El nuevo Ministro de Magia

[Mackenzie Malfoy]

Toloveus Clearandbrightly
Guardián de los Votos

 

En una zona olvidada del Ministerio de Magia, quizás en un subsuelo muy inferior a los conocidos o quizás en otro tipo de dimensión, Toloveus Clearandbrightly despertó, un año más, cuando el extraño reloj de pared que adornaba la cabecera de su catre movió su única aguja, marcando un nuevo hito electoral.

El deber le llamaba y, como todos los años, Toloveus se levantó tras su largo letargo, con espíritu animado, dispuesto a cumplirlo. Un crujido en los huesos al desperezarse le recordó que aquel año acababa de cumplir cien años. Ya no era un jovencito y más le valía contener su ímpetu. Se acercó al rincón donde descansaba Maderus, su cayado mágico, y le saludó con una sonrisa, recorriendo su huesuda mano por el largo mango de madera de álamo.

Giró su cayado en el aire, armando un amplio círculo con su diestra, y una tenue neblina surgió de su hechizo en el centro de aquella estancia ministerial, tan secreta como inaccesible, dando paso, poco a poco, a una viva imagen del exterior. Un radiante amanecer de finales de verano despuntaba a aquellas horas en las desiertas calles de Londres. A Toloveus no le extrañó la ingente cantidad de carteles con proclamas supremacistas que adornaban las calles de Londres. El año anterior aquella había sido también la tónica de las elecciones, a pesar incluso de la terrible amenaza del Inquisidor. Lo que le llamó más la atención fue las referencias a los cinco Edictos de la Ministra de Magia que contenían varias de las proclamas.

—¿Qué sabes de esos Edictos, Maderus? —Toloveus miró a su inteligente cayado como si fuera el santísimo google.

—Pues no mucho, jefe. Recuerde que yo también me he pasado el año durmiendo, lo mismo que usted.

Una mueca de contrariedad se dibujó en el rostro del Guardián de los Votos, pero no replicó a su cayado. Deshizo la imagen mágica del exterior con un leve empujón de Maderus y dedicó los siguientes minutos a prepararse en silencio para salir a ocupar su puesto como Guardián de los Votos. Por alguna razón que no acertaba a comprender, el ánimo se le estaba agriando y un mal presentimiento comenzó a calarse en sus desgastados huesos, como si presintiera una extraña tormenta.

Cuando unos minutos más tarde Toloveus se encontró en el Hall ministerial, junto a la Mesa Electoral, sus huesos protestaron con tanta fuerza que se vio obligado a sujetarse en Maderus para no perder el equilibrio e irse al suelo.

—¿Notas eso, Maderus? ¿Lo sientes? —Preguntó al milenario cayado de madera de álamo, mirando a su alrededor con la vista fijada más allá de las paredes ministeriales, en un lejano infinito.

—¿El qué, Jefe?

—No sé, Maderus, no sé. Quizás sean sólo los años, que pesan como demonios encerrados. ¿No notas un extraño olor en el aire? ¿Una sutil variación de la energía?

El cayado no respondió y Toloveus pensó que la edad le estaba jugando una mala pasada. Con un suspiro y un roce de Maderus en una manivela, abrió el cajón secreto de su Mesa Electoral y recogió los sellos y los pergaminos. Ya había cerrado el cajón, cuando se dio cuenta, consternado, de que se había olvidado de sacar el Cetro de Investidura. El hechizo que abría el cajón tenía un cierre de seguridad, necesitaría esperar unos días, antes de poder volver a abrirlo. Era una contrariedad, pero no por ello retrasaría el comienzo del Proceso Electoral, al fin y al cabo, solía llevar su tiempo y el cetro sólo lo iba a necesitar al final del mismo.

Con un hechizo, un golpe de su cayado, una pluma mágica, dos sellos y un pergamino indeleble, Toloveus realizó el ritual y unas palabras mágicas aparecieron sobre el pergamino:

—El Proceso Electoral para la elección de Ministro de Magia queda abierto.

En el momento en el que las pantallas gigantes del Ministerio de Magia se iluminaban y las condiciones del proceso electoral comenzaban a escribirse sobre el pergamino, la tormenta que Toloveus había presagiado alcanzó el Ministerio de Magia con tal estruendo y oscuridad que el anciano Guardian de los Votos pensó que el mágico edificio se venía abajo.

*****

Toloveus levantó la cabeza sin poder creer lo que acababa de ocurrir. Vinculado mágicamente de por vida al Ministerio de Magia, el Guardián de los Votos podía sentir en cada fibra de su piel que las defensas de aquella noble institución habían caído. Frente a él, el reloj ministerial marcaba las 7:47 de la mañana y, debajo de él, una figura de rostro caucásico y rasgos ligeramente albinos, que escondía parcialmente tras una túnica con capucha, señalaba de forma amenazante el mágico pergamino electoral. A Toloveus le llamó la atención la extraña indumentaria que vestía la figura que tenía frente a sí. La túnica era de un blanco cegador, pero no parecía hecha de ningún material sólido, sino más bien de una amalgama de filamentos que se compactaban un momento y al siguiente parecían moverse desdibujándose en una niebla deforme que tornaba el blanco en gris y, cuanto más avanzaba, más oscuridad generaba a su paso. La extraña túnica se desparramaba a los pies de la figura, como si no tuviera un final. La pechera estaba adornada con el símbolo del infinito enmarcado en el interior de un triángulo tan negro como la noche.

Una cosa sí tenía clara Toloveus, la figura que estaba frente a sí emanaba un poder mágico como el Guardián de los Votos no había visto antes jamás. Y si aquel poder mágico al que se enfrentaba no fuera suficiente, el anciano vio una inmensa cohorte de cientos de magos, replegados detrás de la figura, todos ellos vestidos con la misma túnica adornada con el extraño símbolo, apuntándole con sus varitas.

—Ya puedes cerrar el proceso electoral, este año será más corto que los anteriores —La voz que surgió de la figura frente a él tenía un extraño timbre, como si estuviera deformada. Por alguna razón, a Toloveus le dio la impresión de que no era lo único falso en el ser que tenía frente a sí.

—No puedo… el proceso ha comenzado… debe elegirse un Ministro de Magia —Titubeó Toloveus, no por miedo a morir, que era viejo y estaba entrenado para servir a un bien mayor, la muerte no era algo que le preocupara, sino porque ahora era plenamente consciente de la tormenta oscura que había caído sobre el mundo.

—¡Vamos, viejo! ¿Tengo que traducírtelo? Ya hay un Ministro de Magia. Las elecciones han terminado.

—¿Cómo puede ser eso?

La figura encapuchada rió de forma estridente y aguda y, esta vez, el sonido de aquella risa no fue deformado. Toloveus alzó los ojos, confundido, al darse cuenta de que no era la risa de un hombre la que oía.

—¿Quieres votos, anciano? ¿Necesitas papelitos? —La figura alzó su varita y una enorme cantidad de votos se depositó en la urna situada en la mesa electoral, burlando las precauciones mágicas del Guardián de los Votos. Éste alzó una ceja al darse cuenta del nombre que figuraba en todas las papeletas: El Inquisidor.

—No puede ser. El Inquisidor es muggle, no puede ser Ministro de Magia.

—¡Necio! —De la varita que portaba la figura encapuchada surgió el inconfundible haz de un Crucio dirigido al Guardián de los Votos, que cayó al suelo, presa de un dolor que sus maltrechos huesos no pudieron soportar. —¡Yo soy el Inquisidor!

Toloveus pensó que se había perdido muchas cosas durante el año que había estado dormido. ¿Cómo podía el Inquisidor ser aquel poderoso mago? Aún no terminaban los efectos del Cruciatus y un fuerte dolor se apoderó de su cabeza. Trató de resistirse a la legeremancia de aquel ser, pero era inútil. Maderus quizás le hubiera podido ayudar, pero en situaciones de emergencia, tenía orden de ser precavido y quedarse al margen, no se podían arriesgar.

—¿Cómo puedo tener magia? Está bien, responderé a tu pregunta. —La voz que surgió de la figura, sin distorsionar, era suave y aflautada, casi melódica. Se echó la capucha hacia atrás y, al hacerlo, la piel caucásica y el pelo albino parecieron desvanecerse al instante. Unos ojos marrones y almendrados miraron a Toloveus con insolencia. —Sí, tus informaciones no mienten, yo era muggle y ahora, como puedes comprobar, tengo magia. ¿Cómo lo logré? Muy fácil, anciano. Investigué la magia y descubrí el gen que la producía. Mientras el mundo creía que había que erradicar la magia y eliminaban ese gen, quitando magos molestos de mi camino, seguí investigando, hasta descubrir cómo implantarlo.

El Inquisidor señaló a la cohorte de magos que le acompañaban.

—Te presento a mi ejército de Abominaciones, como yo las llamo. Ellos fueron los primeros a los que implanté el gen, aunque con unas ligeras modificaciones. Sí, eran muggles como yo y ahora son magos —sonrió ladinamente—, pero carecen de voluntad propia. Supongo que has oído hablar de mis Redentis, ¿verdad Toloveus? —Agarró al anciano mago del cuello y con la varita le obligó a girar la cabeza y observar a su derecha, a un pequeño grupo de magos con la mirada más viva y menos perdida que las Abominaciones. —Ellos también me sirven, a través de un Juramento Inquebrantable extraído mediante el efectivo convencimiento de la tortura. Pero mis Abominaciones son mucho más fieles y seguras que los Redentis. Mis Abominaciones no se cuestionan, no tienen remordimientos, no piensan, sólo actúan. Su voluntad es mía, completamente mía. Carecen por completo de voluntad propia. En cuanto a mí, —hizo una pausa teatral y se señaló con un gesto indolente— me reservé lo mejor de mis investigaciones. ¿Conoces a los Arqueomagos?

Toloveus se sobresaltó al escuchar la referencia a los Arqueomagos y el Inquisidor rio al darse cuenta de la turbación del viejo guardián. Agotados los efectos del Cruciatus, se recuperaba todavía en el suelo, pero tenía fuerzas suficientes para cerrar su mente y evitar trasladar al Inquisidor mayor información sobre los Arqueomagos de la que ya podía tener.

—No te esfuerces, anciano. Ya tengo lo que necesitaba de ese grupo de magos. Conocí a un Arqueomago encantador, Sebastian Crowld, ¿lo conoces? Sin darse cuenta, me dio acceso a investigaciones muy relevantes sobre las fuentes de la magia. La genética hizo el resto. Logré convertirme en lo que ves ahora.

Toloveus contempló al Inquisidor, consciente del inmenso poder que emanaba la bella mujer de ojos marrones y almendrados que tenía frente a sí. Supo en ese instante que tendría que jugar muy bien la única baza que el destino, en su indefectible sabiduría, le había reservado.

—¿Y bien, Guardián de los Votos? ¿Vas a nombrarme Ministro de Magia?

—El Inquisidor no es tu nombre real, ¿qué nombre tengo que escribir?

—¿Acaso no es obvio? Escribe para que todo el mundo, mágico y muggle, se entere, ponlo en ese mágico pergamino tuyo y hazlo oficial con todos los rituales: Laura Nielsen, el Inquisidor, es la nueva Ministra de Magia.

Toloveus hizo lo que el Inquisidor le pedía. O casi. En el pergamino electoral, se grabó la proclama y él mismo estampó los sellos. El Cetro de Investidura, sin embargo, seguía guardado en el cajón de la mesa electoral. Nadie lo había utilizado.

*****

DINÁMICA DE CIERRE DE LA SEGUNDA TEMPORADA

 

El rol que precede a este OFF es, efectivamente, el rol de cierre de la Segunda Temporada de la Comunidad Mágica Internacional y también es, como no, un rol de elecciones.

Este año vamos a plantear un evento diferente para el cierre de esta segunda temporada. En lugar de los premios de otras ocasiones, vamos a plantear una dinámica de rol que ofrece la posibiilidad de ganar mayores premios a mayor cantidad de gente y, además, es un aliciente para que logréis posteos acumulados en el subforo y con ello podáis subir la T que conformará vuestro sueldo a futuro.

A continuación se planteará una dinámica de rol y dados que tiene algunas similitudes con una mazmorra, aunque también diferencias sustanciales, como el hecho de que, excepcionalmente, se realice en este subforo.

Además, podéis participar o no en los hitos por separado. Es decir, puedes hacer el hito 1 y el hito 5, sin haber hecho el 2, 3 y 4. Si os fijáis, hay premios por separado. O sea, si alguien se reengancha tarde, se reenganchará al hito que se esté haciendo en ese momento, en lugar de tener que empezar por el hito 1. Una vez que un grupo o usuario ha dado inicio al hito siguiente, nadie más puede empezar el hito anterior, pero sí podéis terminar el hito en el que estéis.

Es decir:

Fulanito A, B y C hacen Hito 1.

Fulanito D hace Hito 1

Fulanito E, F y G hacen Hito 1.

Fulanito D termina hito 1 y comienza hito 2

Fulanito A, B, C pueden terminar Hito 1 y luego pasar al 2.

Fulanito E, F y G pueden terminar Hito 1 y luego pasar al 2.

Fulanito H NO puede empezar Hito 1, se reengancha necesariamente en Hito 2.

Veréis que algunos hitos pueden hacerse individualmente o por grupos. Los grupos de un hito siempre serán los mismos, pero de un hito a otro los grupos pueden variar.

Entonces, una vez que un grupo (o usuario, si va sin grupo) logra superar un hito, la vuelta atrás ya no es posible, y aunque los que ya están en ese hito podrán completarlo, los nuevos que se incorporen, atraviesan las defensas y pasan directamente al último hito en curso. 

Aclaración: Si alguien ya empezó la cadena del hito 2, pero un grupo está por terminar el hito 1 o está haciendo cualquier otro hito, los posteos que no son del hito 2 no se tienen en cuenta a efectos de la cadena.

Dicho esto explico la dinámica.

 

Objetivo principal: El objetivo es asaltar el Ministerio de Magia, destruir a las Abominaciones y Redentis, rescatar a Toloveus y dar muerte al Inquisidor.

 

Hito 1: Entrada al Ministerio

Al principio de cada posteo debe figurar el Hito que se está cumpliendo (Hito 1 en este caso).

Se puede hacer sólo o en grupo. En este último caso, máximo 3 magos. En cada posteo del grupo figurarán los integrantes del mismo al principio del post. Poned los nicks.

Remarcad en color y negrita los hechizos y poderes.

Se pueden hacer en un único posteo o bien en 2 o 3 posteos (máximo). En caso de entrada en grupo, cada participante debe hacer 1 posteo mínimo, por lo que si entran 3 magos juntos, cada uno de ellos deberá hacer 1 posteo.

Premios: Todos los que cumplan con este Hito se llevarán 2.000 G y 10 puntos de Poder Mágico Especial. Además, según la suerte y las opciones que sigas, puedes conseguir una pista sobre la ubicación del Inquisidor. También según la suerte, podéis conseguir 50 puntos adicionales de Poder Mágico Especial, que os será de mucha utilidad en los últimos Hitos.

 

Llegas al Ministerio de Magia cuya entrada se encuentra custodiada por una dotación de 20 Abominaciones. Para vencerlos y entrar al Ministerio, puedes optar por:

-  Utilizar 7 habilidades, 10 conocimientos y 10 hechizos, siendo al menos 4 de ellos de Demon Hunter/Ángel Caído y/o Libro de los Ancestros o superior. Conseguiréis además 50 puntos de Poder Mágico Especial que os serán de mucha utilidad en los últimos Hitos.

- Utilizar 4 habilidades, 7 conocimientos y 5 hechizos, siendo al menos 2 de ellos del Libro del Druida o superior + tirar un dado de 3 caras. Si sale 1, quedas o quedáis (si es un grupo) muy malheridos y deberéis sanaros, utilizando 1 posteo adicional cada uno. Además, no habréis logrado derrotar a las Abominaciones y deberéis repetir el Hito si queréis entrar. Si sale 2, conseguís derrotar a las Abominaciones, pero por los pelos. No os ha sido posible interrogarlos, por lo que desconocéis la ubicación del Inquisidor. Si sale 3, lográis vencerlos y pasar al Ministerio, habiendo obtenido una pista sobre la ubicación del Inquisidor y además 50 puntos de Poder Mágico Especial que os será de mucha utilidad en los últimos Hitos.

-  Utilizar 20 hechizos cualesquiera y tirar 1 dado de 2 caras. Si sale 1, salís derrotados y deberéis emplear 2 posteos cada uno para sanaros. Después podéis volver a repetir el Hito, para poder entrar al Ministerio. Si sale 2, conseguís derrotar a las Abominaciones, entrar al Ministerio, obtener una pista sobre la ubicación del Inquisidor y conseguís 50 puntos de Poder Mágico Especial.

 

Hito 2: Superar la vigilancia de los Redentis.

Este hito se hace entre todos los participantes. La participación es libre. No hace falta haber participado en el hito anterior para participar en este hito.

Recuerda que al principio de cada posteo debe figurar el Hito que se está cumpliendo (Hito 2 en este caso).

No se puede editar.

Premios: Todos los que participen en el hito, con o sin éxito, se llevarán 1.000 G. Los que completen la cadena de 25 posteos con éxito se llevarán, adicionalmente, 2.000 G y 10 puntos de Poder Mágico Especial.

 

Habéis logrado entrar al Ministerio de Magia, ocupado por las fuerzas del Inquisidor que tienen en su poder a Toloveus Clearandbrightly, el Guardián de los Votos. Necesitáis llegar hasta el Inquisidor, pero os encontrais que el Ministerio está vigilado por los Redentis, magos al servicio del Inquisidor mediante un Juramento Inquebrantable. 

Hay varios grupos de  Redentis vigilando cada rincón del Ministerio y debéis burlar a todos ellos. Para hacerlo, deberéis formar una cadeneta silenciosa entre todos. Cada participante en este hito, deberá empezar su rol por la última palabra del posteo anterior hasta completar, entre todos, 25 posteos encadenados (son 26 en total, el primero que no está encadenado y los 25 siguientes que se encadenan). Si se rompe la cadena, seréis descubiertos y deberéis empezar de nuevo la cadena de 25 posteos encadenados (26 en total).

Superada la vigilancia de los redentis, llegaréis al Departamento de Misterios, pero deberéis esconderos. Tira los dados para decidir dónde te escondes. Debes tirar 1 dado de 6 caras.

Si sale 1, te escondes en la Cámara de la Muerte.

Si sale 2, te escondes en la Sala de las Profecías.

Si sale 3, te escondes en la Sala de los Cerebros.

Si sale 4, te escondes en la Sala del Tiempo.

Si sale 5, te escondes en la Cámara del Espacio.

Si sale 6, te escondes en la Cámara Cerrada.

 

Hito 3: Prisioneros del Misterio

Este hito se realiza de forma individual.

Recuerda que al principio de cada posteo debe figurar el Hito que se está cumpliendo (Hito 3 en este caso).

Premios: Los que completen este Hito se llevarán 4.000 G y 10 puntos de Poder Mágico Especial. Además, según la suerte, puedes llevarte 50 puntos adicionales de Poder Mágico Especial.

 

Te encuentras escondido en la cámara del Departamento de Misterios asignada por los dados. De pronto te das cuenta de que un gas se filtra por las paredes de la cámara en la que estás y observas con horror cómo el gas te deja sin magia. Intentas salir de ahí y observas que era una trampa. Estás prisionero en la sala en la que te ha tocado en suerte esconderte.

La Cámara se transforma de pronto en un lugar de pesadilla. Mil peligros, relacionados con la cámara en la que estás, amenazan tu vida y tu cordura. Debes lograr superarlos sin magia y encontrar una forma de escapar de la trampa-prisión en la que estás.

No hay ninguna regla. El rol es libre. Realizarás un posteo obligatorio y a partir de tu segundo posteo en este hito, podrás tirar los dados para determinar el resultado de tus esfuerzos. Es decir, después del segundo posteo del hito y, a partir de ahí, al final de cada uno de los siguientes posteos que correspondan al hito, tirarás 1 dado de 3 caras.

Si sale 1, al siguiente posteo estás libre, obtienes 50 puntos de Poder Mágico Especial y pasas al Hito 4.

Si sale 2, al siguiente posteo estás libre. Pasas al Hito 4. No obtienes Poder Mágico Especial.

Si sale 3, sigues prisionero.

 

Hito 4: El Ejército de Abominaciones

Este hito puede hacerse de forma individual o en grupos de hasta 5 personas.

En cualquier caso, hay que completar 10 posteos entre todo el grupo (o individualmente).

Recuerda que al principio de cada posteo debe figurar el Hito que se está cumpliendo (Hito 4 en este caso).

Si vas en grupo, debes poner al principio del posteo el nombre de los integrantes del grupo.

Premios: El grupo o el participante individual se llevará 1000 G por cada Abominación que consiga matar.

 

Has logrado escapar de la trampa del Departamento de Misterios y recuperas tu magia. Ahora tendrás que utilizarla para vencer al Ejército de Abominaciones del Inquisidor.

Cada Abominación tiene 100 PV. Al final de cada posteo, tenéis derecho a tirar un dado de 200 caras + multiplicador. El multiplicador es el Poder Mágico Especial, que hayáis ido consiguiendo en los Hitos anteriores. El dado lo debe lanzar quien realizó el posteo.

Si el resultado del dado + multiplicador < 100, no lográis matar a ninguna Abominación en ese posteo y, además, el jugador que tiró los dados pierde 100 de Poder Mágico Especial.

Si el resultado del dado más multiplicador es >= 100 y < 200, lográis matar a 1 Abominación (le cuenta a todos los integrantes del grupo).

Si el resultado del dado más multiplicador es >= 200 y < 300, lográis matar a 2 Abominaciones (le cuenta a todos los integrantes del grupo).

Si el resultado del dado más multiplicador es >= 300, lográis matar a 3 Abominaciones (le cuenta a todos los integrantes del grupo).

 

Hito 5: La muerte de El Inquisidor

Este hito se completa entre todos los participantes. 

Recordad que al principio del post debéis poner que estáis en el Hito 5.

Premio: 4.000 G a todos los participantes con más de 3 posteos || 2.000 G al rol con más ❤️|| 2000 G al rol con más 😄 || A quien rescate a Toloveus 2000 G || A quien obtenga el arma para acabar con la última defensa del Inquisidor 2000 G

 

El Inquisidor está protegido por:

- Un espejo mágico que hace aparecer una imagen falsa del Inquisidor donde realmente no está.

- Un laberinto que hace que todo el que quiera llegar hasta el Inquisidor se pierda en un bucle infinito de caminos sin salida.

- Un dragón que custodia la salida del laberinto.

- Un basilisco junto al Inquisidor.

- Un horcrux.

Hay que vencer cada una de estas protecciones por orden. Para vencer cada protección (salvo el Horcrux) se necesitan 10 posteos entre todos los participantes. No obstante, la primera protección puede salvarse si 3 usuarios que encontraron pistas sobre la ubicación del Inquisidor postean dichas pistas. 

Para salvar la protección del Horcrux, debéis conseguir un arma capaz de destruirlo, que sólo encontraréis si, al lanzar un dado de 20 caras, el resultado es 7. Este dado puede lanzarlo cualquier participante en el hito con un mínimo de 3 posteos, siempre que, entre todos los participantes, se hayan realizado 5 posteos desde la tirada anterior.

El usuario que saque el dado más alto, conseguirá además rescatar a Toloveus.

En todo lo no especificado, el rol es libre.

 

Sistema de dados

Las tiradas de dados se realizarán en el foro herramienta en el subforo de Eventos, por lo que debéis registraros en dicho foro con vuestro nick actual. El resultado del dado se dejará mediante link al principio del siguiente posteo (no es necesario utilizar el código de dados del editor, puede dejarse simplemente el link a la tirada, para evitar entorpecer el rol).

El sistema de dados en dicho subforo se explica en este topic.

Abro un topic organizativo para las dudas que puedan surgir, así como para la organización de grupos y roles a vuestra disposición.

 

 

Cambios en las reglas:

Los pongo aparte para que tengáis en cuenta que empiezan a ser aplicables a partir de mi segundo rol en el topic.

No se puede editar a partir del Hito 2, inclusive.

Cualquier poder o hechizo que requiera un hito, hay que remarcarlo en color y negrita.

Al inicio del post, junto al Hito que se esté haciendo, deben figurar los nicks de los integrantes de un grupo, cuando se vaya en grupo. No aplica a hitos que se hagan de forma individual o entre todos, sin ir en un grupo específico, en donde sólo se pondrá el Hito. Por ejemplo, en el Hito 2 no hay que poner los participantes de la cadena.

El Inquisidor tiene muchas Abominaciones, por lo que cada vez que caiga la puerta de entrada del Ministerio, enviará más efectivos a protegerla, hasta mañana día 7 de septiembre a las 23:59 de Londres, momento en el cual el Inquisidor decidirá que ya no manda más efectivos ahí y, por lo tanto, esa defensa habrá caído y quien entre al Ministerio deberá incorporarse al Hito 2 (si todavía está tiempo) o al último hito activo. Es decir, hasta el momento señalado, se puede comenzar a hacer el Hito 1. Una vez que llegue esa fecha tope, quienes hayan empezado el Hito 1 podrán terminarlo, pero quienes no empezaron todavía tendrán que pasar directamente al Hito 2, si todavía están a tiempo o al último Hito activo, si ya no lo están.

También el Inquisidor tiene muchos Redentis, por lo que hay un montón vigilando el Ministerio. El flujo de Redentis vigilantes no disminuirá hasta el jueves 9 a las 23:59 de Londres. Es decir, hasta ese momento, podéis entrar libremente al Hito 2. Pasado ese momento, los que ya hayan empezado el Hito 2, podrán terminarlo, pero quienes no hubieran empezado todavía el Hito 2, ya no podrán hacerlo y se tendrán que unir al Hito 3 si todavía están a tiempo o al último Hito activo, si ya no lo están. Pasada la fecha tope, la defensa de Redentis habrá caído. No obstante, en el caso de que llegada la fecha tope, nadie hubiera logrado pasar el Hito 2, entonces este Hito 2 seguiría estando activo hasta que alguien logre pasarlo, momento a partir del cual funcionaría igual, los que hayan empezado el hito, pueden terminarlo, los que no, se incorporarían al siguiente hito activo.

Aunque las dos defensas del Inquisidor de los Hitos 1 y 2 hayan caído, la prisión del Hito 3 seguirá activa hasta el sábado 11 a las 23:59 de Londres. Hasta esa fecha, estarás a tiempo de comenzar el Hito 3. Pasada esa fecha tope, deberás incorporarte al último hito activo. En el caso de que llegada la fecha tope, nadie hubiera logrado pasar el Hito 3, entonces este Hito 3 seguiría estando activo hasta que alguien logre pasarlo, momento a partir del cual funcionaría igual, los que hayan empezado el hito, pueden terminarlo, los que no, se incorporarían al siguiente hito activo. 

Se puede llegar hasta el Hito 4 y realizarlo. Ahora bien, si alguien lo termina, un hechizo especial del Inquisidor le bloqueará el acceso al lugar donde se encuentra este personaje, hasta que un rol mío (o un off si no puedo rolear) marque el acceso abierto al Hito 5. Los que terminen el hito 4, hasta que se abra el Hito 5, pueden postear en el topic y seguir moviendo la historia.

Por último, es importante que leáis los roles, dado que la historia se construye entre todos y el final al que llegue la trama de la segunda temporada debe ser único. Esto sigue siendo un rol global y es importante que lo que roleen unos grupos sea coherente con lo que han roleado otros grupos. 

[Thoth]

Titiritero con Devora (Malum Luxure)

Era hora destruir el reinado de la asquerosa y sangre sucia de la Potter Blues. Aunque, si bien su cómplice conocía de los planes de atacar el ministerio de Magia por unas supuestas ordenes del alto mando de los mortífagos, el mago siendo nigromante comenzó a persuadirle y quizás no le convenció del todo, pero como todo estaba aburrido en el mundo, era mejor comenzar el caos y fue así que se comenzó a menguar el plan del oscuro mago y así socabar toda existencia o posibilidad de un nuevo gobierno británico. En ese orden de ideas el mago invito a la bruja a cierta locación. 

 

-Los británicos no sabrán que infierno esta por desatarse,  dado que usaré hasta mi último poder, habilidad y conocimiento para lograr mis fines. Aunque, solo espero que la Luxure me sea útil en verdad y este preparada para todo.- En cuanto la esperaba su elfo doméstico observaba el lugar que sería asediado, y en verdad no le importaba que defensa pudiera existir,  dado que lo único que le interesa es tener más botín para sus arcas.

 

Y acto seguido escucho un ruido y saco su varita del bolsillo de su túnica oscura de una sola pieza, la cual cambiaba de colores según su estado de animo. Sin embargo, el nigromante comenzó a planear los posibles desastres que haría para salir victorioso. Pero en su interior se cuestionada si la bruja era capaz de dar rienda suelta a todo lo aue estaba por ocurrir o seria una carga,  a pesar de eso le espero con calma y tranquilidad. Aunque, nadie negaba que en su cuerpo se mostraba la tensión en su cuerpo, lentamente su respiración se mostraba ansiosa y una sed de sangre le comenzaba a venir al hombre lobo.

[Mica Gryffindor]

Hito 1:
Cillian Ryddleturn
Illidan Black Lestrange
Mica Gryffindor
 

Inglaterra seguía sufriendo los efectos de los Edictos de Sagitas, la Gryffindor tenía tomada la decisión de renunciar al puesto de Directora de Transportes, pues trabajar bajo su tiranía no la seducía en absoluto. Era muy difícil para cualquier londinense opositor al mandato de la pelivioleta el poder desempeñarse en sus funciones libremente. Así que había preferido dedicarse solamente al quidditch, donde no debía responder a ningún ideal adverso. 

Sumado a eso, nadie sabía qué había pasado con el Inquisidor. Aquel ser que había amenazado al mundo mágico, llegando a dejar sin magia a algunos magos y atentando contra la integridad de todos. Nadie hasta que las elecciones se iniciaron y cerraron tan abruptamente que nadie en la comunidad mágica había logrado ejercer ese derecho. Se hizo saber, entonces, que el Inquisidor no solo había regresado sino que se había autoproclamado Ministro. 

Esa situación no podía quedar así, la Gryffindor no iba a quedarse de brazos cruzados mientras su comunidad continuaba desmoronándose. Impulsivamente, como solía suceder, se trasladó hasta inmediaciones del Ministerio. Era ya de noche y suponía que no habría gran actividad dentro. Cuando estaba a pocas calles cayó en la cuenta de lo que estaba a punto de hacer, se detuvo pronunciando -Expecto Patronum- generando aquella plateada y ágil leona que tras formarse corrió hacia sus destinatarios. 

Pronto, dos caballeros aparecieron ante la convocatoria; los saludo, aliviada, y se acercó hasta Illidan para darle un cálido beso antes de iniciar la marcha.  
Estaban ya cerca de la entrada cuando notaron que muchas figuras circulaban yendo y viniendo, como custodiando las entradas a los baños que daban paso hacia su destino. 

-Tendremos que ponernos en acción ¡Expelliarmus!-dijo al primero que pasaba cerca de ella, haciendo que su varita volase unos medios -Incendio- apuntaba a la túnica de otro, la cual ardió en llamas enseguida- Detritus- la nube gaseosa protegió junto con ella a Illidan que caminaba a su lado -Cyclone maximus – la invocación generó un ciclón que la Gryffindor envió contra dos de aquellas abominaciones que intentaban acercarse a atacar. -Kiorke- invocó aquel látigo que la ayudaría a enfrentar a más de uno de esos magos que atacaban en forma no tan voluntaria como deberían. 
 

[Cillian Haughton]

Hito 1

Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn

 

Era la segunda vez que era llamado por Mica por medio de su patronus, aquella leona que apareció esa noche tan de repente mientras Cillian intentaba dormir un poco. Según había entendido, algo pasaba en el Ministerio de Magia… ¿No se suponía que las elecciones estaban por comenzar? Suspiró, no podía ignorar el llamado así que le llevo solo un par de minutos prepararse y aparecer en el lugar indicado por Mica, el cual se encontraba a solo un par de calles del Ministerio.

Apenas aparecer, Mica les explicó un poco más sobre lo que sucedía en aquel lugar y sin demorarse demasiado, se dirigieron al Ministerio. Cillian supuso que aquella noche sería todo menos tranquila, ya que mientras se adentraban en las calles cercanas al Ministerio, unos extraños seres que parecían humanos caminan de un lado a otro, al parecer custodiando algo.

Les basto encontrarse frente a la calle entrada del Ministerio para percatarse de que lo que custodiaban era justo aquel lugar. ¿Qué es lo que estaba pasando ahí? ¿De verdad el inquisidor tenía tanto poder como hacerse del Ministerio, así como si nada? Negó, no entendía nada de aquello, pero necesitaba ponerse en guardia ya que aquellos extraños seres llamados Abominaciones por su creador comenzaban a acercarse a ellos.

En total eran 20 abominaciones con las que tendrían que luchar si querían adentrarse al Ministerio y seguir avanzando. Cillian se hizo de su varita y apuntó a la primera de las Abominaciones que se cruzó frente a él – Flechas de Fuego – murmuró, logrando que una andanada de filamentos de fuegos salieran disparados uno tras otro en contra de aquella cosa – Cinaede – mencionó apuntando a la segunda abominación logrando que alrededor de la misma surgiera un gas invisible que dañaría sus vías respiratorias – Tarantallegra – soltó apuntando a un tercero e inmediatamente la abominación comenzó a bailar a un ritmo acelerado.

Solo faltaba un poco más, a su lado Mica e Illidian hacían lo suyo luchando contra aquellas abominaciones – Deprimo – dijo apuntado con su varita al suelo bajo debajo de una de las abominaciones creando un agujero en el que este cayo – Forticum – invocó, logrando que una muralla atrapara a otra de las abominaciones ya que esta apareció de un lado a otro de la calle antes de que esta lograra cruzar ese límite – Babosas – murmuro apuntando a otra probando que una de las abominaciones comenzara a vomitar babosas, impidiendo así su avance – Seccionatus – murmuró contra la última abominación en su espacio haciendo que de su varia salieran doce medias lunas cortantes que lograron hacerle bastante daño a aquel extraño ser.

Cillian no tenía ni idea de que en realidad estaba dañando a humanos inocentes, pero la realidad era que en aquel momento era su vida o la de ellos.

[Illidan Burke]

Hito 1:
Cillian Ryddleturn
Illidan Black Lestrange
Mica Gryffindor

Sus manos estaban sobre el escritorio, a cada lado de un comunicado no público. Estaba indignado y asombrado al mismo tiempo, como un ser así podía hacerse con la magia de sus pares, autoproclamándose ministro. - Es inaudito - Diría. 

Vestía un su traje ministerial, con el nudo de la corbata flojo, la varita en mano, y daba pasos de lado a lado de su oficina pensando que hacer. Sentía el latido de una de sus venas en el cuello. Producto de la ansiedad y la presión que le generaba que sus planes se iban por el retrete, por la aparición de un inquisidor. 

Cruzando su ventana, una luminosa leona se haría presente. Dándole un mensaje. Illidan Sonrió. Visualizo el destino y pocas milésimas de segundos después, apareció junto a Mica, y Cillian. Recibió el beso de su pareja, quitándole todo agobio de su corazón. - Mira que tenías mejores opciones que yo, pero daré lo mejor de mí. - Le diría a la castaña, para luego acercar a un puño a Cillian, esperando que esté lo chocase. 

- Manos a la obra... - Diría fijando la vista en frente, seres de dudosa procedencia se movían delante, sabía que eran objetivos claros para ellos. Apuntaría a los que no eran objetivos de sus compañeros. - Morphos - el saco del  objetivo convertiría en un águila que lo atacaría directo al rostro,a uno de los objetivos más cercanos. - Disparo de Flechas - Sentenciaba apurando al siguiente. -Fornuculus- hacia un tercero. -Zancadilla-  al que se aproximaba a ellos en una carrera. - Sectusempra- Al primero que había atacado, ya casi todos estaba cubiertos. - Incárcerus - Atacaría al primer objetivo de Cillian. - Petríficus Totalus - atacaría al que Mica había incendiado. 

[Mica Gryffindor]

Hito 1: (post de curación 1)
Cillian Ryddleturn
Illidan Black Lestrange
Mica Gryffindor

Vio a sus compañeros intentando vencer a aquellos magos desconocidos que impedían la entrada al Ministerio. Sentía la necesidad de gritarles, decirles que los dejaran en paz, pero los impactos de hechizos recaían en los tres como si esos seres no tuviesen piedad alguna. 

Decidió que era momento de retroceder. Su pantalón jean y su playera estaban manchados de sangre y rasgados en varias zonas, y no era solo ella. -Vamos, vengan, por favor…- les dijo a Cillian e Illidan, esperando que ambos la escucharan y acompañaran a refugiarse. Cerca, encontró una especie de callejón donde podrían hacer algo de tiempo hasta reponerse. 

-Curación- pensó enfocándose en Illidan, empezando a sanar sus heridas – Episkey -esta vez era Cillian su objetivo -Episkey -repitió hacia el mismo. No podía dejar de sentir culpa de estarlos exponiendo de ese modo -Entiendo si quieren irse, no… no sabía que iban a estar esperando… ¿Están bien? -pasó distraídamente sus dedos por ambos ojos, secando las lágrimas de impotencia que querían escapar de ellos. 

Se dejó caer un segundo, apoyando la espalda en una de las paredes, sentándose en el suelo, empezaba a sentir el dolor en su propio cuerpo. 
 

 

[Cillian Haughton]

Hito 1 (post 1 curación)

Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn

 

No habían logrado salir victoriosos de aquella primera lucha, las abominaciones parecían no tener fin aún cuando al principio solo parecían ser 20 de ellas. Cillian ahogó un grito de dolor sentir el primer ataque. Y luego vino el segundo, de seguir así perdería en aquel lugar así que tenían que huir momentáneamente de la lucha, necesitaba curarse para volver a la acción.

Fue detrás de sus compañeros, al llegar fue Mica quien se encargo de curarlos, por lo menos aquellas heridas que parecían más graves. ¿Qué debían hacer ahora? ¿Volver a la lucha? – Curación – murmuró apuntando su varia hacia el mismo y después utilizo un Episkey en Mica y otro Episkey en Illidian, logrando así que estuvieran un poco más preparados para volver a la acción.

- No creo que sea buena idea retirarnos, debemos llegar hasta el final de esto… ¿Qué va a pasar con el mundo mágico si dejamos que el inquisidor avance más con su plan? – no entendía nada, pero sabía que de dejar que toda aquella historia avanzara estarían un poco peor de lo que estaban actualmente.

Desvió su mirada hacia Illidian y luego volvió a centrarse en Mica, ¿estarían de acuerdo ellos en seguir? Mica parecía segura e Illidian, Cillian estaba casi seguro de que aquel hombre iría a donde la Gryffindor fuera.

[Illidan Burke]

Hito 1 (post 1 curación)

Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn

La batalla era épica, los hechizos volaban en todas direcciones, impactando en las paredes, haciendo saltar pequeños trozos de piedra hacia todos lados. Los tres fenixianos contra una veintena de sombras desconocidas. Se sentía vivo, y podría decir que casi enamorado. Aunque su atención no estaba centrada solo en Mica, también en Cillian, que mostraba una destreza superior a la de él. 

Escucho la voz de la Gryffindor y la siguió hasta el pasillo. Se posó en la pared del callejón, varita en mano, con el pecho inflado por la agitación, se sentía excitado. Ansioso, quería volver a la batalla. No llegó a darse cuenta de que estaba malherido, a causa de la adrenalina que corría su cuerpo, no hasta que mica haría una curación sobre él, para luego curar a Cillian y dejarse caer en el suelo, con lágrimas en los ojos.

Illidan abandono la pared sintiéndose mejor, en lo que recibía otra curación de parte de Cillian.Episkey pensaría sobre mica, y otro Episkey sobre él, ahora los tres se veían mejor. - ¿Qué haces? - Pondría su mano sobre el mentón de la Gryffindor levantando su mirada, obligándolo a mirarlo.

Ella era la más fuerte de los tres, no permitirá que se venga abajo. - Si salimos viva de esto te propongo matrimonio... - Diría esperando devolverle las fuerza. - Y a ti... - Miraría a Cillian. .- No se que prometerte... - Volvería al muro y echaría una mirada hacia el campo de batalla, varios de ellos estaban peores que ellos tres.

- Les estamos dando una paliza... - Bromearía intentando levantar los ánimos. - Vamos a partirles la cara... - Agregaría más eufórico que antes. 

Editado 6 de Septiembre del 2021 por Illidan Black Lestrange

[Malum Luxure]

Hito N°1

~Denebola y el titiritero~

Era la primera vez que me lanzaba a la aventura, aunque este cuerpo estaba acostumbrado a estos ritmos, no estaba muy segura, mucho menos si esto implicaba a la bisabuela de Lady, pero ciertamente yo no soy ella y nadie tiene por que saber que yo estoy aquí, el antifaz sobre el rostro me protegía, aun así no era la máscara concreta, de ser necesario la utilizaría pero por ahora esto serviría. 

-Bueno señor Lycan ya me encuentro aquí...qué le parece si empezamos la fiesta?.- Caminé llegando a él, aunque me apuntara sabía que me necesitaba, poco o mucho no importaba. -El infierno de ellos será nuestro cielo?...dejemos de posponerlo.- Baje la capucha de mi capa de viaje y camine hacia la puerta.

Tome mi varita con mano firme, "Angis" varita de Lady se sentía muy bien en mi mano, es cierto que la varita elije al mago o a la bruja, pero nosotras éramos una y la mía original fue enterrada con mi cuerpo original luego de mi muerte mortal.

-Bombarda!...-Apunte a la entrada gritando con fuerza, si quería atención esa seguro que la conseguiría. -Expulso!.- Lance el primero objeto que tuve a mi alcance luego que entrar por aquel enorme agujero te dejó mi primer hechizo, esto se sentía también que no me importó que fuera una mera estrellada contra la pared. -Glisseo!.- Apuntando ahora si a la primer escalera que tenga a mano, el revuelo era evidente, con yo soy el frente esperaba que mi cómplice nos protegiera, todo esto es tan nuevo que m se como manejarlo. -Incendio!.- Las llamas mantendrían entretenidos a los magos así que las apunté contra las paredes llenas de carteles, era preciosa verlas arder en llamas, con se las devoraban rápidamente, esto era electrizante y no podía detenerme. -Reducto! - Había vuelto a explotar algo pero no prestaba mucha atención, tal vez era una mesa o una estatua, en realidad daba lo mismo. -Avis! - transformé una silla en un extraño ser con piernas y ojos que empezó a saltar por todos lados.

Esto era un caos hermoso, de fuego y escombros, tome un respiro preferí usar un Repulsor de forma no verbal que nos protegiera a ambos que los ataques que podrían llegar, sinceramente debió ser lo primero que hiciera pero la ansiedad de destruir fue mayor, sumando a una Proyección mágica que sería de gran ayuda contra la pared que amenazaba con caerse, esto me estaba sirviendo de práctica así que utilice Disparo de flechas contra cualquier cosa que se moviera que no fuera mi compañero.

-Detritus!- Fue mi última jugada por ahora, esperaba que Azrael me dijera que hacer, pues me gapdaga que había sido desordenado lo mío pero bueno tengo que tener en cuenta que hace 100 años no tomo una varita.

--------------------<3 Malum Luxure.

[Cillian Haughton]

Hito 1 (post dos de curación)

Illidian Black Lestrange, Mica Gryffindor, Cillian Ryddleturn

¿Matrimonio? Sonrió.

Pensó por un momento que estaba haciendo un mal tercio en aquel lugar, pero no le importo. Ya estaba ahí, había acudido al llamado de la Gryffindor y llegaría hasta donde ella estaría dispuesta a llegar. Aunque sí, deseaba que Ludwig estuviera ahí también, para el también poderle matrimonio a la persona más importante para aquel en el mundo.

- Tenemos que poner todo de nuestra parte para vencerlos – si bien Cillian pensaba que más bien eran aquellas abominaciones las que les estaban partiendo la cara a ellos, no quiso contradecir al Black Lestrange, era mejor continuar con aquellos ánimos arriba. Se puso de pie, por su parte sentía que sus heridas habían quedado curadas por completo.

- Entonces, ¿si se casan puedo ser el padrino? Igual me conformo con ser solo el pajecito y estar en el evento.

Tomó su varita una vez más y se dispuso a volver al lugar de la pelea. ¿Cuántas abominaciones más habría esperándolos? Tenían que ser fuertes y aguantar hasta lograr atravesarlos y adentrarse en el Ministerio de Magia. Seguro dentro habría algunos problemas mayores que afrontar, pero eso ya lo verían más tarde. Comenzó a caminar de nuevo hacia la calle que se dirigía al Ministerio y se detuvo solo a un par de pasos del final de callejón.

- ¿Vienen o necesitan un segundo a solas?