Las reliquias del Sr Gold (MM B: 116170)

[Idylla Macnair T.]

-Pues así como tener muchos talentos, talvez... Dormir se considera talento?- pregunto la chica tomándole el pelo y sonrió una vez más, mientras iban avanzando y mirando las decoraciones en el lugar. Hasta el momento no se habían encontrado con Ada pero esperaba que no tardará mucho para felicitarla por el increíble lugar que habían armado.

Un escalofrío recorrió su espalda ante la mención de dichos bichos, no le asustaban las arañas pero les tenía un considerable respeto. Aunque no negaba que la idea de su travesura le atraía de sobremanera, imaginar a todos corriendo por el lugar perseguidos por arañas de varios tamaños -particularmente no me gustan las arañas, pero sería muy divertido ver qué haría la gente si de pronto aparecieran por todo el lugar- comento la chica con una sonrisa de oreja a oreja, me agradaba la manera de pensar de James. Siempre era bueno conocer alguna travesura que la gente haría -talvez lo que a mí me divertiría mucho es poner trasladores en lugares comunes y esperar que la gente los tocará, simplemente hacerlos desaparecer en lugares poco conocidos para ellos, bueno sería una muy buena travesura. Aunque mucha gente se reiria, otra no sabría que hacer- 

 

Tomo otra trago de la bebida, era ligeramente dulce, pero un toque de cítricos y hierbas en el retrogusto, hacia que supiera muy bien por si sola -esta muy buena, muy fresca y sin duda va con el lugar- volvieron a brindar y siguieron caminando, mirando como llegaba gente nueva al lugar. Veía de un lado al otro caras conocidas y otras no tanto, pero no quitaba los ojos de encima de su compañero, era bueno conocer gente y amistades nuevas.

-Claro que conozco la fábula, también es de mis favoritos igualmente- comento la chica con una sonrisa de oreja a oreja y medito un poco la respuesta que le daría -pues sin duda es tentadora la idea de la varita de Sauco, pero yo me iría por la capa de invisibilidad, es mejor vivir en la tranquilidad sin que nadie te vea, que tener todo el poder del mundo en una varita y te la quiten por envidias- respondió la pelimorada y sonrió dirigiendo ahora la pregunta hacia el - y tú?- esperaba su respuesta, pero también el hacerlo no decía nada sobre alguien, talvez uno querría poder, pero a qué costo? 

 

@ James Fleamont Potter

 

[Kahlan Blackthorn]

 

Se negaba rotundamente a disfrazarse como un merengue ambulante. ¿Cómo demonios se le cruzó por la mente a Ada, verle enfundando en un traje cargado de olanes de cabo a ra.bo?. Las bromas entre el Macnair y la Dumbledore, no dejaban de subir de nivel y era mejor que las cosas se manejaran en un perfil bajo, ya que no sería nada grato tener que darle explicaciones a Alex. Se estaba cansando de tener que excusarse por todo, sacarle la vuelta a lo que era evidente e intentar taparle el ojo al macho. 

— Lamentable—arrastraba esa palabra como si se tratará de una lápida. Tener tan cerca la fecha que más le agradaba de todo el año, no daba cabida para dejarse esa clase de comentarios en el tintero. Kyle siempre se destacó por decir las cosas tal y como debían ser, no era necesario usar máscaras que al final del día acabarían cayendo al suelo de forma irremediable. Su reticencia por el tema de las fiestas o esa clase de reuniones sociales, siempre le ganaba aislarse del resto de la comunidad mágica.

— No le veo sentido a entablar una relación con personas que veré una sola vez, vaya forma de sacarme de la comodidad de mi residencia—acomodando el cuello de su camisa, no usaría corbata en esa ocasión. Dejando los dos botones de arriba sueltos, daba un aire casual pero elegante a su vestimenta— Pantalón negro y saco del mismo color, espero que no se haya olvidado de que debemos ir combinados—terciaba una lóbrega sonrisa en sus labios. Era la primera vez que tenía pareja dentro de Londres, al menos se estaba dando la oportunidad de ver que sucedía sin anticiparse a los hechos. 

Pasando su surda por su cabello castaño, sentía la misma sensación que le abordará dentro de la gala de Inauguración. No estaba del todo cómodo, posiblemente le trastocaba tener que lidiar con personas non gratas— Todo sea por no tener que volver a cruzarme con ellas jamás—poniéndose el saco se colocaba en la solapa un escudo de Slytherin. Uno de los tantos legados que le dejará la Nigromante, antes de perderse dentro de las misteriosas e indescifrables arenas del tiempo. 

Hacerse cargo de una nación, no era una tarea que se podía dejar en manos de cualquiera. Recordando gratamente el trato que sellará aquel pacto, sensaciones asociadas con el placer más puro y excitante, abrazaban cada poro de su piel con un calor agradable y catártico. Volviendo a la realidad acomodaba las mancuernillas de plata en los puños de la camisa— Añoranzas de recuerdos gratos—echando una ojeada a sus zapatos negros, admiraba el destello que le devolvían sus ojos azules. El momento de partir había llegado, cerrando cada una de las puertas de la Mansión Macnair y las ventanas, el sonido sordo de esos estruendos lo hizo concentrarse en la forma de desaparecer sin ser detectado. 

Cráneos oscuros rodearon su cuerpo de pies a cabeza, energía que brotaba de cada uno de ellos disolvía cada parte de su anatomía. Siendo llevado de golpe al local que pertenecía a los hermanos Dumbledore, Ada y Ernest. Le interesaba ver el giro que manejaba tan peculiar sitio, quizás podría hacerse con algún objeto de valor o comprar un recuerdo— Políticamente exacto y elegante—ladeando la cabeza intentaba mostrarse lo más amable posible. Aunque le costaba no ser del todo asocial y arisco por instantes, esperaba que Alex, no se demorará demasiado en llegar. 

@ Malum Luxure

[David Augustus Lestrange]

—Depende, ¿cuántas horas eres capaz de dormir sin parar? —preguntó bromeando, para poder valorar si aquello podía considerarse un talento. Estaba convencido de que estaba siendo humilde, posiblemente demasiado humilde. Eso conseguía que sus talentos pasasen a ser un misterio, pero aquello lo volvía interesante. No había problema, era paciente. No le importaba esperar para descubrir cuáles eran las habilidades que la mujer guardaba. —Supongo que como duermes tanto tendrás muchos sueños —comenzó a especular. —¿Tienes algún sueño que te gustaría cumplir? —cuestionó. 

Era sabedor de que estaba siendo demasiado directo con esa clase de preguntas. Posiblemente no recibiría una respuesta sincera, pero cualquier contestación le serviría para su propósito de entenderla mejor. Quién sabe los sueños que podría tener. Tal vez... ¿ser Ministra de Magia? Quizá... ¿tener una bóveda llena de oro? Había tantos sueños diferentes como personas en el mundo.

—Por eso mismo, por esa razón mi travesura sería genial. —respondió riendo levemente. —Porque... ¿acaso conoces a alguien a quién sí? —quiso saber en referencia a las arañas. No esperaba una respuesta por su parte, lo cierto es que dudaba que hubiera amantes de las arañas. Bueno, seguro que los había pero también era posible que fuesen personas peculiares.

Sin embargo, era mejor el tema de esos animales de lado. No era un tema de conversación agradable en aquel encuentro. Hablando del encuentro... ¿Aquello que estaban teniendo podía considerarse una cita? ¿O era una mera quedada de conocidos que buscaban ser amigos? Ni siquiera él que había sido el encargado de hacerle la invitación tenía muy clara la finalidad del mismo más allá de tener a alguien con quien mantener un rato de sonrisas y conversaciones interesantes.

—Ahora te veo incluso más atractiva que antes. —añadió riéndose, mirándola con admiración. Para nada se esperaba una idea por su parte y menos una tan genial. Le encantaba la idea. —¡Lo quiero hacer! Posiblemente no hoy, no ahora... Pero te voy a robar la idea. —dijo soltando una carcajada más, no paraba de imaginarse la reacción de la gente. Esa idea tenía mucho potencial. Magnífica.

Ya iba descubriendo alguno de sus talentos, una grandísima imaginación para las travesuras.

Animado por sus palabras se atrevió a darle un trago a la copa. Y llevaba razón, estaba deliciosa. Sintió como sus mejillas se hinchaban ligeramente por la cantidad de líquido que introdujo en su boca. Lo saboreó unos segundos y lo tragó, preguntándose si aquello tendría alcohol. Mientras acababa de tragar observó que el lugar comenzaba a llenarse de gente, pero por el momento no prestaría mucha atención a los recién llegados. Ahora mismo tenía otra prioridad.

—Pero... ¿no crees que la Varita de Sauco debería poder otorgar al mago tanto poder como para poder ocultarse a sí mismo sin la necesidad de una capa de invisibilidad? —preguntó. Esa era su teoría, pero quizá su acompañante no estuviese de acuerdo. Eso era lo divertido e interesante, que cada uno podía tener un punto de vista muy diferente para las mismas cosas. —Además, creo que con la capa de invisibilidad seguirías apareciendo en el Mapa del Merodeador, no sería tan eficaz para esconderse. —dijo dándose unos golpecitos en el bolsillo de su pantalón, haciéndole ver que lo llevaba consigo. Todo era mera teoría.

Pero se dio cuenta de lo que estaba haciendo y creyó que debería disculparse.

—Lo siento, no quiero boicotear tu idea de tener la capa. —se disculpó con sinceridad y una sonrisa amable. —Yo, sin duda, me quedaría con la Varita.

Siguieron caminando poco a poco, ver diferentes cosas relacionadas con los cuentos hizo que se le ocurrieran varias preguntas que quería compartir.

—En los cuentos casi siempre —o siempre— todo acaba muy bien. Tú... ¿crees que en el mundo real hay finales felices? ¿O esas cosas solo les pasan a los personajes de los cuentos que nos rodean en este negocio y nosotros estamos destinados a otra clase de finales?

 

@ Idylla Macnair T.

[Ada Camille Dumbledore]

La inauguración me tenía algo ansiosa, la verdad estaba muy nerviosa de que todo saliera perfecto, solía ser bastante perfeccionista con mis cosas y es en lo que más me exigía. Varias personas empezaban a llegar y entre ellas mi hermano, aunque apenas intercambiamos unas palabras estaba supremamente guapo y eso me alegraba ver a Ernest tan parecido al abuelo Abeforth. Sus palabras con el sonorus invitó a todos a disfrutar de la inauguración, se me tía orgullosa de él, era un chico agradable en familia y la verdad lo quería mucho. Por los pasillos divisé a @ James Fleamont Potter  con @ Idylla Macnair T. , no era la primera vez que les veía juntos, sonreí de verlos felices.

En la entrada vi la llegada de tres personas conocidas, mi viejo amigo @ Illidan Black Lestrange  su prometía @ Mica Gryffindor y el director del departamento de difusión del ministerio italiano. Era lindo ver a las parejas enamoradas, la Gryffindor relucia no sólo por su traje, sino por su alegría al estar junto a su pareja.

 

- Bienvenidos, que gusto verlos y tan elegantes… Mica luces maravillosa, Illidan te has llevado un tesoro en tu prometida debes sentirte realmente afortunado. Sigan por favor.

 

Les indique para pasarán a donde estaba mi hermano Ernest, salude a @ Thanatos L. Lestrange  besando sus mejillas, como era la costumbre francesa, el era una persona muy amable lo tomaba por retraído y algo tímido, pero una buena persona.

 

- Que gusto verlo aquí Monsieur Thanatos, espero disfrute la velada y podamos charlar durante la noche, sigan por favor.

 

Vi a una pelirroja y distingui a mi cuñada @ Darla Potter Black , me acerque a ella a saludarla, ella era una mujer muy hermosa, además de inteligente.

 

- Querida Darla que bueno verte, me alegra que estés aquí, Ernest va a estar feliz de ver que asististe.

 

La abrace y le guíe hasta donde estaban los demás invitados, @ Ernest Dumbledore  estaba de espaldas y le toque el hombro.

 

-Hermano, mira quien está aquí…

 

Dije mostrándole con emoción a Darla, que estaba a mi lado, al ver había otra persona en el salón y casi me da un infarto cuando recordé de donde lo conocía.

 

- Vuelvo en un momento

 

Camine despacio hacia el, Vegueta era un viejo conocido de París, los día habíamos compartido mucho antes de convertirme en ministra de Magia y me sorprendía justo encontrarlo allí. Me acerque despacio a saludarlo

 

- Que causalidad encontrarte en Londres @ vegueta

 

Solté con una sonrisa mientras saludaba al caballero. 

 

[Idylla Macnair T.]

-Digo no bato un récord, pero sin dudas puedo pasar horas en la cama- su intención era que se escuchará tal cual el doble sentido, así que solo vio de reojo la cara que ponía James -y en cuanto a mis sueños,  creo que me encantaría poder terminar varios de mis estudios, talvez llegar a ser maestra en alguna parte y pues ayudar a Ada en el ministerio. No te contó que pronto trabajaré con ella ahí?- comento la chica con una sonrisa, en unos días entraba a su nuevo trabajo y dejaba el anterior, trabajar con el ministerio Italiano fue divertido, pero las cosas ahí se hacían de una manera muy diferente a las que estaba acostumbrada, así que decidió un enfoque más adecuado a lo que ella le gustaba hacer y Ada le dió la posibilidad de poder desempeñarlo en sus oficinas.

-Pues no las arañas no son particularmente favoritas...- comenzó a decir y luego lo escucho halagarla una vez más, sintió como sus orejas y sus mejillas se encendían de vergüenza. No sabía si eso de consideraba una cita o no, lo que si tenía claro es que se la está a pasando increíble con el de compañía, de reojo miro como había llegado Ada y sonrió esperando que después se acercarán a saludarla -Bueno si haces esa broma quisiera estar presente, de todos modos fue mi idea y sería increíble ver  cómo se lleva a cabo-

-No para nada la boicoteas, creo que tú punto es muy bueno, pero bueno por mi parte viviría paranoica mente pensando que cualquiera podría robarme la varita, en cambio con la capa sería muy complicado que alguien te descubriera y no todos tienen un mapa del merodeador- sonrió y termino de un trago lo que quedaba de su bebida, no era mucho pero esperaba que los elfos no tardarán con las bebidas, mientras que James terminaba la suya.

Se sorprendió de su pregunta y sin duda ya había tenido alguna conversación consigo misma del mismo tema, no llego a nada concreto aquel día, por lo que trato de darle un panorama amplio de los que pensaba -pues creo que sí hay finales felices, pero están muy sobrevalorados lo de los libros... Porque no es un final lo que cuentan, solo es el principio de otra cosa, porque si fuera un final creo que todos terminarían en muerte y desgracia y no en felicidad eterna, que bueno eso no existe claro está, las expectativas de encontrar ese final es el que arruina que de verdad lo encontremos o lo sepamos aprovechar- un elfo había llegado justo en ese momento con otra bebida para ella y lo miro, esperaba no haberlo espantado con su perorata sobre los finales felices -y tu crees en princesas, principes azules y finales felices?-

 

@ James Fleamont Potter

[Thoth]

Lycan se había molestado con @ Ernest Dumbledore  por haberlo ignorado por completo, eso era algo que le intrigo y en cierto momento le comprendió por ocuparse de sus deberes. Y ante su nada atención, el mismo opto por ponerse su máscara del Titiritero, la cual era diferente a la que alguna vez porto en la Marca Tenebrosa y la de Uriel Luxure o Demian, sus anteriores identidades. Esta en cambio, era diferente y unica, pero que lo distinguía como dignatario político, a ello empleo una vestimenta renacentista y se marcho de la vista del Dumbledore, porque se pierde entre los demás invitados al evento.

 

En cierto punto de la reunión, se fue en cuchillo en mano para simplemente divertirse, por eso invoca el Kanho, mientras que con su otra mano caminaba con la Vara de Cristal. Estas armas, daban entender que no estaría jugando en caso que alguien dañara a su ser amado, que si bien le había ignorado, este seguía siendo su centro de atención, y acoplando el silencio, le escribe a @ Malum Luxure  una carta que saca entre su ropaje en pergamino antiguo, y en clave para que ella sola le pudiera comprender. Aunque, el mismo era un trasladador.

 

"Al parecer, deberé esperar un poco más para divertirme."

 

El egipcio regente no estaba nada contento, porque ante la menor insinuación podría causar la muerte a quien fuera, este anhelaba la sangre y no le importaba tomarla de quien fuera. Además, que en sus adentros estaba esperando segundo a segundo como se vincularía al anillo de la Metaformagia, incrementado así su poder y posibilidades de estudio, quizás inclusive con el mismo Fuego del Averno, que esperaba pronto dominar.

[Malum Luxure]

No es que no amara las fiestas y de hecho así era pero una de gala muy pomposa no era lo suyo a decir verdad, Malum me dijo que estaba bien que me adelantara y que mi atuendo era perfecto, yo no soy una persona que sigue demasiado las reglas a decir verdad, había dos razones o mejor dicho dos personas por las que asistía a la fiesta, la primera era mi tía Ada y mi inmenso cariño a ella, mi madre la adoraba con el Alma y me enseñó a quererla de la misma forma, pero la persona principal era Kyle, mi príncipe sin serlo, ese joven encantador que tiene una seducción tan carismática que desata pasiones a donde va.

Yo quiero llenar todas sus expectativas, ser todo eso que desea y la falta de experiencia no me ayuda, aún así no me dejó vencer, estoy dispuesto a todo por que él se lo merece, a veces me pregunto como empezó lo nuestro y mirando atrás me doy cuenta que es un huracán del que no me quiero bajar, no hay tiempo mejor que este donde quisiera estar. Este encuentro será un paso importante para mí y para la relación que estamos empezando, anhelo que me mire a su lado y sepa que estoy dispuesto a permanecer ahí hasta el hasta el fin.

Desde la mansión Luxure hasta el local de mi tía la opción más válida era aparecerse pues conocía el sitio, por fotos y todo lo que ella le había enseñando a Malum así sinceramente esperaba no fallar en el intento, mi look era todo negro a simple vista me lucia muy bien, Un conjunto de camisa con algún agregado de fina seda con un pantalón ajustados, además de un saco y zapatos, el cabello al natural...no había nada que hacer con las mechas rebeldes.

Finalmente había llegado, un poco asustado y apresurado, pero al verlo ahí esperando por mí, hizo que cualquier duda se esfumará de mi mente, no pude evitar sonreír con hoyuelos y todo, era tan increíblemente atractivo que me atraía como un imán, me tomé unos segundos para admirar la tremenda obra de arte que es toda su persona.

-Por qué tan solo?...no teme que alguien lo confunda con un príncipe y lo secuestre?.- Le comente llegando a su presencia, estaba seguro que me pareció lo más bello que podría decir yo, aun así no podía evitar comportarme con toda mi ternura posible a su lado. -Realmente eres muy encantador.- Tome su mano con delicadeza y deje un beso en ella en señal de respeto, pero luego no pude resistirme a besarle los labios.

Mire sus candiles azules y mi corazón quería salir de mi pecho para unirse al suyo en su interior, un suspiro feliz me dio la seguridad de que esta noche sería mágica como todos los momentos a su lado, en mi bolsillo descansa algo y en mi mente la pregunta que hace tiempo vengo ensayando.

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~Palacio de Schönbrunn - Viena~

Me había terminado de arreglar, así que estaba en el trono ultimando detalles para poder marcharme lo más pronto posible a la fiesta de apertura del local de mi bella junto con Ernest, está muy feliz por ellos de este nuevo emprendimiento, para la memorable ocasión lucia un Vestido precioso y delicado, pues yo nunca iba a pasar desapercibida cuando de fiestas se trataba. 

En aquel instante un misterioso mensaje me llegó a las manos, reconocí inmediatamente de quién venía y no pude evitar sonreír, me estaba ahorrando el viaje hasta Londres con un solo paso, es seguro que algo estaba tramando, divertirse eso era seguro, así sin más vacilación di las últimas indicaciones y partí a su encuentro usando el traslador, el otro extremo era bastante escondido y prudente así no tuve problema, una vez que había ingresado al local me dispuse a buscar a las únicas personas que quería ver.

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@ Juv Macnair Hasani  @ Ada Camille Dumbledore   @ Azrael Lycan

Editado 21 de Octubre del 2021 por Malum Luxure

[David Augustus Lestrange]

—¿Despierta o dormida? —preguntó con una sonrisa pícara acerca de la cantidad de horas que podía pasar en la cama. Su mente traviesa le había hecho percatarse del doble sentido, mirándola de reojo con picante interés y una sonrisa que acompañaba. —De todas formas soy muy escéptico, no suelo creerme aquello que no veo con mis propios ojos —bromeó continuando el juego. En su frase iba parte de verdad, no era el típico mago que confiaba en todo el mundo así porque sí. Siempre había que estar en alerta permanente por lo que pudiera ocurrir.

Parecía ser que, por un motivo u otro, aquella no sería la última vez que se encontraría con ella. Y menos después de descubrir dónde empezaría a trabajar.

—¿En serio? ¿Qué puesto ocuparás? —quiso saber con interés. No recordaba si su hermana se lo había dicho. —Seremos compañeros. Tengo ofertas de empleo del Ministerio Francés. Ser familia de la Ministra tiene ventajas. —admitió riendo. Estaba tan seguro de sus capacidades y tenía tanta confianza en sí mismo que no le importaría lo más mínimo si pensasen que su puesto en el Ministerio lo hubiese conseguido sólo por sus lazos familiares. Desde su punto de vista, tenía talento para poder ocupar cualquier plaza que desease.

Descubrir las labores que haría en su nuevo empleo le ayudarían a saber más talentos de la señorita.

—Estarás presente. Tú también serás víctima de la broma. —comentó con tanta firmeza que parecía que lo decía completamente en serio. Se le escapó una sonrisa que lo traicionó, pues eso demostró que era una broma. La invitaría para que le ayudase, para que fuese espectadora y cómplice si lo desease. Sería fantástico. Bebió un nuevo trago de su copa imaginándose la de destinos diferentes que podrían tener esos trasladores. No era tan fácil como parecía pero les saldría bien. Seguro.

Para que nadie quisiese robar la Varita de Sauco sólo habría que no presumir de tenerla, pero claro... ¿quién no presumiría de tener la mejor varita del mundo? Ser su propietario era —casi— una condena de muerte. 

Su acompañante había terminado su copa y dado que en esos momentos estaba pensado en la varita, se le ocurrió que podía hacer un sencillo hechizo mágico. La magia no estaba solamente para facilitar la vida, atacar o defenderse. Estaba también para hacer cosas bellas y eso pretendía.

—¡Morphos! —susurró después de haber sacado su arma con sorprendente agilidad. La copa que sujetaba la mujer se convirtió de inmediato en una pequeña rosa roja del mismo tamaño que el objeto que había tenido en su mano hasta ese momento. No dijo nada, pero esperaba que le gustase. Volvió a guardar la varita y regresó su copa, casi terminada, de la mano izquierda a la mano derecha pues la había cambiado de lugar durante esos segundos que sujetó su 'palo de madera'.

La reflexión de chica fue interesante. Realmente interesante. Nunca lo había visto de esa forma, pero tenía mucha razón.

—En princesas desde luego, tengo una al lado. —sonrió. Nadie podía negar que parecía una princesa y más teniendo en cuenta el vestuario que llevaba. Era como una princesa de cuento. —Voy a decir que sí creo en finales felices, aunque tus palabras me han hecho reflexionar. Sin embargo... ¿qué es para ti un final feliz? —para unos el final feliz puede ser conseguir un tesoro. Para otros que todo acabase en boda. Para algunos que sus planes malvados saliesen bien... ¿y para ella?

 

@ Idylla Macnair T.

 

[Idylla Macnair T.]

—Dormida y despierta, más despierta eh de decir— comentó la chica siguiendo la conversación, era bueno tener a alguien que pudiera seguir el doble sentido sin que cayera en algo morboso o en algo que no debería decir, aunque lo segundo no le importaba mucho, no tenía filtros o muchos para el caso —pues siempre estás invitado a mirar como duermo o comprobarlo— bueno eso se escucho raro, debería pensar sus palabras antes de mencionar las, en su cabeza sonaba mucho mejor lo que acababa de decir.

—Pues seré la jefa del departamento de difusión y comunicación, así que me encargaré de los eventos sociales— comentó la chica con una sonrisa —será divertido entonces trabajar juntos, algo me había comentado Ada, creo que quiere que seas el viceministro. Serás mi jefe entonces— sonrió una vez más, imaginando que harían siendo del mismo Ministerio, sería muy interesante ver como podían trabajar juntos. 

—Bueno recuerda soy buena para las bromas, siempre puedo tomar venganza si hace es esa broma para mi también— alzó una ceja y lo miro, sabía que los dos harían las bromas a la par y que sería muy divertido meter trabajadores por todas partes.

Momentos después sacó su varita y la copa que ella traía en la mano la convirtió enen una rosa hermosisima, se autorizó Una vez más y la olio, admirando el aroma de ese hermoso regalo —que lindo detalle, la magia a veces puede ser tan hermosa si la gente la utiliza de una buena manera, lástima que en el mundo en elque vivimos sólo la usamos para defendernos o para lastimar— admiro la Rosa unos momentos más y luego miro a su acompañante a los ojos, el podía ver la belleza de las cosas y eso le gustaba, tal vez no había tenido muchas expectativas al aceptar una cita con el. Pero poco a poco le agradaba cada vez más el rato que estaban pasando juntos.

Una vez más hacia que se ruborizarse, parecía que toda la noche tendría una sonrisa y las mejillas encendidas, claro que no le importaba mucho, pero si era bastante raro que alguien le hiciera sentir de esa manera. —Bueno hablando de finales felices, creo que el mejor sería ya cuando uno envejece, hacerlo con la persona adecuada y recordar todos los momentos que tuviste. Por eso no existen los finales o la gente no debería buscarlos como una meta, más bien debería disfrutar lo que tienen en el momento, así al final quedará todo lo que hicieron y su final será feliz porque así lo quisieron— empezó a divagar, sabía que sus pensamientos volaban cuando le preguntaban algo tan profundo como eso. Por lo que cuando llegó el elfo con otra bebida le dio un trago rápido, la gente se aburría cuando ella hablaba de esa manera —aunque bueno para nosotros que tenemos magia es diferente que con los muggles, ellos sueñan con tenerla para poder cumplir sus sueños realidad, nosotros sabemos que eso no soluciona nada— 

 

Suspiro mirando hacia las pinturas en las paredes y mirando que se estaban alejando de la multitud, podía ver quesi poco a poco había menos gente en donde ellos se encontraban —mejor Cuéntame algo de ti, no se algún sueño, una meta o alguna idea a sobre el futuro— 

 

@ James Fleamont Potter

[Thoth]

El rostro de Lycan cambio por el de Uriel Luxure , asi ocultaria su identidad e incluso con @ Ernest Dumbledore y todos los presentes. Sin embargo,  aquellos que viera su rostro y dentro de las filas de la marca tenebrosa reconoceria su rostro,  en cambio el del regente no podian vincularlo a ello. En ese sentido, el regente se encomtraba agradecido en ver la llegada de @ Malum Luxure  y se acerco a la misma. Este le saluda, pero le habla con la voz del Luxure. 

 

-Veo que andas perdida. - Agrego.  -Quizas,  te vendria bien algo de compañia.- Ella sabria que es Lycan bajo la identidad de Uriel,  este ya se lo habia confiado a Lady, y quizas Malum podia aceder a esas memorias,  en caso contrario seria su voz reconocida por ser su familiar. Este era el verdadero patriarca oscuro de los Luxure. -¿Buscamos un trago?-