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SLE I | Fecha 2: Tutshill Tornados vs Montrose Magpies


Martin N Roses
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Tercer turno especial de buscador: Kalevi Rosier Black- 16 años.

Ambos buscadores parecían dos estelas de luz a la vista del público. De seguro más de algún espectador ocuparía los lentes especiales para avanzar o retroceder en las jugadas y con ello poder apreciar a Kalevi y su par rival por el campo de juego; el joven Rosier siempre estuvo a pocos metros de su contrincante, esquivando a los cazadores y los pilares de los aros de guardián cuando ameritaba. El buscador de los Tutshill Tornados se preguntaba si hacía bien en seguir a la buscadora de las Montrose Magpies, quien ágil entre las corrientes de aire, parecía ir tras de algo...

-¡OHlosien...!!!

Pero aquello no había sido finalizado; fugaz como dos chispas, Kalevi había pasado a llevar unos cuántos sombreros de bruja entre las gradas con la punta de sus bototos y aunque nadie pudiese alcanzarles a decir algo, el joven mago agradecía no haberle dado en la sien a alguien porque a la velocidad que traían de seguro los dejaba inconscientes. A pesar de ello, al joven buscador de la doble T le había costado un par de metros de distancia el haber rozado las cabezas del público.

Subieron en una recta que de traer la boca abierta les llenaría de aire los cachetes con la dentadura a plena vista, pero la concentración era tal y la ventaja de ir tras la bruja de las urracas le proporcionaba tanta velocidad que ni se fijó en las muecas que pudiese estar haciendo. Solo respiraba profundo y exhalaba serenamente surcando los cielos. 

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Turno Especial de Buscador 3.

Auxerre de Rune debía admitir que los Tornados habían comenzado con un nivel superlativo. No sólo la cazadora que hasta el momento parecía infalible con los tres tantos, también uno de los golpeadores y la guardiana se mostraban certeros y llenando de obstáculos a su equipo.

Del lado de los blancos y negros estaba que el partido iba por la mitad y la ventaja era de veinte puntos. Asimismo, Auxerre confiaba en la capacidad de vuelo que había demostrado Helene. Ella volvió a superarlo por uno de sus lados y se encontraba en una lucha frenética frente al joven buscador de los Tornados. Para fortuna de las Urracas, la bruja iba primera y parecía volar con soltura. Si había algún atisbo de remontada, la captura de la snitch iba a ser crucial.

Cuando miró a su lado a Mica Gryffindor, la capitana de su equipo, le asintió. Había llegado el momento de demostrar de todo lo que eran capaces, ya no había margen de esperar nada más ni de guardarse nada. Había que volar al límite y Auxerre así volaría.

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#7 Fontaine PP ~ #6 de Rune MM ~ #1 Ragnarsson KK

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Turno 21.

El juego se reanudó con los cazadores de los Tornados en posesión de la quaffle. La coordinación que estaban mostrando era altísima, pero bastó con una lectura certera por parte de Auxerre de Rune para que les arrebatara la quaffle con soltura.

El joven francés no tenía claro qué hacer a continuación. A ambos lados estaban volando sus compañeros y dudó si pasársela a Mica o al efectivo Kenzo. Cuando se decidió, los cazadores de los Tornados ya estaban reubicándose en sus posiciones y no pudo pensarlo más.

«Es ahora o nunca.»

Estaba detrás de la raya de media cancha, pero la fortaleza de sus brazos le permitía ejecutar algo que para el resto no era posible: un potente y lejano Tiro Largo. La quaffle iba en dirección del aro derecho de Maida, la siempre bien ubicada guardiana de los Tornados.

«Tienes que entrar, tienes que entrar», le decía Auxerre a la pelota mientras trazaba su trayectoria perfecta.

El partido estaba aún al alcance de las Urracas, sólo debían descontar en el marcador lo más rápido posible para quedar únicamente a un tanto para el empate.

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#7 Fontaine PP ~ #6 de Rune MM ~ #1 Ragnarsson KK

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Turno 22

El partido estaba alcanzado niveles insospechados de adrenalina, sobretodo en su capitana. ¿Era así ya desde los entrenamientos? Maida sacudió la melena sin mucho éxito ya que tenía el cabello atado en un moño a la altura de la nuca, pero como siempre, lo hizo en un intento de ordenar sus pensamientos lo mejor posible. Desde el inicio pensó que debía proponer una locación distinta, porque volver a Bulgaria era algo que no le atraía en lo más mínimo, pero se le olvidó hacerlo con el compañerismo que se había logrado armar en el vestuario.

Volvió a sacudir la cabeza.

Con la mente en el partido —murmuró tratando de desdoblar sus ojos, intentando ver si Kalevi detenía la locura atrapando la snitch o se vería en la necesidad de seguir agudizando sus sentidos, en la medida de lo posible. Justo a tiempo, porque en medio de las figuras de los jugadores, logró ver que la quaffle viajaba hacia ella.

¿Quién había lanzado? ¿Qué importaba? Ciñó con más fuerza el mango de su escoba y se movió de un aro al otro hasta que descubrió, o al menos eso pensó, que el tanto pretendía colarse por al aro derecho. Dos segundos le duró esa certeza, con la escoba yendo a la derecha e intentando frenarla con las extremidades inferiores y los brazos lanzándose al aro central, un atajada extrema en toda regla.

Atajó con riesgo de rasgarse algún músculo, estaba segura y usó casi un minuto más a estabilizarse en la escoba. Por el impacto en sus manos supo que había sido un gran tiro de distancia, uno que seguramente sorprendería a cualquier jugador de quidditch.  No cabía duda que las Urracas querían poner nuevamente en balanza el partido y que tenía que mantener la concentración a toda costa.

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Turno 23

 

Se sentía traumada, miró con cara de odio a Aedis que le había gritado vamos “reina de la velocidad” y había provocado que por poco estampara su Cometa contra el cuerpo de Jeremy. Miró al ruso con cara de pocos amigos y cuando giro evitó insultar, no quería que el árbitro le volviera a cobrar penal. Sus cabellos rojizos brillaron en el momento que pasó junto a Elizabeth y le murmuró que moviera su trasero.

Lo bueno es que Maida había resultado una buena guardiana y asombrosamente  Aedis sí sabía meterla entre los aros, como lo había demostrado en los penales.  Penales que la tenían asombrada, había habido más faltas de las que quería, parecía que todos los ánimos estaban un poco exaltados, excepto quizás para los buscadores, que solo habían recibido roces. Aunque, haciendo caso a los ánimos exaltados, si Kalevi no le ganaba en el próximo giro a Helene ella misma se encargaría de romperle la escoba en su trasero.

Pero su atención se volvió a desviar a Maida y tuvo que reconocer que le tendría que invitar un trago en la taberna cuando el partido acabase. Si seguían así tendrían el por qué festejar, solo esperaba no equivocarse y con toda la agilidad que pudo, aunque refrenando un poco su escoba voló esquivando propios y entenados para recuperar la quaffle que su compañera había evitado que entrara en el arco y salió disparada con ella entre sus brazos mientras sostenía con fuerza entre sus piernas la escoba, deslizándose hacia el arco contrario cuando de golpe un puño pasó cerca de su nariz y el insulto más pequeño que lanzó la Potter Black se escuchó hasta Alburquerque. El puño del  Auxerre le había pasado cerca de su rostro al igual que su mano cerca de la quaffle, pero no había logrado recuperar la pelota y ella siguió volando, quaffle en mano. Se giró, esperando ver pronto a la “mosquito” para lanzarle la quaffl, Aedis, ahí te va, pensó mientras le arrojaba la quaffle a su compañera cazadora.

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Turno 24

Noeline McFarlan

 

Habían ganado el partido inaugural de la Liga y eso no era poca cosa. Ahora pesaba sobre ellos la responsabilidad de seguir dando un buen juego. Y según la inglesa prácticamente tenían que resultar ganadores. Algo que había comenzado por curiosidad se estaba convirtiendo en algo mucho más serio. Dos partidos seguidos, ambos a la par de intensos y esto prometía que los sería aún más. Una liga internacional estaba a otro nivel no eran tan pasivos. Pero parecía que hacíamos un buen equipo.

El golpe conjunto ya les había dado suerte en la pasada ocasión. Se apartó un mechón de la cara y con un leve gesto hacia Sophie avanzaron a repetir esa misma jugada. En cuanto la bludger estuvo frente a ellas y con ambos bates la dirigieron con todo la fuerza que pudieron directo hacia Aedis, jugadora de los Tutshil, el golpe había sido certero y directo a la cara. Lo acertado del movimiento le produjo una sonrisa que se extendió por toda su cara.

La sonrisa duró poco porque mientras las golpeadoras hacían su jugada, el equipo contrario hacía lo suyo en contra de su guardiana. Luciana también fue impactada por la otra bludger. Pero al menos habían evitado que se produjera otra anotación del equipo contrario.


Off Rol: Lo siento Cande, te quiero.

Draco&Draco
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Cuarto turno de buscadores - Rol por Aaron. 

 

Después de un par de disparos, la tensión del partido seguía siendo grande. El público de ambos equipos en las tribunas no dejaba de chillar en varios idiomas alentando y protestando casi con el mismo fervor y no estaban mal. El partido venia teniendo penales tras penales. Jugadores explosivos que no dejaban de protestar al grandote que tocaba el silbato.  

-¿Estas bien? –Grito el vampiro a la mosquito luego de que le dieran lindo con una Bludger, en una extrema jugada. Ella se encogió de hombros sin responder pasando como una flecha por su lado para no perder de vista la Quaffle.   

Jeremy, sin quedarse atrás, correspondió con un poderoso golpe directo al rostro de la cazadora contraria, que lo había logrado evadir sin problema, haciendo que aumentara la tensión del equipo. Jeremy le hizo una señal de molestia a Darla, que era la jugadora más cerca que tenía. El joven Kalevi, en su camino a buscar la Snitch, en ese momento recibió un fuerte golpe de una bludger enemiga, que lo había dejo suspendido en el aire, deteniendo su avance, como si no supiera donde estaba.  

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Turno de Buscadores 4

El partido continuaba y cada vez se ponía más difícil para las Urracas, era evidente que estaban algo cansados, pero ponían todo de sí para intentar seguir adelante. Un intercambio de miradas con Auxerre le dijo que iban a darlo todo, y de eso estaba más que segura. Si bien era una difícil batalla, cada uno demostraba un empeño admirable, la Gryffindor los admiraba.

Se notó sonriendo en el momento en que nuevamente lograron la quaffle y el francés tuvo aquel intento de lanzar desde casi mitad de chanca. No logró marcar el tanto, sin embargo había sido muy buena jugada. Así debían continuar, arriesgándose e intentando.

Un nuevo ataque por parte de los Tornados terminó con dos bludgers muy acertadas tanto en su cazador como en el guardián de las Urracas, pero al menos el marcador no tuvo modificaciones. Ahora nuevamente los buscadores se movían, sin grandes alteraciones respecto a la distancia entre ambos. Vio cómo Noeline lograba golpear esta vez al buscador rival y nuevamente sonrió, esa muchacha era muy buena en lo suyo.

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Turno 25

 

No pudo evitar contemplar unos instantes a los buscadores, pero era el momento de continuar. Les tocaba salir desde la zona de sus aros con la quaffle. Esta vez hizo una seña muy simple que sus compañeros comprendieron enseguida, haciendo que ambos cazadores se ubicasen por unos instantes a ambos lados de su posición, como si de la punta de una flecha se tratase, intimidando al equipo rival.

Los tres volaron de prisa, en una formación que no se desarmaría hasta propasar a los cazadores adversarios, recién entonces separándose para que Kenzo se adelantara velozmente hacia el área de tiro de los Tornados. Era el momento de intentar nuevamente achicar la diferencia de puntos. Notó cómo las buscadoras también se adelantaban, ya que necesitarían de ellas para lograrlo.

Mica no pensó demasiado, lanzó la quaffle hacia su compañero de origen japonés, esperando que éste pudiese demostrar al máximo su habilidad.

-¡Vamos Urracas!- gritó desde su ubicación, incentivando al público para que los aliente. Necesitaban de todo el ánimo que fuese posible.

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Turno 26

伊藤健三 (Kenzo Ito) - Cazador

 

Con la Quaffle en nuestra posesión y veinte puntos por debajo, los tres cazadores decidimos cambiar de estrategia. La que encabezaba las jugadas y las dirigía era Mica, quien con unas pocas señas me indicó que me oriente hacia su izquierda, terminando en una formación de flecha junto con Auxerre. Pasamos rápidamente por entre los rivales y la pelota llegó a mis manos tras un rápido cruce por el medio del campo. Me adelanté en línea recta hacia los aros. La cabeza me palpitaba y mi visión periférica estaba cada vez más borrosa por el reciente golpe. >> Puedo hacerlo. <<

Sabía que la jugada que tenía en mente podía causarme otra lesión, pero no tenía tiempo para pensar en todas las posibilidades. Lancé la Quaffle hacia adelante y giré mi cuerpo para que la escoba golpee directamente la pelota, la cual se propulsó con un efecto de comba hacia uno de los aros laterales. La ejecución había sido muy buena: no porque me había quedado mirando, ya que estaba de espaldas a la Quaffle, sino porque escuché los gritos desde la tribuna festejando el gol que ese Efecto Finbourgh me había regalado.

>> ¡Ahora! <<

Giré lo más rápido que pude pero esta vez hacia abajo, dando una voltereta con escoba y todo. Una bludger me pasó por encima, sin tocarme. Sentí la intensidad con la que había sido lanzada esa Bludger; ese golpeador estaba lejos de cansarse. No supe bien cómo había logrado ejecutar esos dos movimientos con eficacia en las condiciones que estaba. Estaba jugando con un poco de suerte. >> Quizás siga de mi lado... - pensé, mientras me llevaba a los labios el talismán que colgaba de una cadena en mi cuello. <<

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