Jump to content

Destrucción del Aeropuerto de Heathrow


 Compartir

Publicaciones recomendadas

El caos aún reinaba en aquel aeropuerto donde miles de muggles habían sido atacados, gente inocente que se preparaba para algún viaje importante, vacaciones o para recibir a algún familiar que no habían visto en un largo periodo de tiempo. El rubio podía imaginar el centenar de historias que habían vivido dichas personas para llegar al momento y lugar equivocados y no podía sentir otra cosa más que pena y decepción. A su vez aquellos mortífagos estaban ahí con sus máscaras sintiéndose triunfantes por haber causado semejante devastación.

Ludwig se sentía furioso por aquella masacre y en verdad deseaba pelear y ahora ya no estaba solo, agradeció las palabras de Luna sobre la amistad en verdad sentía aprecio por la chica y por ello su preocupación, deseaba que todo saliera bien y que salieran ilesos pero era más fácil cuidar de uno solo que de dos. Por su parte Alyssa estaba también ahí lista para enfrentar a los que habían sido sus colegas. Solo quedaba esperar la reacción de aquel mortífago, al Malfoy le hubiera gustado conocer su reacción al momento de que la Triviani revelara su identidad.

Luna había sido muy susceptible a los comentarios del mortífago y sin poder evitarlo se le abalanzó para atacarlo, era evidente que había tenido muchas pérdidas últimamente y podía percibir la tristeza en sus palabras. Alyssa por su parte mantuvo una conversación más política, sus palabras tenían razón en su totalidad, aquellos magos que decidieron levantar el secreto no tenían idea del problema que habían causado.

-No te confundas – comentó ante el discurso de aquella persona – la oscuridad es un valioso tesoro que vive en mi y yo vivo en ella, simplemente que al contrario tuyo, yo pude encontrar un balance con la luz, ahora coexisten en mí, porqué la maldad y la bondad pura siempre han sido y serán una utopía, todos tenemos maldad y bondad y tu también encontrarás ese equilibrio. Cuando lo hagas búscame.

Acto seguido el mago tenebroso desapareció, sabía que tenía desventaja en números pero el problema era que al llegar a la fortaleza oscura podría revelar el secreto de su hermana, su vida correría peligro pero ellos se encargarían de protegerla -  te vamos a proteger a capa y espada lo que acabas de hacer hoy por mi y por todos ellos no tiene precio, gracias de verdad – dijo mientras se arrojaba a su hermana para abrazarla como si tuvieran años sin verse – aún no podemos cantar victoria, deben haber más heridos y magos tenebrosos, no bajen la guardia – comentó sonriendo era una pequeña victoria pero pronto llegarían más.

@ Alyssa Black Triviani  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Mael Blackfyre .

UU62gOD.png

bfqucW5.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luna Gryffindor Delacour- Jefa del Departamento Auror de Gran Bretaña/Pocionista 

 

Escuché lo que Lud le decía y entendí que sería difícil para el mago enfrentarse a sus antiguos colegas, suspire preguntándome si podría darle algún consuelo o ayudarlo de alguna forma, pero esa era una batalla que el rubio debía de solventar solo, ella no podía pelear aquello por él, así que solo fue muda testigo de todo aquello, escuchándolo hablar, lo que decía era cierto, todos teníamos luz y oscuridad en nuestro interior, lo importante es la parte a la que decidíamos seguir, pensé en aquella frase rara del antiguo mago Sirius Black, un miembro honorario de la antigua Orden, muerto en combate por Bellatrix hacía siglos atrás, suspiré porque supuse que él tendría que pasar aquello solo, si pero no por eso significaba que no lo ayudaría como pudiera, si bien nunca lo había tratado antes de las pocas veces que nos ayudamos para los virus mágicos, si era cierto que lo apreciaba, aunque me guardaba mucho de decírselo, preguntándome si no correría peligro al querer a todos a lo loco siempre.

 

- Todos tenemos luz y oscuridad, como muy bien estás diciendo, lo importante es a que parte le hacemos caso y que decisiones tomamos al final, las elecciones nos muestran quienes somos y no nuestras habilidades, eso decía Albus Dumbledore y creo que tiene razón, al ayudar a todas las victimas estas decidiendo ser bueno ¿lo ves? además de que creo que esta errado en su pensamiento, pero en fin... no me meteré en camisa de once varas ¿no? ¿en que te ayudo? - Le dije en un susurro preguntándome si no me estaría metiendo donde no me habían llamado de nuevo - 

 

A menudo por querer ayudar a lo loco metía la pata, como esta vez que había hablado demás, sonreí cuando vi que le daba un abrazo a Alyssa, se notaba que eran buenos amigos y me recordó a la amistad que tenia por Rory, aún seguía pensando en donde estaría, pero igual estaba feliz de haber llegado a tiempo, quizás si lo dejaba solo, podría haber terminado muy mal, así que me alegré de poderlo ayudar de alguna manera, luego escuché lo que decía y asentí, pensando a donde podríamos llevarla y cavilando sobre todo lo que había pasado aquel raro día allí. 

 

- Tenemos que ayudar a las personas que están malheridas, por lo demás, podríamos llevar a Alyssa a algún lugar seguro, no sé a donde, pero podríamos ponerle protección, algunos Aurores que la vigilen, por cierto, soy Auror, por si estaban dudándolo, al margen de eso, creo que podríamos ponerle vigilancia, se que es engorroso y horrible, pero es por tu seguridad, lo que acabas de hacer fue un acto heroico si, pero peligroso en grado sumo, seguro que te buscarán así que además de ayudar a las victimas, tendremos que protegerla de alguna manera ¿no lo crees así? - Le pregunté a Lud temiendo estar hablando demás de nuevo, pero solo era porque ayudar y porque no lograr que ella estuviera bien - 

 

Intuía que Ludwig sabía que era Auror, la explicación había sido más para la bruja que de seguro no tenía ni idea de este hecho, quizás si conocía a los Gryffindor, pero igual no estaría demás aclararle porque estaba allí hoy, si bien ayudaba a mi amigo, lo importante era que nada malo sucediera y de hecho, pelear con los mortifagos siempre había sido algo que me encantaba y me generaba adrenalina, a veces sentía que la fenixiana, solo vivía para pelearse con ellos o al menos, así era en el ultimo tiempo, deseando encontrarse con uno en particular, uno que no se solía dejar ver fácilmente, suspiré pensando en que soñar no costaba nada, además de que si quería atraparle necesitaría ayuda, toda la ayuda que pudiera obtener en el poco tiempo que me costaría armar alguna redada para encontrar a Aaron Yaxley con vida. 

 

@ Ludwig Malfoy   @ Alyssa Black Triviani   @ Mael Blackfyre

Luna-Gryffindor-Delacour.png.2b76e3b40e3

LGDdef.gifLEdef.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

IicOS4N.png?1Había pasado tiempo desde que el Aeropuerto más importante de Londres había sido atacado. A pesar de que se había restaurado en las partes más importante del mismo, los vuelos aéreos no habían podido recuperar el ritmo anterior a ese fatídico día y, unido al Brexit muggle, la ciudad estaba teniendo problemas de abastecimiento en materias esenciales como el fuel (puaj, qué mal olía ese fluido) o en comestibles. Todo llegaba a cuentagotas y con el aeropuerto cerrado a casi todos mientras continuaban las obras, Londres era una ciudad sin vida.

Es por ello, que la prioridad del ministerio inglés muggle (pero el muggle muggle, no el del Ministerio de Magia con un Muggleoso a la cabeza), era reconstruir lo antes posible aquel medio de comunicación. Por algún motivo, aún no habían intervenido miembros del mundo mágico, lógicamente, durante el mandato de la ex-Primera Ministra Sagitas, porque fue ella quien mandó su destrucción. Ahora, con el nuevo gabinete de gobierno, tal vez aún estaban adaptándose a todo el trabajo, pues tampoco habían venido a ayudar.

Como fuere, Sagitas mandó a Babila al aeropuerto, con su peculiar forma de vestir de colores y descalzo, por supuesto, para recabar información sobre el estado del aeropuerto e informar de primera mano a la Lugarteniente del bando. Y para que pudiera verlo con claridad, el noble mayordomo de la mansión Potter Black, llevaba un broche con una gotita mágica de su Anillo de Presencia para poder controlar lo que se hacía.

Babila bajó del autocar que le había llevado a la única terminal abierta, con gran alivio de los muggles que le habían sufrido toqueteando todo, como si fuera un niño pequeño. Sus dedos de los pies se movieron, emocionados, al pisar el suelo firme; después se puso a caminar hacia los terminales, para ver qué compañías de avión estaban en activo y qué vuelos salían del país.

Había bastante cola y empezaba a aburrirse, así que se sentó en el suelo, junto a los carritos para equipajes, mirando para todas partes, sin saber bien qué miraba, hasta que sintió que alguien le tiraba una moneda.

-- Grasia, güena mujé, mú amavle! -- le gritó a la turista que le había tomado por un mendigo.

  • Me gusta 1
  • Me encuerva 1

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

iT08Dq0.jpg

 

 

Meraxes esperaba la orden del Holandés, no dejaría títere con cabeza dentro de esa masacre desatada por el bando tenebroso. No sentía piedad por los caídos a causa de sus acciones, mucho menos les perdonaría la vida y les dejaría marchar como una parvada de aves recién nacidas. Era como abrir viejas heridas de su pasado, el escozor que le carcomía cada una de las cicatrices que eran visibles, solo si se prestaba atención a esa líneas blanquecinas. Las aleaciones que brotaban de su máscara se adherían a su gallardo rostro, despertando de forma irremediable a ese siniestro maniático.

— Arráncales la cabeza, no quiero que ninguno salga sano y salvo de este sitio—la orden fue clara y certera. Macnair deslizaba con suavidad la punta de su varita sobre el lado izquierdo de su pecho, detallando la mitad del tatuaje que le obsequiará la Nigromante. Quimera rugía con autoridad, dándole la indicación de que era momento de que Syrax hiciera de las suyas. El bola de fuego chino, extendió sus alas como si fuera un caza de las fuerzas armadas. Dando fuertes aletazos lanzaba por los aires a un par de muggles que estaban detrás de una columna— No, no deseo que la mates. Déjame a mi a la joven, deseo dejarle una marca que no podrá borrar, ni con el paso del tiempo—el dragón se concentro en el hombre que caía pesadamente contra el suelo.

— Me destacó por ser un caballero, pero no lo soy con las muggles como tú. Seres que se sienten superiores y no son nada dentro del planeta que habitamos. Dichosa serás cuando la hoja de mi desprecio profane tu piel, porque lo creas o no. Aprendí todo lo que debe saber un cirujano calificado, cortar, romper, mancillar, etcétera—mirándole fijamente, le apunto con el arma que manejaba con astucia. Sujetando la empuñadura, sintió los latidos de los corazones que arrancó de raíz, contrastando con el aroma a sangre que expulsaban las venas que rodeaban la madera y los cráneos que sujetaban a las almas que pudo apresar luego de enviarlas al infierno.

— Te aconsejo que no luches, puede ser más doloroso de lo que esperas—tomándole por el cuello, le levantaba del suelo. Pendía como lo hace un cuerpo interte de una rama, ahorcado por sus crímenes, silencioso ladronzuelo que fue apresado sin posibilidad de fraguar una exitosa escapatoria. Clavando la punta de su varita la movía como lo hace un pintor con un pincel, subiendo y bajando por el lienzo blanco, dejando finas líneas que se tiñeron de rojo. La leyenda que apareció en el pecho de la mujer, enunciaba lo que era realmente “Muggle mutilada por creerse superior a los magos”, soltaba una sonora carcajada. No le mataría, no si eso implicaba que su obra maestra fuera devorada por los gusanos. 

La lección dictada por el Vidente, apenas daba inicio. Aún quedaban demasiadas victimas que masacrar, no echaría en saco roto disfrutar como nunca antes torturar a todos esos muggles, algunos de ellos ya estaban agonizando y necesitaban el tiro de gracia. Antes de dárselos con todo el placer del mundo, jugaría a encontrar el tesoro perdido, hurgando dentro del cuerpo de cada uno de ellos. Planeaba hacerse varios recuerdos de todo aquello, llevándose consigo órganos que realmente extrañarían al no tenerlos en su interior

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

BwJfDFR.jpeg

Básicamente ya eres la mitad de una maldición

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.