Jump to content

Libro del Druida — Junio 2021


Khufu
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Los escenarios con los climas más extremos, caóticos, desmesurados, eran siempre los mejores para llevar a cabo las prácticas y pruebas de los aprendices que habrían de vincularse con la antigua magia guerrera de los pueblos Uzza, lo que fuera necesario para poner a prueba sus fortalezas y mejores virtudes, también que tuvieran lo necesario para doblegar su espíritu, quebrar sus cuerpos, llevarlos al límite a cada segundo, porque a diferencia de lo que comúnmente se hacía en las escuelas de magia, la realidad no tendría compasión de ellos. 

Khufu está en gran medida de acuerdo con esto, y aunque la mayoría de los aprendices que han pasado por sus manos han conseguido ya sus vínculos, lo cierto era también que el viejo guerrero no terminaba de encontrar el carácter necesario en ninguno de ellos. Esto no podía ser así por más tiempo, esto tendría que representar sin duda una verdadera prueba, real sacrificio y esfuerzo, algo que ellos tuvieran que hacerse merecedores, tal como hacían con esos malditos arcanos. Pero hasta en eso, el ministerio de magia y todas esas reformas que mantenían a Khufu y al resto de sus hermanos Uzza metidos aquí, parecían tener mayor consideración hacia con ellos.

Esta vez ha citado al aprendiz en un punto desértico a las orillas del Sahara, donde alguna vez habitó una antigua civilización conocida por resguardar a los esclavos que escapaban de los pueblos Egipcios y Líbicos. Ahí, justo ahora, era aún demasiado noche para que el calor hiciera complicado el aprendizaje, sin embargo, en esta época del año las noches en el desierto resultaban serenas, pero igual de duras que sus días y helaban hasta los centros de los huesos. Las bajas temperaturas durante la noche, como un consuelo de las horas calurosas del día, hacían que aclimatarse en estos lugares fuera difícil.

No debe faltar mucho tiempo para el amanecer, la noche era más oscura y mucho más helada cuando el sol estaba por salir en el horizonte, sin embargo, era conveniente que el aprendiz fuera puntual, aunque eso no garantiza tampoco que las pruebas fueran mucho más blandas con él.

A los pies de un solo matorral que ha crecido único alrededor de una zona rocosa, espera Khufu la llegada del aprendiz. No está ansioso de conocerlo ni de comenzar esta guía, está decepcionado de todos ellos, de cada mago y bruja que han pasado delante de él los últimos par de años, tan de mentes vacías, tan arrogantes solo por que han sido capaces de costear una plaza en el Uagadou.

No hay viento alrededor de él que despeine sus cabellos, que agite la delgada capa con la que cubre su torso, todo ahí es demasiado tranquilo y aun así la cadena que cuelga en su cuello tintineó en su pecho, a la altura de su viejo corazón, murmurando de pronto algo que no podría ser interpretado como palabras, pero el guerrero las sintió y su coraje se disolvió casi al instante. Khufu continuó a la espera del aprendiz, a que esto no fuera solo una perdida de tiempo más, porque aunque largo, el guerrero cree que podría hacer algo mejor de su tiempo.

@ Cillian

Editado por Valkyria Karkarov
YuPaxIy.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • Respuestas 7
  • Creado
  • Última Respuesta

Top participantes en este tema

Desierto del Sahara

Cillian no tenía ni idea del porqué el Ministerio de Magia había tenido la grandiosa idea de implementar aquella extraña relación con los Uzza. Sí, algo de la historia conocía pero no le había prestado atención alguna, no le interesaba demasiado. Habían pasado ya varios años desde la última prueba a la que había acudido y a lo que podía recordar no tenía ni un solo buen recuerdo sobre ella. ¿Quién le aseguraba que esta fuera  a ser distinta? Nadie, claro. Pero si querías ser alguien en la sociedad actual, al parecer tenías que pasar por toda esta tortura.

Por que sí, para él aquellas pruebas no eran más que una tortura. ¿De verdad alguien necesitaba más poder del que tenían en aquel momento? ¿Para qué? ¿Para seguir destruyendo todo a su alrededor con aquella guerra inútil en la que llevaban ya años sumidos? Sí, se suponía que en el algún punto había terminado, pero la realidad a simple vista era otra. Suspiró, si seguía sentado en aquella banca de un desconocido parque de Londres, llegaría tarde a su cita. Había pasado casi toda la noche en aquel parque observando al grupo de chicos que parecían haber decido que era el mejor lugar para montarse una fiesta.

Una delicada brisa le sacudió el cabello al tiempo que se levantaba, tenía el lugar al que debía acudir en mente. Bueno, en teoría era así ya que... ¿A quien se le ocurría citarse a orillas de un desierto? Suspiró, no tenía nada más que hacer que valiera realmente la pena pero aún así estaba completamente seguro que hasta el quedarse el resto de la noche observando a los enfiestados sería mucho más interesante que aquella reunión con alguno de los Uzza. Solo paso un par de segundos entre que el Ryddleturn se levantó, apareciese aquella extra sensación de estar siendo presionado y la aparición del mismo en aquel punto del Sahara. 

Apenas aparecer pudo notar como la temperatura había descendido un par de grados en comparación con la de Londres. Perfecto, una vez más los Uzza habían logrado superarse. ¿Es qué no podían elegir un lugar más cómodo? No sé, algún country club o un hotel cinco estrellas, algo por el estilo. A su vista le costó un par de segundos más adaptarse a su entorno, no es que estuviera completamente oscuro pero si lo estaba más que el parque en el que se encontraba un par de segundos antes. Y fue entonces ahí cuando lo vio. Un hombre, si es que se lo podía llamar así con aquel aspecto, estaba esperando a solo un par de metros de donde el rubio había aparecido.

Acortó la distancia, esperando a que el hombre dijera alguna palabra, pero a simple vista no parecía nada contento de estar ahí. Bueno, ya eran dos.

— ¿Hola? —soltó en un intento de saludo—. ¿De verdad tenemos que hacer la prueba aquí?

 

@ Khufu

 

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No será aquí tu prueba muchacho-, respondió el guerrero con calma ante la pregunta que, de buenas a primeras, no tiene relevancia. —Pero este será el comienzo de tu vínculo-, Khufu espera que al menos, así como gasta su tiempo en preguntar cosas inútiles, el muchacho sea lo suficientemente lúcido para hacer los cuestionamientos propios a su enseñanza. —Si no quieres estar aquí ahora, si no estás dispuesto a dar ese sacrificio, entonces no lo vas a conseguir, por que el vínculo con la magia guerrera, cual fuera, exige de los usuarios que desean aprender de sus poderes un esfuerzo total de sus habilidades mágicas, que demuestren la capacidad, su fortaleza y la sabiduría para poder emplearla como es debido,en la paz o en la adversidad-, al menos esta era la intención de las pruebas tan duras. 

Hay que darle a la magia, a esta magia, el verdadero poder y valor, el valor espiritual que se merece

Podrías usar los poderes después para lo que quisieras; para ayudar a los demás, a ti mismo, o solo causar pena y destrucción, sin embargo el vínculo, el inicial, estaba formado de las mejores características de ambas partes; del usuario y la magia que contenía. 

Espero hayas tenido aunque sea la conciencia suficiente como para presentarte hoy ante mí no sin antes haber leido las paginas de tus libros-, Khufu finalmente se movió, en su mano diestra cargaba su varita equipada ya con la vara de cristal, lo que la convierte en un objeto aún más llamativo. —Si hay dudas al respecto lo mejor será que las resuelvas ahora-, el guerrero pareció impaciente, aunque fue más bien como un reflejo involuntario.

Entre los amuletos que el libro te ofrece puedes encontrar este de aquí-, señaló su propia mano. —El anillo salvaguarda contra miradas indiscretas. No es difícil de entender su función, ¿cierto? y tiene la utilidad y el manejo que has aprendido antes con los demás amuletos, te ayudarán cuando las circunstancias lo ameriten, pero en la batalla, en el duelo, no son tan eficientes.

Siempre es importante reconocer la diferencia entre los objetos mágicos y los poderes del libro. 

En cambio el polen de lirios de fuego es algo con mucha mayor utilidad; si se esparce en la piel, el fuego no hará daño alguno,si se aspira, protege los órganos internos, ayuda a elevar la percepción olfativa y sensible. Se usa también para elaborar vestimentas resistentes al fuego y también como ingrediente para fabricar una pomada de manos que permite que éstas se adhieran a cualquier superficie. Este se guarda en un frasquito con forma de colgante y el polen se agota si se usa muy seguido, pero se va reponiendo conforme pasan las horas-, cito los textos.

Khufu observó detenidamente al brujo antes de continuar, desconfiado aún del poco o nada interés que pueda tener el aprendiz por continuar con esto. 

—¿Me sigues? Estos dos son solo parte de los objetos y amuletos que posees junto con el libro. Tu mejor háblame de los poderes, de los hechizos; comienza con ígnea y cantar de eléboro.

Había tomado un puño de arena del desierto con su mano libre, y como si se tratase de un reloj, un hilo de arena comenzó a caer al suelo. 

YuPaxIy.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Desierto del Sahara

— Me gustaría estar en cualquier otra parte antes que aquí... —soltó al tiempo que se rascaba detrás de su oreja izquierda. El frío había comenzado a calarle y comenzaba a sentirse incomodo y aunque al parecer su prueba no sería ahí aún faltaba un buen rato antes de que el Uzza decidiera que era hora de cambiar de locación— Es insoportable todo esto, Khufu, ¿ese es tu nombre, no? ¿A ti no te parece insoportable tener que estar haciendo todo esto? ¿Tener que cumplir con un contrato que se firmó hace tantísimos años?

El Uzza no parecía haberle prestado atención porque seguía soltando información a diestra y siniestra sobre la importancia del la magia y el poder que el Libro Driuda podría otorgarle al Ryddleturn. Conocía bien toda esa información, había pasado años con aquel libro entre sus pertenencias, las pocas pertenencias que le quedaban en realidad. Así que lo había leído una y otra vez al derecho y al revés porque sabía que algún día tendría que pasar por esto de nuevo.

— ¿Es realmente necesario que repitas todo eso? Vamos, Khufu, tu y yo sabemos que quien haya llegado hasta aquí ya conoce toda esa información. Si no, ¿para qué gastar tantos galeones? A nadie le gusta perder el dinero —negó, su aburrimiento era cada vez más notorio—. Esta bien vamos a repetir la información del libro una vez más. 

Sabía bien para que servía el anillo salvaguarda contra miradas indiscretas y el polen de lirios de fuego así como también el amuleto contra defensas carcelarias. Lo sabía de memoria pese a nunca haberlo puesta en practica, sin duda eran poderes que le facilitarían bastante la vida pero qué caso tenía si estaban al alcance de todos por la módica cantidad de un par de miles de galeones.

— ¿Esta bien se comienzo por Cantar de Eléboro? Es un hechizo verbal que confiere inmunidad a cualquier ataque contra la vista, el oído, el tacto, el gusto o el olfato durante dos turnos. Además restituye totalmente la pérdida de los sentidos, curándolos. Y en cuanto a Ignea es una invocación, igual debe realizarse de forma verbal la cual logra que de la varita del surja una lluvia de polen de lirios de fuego que rocía a quien la invoca. Confiere inmunidad a cualquier fuego durante un turno, salvo al Fuego Compacto, que no le afecta.

Dejo escapar un suspiro—. ¿Lo he hecho bien? ¿Acaso también quieres que te hable de Obsistens?

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La cadena sobre su pecho tintineó con más fuerza, desviando la dirección hacia donde han estado viajando los pensamientos del guerrero todo este tiempo.

Quisiera estar de acuerdo con lo que dice el aprendiz esta vez, estar convencido de que cualquiera que hubiere llegado a un libro tan avanzado como lo era el Druida estaba realmente preparado para su contenido, para comprender sus verdaderos poderes, pero recordar a los últimos aprendices que se cruzaron en su camino le contradecían. Tras las mismas palabras del brujo aprendiz, el guerrero reafirma gran parte de las incapacidades que tienen los hechiceros de estos tiempos.
 
Vínculos vacíos era lo que estaban formando ahora. Al menos en eso si puede estar de acuerdo con el más joven, estar aquí, ante cada aprendiz era desperdiciar su tiempo. Posiblemente el de ambos.

Pero no va a discutir esto con él ahora. En este encuentro, Khufu es solo su guía. 

Sigue sin correr el aire a su alrededor y aun así el hilo de arena que cae desde su puño comienza a distorsionarse como si alguna sombra detrás del guerrero le soplara. Y esta vuela y se desparrama en todas direcciones envolviendo a Cillian en lo que en poco tiempo se ha convertido en algo parecido a una tormenta de arena.

Casi bien, si- dice en calma después de un largo silencio. —No has sido impresionante tampoco, para ser alguien que busca hacer las cosas...diferentes- la arena en su mano casi se ha terminado. —Veamos entonces, qué tan bien has comprendido esa información que has aprendido de memoria. Prepárate. Arena de Hechicero-, cuando no hay más arena en la mano del guerrero y el aprendiz está rodeado por nubes de arena y polvo, la vara de cristal en mano del guerrero brilla , invocando los efectos del hechizo. 

Era un efecto que podría llegar a cegar al oponente limitando las posibilidades en un enfrentamiento o adversidad. Y para lo que estaba por venir, al muchacho no le convenía quedar atrapado mucho tiempo entre los restos cristalizados de algún mago desafortunado.  —Morphos-, conjuró luego de esto y el arbusto y las rocas a su lado se transformaron en un cuarteto de cangrejos de fuego que, sin pensarlo dos veces, asustados lanzaron llamaradas de fuego en todas direcciones. 

Khufu pudo observar, en tan poco tiempo, como el muchacho quedaba atrapado en aquel torbellino de tierra y llamaradas.

YuPaxIy.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— Relájate, Khufu.

Sabía que no era el mejor, en realidad no le importaba serlo y es eso que no entendía porque los demás estaban tan obsesionados con serlo. Suspiró, sabía que las cosas estaban por complicarse, era lo normal en aquellas reuniones así que debía estar alerta. Tenía que utilizar lo que había aprendido en el libro aunque lo cierto es que nunca antes había podido ponerlo en práctica, era algo que no entendía sobre el proceso. Y fue entonces cuando Cillian notó las intenciones del Uzza así que tomó rápidamente su varita del bolsillo izquierdo de sus pantalones.

Obsistens —pensó, si lograba realizar la invocación antes de que el efecto del hechizo de Khufu lograra su cometido, estaría protegido por un cerco de materia luminosa color amarillo que lo protegería del hechizo de su oponente—. ¿De verdad era necesario? No los entiendo, realmente no los entiendo. 

Khufu ni siquiera se preocupara en responder a las preguntas del Ryddleturn, pero aún así este continuaba intentado crear una conversación entre ellos. Negó, ya estaba cansado, quería volver a esa banca en la que había estado hacía un par de minutos atrás. ¿Y ahora qué? ¿Cangrejos de fuego? Los odiaba, los odiaba y al parecer a los Uzza les encantaba porque era recurrente en las pruebas.

Igenea —murmuró.

De su varita  surgió una lluvia de polen de lirios de fuego que lo rociaron por completo, confiriéndole así  inmunidad a las llamaradas de los cangrejos de fuego. No sabía si lo estaba haciendo bien, pero por lo menos lo había intentado. Cillian no quería volver a repetir aquella prueba, quería lograr el vinculo con el libro para no volver a ver a Khufu, lo que no sabía era que más adelante tendría que verlo de nuevo quizá más de una vez.

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El empleo de Obsistens para protegerse de hechizos de tipo efecto debe ser cuidadosamente utilizado, debes ser muy claro al momento de invocarlo, sobre todo cuando los hechizos/efecto son no verbales, tal como lo es originalmente arena del hechicero. Esta vez, la pronunciación de mi hechizo pudo haberte prevenido, sin embargo, en una batalla real el oponente no querrá advertirte. Y la intercalación de un echizo al azar podría no siempre resultar correcta-, el tornado de tierra y fuego se interponía entre ambos, Khufu tuvo que levantar mucho más la voz para ser escuchado. —Recuerda esto bien, porque otra diferencia que tiene de protego, que además no te protege de hechizos tipo efecto, Obsistens sólo puede ser conjurado dos veces en una batalla al requerir de más energía-, explicó.

Los cangrejos de fuego seguían lanzando llamaradas, con menos frecuencia pero lo hacían, estaban demasiado inquietos, posiblemente por el desastre al que ellos mismos contribuyen, empeorando todo aún más.

Según lo que acabas de recitar hace unos minutos; Cantar de Eleboro igualmente te hubiera sido útil para sanarte de los efectos inmediatos que te causa la arena del hechicero; ya que confiere inmunidad a cualquier ataque contra la vista, el oído, el tacto, el gusto o el olfato y restituye totalmente la pérdida de los sentidos, curándolos -, repetía de nuevo la información, aún si al muchacho no parecía gustarle eso. —Por otro lado, has empleado bien tu ignea para protegerte del fuego...-, la vara de cristal volvió a hacer un zumbido en el aire, esto aun no terminaba. —Sin embargo, la definición de Obsistens, y ya que estabas en eso, también dice que: si se repele el ataque de una criatura de este modo la absorbe, provocando que desaparezca sin dejar rastro

Por lo tanto, otro hubiera sido el resultado si se hubiera utilizado en contra de los cangrejos de fuego. Pero estos escenarios siempre eran inciertos, y el mago Cillian no había estado del todo equivocado de todas formas, Obsisten cumplió debidamente con su labor, y protegió al hechicero de los efectos de su ataque, aun si no había recurrido a todo el potencial del hechizo del libro.

A pesar de tu falta de pericia, has conseguido ejecutar correctamente ambos hechizos-, señaló el escudo amarillo que protegia al mago, no duraria mas que la arena de hechicero que casi se agotaba en el aire. —No obstante, en una batalla hará falta más que sólo ser capaz de lanzar encantamientos.

La quietud de Khufu se rompió finalmente al agitar una vez más la vara de cristal en el aire y terminó por enterrar una parte en la arena, el aire que cortó con ella trazó una línea alrededor del brujo aprendiz y toda la arena que lo rodeaba se cristalizó encerrando a Cillian en un prisma de un duro cristal. Tras toda esta visión, los cangrejos seguían en su labor de lanzar llamas de su parte trasera al aprendiz ante la repentina aparición del cristal, ignea lo  mantendría a salvo un rato mas del calor que se concentraría en el interior de la caja de cristal rápidamente, pero el aire ahí dentro se terminaba pronto.

Engorgio-, hacia su siguiente movimiento para hacer al cangrejo de fuego y, con esto, el fuego a su alrededor. —Bien muchacho, respira largamente una última vez, te hará falta.

YuPaxIy.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

— Dos veces, solo dos veces.

Demasiadas cosas que recordar, demasiadas. ¿Acaso no podrían hacer las cosas más sencillas? Los libros lo tenían cansado, pero aún así no dejaría de cursarlos. Exactamente con qué objetivo, no lo sabía, pero estaba seguro de que lo haría y obtendría el poder que cada uno de aquellos extraños libros podía otorgarle.  Suspiró, al final parecía que lo había hecho bien a medias pero al menos lo había hecho bien y para él eso era más que suficiente. aunque estaba seguro que para Khufu no sería de esa manera.

— ¿ Y qué es lo qué hace falta, Khufu? Sinceramente no me importa, no me gustan las batallas, no entiendo para nada esta tonta guerra en la que nos hemos visto sumido en los últimos años. Pero esta bien, entiendo tu punto y tengo que estar un poco más consiente de lo que  me rodea a la hora de estar en este tipo de situaciones.

Cillian se aferraba a seguir hablando a pesar de la situación en la que se se encontraba en ese momento, sabía que no era muy buena ya que no había utilizado todo el potencial del poder que los encantamientos del libro podría otorgarle, lo cierto era que nunca había sido el mejor en las batallas y siempre que se veía involucrado en ellas podía notarse.

— ¿Tengo que hacerlo de nuevo, no? —Suspiró, no sabía si estaba en lo correcto, pero lo intentaría—. Cantar de Eléboro —murmuró. Logrando así restituir todos sus sentidos, curándolo así de los daños causados por la Arena de Hechicero.

Y en cuanto a los cangrejos no sabía exactamente que hacer, no le quedaba del todo claro lo que Khufu le había explicado apenas unos segundos atrás así que intento recordar lo que había leído, era lo mismo suponía pero Cillian era lento para este tipo de situaciones.

Obsistens — pensó, apuntando con su varita al cangrejo de fuego, logrando así repeler su ataque logrando así que se absorbiera y la criatura desapareciera—. ¿Ahora sí o estoy por morir?

 

 

OjQFQY0.gif

c9Sdt97.png

bfqucW5.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.