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Conmemoración del 232 aniversario de la Revolución Francesa


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Entonces, ¿la noche aún no terminaba? 

Caminó del brazo de Ludwig hacia el salón sin poder contener la sonrisa en su rostro. ¿De verdad su hermana los había dejado hacer todo aquel espectáculo sobre la mesa solo para revelar un par de minutos después que el siguiente paso en aquella velada incluía un salón completo de baile y bastante más alcohol del que los tres podrían beber en una vida?

— Más que fantástica —agregó al comentario de su amado—. La verdad es que en un principio no tenía demasiada fe en un evento tan "político", pero lo cierto es que he disfrutado bastante de esta noche.

Y eso se debía tanto a Ludwig como a Ada, quienes habían sido sus acompañante durante casi todo el evento. Habían alcanzado ya el centro del salón cuando un nuevo rostro apareció entre los invitados del evento. Y Ada tuvo que separarse de nuevo de ellos para continuar cumpliendo con su deber de anfitriona.

— ¿Que dices si nosotros continuamos bebiendo poco? Supongo que bailar un poco más también sería una excelente opción, pero me gusta descansar un poco.

Sin darle tiempo a una repuesta, le plantó un beso en la boca al rubio, esperando que este durara poco más que unos cuantos segundos. Le encantaba sentir aquellos labios sobre los suyo.

@ Ludwig Malfoy  @ Ada Camille Dumbledore

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Habían permanecido bailando en aquella mesa por un corto tiempo pero que al rubio le pareció uno de los momentos más hermosos de su vida todo para finalmente dirigirse a un pequeño salón donde hubieran podido bailar con más libertad, sin embargo el simple acto de poder hacer lo que quisieran sin temor a ser criticados era suficiente libertad. Ludwig sonreía y deseaba continuar con esa felicidad por toda una eternidad.

Mientras el Malfoy tenía a Cillian tomado de la cintura, con una sonrisa maliciosa aprovechaba para acariciar su espalda mientras lentamente bajaba su mano hasta su espalda baja y posteriormente regresaba su mano a un lugar más propio - creo que me quede con ganas de seguir jugando como hace rato - dijo previamente a ser besado por el chico, el simple contacto de sus labios causaba que su cuerpo se estremeciera, sabía que tenían que comportarse para no causar mas problemas pero en realidad lo estaban disfrutando.

Acordaron estar un poco más en aquel lugar, después de todo esa clase de eventos no se hacían todos los días y Ada contaba con el apoyo de Cillian. A su vez una persona acaban de llegar y Ada tuvo que recibirla, el Malfoy se le quedó viendo pues de le hizo conocida aunque no estaba seguro de donde o de que época. Más tarde también lo averiguaría aunque esperaba que no se fuera como en algún momento se habían retirado las demás personas con las que había podido platicar.

 

@ Cillian  @ Ada Camille Dumbledore

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El beso termino un par de minutos después y Cillian no podía dejar de pensar en que el también deseaba en volver a jugar de la misma forma en que habían hecho en el jardín. Pero no estaban en el lugar indicado, aquel salón estaba lleno de personas y para ese tipo de juegos necesitaban de un sitio un poco más íntimo.

— Iré a buscar unas bebidas —comento apenas se separó un poco Ludwig.

Solo para que al volver encontrarlo con la vista fija en el recién llegado. ¿Lo conocería? El mundo mágico era demasiado pequeño, ya lo habían dejado bastante claro. Le ofreció una de las copas a Ludwig y justo después bebió un poco de la suya, había bebido demasiado ya, pero aún aguantaría un par de copas más sin la posibilidad de terminar haciendo un ridículo.

— ¿Lo conoces? —Cillian aún no lograba tener en claro si aquel hombre le parecía atractivo o no—. Yo no creo haberlo visto nunca en mi vida.

Y quizá él no, pero varias personas de su pasado si que estaban relacionadas con aquel extraño. Bebió un poco más de su copa hasta vaciarla y luego sin necesidad de ir a buscar más, está se relleno de forma instantánea.

— ¿Nos acercamos un poco? Digo, no tu y yo, que ganas no me faltan. Hablo de Ada y el extraño.

 

@ Ludwig Malfoy

 

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¿Donde se habrían metido todos? Francamente al Malfoy no le importaba estar prácticamente solo con su pareja, el tiempo a su lado era maravilloso como un cuento de hadas sin final y sin villanos, Ludwig Malfoy era feliz y deseaba hacer feliz a Cillian aquella persona que tan solo hacía unos días era todo un extraño se había convertido en alguien digno de su corazón y ahora no deseaba separarse nunca. 

El rubio había perdido su mirada por unos instantes en la persona con la que Ada conversaba y su pareja lo había notado llegando a preguntar sobre si lo conocía, aunque la realidad era que no sabía quién era pero se le había hecho familiar le sonrió a su pareja y con un beso en sus labios contestó - siento que de hace mucho tiempo pero mi memoria no es tan buena posiblemente lo esté confundiendo con alguien más - dijo mientras tomaba la bebida que le había llevado y lo agarraba una vez más de la cintura .

Posteriormente el chico le sugirió que se acercaran un poco más a lo que el Malfoy entendió la frase de manera diferente y aprovechó para agarrar a Cillian de su espalda baja y estrecharlo contra el cuerpo de Ludwig, le sonrió pícaramente y le dio un pequeño beso en el cuello para finalmente dejarlo libre, era claro que aquel no era el momento pero el hecho de que nadie los veía le daba confianza para hacer cosas más pervertidas - hay perdón, claro si gustas nos podemos acercar a tu hermana - volvió a besarlo mientras lo tomaba de la mano y se acercaban a Ada y a su acompañante - ¿que tal va la noche? Veo que la fiesta fue todo un éxito.

 

@ Cillian Haughton  @ Ada Camille Dumbledore  @ Souichirou Mima

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Aries Ivashkov.

El joven mago negó con rapidez, no era que despreciaste hablar con Luis XVI, tampoco deseaba hablar con su esposa María Antonieta, y eso se debía a la poca experiencia que tenía para tratar con personas que se relacionaban con la política, es más comenzaba a sentirse un poco incómodo gracias al nulo conocimiento que tenía para hablar de un tema que no generará controversia con la ministra de Francia. Aún así, se mantuvo siempre con una sonrisa, esperando que se le ocurriese algún tema que tratar con la bella mujer. ¿Por qué estaba ahí? La única vez que había ido a Francia fue gracias a unas vacaciones con su familia y no había sido la mejor experiencia, pero la nación de la Dumbledore no tenía nada que ver con eso.

Bebía lo último que quedaba en su copa, cuando giro la cabeza a ver a las dos personas que desde que llegó no le quitaban la mirada de encima, trato de recordar si es que los conocía de algún lado, la verdad era que él nunca prestaba atención a las personas que lo rodeaban, y eso se extendía a un más si la persona frente a él era su esposa Kaori. Así que curioso por saber quién eran los dos jóvenes ahí mirándole, se giro hacía Ada y pasando su mano derecha tras su nuca como haciendo un gesto de despreocupación se dirigió a ella.

Señorita Dumbledore, ¿Conoce a los caballeros que no dejan de darse afecto físico en este lugar?

En su voz había cierto tono de envidia, extrañaba tanto a Kaori que ver parejas felices y enamoradas le hacía hervir la sangre.

 

 

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Kyle19

 

Sus deberes como Primer Ministro, jamás terminaban. Entre decidir las mejores opciones de alianza para el país al que representaba y descartar las que serían un serio problema, existían mandatarios que no eran sencillos de sobrellevar y menos entrar en razón con ellos. Macnair jamás se amilanaba ante las circunstancia y mostrarse seguro y certero eran cualidades que saltaban a la vista, terminando de firmar los últimos documentos que lo asociaban exitosamente con Australia.  

Agradecía no tener que ir a ese sitio, ya que tenía memorias desagradables de esa nación. El roce de las manos de su asistente lo sacaron de concentración, no dejaba de sacarle la cara o intentar tener un amorío con el Holandés, pero que necias eran algunas personas— Lamento decepcionarle, bella dama—quitaba la mano de la joven de su hombro— Mi corazón, ya está ocupado y no pienso caer ante ninguna clase de insinuación de su parte—se excusaba con elegancia.

Tener ese rostro, siempre le hizo presa de esa clase de mujeres que iban solo por una noche y nada más que un encuentro casual— Félix dejo en tus manos que me consigas una nueva asistente, porque la actual será relevada de su cargo—la seriedad en sus palabras dejaba de una pieza a la morocha— Estaba aquí para trabajar, no para buscar ascender colándose entre las sabanas de la cama de su jefe—continuaba con un tono frío. Sus ojos azules traspasaron los de la fémina, dando por terminada esa reunión le señalaba la puerta.

— Pudo ser un placer, pero lo ha arruinado—escoltada por el guardaespaldas del castaño, no le quedaba más que mantener esa coraza. Era celoso de su trabajo y sus deberes para con Nueva Zelanda, recordando las advertencias de su querida Nigromante— El placer no es más que una mera sensación pasajera, pero el amor real es...—apretando el puño se quedo con el resto de la frase para el. Tenía que asistir a una celebración ofrecida por el Gobierno Frances, poco o nada sabia de las relaciones que se mantenían con la Primer Ministra de ese país. 

— ¿Datos relevantes?—inquirió mirando a Johan— ¿Sucede algo?—comentó notando una mueca de duda en su consejero—Se que debo viajar ahí. Pero, ¿Qué tan necesario es?—le gustaba tener todos los pelos y señales en su mano— Ada Camille envío una invitación, pero la misma no esta membretada a mi nombre o ¿si?—extendía la mano para que le entregará el sobre. Un escudo con la bandera de Francia le daba una sobria bienvenida al mundo de la politica mundial.

— No señor, no está a su nombre. Viene dirigida hacia Juv Macnair, pero no hay rastros de su paradero actual. Usted debe asistir a todas esas cenas, comidas, desayunos y fiestas, suena engorroso y atareado, pero es la función primordial del cargo que ostenta actualmente—el joven hablaba sin pausas y le faltaba el aire— Entenderá que muchos de ellos van a requerir de una acompañante, puede que le toque elegir a una persona en particular para dicho rol—se contuvo antes de soltar esa palabra que incomodaba al Vidente.

— No debe ser una mujer en especifico, porque sabes que la única elegida, no se encuentra de momento entre nosotros—se levantó caminando dentro de la oficina— No es del conocimiento público mi vida amorosa, quiero que se mantenga en un bajo perfil. Aún no es conveniente soltar esto así como así, no antes de que se me reconozca como el nuevo Ministro—respiraba profundo ansiando que ese maldito documento terminará de emitirse de una buena vez— Alex no será un esqueleto dentro de mi armario, pero dudo que desee ir a todos esos eventos—meditaba la opción de charlarlo con el joven. Aún no formalizaban nada con respecto a su relacion, pero era innegable que con el tiempo eso se concretará de un modo u otro. 

— Señor, no es conveniente que se sepa su preferencia de momento. Concuerdo con su percepción, además para mi eso no es un inconveniente o malestar en lo absoluto—intervino Félix para aligerar un poco lo pesado del ambiente. Le conocía desde hace 8 años, no por nada se había vuelto uno de sus mejores amigos y emisarios. Pero que le tocarán el tema de su “condición”, si que lo consideraba algo completamente fuera de lugar.

— No puedo cambiar lo que soy, tú mejor que nadie sabe que esto no es un mal congénito o algo similar a una enfermedad. Me atraen las mujeres y los hombres, no veo nada de malo que sienta más placer teniendo a una dama en la intimidad, pero también es mi debilidad la compañía de un caballero, para compartir el resto de mi vida y en un futuro formar una familia—detestaba tener que excusarse por cosas que no eran de dominio público. Cerrando los ojos se alistaba para ir a Francia, el avión asignado por Nueva Zelanda para sus viajes oficiales, ya estaba más que listo y acondicionado en el hangar. 

— Es momento, Señor Macnair—la presencia de Jeriel le sorprendió. El hermano de la Nigromante, estaba a cargo de cuidarle las espaldas al mejor amigo de su melliza, aunque no le acabará de gustar que todo ese poder estuviera en manos de un joven de 22 años— La puntualidad es primordial para un hombre como usted, no lo olvide—le dedicó una sonrisa ácida y malhumorada. Comprendiendo la aversión del sujeto por su persona, pero debía morderse la lengua por mucho que le costará hacerlo.

— Primer Ministro, para ti—abandonando su oficina llegaba al sitio de despegue— Te quedarás aquí, ya tengo alguien nuevo que va a desempeñar tu labor—señalaba al hombre que estaba detrás del británico— Nos vemos—abordando se perdió en sus pensamientos. Buscando la mejor forma de solucionar el dilema de ir en pareja a todos esos eventos— No me mires así, Johan, Tú sabes porque reaccionó de esta manera, Alexander y yo, tenemos una relación. Pero hasta que la misma no sea completamente oficial, prefiero no presionarlo más de la cuenta—el vuelo se le hizo demasiado corto a su parecer. 

Acomodando el cuello de su camisa, ajustaba el nudo de su corbata negra, pasando su surda por su cabello se dispuso aparecer donde era la conmemoración del 232 aniversario de la revolución francesa. Caminando con elegancia por el sitio, saludaba de cuando en cuando con una ligera reverencia a todos los que se cruzaban en su camino— Detesto esto, pero es lo que debo hacer—apretando la mandíbula alargaba la mano para tomar una copa de bourbon que estaba en una de las charolas que llevaba un mesero. Metiendo la mano en el bolsillo interior de su saco, extrajo un cigarro encendiendo el mismo le dio una profunda calada—Relajación al instante—ladeando la cabeza afloraba en sus labios una coqueta sonrisa. 

@ Ada Camille Dumbledore

Editado por Juv Macnair Hasani

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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El caballero @ Souichirou Mima  se veía contrariado, seguramente no estaba acostumbrado a los eventos pero era algo muy normal para quienes dependíamos de la diplomacia: los cócteles eventos y fiestas eran pan de cada día y debíamos comportarnos muy abiertos a las costumbres y a todos los que estaban en el lugar, tuvieran las costumbres que tuvieran. Así que era fundamental aprender a sobrevivir  alrededor de todo este círculo. No lo culpe por su timidez, sonreí a su abstracción, así que sólo fui amable y me ofrecí una sonrisa calma. La pregunta sobre la pareja que estaba bailando. Me hizo sonreír, era cierto que mi hermano y su pareja no pasaban desapercibidos. 

 

-si los caballeros son el Señor Malfoy, Ludwig Malfoy, es el secretario de salud del Ministerio Italiano y su acompañante es mi hermano Cillian Haughton. Son pareja recientemente y están en las mieles del romance…  ¿envidiable no le parece? 


Esas palabras salieron de mi sin pensarlo, Pues era yo la soltera y aburrida de la fiesta, aunque fuera la anfitriona. La presencia de alguien más atrajo mi atención, la comitiva de Nueva Zelanda llegaba Kyle Macnair ( @ Juv Macnair Hasani ) no era solamente un hombre muy elegante, era centrado y altamente sólido con pensamientos muy objetivos por su nación. Había conocido a su hermana y a él, ambos letales y fuertes, siempre les había guardado respeto. 


-Discúlpeme señor Aries, debo recibir a la comitiva de Nueva Zelanda. 


Deje mi copa sobre una de la s esas altas y fui directo a donde estaba, me arregle un poco el cabello y al llegar frente al rubio le sonreí. 


-Monsieur Macnair Bienvenido – bese sus mejillas- es un placer que haya podido asistir al cóctel de celebración , ¿su hermana no ha venido con usted? 


Esperaba que ella también arribará a la nueva embajada, la había conocido en Berlín hacia ya tiempo atrás. 

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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—Entiendo señorita Dumbledore, por favor, no reparé en mi.

Hizo un media reverencia como despedida dejando que ella se retirará de dónde se encontraban hablando, su copa apenas quedó vacía, se volvió a rellenar, al parecer en este tipo de eventos no reparaban en gastos, caminó por el salón admirando algunas obras y pinturas que se encontraban en el salón, al tiempo que seguía con la mirada a los dos hombres que minutos antes lo miraban. Pensó en acercarse a dialogar, pero optó mejor irse de la reunión, quería ver a su hijo. 

—Es momento de irme, no vuelvas a servirme. 

Lo dijo al aire, terminó la copa y enseguida uno de los elfos que trabajaban con suma discreción se llevaron su copa y le entregaron el abrigo con el que había llegado para que se pudiera ir en cuanto lo decidiera.

 

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Acomodo como pudo su traje , antes de entrar a aquel coctel donde veria gente que hacia tiempo no veia , sabia que la diplomacia era algo importante en su linea de trabajo aun cuando el preferia mas el trabajo de campo , pero aun asi debia asistir a ese encuentro aunque fuese solo para beber un poco de whisky de fuego , aunque tambien esperaba como estaban su hijo y su mama .

al traspasar el umbral de la puerta , el ruido y la algarabia inundaron sus oidos sumado a que los perfumes inundaron su delicada nariz , pero entre todos logro ubicar el que hacia bastante tiempo no sentia  , mirando a la gente que entraba y salia del lugar ubico a @ Ada Camille Dumbledore  cumpliendo con sus deberes , durante unos instantes la observo -hay cosas que no cambian- comento en voz baja para si mismo esbozando una leve sonrisa.

Camino un poco entre la gente y al distinguir a uno de los elfos del servio le dijo -traeme un whisky de fuego doble por favor - al oir el pedido el elfo desaparecio en el mar de gente y el con todo el sigilo que caracterizaba a los de su raza se acerco por la espalda de la Dumbledore tomandola por sorpresa.

-Le ayudo en algo jefa??-le dijo mientras esbozaba una amplia sonrisa como si fuera un niño haciendo una travesura , mientras que con una de sus manos recibia su pedido , para luego catar el aroma de aquel elixir .

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Kyle19

 

Una sonrisa picara apareció en los labios del Holandés, le causaba un poco de gracia la referencia que hizo Ada respecto a su nexo con la Nigromante. Ni en sus mejore sueños podía ser hermano de Juv, no teniendo en cuenta el pasado que compartían más allá de ser socios de negocios y algunos otros intereses de indole privado. La mirada fría del Senescal de Caronte, recorrió con detalle las facciones de la Ministra Francesa, reconociendo algo familiar en ella. Esperaba que no tuviera un nexo con Selene Dumbledore, porque entonces si que ardería Troya sin duda alguna.

— No, no ha podido asistir. Pero debo dejar en claro un detalle, Juv y yo, no somos hermanos—respondió tomando la mano de la fémina depositando un delicado beso en su tersa piel— Vengo en representación de Nueva Zelanda, pero otra nación es mi interés real. Ya le contaré de que van esos planes, usted está relacionada con ellos directamente. Confíe en mi, no le causará más que satisfacciones tenerme como aliado, porque como enemigo suelo ser implacable—no deseaba sonar arrogante o amenazador. Solo colocaba las cartas sobre la mesa, terminando el contenido de su copa desaparecía esta en su surda.

— Agradezco la invitación, jamás pensé que una hermosa mujer como usted controlará toda Francia—estaba siendo galante y un poco descarado. Pero ese era el efecto que tenían las damas en su persona, llevarlo al limite y luego dejar todo tal y como estaba en un comienzo. Era demasiado frío como para mostrar a las primeras de cambio un interés real, solamente dos mujeres fueron y seguirían siendo el talón de Aquiles del Nigromante. Una de ellas se había perdido en medio de una bruma espesa y la otra le traicionó ocultándole algo que cambio su vida, dándole un giro de 360°. observaba a todos los presentes, no se imaginaba tener que relacionarse con todos ellos y menos intercambiar opiniones sobre la situación actual de la comunidad mágica. 

Ahí el único detalle que le jugaba encontrar al Ministro de Holanda, tener que pasarse horas y horas dentro de reuniones interminables. El era un hombre de acción y necesitaba meterse de lleno, donde las cosas fluyeran en medio del misterio y los dobles agentes. Espías internacionales se les denominaba trabajando al servicio del mejor postor, pero no provenía de ese laburo la cuantiosa fortuna que poseía Macnair. Sino de la buena estampa que le legaron sus abuelos maternos y paternos, además de los que pensó que eran sus padres adoptivos y le mintieron, sobre su verdadero origen.

@ Ada Camille Dumbledore

Editado por Juv Macnair

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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