Prueba de Animagia #31

[Suluk Akku]

Una nueva prueba comenzaba para Suluk y sus alumnos, cada uno de ellos había demostrado estar en armonía con sus animales internos y esperaba que durante el tiempo que les tomara llegar a la pirámide fuera fructífero para los tres, ya que también le ayudaban a ella a mejorar sus enseñanzas.

Transformada en una Gaviota Ártica, Suluk volaba en círculos en el borde de la isla esperando la llegada de sus pupilos. Habían llegado juntos a sus aposentos e incluso habían hecho aquella incursión al estudio del templo del viento de igual manera sin separarse pero esta vez no llegarían juntos  a donde estaba ella, ya que se había encargado de usar una proyección mental con su alumno Martín y otra con Mica ambos estarían en dos puntas completamente ajenos a lo que le ocurría al otro.

-Bienvenidos- saludo la proyección a ambos jóvenes al verlos llegar solos.-Antes de llegar la pirámide deben pasar unas pequeñas pruebas para saber si al final están listos o no para ser considerados Animagos- les dijo.

Con una de sus manos hizo un movimiento para que ambos magos dejaran sus varitas y cualquier objeto mágico sobre una bolsita de piel para que no recurrieran a ellos si se les complicaba la prueba, Suluk los estaría observando siempre lista para sacarlos de una muerte segura si el alumno lo deseaba o si ya no quería continuar. Una vez todo recogido la ave Ártica sobre voló sobre ellos para recoger las cosas y llevárselas a la pirámide donde adquirió su forma humana.

-Yo estaré observando si no deseas continuar con la prueba así que no te preocupes por nada pero recuerda que solo tienes esta oportunidad para ligarte con la habilidad, ya no abra otra- mientras hablaba con clima comenzó a cambiar.

De las brisas cálidas paso a un viento fuerte tan helado como si estuvieran en el mismo polo norte, debían cruzar aquel arroyo volando ya que del otro lado les estaría esperando su siguiente prueba.

-Mucha suerte- les deseo antes de desaparecer dejando a los alumnos solos.

 

@ Mica Gryffindor  @ Martin N Roses

Editado 22 de Mayo del 2021 por Niko Uzumaki

[Mica Gryffindor]

Pronto ya no estuvieron en la cabaña de la Arcana. No supo de qué manera se habían trasladado desde allí, pero tras ambos aceptar su prueba las cosas alrededor habían cambiado y mucho. Se encontraba frente a ella una proyección de Suluk. Moró hacia los lados sin prestar atención al sitio, sino buscando con la mirada a su compañero de clase, pero no estaba allí. Tal vez tendrían distintos objetivos. ¿Quién sabía? Aquellos Arcanos eran bastante particulares y muy imaginativos. 

Escuchó atenta las palabras de su mentora, quien habló en plural, lo cual indicó que no solamente estaba haciéndolo hacia ella. La indicación de que debían superar desafíos antes de acceder a la pirámide la puso algo nerviosa. Notó la seña de la poderosa mujer y llevó por instinto la mano a su cintura, donde llevaba la varita, pero esta ya no se encontraba allí, así como tampoco lo estaban los anillos y objetos obtenidos de los guerreros Uzza. Sería solo ella y su naciente habilidad... 

No demostró ninguna reacción ante sus restantes palabras. No iba a rendirse estando tan cerca de llegar al final del desafío. Cuando ya la proyección no estuvo, se dispuso a analizar el terreno. Vegetación tupida pero no tanto como para molestar su avance, era lo que predominaba el lugar. A lo lejos pudo escuchar el fluir de agua. ¿Acaso sería hacia allí? No lo sabía, pero era la única señal. La siguió.

Cuando llegó a la orilla supo que sería el final del trayecto. El arroyo era lo suficientemente ancho como para no poder saltarlo, por un instante se quedó observándolo, intentando adivinar su profundidad... Sin darse cuenta empezó a retroceder, con la mirada en el agua y la respiración entrecortada. Tapó su rostro con ambas manos intentando borrar las imágenes y sensaciones que se proyectaron entonces en su mente. No, no era una alternativa meterse al agua. 

Intentó calmar su mente y pausar un poco su respiración. Secó las lágrimas de su rostro sin saber cuándo habían llegado hasta allí y se propuso a idear alguna otra manera. Fue entonces cuando decidió sentarse tranquila en la orilla, asegurándose de no tocar el agua pero intentando hacerse con la calma de su pausado sonido. Solo pensó en eso y en su propia respiración, en el aire que entraba y salía de sus pulmones y la suave brisa que acariciaba su rostro. 

El aire, la respuesta allí estaba. Como si no necesitase otra seña, se dejó llevar por el aire, notando la transformación repentina de su cuerpo que pronto era muy liviano y lograba alzarse, moviendo sus diminutas alas a una velocidad impresionante pero que a la vez no le significaba ningún esfuerzo. Pronto estuvo del otro lado de aquel arrollo que antes le había parecido un obstáculo, pero que ahora era tan solo un trayecto cumplido. 

[Suluk Akku]

Suluk estaba tranquila dentro de la pirámide esperando por su alumna quien para su alivio progresaba muy rápido, por lo que recordaba de ella le había contado que antes de la muerte de su mellizo había sido una lechuza y aunque ahora su animagia había tomado otra forma muchas cosas cambiaban dentro de uno mismo, como en su caso que podía ser otras criaturas cuando quisiera gracias a los años en que le había tomado dominar la habilidad. La fémina observaba la ruta de su alumna que había tomado luego de su transformación,  a lo lejos halcones se dirigían a directo donde estaba Mica en su forma de Colibrí, eran al menos una docena en medio de un laberinto de arbustos que crecía si trataban de superarlo.

El laberinto era grande y confuso ya que no podía verlo desde las alturas porque solo haría que este creciera ademas contaba con un gran depredador detrás suyos, debía ser inteligente si quería liberarse viva de todos ellos, Suluk estaba ansiosa de ver como superaría aquella prueba su alumna sin usar su magia u otras de las habilidades. Claro que no la dejaría morir la sacaría antes de que se la comieran solo si ella lo pedía. 

Mientras tanto el clima también cambiaba dentro del laberinto, los colibríes eran hermosos, algunos coloridos y otros mas comunes pero todos eran criaturas diminutas que les gustaba el calor, sus habitad eran acorde a los de cada especie y vivían en todo el mundo, para la arcana era un animal muy curioso y si su alumna lograba demostrar su valía y que podía con la responsabilidad de llevar el anillo de animagia seria una gran emoción para ella al saber que tenia a una colibrí como amiga.

 

[Mica Gryffindor]

Lo había logrado. Estaba al otro lado de aquellas aguas que habían despertado en ella tantas emociones. Ya no les temía, podía volar sobre ellas sin ningún temor, solo debía concentrarse y dejarse llevar por el espíritu de su forma animal. Así lo haría desde ese momento y en adelante. 

Sus pequeños ojos se centraron en lo que parecía ser un gran laberinto formado por arbustos que, desde su pequeño tamaño, se veía inmenso. Sus alas eran veloces y sabía que podría cruzarlo con velocidad, sin embargo no estaba segura de lograr encontrar una salida en forma pronta, pues aquellas cosas eran engañosas. No había tiempo que perder, se acercó a la que parecía ser la entrada.

Escuchó entonces el chillido de otras aves mucho más grandes acercándose, no necesitó voltear a ver de qué se trataba para saber que serían un peligro para un colibrí tan pequeño. Fue así como avanzó, decidiendo mantenerse dentro de los arbustos y volar a toda prisa, el tamaño de aquellas aves no los favorecería a la hora de cruzar por el laberinto, haciendo su avance más torpe y tardado. 

No se detuvo a pensar demasiado, el camino era recto en un principio y así lo siguió. Luego una bifurcación. Procurando mantenerse lo más cerca posible del muro derecho optó por ese camino y así lo hizo cuando nuevamente se volvía a dividir. Si llegaba a un pasillo cerrado, volvería por el muro opuesto y luego retomaría por el camino que no había escogido con anterioridad. Poco a poco iba ganando altura en su vuelo, pero atenta a los movimientos de los halcones. 

Su objetivo era claro, en algún momento llegaría a la parte más alta del laberinto, logrando ver por encima el camino correcto a seguir, pero debía hacerlo con mucha cautela, pues el peligro la perseguía. Escuchaba chillidos y choques contra algunos muros que había dejado atrás.

[Suluk Akku]

La arcana observaba el avance de la pequeña colibrí a través del laberinto, su vuelo era rápido y prudente, por momentos se volvía más audaz cuando debía regresar sobre su vuelo al encontrarse en un callejón sin salida. Notando que su compañero no había avanzado, Suluk cerró sus ojos unos segundos dentro de la pirámide ¿Martín? proyecto la pregunta a la mente del mago para luego volver a abrir sus ojos en el momento en que Mica llegaba al centro del laberinto, allí el silencio se hizo evidente, no la obligaría a recorrer todo ese camino con un enemigo tan formidable a cuestas, no quería que estuviera sin aliento al llegar dentro del recinto donde ella estaba. La voz de la esquimal se proyectó a la mente de la Gryffindor.

—Es solo una prueba más, el traslador al interior de la pirámide se encuentra allí, solo debes descubrir qué abre la puerta hacia él —la imagen de la pequeña caja de cristal se mostró en la mente de Mica, pero no sería tan simple, tenía una última y pequeña prueba el abrir esa caja de cristal

Frente a Mica había dos pequeños objetos, un prendedor con forma de un Colibrí Picoespada en el centro de la caja de cristal y un ramillete de flores silvestres rojas, naranjas y amarillas. La Gryffindor tendría que recolectar el néctar de la flor correcta y depositarlo en el pequeño recipiente que servía de “balanza” para abrir la cerradura hacia el prendedor que haría de traslador dentro de la pirámide.

La anciana sonrió, estaba segura que la bruja sabría reconocer cuál era la flor favorita de la especie Ensifera ensifera, esa variedad de Trochilinae que habitaba los Andes era muy bella y su nombre vulgar era el que describía el pico que la joven necesitaría adoptar para poder meter en el estrecho y profundo orificio el néctar en el balancín. Una vez que ella accediera al interior y se posara sobre el traslador éste la llevaría frente a ella.

Mientras Mica descubría cómo y con qué abrir la caja de cristal del traslador éste iba de a poquito comenzando a tener pequeños destellos azules, no se iría sino hasta unos minutos después, la arcana confiaba que había calculado el tiempo suficiente para que la joven descubriera el truco y tenerla frente a ella al fin en la sala del pentagrama y tras hacerle por última vez la pregunta de si estaba lista, Suluk le entregaría el anillo de aprendiz y esperaría a que traspasara una de las siete puertas para tomar su prueba final y vincularse al anillo de animagia.

[Mica Gryffindor]

Agitando sus pequeñas alas a toda la velocidad posible, la cual era mucha en comparación con otras aves, se se encontraba al momento de recibir otro mensaje de su Arcana tutora. Esta vez le mostraba la salida: un traslador. Pero no sería tan simple, debería lograr hallar el modo de acceder al mismo, pues se encontraba en una caja de cristal con un extraño sistema de apertura. 

Se encontró finalmente con ambos elementos que se habían presentado en su mente: la caja con el mecanismo y las flores. Notó que el colibrí de la caja era uno diferente al que su cuerpo representaba en aquel momento: su pico era mucho más largo. Luego prestó atención a las flores, llamando su atención enseguida aquellas rojas con tan profundo cáliz.  Esas debían ser, pero debía cambiar su fisionomía si quería alcanzar su nectar. 

Se concentró en la forma de aquel colibrí y su necesidad, se acercó a las flores y, antes de notarlo, su pico lograba alcanzar aquel dulce néctar. Necesitó algunos viajes para lograr llenar el balancín, tal vez tres o cuatro, no los contó, solo se concentraba en el objetivo. 

Cuando por fin logró abrir el mecanismo estaba exhausta. Decidió recuperar primero su forma humana, antes de tomar el traslador que destellaba en tonos azulados. De inmediato sintió aquella sensación poco grata pero conocida y se dejó llevar hacia el recinto que la esperaba.

[Suluk Akku]

Estaba satisfecha con el resultado de su pupila, había logrado avanzar en su forma animaga la prueba antes de tenerla frente suyo con su forma humana reflejando en su rostro lo agotada que estaba, Suluk no dudo en invocar una jarra con agua fresca y un vaso donde la joven podría descansar antes de avanzar, aun quedaba la parte mas difícil de todo aquello, una vez que aceptara seguir con la prueba no habría marcha atrás. La fémina avanzo hasta Mica para quedar frente a ella mientras la veía refrescarse recordando su época de estudiante y lo mucho que había estudiado para manejar de forma tan natural la habilidad.

-Por ultima vez te haré esta pregunta, una vez que pases la puerta para tu prueba no abra marcha atrás y seguirás sola con lo aprendido hasta el momento- le advirtió con firmeza para que supiera lo que se avecinaba -Mica Gryffindor estas lista para la prueba?- 

Una vez que la respuesta fue afirmativa Suluk le entrego el anillo del aprendiz, el cual las mantendría conectada todo el trayecto de la joven por si desea retirarse de la prueba si le resultara difícil. Suluk espero a que la mujer estuviera lista para continuar, ya faltaba poco y esperaba que con el pequeño descanso del momento repusiera sus energías para continuar. 

La parte difícil del portal una vez que se cruzaba era que nunca se sabia donde los llevaría, pasado, presente y futuro estaban conectados por la pirámide y cada alumno que pasaba debía enfrentar desafíos que estaba caracterizados para uno mismo, no había personas iguales como no había pruebas del mismo modo, estaba ansiosa de conocer que le depararía a la joven Gryffindor.

-Cuando estés lista la puerta a tu prueba estará esperándote- le dijo Suluk.

Los ojos de la arcana no dejaban de observar a la joven ansiosa por ver lo que Mica haría con lo aprendido y a que clase de lugar terminaría. 

[Mica Gryffindor]

Al llegar a destino los brazos le dolían, aún la sensación de constante aleteo le era extraña y repercutía en su cuerpo humano, aunque la libertad que sentía en su forma animal era reconfortante. Sentía una sensación cálida en el estómago al pensar en esos momentos, en el primero tras la caída del Pegaso y en el instante en que volvió a lograrlo para cruzar las turbias aguas. 

La Arcana estaba allí esperando para reconfortarla. La Gryffindor bebió el agua que le brindaba su mentora y respiró unos instantes. Sabía que eso era tan solo el comienzo, que aún quedaba camino por recorrer; y así se lo aclaró Suluk volviéndole a preguntar si estaba lista para la prueba. 

-Estoy lista -afirmó con seguridad. No había otra posibilidad de respuesta.

Suluk entonces le tendió aquel anillo, que ella no dudó en colocar en su dedo corazón, sintiendo gracias a él cierta conexión nueva con su tutora. 

Tras unos minutos más, castaña se incorporó asintiendo con firmeza, dando fin al corto descanso. Con un movimiento de cabeza, similar a una reverencia leve, saludó a la Arcana antes de dirigirse a la puerta de la derecha, donde, en palabras de la anciana, la aguardaba su última prueba. Ya no había marcha atrás, la cruzó sin pensarlo dos veces...

[Suluk Akku]

La puerta de la derecha se abrió con un estruendoso chirrido, anunciando que una nueva visitante estaba por cruzar el umbral. La verdadera prueba de la aprendiz daría comienzo, dándole la oportunidad de probar que era digna de portar el anillo de la habilidad de Animagia en su dedo corazón. Suluk era una anciana sabia, siempre con la alerta encendida y capaz de detectar con facilidad aquellos que habían nacido para ser todos unos animagos sin tener que realizar circo maroma u teatro para probarlo.

— Usa tus alas, ellas te llevaran a donde quieras ir libremente—hablaba con suavidad la Arcana. El portal solía ser diferente en cada prueba, alterando en cierta forma las cosas dentro de la vida de los aspirantes a la habilidad que ella impartía. Debían tomar en cuenta diversos factores que podrían jugarles a favor o en contra, confiar plenamente en sus capacidades y no dejarse amedrentar a las primeras de cambio.  Observaba la determinación en los pasos de Mica, aquella misma que ella demostrará ante su mentora algunos años atrás.

Su determinación la llevaron hasta ese punto, saltando a la vista un detalle a la hora de intentar franquear el obstáculo del agua— Presta atención a todo lo que te rodea, asume que esto será tan sencillo como tomar un vaso de jugo del sabor de tu elección y no ahogarte con algún trago—asintió mutando el paraje que rodeaba a su alumna. Arboles y más arboles de diversos tipos y tamaños se abrieron como lo hacen los brazos de la madre naturaleza, dándole una calurosa bienvenida a la recién llegada.

— Afronta tu miedo al agua, no dejes que este atrape tus alas en una burbuja que por más que lo desees. No vas a reventar a menos que seas una misma con el liquido vital, siente como es parte de ti y no es capaz de dañarte a menos que tu se lo permitas—advertía cerrando los ojos. Se comunicaría con Mica por medio del anillo, empleando ese nuevo nexo para guiarla siempre que ella lo requiriera o solicitará su ayuda. 

[Mica Gryffindor]

El chirrido de la puerta al abrirse la hizo estremecerse. Sabía que no habría vuelta más tras aquel paso definitivo. Pero no iba a arrepentirse, no tras tan largo viaje. 

Se aventuró, siguió, con las palabras de la Arcana aún resonando en sus oídos. Agua... agua... agua... Las persona solían tener miedos, fobias ¿por qué no podía permitirse conservar la suya? Eso le generaba contrariedad, no iba a ser "perfecta", nunca, y sentía un arrebato innecesario el intentar quitarle a toda costa su miedo. 

Sintió que el paisaje al que llegaba la recibía con gratitud, o ella se sentía agradecida al estar en un lugar arbolado. Nada que ver tenía con el interior de aquella pirámide.

No comprendió por qué la voz de Suluk continuaba advirtiéndole respecto al agua. No veía agua ¿dónde estaría? 

Empezó a recorrer el bello paisaje hasta ver unas flores que le resultaron bastante llamativas. Decidió entonces tomar la forma de un colibrí para probar su néctar, esta vez la transformación fue fácil, como si poco a poco esa forma animal empezase a ser un paso natural.