Inauguración de la Superliga Europea de Quidditch, París 2021

[Kahlan Blackthorn]

 

 

 

 

 

 

París le daba la bienvenida con un clima agradable, el paisaje aminoraba la carga de pensamientos que traía a cuestas. El concentrarse solo en el Quidditch, si que le estaba resultando una tarea titánica, el perderse en el arrullo del viento que golpeaba su rostro, al ir a todo lo que daba su saeta de fuego era una sensación catártica y liberadora. Escuchando los aspavientos causados por Krampi, entendió su demanda de pescado, obsequiándole su sonrisa más encantadora apareció un cuenco repleto de peces.

— Disfrútalo pequeño—desviando la vista hacia la zona más apartada del hotel, descendió en picada. Le gustaba la sensación de adrenalina dispararse en su interior, escape que se activaba al percibir que posiblemente podría estamparse contra el suelo. Elevando el mango de la escoba, caía suavemente sobre el suelo— Te demoraste en darnos alcance, perdiste la potencia de tus alas—ladeando la cabeza extendía el brazo para que su cuervo se posará sobre este. 

— Siempre leal...—tomado su escoba llevaba a Krampi cerca de su cintura acomodando el estanque con un movimiento ágil de su varita. Podrían acusarle de llevar un zoológico completo a la recepción, pero ellos eran la única familia que le quedaba. Al menos si se trataba de la especie que no estaba relacionada con los magos o muggles. No era diestro en el arte de socializar, aunque los esfuerzos de su abuelo, siempre se enfocaron en fomentarle entablar relaciones con seres que le ayudarán a crecer persona o en el ámbito laboral. 

Ser el CEO de todas sus empresas, nunca acabo de cuadrarle del todo. Firmar papeles y permanecer dentro de una oficina, no era lo suyo, sino volar por los aires y planear sobre el mango de su escoba sintiendo que volaba cuál hipogrifo. Recordando a la cazadora de los Paris Promise, la apuesta con ella continuaba en pie— Voy a ganarte como sea, Lexy. Yo jamás pierdo y tú, no serás la excepción—encaminándose a la entrada de hotel, esperaba no toparse con demasiados periodistas. Lidiar con esos sujetos, siempre acababa mal para ellos, trayendo a colación cuando le rompió una barredora 11 a uno que se entrometió en su vida privada.

— Mi deber es pillar la snitch, no hablar si existe algo entre Alex y yo—apretando los puños se escabullía entre el mar de gente. Sintiendo sobre su nuca una mirada verde que le paralizó por un breve instante, ¿Cómo demonios pudo el destino colocarlos al mismo tiempo en ese lugar?. Apresurado el paso buscaba la habitación que le fue asignada, escapando de la mirada inquisitiva de los paparazzi. El ocho saltó como un conejo del sombrero de un mago, abriendo la puerta lanzaba su escoba sobre una silla, dejando a Krampi sobre una mesa de noche, le indicaba a su cuervo posarse en un perchero. 

— Quiero dormir y solo eso—cubriendo su rostro con una almohada, no arrancaba de sus pensamientos los ojos de Alex. Buena forma de empezar su desempeño dentro de la Liga, perdiéndose en una imaginaría relación que ni siquiera había dado comienzo. El complicarse por nimiedades, no era difícil para Taylor y menos si se trataba de un joven atractivo que captará de una la atención del Buscador de los Montrose Magpies. 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Malum Luxure  @ Martin N Roses and others

[Darla G Dumbledore]

 

Se sentía altamente molesta, le gustaba jugar Quidditch, de hecho le gustaba más  que trabajar en el Ministerio como Directora de Seguridad. Pero el tener que esquivar todo y dejar las cosas resueltas antes de partir era totalmente estresante. Claro que confiaba en Luna y Kimberly, pero parecía que si no dejaba hasta el último detalle preparado no se sentía tranquila. Cuando al fin había acabado de tramitar todo se fue a su hogar en House of Books. Allí le esperaba otro tema más relajado, los elfos estaban acostumbrados aunque el trabajo era más duro siendo solo tres y no seis como antes.

Lualú le dio veinte recomendaciones y siguió protestando porque hubiera elegido llevarse un palazzo para la fiesta de inauguración y no un vestido, Leto le armó una vianda de viaje porque insistía que los franceses eran buenos en la cocina pero no tanto como había logrado ser él con las enseñanzas de Nana y Tommy le entregó un cuaderno con las últimas historias de sus criaturas y el local. Así, con ese equipaje, algo de ropa casual y sus pertenencias personales se desapareció rumbo al medio de transporte que había elegido para llegar a Francia: un tren muggle, llevaba los pasaportes que habían tramitado con Seba y había cambiado con magia los datos de los mismos, más un hacker mágico amigo había retocado los registros muggles para que ahora luciera como una morena de ojos grises y cabellera lacia y negra hasta mitad de la espalda.

El viaje fue más placentero de lo esperado y su aspecto tan diferente al de Darla le permitió colarse en el hotel elegido para hospedarse sin ningún problema. Tras conseguir la llave de su habitación subió a la misma, aparentemente del equipo recién llegaba la Greengrass. ¿Por qué no le sorprendía? Desde la gala de premiación todo había ocurrido en forma catastrófica. Pensaba en ellos mientras subía por el ascensor con su mochila al hombro, para cuando salió al pasillo en que estaban sus habitaciones ya había recuperado el aspecto normal, pero mientras tanto había zafado de periodistas y seguridad, revelando solo su verdadera identidad al conserje que le registrara, claro que le había encantado para que no supiera decir cuando llegó ni pudiera revelar su aspecto falso.

@ Candela Triviani

Editado 4 de Septiembre del 2021 por Darla Potter Black

[Cillian Haughton]

Zlatka Hasan
Buscadora de los Vratsa Vultures

— Se... Se lo prometí a mis padres.

Zlatka se sintió incomoda ante la llegada de Branislava y con el cómo es que a ella no le preocupaba mostrarse tal cual era. Una sonrisa nerviosa se dibujo en su rostro, ¿qué más debía decir? Tomo otro pastelillo y esta vez lo devoro de un solo bocado, comenzaba a sentirse incomoda con su ropa en aquel momento. 

— No había llegado nadie más del equipo y no conozco a nadie... Bueno, solo ha llegado él —señaló a Alexander, otro de los buscadores del equipo—. Pero no he tenido el valor para acercarme a platicar con él. No sé, creo que soy algo lenta.

Aquello no pasaba en su ciudad, Zlatka era otra dentro de Bulgaria, pero París tenía algo que la cohibía completamente. Se acercó un poco más a Branislava, no quería que nadie la escuchara y aquello en realidad era un gesto de una niña pequeña que en realidad de quien se ocultaba era de sus padres cuando ellos ni siquiera estaban presentes en aquel lugar.

— ¿Crees que deba cambiarme? Tengo un poco más de ropa en mi habitación, pero prometí a mis padres que portaría nuestras tradiciones con orgullo.

@ Kamra Ashryver D.

[Malum Luxure]

~Flashback con Kyle~

Mi llegada a la parte del hospedaje había sido tranquila, los guardaespaldas tenían orden de mi madre de no dejar acercarse nadie a mi, era cómodo e incómodo por partes iguales, yo soy un demonio completamente capaz de cuidar de mí mismo pero mi progenitora cree que puedo llegar a ser un peligro para los otros si me enfado, cosa que muy rara vez ocurre, aprendí de pequeño a canalizar la magia y el poder por partes iguales, supongo que considero que me faltaba un poco más cuando al encontrarse conmigo en su presente considero mejor enviarme a jugar quidditch.

Entonces lo vi, su porte elegante y despreocupado, un joven que llamó verdaderamente mi atención, sus oceánicos ojos azules en un rostro juvenil y masculino, sumado al marco de su cabello y rostro, nunca me había interesado nadie en mi tiempo y justo me tenía que fijar en un jugador de un equipo contrario? Bien por mí supongo. No iba de detenerme por qué cuando quiero algo lo obtengo, lo había aprendido de mis padres ahora no sería la excepción.

- Hola soy Alex y tú?.- Algo casual dije acercándome a él antes que entrara por primera vez al lugar.

~Fin del flashback~

*Malum y Alex Luxure*

La prensa era molesta, como si abejas al polen se trataran, pero Malum no tenía fama de ser muy paciente así que preferían respetar a la emperatriz, ambos buscábamos personas con la mirada, quizá yo a mi dulce francesa y al director de Quidditch, mientras que mi rulos de chocolate vaya a saber a quién, no importaba mucho solo que no se metiera en problemas que perjudique su estancia aquí o en su equipo.

-------------------<3 Malum Luxure.

@ Ada Camille Dumbledore  @ Martin N Roses  @ Juv Macnair Hasani

[Thoth]

Lucia Riddle (Pj Secundario [PJS])

 

Entre todas las locuras que se le pudiera ocurrir a la vampiresa se le paso entre ceja y ceja colarse am evento del acto de inauguración, por ello comenzó a planear cada detalle sobre como asistir y todo el más mínimo detalle, por otro lado, había encargado a su alfa doméstica un vestido acorde a la ocasión, no obstante lo que ella comprendía de glamour o estilo no era lo que usualmente suele verse entre las pasarelas. Esto era producto a su extraña combinación de colores y tacones partidos y sus usuales coletas o ropa muy ajustada al cuerpo,  no obstante algo planeaba bruja para el día que ocurriera dicha inauguración, ella siguió hasta el último dato y al estar seguro a donde era se fue a ese rumbo. 

 

Y al llegar aprecio con al rostro impecable, con poco maquillaje y vestida cómo una tierna enfermera de una prestigiosa compañía de seguros mágicos en el mundo del Deporte Mágico, y sus curiosas gafas con los cristales quebrantador. Y fijando rumbo al horizonte inicia rumbó a la entrada del lugar, esperando que la suerte le acompañara, para así ingresar al evento. Su respiración se mantuvo tranquila y bajo la mirada. 

 

[Kamra Ashryver D.]

Branislava Dark Blood - Cazadora de VV

- La última vez que obedecí a mis padres tenía 12 años - dijo con la boca medio llena de la salchicha ahumada que había obtenido de la mesa de aperitivos, su mano medio tapando la delicada curva de su boca...aunque en ella no había nada delicado más allá de su estructura ósea - Luego me di cuenta de que solo querían obediencia porque querían ponerle riendas a mi libertad ¿Sabes que pasó después de eso? - Branislava hizo una pausa dramática, acercándose un poco más a la busvadora de su equipo - Decidí entrenarme como soldado en Hunyad, la armada élite de mi país, y volverme jugadora de Quidditch. Fuí exitosa en ambos, así que no temas desobedecer, que las reglas, bueno...no sirven más que para limitar nuestro potencial. 

Dark Blood dió tres pasos hacia atrás y se llevó la mano a la boca, besando la punta de sus dedos como lo haría un cheff satisfecho por el sabor de su comida - ¡Mírate! Incluso con, eso, puesto te ves hermosa. Tus padres no están aquí y no tienen manera de enterarse de que no llevas lo que ellos quieren - a último momento, el pensamiento de que quizás para Zlatka representar a su país era tan importante como para ella, incluso cuando eso significara hacer el ridículo en un bronch coqueto, le hizo sentirse avergonzada. 

- Si quieres cambiarte puedes hacerlo, no tienes que ser igual a los demás - Branislava mordió su labio inferior mientras agitaba su varita en el aire cuál hada madrina - Podrías dejarte el cabello trenzado con los colores de Bulgaria y ponerte esto - le extendió un pequeño broche con el escudo bulgaro en el - al menos podrás llevar esto con orgullo y todos estarían felices. 

@ Cillian Ryddleturn

Editado 7 de Septiembre del 2021 por Kamra Ashryver D.

[Mentita]

 

 

 

 

 

 

Aedis "Mosquito" Greengrass

Cazadora de Tutshill Tornados

Se había quedado con la oreja pegada en la puerta para intentar escuchar lo que ocurría del otro lado. No tuvo mucha suerte, la madera era gruesa y tampoco es que hubiese mucho movimiento afuera. Así que abrió la puerta y se asomó un poco, lo necesario como para alcanzar a ver al cazador de cabello blanco doblar el pasillo en el que quedaba su habitación. ¿En qué pensaba cuando decidió salir y seguirlo? No sabemos. De hecho, ni siquiera estaba pensando.

Aedis tenía la mente en blanco que se ocupaba únicamente, de vez en cuando, al ser consciente de sus sordas pisadas sobre la alfombra. Incluso en esos momentos de fugaz lucidez, no se hizo nunca la pregunta de si sería buena idea continuar o volver a esconderse detrás de la enorme puerta de su dormitorio. Pero antes de que pudiese replantearse su accionar, ya se encontraba en el mismo pasillo que el chico. Avanzó un paso, como decidida; aunque la decisión le duró una milésima de segundo, pues quiso darse media vuelta de inmediato. Y lo hubiese hecho, de no ser porque él ya había notado su presencia. Por lo que, entre impaciente, nerviosa y resignada, se acercó hasta Auxerre cuando lo escuchó hablar.

— Es eso o intentas entrar en un lugar que no te corresponde. —bromeó— Podría ayudarte a entrar, pero no sería gratis, desde luego. —ladeó la cabeza y fijó los ojos azules en él. Pero por alguna razón lo notó incómodo, y lo que pretendía ser una sonrisa inocente, se desdibujó para convertirse en un gesto de disculpa.— Era broma, no intento obtener nada a cambio, de verdad. 

Había estado bastante más concentrada en lo que le pasaba a ella cuando lo veía o nombraban que, con los rumores de aquella revista deportiva que los relacionaba, no se detuvo a pensar en lo que podría haberle pasado por la cabeza al cazador de las urracas. Greengrass disfrutaba del juego del boca a boca en el que se encontraba su nombre y el de Auxerre. Costaba decir que lo hacía en secreto porque sus compañeros de equipo habían notado sus cambios de humor durante las prácticas y fuera de ellas, cuando lo mencionaban. Así que, apenas en ese momento, fue consciente de que cabía la enorme posibilidad de que su entusiasmo fuese unilateral. Y darse cuenta de que la incomodidad que sentía fuese por su causa, le hizo sentir como una idi***. 

Cabeza gacha, sacó su varita del bolsillo trasero de los jeans y, con una simple floritura, quitó el encantamiento que tenía la puerta.

— There, there... —murmuró mientras volvía a guardar la varita. 

@ Martin N Roses

[Cillian Haughton]

Zlatka Hasan
Buscadora de los Vratsa Vultures

Zlatka escuchó atenta todas y cada una de las palabras de su compañera, la cual parecía tener bastante experiencia sobre aquel tema. Suspiró, acaba de comprender que el darle gusto a todos no era una opción que seguir. Ella no era sus padres y aunque hasta cierto punto compartía su forma de pensar, no le apetecía ir por el mundo vestida tradicionalmente. Se sorprendió al ver el objeto que Branislava le ofrecía, lo cierto es que no sabía nada sobre aquella chica, pero agradecía el gesto que estaba teniendo hacia.

— ¿Qué dices de acompañarme a buscar algo más cómodo? 

Sabía que quizá se arrepentiría de todo aquello más tarde o tal vez no lo haría, pero no estaba dispuesta a desaprovechar el pequeño momento de valentía que su compañera le había inspirado. Comenzó a caminar a través del salón hacia la salida, esperando a que Branislava viniera detrás de ella. Los pasos de la pelirroja las terminaron llevando hasta uno de los patios interiores del hotel en que estaban.

— ¿Por dónde era que estaban nuestras habitaciones? —Inquirió  un tanto confundida, aquel lugar era enorme para ella—. Sabes... En Bulgaria nunca tuve una amiga. No una real, todas querían estar siempre a mi lado, pero ninguna se preocupaba realmente por mí.

@ Kamra Ashryver D.

[Martin N Roses]

Auxerre se sentía extraño. Se encontraba frente a una de las mejores jugadoras de quidditch del mundo, a quien había enfrentado en dos oportunidades e incluso había intercambiado algunas palabras y señales en el terreno de juego. Pero allí, lejos del alboroto de las hinchadas y del colorido generalizado por el público, y sin sus compañeros vestidos en túnicas blancas y negras, o los rivales de celeste y azul, las cosas parecían totalmente diferentes. Aedis le resultaba atractiva y ahora, sin que su cabello colorado se alborotara por el viento mientras volaba, los detalles de su rostro eran más fáciles de percibir.

—Gracias —dijo con su vista combinada entre verde y gris mirando en dirección de la puerta, sintiéndose un poco nervioso.

No sabía qué más agregar. Como si se encontrara rodeado por los tres cazadores rivales y una amenazante bludger en su nariz, Auxerre giró su cuello para mirarla a los ojos.

—¿Quieres pasar? —Apenas dijo aquellas palabras, un sonido se hizo escuchar al final del pasillo. El mismo sonido continuó intensificándose. No sólo eran pasos, también eran voces y esas voces no eran cualquieras. Los intrusivos periodistas estaban accediendo al espacio privado de los jugadores y eso era intolerable. El muchacho no quería que lo vieran allí, menos responder preguntas y, para peor, de encontrarse Roto Skeeter allí...

Tomó de la mano a Aedis y la atrajo a la habitación.

—Lo siento, pero es que Roto Skeeter... —Retrocedió un par de pasos y llevó una de sus manos a la cara—. Lo de aquella revista... En fin. Sé que te gusta responder preguntas y aparecer en ellas, pero a mí no mucho —admitió—. Ahora toda París querrá saber si era cierto o no lo de esa historia. —Estaba por darse la vuelta para agregar algo más cuando el francés se percató de la imagen de Aedis Greengrass en uno de los cuadros mágicos de la pared, entre destacados jugadores profesionales que admiraba. Lamentó que permaneciera allí, si lo veía... ¿Qué opinaría ella de aquello? Auxerre se sintió abochornado.

[Kahlan Blackthorn]

 

Kyle mantenía la almohada sobre su rostro, aspirando profundamente el aroma que brotaba de la piel de su acompañante. El contoneo sensual de las caderas de la rubia, contrastado con el aroma a madera y menta de su colonia, recostando sus labios sobre la clavícula de la fémina, volvía a perderse entre las notas de aquella orquesta.

— Espere demasiado por este momento —susurro dejando un beso sobre su cuello. El bourbon no hizo mella en sus cuerpos, sintiéndose libres de cualquier atadura o tabú, recorría con sus manos habilidosas la espalda de la Primer Ministra de Nueva Zelanda. Malfoy era sin duda un deseo prohibido hecho carne, perfecta en todos los sentidos y Mason no podia resistirse del todo a ella.

— Conoces mis inclinaciones, no es un secreto que me vuelven loco las mujeres como tú. Pero igualmente siento debilidad por los hombres, sobre todo por uno en particular —la mirada lasciva de la Nigromante danzaba por las atractivas facciones de Kyle.

— Lo sé, lo sé —acariciando los labios del holandés con las yemas de sus dedos, bajaba hacia su barbilla — Es solo una noche, la gala es importante para afianzar relaciones y tu y yo... —dejando esas palabras sumidas en el misterio, le besaba con complicidad. Continuando con la danza que los llevará a perderse entre sabanas de seda y movimientos eróticos volviéndose un mismo ser.

Tiempo Actual...

Delante de él se encontraba Alex, parpadeando con rapidez. Aclaraba su garganta, aquel joven era su rival dentro del campo de Quidditch. Pero fuera de este era capaz de poner su mundo patas arriba — Contrólate Taylor —se reprendía con dureza. El choque entre el verde y el azul, ocasionaba un mar incontrolable de emociones. Sintiéndose atraído por el castaño, no le quedaba más remedio que admitirlo y dejar de huir cual liebre dando saltos por la pradera.

— Alex, no esperaba verte de nuevo —indicó dejando un roce sobre el pecho del Ingles. Bordeando con las yemas de sus dedos la barbilla del joven, perderse en sus ojos verdes era un deleite exquisito para el buscador de los Montrose Magpies.

— Tengo suerte pillando snitchs, pero tu no eres alguien sencillo de atrapar —bromeó deslizando sus lengua por sus labios. Era como romper una barrera, si cerraba los ojos por un breve instante no podría describir con claridad lo que el le despertaba al tenerlo frente a frente.— Te voy a ser duramente sincero, tu me gustas y mucho —pasando su mano por su cabello se liberaba del todo de los nervios— Para nuestra te dejo esto —tomándolo por el cuello con ambas manos lo atrajo hacia el. Depositando un beso suave y tierno, aquel que se tornará de un momento a otro pasional y anhelante.

— Suerte en el primer partido, no prometo dejarme ganar tan fácil por el buscador de tu equipo —lanzándole un beso al aire abandonaba ese lugar. Sintiendo una ráfaga de aire golpearle la cara, manoteo al ver a su cuervo cerca de su rostro— Hora de tu cena —levantándose de mala gana de la cama tiraba la almohada al suelo.

—Aquí tienes, disfrútalo —recorriendo la habitación sacó del minibar una botella de bourbon — Tal y como lo pedí —saboreo el licor que bajaba por su garganta. Se alistaría para la recepción, aunque la idea de una fiesta no le agradaba del todo, pero debía hacerlo aunque fuera a, regañadientes.

@ Malum Luxure

Editado 21 de Octubre del 2021 por Juv Macnair Hasani