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Fanatismo en las gradas


Mentita
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Seguro que deseo ver como mis predicciones del partido son mejores que las tuyas. —comentó con una sonrisa. Estaría entretenido pronosticar cosas que podían suceder dentro del encuentro antes de que empezase y ver cuál de los dos acababa acertando más una vez que todo finalizase. Ya había ganas de salir a volar en escoba, pocas sensaciones había mejores en el mundo que esa. Bueno, estar con ella era mucho mejor. Tal vez algún día deberían hacer un viaje en escoba, eso sería doblemente increíble. Algo relajado, algo por pasar tiempo juntos, sin agobios. Seguro que tarde o temprano se lo propondría.

 

Sonrió ante sus predicciones, pero quedó unos segundos en completo silencio, pensando qué podía pasar antes de decírselo.

 

Creo que te anotaré más de cinco goles. —le respondió guiñándole un ojo, retándola. ¿Era una cifra muy alta? Posiblemente sí, posiblemente no fuese posible que le marcase tantos goles. Sin embargo, ahí estaba el verdadero reto, ponerse un objetivo que a priori era imposible y demostrar que todo podría lograrse. Confiaba en sus habilidades como cazador, pero su amor hacía ella también le hacían creer que sus habilidades como guardiana eran muy altas. Tenía muchísimas ganas de comprobarlo, se moría por hacerlo.

 

Confiaba mucho en el buscador de su equipo a pesar de que no lo conocía de nada, así que...

 

Nosotros ganaremos, nuestro buscador agarrará la snitch dorada. ¡Ya lo verás! —bien era cierto que podía suceder que pasase que su equipo atrapase la snitch, pero que fuese el equipo de ella el que ganase. Ya lo comprobarían. Iba a ser divertido. Si podía, no dudaría en distraerla en medio del partido para que no pudiese parar alguno de los disparos que le lanzase.

 

Se llevó la mano a la barbilla fingiendo que estaba pensando, que no tenía ni idea de qué era.

 

¿Qué puede ser eso que hayas traído? ¿Me das una pista? —evidentemente que lo sabía, nunca lo olvidaría. Parecía un detalle muy tonto, pero para el australiano había sido muy importante darle esa cosa de Gryffindor que le había entregado en el Castillo Dumbledore. Podía jurar que no se lo hubiese dado a nadie más, todo lo relacionado con su casa de Hogwarts siempre había sido muy importante para él, algo con lo que no se bromeaba. Y eso que él, amaba las bromas...

 

Se quedó completamente paralizado y sorprendido, gratamente sorprendido. No se lo esperaba, no precisamente en ese momento pero no podía negar que le encantó lo que recibió. Recibir un beso en los labios por parte de la mujer que más quería en el mundo era algo único y especial. Cerró los ojos inmediatamente, sintiendo como sus labios se juntaban con los suyos como si se tratase de uno solo. La abrazó atrayéndola hacía él sin separarse ni un solo milímetro. Deseando que ese momento nunca se terminara.

 

Y cuando ese momento terminó y sus labios se separaron, la miró con una sonrisa amplía aún recordando el agradable sabor de sus labios. Se los relamió, deseando que ese sabor no desapareciera nunca. Era demasiado delicioso como para no querer volver a probarlo, demasiado delicioso como para poder olvidarlo. Agarró sus manos para acariciarla. Todo eso le había dejado sin palabras, si pretendía distraerle era la mejor distracción que nadie jamás pudiera haberle hecho. No necesitaba escoba, estaba tan contento que se sentía incluso de volar sin necesidad de artilugios...

 

¿Qué quieres como premio, dragoncita? —dijo recordando la pregunta que le había hecho anteriormente, pero antes de dejarla responder no dudó en robarle un beso. Había pasado mucho tiempo desde la primera vez que tuvo ganas de besarla, pero siempre se resistió. Ya no había ningún motivo para hacerlo.

 

¿Qué mejor momento para un primer beso que en la grada de un partido de Quidditch en plena gala de San Valentín?

 

Un momento demasiado único en todos los sentidos.

 

 

 

 

@@Juv Macnair Hasani

 

Flechas de Oro

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—Ya veremos que tan buen adivino eres, Leoncito—le resultaba divertido meter todas esas posibilidades dentro de una tómbola. Tal y como solía hacerse en los juegos de lotería, buscando dar con la pelotita que anunciará el premio mayor. Jamás se daban un respiro en cuanto al tema sobre retos o competencias, porque siempre encontraban la forma de verse inmersos en una que les permitiera demostrar de lo que eran capaces.


Le miraba un poco escéptica, jamás aceptaría del todo sus predicciones. No si las de la rubia, podían ponerle un poco más de sal y pimienta al asunto. Posiblemente después del partido lo invitaría a pasear en escoba, para estar a solas lejos de tanto bullicio y gentío.


— No lo creo corazón, agradece que cuando mucho te deje marcar dos goles y el resto los frene sin la menor contemplación—sonrió imaginándose como se quedaría al ver que su pareja era mejor guardián de lo que el se imaginaba. Los años no habían pasado en vano, pero para su buena suerte aún recordaba como realizar atajos contra los ataques que los cazadores enviaban contra los aros que ella solía custodiar celosamente. No podía negar que le entusiasmaba la idea de verlo anotar, pero no en ese partido donde estaban dentro de equipos diferentes.


— Tú te ganarás lo que apostemos, pero no creo que puedan hacerse con la snitch dorada—no dudaba de las capacidades de James. Pero no podía decir lo mismo del equipo Venus Victory. Ella confiaba en su escuadra estaba convencida de que les darían batalla y no resultaría nada sencillo sacarles algunos puntos en contra. Así eran esa clase de deportes, demandantes al grado de sacar lo mejor de cada uno de los jugadores dentro de las posiciones que les tocaba desempeñar.


Tomando su mano la apretaba con cariño, intentando no molestarse por su aparente despiste.


— Algo que era tuyo, pero que ahora me pertenece y no te lo voy a devolver—le miraba desafiante. Sin duda de un tiempo a la fecha la casa de Gry, se había vuelto especial para la Nigromante, dándole un valor significativo a dos objetos que pertenecían a esa casa y estaban en su poder actualmente— Es un hermoso escudo que llevo siempre del lado izquierdo, creo que me da buena suerte. Pero teniéndote cerca, no creo necesitarla—suspiró al recordar cuando lo tuvo en sus manos por primera vez. Atesorándolo como el objeto más valioso que pudiera existir dentro del mundo mágico.


La sorpresa resultó como lo esperaba, aferrándose al calor de su pecho, se perdía en el sabor de sus labios. Saboreando su aliento, deseando que se volviera uno mismo con el de ella, aquella cercanía, le paralizó el corazón en el acto. Lentamente el momento mágico se diluyo como lo hace la tintura de un pincel dentro del agua. Sus manos eran una con las de su pareja, emanando una calidez comparada con la de su tatuaje.


— Te diré que quiero una vez que termine el partido. Si ganamos o perdernos, no importará el resultado me darás lo que te pida—cortando el resto de su respuesta con un beso, volvía a perderse en esos labios que le resultaban una adicción imposible de controlar. Ahora si que no tenía cabeza para atajar ningún ataque, pero poco a poco recobraría la calma. Costándole un poco concentrarse en poner su mente en blanco y dejar ese beso enmarcado en un agradable recuerdo que perduraría en su mente por siempre.


El sitio ideal para un primer beso, aquel estadio quedaría grabado en la memoria de ambos y en sus labios que se buscarían sin descanso cada vez que ellos lo quisieran. Esa gala era sin duda una grata festividad que les dio el obsequio ideal en el momento preciso.


Único, mágico y especial era estar así con el en ese encuentro tan difícil de describir con palabras.




Flechas de oro

Editado por Juv Macnair Hasani

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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Danny estaba emocionado, nunca le Había tocado ver un partido de Quidditch, no quería perderse este por nada del mundo y menos ahora que podía ir acompañado. Había recibido un mensaje por escrito de Darla en el que mencionaba que iría y él también tenía ganas de ir así que le tomaría la palabra para alcanzarla en el estadio. Odiaba las drogas Pero sabía que tenía que usarla durante todo el tiempo que transcurriera la gala, aunque ahora que lo pensaba no era muy diferente las túnicas que utilizaban en la escuela así que podría imaginar que solamente estaba vistiendo de uniforme todos los días. El chico no estaba acostumbrado a andar por ahí con calzado que le dejara los pies descubiertos Así que no le importa mucho llevar zapatos de deporte abajo de la túnica, después de todo nadie lo notaría ya que estaba bastante larga.

 

—¡Hola!

 

No había tardado tanto en llegar al estadio y encontrarse con su amiga, qué le parece que se veía bastante linda con esa ropa que traía puesta. Se veía bastante cómoda, así que le tienes la confianza de levantarse un poco la túnica para enseñarle el calzado que traía en sus pies (sus zapatos de deporte).

 

—Me alegra mucho verte.

 

Le dice sinceramente y dentro de la túnica saca un paquetito con un regalo dentro, que era una flor de color blanco con un pequeño trozo de listón atado en forma de moño, demás de un caramelo junto a la flor. luego camina junto a ella para buscar un buen lugar para sentarse. estaba tan emocionado que no se daba cuenta de la expresión preocupada de Darla.

 

 

 

Flechas de Oro

@@Darla Potter Black

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Había ocurrido una escena muy extraña, ahora entendía el porqué de su anillo, el Macnair había llegado como una tromba en su escoba para hablar con Sophia, tras pesar a la mitad de las personas en su camino y luego ¿le había robado un beso antes de salir corriendo? Estaba empezando a sospechar que Enoc estaba equivocado, a menos que cortejara a la Granger con alguna oscura intención.

 

Los pensamientos de la pelirroja fueron interrumpidos con un saludo que le arrancó la más tierna de las sonrisas, mientras giraba su rostro hacia Danny.

 

—Hola, que bueno que hayas llegado —la vampiresa se olvidó de todo lo que le venía preocupando hasta momentos antes y centró por completo su atención en el joven Luxure.

 

—Que bien, es lo mejor, estar cómodos —dijo tras ver sus zapatillas y dedicarle una nueva sonrisa.

 

—Yo también me alegro de verte Danny —sonríe con ternura, dándose cuenta que el joven le transmitía una paz que no había conocido en meses, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver el paquetito que él le tiende —¿para mí? —en sus ojos se reflejaban la felicidad y la pena —yo no te he traído nada aquí —murmuró sintiendo esa sensación que un mortal común siente al sonrojarse.

 

Observó el regalo y una nueva sonrisa se dibujó en sus labios, levantó la mirada, viéndola a los ojos.

 

—Es muy bella, gracias por la flor y el caramelo —la toma en su mano izquierda y le tiende la derecha para ir juntos en busca de un buen lugar para disfrutar de la velada. Una vez que encontraron unos buenos asientos se ubicaron en la fila de gradas, a pocos metros de los aros de quidditch.

 

—Gracias por todo Danny —le dijo una vez que se ubicaron en las gradas —estoy emocionada por el partido, pero más por poder compartir este tiempo contigo —agregó, apoyando su mano sobre la de él en gesto de cariño.

 

 

@@Danny Lestrange

Flechas de Oro

 

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Estaba distraida y la llegada de Mica la tomo por sorpresa pero la alegró, siempre era agradable para ella encontrarse con lo poco que le quedaba de familia. Normalmente no era muy efusiva a menos que se trate de su familia por lo que correspondió al abrazo y despues la dejo que la llevara por todas las gradas hasta quedar a lado del Black. Lo miro de arriba a abajo y se cruzo de brazos mientras trataba de no soltar un comentario venenoso y mezquino. Mas aun porque su prima parecía estar pasándola bien en compañía de Martin

 

- No se de donde le vez lo guapo...- y lo había soltado, era como si cada que viera a Martin quisiera soltar cosas malas sobre el.

 

- lo siento, no puedo evitarlo, tratare de portarme bien - dijo levantando las manos como rindiéndose. Se dio la vuelta y se sentó a un lado del mago y miro hacia la cancha. De pronto se percato de que Ernest estaba ahi, el mago no le había dicho que iba a jugar en el partido de exhibición. Solo esperaba que volara mejor aquí que encima de su casa o aquello iba a terminar en un participante lleno de huesos rotos.

 

Lo vio acercarse y se le quedo viendo algo confundida ante las palabras que salían de su boca a gran velocidad, demostrando su nerviosismo. Lo miro sin decir nada y de pronto el joven le estaba robando un beso y después salió huyendo. Se tapo la cara con una mano mientras pensaba en que las cosas se estaban complicando un poco.

 

- alguien me dice que diablos fue eso - dijo sonriendo. Le causaba gracia lo que hacía el joven mago e iba a tener que recordarle que no se iba a quedar más allá de la gala. Si aun asi queria seguir con el asunto, no lo iba a detener, al fin y al cabo seria solo un amorío de Gala y el Macnair no le desagrada.

 

Flechas de Oro

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Leslie estaba emocionada, era su primera vez que asistiría a un partido de Quidditch y sus nervios, la emoción, la excitación, y su estómago la tenían mal, no sabía que equipos había, no entendía nada de aquél juego pero al menos sabía que tenía a Kamra a su lado para que ella se lo explicará.

 

-Podemos comprar algo de comer antes de entrar?- le preguntó a Kam.

 

Se moría de hambre pero también estaba nerviosa, su mente se imaginaba un lugar lleno de gente e todo tipo, empujando, gritando y según su madre hacían trampas. Palmeo su bolsillo de la toga para ver si tenía su vara de cristal por si pasaba algo.

 

-Kam abra mucha gente?- le preguntó temerosa mientras caminaban al estadio.

 

Había mucha gente en la entrada haciendo fila, Leslie jaló a la Ashryver para formarse detrás de otras personas con togas también, sin querer de chocó con un chico (@@Danny Lestrange) y cayó al suelo.

 

-Lo siento, se lastimó?- i preguntó tirandole la mano para ayudarlo a levantarse.

 

 

 

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La toga era bastante fresca de usar, estar en el mismísimo Coliseo lista para disfrutar de un partido y confundida entre la gente me encanataba. Estaba emocionada, era la primera vez que de verdad iba a ver quidditch, llevaba en la mano una pequeña bandera del equipo Venus Víctory que había comprado en la entrada. Mi idea era que me iba a centrar en el partido, la primera vez que lo había hecho en el mundial de quidditch hacia ya un tiempo atrás me había centrado en la diplomacia, pues acababa de ser nombrada ministra, ahora solo sería admirar el juego. Estaba nerviosa porque no estába segura si ella estaría hay, pero bueno esperaba estar con personas conocidas y disfrutar el juego.

 

Muy cerca a mi logre ver a Mi hermano @@Danny Lestrange una chica le ayudaba a levantarse con amabilidad, me acerque a ellos y les ayude con prontitud.

 

-¿Estas bien Danny? Gracias pequeña,

 

Dije a la dulce rubia que le ayudaba,(@) una niña encantadora que muy amablemente le ayudaba ofreciéndole la mano.

 

@@Darla Potter Black

@@Lady Luxure Grindelwald

@@Kamra Ashryver D.

@@Shelle Katerina Gryffindor

 

Flechas de oro

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Leslie estaba muy apenada, siempre había sido muy distraída y estar con Kamra lo duplicaba y más aún su euforia. Esperaba que el joven no se molestará por el choque, pero mientras esperaba que el joven le diera la mano para levantarlo apareció otra joven diciéndole hermanito, su rostro enrojecio completamente mortificada a causa del accidente.

 

-Lo siento señora- se disculpó con su corazón latiendo a mil por hora.

 

Había magos que se molestaban mucho al ser atropellados por otras personas y más cuando eran niños, solían quejarse y algunos hasta los zamarreaban frente a todos, sus ojos se llenaron de lágrimas y miedo si pasaba algo, lo poco que había compartido con kamra de dio cuenta que era muy protectora y si debía defenderla atacando no dudaría.

 

-Es que no lo vi y fue sin querer- se disculpó.

 

 

@@Ada Camille Dumbledore

 

 

Flechas de Oro

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—¡Eso no importa!

 

Le responde el muchacho, no importaba que no le llevara ningún regalo, para Danny era más bonito comparte con ella en esa celebración. Tenía que aceptar que era muy divertido y tranquilizante, y era curioso que la estuviese pasando tan bien a pesar del corto periodo de tiempo que tenía de conocerla. Pero así es la amistad, cuando y donde menos se espera se puede encontrar.

 

—¡Ah!

 

Exclama cuando de repente siente una empujón que le hace perder el equilibrio y tropezar con los escalones. Era una suerte de que se pudo sostener y no irse rodando hacia el estadio. El muchacho estaba dolorido pero aún así se levanta rápidamente y mira a su alrededor con expresión extrañada y adolorida. Luego mira a la pequeña y resopla, pero acepta su ayuda además de la de su hermana. Era una suerte que aún no había tomado la mano de Darla, ya que de haberlo hecho habría rodado con ella también escaleras abajo y lo último que quería era hacerle daño.

 

—Descuida, hoy me controlo así que te salvaste. ¡Hermanita!

 

Le responde sobándose un poco después de leerle los labios. Algunos segundos después toma la mano de eso compañante y se dirige a un lugar cómodo para sentarse ahí. le daba mucho gusto ver personas conocidas, definitivamente no se había arrepentido de haber tomado parte en toda esa celebración.

 

@@Darla Potter Black

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@@Ada Camille Dumbledore

@@Lady Luxure Grindelwald

@@Kamra Ashryver D.

 

 

 

 

 

Flechas de Oro :3

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El grito de Danny la hizo girarse con velocidad pero no la suficiente para llegar a levantarlo, una niña lo estaba haciendo y mientras eso ocurría se había acercados a ellos su cuñada, la cual lucía espléndida, no podía negar que la joven tendría a su hermano con una escopeta mágica por detrás si estuviera vivo. Se acercó al compacto grupo para averiguar si su acompañante estaba bien.

 

—Danny, ¿estás bien? —preguntó poniendo delicadamente la mano en su hombro para luego quedarse más tranquila cuando él le dijo que sí.

 

La niña se había puesto roja como tomate y la pelirroja se dio cuenta que la había oído disculparse con él, entonces había sido la causa del caída, pero al menos el hecho no había pasado a mayores.

 

—Tranquila pequeña —dijo sonriéndole y apoyó su mano en el hombro de la muchacha, el cual retiró de inmediato, una corriente extraña le había recorrido y parecía como si le conociera pero era imposible, no había visto a ninguna niña de esa edad en los últimos tiempos. Dio un paso atrás volviendo a sonreír como si nada antes de saludar a su cuñada.

 

—Hola Ada, que bueno verte, desde tu cumpleaños no te veía .

 

Ya Danny la tomaba de la mano y juntos se dirigían hacia el lugar más propicio para observar la exhibición de Quidditch que estaba pronta a desarrollarse. En verdad estaba muy ilusionada y esperaba que pudieran disfrutar de una buena jornada, hacía tanto tiempo que no podía divertirse y ésta pintaba ser una ocasión para poderlo hacer, un buen espectáculo, pero principalmente la buena compañía del mago sentado junto a ella. Y aunque él le había dicho que no había ningún drama, la vampiresa ya pensaba en qué detalle podría tener para con él, quizás algún suvenir del Quidditch o algo así.

 

@@Danny Lestrange

 

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@@Ada Camille Dumbledore

 

@@Lady Luxure Grindelwald

 

@@Kamra Ashryver D.

 

Flechas de Oro.

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