El nuevo Ministro de Magia

[Illidan Burke]

Hito 3 - Sala de los Cerebros (2).

La pecera gigante seguía lanzando columnas de humo en todas direcciones, caían en el suelo, en forma de personas o recuerdos del pasado del Black Lestrange. Miedos, inseguridades, afloraban delante de él, lanzando críticas, reclamos. Incluso miedos de su infancia. El pánico lo recorría por completo.

"huye" "huye", pensaba pegando la pared a la puerta, masajeando su pecho, en un intento desesperado de que su respiración mejore, pero su pecho seguía cerrado. Su lengua se entumecía, le faltaba el aire, estaba perdiendo el control, la cordura, mientras aquellas voces seguían atacándolo.

Sintió que la sala rectangular temblaba, los candelabros de oro se agitaban sin cuartel, los escritorios temblaban en su sitio. "Tengo que salir de aquí", se repetía, intentando entender por qué su magia lo había abandonado, que le daba vida a esas sombras que lo atacaban. 

[Cillian Haughton]

Hito 3

Había pasado ya bastante tiempo desde que habían ingresado al Ministerio de Magia después de vencer a las abominaciones que custodiaban la entrada cuando por fin lograron superar la zona protegida por los Redentis. Habían llegado al Departamento de Misterios, aquella zona del Ministerio que Cillian no había tenido tiempo de visitar ya que solo magos autorizados tenían acceso a ellos.

Pero el peligro no había terminado y así quedo claro cuando llego el momento de ocultarse… Y con ello, también el momento volver a separarse de sus seres queridos. No sin antes tener un último momento con su amado, el cual le entrego una pequeña caja y pidió que no lo abriera hasta salir vivos de aquella situación.

En ese momento, Cillian pensó que el corazón se le saldría. Imaginaba el contenido que podría tener esa pequeña caja, pero no lo tendría por seguro hasta que lograran terminar con El Inquisidor y salieran con vida del Ministerio, pero… ¿Podría hacerlo? No pudo explicar bien que ocurrió a continuación, pero en ese momento todos se separaron, él se quedo ahí por un par de segundos más hasta que vio a un troll dirigiéndose directamente hacia a él.

¿Qué demonios pasaba en ese lugar?

Siguió a la primera persona que se cruzo por su mirada, Thanatos. No sabía hacia donde se dirigía y el desconcierto que le había causado la situación previa no le permitió saber exactamente quien había ido por ese camino. Pero al final terminó adentrándose en La Cámara de la Muerte del Departamento de Misterios.

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Hito 2 — Dado para finalizar

[Malum Luxure]

Hito 3 "Cámara de los cerebros"

Con los otros ahí una especie de vapor o humo nos sorprendió, al ver que se apagaba la varita intenté usar la mía pero no funcionó, los nervios me empezaron a dominar, por qué a pesar de que lo intentaba no podía lograr que ningún hechizo funcionara, me bloqueé por completo dejando que mi ira me llevara por completo. Di pasos decidida y tomando una silla reventé el estanque liberando aquellas criaturas.

Al notar la magnitud de error retrocedí a la puerta, ya era tarde aquellos órganos se retorcían avanzando hacia nosotros, no había escuchado la voz de los otros magos, estaba segura que me lo habían advertido pero por impulso no había hecho caso alguno. 

Entonces en un pestañeo todo se desvaneció, cuando abrí los ojos estaba en el medio de un bosque oscuro, frente a mi los restos del horrible ritual en el que le entregué mi vida a Lucifer a cambio que salvara a mi pequeño e inocente Alaric, me hallaba en la tierra fría lo que me llevó a ponerme de pie con dificultad, mi cuerpo era el de los 16, tan delgado y débil como antes de mi muerte.

-Mírate que fracaso eres...deshonraste a tu familia de todas las maneras posibles.- Dijo una voz detrás mío, la conocía perfectamente, así que me fui girando lentamente. -No solo escapaste y te fuiste con un hombre mayor que tú, fuiste capaz de volver esperando un hijo suyo...menos mal que me deshice de ese bastardo. -Prosiguió hablando como si no importara el dolor que estaba revolviendo en mi interior.-Por suerte te encontré y ahora ya nadie se interpondrá entre tú y la boda con tu primo...él si es un sangre pura totalmente digno...- Mi padre no se había dado cuenta de toda la furia que sentía realmente dentro de mí corazón así que siguió hablando.

[Cillian Haughton]

Hito 3

Apenas entrar en La Cámara de la Muerte del Departamento de Misterios la tenue oscuridad que rodeada la entrada de este se volvió completa. Cillian no podía ver nada así que perdió a Thanatos de vista, la oscuridad era tan absoluta que aún cuando logró ver luces en algún punto de la cámara no logró saber quien más estaba en aquel lugar, era como cada uno estuviera en su propio espacio temporal sin poder mezclarse entre ellos.

Cillian dejó escapar un suspiro, daba un paso tras otro hasta que, sin esperarlo, un gran arco de piedra se ilumino en el medio de aquel lugar. ¿Qué era aquel lugar? ¿Qué tantas cosas habría en su interior que podrían poner en peligro su vida? Acarició la caja en su bolsillo izquierdo, tenía que ser rápido si quería salir con vida de aquel lugar. Se dio media vuelta, evitando aquella extraña piedra. ¿Hacia donde debía ir? No podía ver nada a su paso. Tomó su varita de nuevo y murmuró —Lumos —logrando así iluminar, aunque fuese solo un poco su camino.

— Vamos, Cillian, vamos… Tienes que volver con Ludwig y Ashley. Tiene que salir con vida de este lugar.

Tenían que hacerlo.

[Malum Luxure]

Hito 3 "Cámara de los cerebros"

Le miré apretando los dientes mientras él seguía parloteando sobre los sangre pura, que no le diríamos a nadie sobre mi hijo, de lo mucho que me odiaba y que esperaba que por lo menos siquiera para afianzar los lazos de negocios con mis tíos y otros, nunca le importó el desprecio que yo sentía por esa gente...su gente, la que vive de las apariencias, del apellido y las est****as creencias.

Yo había cambiando tanto, ya no tenía 16 años, había vivido tanto tiempo encerrada en un cuerpo que no era mío, había salvado a mi hijo y él me había salvado a mí, me dio la oportunidad de sentir la vida por medio de Lady...hasta que me canse verla desde sus ojos y decidí hacerla mía, experimentar todo eso por mí misma.

Pensé que hacer puesto que mi padre se había empezado a acercar y eso no me gustaba para nada, con este físico estaba claramente en desventaja, la magia era mi única opción...pero yo no tenía varita a la vista, puede que este ser despiadado me la quitara otra vez, sin embargo lo intenté, un hechizo no verbal pero funcionó...estaba atrapada aquí.

Captura

Sigo prisionera.

[Cillian Haughton]

Hito 3

Cillian no había notado el gas que estaba respirando desde su entrada al Departamento de Misterios y no fue hasta que su varita se quedó de nuevo a oscuras que lo hizo. Al parecer aquel gas debilitaba su poder mágico hasta el punto de volverlo nulo así que estaba de nuevo a oscuras. Dejó escapar un suspiro, estaba tan cerca de lograrlo. Volver a estar en completa oscuridad volvería su avance lento una vez más y quizá lo afectaba también de alguna otra forma, pero continuo en la búsqueda de la salida de aquel lugar.

¿Qué sería de los demás que se habían adentrado en aquel? ¿Qué sería de Ludwig? ¿Contra qué habría tenido que enfrentarse él? Fue durante esas pequeñas preguntas que escuchó la respiración agitada del Troll que iba detrás de él al principio o quizá era otro. ¿Cuántos de ellos habría soltado El Inquisidor? En aquel momento Cillian no sabía que había alguien más “controlando” lo que sucedía en el Ministerio de Magia.

Pero si llegaba a descubrirlo en algún momento aquel mago tendría que atenerse a las consecuencias. ¿No se suponía que estaban todos en contra de El Inquisidor? Los acelerados pasos de Cillian tratando de evitar cruzarse con el troll lo llevaron a encontrar la salida sin esperárselo. Y apenas cruzar la puerta se encontró con Ashley sentada a un lado de la puerta.

— ¿Estás bien? —Preguntó a la chica al mismo tiempo que se lanzaba hacia ella para darle un abrazo—. ¿Sabes algo de Ludwig?

En aquel momento comenzó a sentir como el poder mágico que el gas le había hecho perder, volvió poco a poco a él.

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Dado para finalizar hito.

 

[Goderic Slithering]

Hito 3: Sala del Tiempo

James Wyclif

Se siente extraño dentro de la sala del tiempo,  no sabe el porqué pero siente un nudo en su estómago. Él, un vampiro, hace muchos años había perdido la noción del tiempo. No obstante, dentro de aquella sala no podía engañarse: extrañaba que el transcurso del tiempo afectase a su cuerpo. Haber aprendido a vivir con su vampirismo, no significaba que en una parte recóndita de su ser no deseara envejecer y vivir como un ser humano normal.  

Realmente no sabe si es por aquel sentimiento de nostalgia que lo invade, pero no entra en pánico ni intenta huir de aquella trampa y actúa con tranquilidad. Además, no tiene magia así que, al menos que un ser externo lo ayudase, no veía una forma simple de salir de allí. Camina lentamente por la habitación buscando alguna salida alternativa, algún ducto de ventilación o algún compartimiento secreto que resultaba común en un lugar como aquel. Aunque si encontraba algo más, como un giratiempos o una investigación secreta del ministerio tampoco se quedaría con las manos quietas y terminaría cayendo en su bolsillo.

No avanza mucho cuando un aire distorsionado detiene su caminar. Luego de un tiempo, el aire distorsionado cada vez parecía más un portal. Ahí lo ve, una escena que vivió hace mucho tiempo atrás, solo que ahora era un mero espectador, un vigilante. La batalla en Manzikert, aquella donde perdió su vida y recibió su vampirismo, se presentaba frente a sus ojos como si fuera un recuerdo pero sabe que no lo es. Sabe que lo que ve es una distorsión temporal, porque puede ver escenas que no pudo haber visto como participante de ella.

Nota un movimiento, avisando que no se encuentra solo en la habitación. Sin embargo, no le presta mayor atención. No nota una intención asesina, por lo que debe haber sido otro incrédulo que cayó en la trampa como él. Ambos sin magia ¿qué daño podría hacerle a un vampiro? Sin embargo, la razón principal para su desinterés, era el letargo que le había producido adentrarse en los recuerdos de hace tanto tiempo atrás.

El tiempo era interesante, uno podría tratar de huir de él pero siempre lo alcanzaría. James, se encontraba observando su pasado transcurrir delante sus ojos. Perdido en el “que pasaría si...” ¿Qué hubiera pasado si se hubiera lastimado y no hubiera sido seleccionado para participar en la guerra? y, con solo aquella pregunta en su mente, deja de ser un simple vigilante ya que la escena cambia, mostrándole otra realidad.

[Balderik Von Alexandros]

Hito 3

Post 2

Kraven Von Alexandros 
Sala de los cerebros 

El pasillo estaba débilmente iluminado, pero suficientemente para ver lo que sucedía a su alrededor. Ya  no tenía los poderes del Clan, por alguna razón la magia había desaparecido de este lugar. Intento conjurar un alumnos con su varita pero no funcionó, así que se apresuró a salir de ese lugar lo más pronto posible, sin magia se sentía desnudo, desprotegido, vulnerable. Kraven dobló por un corredor cuando escucho delante de él, sonidos similares a cosas o personas abandonando una piscina o saliendo del agua. Apunto con su varita pero no funcionaba ya que intento conjurar un "Homenun Revelio", ni siquiera enano una misera brisa de algo. 

De pronto algo golpeó en su espalda,  seguido de su brazo. Al mirar deprisa supo que estaba en algo totalmente perturbador, algo que no entendía, un cerebro con tentáculos tomaba su brazo  izquierdo  donde sostenía su varita y otro se movía por su espalda com lentitud. Intento quitárselo con fuerza —¿Pero que #$%^ es esto? — Expreso furioso Kraven al sentir que esas cosas empezaban a apretar su cuerpo. Enseguida otro cerebro saltaba de un estanques y tomaba su pierna  derecha, seguidao de otro encima de él  por su cabeza. Comenzo a correr y tratándose de quitar los cerebros y supo que estaba  en serios problemas, porque comenzaba a doler en su cabeza, cuerpo y manos donde le sujetaban los cerebros. 

"¿Porque peleas? " Se escuchó decir en su mente, pero seguía doliendo mientras se quejaba y corría por los pasillos buscando la salida. 

"Solo duerme, déjate seguir, no pasa nada "

La voz en su mente estaba en lo correcto, se sentía cansado y poco a poco dejaba de pelear con los cerebros. Quería dormir, quería acostarse allí mismo en el suelo y descansar un buen rato. Más cosas salían de los estanques verdes y viscosos, pero eso ya no le importaba al Alemán, que puso una rodilla en el suelo y luego la otra, estaba a punto de acostarse cuando algo en su mente pasó.

"¡Despierta, Sal de ahí! ¡Quitate los cerebros! ¡Hazlo! " Esa voz no era suya, si no de una mujer... no le reconocía pero algo en ella le hizo parpadear. Se levantó del suelo furioso y golpeó a los cerebros con paredes y el suelo. Los cerebros reaccionaron con ímpetu y ahora sentía correr por su cuerpo algo viscoso de sus tentáculos. Imágenes en su mente se muerte y dolor, miedo y angustia sucedían tan fuera que parecía  tan reales e  su mente. Los cerebros estaban tratando  de apoderarse del Von Alexandros a como diera lugar. Era claro que había caído en una trampa del inquisidor cuando encontró la salida bloqueada por docenas de cerebros en lugares altos y en el suelo. 

[Goderic Slithering]

Hito 3: Sala del Tiempo (todavía atrapado)

James Wyclif

 

El hombre al que observa a través de la distorsión, se veía prácticamente igual a él. La gran diferencia entre ambos, eran unos trozos de madera alrededor de su pie izquierdo sirviendo de férula. Acostado en una cama de paja dura y seca, observa el techo algo disgustado por perder la oportunidad de ir a la guerra. Claro, pondría en riesgo su vida en una batalla que no era suya pero la paga sería suficiente para poder cuidar a su madre cansada. Incluso si moría peleando, su familia recibiría compensación suficiente para poder ahorrar y llevar una vejez digna.

Los días pasan rápido y, poco a poco, comienza a recuperar su movilidad. Logrando ayudar con los deberes domésticos y, en menor medida, en el trabajo de su padre granjero. En aquel fatídico día, el canto del gallo llega con anticipación. El cielo, que originalmente era oscuro, se ilumina con un brillo rojizo. En el horizonte se ve y escucha el sonido de caballos galopando y James lo sabe. La guerra ya había alcanzado a aquel pueblo sin importancia. Habían perdido la batalla a la que debió haber ido.

El mago que vigilaba su vida en otra temporalidad, aprieta sus manos al observar ese pasado que le resultaba tan extraño. Sus dientes castañean por la tensión y fuerza que ejerce su mandíbula. Sabe que ese pasado no es suyo, sabe que podría ser un invento o una simulación. No sabe lo que es, pero quiere convencerse de que no es real. Sin embargo, el dolor de ver a sus padres morir por una espada desconocida si es real. Sus padres, unos aldeanos sin relevancia mayor, unos simples granjeros pobres que trabajaban duro cada día para poder sobrevivir eran desmembrados por unos soldados que, probablemente, también eran tan pobres como ellos y asesinaban como una forma de sobrevivir. Misma forma de supervivencia que él anhelaba hace unos días atrás.

Algo dentro de él le dice que debe dejar de observar el pasado, que no se debe obsesionar con lo que pudo haber sido o con lo que fue. Sabe que debe seguir, buscar una forma de salir de allí y retomar su camino hacia su misión, pero no puede. El tiempo, aquel viejo amigo con el que se había separado siglos atrás venía a recobrar deudas viejas y no planeaba soltarlo tan fácil. Cuando uno vive más de 900 años, no podía tener solo un arrepentimiento. Ese era el precio por sobrevivir tantos años.

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Dado para finalizar (y no poder xD)

[Balderik Von Alexandros]

 Captura dado de Hito 3 fallida salida

 

Hito 3 
Post 3

Kraven Von Alexandros 
Sala de cerebros 
Aún prisionero

 

 

Su mente comenzaba a proyectar alucinaciónes de lo más tenebrosos. En uno tenía en su mano llena de sangre pero frente a el yacía el cuerpo de su hija sin vida he inerte. Alrededor de el lo que era una ciudad estaba en llamas y caos, gritos por todos lados mientras se escuchaban explosiones en los alrededores, pero el castaño sólo pensaba en una cosa, en su hija frente a él sin vida. Cuando pestañeo volvió a estar en esa sala rodeado de esos cerebros por doquier, moviéndose lentamente, arrastrándose con los tentáculos tratando de alcanzarlo. Quiso levantarse y huir pero de nuevo parpadeo. Una nueva alucinación ahora se proyectaba, 

<< —Sabes que fallaras ¿verdad? Aquello no puede durar por siempre — Decía la persona detras a él, con traje militar de la Cancillería de magia Alemana. Mientras el Kraven observaba desde los ventanales de su oficina la ciudad de Berlín a su alrededor. 

—Los muggles nazis lo sabían, incluso ellos le tenían tenían temor, lo despojaron de su poder cuando se enteraron de la magia, incluso experimentaron con magos, los pocos que pudieron capturar y tu lo veneras como ellos veneraron a su líder muggle Nazi. Y sabes cómo terminaron — Decía esa persona mientras Kraven se giraba y se sentaba en su silla. 

— En la segunda guerra mundial muggle cometieron muchos errores que nosotros no haremos, créeme podré con ello y una ves que lo hagamos el mundo será nuestro. —

—Es tu vida Kraven, pero juegas con las vidas de los demás magos Alemanes, han perdido demasiadas guerras, incluso mágicas, no perdamos otra. — >>

Desperto de aquel sueño y en su cuerpo estaba plagado de cerebros tratando de poseerlo. Kraven se levantó de prisa como pudo, arrojando algunos cerebros cercano a él. Sin darse cuenta se golpeó con un estanque de agua color azul, donde unas gotas mojaron a un cerebro y este comenzó a chillar de dolor con un ruido indescriptible y se soltó del castaño. Entonces la suerte le favorecía, sin dudarlo derramo más de ese líquido azul en el piso y en alguno de los cerebros en su cuerpo. Lentamente comenzaron a soltarlo aquellos cerebros que no estaban mojados. Los que había rociado con ese líquido de prisa se soltaron y cayeron al suelo arrastrándose lejos del líquido azul. Había una posibilidad  de salir de allí aún con su conciencia o vida. Maldijo al departamento de misterios y en las cosas desconocidas en las que trabajaban ellos.