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SLE I | Fecha 2: Tutshill Tornados vs Montrose Magpies


Martin N Roses
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Turno 11

El partido se había vuelto bastante intenso. Al parecer los ánimos y la rivalidad, tanto de su equipo como de los rivales, estaban bastante caldeados. Llevaban muy poco tiempo de juego y frente a sus ojos ya se habían sucedido cuatro penales ¡cuatro! y apenas estaban calentando motores. Temía que el enojo y las protestas se intensificasen pudiendo llevar a salirse las cosas de control. Agradecía que tras esa fecha los suyos tuvieran una de descanso, mientras, debía tratar de calmarlos para que no siguiesen sucediéndose las faltas. 

El marcador había iniciado en favor de los Tornados. Realmente había sido un buen gol, aunque si se lo preguntaban solo diría que fue cuestión de suerte. Luciana era muy buena en lo suyo, sabía que no les daría demasiadas chances. 

Fue momento de salir nuevamente de mitad de campo, esta vez con la quaffle en su posesión. Esta vez prefirió utilizar una jugada que había practicado bastante. Se movió velozmente hacia arriba, haciendo perder el equilibrio a los rivales. Notó que uno de ellos intentaba lanzarle un puñetazo, pero no le dio importancia, siguiendo su jugada. Una vez burlados, dejó caer la quaffle, sabiendo que Kenzo Ito la estaría esperando por debajo. Ahora era turno del asiático para lanzar. 
 

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Turno 12 

 

Jeremy festejo junto a la tribuna el gol del partido. Las cosas venían saliendo medianamente bien, sin contar las faltas, y llevaban una pequeña ventaja que debían mantener, cuidar y superar. Le hizo una seña a mosquito para que estuviera atenta, mientras volaba rodeando a sus compañeros con el bate en una mano.

 

Sabía que la oportunidad de sorprender a un cazador enemigo llegaría pronto. Solo debía estar atento y vigilando que las cosas marcharan lo más satisfactorias posible. Las ganas de romper cabezas que venía sintiendo desde hacía un rato, aún no estaban satisfechas. Pero para su buena suerte Kenzo volvió a obtener la quaffle y lograr anotar el gol. Jeremy vio su oportunidad.

 

-¡Boom, amigo! – Gritó de nuevo al momento de golpear la bludger con tanta violencia que el bate hizo un sonido brutal, mientras la pelota volaba hacia el cazador (Kenzo). Este llego a lanzar la quaffle, pero la bludger no le perdono tremenda osadía. Le dio de lleno en la cabeza haciéndole saltar un par de dientes, según el vampiro, que no se quedó a mirar, sino que voló a unirse al festejo del público que no paraba de entonar el famoso cantito de los Tornados.

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Turno 12

伊藤健三 (Kenzo Ito) - Cazador

 

La segunda fecha de la Liga estaba siendo mucho más acelerada y violenta que la primera. Temía que algo así podía suceder, pero no con tanta intensidad. Nunca me habría esperado tantas faltas, tantos penales. Por un momento me había dejado llevar por esa energía y sin darme cuenta había cometido una falta yo también. Intenté recobrar la calma, encontrar de nuevo la concentración que me llevaría al mejor desempeño posible. Había recibido el golpe de una Bludger en uno de mis brazos, lo que me había dejado un poco desequilibrado, pero todavía estaba en condiciones para realizar una buena jugada.

Noté que Mica conseguía la Quaffle en el medio del campo y volaba en línea recta hacia arriba. Sabía lo que tenía que hacer. Apreté las manos sobre la madera de la escoba y sentí el aire mientras me movía a gran velocidad entre mis compañeros y rivales. Calculé bien el momento de atraparla: Mica había dejado caer la pelota, confundiendo a los jugadores que estaban detrás de ella, y yo había pasado por debajo para agarrarla con mi mano derecha. El momento era ese; me adelanté hasta los aros y lancé la Quaffle lo más rápido que pude.

En cuanto escuché los gritos de la tribuna en consecuencia al gol que acababa de anotar, giré la cabeza lo más rápido que me permitieron mis músculos, porque había escuchado un estruendo muy grande, casi como una explosión. Mis pupilas se dilataron y mi cuerpo se congeló cuando vi una Bludger volar a una velocidad casi imposible, directo hacia mi rostro. Aparentemente el golpe me lanzó hacia atrás, haciéndome dar varias vueltas. Tardé varios segundos en recobrar la visión. Ese dolor intenso de cabeza podría costarme el partido. Supe que mi desempeño no iba a ser el mismo. >>Mi primera lesión de la Liga - pensé con amargura.<<

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Segundo turno especial de buscador.

A pesar del dolor que sentía y el moretón que de seguro le quedaría, el joven buscador de los Tutshill Tornados, embistió el vuelo tras la bruja que le sacaba un aproximado de cinco metros de ventaja. El viento blandía su rebelde cabello al compás de los pliegues de la celeste túnica que le distinguía como un cometa sobre las gradas, su visión era clara tras el cristal de las antiparras y su respiración tan serena, que a pesar de la adrenalina, era notorio el disfrute de vuelo sobre la escoba. 

La verdad era que Kalevi, a pesar de ser búlgaro, no conocía mucho de sus tierras de origen. Desde pequeño había sido criado por su madre y, también actualmente, por quién era su padrino. Para él estar allí era sobrevolar corrientes de aire desconocidas; ¡le emocionaba oír el cántico de su hinchada! las ovaciones del público avivando a los miembros de su equipo, su nombre y joven rostro entre chispas que lo enseñaban sonriendo desde un lateral de las graderías. ¡Kalevi era un niño! un joven de dieciséis años que a su edad, disfrutar de aquellas cosas era su máxima emoción. 

-¡¡¡Y los Tutshill Tornados anotan el primer gol del partido!!!...

Miles de estallidos celestes decoraron formando una cúpula que terminó con una lluvia de filamentos destellantes entre el alarido del público y las celebraciones de los compañeros del joven Rosier quienes elevaban los brazos y saludaban al público, todo eso visto a grandes rasgos por el buscador de la celeste con la doble T que intentaba acortar la distancia con la veloz bruja de las urracas. Para los seguidores de la famosa snitch no había treguas ni pausas.  

Aferrado y uno solo con su escoba, Kalevi aprovechó el corte de viento que la buscadora rival le proporcionaba, alcanzando gran velocidad para ir acortando las distancias. ¡¡Iban tan rápido que no había bludger que pudiese darles!!

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Turno 2 -Buscadores

Kenzo había lograr en forma efectiva la quaffle y, con mucha velocidad, se había alejado hacia los aros rivales. La Gryffindor observó desde su lugar cómo éste hacía una magnífica jugada que le impedía a los golpeadores pegarle antes de que la quaffle saliera disparada para los aros rivales. La guardiana rival no tuvo nada para hacer frente a un disparo tan preciso. Fue anotación para sus Urracas.

La sonrisa que se trazó en su rostro al ver tan magnífico momento se apagó enseguida al notar el fuerte golpe que acababa de dar una de las bludger en el rostro del asiático. Esperaba que sus jugadas no se vieran demasiado reducidas tras un golpe así, sumado al previo ya recibido. 

Notó nuevamente cómo los buscadores se ponían en marcha. Helene mantenía buena velocidad en su vuelo, seguramente habría logrado captar el dorado resplandor que el vuelo de la snitch producía. A sí mismo, el buscador rival se había recuperado y lograba casi alcanzarla. Notó a los golpeadores intentando intervenir, pero ninguno de sus intentos de golpe fue lo suficientemente bueno, por lo que ambos buscadores continuaron su vuelo intactos. 

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Turno 13 - Kenzo Ito

Antes de que la Gryffindor pudiese hacer mucho, los cazadores estaban nuevamente disputando la quaffle. Notó los esfuerzos de los tornados por llevar la posesión del balón, pues podría llegar a ser una jugada que inclinase la balanza en su favor. Intentó acercarse y presionar, tras notar que Auxerre no lo había logrado y ante la posibilidad de no lograr recuperarla, aunque ella tampoco lo hizo. 

Escuchó a lo lejos al joven quejándose con el árbitro, aunque no era el único que lo hacía. Imaginó que eso tendría consecuencias, pero no había tiempo de detenerse a observar. 

Fue entonces cuando notó la brillante jugada de Kenzo quien, en forma inesperada, logró recuperar la quaffle y alejarse. No fue la única en notarlo, pues Auxerre dejó enseguida de discutir para avanzar velozmente hacia la zona de tiro. La trayectoria de la quaffle desde manos del asiático hacia las del francés pareció ir en cámara lenta. Ahora estaría en el joven el lograr anotar, pero vio que los golpeadores no se quedaban atrás... solo esperaba que no hubiese un nuevo herido. 
 

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Turno 14 - Maida (Guardiana)

Bueno, no podía quejarse tanto, el partido iba calmo, aunque algunos de sus compañeros estuvieran de intensos con los gritos en cada jugada o eso era lo que la búlgara podía percibir. A ratos se concentraba tanto que bloqueaba hasta las voces, a otras prendía la oreja porque pues, tenía que poner letras en su columna de Vuelapluma. 

No tenía que distraerse, no ahora que una bludger iba directo a  ella y amenazaba con magullarla sin piedad. Cosa habitual en ella, se paralizó y lo único que se supo de Maida en los siguiente segundos fue un grito de niña seguido de muchos chillidos y un puchero que no tendría contenta a su capitana. Eso seguro. 

- ¡Caray! -chilló embravecida cuando por fin recuperó el control de su escoba.

La calma no duró tanto porque luego de la bludger vino una quaffle enviada por Auxerre,un disparo que la encontraba nerviosa, adolorida y atareada.

Fue para un lado, insegura de haber tomado una buena decisión, giró a ver al cazador contrario y en el último segundo cambió de rumbo para proteger  otro de los aros, con excelente tino porque pronto entre sus dedos tenía la quaffle. ¡La había atajado!

El partido ya no le parecía tan calmo, ahora sí tenía de qué quejarse.

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Turno 16 - Penal

Maida movió el cuello en señal de cansancio, tronando los huesos o algo así. La acción estaba lejos de ella pero era claro que Kenzo estaba más alterado que ella, pronto le vio volar con la escoba y ponerse de tú a tú con el árbitro. Eso iba a terminar en un penal a favor nuestro de todas maneras, pero claro, nuestra guardiana aún tenía pendiente atajar un penal así que no le dió mucha cabida al futuro luego de aquello.

Sobrevolaba los tres aros intentando asemejar sus técnicas a las de algún puma merodeando su presa. Si, la comparación era risible pero en cuanto a la efectividad no podían quejarse, poco a poco la bruja le andaba tomando el pulso a las quaffles paradas y sentía más confianza en ella cuando tocaba, como ahora, atajar un penal.

Cazador frente a ella, ella aferrada en la escoba dispuesta a tensar los muslos si con eso conseguía dos centímetros más de largo y atajar la jugada. Era gracioso saber que Maida ejercía el Doble Eight Loop sin tener conocimiento teórico del mismo, seguro que si se lo explicaban, diría que era incapaz de realizarlo.

Dos minutos más tarde, se aferraba con ambas manos a la pelota más grande del Quidditch, había logrado atajar el penal gracias a su Double Eigth Loop, aunque ella no tuviera ni idea.

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TURNO 18 - Penal 6

Conforme corría el tiempo de juego, Aedis temía que, si seguía sosteniendo con tanta fuerza el mango de su escoba, podría llegar a romperla. No se había dado cuenta de que celebraba demasiado la violencia de Jeremy hasta que notó que le sonreía al rostro adolorido del cazador oriental. Y, supuso, que había sido ese mismo dolor el que lo había hecho actuar de forma tan abrupta en contra del árbitro. Sabía que su equipo no se estaba portando mejor, desde luego, tampoco esperaba que lo hicieran conociendo un poco el temperamento de sus jugadores, pero no imaginaba que las urracas les llevaran el ritmo. 

Cuando el árbitro determinó su turno para cobrar el penal, Mosquito se enfrentó a la guardiana de Montrose Magpies. Había escuchado que Luciana Aymar era implacable, no admitía pelotas en sus aros, pero Greengrass también lo era y sus capacidades eran más que conocidas por toda Gran Bretaña, era momento de que fuese conocida en toda Bulgaria. Utilizó su propio brazo como látigo para lanzar la quaffle y le proporcionó una fuerza insuperable que terminó por marcar el segundo tanto a favor de los Tornados.

La pelota rebotó en uno de los aros laterales, golpeó la cabeza de Luciana y, finalmente, ingresó por el aro central. Mosquito elevó ambos brazos en festejo por el gol mientras se deleitaba escuchando a la tribuna cantar odas en su nombre.

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~ Mosquito ~          Ianello 

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Turno 20 (Penal 7)

Había llegado el momento. Una vez más se encontraba frente a frente con una urraca furiosa, una furiurraca (?). Aedis sabía que la expresión dura en el rostro de Luciana no se debía más que a batirse a duelo, en tiros y atajadas, contra la capitana de los Tutshill Tornados, y terminar perdiendo. Bueno, sólo habían sido 2 de 3, hasta ahora, pero la idea era sumar otra anotación para continuar con la ventaja de puntos. Así, sería más difícil para Montrose Magpies lograr alcanzarlos.

Greengrass mantenía la mirada azul en los aros, en cada uno de ellos, mientras debatía mentalmente a cuál lanzar para hacérselo difícil a la guardiana la atajada. La expectativa era grande, desde luego, el silencio de la hinchada, el silencio general del estadio, era casi abrumador; parecía que todos estaban conteniendo la respiración a la espera de un posible gol. La capitana del equipo británico elevó la quaffle y tiró.  El efecto de la pelota fue fenomenal, parecía ir recto y de repente cambió de dirección hacia uno de los aros laterales. Luciana se vio engañada y no pudo detener la quaffle.

Tercer tanto a favor de Tutshill Tornados. El marcador iba 30 a 10 con una clara ventaja para el equipo celeste. 

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~ Mosquito ~          Ianello 

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