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El nuevo Ministro de Magia


Mackenzie Malfoy
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Hito 5 – Basilisco 

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La pelinegra no podía apartar la mirada de la prisión de hielo que había hecho para contener al basilisco, no sabía por cuanto tiempo lo podría mantener ahí dado que no era una criatura ordinaria, lo que si sabía es que no podía dejarla en ese lugar en donde podía caer en manos equivocadas. Busco con la mirada a alguien que quizá estuviera compartiendo su misma preocupación o que al menos la pudiera ayudar en lo que planeaba hacer pues no se sentía con las fuerzas suficientes para hacerlo por su cuenta. 

 

—Yo en realidad agradezco la pausa, aunque si, también lo considero extraño—respondió casi en automático pues su mente estaba mas ocupada en buscar un lugar en donde esa criatura no pudiera hacer daño y entonces la imagen de un sótano repleto de artefactos extraños e increíbles lleno su mente, si, podría funcionar, pensó reuniendo fuerzas para ir en busca de Hobb. 

 

—Creo que él —dijo señalando al basilisco —estará mejor en cierto sótano de cierta fortaleza ¿Me ayudas? —le preguntó mientras movía su varita —Patronus—hilos plateados salieron de la varita de Kaori entrelazándose hasta que una serpiente mamba negra se formo por completo —Ella te ayudará a que el portal se abra donde debe — Movió nuevamente la varita y empezó a abrir el portal mediante el Fulgura Nox hacia la fortaleza errante, Vredersbyrd pensó para identificarse como miembro de la Orden Oscura y que no hubiera problemas. 

 

Pronto el portal que el mago y la bruja estaban abriendo fue lo suficientemente grande para llevarse al basilisco, coordinados como estaban lo movieron y cuando estuvieron seguros de que se llevaron a la criatura, lo cerraron. 

 

—Luego nos preocupamos por él... —añadió. 

 

Ahora si podía concentrarse en la Inquisidora y buscar la respuesta al porque, a pesar de que prácticamente la tenían acorralada, no parecía preocuparse, algo se les estaba escapando, no estaban viendo el panorama completo. 

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Hito 5: Basilisco

Había pasado todo como en cámara lenta, el laberinto de bucle infinito había sido un poco confuso pero se había librado, lo del dragón fue un poco peor, entendí que era posible que la criatura esté bajo el control del inquisidor no por voluntad...el sufrimiento de ellas me daba profundo pues había trabajado con criaturas que eran manipuladas por crueles magos con fines perversos como este.

Los vi actuar y preparar tanto ataques como defensas, me sentí inútil por qué me faltaban conocimientos o habilidades, debería empezar a superarme, había magos y brujas con cosas muy buenas a su favor.

Los hechizos a diestra y siniestra iban avanzando rápidamente, el canto de los gallos era ensordecedor, el pobre basilisco había perdido contra el poner unido de muchos, pero eso no terminaba ahí estaba segura que había alguna cosa más...a veces parecía fácil pero no lo era, frene un momento y volví a quedarme un paso atrás estaba hecha un desastre, si voy a morir no va a hacer tan fácil pero si pasaba me iría como la diosa que soy.

Me apoyé sobre una pared saqué de mi bolsillo un labial y me lo apliqué con una lentitud como si estuviera en el tocador de Luxure..."Antes muerta que sencilla" aunque esperaba sinceramente esperaba que no fiambre...yo veo finalmente caer a la bestia y sentí algo de ternura al pensar en mi Cornelia, aquella serpiente dulce que de pequeña no tenía nada héroe era mi bebé.

Volviendo a la situación se podría decir que estamos en la recta final...vemos la luz pero quiero creer que no es la del paso a una mejor vida.

 

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Hito 5: Basilisco

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—Tú lo que quieres matarme

Mientras todo se desmoronaba entiende que, con los ojos cerrados, aún con sus otros sentidos activos es muy peligroso limitarse a esquivar ataques y escombros. Por unos segundos se detiene, en parte de recuperar energía (porque incluso la magia del templo aveces no es suficiente) y en parte para mantenerse a salvo y despreocuparse.

Divine Shield

Siente como su propia energía vital se concentra en la mano izquierda, que es la que tiene libre, y a través de ella se abre paso hacia el exterior. El Divine Shield es una de las defensas más poderosas de los paladines. Está compuesta por el aura de quién la invoca y es más fuerte conforme mayor se la conexión con la magia sagrada de El Templo y con el Mjölnir que descansa inamovible en la Isla de las Tormentas.

El escudo que invoca es lo suficientemente grande y poderoso para protegerlo de cualquier daño físico y mágico. Pero lo es también como para mantener a salvo a más personas. No está seguro si alguien más es cubierto por la divinidad de su manto, pero está seguro que al menos Kaori lo está. Así todas las heridas y el cansancio desaparecen. Se siente fuerte de nuevo, completo.

Fulgura Nox

Normalmente el lugar en dónde se crea el portal no es tan importante. Unos centímetros a la derecha, unos centímetros arriba. No suele ser importante. Pero en ese momento lo es. No tiene idea de si funcionará igual que con la aparición, en dónde un patronus mensajero puede tener la orden de guiarte hacia el sitio al que debes ir. El espacio tiempo se deforma tal cual siempre lo hace cuando aparece un portal. Parte desde un pequeño punto de oscuridad que se extiende hasta tener el tamaño suficiente. Sucede igual, solo que el centro coincide con el punto medio del Patronus de Kaori el cual se desintegra y pasa a formar parte del Portal.

Ambos portales se junta, porque al estar tan cerca deben ser uno. No hay ningún tipo de peligro al crear un portal hacia un lugar tan secreto como lo es la Fortaleza de la Orden Oscura. No es que cualquier persona que no conozca el secreto pueda lanzarse al portal y aparecer en la Fortaleza. No creo en absoluto que sea recomendado saltar por ese portal, las sombras seguramente se encargarían de eliminarte o de enviarte a algún lugar muy lejano.

La Isla, la Fortaleza y el Templo funcionan de una forma muy parecida: los invasores no son bienvenidos, los invasores no pueden burlar las defensas.

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Hito 5: Horcrux

Sus compañeros de bando supieron desenvolverse en forma certera respecto a aquel basilisco que, extrañamente, no los había atacado de buenas a primeras. La Gryffindor no había podido hacer mucho en contra de él, ni tampoco para ayudar, puesto que nunca hubiese sido tan creativa de crear esos portales para enviarlo hacia ¿dónde? Ya preguntaría. 

Ya con eso resuelto, fue el momento de seguir adelante. Buscó con su mirada a todos los que inicialmente emprendieron la misión con ella, y luego a los que se sumaron. Todos parecían estar a salvo y eso la tranquilizaba. Si no podían confiarse, pues seguramente la parte más difícil aún estaba por llegar. 

Fue momento de continuar el viaje, rumbo a la ubicación que ya todos conocían de el inquisidor, aquel sótano que le estaba sirviendo de refugio. No pudo evitar mirar con algo de incomodidad al falso Elvis que los acompañaba, y buscar nuevamente refugio en la cercanía de Illidan para avanzar, habían comenzado eso juntos y se aseguraría de terminarlo a su lado también. 

-¿Estás bien?- indagó en un susurro mientras retomaba la marcha. 

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Hito 5 - Horrocrux 

Me había perdido tanto que no sabía donde estaba Azrael, no lo haga oído volver a hablarme mediante el lazo raro que teníamos y eso me preocupaba, tampoco vi a Ada y si le había pasado algo y yo no sabía? Ahora sí que sentía un peso en el pecho, tampoco sabía nada de los otros dos compañeros, podía notar que varios se conocían pero yo no encajaba en ningún lado, eso me me llena de frustración. Empezaba sentirme molesta.

Mire a Elvis pero no me acerque a él, sabia que tenía una relación de respeto con Azrael según los recuerdos de Lady...no podía llegar de la nada y decirle que era ella por qué ciertamente no lo era, mucha gente se supone que la conoce aquí pero a mí nadie, no sabía si confiar en ellos, aun así seguí adelante, busque un abanico en mi bolso de piel de moke y como siempre dejé los nervios de lado, para caminar como una diva pero también con la varita en mano y con la posibilidad de hacer todo arder si me lo proponía.

Qué iba yo hacer entre tanto extraño...y lo mejor era tratar de resaltar así no fuera por habilidad seria por belleza, empecé a tararear una canción muy suave, casi, Casi inaudible que me permitía no pensar tanto en lo que se venía más adelante.

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Hito 5- Horrocrux

 

La situación no era la más común, magos y brujas habían decidido defender su territorio y su soberanía ante una persona que había entablado una guerra ante los magos y con gran violencia había usado el momento de cambio de mandato para entrar y tomarlo. Nos unimos en su contra para evitar que logrará su objetivo, pero no era nada fácil nos había desafiado con sus abominaciones: seres horribles con magia pero sin ningún tipo de conocimiento conciencia.

En medio del camino me había encontrado con varios conocidos, el mismo canciller Alemán Balderik me había sacado de encima a dos abominaciones, sonreí de verlo vivo y ayudándonos a defender nuestra soberanía, si así hubiera sido entre todos los magos desde el inicio todo hubiera sería perfecto. El Von Alexandros me dirigió unas palabras y le sonreí al escucharlas.

 

- Si bueno, estaba algo aburrida en París y decidí venir a hacer de escolta personal del nuevo Ministro.

 

Solté en broma mientras le guiñaba el ojo, la verdad la gran Bretaña era la patria de nacimiento de mi madre y la defendería como fuese. Lo mire cuando me invitó a salir, hacia mucho que no salía con nadie en particular.

 

- Creo que aceptaré su invitación canciller, después de matar al inquisidor celebraremos con una buena copa de vino y espero que no tenga ningún problema con el vino

Reí de pensar en mi cava de vinos, debía ir a darme una buena tarde en ella y probar un delicioso vino de borgoña en la mesa especial. Me concentre en ver como todas habían salido en la misma dirección y me concentre en que aún debíamos asesinar al inquisidor. Con un gesto de la cabeza mostré a Kraven lo que sucedía y le indique que siguiéramos a los magos.

Seguí la travesía de todos de cerca nos guiaron hasta el sótano allí inicialmente tuvimos que pasar por el laberinto de espejos, deambulamos por el demasiado tiempo. Luego de eso llegamos hasta un lugar donde un monumental dragón custodiaba el camino, unos valientes magos lo derrotaron con habilidades especiales. Avanzando llegamos donde el basilisco, el animal de monumental detuvo nuestro camino y con gran habilidad unos magos lo vencieron usando aves, más exactamente gallos para evitar ser petrificados con su mirada y eliminar al animal. Mientras esto sucedía vi a @ Malum Luxure , acercándome a ella para ver que estuviese bien.

 

-Malum… me alegra que estés aquí, ¿estás bien?

 

Salude a la peli negra con amabilidad. Todo esto era Una travésia pero varía la pena. 

 

 

 

 

 

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Hito 5

Destruccion del Horrocrux 

 

El egipcio habia tardado en salir del laberinto, este ser llevaba prisa y se envolvio una estela oscura, para de esa forma llegar a donde se encontraba el inquisitor, paso por donde se habia confrontado la lucha interminable con el dragon y luego con el basilisco, para asi finalmente darse cuenta que @ Malum Luxure  se podia defender,  ademas se percato de la presencia de @ Ada Camille Dumbledore  y otro seres mas. 

 

En medio del trayecto del nigromante siente una magia oscura, y se detiene bruscamente, en su rostro continuaba su mascara de mortifago con la foma correspondiente a su bando.  Aunque, si bien el senecal de caronte poseia trees, esta era la que empleaba para sus actos con la marca tenebrosa, por eso dando pasos seguro pasa su amuleto del caudex las veces necesarias por su corazón, y así activaria su poder en caso necesario.

 

Este empleo el ataque psiquico con Dumbledore (Ada) y Luxure (Malum), y así solo esos dos seres escucharian su voz. -Tened cuidado, los asquerosos sangre sucia inunda su pestilente aroma por este lugar. - Era posible que ello lo expreso no solo por los seres vinculado a la orden del fenix que pudieran existir, sino por el mismo inquisitor, la cual resulto ser una mujer ¿Pero de donde le vino la magia si es que la tenia? ¿Acaso la robo o como la consiguio? Esto era algo que Lycan pudiera algo de luz, pero este jamas lo haria. 

 

"Debo darme prisa."

 

Penso y el creador del Horrocrux poseia el arma para destruir la ultima proteccion de la Inquisidora, y si con ello lograba matarla sera mas que complacido. Ese artefacto que desarrollo era un safiro dentro un anillo con el simbolo de la marca tenebrosa, pero esa proeza estuvo de la mano con la orientación de la maestra del Puerto, la lider del clan que se habia unido en la filas del legato del Señor Tenebroso. Esto fue como medida de seguridad para sus propias marionetas, es decir, sus Horrocrux con vida.

 

Y la mirada del miamo busco a Toloveus , a quien busco para secuestrar y no diera el anuncio de los votes, alargando el periodo de @ Sagitas Ericen Potter Blue  por El

L rumor de los bajos fondo de que ella fuera una mortifago, aunque era extraño algo de Lycan, y era su relacion con la Marca Tenebrosa porque fue alli donde daria alerta a sus camaradas que la mascara del Titiritero se encontraba en las calles, esto significaba que alguien habia robado la mascara de Demian Luxure del lugar donde se encontraba.

 

-Este sera tu fin.- Siseo en parsel a todos los presentes y comenzo a buscar el origen de esa magia tenebrosa, quizas fuera un Horrocrux y dicha arma destruccion la porto en su mano derecha, el anillo von el simbolo de la marca tenebrosa. Este esperaba que le funcionara con cualquier Horrocrux y no solo los propios. -y nadie olvidara que los seres sin magia son una amenaza, por eso deben ser sometidos a la autoridad y poder de los magos, aunque solo los puros. - dejo de hablar y caminaba lentamente. 

 

--

Off

Dado 7

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Off IMPORTANTE:

Spoiler

El posteo anterior no es válido dado que no habían pasado 5 posteos.

La defensa del Horcrux se reinicia a partir de aquí. El mío es el posteo 1 y la cosa va a así, para que no haya dudas:

Posteo 1: Mío

Posteo 2: xxx

Posteo 3: xxxx

Posteo 4: xxxx

Posteo 5: xxxx

Una vez posteados 5 posteos, se puede tirar los dados, pero no antes de que el posteo 5 haya sido posteado. Es decir, quien lance los dados, deberá dejar la captura en su posteo siguiente. Suponiendo que hiciera el Post 6, la dejaría en ese posteo.

Los 5 posteos entre tiradas son mínimos, por lo que no pasaría nada porque alguien tirara los dados después del posteo 6  y los dejara en el posteo 7. Eso sí, sólo 1 puede tirar los dados para cada tanda. No vale que varios tiren los dados y luego utilizar sólo un resultado. Cada 5 posteos, 1 única tirada.

Sigo con el ejemplo y voy a suponer que por algún motivo se salta un posteo para que quede más claro.

Posteo 6: xxxx (aquí se podía haber dejado captura de dado ya, pero por despiste no se hizo).

Posteo 7: xxxx Con captura de dados.

Posteo 8

Posteo 9

Posteo 10

Posteo 11

posteo 12

Posteo 13: xxxx Con captura de dados. Es decir, hay que contar antes 5 posteos sin captura para poder volver a lanzar los dados.

Espero que ahora se haya entendido, si no, preguntar por el topic off rol.

 

Hito 5

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A duras penas, Sebastian y Vera habían conseguido llegar hasta el Inquisidor. Habían tenido mucha suerte al poder interrogar a una Abominación antes de morir, lo que les había dado una valiosa pista sobre la ubicación de la villana, que los había llevado directo al Departamento de Misterios. Pero allí, toda la suerte que habían tenido al principio se había esfumado.

Desde su experiencia en la Sala del Tiempo, todo había ido de mal en peor. Vera no comprendía casi nada de lo que habían vivido allí dentro, pero si ya Sebastian era un tipo disperso y raro antes de aquello, a partir de aquel momento se había vuelto completamente loco. No comprendía que Mackenzie pudiera tener un amigo tan mal de la cabeza.

Les costó salir de aquella maldita sala y más aún desembarazarse de las mil abominaciones que les salieron al paso mientras se dirigían a toda prisa al lugar donde se encontraba la Inquisidora.

—No puede ser, esto no está pasando. No ha sucedido. —Susurró Sebastian mientras Vera apuntaba con su varita a un hipotético Inquisidor que tan pronto era alcanzado por uno de sus hechizos, se desvanecía y aparecía en otra posición.

—En vez de susurrar idioteces, podrías ayudarme. —Le recriminó Vera a su compañero, harta de la jerga sin sentido que no paraba de mascullar el mago y mientras se daba cuenta de que tan sólo estaba tratando de luchar contra imágenes reflejadas en un espejo mágico que cambiaba de posición cada vez que Vera apuntaba con su varita.

—Ella no era el Inquisidor. Nunca lo fue.

—¿Pero de qué hablas, hombre? ¡Deja de decir tontadas y ayuda un poco!

Vera sintió un alivio infinito cuando los fantasmales espejos contra los que luchaba en vano desparecieron y al poco se encontraron con el grupo de magos que oponían una tenaz resistencia en el Ministerio de Magia. Observó a Mackenzie a lo lejos, luchando contra un dragón que protegía al Inquisidor. Levantó la mano para saludarla y hacerla saber que ella y Sebastian se encontraban allí, pero ella no los vio, atenta como estaba a Graves y Kaori, mientras usaban un amuleto mágico para controlar al dragón.

—Vamos, Sebastian, tenemos que llegar junto a Mackenzie. Estará preocupada por nosotros.

—La van a matar, Vera. Ella no merece morir.

—¿Se puede saber de qué hablas?

—Van a matar a Laura. Ella no debería estar aquí. Esto no es lo que sucedió… yo la salvé… la salvé de él….

Vera suspiró exasperada, renunciando a entender de lo que hablaba Sebastian. Sabía que tenía que ver con lo que había sucedido en la Sala del Tiempo, pero las visiones que habían visto allí, no tenían ningún sentido para ella. De hecho, todas se habían centrado en Sebastian. En él y en una mujer que Vera no conocía. Sin duda alguna, esas visiones lo habían vuelto más loco de lo que ya estaba. Esperaba encontrar a Mackenzie y devolverle a su amigo sano y salvo, pero como siguiera así, igual tenía que dejarlo fuera de combate un rato. No era más que un estorbo.

— ...la salvé de El Inquisidor… —Continuó Sebastian, haciendo caso omiso de todo cuanto le rodeaba.

No fue hasta que lograron deshacerse del basilisco que Vera pudo ver a Laura Nielsen, la mujer que había sido conocida como el Inquisidor.

—No puede ser. —Susurró muda de asombro. Aquella mujer era la que había visto junto a Sebastian en las visiones de la Sala del Tiempo. Aquella que casi había muerto a manos de las Abominaciones del Inquisidor, aquella a la que Sebastian había salvado de la muerte en un instante agónico. Miró a Sebastian, al comprender, aunque sólo en parte, algo sobre las visiones que habían experimentado, pero el mago había salido raudo hacia la mujer y, como un loco desesperado, se interponía entre Laura Nielsen y los magos que habían ido a matarla.

—¡No la hagáis daño! No es esto lo que sucedió. —Exclamó como un poseso.

Vera miró a Mackenzie. Su rostro mostraba intensa contrariedad y pena por la evidente demencia de su amigo. Sin embargo, Vera acaba de medio comprender que no todo era demencia. Había cierto sentido en sus palabras.

—Ven Sebastian -Mackenzie se acercó a su amigo lentamente con la varita apuntando a la Inquisidora y lo abrazó con ternura.

—No, Mack. Esto no tenía que haber sido así. ¡Fuisteis vosotros los que la convertisteis en lo que ahora es! ¡Todo es vuestra culpa! ¡Insensatos! ¿Cómo pudisteis hacerlo?

—¿Pero de qué hablas, Sebastian? —Inquirió una confundida Mackenzie.

—¿Por qué tuvisteis que viajar en el tiempo? ¿Porqué? —La voz de Sebastian casi se quebraba mientras miraba a Mackenzie con el rostro henchido de dolor.

Mackenzie se apartó de Sebastian, llevándose una mano a la boca, sin poder contener la sorpresa. A juzgar por las visiones que Vera había visto en la Sala del Tiempo, entendía su sorpresa. Muy probablemente, la bruja no tendría ni idea de que habían cambiado la línea temporal, creando un efecto mariposa de terribles consecuencias. Quizás no para el mundo, pero sí para Sebastian y Laura.

Mientras Vera meditaba sobre las visiones en la Sala del Tiempo, la inquisidora se acercó a Sebastian por la espalda y lo abrazó seductora.

— ¿Me defiendes, cachorrito?

 

 

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A Sebastian le hirió el tono de Laura más aún que sus palabras. Ahora podía recordar lo que había olvidado. Era consciente de lo que había sucedido en dos líneas temporales distintas. Quizás se estaba volviendo tan loco como era evidente que Vera lo veía, pero podía recordar con claridad a las dos Lauras que él había conocido. Su amiga en la Universidad de Oxford, la mujer por la que se había sentido tan atraído, la mujer que lo había seducido y, más tarde, al descubrir que él era un mago, traicionado. La mujer que lo había dejado sin magia, obligándole durante meses a tomar una poción para recuperarla por breves instantes, hasta que había descubierto la forma de curarse. La mujer a la que borró sus recuerdos sobre él, implantándole otros bien distintos, haciéndola olvidar que se habían amado, que había descubierto que era un mago y lo había traicionado. La mujer a la que había obligado a creer durante los últimos meses que él era un advenedizo político muggle al que había odiado toda la vida. Y la mujer a la que realmente él había odiado por su traición durante esos mismos últimos meses y había utilizado para espiar sus investigaciones. La mujer que había descubierto que el Inquisidor era su padre y se había enfrentado a él hasta acabar casi muerta. La mujer a la que él había salvado la vida.

Pero recordaba al mismo tiempo a la otra Laura. La única Laura que él creía haber conocido hasta que la visión de la Sala del Tiempo le reveló la verdad, Una mujer menos íntima para él, aunque Sebastian reconocía que se había sentido atraído por ella. Esa Laura también lo había traicionado y también le había engañado introduciendo la píldora antimagia en su bebida. Y también a esa mujer le había borrado sus recuerdos de la misma manera y la había utilizado de formas bastante similares. Pero Sebastian no sentía por esa Laura lo que había sentido por la primera. Su amistad no había sido tan íntima ni tan lejana, sino mucho más reciente. Y, en esta versión de Laura, el hechizo desmemorizador de arqueomagia que él le había lanzado, había trastocado algo en las emociones de la joven, volviéndola más fría. Como si al quitarle los pocos recuerdos sobre Sebastian, gran parte de sus emociones humanas se hubieran diluido con ellos. El había utilizado sus experimentos para curarse los efectos que le había causado la píldora antimagia, pero nunca había descubierto que fuera la Inquisidora hasta que lo leyó en la prensa.  

Esta última Laura era la que había conocido en la línea temporal que los había llevado hasta el Ministerio de Magia aquel día. Pero ahora sabía que había habido otra Laura y otro Inquisidor.

—No necesitáis matarla. No es necesaria su muerte. —Dijo, dirigiéndose a la multitud para volverse después hacia Laura. —Ven conmigo, Laura. No es necesaria más violencia.

Quizás si lograba parar aquello podría arreglar la línea temporal que se había roto.

—No, cachorrito. Ellos no podrán conmigo. No pueden matarme.

—¡No me llames así! —La increpó Sebastian y, apuntándola con la varita a la velocidad del rayo, exclamó —¡Recuerda!

Había sido instintivo. Odiaba los recuerdos que, en ambas líneas temporales, había tenido que implantar en Laura. Tal vez hubieran sido mucho más íntimo de ella en una línea que en otra, pero sin duda alguna habían tenido en ambas un sentimiento el uno por el otro. Dejó que los recuerdos volvieran a ella, que ahora lo miraba con los ojos desorbitados, confusa y sorprendida a un tiempo.

—¡Vaya! —Exclamó Laura. —¿Así que ahora resulta que te amaba?

A Sebastian le pareció que aquel tono no era de ninguna de las dos Lauras que recordaba. Por más que le hubiera devuelto sus recuerdos, la mujer que tenía frente a sí apenas mostraba sentimientos.

—Sebastian, no puedes evitar lo que sucedió. A esta mujer ya no puedes salvarla. —Le susurró Vera, muy despacio, apuntando con su varita a la Inquisidora. —Además, detecto un poder muy oscuro emanando de ella. Bien sabes lo que vimos en la visión.

—No había ningún horcrux en la otra línea temporal. Eso también lo hemos visto. —Susurró Sebastian, complétamente abatido, sin poder aceptar la realidad en la que había creído hasta hacía apenas unas horas.

Quería cambiar lo que el giratiempos había estropeado. Pero su mente racional le advertía, por más que no quisiera aceptarlo, que era demasiado tarde para eso. Deseó poder olvidar las visiones de la Sala del Tiempo. Deseó poder considerarlas meras alucinaciones.

—¿Quién quiere ser el primero en intentarlo? —Retó Laura a la multitud exponiéndose ante ellos.

Sebastian comprendía que se sentía segura protegida por su horcrux. Pero Laura era novata, por más poder que hubiera logrado a adquirir. Ella no sabía que se enfrentaba a magos mucho más experimentados y también poderosos.

Vio la locura irremediable en los ojos de Laura. Casi le pareció que suplicaba la muerte a gritos. 

 

* * * * *

Unos momentos antes en la Sala del Tiempo

 

Tratando de encontrar una salida de la trampa en la que han caído, Vera y Sebastian escuchan una voz que parece salida de otro mundo.

Las corrientes del Tiempo despliegan cada instante en infinitos universos paralelos. Todo ocurre y no ocurre al mismo tiempo. El Tiempo es el alma de este mundo. Pero hay otros mundos, infinitos universos. Y, en todos ellos, YO soy su alma.

Mientras la voz habla, una corriente entretejida de hilos de luz dibuja esferas celestes y un insondable cosmos. Después la voz se calla y una mano fantasmal aparta la visión del cosmos y se centra en un Universo en concreto. Sebastian y Vera se sienten transportados a su interior y de pronto aparecen como espectadores invisibles en medio de una visión.

 

 

Isla de Guernsey
Marzo de 2020

 

Jonas Nielsen pasea con su mujer embarazada de ocho meses por una lujosa villa. Es casi primavera y los almendros están en flor, creando un paisaje magnífico a la luz crepuscular. Se siente muy afortunado de estar allí, disfrutando de unos días de vacaciones con su maravillosa familia. Y más aún porque su mujer, con más de cuarenta años, esté a punto de dar a luz otra vez. El médico les ha dicho que serán gemelos y él no puede esperar el momento de tenerlos en sus brazos.

Al fondo, en la pista de tenis, sus otros hijos juegan un improvisado partido. Siente que Laura no haya podido acompañarlos, pero había quedado en Nueva York con ese amigo suyo, Sebastian Crowld. Jonas piensa que Sebastian no tardará en pedirle la mano de Laura. Y sonríe, dichoso.

De pronto, unas luces comienzan a aparecer en el firmamento. Al principio piensa que es efecto del crepúsculo, pero muy pronto se da cuenta de que parpadean casi como si fueran relámpagos de miles de colores. Aquello es extraño.

Levanta la vista al cielo cuando escucha un rugir que en nada se parece a los sonidos de una tormenta. Más bien parece el rugido de una bestia al ataque.

Y entonces los ve. Como salidos de una obra de fantasía. Dragones.

Jonas los mira maravillado, sin poder creer lo que sus ojos le muestran. Tan acostumbrado está a los dragones de las películas que no piensa que aquellas criaturas puedan ser una amenaza. En la ficción siempre son seres místicos de un poder sobrenatural que ayudan a los héroes. Esas maravillosas criaturas….

No ve venir el fuego de dragón hasta que éste arrasa la pista de tenis, donde están sus hijos. No puede reaccionar, no asimila lo que está viendo. Su mujer ha salido corriendo, soltándole la mano. La oye gritar, llorar desesperada ante la imagen de sus cuatro hijos calcinados. Jonas está tan impactado que no es capaz de moverse del sitio. Mira al cielo y el dragón que ha matado a sus hijos le devuelve la mirada. Mira a su mujer, a unos metros de él, desesperada y llorosa abrazando los cadáveres de sus hijos. Y el dragón vuelve a arremeter, lanzando una terrible llamarada hacia ella.

Jonas corre desesperado, impactado, horrorizado. Su mujer aún vive, pero sus gritos desgarran el alma de Jonas. Su mujer agoniza entre espasmos de dolor. Tiene la mitad del cuerpo calcinada y la piel de su vientre se ha agrietado y abierto. En un charco de sangre, Jonas ve a sus bebés no natos también calcinados.

Las lágrimas caen por sus mejillas, mientras toma el cuerpo destrozado de su mujer y de sus hijos no natos entre sus brazos. Cuando ella exhala su último aliento, Jonas es consciente de que algo en él acaba de morir también.

 

 

De vuelta en la Sala del Tiempo

 

La visión acaba y la mano del Tiempo vuelve a ondear en el aire mostrando una sucesión de imágenes rápidas.

Laura Nielsen, enterándose de la desgracia de su familia, abrazada a su padre….

Sebastian consolando a Laura y animándola por el éxito de las investigaciones genéticas de Laura.

Una cena en la mansión de los Nielsen en Nueva York, en la que Jonas revela a Sebastian su intención de apoyar los proyectos de investigación de Laura.

Sebastian entrevistándose con un banquero, pidiéndole que no financie la investigación de Genetics.

Una Laura desesperada por conseguir financiación, entrevistándose con agentes del gobierno, convenciéndoles de que sus investigaciones lograrán acabar con la amenaza de la magia.

Jonas Nielsen en Alaska, creando un laboratorio de investigación secreto, a espaldas de su hija Laura.

Jonas Nielsen, entrevistándose con un mago que le dice como burlar las defensas de Hogwarts, del MACUSA y de otros lugares mágicos en todo el mundo. Sobornando a magos y muggles, empezando a crear Redentis, investigando en Alaska, reuniéndose con sus acólitos fanáticos, supervisando los ataques, sintiéndose exultante en su locura por vengar la muerte de su familia. Llora al recordar a sus hijos no natos muertos mientras contempla desde la pantalla gigante el secuestro de los bebés mágicos. Pero saborea la miel de la venganza mientras ve cómo se llevan a más y más pequeños.

Varias imágenes de Laura y Sebastian se suceden con rapidez. Ella descubriendo con horror que él es un mago que trató de boicotear su investigación. Él viendo como ella lo traiciona poniendo en su bebida una píldora antimagia. Y él lanzándole un hechizo de arqueomagia, antes de quedarse totalmente sin magia, para borrarle sus recuerdos sobre él y sustituirlos por otros bien diferentes.

Laura con Sebastian, más adelante, estudiando los progresos en las investigaciones genéticas. Él tratando de averiguar una cura para su falta de magia y ella sintiéndose vacía por dentro, sin saber por qué, como si un sentimiento muy intenso le hubiera sido arrebatado. Poco a poco, ese vacío va tornando el carácter de Laura, convirtiéndola en una mujer fría y centrada en sus investigaciones.

Laura descubriendo la forma de implantar el gen de la magia en muggles.

Sebastian curándose de los efectos de la píldora antimagia que lo había obligado durante meses a depender de una poción preparada por Viviana para poder realizar magia de forma temporal y limitada.

Laura descubriendo el secreto de su padre…

 

 

Alaska
Marzo 2021

Laura camina por la nieve mientras confirma sus terribles sospechas al ver la inmensa mole del laboratorio que su padre ha mantenido en secreto. Le duele en el alma conocer la verdad, le duelen en el alma las terribles acciones que ha cometido su padre, aunque entiende las razones que han llevado a su padre a transformarse en el Inquisidor. Ella no ama, precisamente, a los magos. Los odia con toda su alma. No les perdona lo que hicieron a su madre y a sus hermanos ni tampoco les perdona la locura de su padre. Pero sus armas para luchar contra ellos no han sido las de la violencia. Ella no es violenta, a pesar de esa rabia que siente a veces dentro de ella que no sabe de donde procede, de ese vacío interior que tanto la angustia y no comprende.

Sus armas, al contrario que las de su padre, han sido las de la ciencia. Ahora está en su mano luchar contra los magos, dispone del poder para dar y quitar la magia a voluntad.

Su padre la ha visto llegar y sale a buscarla. Sin duda no quiere que entre en aquel lugar, no quiere que vea lo que está haciendo allí. Pero ella ya lo sabe, sabe de todas sus atrocidades, de sus crueles experimentos.

—Papá…

—¿Laura? ¿Qué haces aquí?

—Papá… —La voz se le quiebra, no sabe cuál es la mejor manera de afrontar la situación. —Ven conmigo, Papá. No estás bien. Necesitas ayuda.

Laura ya ha hablado con una clínica psiquiátrica donde pueden tratar a su padre con la máxima discreción.

Jonas mira a su hija con ojos desorbitados, la desconfianza prendiendo en ellos. Y Laura sabe que el hombre que la mira ya no es su padre. La demencia está prendida en aquella mirada.

—No me detendrán. Nadie va a detenerme. Acabaré con todo ellos.

Su padre se dirige al interior del laboratorio secreto y Laura lo sigue. Intenta hacerle entrar en razón, pero es en vano. Su padre afronta un brote psicótico y está lejos de los cauces de la razón en aquel momento.

Laura contempla con horror las Abominaciones creadas por su padre. Ya había averiguado sus experimentos y también es consciente en aquel momento de que la ha estado espiando a sus espaldas, obteniendo sus investigaciones sin que ella se enterara. Sabe también la macabra utilización que ha hecho de sus progresos sin que ella se enterara. Lo sabe todo, pero no es lo mismo saberlo que verlo con sus propios ojos.

Las lágrimas caen por sus mejillas, sintiéndose impotente, incapaz de hacer volver en sí a su padre que cada vez está más enloquecido. La mera mención de un sanatorio lo ha alterado tanto que ahora parece no reconocerla. Cuando ella se acerca para abrazarlo, él se aparta como si ella fuera una amenaza y con un gesto de su mano ordena, enajenado, a sus Abominaciones que lo defiendan.

Ella cae al suelo, malherida, rodeaba de un enjambre de Abominaciones.

Arrebatado de dolor su padre estalla en una incontenible ira contra los engendros que él mismo ha creado, pero Laura agoniza.

Mientras el Inquisidor ataca a sus propias Abominaciones, presa de un la ira y la locura, un mago que ha seguido a Laura, penetra en el laboratorio de Alaska. Sebastian ve a los engrendros atacar a Jonas Nielsen, pero en ese momento, sus ojos sólo reparan en la mujer que yace en el suelo. Aún está viva.

Con un suspiro de alivio, la cura con un Episkey. Sabe que no será suficiente, pero más vale que salgan de allí deprisa. Las Abominaciones están fuera de control.

En cuanto a Jonas Nielsen…. Lo ve desangrándose en el suelo, justo cuando una Abominación le lanza la maldición asesina.

Sin tiempo que perder, escapa del laboratorio y cierra herméticamente su única puerta. Con Laura en sus brazos, aún inconsciente, pero viva, apunta con su varita a la inmensa mole para provocar un enorme incendio.

Mientras las llamas iluminan el cielo invernal de Alaska, Laura abre los ojos y lo mira. La ama tanto…

Sebastian le devuelve los recuerdos que le había quitado y ella parpadea sorprendida, pero llena de ternura.

—Ya no me importa que seas un mago. —Le dice.

 

 

De vuelta en la Sala del Tiempo

 

Y de pronto, Vera y Sebastian son expulsados de ese Universo y regresan a la oscuridad de la Sala del Tiempo, en donde se encuentran atrapados. La voz de antes, procedente de otro mundo o quizás sería mejor decir de un lugar entre mundos, vuelve a sonar por toda la sala.

Lo que os he mostrado, sucedió. Pero nadie lo recuerda. Esos hilos de tiempo quedaron en otro Universo, fuera de vuestro alcance. En algún lugar, ese Tiempo, sigue existiendo. En vuestro Universo, ese Tiempo podría haber sido.

La mano fantasmal del tiempo vuelve a girar en la sala, apartando una niebla de visiones inconexas, retrocediendo…

 

Sebastian ve a Mackenzie y un grupo de magos utilizando un giratiempos. Los ve desvanecerse y aparecer en una sala repleta de magos enfadados. No le hace falta ver el periódico que arde en la chimenea, fechado el 29 de marzo de 2013, para saber a qué momento del tiempo han viajado. Los comentarios de los allí reunidos son suficientes para saber que aquellos hechos se produjeron justo un día antes de que Crazy Malfoy declarara el Estado de Excepción.

Reconoce al que era por entonces jefe del departamento de aurores, Elvis F Gryffindor y observa, con horror, como éste descubre a los magos venidos del futuro. Han ido allí a encontrar pistas sobre el Inquisidor en Alaska y Elvis les ayuda a trasladarse hasta allí.

No descubrieron nada, realmente —vuelve a sonar la voz en la Sala del Tiempo—pero tocaron un simple suceso, que provocó un efecto mariposa. El Ahora se expande. ¿Habéis oído hablar de los misterios del Tiempo?

Sin saberlo, Elvis se entretuvo al ayudarlos a llegar a Alaska y llegó una hora más tarde a la reunión ministerial que decidiría sobre el Estado de Excepción.

En la primera línea temporal, esa que no recordáis, el Estado de Excepción impidió salir al vuelo 0722 del aeropuerto de Heathrow con destino Nueva York. Aquel retraso provocó que Laura y Sebastian se conocieran en Londres y entre ellos surgiera una relación de amistad que duraría muchos años. Pero no es eso lo que recuerdas, ¿verdad Sebastian? ¿O ahora ya sí?

Por alguna razón, Sebastian estaba empezando a recordar dos líneas de tiempo distintas. En la que él había recordado hasta aquel momento, había conocido a Laura mucho más tarde de 2013, cinco años más tarde. Y aunque se había sentido atraída por ella, nunca había sentido por la mujer lo mismo que recordaba de la línea temporal en la que llegaba a conocerla durante el Estado de Excepción.

Exacto. En la línea temporal que te parece haber vivido, conociste a Laura cinco años más tarde, porque al retrasarse en una hora la declaración del Estado de Excepción, el vuelo 0722 salió a su hora del aeropuerto de Londres, llevando a Laura a Nueva York y alejándola de ti, hasta cinco años más tarde.

Vuestra relación nunca fue la misma. Ella no se trasladó a Oxford a estudiar, no os conocisteis siendo poco más que unos adolescentes. Cinco años más tarde, surgirá la química, pero no el amor. Nunca llegaréis a estar a punto de casaros y, cuando su padre le proponga en marzo de 2020 pasar unos días en Guernsey ella aceptará.

En lugar de estar contigo en Nueva York, estará en Guernsey con toda su familia cuando los dragones ataquen la villa. Verá morir a sus hermanos, a su madre, a los niños no nacidos que aún estaban en el vientre de su madre….

¿Adivinas lo que pasó?

Sí….. los misterios del Tiempo….. Fue en los brazos de Laura en los que murió su madre, con el cuerpo calcinado y destrozado, los bebés no natos fuera de su vientre.

Ambos se volvieron locos, Laura y su padre. Ella ayudó a su padre a convertirse en el Inquisidor. Él no necesitó espiarla para conocer sus investigaciones. Todos los progresos que conseguía, los trasladaba inmediatamente al laboratorio secreto en Alaska, en donde el Inquisidor experimentaba.

Y cuando tu le robaste el único sentimiento que le quedaba, su vacío interior sólo la hundió más en su locura. Llegó un momento en que su padre casi recuperó la razón y sintió remordimientos. Pero ella solo lo vio una debilidad. Ya no era capaz de sentir nada. Sólo pensaba en la venganza.

Sus investigaciones lograron los mismos éxitos, consiguió descubrir la forma de implantar el gen mágico en los muggles. Y ella misma se convirtió en una poderosa bruja. Su padre no se lo perdonó. Odiaba demasiado la magia para aceptarlo.

Hubo un enfrentamiento tan fuerte como despiadado. Él le recriminó querer abrazar la magia que tanto dolor había causado a su familia y Laura, incapaz de sentir nada, sólo vio en aquello un peligro para sus planes de venganza. Decidida a que nada se interpusiera en su camino, asesinó a su padre y se convirtió en El Inquisidor. Un Inquisidor que ahora era un mago, mantenía los contactos de su padre y, además, gracias al asesinato de su padre, ya no podía morir.

Mientras la voz había narrado lo sucedido con los hilos temporales, la mano fantasmal del Tiempo había ido mostrando sucesiones de rápidas imágenes que mostraban gran parte de la línea temporal conocida. La que todo el mundo recordaba en aquel segundo universo paralelo.

La visión terminó con el alma de Laura dividiéndose y un trocito de ella penetrando en un pequeño colgante.

 

 

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firma
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Come, my friends,
Tis not too late to seek a newer world.
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El egipcio descubrio que no habia destruido el horrocrux y por eso aviso @ Malum Luxure  y @ Ada Camille Dumbledore  empleando el ataque psiquico,  para usar una forma segura de comunicación, sin embargo no le agradaba en lo adsoluto estar rodeados de tantos impuros, esos asquerosos sangre sucia. Por ende, opta por buscar un escondite y usa la Vara de Cristal para abrirse camino entre la escoria,  mientras en su mano aparecia el Kansho. 

 

-Algo salio mal.- setencio psiquicamente por su saber como Senecal de Caronte. -Al parecer mi conocimiento de horrocrux no es suficiente, entonces debere buscar una nueva forma, pero me temp que si los rumores son cierto.- refiriendose a que Elvis F Gryffindor siguiera con vida. -Es algo que deberemos suprimir. - para asi perpetuar el poder de Aaron Black Lestrange o era Trivini, este ni evoca quien fue su lider, ya que al traicionar esos ideales los nombres se le olvida. 

 

En ese instante el nigromante se comienza a preocupar tras escuchar algunas voces conocidas y mas porque eran enemigas, por lo que para ese momento deberia cuidarse del inquisidor y esas alimañas que como ratas se encontraban. 

 

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Hito 5- Horrocrux 

Ashley se encontraba perdida, lo último vez q había visto a sus compañeros fue en su salida de la cámara de la muerte y que se encontró con Cillian, Ludwig, Illidan y Mica, se habían enfrentado algunas abominaciones y la suertes los favoreció matando a varias de ellas.

No recordaba el momento de su separación del grupo de magos, mientras camina buscando una salida se encontró algunos magos y brujas, no tenia el gusto de conocer a todos pero pudo identificar a una de ellas Ada. 

La ojiverde no dudo y se acerco al grupo, así ella no seguirá vagando sola o por lo menos si algo le pasaba podrían dar aviso a su familia.

-¡Hola!-Dijo en voz baja - Creo que perdí a mi grupo, ¿Puedo unirme a ustedes? - pregunto tímidamente.

La Black Lestrange se encontraba cansada, para llegar aquel lugar donde se encontraba habia buscando demasiado, entre subidas y bajadas, por varios instantes estuvo apunto de rendirse y quedarse a esperar que alguien ingresara o regresara, pero bien sabia que la misión era de suma importancia y para eso llevaría tiempo.

Ashley espera que todos los magos que iniciaron la misión salieran con bien y algunos de ellos ya hubiera logrado encontrar al inquisidor

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