sv2021 Fanatismo en las gradas

[Sophie Elizabeth Granger]

La rubia miro con interés a la recién llegada y a su prima y se aseguró de estar atenta a cualquier movimiento extraño entre ellos. Miro fijamente al Black dándole a entender que lo estaría vigilando y sonrió un poco cuando su prima la acuso de apoyar al equipo contrario.

 

- Oh vamos, yo ni sabia que ustedes dos iban a jugar en el partido de futbol este – dijo burlándose un poco de su prima – si quieres, para demostrarte que primero esta la familia, le gritare ánimos a tu equipo.

 

- ¡¡¡¡Vamos Júpiter!!!! – grito con el puño levantado en señal de apoyo. Igual Ernest no se iba a dar cuenta.

 

Finalmente el partido inicio y los magos y brujas se subieron a sus escobas y comenzaron a lanzar la pelota por todos lados intentando golpearse y meter otras a unos aros, en realidad no estaba entendiendo nada pero era divertido ver a Mica y a Ernest jugar en sus respectivos equipos intentando ganar.

 

- Esto seria mas divertido si entendiera lo que esta pasando – dijo mas para si misma que para nadie en concreto aunque no le vendría mal si alguien le explicaba.

 

Flechas de Oro

[Melrose Moody]

Melrose sujeta su algodón de azúcar y su bufanda con ilusión. No había pensado acudir al partido al inicio pero había logrado escabullirse un momento para hacerlo y ahora no podía sentirse en mejor forma. Le ilusionaba poder ver a Cassidy Fortescue: la buscadora de los Venus Victory no era solo una muchacha agradable, con un sentido sosegado del juego justo, si no también una antigua compañera de colegio. Una de las pocas muchachas de su edad con quien Melrose había podido disfrutar de actividades extracurriculares y llevarse pasablemente bien.

 

Sin estar muy segura de cómo empezar, busca un emplazamiento despejado en lo más alto de las gradas, aunque es difícil, ya que parece haber acudido más gente de la que había esperado ver. De todos modos, hace que su algodón de azúcar levite a su lado, toma asiento y empieza a comerse la paleta helada que lleva en la otra mano antes de que se derrita.

 

No había alcanzado a distinguir a las dos figuras que se aproximaban pero le restó importancia. De todos modos, lo más probable era que fueran un par de desconocidos que tomarían asiento lejos de ella... ¿no?

 

Flechas de oro

[Hessenordwood Crouch]

—Entonces, ¿ves realmente el juego o tu...solo...lo ves a él?-, suelta casi despectivamente, el gesto de Hess es una mezcla de confusión genuina y desagrado (posiblemente algo de amargura por lo que ha dicho Despard antes), no entiende como es que Rory puede causar que tantos sentidos incongruentes los unos con los otros (al menos para él) se le revuelvan en la cabeza. —No lo entiendo, es algo aburrido si me lo preguntas a mi-, dice antes de que el pelirrojo pueda explicarle nuevamente porque es que cree que el Júpiter Justice es el mejor equipo jugando en la cancha.

Él no es un gran aficionado al quidditch, no es que no le guste, pero en su crianza mestiza Hess encontró que algunos juegos nomaj son algo mucho más interesantes. Sin embargo, si dice que es aburrido es sólo para fastidiarle (con malicia casi infantil) un poco los ánimos al buen hombrecillo que se encarga, a tropezones por delante de él, de abrirles camino en la tribuna en busca de un sitio para ellos dos.

A las finales, no deja de ser emocionante un partido entre dos de los equipos que, en las más buenas nuevas, han encabezado la listas de los mejores. Y quién sabe, quizá, algo de eso, de toda esa actividad deportiva, despierte su apetito para el final del día.

—Espera Despard, vuelve aquí, hay un lugar justo a un lado de eso-, señala, casi junto a ellos, a la persona con cabeza de algodón de azúcar (desde su alta perspectiva, el algodón flotante reemplaza la cabeza de ella). Él no tiene porque ser "encantador" todo el tiempo, no había a nadie a quien (o quiera) impresionar aquí de todas formas. Además, no se puede hacer mucho con aquel sombrero tan folclórico con los colores del equipo, los pendientes brillantes con las iniciales del Venus Victory colgando en sus orejas y las mejillas pintadas con una y una franja de los colores del equipo.

—Flechas de Oro—

[Rory Despard]

— Tan sencillo que era comprar comida para llevar, pero no, tenías que buscar el sitio más caro de la ciudad para comer.

 

Rory estaba impaciente. Había devorado los ravioles a la velocidad de la luz, y a pesar de su larguísima explicación en la media hora extra que le había tomado a Hess terminar los suyos, el hombre seguía manteniendo una actitud más bien escéptica ante el partido, más admirado del extraordinario despliegue y gastos para garantizar que aquel evento se llevara a cabo. Aunque algo si que había calado un poco más hondo.

 

El nombre de Patrick O' Hare, golpeador del equipo de los Jupiter Justice. Un rubicundo sujeto de casi dos metros de alto, y nieto de la famosísima leyenda irlandesa de los Kenmare Kestrels, Darren O'Hare.

 

— Ya se lo dije, los O'Hare son patrimonio de Irlanda. Una familia que por generaciones ha contribuido con jugadores que han hecho que el equipo irlandés de quidditch toque la gloria. Y Patrick sigue esa estela, aun esta iniciando, pero creo que es cuestión de tiempo que se convierta en una gran estrella.

 

Está intentado abrirse paso, en medio del gentío, hacia una posición alta en las graderías. Casi ha perdido las esperanzas de encontrar un buen lugar (y claro, va culpar a Crouch de ello), pero el mago, como anticipándose, le señala un lugar. La mujer no podía ser más evidente en sus simpatías para con el equipo rival, pero intentando ignorar ese asunto, y concentrarse en la excelente vista que tendrá del partido, Rory hace caso del consejo de Hess y se sienta a su lado.

 

Y es entonces que nota que la aficionada es nada más y nada menos que Melrose Moody.

 

— ¡Jesús bendito Melrose! No te había reconocido, rara coincidencia encontrarnos aquí y una pena que gastaras tanto en productos en el equipo que será el perdedor del encuentro.

 

Acomodándose mejor, el predicador sacó del maletín un enorme cartel con animadas letras brillantes y coloridas que colocaba una frase acompañada de una foto mágica del golpeador, sonriendo y moviendo el bate de abajo hacia arriba.

 

"Arriba Patrick, El Castigador"

 

El partido justo daba comienzo, y de no haber tenido la vista completamente puesta en los magos que se colocaban en sus posiciones en el campo, habría notado que Hessen estaba solo un poco menos controlado en sus gestos de lo normal.

 

Flechas de oro

[Melrose Moody]

Melrose todavía le está dando lengüetazos a su paleta cuando escucha su nombre. No había prestado atención al hombre que hablara de ella al inicio, estaba acostumbrada a ver ingleses estirados (o no) burlarse de su forma de vestir, sus modales o su condición de medio humana. Sin embargo, la segunda voz es conocida y, más allá de eso, amiga.

 

De cierta forma.

 

Su rostro cubierto con colores suaves se vuelve sorprendido por encontrar ante sí la cara del párroco. No, párroco no es el término correcto, está casi segura de que el hombre ya le ha corregido alguna vez sobre eso pero se le hace imposible recordar el término que él define como adecuado. De cualquier modo, agita la mano para saludarlo de forma amigable, hasta que él habla de forma grosera de los Venus Victory.

 

Es extraño, su sonrisa se congela por un instante, antes de recuperarse y sacudir la cabeza todavía sonriendo, aunque con ciertos tintes de incredulidad. Es casi como descubrir que las lagartijas tienen dientes...o algo así.

 

-Este es uno de los últimos lugares en el que habría esperado verlo, señor Despard -señala Mel sin guardarse nada-, pero me temo que se equivoca -su voz seguía siendo serena, aunque decidida-. La buscadora de este equipo es Cassidy Fortescue. Jupiter Justice está destinado a perder.

 

Aún cuando sabe que no tiene mucho tiempo, deja que la información se asiente en el ambiente, antes de darle una mordida a su paleta, deseando que no empiece a derretirse del todo.

 

Flechas de oro

[Hessenordwood Crouch]

Negó abiertamente, como si estuviera avergonzado por el visual y ruidoso cartel de Rory, ¿cómo es que no se dio cuenta de eso antes? podría haber hecho perdediso el maletín en el restaurante, o al menos desaparecerlo durante el tiempo suficiente hasta que termine el partido. No obstante, CASI, el rostro lleno de emoción aficionada de Rory (según Hess; tan inusual en el pelirrojo cuando está cerca de él) CASI (muy CASI poco) hace que valga la pena soportarlo. Debería considerar guardar esa información para después. Quizá no.

—¿Es que conoces a todos por aquí, Despard?-, pregunta, aunque no espera que Rory le responda, no por ahora, y sin decir nada más se cuela en un lugar que, tan cerca de esa tal Melrose y Rory, le parece algo estrecho para él.

Pero ¿cómo era posible que alguien como Rory Despard tuviera tantos conocidos (aparentemente felices por verlo) por todas partes a las que iban? De pronto se siente uno más del montón y eso no lo hace (caprichosamente) feliz. Además, ¿no se supone que su empresa se trata de las relaciones sociales? Definitivamente algo estaba saliendo mal. Por otro lado, si considera el tipo de personas que rodean al religioso hombre (sin contarse a sí mismo por supuesto) no está seguro de querer tener los nombres de ellos entre el otro grupo de gente pretenciosa que ocupa su agenda de contactos.

Como si no tuviera más razones (u ocupaciones) se acomoda libremente, acaparando el lugar junto a Rory (lo más lejos de Melrose posible). Está por lamentarse tener que pasar el resto del día (o la semana, ¡o el mes!) perdiendo su tiempo viendo un partido de quidditch, pero entonces, reconsidera cambiar de lugar, al lado de ella, cuando Melrose finalmente responde tajante a Rory. Tal vez puede usar algo de lo que salga de todo esto también para comenzar algún cotilleo urgente después.

—¡Ah! mira nada mas, Despard, la muchachita sabe de lo que habla-, responde de buen modo finalmente, aunque aún no le dedica ni un vistazo a la bruja, se imagina que, de intentarlo, podría reconocerla de algún lado, pero no está seguro de querer eso ahora. —¿Dónde ha quedado toda esa humildad cristiana suya, hermano mío?-, se burla de Despard con el rostro más desinteresado que es capaz de hacer. —De saber que era usted tan competitivo le hubiera invitado a una carrera de estas hace mucho tiempo-, la sonrisa que finalmente se le escapa no alcanza a justificar su verdadera intención.

Soltando un suspiro satisfactorio se acomodó en el asiento, cruza una pierna sobre otra y pasa el largo del brazo por detrás del asiento del pelirrojo, supone que pasara un buen de horas ahí, por lo que mejor era ponerse cómodo. Podría incluso provocar un poco más, quizá una pelea entre los aficionados del graderío haría de esto algo más interesante de ver.

—Flechas de Oro—

[Rory Despard]

— Nadie puede resistirse a un buen partido de quiddtich, jovencita. — arrugó el ceño ante la mención de la buscadora y de inmediato negó ante la afirmación sobre que su equipo sería el perdedor— tiene que entender una cosa, cuando encomiendas un partido a la protección de Nuestra Señora del Deporte, no hay forma de que ella te deje desamparado.

 

Sus ojos están vueltos al partido, que ya ha iniciado. Los cazadores han comenzado a atacarse entre sí, y la quaffle viene y va de un lado a otro entre las manos de los jugadores, sin que todavía los golpeadores se involucren en el juego. Rory alza la pancarta, y esta vez mucho más eufórico por una casi anotación, grita a voz en cuello.

 

— ¡Vamos Jupiter Justice! ¡Castigador, dales su merecido!

 

A su lado, ve que Hessen está sonriendo, con esa sonrisa maliciosa que, a veces, le hace desear conocer la clase de intenciones que cruzan por la mente del mago. Evalúa entonces, si solo debe ignorar la provocación, o contestarla con algún texto de la palabra revelada. Si hace lo primero, tiene la sospecha de que el hombre seguirá empujándolo para saber hasta donde puede tentar a su paciencia, pero si hace lo segundo, corre el riesgo, de que Hess use sus mismas palabras para volver a reclamar lo "poco cristiano" que está siendo.

 

No escapa tampoco el sutil movimiento de acercamiento que acaba de hacer. No es la primera vez que están bastante cerca el uno del otro, pero Rory está seguro que esos acercamientos han durado pocos segundos, no como ahora, que bien podían llegar a ser horas. Y teme que esa cercanía prolongada termine conduciéndolo a senderos recónditos de su imaginación e indudablemente, al pecado de pensamiento.

 

De repente, los altoparlantes empiezan a narrar un ataque por parte de los Venus Victory. La jugada resulta tan rápida como letal, y termina con una primera anotación a favor de ellos, que hace que Melrose salte airosa y termine uniéndose al efusivo festejo de los otros fans del equipo en las tribunas. Rory quiere conjurar en ese mismo instante un hechizo que insonorice sus oídos, pero en lo que intenta sacar su varita, producto de la algarabía de la bruja, termina siendo empujada por esta, en un mal movimiento que para colmo de males, termina haciendo que vaya a parar a las piernas de Hessenordwood.

 

— ¡Melrose, será que puede tener un poco más de cuidado muchachita!— todavía incómodo y con el rostro tan enrojecido como su cabello, se puso de pie acomodando apenas su cartel para agitarlo de nuevo— ¡No se rindan muchachos, todo Irlanda está con ustedes Jupiter Justice!

 

Concentrarse en el partido, tenía que concentrarse en el partido, y no en ese estremecimiento generalizo en el cuerpo que el contacto con el mago le había producido.

 

Flechas de oro

[Dennis lestrange]

Estar sentada nuevamente en las gradas esperando a que comenzara el partido era una de las cosas que por más que pareciera no lo podía creer, pues ya habían pasado varios meses desde aquel ataque durante un juego de quidditch, me encontraba sumamente emocionada pues quería que el juego comenzara de inmediato.

 

Cuando salieron los equipos no pude evitar gritar de emoción pues era cierto que el partido iba a comenzar y ya estaba ansiosa de ver los equipos luchando por ganar; Pude observar como @@Adrian Wild se encontraba en uno de los equipos y me dispuse a hacerle barra al equipo donde él se encontraba jugando.

 

Los cazadores ya estaban comenzando con la quaffle a batallar de un lado a otro intentando anotar el primer punto para cada equipo.

 

- VAMOS CHICOS - grité junto con las demás personas que se encontraban en el lugar que estaban animando a los equipos. Pude ver como los golpeadores intentaron darle a uno de los compañeros de equipo de Adrian con la Bludgers; pero este había sido más rapido y el golpe se lo terminaron dando a uno de su mismo equipo.

[David Augustus Lestrange]

El partido había comenzado y el australiano se encontraba sobre el terreno de juego, participando como uno de los jugadores. Desde la grada se escuchaban muchas voces, muchos gritos de alegría, pero también alguna que otra lamentación por algunos fallos que se estaban cometiendo.

 

El australiano era uno de los jugadores, volaba en escoba pero se había acercado a las gradas para ver entre otras personas a su hermana que se encontraba animando. Su hermana era la fan número 1 del equipo para el que jugaba el mortifago.

 

Desde la grada, sobre la escoba, era una genial posición para observar cada uno de los movimientos de sus rivales y de sus compañeros. Desde ahí, en las jugadas en las que no podía participar podía darse cuenta de las cosas que iban pasando sin que nadie le molestase.

 

De momento el partido estaba muy igualado, pero todo podía cambiar.

 

 

Capturada Dennis lestrange

 

Flechas de Oro

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sentí el corazón en la garganta, pero ni esa sensación de sofoco me impide gritarle, quería que fuese capaz de escuchar que le apoyó.

 

Cuando ví que se lanzaron ambos buscadores tras la snitch, yo misma sentía que sujetaba con más fuerza el banderín en mi mano izquierda, la otra la cerré en un puño con ganas de golpear al rival de mi amor... Esa lucha está dándole mucha emoción al partido, ahora que el marcador a llegado a empate, es como si iniciará el juego de nuevo, solo que estoy segura que los Venus Victory, harán todo lo posible por recuperar su ventaja... Eso mismo haría yo de encontrarme en el juego.

 

Veo que Anthony por ahora lleva ventaja pero... hasta cuándo?? Aumento mis gritos queriendo darle más velocidad y que capturé la pelota dorada, ya ni me acuerdo de que está sucediendo una lucha de cazadores y golpeadores y ni mencionar que los guardianes están en lo suyo para impedir un nuevo gol.

 

Quien sabe en qué momento tiré el banderín, pero hacia hueco con ambas manos para emular un megáfono y mi apoyo por Júpiter Justice se escuchará más fuerte. Mi emoción va en aumento, me volteo hacia un lado y sin pensar lo, le echo los brazos al cuello a aquel mago junto a mí... --Lo va a lograr! Lo va a lograr!... Cierto, verdad?-- Pregunto mientras le miro con candidez, es que en serio, será fabuloso si Anthony Ryvak Dracony captura la snitch...

 

Flechas de oro

Editado 18 de Febrero del 2021 por Shena Cindy de Ryvak M.