadamente dejó que el pequeño comentario escapara libremente entre el vínculo estrecho que poseían.

 

Sonrió antes de apartarse, levantando una ceja hacía su amigo - Así qué eres todo un osito de felpa cuando quieres - dejó que la sonrisa burlona en su rostro se suavizara solo aún poco - Gracias, Luca, Se que puedo contar contigo ¿Y desde cuándo me dices Kam? Creía que era demasiado informal para tu elevado estatus.

 

<<Mejor vayamos a ver qué se traen esos dos allí abajo...luego podemos dar una visita al Clan si así gustas.>>

 

@@Lisa Weasley Delacour

[Lisa Weasley Delacour]

Daniel Benjamin Delacour

 

La sociedad Dark Blood era impresionante, capacitada y destinada a hacer grandes cosas. El Delacour no entendida y odiaba ver como gente sin amor por la cultura y la historia destruía naciones, sociedades o familias mágicas solo por desconocimiento o miedo. Sus ojos verdes ávidos y siempre curiosos seguían el relato del duque con gran expectación. El tenia una química especial con las runas de protección, tal vez por sus orígenes, quizás por su sangre o simplemente porque el destino así lo decidió. No lo comprendía aun muy bien, pero lo que si tenia claro es que haría lo imposible por llegar a ser un experto en el tema. Lo de ser el mejor venia de familia.

 

Parabatai, curiosa palabra. Según los celtas; guerreros compatibles, unidos como hermanos para luchar y morir juntos. Sus dones se complementan e incrementan cuando están juntos. Sencillo en un principio. Pues no lo era tanto. Iba mucho mas alla. Cuando dos Hunter se complementan de ese modo. Sus almas quedan vinculadas como uno solo para la eternidad. Al castaño siempre le había llamado la atención todo lo relacionado con esto – Sincronizan eh – Musitó, recordando como sus padres trabajaban juntos – Espero verlos entrenando mas pronto que tarde – Y ahí estaba de nuevo su lado impaciente y apreciativo del arte de los duelos. A fin de cuentas Daniel lo llevaba en la sangre. Era un cazador y un soldado a las ordenes del Fénix.

 

El pequeño de la dinasta azul sabia que Maksim iba a ser una fuente fiable de información nada mas verlo y lo confirmo cuando inicio su relato. Desde niño su percepción había sido implacable. Todo estaba allí, en la audaz mente del carpatiano aguardando a que algún joven guerrero, como era el caso, quisiese aprender y conocer una magia sin igual. No obstante y tras las seguramente mas de veinte preguntas con las cuales bombardeo al hombre, decidió refrenar su curiosidad por un rato y conocer lo que serian sus dominios durante alguna semanas - ¿Damos un paseo? - Por mucho que quisiese se refrenar, su parte paladn pedia un poco de movimiento. Ser inquieto estaba grabado a fuego en su ser.

Editado 14 de Febrero del 2021 por Lisa Weasley Delacour

[Ada Camille Dumbledore]

Las noches de Otoño eran bastante calmadas, había decidido salir a Londres a caminar por el callejón Diagon, tenía el corazón recogido y necesitaba algo que me hiciera sentir bien. Quería probar un local nuevo uno en donde pudiera sentirme libre y cómoda, me gustaba probar cosas nuevas. Había elegido un vestir una blusa blanca y una falda &nbsp;volada con botas largas hasta la rodilla mi cabello rubio suelto apenas recogidos con una pinzas para no estar enredada con tanto viento.

Camine y encontré un local que me pareció interesante, Lumina in scotia, seguramente si era un local que evocaba Escocia debían tener un buen whisky que probar, seguramente uno de esos añejados en barriles de roble. Me adentre en el local con calma y para mi sorpresa me encontré con un maravilloso centro cultural, algo que jamás había visto en el callejón Diagon. Los colores playa y azul se alzaban por el lugar dando honor a la bandera de Escocia y yo abría los ojos viendo la gran amplitud del lugar. Podría haber quedado literalmente con la boca abierta con la belleza del sitio, camine despacio observando todo y maravillada por todo lo que encontraba allí.

@ Kamra Ashryver D.

[Kamra Ashryver D.]

Rowan Ashryver - Príncipe de la corona Escocesa.

El menor de los quintillizos Ashryver recorría los estantes llenos de libros de la biblioteca en la segunda planta del centro cultural Lumina in Scotia. A menudo recurría a traspasar el portal del tercer piso de la construcción para tener un lugar más neutral al que acudir cuando los tutores y funcionarios lame botas no lo dejaban en paz. A pesar de que era un deportista reconocido amaba leer, y era una de las cosas que solo su madre y hermanos sabían. 

El rostro de una mujer hermosa, con cabellos rubios y ojos azules apareció en su memoria de manera fugaz. Su madre Alessandra acostumbraba a leerle, al menos hasta la corta edad de 5 años, cuando toda su familia la había perdido. Kamra, su madre y la reina de Escocia, había continuado la labor de leerles a expensas del cansancio...y el no se había dado cuenta de lo mucho que lo apoyaba hasta el día en que expuso su deseo de no dedicarse a la política y ser un jugador de quidditch. Ella lo había apoyado al instante. 

Sonrió ante ese pensamiento mientras acariciaba el lomo de un libro entre sus manos. "Hacia el Edén", una novela muggle que de alguna manera se había filtrado en sus aposentos. Acostumbraba a recibir ese tipo de regalos por parte de las cortesanas de Escocia y de otras naciones, nunca muy interesado en continuar después de las primeras tres citas. Sus ojos azules se desplazaron por el primer piso y se detuvieron abruptamente en la hermosa mujer que miraba con asombro a su alrededor. Rowan sonrió al reconocerla y cuando la mujer estuvo cerca de las escaleras hacia el segundo piso, el príncipe las comenzó a bajar. Cada movimiento deliberado y seductor, una sonrisa suave en sus masculinas facciones.

- Señorita Dumbledore, que placer tenerla aquí - el peliblanco sostuvo la delicada mano de Ada entre la suya mucho más grande y callosa para depositar un beso en ella, no más que una caricia de sus labios - ¿Qué la trae por aquí? Oh y ¿No te molesta si dejo las formalidades de lado? A fin de cuentas somos compañeros de quipo. 

Le guiñó un ojo y mostró su mejor sonrisa mientras metía ambas manos en los bolsillos de su traje a cuadros. 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad que estaba anonadada de la belleza de las obras de arte que estaban allí, desde siempre había sido admiradora del arte, mi hermana menor era una gran pintora y con ella había aprendido a apreciar el arte. Cuando era una adolescente en las vacaciones de verano solía ir junto a Crystal al Museo de Louvre a visitar cada sala y durábamos horas deambulando por cada sala. Una sonrisa de nostalgia salió de mis labios, finalmente ya habíamos crecido y teníamos otras labores.

 

Percibí movimiento y voltee a ver, por la escalera descendía Rowan, me quede estupefacta mirándolo. La verdad que el príncipe no solo era atlético y guapo, en el había una atmósfera de misterio que intrigaba, me fue inevitable mirarlo a los ojos y sentí como el corazón empezó a acelerar su ritmo.

 

Su voz me sacó de la ensoñación y sonreí cortésmente, el tenía razón éramos compañeros en el equipo de quidditch de Austria y podía tratarlo, pero siempre había sentido entre nosotros cierta barrera que no entendía. El ver que se acercó a mi me hizo sentir aún más nerviosismo, no entendía la razón, pero al parecer me atraía más de lo que creía. El roce de sus labios en mi mano me hizo sonrojar un sonreí para disimular.

 

- Príncipe es un placer verlo no sabia que lo encontraría aquí, es la primera vez que visitó el local. Tiene razón, los títulos entre compañeros podrían ser un impedimento para mejorar la armonía…

 

Traté de bromear pero había sido muy torpe en la elección de palabras. Traté de disimular que su presencia me perturbaba.

 

-Solo salí a distraerme un poco, cuando estoy en Londres trató de salir más, en París es más… difícil.

 

No daría detalles pues al igual que yo a ser una figura pública sabia que estar afuera con el público era algo realmente incómodo con las personas y el asunto de la seguridad.

@ Kamra Ashryver D.

[Mael Blackfyre]

Las noches en el callejón Diagon eran mis preferidas, especialmente por la tranquilidad que reinaba el lugar y porque uno podía moverse como una sombra, silencioso. No siempre estaba planeando cosas para trabajar desde atrás, pero si me había impuesto relacionarme un poco con las personas. Con las pocas personas que me había relacionado, en casi todas acabaron en peleas o casi asesinatos. Algo hizo un click en mi cabeza, haciéndome retroceder. Una figura se escabulló hacia una entrada cercana y pude reconocer a Ada en Lumina In Scotia.

Entré al local tras ella, dejándole un margen de distancia para no interrumpir lo que estaba haciendo. Tenia que parecer natural como una entrada simple a una visita simple. Se encontró de inmediato con un joven que no pude reconocer, sumergiéndose en una charla protocolarmente respetuosa. Hice que levantaba mi mentón hacia la parte superior del local, observando detenidamente todo, colocando ambas manos por detrás de mi espalda. Y apenas choque con el hombro a la muchacha que había seguido sigilosamente.

— Oh, disculpa —dije realizando una reverencia exagerada pero me puse derecho al “darme cuenta” de quién se trataba—. Ada ¡Eres tú! Que casualidad encontrarte aquí. Hola, Mael —no le tendí la mano al otro chico. Tampoco tenía porque precipitarme. Pero si hice un leve gesto con la cabeza a modo de saludo.

@ Ada Camille Dumbledore  @ Kamra Ashryver D.

[Kamra Ashryver D.]

Rowan Ashryver estudió sin disimulo los delicados rasgos de Ada mientras el rubor hacia resaltar sus elevados pómulos. Sabía que no debía entrometerse con ella, más allá de lo que el sonido del corazón de la mujer parecia indicar, seducirla y llevarlo a algo más avanzado no le ayudaría a permanecer tranquilo y sin problemas con Kamra. Dumbledore era aliada de Escocia y Rumania, y aunque tenía la certeza de que la mujer no haría un escándalo de aquello, mejor se ahorraba una acalorada discusión con su madre, en vez de terminar hecho gelatina en su próximas prácticas. 

- Si, sobre eso...he dejado el equipo, buscaré posibles marcas que quieran tomarme - el peliblanco acarició el barandal bañado en oro de las escaleras, dándose tiempo de pensar en que haría con el hombre que seguramente creía que se acercaba sigilosamente desde atrás de su acompañante. Había sido entrenado para garantizar su seguridad en caso de estar solo, así como asegurar a su madre y hermanos si así lo necesitaran. Aquel tipo tenía los ojos del joven Ashryver sobre su persona en el momento que había puesto un pie en el centro cultural - Nunca es sencillo pasar desapercibido si ocupas un puesto alto en la sociedad. En Escocia no nos damos grandes aires - tonto, considerando la manía por el lujo que todos sus hermanos, excepto Mikhail, tenían - nuestra gente nos da el espacio que necesitamos. Y es por eso que nuestra residencia no está en Edimburgo, sino en Southerness. 

Ahora el desconocido estaba justo sobre ellos, balbuceando lo que absurdamente consideraba eran las palabras de alguien que por mera obra del destino o el azar se había encontrado con una conocida. Rowan lo observó, desde su cabello hasta sus pies antes de devolverle el asentimiento. 

- Rowan Ashryver - dijo formalmente mientras una mano se posaba ligeramente sobre su abdomen para hacer una mínima reverencia - Pri...

- Príncipe de Escocia y mi hijo - terminó la inconfundible voz de la Reina Escocesa a sus espaldas. Cuando se giró, efectuando una profunda reverencia a su madre, vio el rojo carmesí de sus labios en una sonrisa relajada especialmente reservada para las ocasiones en las que no quería lidiar con las personas. Kamra, la mujer que lo había criado, era hermosa y con aspecto cruel. Altivo. Una rápida mirada bastó para adivinar el ánimo de la mandataria, más aún considerando que llevaba una corona de oro en la cabeza...saliendo de una reunión del consejo, entonces.

- Madre - sonrió a la peliblanca y aguardó a su lado mientras esta miraba al hombre recién llegado y hacia un ademán con su delicada mano de marfil que contrastaba visiblemente con el color azul cobalto de su traje a medida. 

- Bienvenidos a Lumina in Scotia... que - la regente hizo un buen espectáculo en fingir considerar sus palabras - coincidencia tenerlos a ambos aquí. 

 @ Mael Blackfyre  @ Ada Camille Dumbledore

[Mael Blackfyre]

Si alguna situación alguna vez me había dejado boquiabierto, había sido aquella misma. Especialmente porque por un momento, me había olvidado hasta del origen de dónde provenía Ada. Y aquello había sido el error. El contexto en el que habíamos compartido el equipo de Quidditch, había sido tal ajeno a todo el resto del mundo, que solamente habíamos tenido una cancha y partidos que ganar. ¿Por qué no me había interesado más en ello? Tal vez era el momento de redimirse.

— Principes. Wow. ¿Y qué hacen en un sitio como éste? Sin ofender —dije levantando ambas manos, mirando también a Ada, ya que si ellos representaban a Escocia, la bruja a mi lado tenía a Francia encima de sus hombros—. Lamento mis modales. Sé que puedo estar fallando en alguno de sus protocolos. Vengo de un lugar que no existe ninguna corona y además, menos en haber estado presente a alguien asi —imité una pequeña reverencia, pero no quería desenvolverme peor de lo que lo estaba haciendo. Pude reirme un poco claramente por lo pésimo que lo estaba haciendo—. Pero es un placer conocerlos. Si necesitan algo, no duden en decirme.

Miré a Ada, luego a Rowan, y luego a la Reina de Escocia, que se había presentado de una manera muy correcta. Tenía que admitir que me agradaba su postura. La de los otros dos tambien. ¿Y ahora que hacía? ¿Una reverencia y me iba? No estaba seguro como proseguir.

@ Ada Camille Dumbledore  @ Kamra Ashryver D.

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad es que me paralizaba la presencia de Rowan, era totalmente cierto que me atraía físicamente, era lo que toda mujer quiere un hombre guapo, estrella de quidditch , serio, de la realeza y eso era algo que me ponía nerviosa de él: me sentía intimidada. Pero sabía que no era de su tipo, el solo se distraía con jóvenes hermosas. La voz de un conocido mortífago y voltee a verlo Mael había entrado al local, lo cual era bastante curioso por no ser cercanos solo conocidos.

Rowan como el caballero que era se presentó y el mortífago también, la voz de cierta dama me hizo ponerme aún más nerviosa, la Reina Kamra había arribado al lugar y estaba observándonos como la maravillosa Reina que era. Aún me sorprendía su porte y elegancia y esa forma fría de dominar todo con una mirada. Hice rápidamente una venía delante de ella mientras la veía acercarse.

 

- Gracias por recibirnos su majestad

 

Mire a Mael y le sonreí no sabía que correspondía en estos casos, mire a Rowan como a quien se le pide auxilio en medio de un naufragio, cuando la Reina de Escocia estaba justo delante de nosotros y no sabíamos que hacer.

@ Mael Blackfyre  @ Kamra Ashryver D.

 

 

[Lisa Weasley Delacour]

Lisa

Mientras me tomaba una copa, vislumbraba el cielo grisáceo de aquella ciudad que había considerado mi hogar por tanto tiempo. En algunas ocasiones, llegaba a admitir que echaba de menos Londres, o mas bien la adrenalina de combatir a los mortifagos por sus calles, Como regente de uno de los países mas prósperos de Europa no podía exponerme como antes y eso me dolía, pues veía como la oscuridad avanzaba y el cargo, que tanto amaba, me comprometía demasiado como para dejar a mi gente sin su guiá. Era una dicótoma constante.

Romeo, el elfo mas joven del negocio, me regalaba una reverencia al entrar a la sala. Su pronta aparición fue el detonante para que avanzase en mis planes para el día. Le indique que me trajese mi capa de viaje y avise a Kam para que me acompañase en la difícil tarea de comprarle un regalo a mi querido sobrino. Hacia eones que no teníamos que usar los patronus, pues el intercomunicador era una forma mas segura de ponernos en contacto. Un “vienes ya” fue suficiente para que mi hermana de armas se moviese.

Daniel se pasaba semanas con ella y seguramente tendría mas puertas abiertas si contaba con la opinión de la vampiresa. Ademas la fémina siempre era una buena forma de desestresarme, porque era igual de irónica que yo y amaba picarme con todo lo que se que ocurriese con tal de verme sonreír. Como esperaba, no tardo en hacer acto de presencia. Su esencia reboto fluctuante con la miá. Aquella conexión formada en su tiempo seguía tan fuerte e intacta como al principio – Odio las compras, así que, luego me tienes que invitar a un chocolate en donde siempre – La salude.