Prueba de Parsel #16

[Lawan Nguyen Thanh]

La respuesta que obtuvo por parte del Ragnarok, no hizo más que confirmarle que estaba listo para enfrentarse a la pirámide. Comprendió a la perfección lo que era soltar aquel equipaje que se vuelve un peso muerto y nos impide avanzar hacia nuevos comienzos que enriquecerán nuestra existencia con cada paso que demos. Lawan lo había perdido todo en su vida, amigos, familia, hogar y poco a poco algo dentro del vampiro, mutó para dar paso a otro ser que se acostumbro a vivir rodeado por sus ofidios. Ellos eran sus mejores amigos, confidentes que guardaban celosamente secretos que nunca serían revelados por medio de siseos indiscretos

— Ha comprendido la primera parte del proceso—afirmaba acariciando a su basilisco. Era momento idóneo para que aquel ser, entrará en acción dentro de la prueba. Posiblemente le complicaría un poco las cosas a su alumno. Eso era lo agradable del Parsel intentar poner más de una traba entre el lenguaje que se deseaba aprender y asimilar lo que el mismo deseaba comunicar realmente a los que aspiraban a tener la alianza en su dedo.

A sus 270 años tuvo la oportunidad de ver a tantos aprendices ir y venir, empecinados en aprender solo lo elemental. Rehuyendo de la verdadera esencia del arte de pactar con las serpientes y toda clase de reptiles que habitaban en el mundo. A él, le resultó vagamente sencillo al tener la mano amiga de un hombre que le ayudo cuando más lo necesitaba. Abatido por el dolor, sediento y hambriento, solo ellas estaban antes de conocer al Encantador de Hanói. Interminables viajes por diversos sitios, acompañando a sus descendientes, seres que jamás se perderían en la inmensidad de los tiempos. Y menos su madre aquella mujer que creyó en el desde siempre, convencida de que su hijo nació con el don de hablar con fluidez con las serpientes.

— Está listo—bajando de la copa del árbol, admiraba con añoranza su hogar. Aquel espacio diseñado por el mismo, dotado de lo elementar para vivir sin tener que pensar en la opulencia o riquezas que muchas veces nublaban la razón de los magos y brujas que los poseían. El Vietnamita tuvo que desprenderse muchas veces de su piel, tal y como lo hacen los 27 pequeños que viven dentro de su bungaló. Soltar lo que debía soltar y aferrarse con uñas y dientes a aquello que le daba un poco de vida a la eternidad solitaria que purgaba sin la menor queja.

— Vayamos pues...—la vitalidad en su cuerpo era envidiable. Nadie que lo tuviera delante, podría dar por sentado la edad que decía tener, pero no iba ventilándola como si se tratará de una noticia que debe estar en la primera plana de un periódico. Avanzando con tranquilidad por el sendero que conducía hacia la pirámide, intentaba no recordar las anteriores pruebas. Pocos o quizás demasiado pocos se atrevían a aprender el idioma Parsel, posiblemente por la mala fama que se había ganado con el pasar de los años.

Un ser solitario, huraño y que pocas veces sabía como relacionarse con las personas. No era culpa suya que la soledad, le resultará mucho mejor amiga que un par de magos o brujas. Ser un desconfiado lo tenía tatuado en la piel, debajo de los músculos e incrustado en las venas. La sangre que le corría por estás fluía con la misma naturalidad que en los seres que poseen vida, pero el impedía que muchas veces ese pequeño nexo con el mundo de los mortales le causará alguna clase de conflicto.

— Somos tan diferentes a ellos—acariciaba la cabeza de su cobra real. El basilisco iba a su lado, ansioso por escuchar el mensaje de su maestro— Serenidad—la voz del hombre cobraba vida como si el siseó de varias serpientes se unieran en un mismo cantar—cuộc sống là sự khởi đầu của sự kết thúc—se conectaba con sus ofidios hablándoles en su lengua madre. Parsel y más parsel era lo que llegaría a los oídos de su alumno. Hades aprendería lo más elemental y lo elevaría hasta la máxima expresión. El primer hito al que tendría que enfrenarse era vencerse así mismo, derrotando a esa debilidad que se empecino en truncar su camino dentro del desarrollo de su aprendizaje.

El segundo hito consistía en bajar a lo más profundo de un acantilado, para dar con el paradero de las serpientes que pertenecieron a Lawan en sus años como aprendiz. Desenmarañar el secreto que estás esconden hablando en parsel, sin intentar engañarlas con alguna clase de treta o juego sucio.

El tercer hito lo llevaría a desprenderse de la piel innecesaria que portaba, recordando la enseñanza dictada por Lawan. Al comparar el proceso que sufren las serpientes al dejar la piel vieja y muerta de lado, dando paso a un renovado espíritu que les dota de vitalidad y ganas de continuar trasmitiendo su mensaje por el mundo.

El cuarto hito le llevará hacia la pirámide, pero antes de poder ver la imponente estructura. Enfrentaría al basilisco del Arcano de los Hablantes del Parsel, aquel espécimen que pocas veces se dejaba ver y sentir. Debía convencerlo de que estaba más que apto para adentrarse a la pirámide, pero no hablándole en su lengua madre. Sino luchando con este sin tener que herirlo, solo disuadirlo para que le cediera el paso.

@@Hades Ragnarok

Editado 19 de Febrero del 2021 por Niko Uzumaki

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche se mantuvo tranquilo y en silencio. Una vez que había decidido emprender aquel camino, sabía que tenía que aceptar las consecuencias de sus actos, su propio infierno.

 

Aquel camino señalado a parte de ser incierto era solitario. la serpiente que lo había estado acompañando desde que inició el conocimiento de aquella habilidad se había quedado atrás, junto al Vietnamita ya que, quisiera el Ragnarok o no, debía enfrentar cada obstáculo sin ningún tipo de ayuda, por lo que, debía demostrar que lo podría hacer bien. Seguramente la serpiente esperaba aquello.

 

Por un segundo el vampiro se detuvo. la verdad es que a pesar de todo lo que había aprendido aún le quedaba un largo trecho, si bien, el hijo de la noche había cambiado un poco de piel aún le quedaban muchas más marcas en su mente. había una en especial una a la que se está enfrentando en este momento. Suspiro. el vampiro aún tenía miedo y se sentía inseguro. No había mentido cuando dijo que estaba preparado.

 

Nego con la cabeza. Se concentro e imagino que aquella serpiente que la había estado acompañando a través de toda la habilidad estaba nuevamente en su brazo. Qué le diría está? podía escuchar su mente como aquella serpiente le decía cobardeque vencer el miedo que siempre arrastraba, por lo que tomó una decisiónadelante sin ningún tipo de remordimiento, qué es lo que tuviera que pasar pasará ya que no podía seguir contando con el dolor y las cicatrices que tenía en su alma.

 

el vampiro siguió su camino dejando atrás un poco de su propia piel y un poco de su propio dolor, al fin se había liberado por lo que de una u otra forma sin saber cómo llegó hasta aquel acantilado, lo cual le pareció muy extraño porque el camino que había estado recorriendo en ningún momento parecía que fuera a llevarle a está ese lugar. Qué debía hacer ahora? Sencillo, un salto de fe, solo que debía ver cómo hacerlo porque dudaba que él bien mamita le agradará que él usara alguno de sus artículos artefactos uzza

 

el hijo de la noche sabía perfectamente que no había vuelta atrás, que si recorría el camino de vuelta nada le garantizaba que fuera a volver al punto de partida o quizás peor aún, le costaría aprobar la prueba, por lo que para el chinita solo había una solución lógica, ir hacia abajo.

 

El Ragnarok estudió la superficie y comenzó a trazar en su mente un camino que lo llevará hasta abajo una vez que lo hizo comenzó a recorrer el camino hasta el fondo del acantilado.

 

Aquel sitio por demás extraño parecía algo abandonado como si nadie hubiera estado allí en mucho tiempo solamente las serpientes. cómo sabía que había fideos allí? sencillo, por los trazos de piel que podía ver. Guardó silencio. Recorriendo con la mirada buscando alguna especie de pista, pero no había nada. Hacía dónde debía caminar? Definitivamente su instinto se lo diría.

 

poco a poco el cainita se fue adentrando más y Max en el terreno, hasta que al fin llego a una extraña cueva o gruta. Observó los símbolos que se encontraban en la entrada. Eran extraños, algo que no podía reconocer aún. Allí, estaba seguro que había algo más. algún secreto se escondía allí.

 

al apenas entrar escucho los diseños de advertencia, definitivamente no era bienvenido allí. sin embargo, aquello no era una casualidad...

 

-lo siento, no deseaba molestar o interrumpir, si en verdad mi presencia es molesta, me iré - dijo el vampiro entre diseños para hacerse entender en parsel.

 

en un segundo el hijo de la noche se vio rodeado por algunas serpientes. noto que algunas estaban ciegas ya. Le pareció extraño pero no imposible,, ya que las serpientes podían guiarse gracias a su lengua.

 

Nuevamente escucho las advertencias, los ofideos de sque lugar no deseaban ser molestados y obviamente no eran lo suficientemente curiosos como para querer saberlo, solo que, al explicarles que se encontraba realizando la prueba asignada por Laiwan estás guardaron silencio.

 

Que pasaría ahora? No lo sabía

 

El vampiro en parsel sin darse cuenta, había comenzado a contarles su pasado o más bien, lo que había aprendido del vietnamita y las serpientes que lo acompañaban. El Ragnarok se hablar despojado de todo ya.

 

El vampiro volvió a guardar silencio mientras volvía a escuchar los diseños de estás, las cuales le confesaron al hijo de la noche quienes eran ellas. Así el Ragnarok entendió quienes eran ellas u que significaban, mas aún, entendió como era posible que después de tantos años, estás se mantuvieron aún vivas. Escuchó el gran secreto y prometió guardarlo hasta el final de sus días. Las serpientes habían confiado en el, y el, en ellas.

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan observaba con atención cada uno de los movimientos del Ragnarok, detectando por momentos inseguridad en cada paso que daba. Posiblemente no estaba del todo preparado para prueba. Y si era de ese modo, ¿Por qué se atrevió a mentirle de forma tan descarada al Arcano?. La deslealtad era algo que no le agradaba para nada al Encantador de Hanói, mostrándose reacio a escuchar los siseos suplicantes de la serpiente que acompañará a Hades desde que entro a la morada del Vietnamita.

—No, no habrá piedad en está ocasión. Tuvo demasiado tiempo para arrancarse las escamas de pasado y todo aquello que se podía considerar peso muerto—siseaba desafiante el Arcano. Posiblemente adoptaba una postura más exigente que dentro de la clase, pero eso era lo necesario para probar a sus alumnos que no era tan sencillo responder de forma afirmativa a una pregunta tan sencilla. La mirada del hombre cuestionaba severamente el accionar de Hades, porque seguía ciego ante la verdad que amenazaba golpearlo como lo hace un tráiler contra un carro pequeño que se ha colado en la vía incorrecta.

— Concéntrate en el objetico que deseas obtener—comentó desafiante. El conocía a la perfección a las serpientes que habitaban dentro de ese acantilado, viejas amiga que siempre encontraba el modo de influenciar de forma correcta a los aprendices del vampiro. Expertas manipuladoras, pero ante todo seres sabios que confiaban plenamente en dar los consejos idóneos que dieran una mano amiga a cada aprendiz que recurría a ellas.

— Te hemos dicho lo necesario, no revelaremos más secretos. Continúa con tu camino, no olvides prestar atención a cada señal por más mínima o insignificante que parezca—le recomendaron. Dándole la pauta para que abandonará la cueva, sitio donde no volvería a entrar si era rechazado o vencido por lo que le esperaba más adelante. El basilisco de a Lawan, no le pondría para nada las cosas sencillas al aprendiz de Parsel. En ese tramo si que se las vería negras, no emplearía ninguna clase de magia avanzada, salvo las enseñanzas dictadas con antelación por el Arcano de los Hablantes del Parsel.

— Piensa antes de actuar, analiza cada una de las posibilidades que se te plantean en el camino. Antes de dar un paso en falso, recapitula todo lo vivido antes de darme una respuesta afirmativa—enviando ese mensaje a su discípulo no emitiría una sola palabra o siseó más.

 

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche no sabía si todo aquello era bueno o malo, aún así el Ragnarok guardaba aquellos secretos, tanto él, como aquellas serpientes habían confiado el uno en el otro.

 

Salió de aquella cueva continuando con su camino sin siquiera saber si iba en la dirección correcta o no, más bien, el cainita, se encontraba confiando más en sus instintos que nmen otra cosa. simplemente sabía que debía confiar en todo aquello que aprendió en la clase. Si aún tenía piel que cambiar?, la respuesta era obvia, si. Claro estaba, para un ser con tanto tiempo como el vivido y con tanto pesoo a cuesta iba poco a poco.

 

El camino por el que iba ahora era intrincado y árido, el sol golpeaba su nivea piel. Supuso entonces que si había algún ifudeo cerca, este se encontraria resguardandose en algún lugar con sombras.

 

Aún dejaba que su instinto le guiará y no podía sacarse de su cabeza a aquella serpiente que lo había ayudado a emprender el camino de la habilidad. Sinrio, poco a poco el Ragnarok iba dejando todo atrás. Con cada paso que daba todos aquellos tormentos fueron desvaneciéndose como si cambiará de piel de forma natural, ya no sacando aquellos recuerdos y experiencias con la varita, sino, de una firma más orgánica, más animal, más suya. Con cada paso iba deshaciéndose de aquella "piel" muerta e iba, mientras ganaba más confianza en si mismo, creando una nueva.

 

el sol iba ya cayendo en el horizonte, podía sentir como el ambiente cambiaba, los matices eran diferentes. el viento traía Aires de cambio, claro estaba, si los sceptabad. El hijo de la noche terminó un poco más pero llegó un punto donde se sentía algo perdido sabía que algo pasaba o que algo lo esperaba por allí sin ti es como si lo estuvieran vigilando pero no era el vietnamita había algo mucho más tras de él, algo más poderoso y extraño, había pasado mucho tiempo desde que había tenido esa sensación.

 

El sonido tras de él lo alertó. Aquella gran sombra que prácticamente se estaba comiendo al sol hizo que el vampiro reaccionara sacando su varita para defenderse de aquello que lo estaba amenazando. Maldijo por lo bajo cuando vio aquella criatura. Su pelo, sus escamas, irradiaba poder y sabiduría. Volvió a maldecir por lo bajo guardando la varita. Laiwan se la había jugado, le había enviado a la serpiente más peligrosa de todas. un basilisco

 

-<<no la veas a los ojos Ragnarok, a menos que desees morir>> -se dijo así mismo.

 

Ahora, era el momento de aplicar todos los conocimientos adquiridos con el pasar de las lunas.

 

Intento moverse, dirigirse a otro sitio, pero cada movimiento era interceptado por aquel basilisco. Si el hijo de la noche se movía, el basilisco también lo hacía, retroceder no era una opción para el cainita, tendría que nluchsr contra la serpiente?, la respuesta era obvia.

 

-No deseo hacerte daño, por favor, no te acerques, te agradezco que estés aquí si viniste a darme algún consejo que firme parte de tu sabiduría, sin embargo, si no es así por favor podrías dejarme en paz? -dijo el Ragnarok en perfecto parsel mientras la serpiente se movía y lanzaba la primera envestida con sus filosos y ponzoñosos colmillos.

 

El vampiro esquivo. Gracias a la inmensidad de la sombra el vampiro podía moverse sin tener que mirar a la serpiente, sin embargo, el Ragnarok sabía que esa táctica no iba a durarle mucho tiempo. El basilisco atacó nuevamente pero está vez con la cola, sorprendiendo así al hijo de la noche quién por alguna est****a razón se había confiado. No sabía cómo iba a salir de aquello.

 

-puedes atacarme todo lo que quieras, no pienso hacer nada, mátame si quieres, no pienso hacerte daño, no te tengo miedo, hace mucho deje de tenerlo, cambie mi piel, el peso lo deje atrás, que sea lo que deba ser -dijo el Ragnarok recordando una situación similar, sólo que aquella vez no luchaba contra una serpiente sino contra algo igual de peligroso y poderoso, recordó cuando su tía había perdido el control y tanto él como el esposo de ella intentaba calmarla, ella los atacado con todo con cada uno de sus poderes, cada ataque era más peligroso que el anterior.

 

Aquel sentimiento que tenía el hijo de la noche no era algo nuevo, parecía como si la historia se estuviera repitiendo, sólo que esta vez el Ragnarok se encontraba solo, y así debía ser, para poderse enfrentar a aquella criatura que no pensaba tener piedad de él. en aquella época se va acostumbrado a siempre tener ayuda, siempre había alguien cubriéndole las espaldas, de alguna forma confiaba en cada una de las personas que él conocía en sus compañeros y amigos, ahora mucho tiempo después aquellas imágenes volvían a su mente sólo que esta vez iban a formar parte de una piel que ya estaba que estructurandose, el vampiro aún bajo aquella amenaza de muerte seguía cambiando de piel.

 

el vampiro seguía con aquella lucha interna, mientras mantenía su atención de los ataques del basilisco. Lo peor de todo es que aquella mítica criatura sólo siseaba, está no había dicho ni una sola palabra ni siquiera se había comunicado con el vampiro, obviamente algo estaba pasando, algo faltaba en todo aquello, todavía había una pieza que no encajaba en toda la situación y el ragnarok tenía que descubrir cuál era.

 

-<<que harían Laiwan y las otras serpientes en esta situación?>> -se pregunto el vampiro- <<no seas idi*** Ragnarok, obviamente comunicarse con ella>> -se tipo así mismo- <<la pregunta en realidad es cómo? Si te das cuenta neófito incompetente, el parsel no te está ayudando en nada>>[/i] -siguio riñendose- <<vamos, piensa, porque quizás sea lo último que hagas>>

 

aquello era insostenible, el hijo de la noche sabía perfectamente que no podría tardarse mucho más, aún le faltaba para llegar a la pirámide y el sol ya se estaba poniendo, el ocaso era evidente, en cualquier momento él podría cometer el error fatal y así morir en aquel lugar.

 

Había intentado hablar de mil formas con aquel basilisco que cada vez lo atacaba ferozmente p con mayor fuerza pero y mi resultados obtenidos no eran para nada satisfactorios.

 

Se detuvo por un segundo, aquel segundo fue fatal, recibió el golpe de lleno y cayendo sintió el inmenso dolor en todo su cuerpo. De no ser un vampiro seguramente tendría todos los huesos rotos, aunque claro estaba, en aquel punto se encontraba magullado y adolorido.

 

-Làm ơn dừng lại, tôi không muốn làm tổn thương bạn, tôi không muốn làm tổn thương bất cứ ai, tôi chỉ muốn tiếp tục con đường của mình và bước tiếp - comenzó a decir el hijo de la noche desde el suelo intentando se levantar. el Ragnarok se encontraba boca abajo con los ojos cerrados- Tôi đã học được bài học của mình, tôi đã thay da đổi thịt, bạn muốn gì hơn ở tôi? Họ còn muốn gì nữa? Tôi đã từ bỏ, mất cảnh giác đến mức không nhận ra mình và tôi đây- el vampiro sintió el empujón de la cola del basilisco.

 

Escuchó en su mente como aquella bestia mitológica le molestaba por haberse tardado tanto en entender lo que en verdad debía hacer, simple y sencillamente el Ragnarok tenía que ir al parsel primogénito, al más puro y poderoso, al que Laiwan hablaba con los ofideos que lo acompañaban. Luego de ello, la gran serpiente desapareció. El vampiro lo supo porque la sombra que dominaba el lugar desaparecio y podía sentir como el ambiente cambiaba, podía sentir el tiempo moviéndose de nuevo, el silencio que había reinado había sido roto.

 

El Ragnarok se levantó. Observó adelante. sin saber cómo, había llegado a la pirámide.

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan miraba atento todo lo que hacia el Ragnarok, no le sorprendió la soltura con que se desenvolvía a la hora de charlar con las serpientes. El don del Parsel parecía correrle los las venas, porque desde el primer instante hizo un clic instantáneo con el par de ofidios que decidieron acompañarlo. La certeza de que todo le pintaba de las mil maravillas, no le duró demasiado al aprendiz del Encantador de Hanói— Algo que no puede vencer te espera más adelante, cuidado y le miras a los ojos—la voz del hombre era como una daga afilada presionada contra la piel. Su mayor posesión estaba pocos metros del postulante a la alianza de Parsel.

 

Aquella criatura era dominada por Lawan sin duda, pero darle la orden de matar, no se encontraba entre los planes del Arcano. Sería complaciente a la hora de permitirle tener una “amena” charla con su mascota. Hablar usando siseos muchos lo confundían con el verdadero Parsel, aquella lengua antigua que era el conducto que usaban los reptiles para darse a entender con el resto de los seres vivientes. Su tierra Vietnam era conocida por inculcarla a los que nacían con la habilidad de poder hablar con las serpientes de forma natural y espontanea.

 

— Atiende a sus demandas, no a las tuyas—le aconsejaba mirando por el rabillo del ojo a la serpiente que se notaba un poco inquieta— Nada de ayuda, no podemos darle ese lujo—tomándola entre sus manos le daba un poco de tranquilidad. Jamás le simpatizó que ellas pasarán un mal rato, posiblemente les enseñaría a ser un poco más desapegadas de sus aprendices. El tiempo le jugaba en contra a Hades, lanzando palos al agua y dejando que su basilisco le hiciera trastabillar. La concentración era primordial en situaciones como esa, perderla era caer al precipicio de donde salió momentos antes.

 

— Háblale en su lengua madre—le comunicó mentalmente a su alumno, Era la única mano amiga que le tendería en esos momentos, dando un respingó vio como su consejo era tomado en cuenta y aplicado sin perder más tiempo. Su criatura se amansó de un momento a otro, desapareciendo entre un nutrido grupo de árboles. Los cuatro hitos habían sido realizados con éxito, solo le quedaba plantarse delante de la pirámide y esperar al Arcano para dar comienzo a la verdadera prueba.

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El hijo de la noche parecía estar cerca de la pirámide pero no era así. Aún quedaba trayecto, quedaba camino por recorrer y dtsba seguro de que si no estaba preparado para lo que vendría a continuación iba a fracasar,ver una u otra forma su instinto le decís que todo aquello que había pasado no era comparado con lo que estaba por llegar.

 

Aunque de una u otra forma el Ragnarok había dejado atrás al basilisco sospechaba que este lo seguía vigilando. estudiándolo y que no sería la última vez que lo vería en aquella situación. Al escuchar la voz del vietnamita Ben su cabeza le confirmo aquella sospecha.

 

Pensó por un instante, cuánto más iba a tener que sacrificar de su alma o más bien de su mente para sobrevivir a todo aquello? El camino sería duró. Allí, fue cuando el hijo de la noche entendió o terminó de comprender lo que aquellas serpientes le habían querido decir en las clases.

 

El vampiro volvió a sumergirse en aquellas imágenes, unas imágenes y enseñanzas que ahora llevaba con él y que esperaba no tener que dejarlas atrás cuando se si tierra perdido.

 

El tiempo seguía cambiando, el ambiente mágicamente también, cada una de las sensaciones que tenía, todo iba a ser un complemento de todo aquello. Sintió su brazo menos pesado. Lo observó,se dio cuenta de que allí faltaba aquella serpiente que lo había ayudado en sus inicios, lo extrapo era que hasta ese punto fue que se dio en realidad cuenta de que le faltaba. Allí fue donde fue consiente de ello.

 

Sin más, con la mente clara, sintiendo la sombra del basilisco que no lo dejaba y lo vigilaba llegó hasta donde se encontraba Laiwan esperando. Lo observó a los ojos y esperó.

[Lawan Nguyen Thanh]

—Se ha tomado su tiempo, Señor Ragnarok—la voz del Arcano era fría como la piel de una serpiente. El desempeño de su aprendiz, no era digno de admirar, para su buena suerte al menos pudo llegar de una pieza. Lawan se encontraba decepcionado y contrariado, posiblemente el vampiro no captó en su totalidad la verdadera esencia de lo que era cambiar de piel por completo. Arrancarse todas y cada una las cicatrices del pasado, aferrándose a un nuevo comienzo que le diera renovadas fuerzas. Sus serpientes no se acercaron al mortifago, experimentando la misma sensación que el Encantador de Hanói.

 

—El me ha contado todo y tampoco está satisfecho, ¿Qué haremos al respecto?—comentaba sin mirarlo siquiera—Tuvo bastante tiempo, intensas reflexiones con mis ofidios y me hizo creer que estaba completamente aptó para la prueba—golpeaba el suelo con sus sandalias. Invocando su vara de cristal materializándose en su mano una serpiente de plata, enroscándose el cuerpo de esta en su brazo quedaba solo a la vista la cabeza de tan imponente criatura— No vine hasta aquí para perder mi tiempo, será mejor que se lo piense bien—sentenció sujetando con firmeza aquella arma. La paciencia no era algo que radicará dentro del Arcano, poca o nada de ella le acompaño durante sus últimos años de vida dentro del Mahoutokoro.

 

— Se lo preguntaré tres veces y si detectó el más mínimo atisbó de duda en sus palabras. No dudaré en enviarlo a casa sin la posibilidad de aplicar a esta prueba nunca más—se mostraba desafiante en todo momento. Ya no aceptaría más fallos por parte de ninguno de sus aprendices, haría hasta lo imposible por sacar el potencial de cada uno de ellos, no importaba cuanto tiempo le llevará concretar esa ardua tarea— ¿Está listo para realizar la prueba sin temor alguno?, ¿Realmente lo está?, ¿Cree que cuenta con lo necesario para entrar y salir con la integridad física intacta?—sin mirarlo dejaba esas preguntas sueltas en el aire como si fueran las hojas del alguno de los arboles que habitaban dentro de su morada.

 

@@Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El vamoiro se msntuvo observando los ojos del vietnamita mientras esté le hablaba. Podía notar los matices de sus palabras. El hijo de la noche sabía que había algo más, ya que, la actitud del arcano era muy diferente a la que había tenido en clases.

 

Suspiró al escuchar las recriminaciones del hablante de parsel. Cerro los ojos. De una u otra forma el ragnarok estaba consciente de que el arcano sabía cada cosa que había sucedido en aquel camino andado, mad aún, supo específicamente y sin temor a equivocarse que el se refería al basilisco cuando menciono que había algo más que no estaba convencido o satisfecho.

 

Al final entendió en parte su molestia, ya que, el Ragnarok no le había mentido en ningún momento, di el hubiera sentido que no estaba listo para hacer la prueba y enfrentar las consecuencias de ello, cuando el vietnamita le pregunto, el vampiro, no hubiera seguido adelante con ello. Así que, el cainita guardo silencio, en aquel punto estaba de mad ya dar explicaciones, ya fueran buenas o malas. Escucho el nuevo cuestionamiento de Laiwan, aquellas preguntas. El Ragnarok dibujo una mueca casi imperseptible.

 

-Si, como le dije anteriormente, estoy listo -respondio el vampiro- en ningún momento e cambiado de parecer, ni de idea, así que responderé a sus preguntas -dijo con seguridad el hijo de la noche- estoy listo para realizar la prueba sin temor alguno, si, realmente lo estoy y si, creo que cuento con lo necesario para entrar y salir de la pirámide con la integridad física intacta

 

El vampiro estaba seguro de sus palabras, no pensaba fallar y de ser así, moriría en el intento, aunque eso significara no poder vincularse o aprender aquella habilidad de manera definitiva.

 

Solo quedaba ahora ver si el hablante de parsel le permitía cruzar la puerta de la pirámide.

[Lawan Nguyen Thanh]

—No esperaba menos de usted, Señor Ragnarok—respondía secamente Lawan. Ya no se mostraría como un hombre amable o cordial, no hasta que sus aprendices tomarán realmente en serio cada una de sus enseñanzas. Muchos de ellos eran demasiado predecibles, ansiosos por salir disparados hacia la pirámide, retándola sin el menor conocimiento de los daños que les podría causar en su persona. La magia que habitaba dentro de esa edificación, no era para tomarse a la ligera y la madurez aunada a la conciencia, siempre serían las aliadas ideales para plantarle cara.

Sus ojos estaban colmados de una profunda decepción, amargo trago que compartía con sus ofidios—¡No!—su voz era una orden definitiva. Ellas no le acompañarían, ni por error—Entonces, alístese con lo necesario. Recuerde que el valor, no siempre es la bandera que suelen conducir a los navegantes a buen puerto—le advirtió.

—Ahí dentro estará solo, nadie le ayudará en lo que pueda necesitar. Yo observaré cada uno de sus pasos, si considero que no puede seguir—carraspeó con seriedad—Lo sacaré del portal e irá directo a casa. Sin excusas o explicaciones de por medio, perdiendo de ese modo el acceso para siempre a la prueba—agregó apareciendo en el dedo índice de su aprendiz una alianza similar a la suya—Preste atención a todos los detalles, pistas y señales. No pase nada por alto, no sabe donde puede encontrarse el peor de sus enemigos o la mayor de sus fortalezas—señalándole la entrada, no le perdería de vista.

—Cuando haya terminado cada una de las pruebas que le imponga la pirámide, saldrá de ahí como un Hablante de Parsel y notará un cambio drástico en el anillo que porta actualmente—dando un paso al costado. Acompañado por sus pequeños, observaría todo lo realizado por su aprendiz. Esperaba que cada una de sus enseñanzas salieran a relucir, no por nada a veces pecaba de ser demasiado confiado en ellos y les veía realizado proezas que no eran de este mundo. El Encantador de Hanói siempre se destaco por ser un hombre desconfiado en todos los aspectos de su vida, lastimosamente había seres que lograban colarse en su vida de una forma inesperada dejando una honda huella.

@@Hades Ragnarok

 

[Hades Ragnarok]

El vampiro estaba decidido a aprobar. Ya había hecho las pases consigo mismo y con su pasado, por lo que no temia por aquello nque de le pudiera presentar. Podía sentir la tensión en el ambiente y aunque no lo parecía, estaba seguro de que el vietnamita no estaba del todo feliz con lo que había sucedido. Había fallado de alguna forma? Laiwan no iba a permitir que las serpientes lo acompañarán o le aconsejaran, de di di estaba completamente seguro el Ragnarok.

 

Debía seguir solo y así debía ser, porqué cambiaría eso ahora?, todas las pruebas que había sfribtsdi el hijo de la noche para obtener cada una de sus habilidades había tenido que enfrentarlas de esa forma, entonces, porque tendría que cambiar ahora?.

 

Observó los movimientos del arcano de Israel y tomo entee sus niveos aquel anillo. Lo estudio con reverencia y cautela colicandiselo en el dedo. El cainita sabía que no era el anillo definitivo, pero que si lograba superar todo aquello lo obtendría.

 

Escuchó las palabras de Laiwan, aquellas quizás últimas instrucciones antes de sfribtsr su destino. Reviso que lo tuviera todo, sus pociones y demás. Lis artículos Uzzas los dejo guardado, el Ragnarok sabía de la gran enemistad entre guerreros y arcanos, oír lo que no iba a rentar s ka fuerte o cometer algún estupido error.

 

Suspiró. Cerro los ojos y al Brirlid se acercó a la puerta de la pirámide. Volvió a suspirar, se concentro y con paso decidido entró.

 

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No se esperaba encontrarse en aquel lugar, parecía una selva húmeda en el Amazonas. El Ragnarok podía ver y escuchar los insectos, Busco lodvdusrisvee algún ofideo que pudiera estar solubosra guiarlo. A lo lejos pudo ver una zona prometedora, pero al caminar el terreno pantanoso hizo que perdiera tiempo vital.