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Runas Antiguas + Adivinación


Mica Gryffindor
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Runas Antiguas & Adivinación
Estaba bastante nerviosa de por fin tener una nueva oportunidad de dar clases. Aquel era uno de sus pasatiempos preferidos, ni siquiera lo tomaba como un trabajo en sí. Aunque todo era distinto a sus viejos tiempos en la Academia, a la cual se anexó posteriormente la Universidad, donde había tenido la posibilidad de dar varios conocimientos. Eran tiempos muy lejanos, demasiado tal vez.
Luego de muchas reformas en la Comunidad Mágica Internacional, la educación se había descentralizado y cada Escuela Mágica adoptado diferentes responsabilidades. Era así como los Conocimientos habían pasado a impartirse en Castelobruxo, en plena Selva Amazónica. Lugar más que interesante, aunque poco relacionado con lo que estaba a punto de enseñar. Fue así como escogió, mejor, resguardar a sus alumnos en uno de los múltiples salones del castillo.
Había llegado con tiempo, escogido un salón que formaba parte de la base de una torre, por lo cual tenía forma circular, y varias ventanas que lo circundaban, en el exterior podía contemplarse la vegetación selvática en pleno esplendor. Los rayos de sol que se filtraban daban un tono verdoso a la estancia que le agradaba mucho. En el centro de la habitación, una mesa baja, redonda, con almohadones dispuestos alrededor. Tranquilamente los cuatro podrían sentarse alrededor de la misma sin problema alguno.
Había enviado con anterioridad notas precisas a los estudiantes, en las cuales notificaba el sitio en que la clase se llevaría y el horario en que deberían presentarse. De seguro estaría cayendo la tarde en Inglaterra al momento de salir, pero llegarían a un recinto en que apenas había pasado medio día. ¿Horario extraño para impartir Adivinación? Probablemente lo era, pero no todo lo que se utilizaba en esa clase precisaba oscuridad y misterio.
Sobre la mesa había diferentes materiales, dispuestos. Entre ellos dos bolsitas de terciopelo que contenía un set de Runas para quienes cursarían la asignatura, mazos de cartas de lo que los muggles llamaban “Tarot”, un par de pergaminos de apariencia anticuados, una bola de cristal, algunos libros. Todo estaba prolijamente ordenado, de modo tal que la mesa no parecía estar abarrotada de cosas, simplemente las sostenía.
A un lado, se calentaba una tetera. En una mesita cercana a las ventanas había un juego de seis tazas de té y frascos con diferentes hebras. Pero en eso ya se fijarían más adelante.
La Gryffindor alisó suavemente la túnica color violeta que vestía para la ocasión. No estaba nerviosa, pero sí quería dar buena impresión tras tanto tiempo sin enseñar. Había recogido su largo cabello en una larga trenza que despejaba la blanca tez de su rostro. Sus ojos verdes parecían combinar perfectamente con el exterior, como si la tonalidad se entremezclase, pero eso no era algo que ella pudiera notar.
Caminó hacia la mesita, estaba descalza así que el mármol gris del que estaba formado el piso le refrescaba la planta de sus pies. Una vez allí, se sentó en la zona desde la cual podía ver de frente a la entrada. Años de experiencia le habían enseñado que esa era la mejor opción a posicionarse en cualquier recinto, de cara a cualquier cosa que pudiese intentar sorprenderla. Mientras esperaba, tomó la bola de cristal y jugueteó un poco con ella, tratando de anticiparse a un futuro cercano que bien sabía que eran incierto.
A medida que sus estudiantes iban llegando, los saludaría de a uno y les daría permiso a explorar sin inconveniente los materiales, dejándolos luego en forma prolija como los habían encontrado. Intercambiaría las palabras informales que cada uno iría planteando. Quería un ambiente relajado y llevadero ¿para qué volverse rígido si quienes estaban asistiendo a la clase tenían realmente la intención de aprender? Una vez estuvieron reunidos, decidió comenzar.
-Bueno, en primera instancia quiero conocer cuál es su interés en el conocimiento que escogieron. ¿Han tenido relación previa con el mismo? ¿Qué piensan al oír hablar de Runas o Adivinación? -esta última pregunta iba dirigida a todos por igual. Quería saber qué prejuicios podían existir en ellos respecto al conocimiento del otro también y no solo del propio.
Editado por Niko Uzumaki

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El egipcio si bien había llegado se quedó congelado al darse cuenta que su instructora sería esa cazadora del Jupiter Jutice ¿Acaso eso era un castigo de los dioses para Licaón? Este no le respondió el saludo, y no era por ser rivales, sino por el evento ocurrido anteriormente con esa mujer cuando besaba a Ernest. En fin, allí se encontraba el mago tenebroso con poca ganas de estudiar, pero su interés era más valioso y por ello intentaría rendir lo mejor posible en la clase, al menos hasta donde su paciencia le alcance.

 

Este suspiro, y medito su interrogante. - Gryffindor, al oír de runas me acuerdas ciertos eventos ocurrido luego del partido de Quidditch, y quizás si un adivino pudo presidir quizás vuestta amiga o era prima no hubiera sufrido. - El mago se le produjo una sonrisa en el rostro. Este no le agrada en lo absoluto la situación. Esta debería comprender que ya lo que se había establecido era suficiente para que el mago se encontrará recio para la clase. - Sin embargo, quizás a usted me pudiera ilustrar o mis compañeros sobre esas palabras que la asocio a hechos pasados. - Y dejó de hablar, pero su comentario era desafiante. Éste jamás perdonaría que alguien se meta en sus asuntos.

 

A medida que pasaba los segundos, su voz como evo seguía resonando, aquel Guardián era capaz de meter el dedo en la herida, y así hacer que ese dolor amargo aún existiese. Algo, estaba claro y era que el egipcio no creía a la bruja capaz de enseñarle algo nuevo.

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Mónica llevaba tantas horas despierta que la diferencia horaria no pudo más que parecerle de lo más desafortunada. Llevaba el cabello suelto, quizás algo mas desaliñado de lo que cualquiera podría recordar haberle visto nunca; los mechones se le enroscaban en forma de tirabuzones al aproximarse a la punta y algunos se desordenaban de manera sistemática por mucho que ella se los recolocara con las manos insistentemente.

Fueron sus pisadas las que anunciaron su llegada. Calzaba unas botas de cuero marrón algo maltrechas que junto a las ropas que vestía, unos pantalones de color verde oscuro y una blusa blanca, le daban cierto aspecto campero. La larga túnica, también marrón, la tenía abrochada por encima del escote con un broche dorado con el emblema de la familia Haughton y ya le había comenzado a dar más calor de la que deseaba, pero aún así no se deshizo de ella.

Cuando entró en la estancia solo vio a dos personas. La sala no era de las más grandes que había tenido como aula, ni en su etapa como profesora ni como alumna, aunque era lo suficientemente espaciosa para que nadie se sintiera incomodo. Después de echarle un vistazo rápido al sitio detuvo sus ojos sobre las dos figuras; al varón no lo conocía o eso creía, pero al llegar al rostro de la bruja supo exactamente de quien se trataba a pesar de llevar meses insistiendo en bloquear en su propia mente recuerdos de otro tiempo muy pasado.

Hizo un ademán con la cabeza en forma de saludo y guardó silencio, tomándose la libertad de acercarse a la mesa para poder ver más de cerca los materiales tal y como Mica había invitado. Ignoró casi todo lo que tenía delante a excepción de las dos bolsitas de terciopelo, de las cuales cogió una. El contenido repiqueteó en el interior de forma misteriosa, lo que solo hizo que Mónica metiera la mano con más ganas para encontrarse con lo que esperaba: pequeñas piezas violáceas con símbolos inscritos en ellas.

La bruja comenzó a deslizar las piezas entre sus dedos, como si de esa forma fuera a entender lo que ponía en ellas y solo levantó la vista cuando escuchó la voz de quien encabezaría aquella instrucción.

- Necesito entender runas para descifrar un libro – confesó sin ni siquiera pensárselo. Apretó los labios una vez lo había dicho, sabiendo que quizás aquel brote de sinceridad podría habérselo ahorrado-. Hasta el momento mi relación con estas ha sido bastante insignificante, por lo que nunca he sentido ni pizca de curiosidad. Ahora… en fin, ahora es diferente.

Se volvió a quedar callada mientras su compañero emitía palabras que en principio le parecieron triviales; no sabía de que suceso hablaba y tampoco era que le importara mucho. Mientras lo escuchaba, -o más bien fingía hacerlo-, volvió a introducir las piedras en su correspondiente bolsa y las dejó tal y como se las había encontrado. Por lo que logró entender, había cierto enfrentamiento entre los dos presentes y esperaba que eso no supusiera un problema a la hora de llegar a la meta que se había marcado: conocer todo lo que tuviera que ver con runas mágicas y su significado.

- Por cierto, mi nombre es Mónica – se presentó, antes de que nadie lo hiciera y obviando sus apellidos.

Editado por Monica Malfoy Haughton
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Los pequeños vértigo y tirón que caracterizaba el estar desapareciendo de un lugar a otro le recorrió, aterrizando suavemente sobre el suelo del lugar pactado con a penas inmutarse. Había pasado un rato desde que la peliblanca, fuera de sus obligaciones y su estudio y prácticas personales, se tomaba la libertad de emprender un viaje en busca de la sabiduría de otros, esperando ampliar sus horizontes así como ahondar en lo que más le urgía en esos momentos: Adivinación.

 

Aunque no era exactamente lo que necesitaba con urgencia, se dijo a si misma mientras miraba a su costado izquierdo, observando un pequeño animal moviéndose entre la maleza frente a la torre de aspecto antigüo que - suponía - les serviría como salón de prácticas. Ya habían pasado meses desde que tenía sueños confusos y estos, de alguna manera, se las arreglaban para adelantarse a los hechos en su vida. Aún así, la adivinación y las runas era el primer paso a seguir si quería hacer las cosas de manera correcta.

 

El olor a Moho y humedad provinientes de la selva circundante de alguna manera y como una mujer criada en la naturaleza, le aclaró la mente para finalmente entrar a la edificación. Los ojos dorados de Kamra recorrieron la estancia en una fracción de segundo, observando que era la cuarta integrante de la pequeña comitiva ahí reunida, los demás ya acomodados en torno a una mesa baja llena de objetos qué había esperado ver en una clase como aquella.

 

- Mi nombre es Kamra Ashryver - se presentó con un asentimiento de cabeza a la que indudablemente era quien predecería el conocimiento. En un fluido movimiento, la mujer de cabellos de luna tomó asiento, arrodillandose y apoyándose hacia atrás sobre sus talones antes de echar un vistazo más de cerca a los artículos.

 

- Mi interés por esto es ambiguo - las palabras salieron de ella sin levantar la mirada de la bola de cristal - [/i]digamos que me he visto obligada a buscar respuestas a...pequeños flashes de información [/i]- Kamra era oriunda de Escocia, una de las naciones con más cultura celta de Europa, ella misma contaba con un amplio conocimiento sobre ellas, pero nada de lo que en su momento aprendió con tanto ahínco se había dirigido a la práctica de Adivinación - Las runas son básicamente un alfabeto oculto en los símbolos grabados en piedras, pueden usarse para un sin número de cosas: protección, sanación y - claramente - Adivinación. En lo personal jamás me había interesado por esta rama, pero recientemente he cambiado de parecer - miró a la mujer cabecilla de la reunión antes de agregar - vine para ver si podrían guiarme bien por este camino, si de alguna manera tengo lo que se necesita.

 

Ashryver decidió ignorar por el momento a las otras dos personas presentes, controlando su temperamento para no arrugar la nariz en un gesto de puro desdén por la inesperada compañía. Merlín sabía que lo prefería privado, sin restricciones para las preguntas que se le pudieran presentar.

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El primero en llegar a la clase fue Azrael. Si bien recordaba con claridad el momento en que el caballero besó a la pareja de su prima en la gala, habían pasado demasiadas cosas en su vida desde ese momento al actual como para quedarse con ese recuerdo tan fijado. Esperaba que él hubiese hecho lo mismo y disfrutado de lo que fuera que quisiese hacer con el cazador rival. Si seguía enojado por sus palabras de aquel día, entonces el problema iba a ser suyo, no estaban ahí para revivir viejos rencores ni discutir por temas personales.

 

La siguiente en arribar fue una dama a la que no veía desde hacía mucho tiempo. Bajó la mirada como acto reflejo al hacerlo, si bien sentía cierto respeto hacia ella no podía evitar que su presencia la transportara a un momento muy doloroso. En fin, otra cuestión personal que debería dejar fuera del aula, y así lo haría. Ella sí siguió sus instrucciones y observó el juego de runas que había preparado para su uso.

 

Por último, llegó Kamra, quien, a diferencia de sus otros dos alumnos, cursaría Adivinación. La muchacha se sentó tras presentarse. Fue entonces cuando cada uno empezó a responder a sus preguntas, primero respecto al interés sobre los conocimientos que cursarían y luego sobre lo que sabían ya previamente de ellos.

 

El primero en hablar fue Azrael, mencionando solamente cuestiones irrelevantes que no tenían que ver con la asignatura en sí. Como sospechaba, él seguía molesto por cuestiones de la gala y se lo quería hacer notar. Lo observó unos momentos, ya había dejado pasar que ni siquiera respondiese a su saludo, no estaría dispuesta a permitir que le hablara así.

 

-Voy a decirlo solo una vez, si quieres discutir sobre lo sucedido tras el partido que sea fuera de la clase. Una mención más al respecto y te invitaré a retirarte y volver a cursar cuando quien esté a cargo sea de tu agrado -se volvió hacia sus otras dos alumnas, escuchando lo que ellas sí tenían para decir sobre lo preguntado.

 

Las palabras del Mónica sí buscaban responder a lo que había preguntado, pudiendo desviar gracias a eso la atención del desafortunado comentario previo del egipcio.

 

-¿Un libro? ¿Y lo traes contigo? -la curiosidad le ganó en ese instante. Si podían emplear los conocimientos en algo práctico y útil sería maravilloso, aunque si era algo importante probablemente lo preferiría guardar para su privacidad y eso sería entendible. -Entiendo, muchas veces nos acercamos a un conocimiento por un uso específico, me parece muy valioso. -agregó como respuesta, antes de prestar atención a la bruja que había llegado en último lugar.

 

La joven de blanco cabello dio datos muy interesantes respecto a lo que estaba experimentando respecto a la adivinación, aunque ciertamente se aproximaba más a la habilidad de videncia que los Arcanos enseñaban. Sin embargo, le daría la chance de experimentar con los materiales preparados y hasta intentar ver el futuro de sus compañeros de clase y ¿por qué no? De ella misma.

 

-Las Runas -empezó por ahí ya que la muchacha había tratado de definirlo en último lugar- no son un alfabeto, sino un sistema de escritura, de simbolizar y registrar hechos. No es como el que acostumbramos a utilizar, ya que no se basa en los sonidos del habla, sino que confiere a cada runa un significado en sí. -era la primera vez que intentaba explicar algo al respecto, y esperaba estar dándose a entender. -Respecto a la adivinación, puedo guiarte pero solo tú sabrás si tienes "lo que hay que tener" es un camino de autodescubrimiento. Voy a procurar darte las oportunidades de que sea así...

 

Se incorporó y se dirigió en silencio hacia las tazas de té, preparó uno para ella y le hizo señal al resto para imitarla. La lectura de borras de té era uno de los primeros pasos ¿por qué no dar una mano entre todos para el recorrido de Kamra?

 

-Muy bien, sentémonos todos a tomar el té y luego pasemos la taza a nuestra adivina en preparación, veremos qué puede decirnos. sonrió, había varios libros sobre la mesa en los que la muchacha podría buscar información y la ayudaría si era necesario. -Puedes hacerme tres preguntas sobre mi vida personal, para orientarte acerca de lo que estás viendo- sabía que era demasiado impersonal ver una taza y creer que se sabe realmente algo de la persona en cuestión.

 

Tomó entonces una de las bolsitas de runas que había sobre la mesa y las dispersó, de modo tal que Mónica y Azrael pudiesen verlas perfectamente.

 

-Cada uno deberá tomar tres, y buscaremos su significado. Las Runas muchas veces han sido asociadas a la adivinación, pero no las usaremos para eso, sino encontrar el significado y cómo las asociarían en su vida cotidiana ¿cuál sería su uso? ¿entienden? tras esas palabras terminó de beber su té y tendió la taza a su alumna para ser la primera en conocer qué tenía la bruja para decirle.

 

Runas

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Licaón no le refutó a la Gryffindor, y si le agrado algo con su respuesta determinada, quizás no le sería de su estima o mucho menos mostrará su interés en su persona, pero si noto claridad en ella, y era posible que por lo que restaba de clase pudiera seguir, y limitarse sólo al aprendisaje. El mago no mostró señal en su rostro de agrado o desagrado en la respuesta y mucho menos sus pensamientos fueron contra de esa cazadora, sin embargo, estaba claro que esa ofensa e interrupción jamás éste la perdonaría.

 

-Eoh, de la protección. - fue la primera runa que el mago toma al azar, y el cual comenta. - curioso. - mencionó al notar que la siguiente se encontraba en blanco. - supongo que significa, según comprendo lo inevitable. - y acto seguido sacó la última. - Lagu, lo imprevisible. - Sin embargo, una cuarta runa se encontraba pegada a la tercera y se desprende. - Extraño pensé tomar tres. - y observa la misma, pero ella había aparecido volteada, y al girar la nota. - Haegl, sufrimiento. - piensa un poco en la indicación, pero el té que debería tomar aún se encontraba intacto. Este lo observa y aún el vapor se encontraba saliendo de la tasa.

 

En su mano derecha crea un hilo del rayo Hielo del Averno el cual rosa la tasa, si bien no congela el líquido. Si baja la temperatura, ya que su contacto fue casi en segundos. Este así lo hace para bajar la temperatura, ya que no le gusta tomar nada caliente, sujeta la tasa, y comienza a beber el líquido, dejando al borde derecho un frondoso árbol en la parte superior y sobre del mismo lo que parecía ser un corazón. Éste se lo pasa a la estudiante y se concentra en las cuatro runas.

 

-No comprendo si el orden de las cuatro runas debe ser asociado a su significado o si bien, es un arte de interpretar, sin embargo ha mencionado que se vincula a la adivinación, lástima que en mi clase solo aprendiera a tomar té y leer bolas de cristal. Tengo dudas sobre ¿como leer las runas sin llegar a ser un arte adivimatorio? ¿Acaso existe una diferencia? - El egipcio indaga y observa a la Gryffindor, aunque su tono de voz era neutral para ese momento. Aunque, su rostro y mirada de no era de buenos amigos.

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Tal y como había supuesto en un inicio, la confrontación entre Mica y Azrael tuvo más recorrido del que hubiera deseado. Por suerte, entendía que la bruja no estaba muy por la labor de seguir la discusión que el mago parecía querer tener y eso la consoló en cierto modo; como algunos decían por ahí “dos no pelean si uno no quiere”, una frase que encuadraba perfectamente lo que parecía estar pasando.

Por su parte se había limitado a negar con la cabeza a la pregunta que Mica le había hecho sobre si había llevado o no el libro. Sabía que no debía de haber mencionado nada sobre él para no levantar curiosidades, pero pensaba que si no mencionaba nada más al respecto era algo que perfectamente podría pasar desapercibido ¿Cuantos libros escritos con Runas podría haber en el mundo?

Escuchó atentamente lo que la ultima bruja en llegar había dicho. Por su parte, Mónica no era muy partidaria de adivinos y profetas, aunque a lo largo de su vida se había encontrado con alguno que había acertado en sus predicciones y eso la había hecho plantearse hasta donde podría ser real y hasta donde pura casualidad. Quizás por eso en muchas ocasiones tenía una lucha interna sobre si las casualidades existían.

Cuando Mica dio las primeras indicaciones esperó a que alguien más de adelantara. A Mónica le gustaba observar el entorno antes de sumergirse directamente en él, así que mientras el único hombre de la reunión hablaba ella solo tomó una de las tazas dispuestas para ellos y observó el liquido humeante que contenía en su interior. La idea de que una desconocida pudiera hacerle tres preguntas no le gustó del todo, aunque no tenía claro si las preguntas serian solo a Mica o también al resto.

Tomó asiento y dejó la taza a un lado para que se enfriara un poco antes de beberse el té. Mientras tanto, tomó varias piezas al alzar de una de las bolsitas y las posicionó en una perfecta hilera delante de ella. Las observó un segundo simplemente para saber que era lo que lograba captar de ellas y a los pocos minutos, miró a Mica como esperando que ella le dijera cual era su significado.

- ¿Cómo puedo saber lo que significan? - por un momento se sintió una niña pequeña; no le gustaba el desconocimiento-, o mejor dicho ¿cómo encuentro su significado?

Le tomó un par de minutos darse cuenta de que había algunos libros apilados junto al resto de objetos y se sintió tonta. Miró de reojo al mago, que increiblemente parecía reconocer todas y cada una de las runas sin precisar ayuda y luego abrió el único libro de la pila que parecía hablar del tema. En este buscó cada uno de los símbolos que aparecían en sus tres fichas y leyó, parcialmente, lo que decía sobre estos. En silencio abrió la boca y se mordió luego el labio, como si hubiera descubierto algo.. aun así se quedaba lejos de lo que necesitaba.

- Estás son destrucción, renacimiento y defensa – dijo en voz alta a la vez que las señalaba con el dedo de una en una-, llamadas thor, ger y eohl respectivamente.

Caviló durante unos minutos sobre como asociarlas a su propia vida o mejor dicho a su día a día y cual podría ser el uso que podría darles. No supo responderse en un inicio, por lo que se tomó un instante para tomarse el té rápidamente y pasárselo a su compañera; estaba tan inmersa en las runas que ni siquiera levantó la vista cuando lo hizo y de hecho hasta se había quemado, pero no hizo aspaviento alguno.

- No sé exactamente a lo que nos referimos con usarlas en nuestra vida cotidiana – dijo finalmente, reclinándose sobre su asiento y con cierta frustración.

Editado por Monica Malfoy Haughton
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Por fortuna, su respuesta había bastado para apagar, al menos por el momento, la conducta hostil de aquel hombre al que apenas conocía. Fue el primero en hacer la tarea que les había dado, nombrando las runas por su nombre y diciendo el significado de cada una. En la mesa había varios libros, de los cuales podrían tomar diferentes nombres, pero mismos significantes. Era lo curioso de las Runas, al no haberse utilizado en una sola región, los nombres variaban y también sus usos.
Las runas que nombró fueron correctas, así como sus significados. La siguiente fue Mónica, quien dudó un poco antes de tomar uno de los libros que estaba en la mesa con dicho fin. Asintió tranquilamente, sí, el mago parecía conocerlas, pero no tendrían solo una forma de nombrarlas y darles significado.
-Muy bien, en los libros podemos encontrar toda la información que necesitamos. Miren este. Encontrarán nombres diferentes para las mismas Runas y tal vez definiciones con un poco más de profundidad. Respecto a la adivinación, se cree que las Runas pueden decir cosas de nuestro futuro, dependiendo del orden en que salen y la posición de las mismas…
Se quedó unos momentos pensando, era evidente que la joven que estaba cursando Adivinación se había sentido un poco intimidada. Era real que no era para cualquiera el hecho de tratar de ver el futuro de los demás. ¿O habría visto algo demasiado terrible en la taza vacía que le había tendido? La tomó y observó las figuras en su fondo, sonriendo levemente. No, no creía que fuera eso.
-Como les decía, no pensaba tomar el camino de la adivinación a la hora de pensar en las Runas… pero si ambos quieren eso, no voy a negarme. Piensenlo. Por otro lado, al hablar de cómo las aplicamos en nuestra vida cotidiana, me refería al uso que pensaban darle. Usted ya dijo que para interpretar un libro -miró a Mónica, no olvidaba el tema del libro, pero era su decisión el querer mostrarlo o no.

Se puso de pie, tomó las tazas que ya se encontraban vacías y les dio la espalda unos instantes mientras las devolvía a su sitio de origen, luego se encargaría de limpiarlas y dejarlas en orden.
-En cambio, Azrael no dijo para qué las utilizaría. A veces es el mero conocimiento, o utilizar algunas como protección o para indicar las características u origen de una familia. Si bien en su mayoría han caído en desuso, llegan a nosotros por esos pequeños pero significativos detalles- Miró a uno y otro alternativamente antes de continuar. -Su cada uno tuviera que interpretar un mensaje de las Runas que tomaron ¿qué les estarían diciendo? -continuó en voz alta, quería que ambos comprendieran que no solo estaban hablando de símbolos sueltos sino de una forma de comunicar.
Editado por Mica Gryffindor

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-Referente a la primera runa, la de protección solo puede significar dos personas. Ya que solo esos dos podría defender. - Observó a la Gryffindor con total desprecio. - La segunda runa es lo inevitable, así que de alguna forma supongo que les defenderé, sin embargo deberán temer quienes intente lastimarles, ya no tendré ni una gota de misericordia.-

 

Hace una larga pausa, el egipcio era algo parecido a sus dos formas animales, en su ser licantropo heredado podía ser tan solitario o protector con su manada entrando como un omega en el mismo, a pesar que era el último Licaón y líder de una manada. Ese rango de alfa jamás había dominado en su ser. Sin embargo, al ser un jaguar casi el mismo comportamiento pudo manifestarse como en su parte lobuna, conservando ciertas parte de su personalidad.

 

-En referencia a las dos últimas runas, lo imprevisible y el sufrimiento, supongo que sera un próximo evento, aunque si esto se encuentra vinculado a las dos primeras runas, quizás pueda suponer que me advierte de algo. Y soló espero que al llegar el momento. - fija su mirada en ella. -Pueda hacer sufrir, herir mil veces más a mis enemigos, ya que no soy un ser capaz de perdonar y mucho menos de olvidar. - cerró los párpados y suspiro, aunque sus sentidos se encontraba atento a todo lo que pudiera pasar.

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Escuchó todas y cada una de las palabras del mago, era evidente que no había dejado atrás aquel inoportuno incidente, como le había pedido desde el inicio de la clase. Sin embargo, le daría tan solo una oportunidad más, ya que estaba interpretando todo como quería y no como las runas intentaban indicarle.

-Usted sacó las Runas que está leyendo, es a usted a quien éstas le están hablando... evalúe un poco lo que le pueden estar indicando y deje de utilizarlas como amenazas a alguien más - le dijo tranquilamente, no iba a entrar en una guerra que no le correspondía y mucho menos dar lugar que utilizaran su clase para mensajes que no venían al caso.

Observó las Runas sacadas por el hombre, empujó el libro que les había sugerido hacia él.

-Ahora dime todo lo que acabas de decir, o lo que interpretes mediante este libro, pero haca tu persona, pues el mensaje es para tí -alzó las cejas, no sentía rencor por ese hombre, a fin de cuentas él no había hecho nada que la molestase, de hecho ni siquiera lo conocía como para tener una opinión tomada. Solo había recibido hostilidades de su parte, pero no lograba comprenderlas.

No lo decía, pero esa era su última oportunidad de recapacitar y seguir la clase como correspondía. No iba a tener inconvenientes de reunirse con él a limar asperezas si así lo quería, pero no era el momento ni el lugar, estaba ejerciendo un rol que para ella era demasiado importante como para arruinarlo.

Editado por Mica Gryffindor

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