El nuevo Ministro de Magia

[Juliens]

HITO 5: Horrocrux 

 

 

—No deberías hablar, Melrose. Mucho menos intentar moverte

Hobbamock conoce mucha magia. Domina el poder que los Guerreros Uzza compartieron con los magos ajenos a su tribu y también conoce poderes prestados por el Templo. Poderes a los que él  y sus compañeros llaman por su nombre real, su nombre milenario. Porque los nombres son importantes, lo sabe bastante bien. Los nombres dan poder y lo quitan, son en si mismos un tipo de magia bastante poderoso. Son en ocasiones tan poderosos que no se pueden pensar, que no se pueden pronunciar y mucho menos se pueden escribir. Son la esencia misma de la magia.

Y tan poderosos como pueden ser los nombres, tan débiles pueden llegar a ser quienes los usan. Hobbamock está cansado y su rostro brillando por el sudor es solamente un síntoma de ese cansancio. No solamente él está cansado. Observa a Madeleine, cansada. Mira a Rory a los lejos, cansado. Se concentra en otros rostros (algunos conocidos, otros desconocidos) y todos ellos están cansados. Si esa batalla no se detiene pronto todos morirán.

Pero no puede rendirse, siente cierta responsabilidad por Melrose. La siente por toda su gente, es un peso que algún día espera poder compartir con alguien. Para evitar que los clones exploten cuando están próximos a quedarse sin magia los asimila nuevamente en su cuerpo. Toda esa magia que compartió con la bruja no es suficiente para curarla, pero si lo es para mantenerla viva, para que la conexión no se rompa.

—Divine Shield

En esa situación el escudo no es tan fuerte como para ser masivo ni poderoso. Pero tiene la fuerza suficiente para proteger a las dos personas que están más cerca: Melrose y Madeleine. El idi*** de Will no le perdonaría si le pasa algo a la bruja.

—Lo escuché. Y lo que dices creo que es correcto. Pero no creo poder hacer algo más, el escudo es lo único que en este momento me mantiene en pie. Hay varias cosas que podría romper el vínculo, pero Despard lleva mucho tiempo usando la extraña magia de los sacerdotes de avalón. ¿Quién más que su gente podría purificar un horrocrux tan poderoso?

Hace fuerza contra la vara de cristal y logra mantenerse en pie por un rato más, pero en cuanto esta vuelve a su forma de varita cae con una rodilla en sobre el suelo.

[Illidan Burke]

HITO 5: Horrocrux 

Ninguno de los rayos logro llegar a un objetivo concreto, aun así, a pesar de las defensas con las que contaba el grupo, él tal Mael hacía uso de notorias habilidades para salvaguardar al rubio. El mortifago en cambio, viéndose superado en número y habilidad abandono el ministerio, cruzando un portal que improviso sin pensarlo mucho. 

Si bien ahora estaban más tranquilos, aquel collar que colgaba del corpus patronus parecía estar a punto de estallar, como si desde su conciencia, supiera, que tarde o temprano terminaría destruido, listo para pasar al olvido, dejando una brecha clara para acabar con la inquisidora. 

Llevo sus ojos al collar, luego recorrió al grupo con la mirada. Paso al trío de Ofedos más cercano al grupo que contenía a Laura. Estos mostraban habilidades que el Black Lestrange no entendía, se veían seguros de si mismos y en una pieza, él en cambio apenas llevaba pantalones y calzado, con marca y golpes por todo el torso. 

- Oigan... - Diría hacia el grupo de Graves. Esperando no solo captar su atención, sino la de sus dos compañeras también. - ¿No pueden hacer nada para contener esta cosa? - Preguntaba señalando el horrocrux con su pulgar. - Parece que sus habilidades van más allá de las nuestras... - Agregaba.

Aquel artefacto comenzaba a molestar más y más, a tal punto que sentía como el dolor de cabeza acrecentaba, la incomodidad del grupo se hacía latente, en cualquier momento alguno perdería la cabeza y atacaría sin dudarlo al más cercano, no era el plan. 

[Adrian Wild]

Hito 5 — Horrocrux

 

— Vamos gallito bonito... Vamos, ven aquí...

Perseguía vivazmente a aquel animal, cruzando las múltiples escenas que acontecían en la sala. A veces incluso pasaba por delante de un intercambio de hechizos o de una conversación demasiado intensa, pero nada hacía que me desviara de mi objetivo. Debía conseguirlo. Ya iban dos gallos completamente infructuosos. Los había logrado atrapar y, en el momento de morderlos para sentir la cálida sangre llenar mi boca, ¡se habían convertido en duros escombros! Tenía los colmillos resentidos. Sin embargo, quedaba un gallo vivo, y yo sabía que a la tercera, siempre iba la vencida.

— Vamos, hombre, no te hagas el difícil... Si es sólo una mordidita...

Iba agachado, con las manos por delante y murmurando todas aquellas palabras con la fuerte esperanza de que el gallo atendiera a mis palabras y se dejase atrapar en algún momento sin revolotear como hacía en numerosas ocasiones, muchas de ellas alterado por todo lo que sucedía a nuestro alrededor. Un par de escudos lanzados al aire y de torbellinos generados por estos agitaron las plumas que se habían enredado en mis cabellos. Sentí vibrar una en mis labios, pero ni siquiera me la quité. ¡Maldito animal! Si yo sólo quería saciar mi sed.

El gallo pasó por medio de un grupo que murmuraba, muchos de ellos agachados. Parecían realmente cansados, a una de ellas la reconocí porque había sido la primera en tratar de hacer algo con aquel colgante maldito, y la primera en comprobar su inutilidad. Sí, en algún momento se había pasado por mi cabeza aquel lúcido pensamiento: «Todo esto es inútil, no tenemos suficiente poder». Había vuelto a dejar de confiar, aunque, realmente, no estaba prestando mucha atención a toda aquella batalla. Yo ya estaba librando la mia propia: dar caza a aquel maldito gallo.

— ¡Sería de gran ayuda si lo contuvieran! —Exclamé al escuchar las palabras que el hombre rubio que había visto con Mica le dirigía a aquel grupo, mientras pasaba por encima de ellos, tratando de no pisar a una chica que estaba en el suelo—. Realmente que ese gallo tiene habilidades increíbles para no ser atrapado.

Ni siquiera me importaba cómo me pudieran mirar, o el absurdo que pudieran ver en un mago persiguiendo a un gallo sin hacer uso de su magia para atraparlo. Bueno, o el absurdo que pudieran ver en que estuviera tratando de atrapar un gallo creado por un Morphos para beber de él en mitad de una de las batallas más descomunales que muchos de los allí presentes hubieran presenciado jamás. En realidad, desde que aquel rayo desconocido había impactado en mí, nada me importaba. Sólo coger a ese escurridizo gallo.

¿Qué rayo? Quizá no fuera un rayo. No sé. Sólo sé que en algún momento, mientras trataba de no establecer contacto visual con el basilisco pegándome a las paredes y poco después de que este fuera enviado quién sabe dónde a través de un portal, algo acertó en mi cabeza y de pronto toda mi preocupación se desvaneció y pude notar la gran necesidad que había tenido hasta aquel entonces de satisfacer mi sed de sangre. Y como por arte de magia, el cacareo de tres gallos me indicó una muy buena fuente de sangre permitida. Tampoco sabía muy bien de dónde venía esa necesidad, por qué el cuerpo me pedía semejante cosa o por qué llevaba un palo en la mano, pero me había centrado en lo realmente importante: cazar gallos.

Efectivamente, queridos. Había olvidado incluso que era un mago.

El gallo cogió carrerilla y se metió entre las piernas de una alta e hierática mujer, resguardándose bajo su túnica. Yo le había seguido hasta allí, con el torso inclinado y la vista completamente fija en el animal, así que, al toparme con la tela blanca de aquella figura que parecía casi una estatua, aunque no la sentí excesivamente tensa para parecer estar en todo el centro de aquel jaleo que había montado.

— Disculpe, señora, sólo quiero el gallo que tiene entre las piernas —le dije con una amplia e inocente sonrisa, para, inmediatamente, y en un breve pensamiento lúcido, acordarme de su nombre—. Señora... Laura.

No me juzguen. No estaba en mis cabales.

[Ellie Moody]

Hito 5: Horrocrux

 

 

 

 

Comienza a impacientarse, pero no está en condiciones de actuar. Por lo menos, no por su cuenta. Comienza a rogar que Despard encuentre las fuerzas físicas y espirituales que necesita para interceder por Melrose... ¿Quién diría que terminaría rezando? Entonces, en medio de su súplica interna, Graves responde a su comentario y vuelve el rostro hacia él. La verdad la poquísima piedad que pudo haber llegado a sentir con Laura Nielsen, se había esfumado desde el momento en que vio la afección de Melrose. «Lo siento, pero la paz nunca fue una opción».

—No me importa purificar ese maldito horrocrux —susurra por lo bajo, para que sólo Graves la escuche. Aunque él es un paladín, sabe que puede entenderla. Madeleine recuerda muy bien la imagen de Marie Tenenbaum, juego de que Graves ejecutara su "justicia sagrada" y la hiciera pagar por sus atrocidades. ¿O es que, acaso, se arrepentía?—. No me importa salvar a Laura Nielsen. Si destruimos todo, no hay necesidad de ello.

Sabiendo que aquello pasará inadvertido, vuelve a clavar la mirada en la Inquisidora, canalizando su energía psíquica. Ignora el dolor de su brazo, que empeora —y donde, aunque no lo ve en ese momento, la corrupción comienza a esparcirse—; ignora las punzadas en las sienes, alertándole que se está sobreexigiendo. Sólo quiere acabar con todo... acabar con esa maldita cosa. Por un instante, logra poseer a la Inquisidora haciendo uso del escendia... No sabe si es su debilidad o el tema del horrocrux lo que la expulsa rápidamente, pero no importa. Tiene una idea.

Hay otras personas que no están cansadas. Vuelve la vista hacia Kaori y hacia Slithering, a quien reconoce por su aura oscura. No sabe si están al tanto de la situación, pero de todas formas, normalmente entre ellos no suelen cuestionar sus planes.

—Quizás llegó el momento, de usar nuestro Poder Destructivo —les dice por lo bajo, refiriéndose a un área concentra de la Magia de la Oscuridad—. Me cuesta creer que haya otra forma de terminar con esto, además de la destrucción total del horrocrux y de...

En ese momento, escucha que un mago se dirige hacia ellos. Parece hablarle a Graves, pero de todas formas Madeleine replica:

—Contenerlo es posible, todavía. Pero este horrocrux va más allá de lo que alguna vez he llegado a ver. Todavía no se me ocurre una manera.

Levanta la mano sana hacia el horrocrux, que está colgando de un patronus corpóreo; casi puede ver como el aura oscura absorbe la criatura luminosa. Sabe que posiblemente Graves le recordará que le quedan pocas energías, pero, si no es ahora, ¿cuándo? Madeleine cierra los ojos... y, simplemente, se permite liberar la magia que había estado canalizando y controlando todo ese tiempo. Sale de forma desordenada, caótica: ese es el Cháos, manifestándose como una gran ventisca helada. Por fortuna, a esas alturas los demás se habían alejado del collar y además, no tenía tanta energía como para convocar aquel poder en todo el escenario. El hielo abarca tan sólo un metro cuadrado, creando un gran bloque que termina encerrando la criatura luminosa —extinguiéndola, pero manteniendo su silueta dentro del hielo— así como al horrocrux. Aunque ha drenado una gran cantidad de energía, se cree capaz de mantener aquel bloque durante algún tiempo. Confía en que el hielo sea capaz de contener por lo menos una fracción del aura maldita del horrocrux, aunque termine haciéndole daño a ella misma. 

Ni siquiera quiere ver cómo está su brazo a esas alturas.

—Deberían sentirse un poco mejor —susurra, casi sin aliento—. Ahora... por favor... usen la cabeza y piensen cómo terminar con esta pesadilla...

Dado: 19

[Mica Gryffindor]

Hito 5 -Horrocrux

Illidan pareció estar mejor enseguida y eso la tranquilizó. Se sintió extraña en ese momento ¿tan fuerte era el sentimiento que tenía por él que solo podía continuar si lo sabía sano y salvo? Era evidente que sí, que ya no lograba poner al rubio en un segundo plano. Lo amaba, era un hecho que tenía claro, aunque ahora se daba cuenta de cuán importante era él en su vida y que por nada lo querría perder. 

Cayó nuevamente en la realidad al ver sus intentos de atacar a aquel mortífago enmascarado que no dudaba en responder sus ataques antes de invocar cobardemente un portal que lo sacaría de allí. Por fortuna Mael estaba más atento y había logrado defender a Illidan de aquellos ataques.

Fue entonces cuando escuchó cómo se pedía que alguien haga algo para contener aquel artefacto que no hacía más que causar complicaciones y fue Madeline quien se hizo cargo de ello con sus habilidades de la Orden Oscura, afrontando las consecuencias de ello. 

Vio pasar a Adri entre todos y dirigirse directamente hacia donde Laura ¿qué demonios hacía? 
 

[Ludwig Malfoy]

Hito 5 – Horrocrux

La situación estaba lejos de ser contenida, el cansancio estaba jugando con la voluntad de todos aquellos que seguían de pie e intentaban derrotar a Laura y su horrocrux. Por su parte Illidan había logrado permanecer fuera de peligro, ya que de alguna manera el agotamiento había acabado con el odio de Azrael y simplemente había quedado estático aún bajo el dominio de Laura. Mica se veía más relajada y pudo encontrarse de nuevo con la persona que tanto amaba.

El rubio estaba entre la lucha y huida, ya estaba cansado y sus seres queridos estaban a salvo ¿Por qué pelear? Si Laura Nielsen tanto deseaba ser ministra ¿por qué no cumplirse su antojo? Aquellos eran los pensamientos que Ludwig comenzaba a tener, ¿acaso era otra manipulación del horrocrux? Ya que no podía controlarlos posiblemente buscaba la manera de manipularlos e insertar ideas en sus cerebros. No quedaba duda que muchos de los presentes ya se habían retirado y posiblemente también era a causa de la manipulación de aquella mujer.

Ludwig estuvo a punto de rendirse tal como los demás pero antes de dar un paso atrás vio como uno de sus amigos había perdido el control, Adrian quien corría directamente hasta Laura como persiguiendo algún animal u objeto en el piso, parecía totalmente fuera de si y lo peor de todo es que si se acercaba de más su vida terminaría – rápido tenemos que salvarlo – dijo el rubio a sus colegas quienes también habían visto el cambio de actitud de su profesor de Hogwarts.

-Adrian Wild, regresa ¡cuidado! – sin embargo el chico no hizo caso simplemente se estrelló ante Laura causando que ésta volteara a verlo, no quedaba mucho tiempo, su amigo estaba a la merced de aquella mujer y deberían salvarlo – corre centauro, rescátalo – fue la orden del Malfoy hacia el corpus patronus el cual la acató inmediatamente, se dirigió galopando y tomó al Wild con sus fuertes brazos justo a tiempo para salvarlo de la fuera de aquella bruja oscura.

[Juliens]

HITO 5: Horrocrux 

 

Entiende ahora porque a William le atrae tanto Madeleine. De cierta forma ambos son muy parecidos. Sus ideales son bastante fuertes y explosivos, se guían mucho por las emociones y -justo como en ese momento- son basta imprudentes y hasta un poco est****os. Porque aunque fue un movimiento maravilloso, es bastante claro que usar ese hechizo estando tan débil es una estupidez muy grande.

—idi*** ¿Qué piensas lograr sacrificándote?

Está molesto e impresionado. El despliegue de magia visto en la bruja lo sorprende. Él también conoce magia poderosa, pero la tormenta es incierta y difícil de controlar. Desatarla en ese lugar con tantas personas es impensable y poco práctico. Quizá los demás paladines presentes saldrían ilesos, pero todos los demás sufrirían -como mínimo- algunas heridas. 

—Te ayudaré a contener esa cosa ¿Recuerdas lo que hicimos en el lago? Aveces nuestra magia funciona bien una junto a la otra.

Suelta su varita mágica por primera vez en mucho tiempo. Pero a diferencia de en el pasado, no se siente en peligro, no se siente indefenso. Invoca un Tambō en la mano izquierda y un báculo en la derecha. Usa el báculo para invocar un pantano en el suelo. No es un pantano común, en él también vive la magia de las tormentas. Lo siguiente que hace es usar el Tambō y lo tira hacia al pantano, con su poder de atracción concentrado en la magia de Madeleine y el Horrocrux. No puede cerrar la boca del pantano por completo, pero la deja abierta apenas unos centímetros.

Tiene que concentrarse, ambos tienen que concentrarse. Deben mantener su flujo de magia constante y equilibrado para evitar el desastre.

[Ada Camille Dumbledore]

Hito 5: horrocrux 

Todo estaba hecho una locura, los hechizos iban y venían, todos tratando de acabar con el horrocrux, yo solo quería que todo esto acabará, quería ver a los magos Unidos en una hermandad en que la supremacía de la sangre mágica se viera y no hubieran rivalidades ni conflictos entre nosotros. Los muggles no eran mis enemigos ni nuestros, ellos eran sólo una raza aparte y cada cual podía vivir su vida en armonía sin estorbar la del otro. Todos éramos seres humanos y ni era justo que ninguno de los dos pudiera disfrutar de su propia existencia. 
Con calma trate de mirar la forma de llegar hasta la doctora Laura, sabía quién era, la había investigado a fondo al tratar de llegar al inquisidor americano. Se veía una persona amable y dulce y jamás había sospechado que la envidia de su sangre sucia la llevara a experimentar y a desear gobernar a los magos de esa manera, de cierta forma podría ser una humana cualquiera y había resultado ser sólo una desquiciada que envidia nuestra vida mágica y quería ser una de nosotros. No la odiaba, un ser tan inferior como ella no merecía odio, solo lastima, una lastima como la que había podido tenerle a un insecto al haberle quitado la vida tras pisotear lo sin piedad. 

 

[Ellie Moody]

HitHito 5: Horrocrux

 

 

 

 

«¿Qué voy a lograr...?».

Cuando poseyó a la Inquisidora, durante tan sólo un segundo, tuvo la oportunidad de sentir el vínculo que hay entre ella y el horrocrux. Es su propia alma. De alguna forma, es como si ese pequeño hilo que no está encerrado ni por su cuerpo ni por el medallón, tuviera un poder mucho más inmenso e incomprensible que la magia. En ese momento, Madeleine comprendió que sólo había una forma en la que todo podía terminar. Por eso, les mencionó a Kaori y a Slithering el Poder Destructivo: quizás, si ellos juntaban sus todavía altas energías, podrían destruir hasta la más pequeña partícula del vínculo, del horrocrux... de Laura. Quizás era una idea desquiciada, producto de estar en su límite físico y emocional, pero en su cabeza era la única solución posible.

«¿Qué voy a lograr...?».

Honestamente, ni siquiera sabe si aquello sirve de algo. Pero tiene que seguir intentarlo; y si no da resultado, seguir intentando con más fuerza. Ni siquiera piensa que esté haciendo algún sacrificio. Ella no es una salvadora. Sólo es alguien más del montón, que pone su grano de arena a una causa mayor. 

Si tuviera un poco más de energía, soltaría una carcajada al ver a Graves haciendo la misma estupidez que está haciendo ella. Ciertamente, sus palabras la llevan rápidamente al pasado, recordando aquella misión donde los tres clanes unieron su magia. Ni siquiera tiene energía suficiente para abrir la boca y decir algo. Cierra los ojos, recordando las enseñanzas de Aaliyah Sauda, despejando su mente del cansancio, del dolor, de la fatiga, del hastío. Mentalmente, se visualiza a si misma como un jarrón como agujeros, perdiendo agua en cada instante; intenta frenar el escape, intenta extender su resistencia y mantener el campo de hielo lo más que puede.

Todo el cuerpo le tiembla levemente y un sudor frío humedece su frente. Le gustaría... le gustaría descansar...

«¿Qué voy a lograr? Sólo quisiera mantenerme de pie. Eso es todo».

[Rory Despard]

Hito 5 - Horrocrux

— Oh Eitʃ, el libre albeldrío fue el regalo de Dios para toda la humanidad, un privilegio muy costoso porque puede terminar siendo utilizado solo para dañar a los demás, pero exactamente en el otro extremo, te da también la posibilidad de reconstruir esos vínculos rotos, de abrirte a nuevas oportunidades y sanar...

Se apoya solo un poco más en el hombro de la bruja, e intenta recomponer su agitada respiración. La duda de ella es lógica, está seguro que eso mismo deben pensar muchos en la estancia, pero si al menos puede compartir ese pensamiento con ella, ser escuchado...

—  El dolor de la pérdida le produjo ese hoyo en el corazón, pero si le mostráramos que la culpa no tiene que ser llevada para siempre en el alma, sino que puede ser expiada a través del sincero arrepentimiento y perdón, quizá, podríamos alcanzar un final distinto, pues creo que ese horrocrux no es como los demás, no representa una división completa de un alma. Voluntaria o involuntariamente, ese collar suyo parece ahora mismo incluso más fuerte que ella.

Luxure y el enmascarado que lo acompaña, tras haber atacado repetidamente a Mica, Illidan y compañía, ha terminado retirándose de ahí, aunque Rory no tiene certeza si lo ha hecho de forma definitiva o por cazar algo más dentro del ministerio, aprovechando el estropicio en que han quedado los otros espacios por causa del enfrentamiento con los redentis y las abominaciones. Pero no ha habido movimiento en Laura desde lo de su padre, o al menos eso es lo que ha alcanzado Rory a notar y que lo hace pensar que un cambio en la mujer es posible.

De repente,  Madeleine lo llama con voz ronca, y el pelirrojo la ve,  ojerosa y realmente débil,  por causa del mal estado en que Melrose se encuentra, tras aquel contacto con la inquisidora que ha terminado contaminando su aura. Era una broma cruel que él había intentado antes protegerla de una maldición pero igualmente, la mujer había terminado víctima de aquellos malignos poderes, que la magia sagrada de Hobbamock apenas puede mantener a raya.

Sí, él podría intentar purificarla ¿Pero le alcanzaban realmente las fuerzas para hacerlo? Viendo a Eitʃ a su lado, recuerda que también a ella le ha hecho la promesa de no morirse para no dañar el trabajo que la tiene allí aún en un momento tan álgido como ese.

Cada segundo que pasa es decisivo así que tiene que tomar una decisión al respecto. La voz de Illidan resuena para todos, pues  tanto él como Ludwig, Thanathos y hasta Mael habían estado luchando con toda clase de magia de varita sin conseguir que el poder del horrocrux remitiese. Traían consigo heridas, cortes y algunas quemaduras leves, pero definitivamente, era más su cuerpo que su alma la que se había dañado, pues toda esa magia canalizada de varita, se servía de un núcleo para funcionar.

No es lo mismo para los paladines,oscuros y él mismo, que todo el tiempo han echado mano de su energía vital para combatir y están empezando a resentir ello, a todos los niveles. Aun así, mientras Madeleine responde que aún puede hacer algo para contener al horrocrux, y mientras Ludwig consigue a duras penas poner a salvo a Adrian preso de una terrible confusión, Rory idea también una forma de hacer algo más y no tarda en decírselo a la bruja que lo ha acompañado todo ese tiempo.

— Ya notaste que he gastado mucha energía empleando la magia de la naturaleza. Pero el daño de la fuerza oscura del horrocrux sigue siendo descomunal - a través del hielo como si se tratara de ondas expandiéndose podía verse el lento pero inexorable avance del poder de aquel objeto maldito amenazando con resquebrajar su barrera- mi opción siempre será por los vivos, así que necesito de tu poder, pero no del modo en que lo has hecho hasta ahora, no una protección externa porque eso ya no será suficiente. Sino algo mucho más duro, es...adentrarme en ti, no en tus pensamientos pero quizá si en tus sensaciones y   tomar un poco de tu energía, la que  te da la vida, para ayudar con ella a los demás.- mirándola directo a los ojos finalmente se atreve a hacerle la pregunta-  ¿Es tu contrato lo suficientemente importante como para que me confíes una parte de ti misma  Eitʃ?