El nuevo Ministro de Magia

[Thanatos L. Lestrange]

Hito 4
Thanatos Snape
Alyssa Black Triviani
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La puerta se abrió ligera y del pasillo llegó una brisa helada. Algunas antorchas apagadas habían vuelto el departamento en una mazmorra escalofriante. El silencio, casi mortuorio, acuchillaba los nervios. Sus pasos al adentrarse hacían eco, una respiración a no mucha distancia de allí lo alertó.

- Lumos - murmuró mientras alzaba la varita a la altura de sus ojos. Notó una cabellera rojiza y descubrió que se trataba ni más ni menos que de la viceministra italiana. Estiró una mano para ayudarla a enderezarse. Volver a tratar con personas vivas era algo que a uno le engrandecía el espíritu. - Ese cabello ha visto tiempos mejores, señorita Triviani. De todas f... - su cabeza se inclinó para adelante en el momento en que recibía de lleno un golpe en la nuca. Rodó en el suelo antes de ver a una de las abominaciones sobre él.

 Con su mano derecha sostenía aún la varita, atrapada para no apuntar, mientras que su mano izquierda contenía el ataque. Con una habilidad digna de su juventud, soltó la varita y, mientras giraba su cuerpo, golpeó al engendro en las costillas. No salió ningún ruido más que aire de ese ser, pero el impulso le dio el tiempo suficiente para estirar su mano hacia la varita de nuevo. Cerró los ojos por el esfuerzo.

- Sectumsempra. - incluso a través de los párpados logró ver el destello verde. Sintió como el cuerpo, abalanzado por encima suyo, caía con todo su peso, convulsionando mientras su sangre empapaba la túnica del mago. Le quitó el aire por un segundo hasta notar que otro se abalanzaba por la espalda en dirección a Alyssa - Avada Kedavra! - el rayo esta vez se mostró en todo su esplendor. Una ráfaga de venas luminosas que se entrelazaban en camino a su víctima pasó a solo unos centímetros de la pelirroja y se estrelló de lleno en el pecho del mutante, que abrió sus ojos con sorpresa justo antes de desplomarse como un muñeco de trapo.

- Tenemos que seguir. - apuró a la bruja, agitado, mientras se sacaba el mutilado cuerpo de la abominación con algo de asco - Tenemos que encontrar a los otros... Tergeo.- con un movimiento de la varita, limpió los restos de sangre que bañaban su ropa.

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Puntos Mágicos: 20
Abominaciones muertas: 2

[Alyssa Black Triviani]

Finalización del Hito 2

 

Hito 4

Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani

 

Se había perdido. En su intento por evitar a los Redentis no había prestado atención a por donde iba, y entre tanto pasillo ya no sabía donde estaba la puerta a la sala circular. Justo en ese momento dobló a la derecha y, por fin, allí estaba la gran puerta negra que estaba buscando. Corrió hasta la misma tirando la precaución al viento, sin siquiera mirar atrás cuando abrió la puerta y se deslizó al interior de la habitación circular cerrando la entrada tras ella. Al instante el lugar comenzó a girar con rapidez hasta que la Black no podía distinguir por donde es que había entrado, cuando la sala se detuvo decidió elegir al azar pues, al fin y al cabo, era la única opción que le quedaba. 

Abrió la puerta que le quedaba más cerca y del otro lado encontró uno de los lugares más extraños, una sala repleta de cerebros dentro de frascos llenos de un extraño líquido. La entrada se cerró nuevamente tras ella dejándola sola en la habitación, presentaba una tenue iluminación proveniente de los mismos cerebros flotando en los frascos, y del otro lado de la misma podía ver otra puerta y ésta se encontraba ligeramente abierta. Alguien ya había pasado por esta habitación.

Alyssa entendió de inmediato que había llegado tarde, pero esperaba poder coincidir con sus compañeros a la salida de esta sala. Corrió hasta el otro lado de la sala y salió para encontrarse de cara con un ejercito de Abominaciones, lo que le hizo detenerse abruptamente apenas salir de la Sala de los Cerebros. En ese momento se sobresaltó al percibir una luz de varita iluminándole de su izquierda y las inconfundibles palabras de su compañero Thanatos, pero cuando se giró para dirigirse a él contempló con horror como el Snape era atacado por un par de Abominaciones. Alzó su varita dispuesta a ayudarle, pero justo en ese momento otras dos Abominaciones se dirigían directo a ella. 

- ¡Flechas de Fuego! – exclamó apuntando a sus atacantes. Los filamentos de fuego salieron de su varita y prendieron fuego las vestimentas del par de Abominaciones, consumiéndolos en llamas. Cuando se giró para buscar al Snape se dio con que él también se había librado de sus atacantes, le ofreció una mano para ayudarle a ponerse en pie. – Si, pero no te descuides, creo que vendrán más de estos antes de que podamos encontrar al resto de nuestro grupo… 

 

 

Off:

Puntos Mágicos: 70

Abominaciones muertas: 2

Total de abominaciones muertas por equipo: 4

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[Adrian Wild]

Hito 3 — Sala de las Profecías

 

Oía las voces y respiraba aquel gas. No, ojalá pudiera considerar que todo aquello era una ilusión de Mackenzie, pero no. Tampoco perdí el detalle de su mano cerrándose alrededor de su tobillo y aquella mueca de dolor. Tenía frente a mí a una bruja poderosa que se había hecho daño y parecía que fuera una niña que no sabe qué hacer cuando eso ocurre, que no conoce todavía las herramientas para valerse por sí misma. Y yo parecía el niño que la mira atolondrado sin saber qué hacer, qué decir, o cómo reaccionar, porque tampoco cuenta con esas herramientas. Porque no teníamos magia.

Al menos, sabía mi nombre. Y tenía una teoría sobre qué era lo que nos estaba haciendo perder la magia. El gas. Un gas neutralizador. Aquello era una locura.

— Pero... ¿Cómo? ¿Cómo ha conseguido el Inquisidor crear algo tan potente como un gas que neutralice al instante la magia?

Por un instante, temí que aquella mujer tuviera la respuesta. Si algo había aprendido durante tantos y tantos años, era que siempre existían círculos de poder en las altas esferas que se escapaban del control de los demás, siempre entre las sombras, siempre llevando a cabo prudentes, discretas, pero fuertes estrategias. Quién me decía a mí que aquella mujer de la alta sociedad mágica no pertenecía a una de esos círculos, tan desconocidos, que ni en mil años de vida podría llegar a intuir.

De cualquier modo, allí estaba conmigo, igual de encerrada que yo, e igual de indefensa. Seguían escuchándose cristales romperse, las voces cada vez eran más fuertes y yo no podía descifrar nada a través del olfato. Aquello sí me resultaba extraño.

— Debemos avanzar. Tiene que haber una forma de salir, y debemos evitar que todas las profecías se pierdan, Mackenzie. —Dije aquellas palabras con un aplomo y seguridad que ni yo mismo esperaba—. Engánchate a mis hombros si lo necesitas —ofrecí, extendiendo mi brazo hacia ella.

La seguridad y el aplomo disminuyeron con aquel gesto, pero de alguna forma prefería pensar que podía confiar en ella y que permanecer juntos, controlándonos o ayudándonos mutuamente, era mejor. Emprendí la marcha, y observé, confirmando nuestros temores, que los ruidos no eran imaginarios. Toda una balda de profecías cayó al suelo en uno de los pasillos que cruzábamos. Me abalancé en el último momento y rescaté una de ellas entre mis manos. No pude evitar leer el pie: «Adrian Wild». Me quedé tumbado en el suelo, con la bola de cristal entre mis manos y los ojos absortos en la neblina de su interior.

El pasillo se llenó de voces que entremezclaban palabras y frases, en un estallido de humo azulado luminoso.

[Thanatos L. Lestrange]

Hito 4

Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani

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- Parece que ya nos descuidamos demasiado - sentenció el Snape mirando a su alrededor. El lugar estaba deshecho, y aquí y allá había restos de encarnecidas batallas. Los hechizos habían hecho añicos parte del antes impoluto departamento, destrozando las paredes de mármol y el ínfimo decorado que las surcaba.- ¿Pero qué m*** está pasando aquí?

 El quejido del final se hizo eco a la distancia. Notó su error y tragó saliva mientras apuntaba a los pasos que ahora golpeaban el suelo, acelerando diligentemente al tiempo que subían en volumen.

- Ahí vienen. - al fondo del pasillo, doblaron el recodo un par de abominaciones, vestidos igual que los ya caídos. Al verlos en el haz de luz, comenzaron a lanzar rayos hacia el dúo. Tomó a Alyssa por el brazo y la corrió tras una columna. Asomó la varita y sin un destino claro pensó.- Seccionatus - las medias lunas recorrieron el aire cortándolo. El silbido se detuvo en seco para dar paso al gorgoteo de gargantas cortadas intentando respirar. Había acertado. Los rayos pararon un instante.

Al asomarse, vio que los dos magos de adelante habían caído y algunos de los que corrían tras ellos se ocultaban tras sus cuerpos muertos mientras seguían avanzando.

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Puntos Mágicos: 20
Abominaciones muertas: 2
Total de abominaciones muertas por equipo: 6

[Alyssa Black Triviani]

Hito 4

Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani

 

El Snape apenas se había puesto de pie cuando tomó del brazo a la Triviani, arrastrándola consigo hasta esconderse detrás de una columna. Nuevamente tenía otras dos Abominaciones encima de ella, y no podía contar con la ayuda de su compañero puesto que él también se encontraba bajo ataque.

- Cinaede – siseó dos veces la Triviani dirigiendo el veneno a sus atacantes, ambos reaccionaron de inmediato llevando una mano a la garganta y tratando desesperadamente de respirar, pero con sus vías obstruidas eso no sería posible. - ¿De donde diablos salen tantos de estas Abominaciones? – preguntó a Thanatos buscándolo en la penumbra – ¡Parecen nunca acabar! – exclamó la Black asomándose de detrás de la columna para analizar la situación. 

 

Off:

Puntos Mágicos: 70

Abominaciones muertas: 2 

Total de abominaciones muertas por equipo: 8

[Thoth]

Hito 4

*Balderik Von Alexandros 
*Luke Abbot
 *Malum Luxure
 *Azrael Licaon
*Ada Camille Dumbledore

 

El egipcio seguia su rumbo con una gran determinacion,  en el horizonte observa a un mago @ Balderik Von Alexandros  y nota como una abominacion se encontraba en su contra, este dudo por algunos segundos en ayudarle, pero en vista que esas criaturas se encontraba sueltas y era un peligro era mejor eliminarlas, este no le importaba si luego esa persona seria un riesgo. 

 

-Disparo de Flechas de fuego.-

 

Y una rafaga salio disparada para matar a ese aliado del inquisidor, a pesar que si bien el mago pudo o no colaborar en su creacion,  este le era util en ese momento destruirla a toda costa y para eso seria necesario tomar los refuerzos que consiguiera por el camino, aunque si luego fuera UN estorbo le mataria sin dudarlo. Sin embargo, mostro ciertas coperacion para ese instante. 

Dado De Hito 4

Multiplicador 130

Dado: 32

Resultado:  Muere 1 abominacion 

Link del dado:https://rolhl.foroactivo.com/t29p150-el-nuevo-ministro-de-magia#3525

 

Hito 1: 2000 galeones + 60 puntos de poder mágico especial + pista sobre la ubicación del inquisidor
Hito 2: 3000 galeones + 10 puntos de poder mágico especial
Hito 3: 4000 galeones + 60 puntos de poder mágico especial

[Ada Camille Dumbledore]

Hito 4

*Balderik Von Alexandros

*Luke Abbot

 *Malum Luxure

 *Azrael Licaon

*Ada Camille Dumbledore

 Empecé a moverme un poco, sentía la luz y el frío de mi alrededor, abrí los ojos y me vi en el suelo del pasillo del departamento de misterios, me senté y recordé lo que había pasado: había escapado de la cámara del espacio y siguiendo a alguien mas. Pero no sabía quien era la persona que había visto, no podría haber imaginado eso y justo encontrar la salida. Mire a mi lado y solo vi el ascensor no me quise arriesgar mas y corrí hacia los ascensores, extrañamente no había un alma por hay, lo que me hacia pensar que justo no era el lugar donde se encontraba el inquisidor. Dirigí el ascensor hasta el piso de la oficina del Ministro de magia, conocía esa oficina, era la oficina de mi tía Sagitas.

Al abrirse la puerta era de esperarse que los redentís estuvieran allí esperándonos, esa era una buena señal de que el inquisidor estaba justo allí, ellos le protegían. Avance sin pensar mucho y enarbole la varita en mi mano izquierda. 

 

-Fuego púrpura

 

La llamarada de fuego salió desde la varita dándome suficiente espacio para avanzar fuera del elevador y lograr avanzar en aquel pasillo. Sin esperar mucho mas y quedándome tras de un muro avance para lanzar mi próximo ataque. Con la varita en alto lance otro hechizo.

 

- Embrujo punzante

 

Logre lanzar a uno de las abominaciones, solo quería llegar a esa oficina pronto.

 

 

 

 

Editado 13 de Septiembre del 2021 por Ada Camille Dumbledore
Resultado del dado

[Thanatos L. Lestrange]

Hito 4

Thanatos L. Lestrange + Alyssa Black Triviani

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Mientras observaba los resultados de su seccionatus, Alyssa desbarató a dos que les tomaban la retaguardia. Se puso espalda con espalda con la pelirroja mientras apretaba con fuerza la varita. Alzó su brazo, rígido como estaba y se preparó para nuevas oleadas.

- Parece que la única forma que tendremos será averiguándolo.- murmuró Thanatos, agotado como estaba. Había quedado exhausto luego de la tortura psicológica de la cámara de la muerte. No le quedaba mucho tiempo para soportar los embates del enemigo. - Avancemos hacia su fuente. - con paso firme y sigiloso, comenzó a adelantarse con la varita en alto hacia el lugar del que los ruidos provenían. Probablemente se cruzaran otros en el camino, pero eso sucedería de todas formas.

 Giraron un recodo y apareció un nuevo par. Esta vez el mago lanzó dos rayos casi por instinto.

- Avada Kedavra! - el verde se reflejó en sus ojos y emitió unos destellos de viejos recuerdos. El cuerpo cayó y la adrenalina recorría desde su cabeza a la punta de sus pies. Una vez más se estaba poseyendo de él esa nostalgia abrasadora.- Avada Kedavra! - esta vez sus cavilaciones le hicieron fallar al objetivo. El rayo pasó casi rozando el hombro derecho de la abominación, dio contra el techo y salió rebotando unos metros hacia delante hasta desvanecerse. 

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Puntos Mágicos: 20
Abominaciones muertas: 1
Total de abominaciones muertas por equipo: 9

[Illidan Burke]

De un momento a otro todo fue quietud, los cuerpos desperdigados por el suelo era unos quince, intentó dejar atrás el momento de adrenalina, mientras que entendía, el importante papel de su hija en todo aquello. Tanto Lud como él, tenían habilidades si, pero sus mejores años parecían haber quedado atrás. 

Sintió el tacto de Mica, el cual lo llevo a la realidad. La observo, lo miraba con ternura, se sintió pleno una vez más. - Estoy bien... ¿Y tu?.- Diría casi en un susurro. - Lo peor debe andar a la vuelta de la esquina... - Diría levantando la mirada una vez más, analizaría el entorno rápidamente. Para luego depositarle un corto beso sobre los labios.

- Ash, estoy orgulloso de ti... - Diría ahora mirando a su hija, la cual estaba siendo elogiada por Ludovico. Cillian recibía a este, momentos después, linda pareja ese par. - No creo que tarden en llegar.... Pero si me están preocupando... - Decía, pensando ahora en los que se estaban retrasando.

Mientras esperaban Illidan tomaría a la Gryffindor por la cintura, con su diestra, quería tenerla cerca, en aquella cámara momentos atrás, tuvo la sensación de que no iba a volver a verla, que el rubio moriría producto de aquella trampa, el más sabor de boca seguía acechándolo. 

@ Ludwig Malfoy  @ Mica Gryffindor  @ Ashley Emily Black Lestrange M.  @ Cillian Ryddleturn

 

[Balderik Von Alexandros]

Hito 4

*Balderik Von Alexandros 
*Luke Abbot
 *Malum Luxure
 *Azrael Licaon
*Ada Camille Dumbledore

 

Sobre el pasillo yacían ya una abominación muerta pero más se acercaban como si supieran que había enemigos por la zona y debían acabarlos. De momento el castaño no se había e contraído con ninguno de sus compañeros pero aseguraba por el ruido en todo el ministerio que estaban peleando contra ellos. De pronto una abominación salió de la nada por un redoble del pasillo. Kraven alzó su varita y lanzo a bocajarro. — ¡Avada Kedravra! — Dijo apuntando al pecho de la abominación. El rayo verde impactó en su pecho dejándolo inerte en el suelo. Por los alrededores se escuchaban gritos de magia y de dolor, estaba claro que al inquisidor tomar el ministerio le habría salido muy caro.

 

Con sudor ya en la frente, sintiendo las secuelas de el ataque de los cerebros en su cuerpo, sentía entumecimiento en cada lugar donde los tentáculos le habían tocado. Las luces parpadearon al unísono de una explosión en el techo del lugar. Kraven se encaminó con precaución porque sentía cerca ya del inquisidor y sus fuerzas. Doblo una esquina donde una imagen le tomó desprevenido y le impactó de pronto. Una mujer yacía en el suelo con la varita de lado mientras una abominación le miraba sin preocupación. Kraven lanzó  un — ¡Crucio! — Para así torturar a la criatura que se tendió en el suelo chillando de dolor. Sin parar seguía utilizando la magia imperdonable ya que ellos tampoco se detendría contra ellos. Estaban en una guerra mágica sin cuartel, en el pasado el alemán no había tenido piedad de sus enemigos, como decían en grandes refranes de la guerra, si personas a tu enemigos al final te colgarán del techo de sus casas. El inquisidor no tenía piedad con los magos del mundo, el castaño no la tendría con él ni con sus secuaces. 

 

Dado Hito 4 dos abominaciones muertas