LIBRO DE HERMES TRIMEGISTO - Octubre 2021

[Mael Blackfyre]

¿Y hasta ahora recién lo comentaba? Miré de manera fulminante a Gahijí, dándome cuenta que se trataba de un guerrero un poco tosco. Prefería que sus alumnos se manden a la horca, a enseñar como correspondía. Negué internamente con la cabeza y miré a Mica sorprendido, pensando que la bruja poseía aquellos conocimientos. ¿Y el Uzza no le respondía nada? Sabía que podía quemar todo ¿Pero con qué fin enviaba a su alumna a no poder hacer nada?

— ¡Tú protégeme con esos poderes y yo haré el resto, Mica! —hablé por encima del vuelo de los dragones y de las voces, esperando que la mujer Gryffindor me escuchara y aprobara. Aunque no teníamos muchas opciones y estaba seguro que de ésa manera nos serviría a los dos. La bruja no dudaría un segundo en realizar las protecciones necesarias, pero si ella no poseía esos conocimientos, entonces el que pondría el alma en cuestión, sería yo—. ¿Estás lista? ¡Hazlo!

Le grite a Mica ordenándola. Si ella no podría realizar el hechizo me ofrecería yo, y sestaba seguro que así ambos podríamos aportar al caso. ¿Y si algo salía mal? Esperaba que no. Las escamas del dragón eran puntiagudas, las acariciaba con la punta de mis dedos, pensando en su fortaleza contra el fuego. ¿Los poderes estarían inspirados en criaturas como éstas?

— Uzza Gahiji ¿Los dragones no necesitarían también protecciones como Ignea Máxima e Himno de Eléboro? Algo me dice que no es el mismo tipo de fuego al que estarían resistido —pensando más que nada en el Fuego Compacto, ya que según los cuentos, los dragones provenían de un fuego parecido a un volcán…

@ Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

El Guerrero se acercó, advirtiendo lo que pasaría si la Gryffindor intentaba utilizar aquel hechizo. Se sintió agradecida ante la duda que acaba de formular, puesto que de lo contrario tal vez se hubiese aventurado a intentarlo con fatales consecuencias.

Los restantes hechizos eran defensivos, del tipo que eran más que útiles en batallas y enfrentamientos de todo tipo. Sabría utilizarlos, o eso esperaba. Si bien había leído las instrucciones, el hecho de que su tutor las recordara era más que útil. 

Mael fue entonces quién llamó su atención, pidiéndole que aplicara esas defensas en él para que se ocupara del resto. Era buen plan y, desde una ubicación más segura, se encargaría de protegerlo con todo lo que estuviese a su alcance. - Ignea Maxima- pronunció aplicando la lluvia de polen de lirios de fuego sobre el joven de ojos negros.

-¿El Himno solo funciona sobre uno mismo? ¿O puede aplicarse en otro mago? -inquirió, puesto que suponía que Mael debería utilizarlo él para que sus sentidos se encontrasen protegidos. 

Su dragón planeaba en el aire, haciendo una lenta circunferencia en la altura, como esperando alguna otra instrucción, pero de momento no pretendía acercarse al poblado, era demasiado riesgoso para ella.