Crónicas de luces y sombras I

[Illidan Burke]

- Esto no queda así... - Fue lo último que pudo soltar, poniendo sus últimas fuerzas en ellos. Y el infierno se desató en aquel pequeño sótano. El aroma del lugar cambio, la humedad se desvanecía, así como el olor a encierro y tierra mojada. La luminosidad se podía ver desde la esquina, a través de aquella ventana. El fuego lo envolvió, cerrando algunas de aquellas heridas cortantes, fue lo único que pudo apreciar, más haya de que la presión de las cuerdas cedieron, todo se hizo oscuridad para él, se sintió morir.

En algún sitio podía pensar y cuestionarse su situación, no se sentía dormido, pues la sensación era extraña, como si navegara en la nada misma, solo su conciencia, sin dolor, sin preocupaciones, como si esperara que alguien pasaron a recogerlo para partir por fin de aquel plano. El lugar comenzó a vibrar y una voz sonada a lo lejos, adoraba aquella voz, ¿Era la última vez que la escucharía?.

Abrió los ojos en el mismo momento que los dolores volvían, tosiendo con intensidad. Se sentía mucho mejor, físicamente, Pero no estaba nada contento, al contrario. Le costó entender lo que pasaba, se incorporó, posando ambas manos a los lados de su torso, aun sentado en el suelo, se llevó una mano a la cabeza, intentando contener el dolor. Fue allí donde se encontró visualmente con Mica, estaba aterrada, podía verlo en sus ojos. Alrededor de ella varias personas, pudo reconocer a cada uno de ellos. Salvo por aquel muchacho, al cual había visto una vez sola, en una redada tiempo atrás. 

Se intentó poner de pie, ayudado por el muro de aquel callejón, le costó más de lo que pensaba. Aun así sus heridas habían sanado, podía sentirlo, pero de algún modo no se sentía bien, estaba enojado consigo mismo, y con lo que pudo haber pasado, Goldor se había ganado un enemigo, e Illidan era la persona más rencorosa de Ottery, no iba a dejar las cosas así. 

- Estoy bien, gracias a todos... - Diría recorriendo los rostros una vez más, para centrarse en Mica. - Salí a tomar algo y fui atacado por un mortifago de nombre Goldor... - Explicaría. - Debe ser un alto rango, sus habilidades me superaron, lo cual no es muy difícil para ninguno... - Soltaría indignado, dando algunos pasos lejos del muro, intentando moverse para corroborar que podía hacerlo. 

Se alejó unos pasos del grupo y susurró - Sunev... - Acto seguido un pequeño elfo aparecía delante de él, ambos a unos cuantos metros del grupo. - Necesito que me traigas la varita de Kaled Lennox... - El elfo asentía dispuesto a marcharse. - Espera, y la caja negra... - Agregaba, ahora volviendo la vista a Mica. Ese día casi perdía la vida, y antes de tomar venganza, necesitaba hacer algo, algo que tenía pensado hacer hacía tiempo. 

@ Mica Gryffindor  @   todos!         

[Mica Gryffindor]

Él abrió los ojos y empezó a toser. En ese mismo instante, la Gryffindor sintió que le volvía el alma al cuerpo. Por unos momentos no pudo hacer más que mirarlo, aún temiendo por él. ¿Tan cerca había estado de perderlo? ¿Qué hubiese pasado si Cillian no recibía ese mensaje? Ahora que la situación estaba controlada, podía permitir que vuelva el pánico, aunque trataría de reprimirlo para que no al vean en ese estado. 

Lo vio ponerse de pie y por instinto hizo lo mismo, amagando acercarse a ayudar peor notando que él podía hacerlo por sí mismo. Notaba en su mirada mucho más que el dolor, estaba molesto. 

La Gryffindor apoyó la espalda en la pared, intentando respirar con más calma. Ya lograría conversar con su pareja y tranquilizarlo, lo que importaba era que estaba bien y ahora lo mejor sería moverse para poder terminar de corroborar que así era.  Los datos que él tenía eran los mismos recaudados. "Goldor" aquel nombre que había sido dejado como marca personal del mortífago y los hechizos utilizados... era evidente que manejaba magia avanzada.

Volvió la vista hacia Illidan cuando éste invocaba a su elfo ¿para qué? no pudo escuchar desde allí. Una vez que el pequeño sirviente se alejó, tomó la determinación de caminar hacia él, debería convencerlo de que era tiempo de ir a descansar y no de buscar represalias... estaba débil y necesitaría descanso para poder reponerse por completo. 

-Amor, lo mejor será que salgamos de aquí...- se acercó hablando con calma.

@ Illidan Black Lestrange

 

[Anthony R. Dracony M.]

La idea surgió de algún lado...por un extraño pensamiento...curioso, bastante curioso....él no sabía que los fantasmas tuviesen ideas si carecen de mente, o tal ves era de esas cosas de las que hablaba el demonio Reacón, que la mente es intangible. 

--Hay que seguir con la vida-- Se río frenéticamente de lo irónico que sonaba esa frase...vida...¿Cuándo se había escuchado que los fantasmas tuviesen vida? Seguramente que lo correcto era una "No vida, más si puede contar con una existencia"...¿sería que en el mundo hay varios planos?...tal vez si. Cómo esa ocasión en la mansión Riddle...Aquella sensación de que algo andaba mal, ver como Aaron Black desaparecía con magos desconocidos...luego aquella explosión, el dolor del desastre y  después recobrar la consciencia en lo alto de un negro muro del cual cayo en lo que parecía otro plano desconocido...algo paso que no recuerda, solo para verse ahora como un fantasma...¿verse? Volvió a sonreír con triste ironía....

Ahora no imitaba la acción del caminar ¿Para que insistir en algo que ya no le era útil?....como fantasma se traslada flotando...más arriba de las edificaciones, sin ataduras a ninguna persona o lugar...libre...pero aburrido.

No hay beneficio en quedarse al borde de la situación, es imperioso tomar el camino que le lleve a respuestas sobre todas sus dudas, no puede resolver sus problemas estando al margen, aunque no tiene idea de donde iniciar a buscar.

Ryvak deja su  contracción de pensamiento cuando ve la serpiente en el cielo...la marca que indica que se realizo un asesinato...la tentación de ir a curiosear surge en él, pero justo surge cerca de su derecha, una cabeza fantasmal...

--¡Wilson! -- La sorpresa de esa aparición le hace detenerse. La cabeza del otro fantasma muestra un gesto de reproche - El llamado ha sido convocado. - Menciona con tono osco.-¿Qué?- Pregunta Ryvak sin entender de momento...--Uno de los mortios de alto mando ha llamado. Ha tocado su marca tenebrosa en su cuerpo...- Wilson calló...la verdad se abrió en su mente...--Cierto...no tienes cuerpo ni piel para sentir... -- Pronunció aquel aparecido, era un problema que Ryvak desconociera tanto sobre su actual estado. Pero tal vez no importaba eso. Guiño el ojo al Dracony haciendo recomendación sobre volver antes de desaparecer el mismo en la oscuridad de aquel cielo nocturno. --Hay nuevo llamado en la mansión Riddle, sigueme si deseas llegar rápido.-- Ryvak tenía preguntas sin fin que formular al aparecido, por lo que atravesó aquel sitio donde la cabeza fantasmal desapareció...no se explicó como fue que apareció en el interior de la mansión...pero una reunión está en proceso...muy practica es su invisibilidad, así podrá enterarse sin necesidad de mostrarse por el momento.

 

[Illidan Burke]

- Puedes decirles que se vayan, aquí ya no encontraran nada, gracias a todos estoy bien... - Respondería a Mica, aun alejado del grupo, aquel malestar que sentía comenzaba a calmarse, aun así quería hacer algo antes de tomar venganza, algo que venía posponiendo desde el ataque de la inquisidora. -Intentaré no ser impulsivo, pero no pienso en otra cosa de salir en su búsqueda, se llevó mi varita... - Decía aquello con algo de dolor en sus palabras. Clavo sus azules ojos en ella. - Estoy más enojado conmigo mismo que con la situación, no tuve oportunidad alguna contra ese sujeto... - Cerro su puño intentando reprimir aquella ira. 

Volvió a la realidad cuando el elfo tiraba de sus ropas junto a él, no capto el momento de su llegada. Illidan dio a la espalda a Mica para tomar la varita, y aquella caja que encerró en su mano, una pequeña caja de terciopelo negro, no mucho más grande que una pelota de Golf. - Gracias... - Diría volviendo a girarse. Pasaría su varita sobre él reparando aquellas ropas, las cuales apenas eran como tal, el fuego casi lo había dejado como dios lo trajo al mundo. 

- Cuando deje la sala de los cerebros en el misterio, creí tal como hoy, que era mi último día en este mundo... - Decía observando a la castaña. - Tuve el impulso de hacer algo, pero no quería opacar el momento de Lud y Cillian... - Hizo una pausa, intentando tranquilizarse. - Hoy pensando que iba a morir, lo que más me aterró, fue la idea de no volver a verte, tocarte, escucharte... - Llevo una de sus rodillas al piso, adelantando aquella pequeña caja, abriéndola, dejando a la vista aquel anillo que su madre le había dado, hacía unos 15 años. Un diamante se aferraba a la argolla, con la forma de una rosa. - Mica Gryffindor, no puedo seguir caminando en este mundo si no eres mi esposa, ¿Te casarías conmigo? - Preguntaba ahora, mostrando una sonrisa insegura. 

Sunev era el espectador más cercano, sabiendo de primera mano los planes de Illidan, a lo lejos el grupo no podía oírlos, pero la estampa era clara, Illidan le pedía matrimonio a su novia. ¿Estaba fuera de lugar?, no le importaba, pero no podía dejar pasar más momentos, nunca era el indicado, siempre algo lo alejaba de aquel momento,  y el rubio necesitaba dar ese paso, ella era todo lo que buscaba en una compañera, la amaba no tenía dudas. 

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Las palabras de él denotaban frustración. No podía simplemente voltear al resto y pedirles que se vayan, si estaban ahí era porque estaban de algún modo preocupados por el rubio y queriendo contribuir a la causa. No sabía qué decirle, lo cierto era que lo mejor era dejarlo descargar todo su enojo, ya sea con el mortífago o con él, como expresó. El hecho de que le hubiese quitado la varita era realmente molesto, lo comprendía, había tocado su orgullo más allá de las heridas físicas. Sin embargo, ella comenzaba a percibir que no se trataba de un intento de asesinato. Por lo narrado podría haberlo matado con facilidad, pero no lo hizo.

La llegada de aquel pequeño elfo llamó la atención de su pareja. Lo vio con otra varita intentar reparar aquellas ropas antes de voltear nuevamente hacia ella por completo. Fue entonces cuando sus palabras denotaron un tono totalmente diferente al que mostraba hasta el momento, aunque demostraba que le costaba tranquilizarse del todo.

La castaña no comprendía del todo la situación, hasta el momento en que lo vio flexionar una rodilla y llevarla hacia el suelo, extendiendo hacia ella la pequeña cajita negra que el elfo acababa de darle. Fue entonces cuando sus palabras completaron la inesperada propuesta. La Gryffindor en forma instantánea se permitió sonreír, un poco porque él también sonreía.

Acortó la distancia hacia él y, esquivando el brazo que sostenía la caja, se acercó hasta tomarle el rostro, dejándose caer de rodillas frente a él y besándolo con intensidad -Claro que sí -respondió. Sentía que su corazón iba a salirse de su pecho -Te amo, y quiero que demos juntos cada paso de ahora en más -agregó, secándose las lágrimas que empezaban a resbalar por su rostro, como si tantas emociones ya no pudiesen ser contenidas.

@ Illidan Black Lestrange

[Mael Blackfyre]

Mansión Riddle.

Me mantuve en el medio de aquel salón, completamente solitario, lleno de polvo y con un aire húmedo. Tenía que admitir que había ido una sola vez a aquel lugar pero su objetivo principal, ahora era llenar toda ésa habitación. Teníamos que retomar algunas costumbres antiguas, teníamos que crear jugadas que nos beneficiaran como bando, porque eso significaba sino que la Orden del Fénix ganaría.

Una voz femenina hizo girarme por completo. Había logrado calmarme solamente un poco, lo necesario para no hacer explotar toda aquella estructura.

— ¿Cómo lo supiste? Eres una bruja habilidosa —dije con una enorme sonrisa. Aunque la máscara ocultaba gran parte de mi cara. Tenía ganas de quitármela de encima, quería tomar la libertad que necesitaba desde un principio, pero aquel no era el momento.

Apareció un mortífago, Aries. Que se relacionaba con la recién bruja llegada. Anthony se hacía presente como el resto del grupo. También apareció Sagitas, demasiado alegre para mi gusta. Malum, aquella bruja que habíamos compartido un equipo en común por un tiempo y un jovencito Azrael. Todos curiosos y tal vez sedientos de sangre como yo. Me dediqué a mirarlos uno a uno.

— Mortífagos… mortífagas… al fin los veo —giré en redondo para verlos. Y sonreí, con mi varita en la mano—. Ésta noche, fue solo una de muchas que vienen. ¡Y cada vez serán más oscuras! —¿de dónde había sacado aquella teatralidad? Hasta incluso a algunos allí ni les conocía la cara. Pero no me importaba, eran varitas, eran mortífagos. Necesitábamos ser un número más grande—. Debemos retomar el terreno que fuimos perdiendo. ¡La Orden del Fénix se está reagrupando, está tomando fuerzas! ¿Y nosotros dónde estamos?

Me acerqué unos pasos a Kamra. Aquella muchacha me había llamado la atención, me apegaría a ella lo que necesitara. No la trataría como alguien a quien darle órdenes, no era nadie allí. Pero estaba seguro que tenía un buen criterio para hacer lo que necesitara.

— Tenemos nueva líder de bando. Nuevas fuerzas. Debemos dejar nuestras diferencias de lado. Ya tenemos demasiados enemigos fuera, ¿No creen? —ésta vez me giré hacia los dos que se intentaban esconder en las sombras—. No somos chiquillos haciendo caprichos. Somos mortífagos. Los defenderé a muerte si es necesario —me apoyé mi varita sobre el pecho y los miré fijamente. ¿Querían retarme? Esperaba que no—. Aquí dentro somos hermanos y luchamos con quien se oponga afuera. Es nuestro territorio. Deberemos retomar nuevamente el Ministerio, las calles de Ottery, los negocios, todo.

La marca tenebrosa había ardido para todos. Faltaban Mortífagos ¿Dónde estaban? Miré a Sagitas. Sabía que la bruja había perdido gran terreno gracias a la comunidad, pero eso no significaba que fuera más chica, sino al contrario, podía ocupar más espacio. ¿O todos allí presentes se olvidaban que había liderado el ataque a King Cross y el aeropuerto de Heathrow?

— No esperen de mi que les diga lo que tienen que hacer, soy uno más aquí. Pero les puedo asegurar que cualquiera que quiera ir en contra de nuestros ideales, y será desterrado y enterrado de por vida —bajé mi varita. ¿Dónde estaba Arya? — ¿Qué dicen? ¿Contamos con ustedes? ¿Qué dicen si salimos a festejar por allí? ¿Alguna mansión o negocio? ¡El Ministerio de Magia! —grité, con el puño levantado hacia el techo.

 

@ Kamra Ashryver D.  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Malum Luxure  @ Azrael Lycan  @ Souichirou Mima  @ Ericen  @ Rhiann Macnair R.  @ Arya Macnair  @ Ada Camille Dumbledore @ Hades Ragnarok

[Darla G Dumbledore]

El mago había reaccionado, su actitud, como la de todo hombre, era la de mostrarse seguro, molesto porque le habían atrapado, pero mostrando que todo estaba bien. Darla no dudaba de los poderes sanadores de las tres brujas, pero sí de que fuera posible recuperarlo tan rápido. Quizás debería confiar más en el poder de un aqueora, no lo había vuelto a usar en siglos ahora que lo pensaba. Lo que sí la puso en alerta fue el nombre del mortífago que lo había emboscado.

—Goldor… —susurró molesta, otra vez él, dos o tres veces ya se había enfrentado a aquel mago, ¿por qué había ido contra Illidan? Mmm… bueno, era ciertamente lógico pero… miró con preocupación a Luna, más luego de que si él, que había sido un excelente duelista en su época no había podido enfrentarlo… no, no estaba bien que subestimara los poderes de Luna, mordió su labio. Si pudiera atraparle.

Escuchó las palabras de Illidan y frunció el ceño, pero tenía razón, debía buscar a Goldor, él no iba a estar allí, pero ¿dónde podría ir tras él? Se le ocurría un solo lugar en donde encontrar mortífagos, aunque él hubiera dicho que iría tras ella, no había seguridad, de seguro había ido contra los que creía más novatos, aunque no lo fueran. De nuevo sus ojos se posaron en la más joven de las Gryffindor. No era su niñera, maldición, pero se sentía responsable de cierta manera. Suspiró y se giró con su varita apretada en su puño, alejándose unos pasos para observar la unión de ambos callejones.

No sabía mucho de él, pero tenía que averiguar lo que fuera, no iba a interrogar a un mago declarando su amor, le había dicho a Luna que no era el momento. Y aunque él parecía más sano, físicamente ya que no estaba que alguien que pida matrimonio esté en su sano juicio, por lo menos por ahora no había mucho más que hacer allí. Y sí, ¿por dónde empezar? ¿o bastaría con esperarle? Tenderle una trampa quizás… quería a Goldor, no le importaba que él pudiera tener más chances que ella de ahora en más y si lo quería muerto, para el bien de Luna, lo mejor es que olvidara que había tenido un ideal que seguir, debía hacerlo sola…

—Nos vemos luego entonces si no hacemos falta… —dijo al aire, a nadie en particular mientras caminaba por el callejón rumbo al único lugar que pensaba en que podría buscar, el mismo al que había ido hacía unos meses a buscar a los que creía traidores… la Riddle... si es que podía volver a ubicarla...

[Ada Camille Dumbledore]

 

 

La noche me había sorprendido tras la disputa causada en el bar de mi familia, no sabía muy bien lo sucedido pero mi primo Adrian había llegado al bar y había avisado al Ministerio, el podía encargarse de todo aquello. Yo caminaba por Ottery dirigiendo mis pasos hacia la Mansión Riddle para oxigenarme un poco más. La capa dorada que llevaba encima me cubría del frío viento que ya empezaba por la estación del otoño, pero no sentía frío, lo cual era bastante cómodo.

 

Apresure mis pasos y entre a la Mansión Riddle, al menos me había despejado de los pensamientos que me avisaban cuando empecé a escuchar en el salón una vos potente que instaba a varios mortífagos que estaban allí mismo, sus palabras parecían una flama que empezaba a encender quienes éramos. Tome mi bolso de piel de moke y saque mi máscara de Galia y me coloque la máscara para entrar al salón y con varita en mano, llegue para reunirme con ellos, estaba dispuesta a defender mis ideales. Con un movimiento de varita cambie mi capa a color negro. Estaba dispuesta a lo que fuera por mi familia de armas.

@ Mael Blackfyre

@ Ericen   @ Malum Luxure  @ Azrael Lycan  @ Kamra Ashryver D.  @ Hades Ragnarok  @ Souichirou Mima  @ Rhiann Macnair R.  @ Anthony Ryvak Dracony

 

Editado 8 de Octubre del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Invitado Arcanus]

Los acontecimientos habían transcurrido rápidamente. Al entrar, Arcanus lo había hecho junto a Alyssa quien amablemente lo había protegido del fuego con poderosos hechizos que él aún no conocía. Luego de eso encontraron el cuerpo vejado de Illidan inconsciente salvado solo por unos minutos de convertirse en ceniza. Rápidamente lo asistieron, curandolo hasta que recupero la consciencia.

En lugar de explicar como había sido capturado, de aportar algún dato para buscar al responsable de lo que había pasado, lo que decidió hacer fue algo realmente increíble da la situación. El joven había mandado a su elfo a buscar un anillo para proponerle matrimonio a la Líder de la Orden del Fénix. Arcanus se acercó hasta la parejita, incrédulo de lo que observaba y aplaudiendo irónicamente.

- Oh qué fantastico momento. Muy emotivo y oportuno en verdad. - Dijo con sorna - Obviemos lo patético de la situación. En la que el jefe de seguridad mágica fue fácilmente atrapado y casi asesinado. ¿Cómo alguien así de inoperante llegó a jefe de seguridad? Lo peor de todo es que mientras estamos aquí perdiendo el tiempo los mortifagos seguramente se encuentren organizandose para seguir haciendo de la suyas. Tal vez su próxima víctima no tenga tanta suerte. - Concluyó mientras caminaba buscando algún tipo de pista.

- ¿Será que los tortolitos se dignan a buscar pistas para atrapar al responsable de este desastre? ¿O están muy ocupados haciendo la lista de invitados? - Concluyó con una mirada de impaciencia.

[Thoth]

En el Callejón Diagon 

 

Lycan salía de su local y escuchaba el rumor de lo que había ocurrido en el local de @ Ada Camille Dumbledore , este se intrigo como alguien hubiera sido capaz de incendiar ese lugar,  y más aún ser tan torpe como dejar a @ Illidan Black Lestrange  con vida,  eso solo significaba que fuera la iniciativa de un carroñero. Sin embargo,  el dignatario egipcio creo un portal rumbo al hogar de ese mago,  igual era momento de visitar. 

 

El nigromante pasa por su portal y llega al hogar de @ Mica Gryffindor  y ese mago que casi muere, sin embargo,  las intenciones del mago tenebrosa se encontraban ocultas de todo pensamiento y reacción,  por algo el mismo fue educado por un sin de protocolos,  además nadie ni los Mortífago saben su vinculación con la marca tenebrosa,  por ende no se le podía vincular a la misma. 

 

-Espero que se encuentren en su hogar.-

 

Aseveró el Regente egipcio,  quien deseaba conocer de primera mano lo ocurrido. Sin embargo,  su marioneta ubicandose en el exterior de la mansión Riddle no escucho ni una palabra de @ Mael Blackfyre  , si bien había llegado esta no ingresó,  por el hecho que @ Malum Luxure  no lo había hecho o simplemente no le dio la gana al regente que ello ocurriera,  y esa marioneta tenía el rostro cubierto,  porque nadie pudiera afirmar que es Lycan quien estaba "presente" en ese lugar.