Jump to content

Libro de las Auras - Octubre 2021


Runihura
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Bajo las primeras luces del amanecer el Monte Catalina teñía de fuego una de sus caras, mientras que su espalda permanecía bajo las sombras aferrándose a la escarcha de la noche que poco a poco cedía bajo el avance del sol. Contemplando este hermoso paisaje Runihura a veces se olvidaba que aquel no era realmente el lugar de su infancia, aquel que la había visto crecer, sino una mera imitación del mismo dentro de los dominios de la escuela mágica Uagadou. Pero el olvido no duraba mucho, bastaba con mirar a su alrededor y comprobar que su pequeña tienda era la única para recordar que aquel no era su hogar. 

Sentada en el suelo, con las piernas cruzadas y sus brazos descansando sobre las rodillas, meditaba de cara al monte mientras que aguardaba la llegada de sus alumnos. Rory Despard y Hessenordwood Crouch, aunque sus nombres no significaban nada para ella realmente, lo único que le importaba de aquellas personas era comprobar si tenían lo que hacía falta para dominar un arte tan místico y complejo como lo era la magia de las Auras. 

El simple hecho de que hubieran llegado hasta este punto en su educación sentaba un buen precedente, pero no garantizaba nada tampoco. En pocas palabras, no importaba cuanto conocimiento mágico hubieran dominado hasta entonces, Runihura sabía que nada los podría haber preparado para el desafío que la magia de las Auras representaba. Esbozó una pequeña sonrisa, abrió los ojos y contempló el juego de colores que el amanecer pintaba sobre el paisaje, sin duda sería interesante ver si estos europeos tenían la capacidad de conectar con los poderosos seres de luz que les enseñaría en esta clase. 

Aguardó en silencio, sentada en su posición de meditación, prestando atención en caso de percibir la llegada de sus alumnos. 
 

@ Hessenordwood Crouch  @ Rory Despard

  • Me gusta 1
  • Love 1
nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Benjamin Whisper

El cielo africano al amanecer ofrece una gama de colores que sin duda resultan la envidia para cualquier localidad de Inglaterra. Benjamin lo encuentra fascinante, y sin dudas más interesante que  la figura de la uzza que permanece impávida en posición de meditación, tan quieta que no puede deducirse de sus gestos el tiempo que lleva esperándolos.

¿Es este la clase de ambiente en el que a Runihura le gusta despertar cada mañana? 

Él por supuesto, ha tenido un despertar, horas atrás, bastante diferente. El olor a tierra húmeda, entremezclado al cítrico aroma de su loción de baño, había llenado sus sentidos, invitándolo a abrir los ojos, solo para comprobar que Quintel se había deslizado hasta su cama en algún momento de la noche, y permanecía ahí, profundamente dormido aún, y tan cerca, que a pesar del gorjeo de las aves más madrugadoras allá afuera, podía escuchar los latidos en el pecho del muchacho, y percibir también la respiración rítmica que elevaba su pecho cada tanto.

Había sido casi doloroso despertarlo, cuando en otras circunstancias, hubiese tranquilamente rodeado  su cuello para sentir el pulso de la vida de él entre sus manos...

La rutina había sido solo un poco diferente a la habitual por las lecciones del libro de las auras que iniciaban ese día. En ayunas, había tomado la poción de pétalos de pensamiento, para  potenciar su agudeza mental, y se había roceado el cuerpo con el polen de los lirios de fuego, pues las altas temperaturas del desierto donde los uzzas solían convocarlos, siempre le resultaban un fastidio.

Elegir sus ropas le había llevado algo más de tiempo, pero inclinándose por una sencilla túnica de algodón natural, fresca y con el punto de elasticidad justo para que pudiera desenvolverse sin problemas, creía haber sorteado ese impasse. Ciertamente, al verse al espejo no había terminado de agradarle su imagen despojada de la formalidad que tan estrictamente le gustaba llevar ¿Pero que más podía hacer? Resultaba bastante peor darle a los uzzas motivos para poner más difícil el alcance de su magia y ya estaba gastando una suma de galeones considerable en el asunto. 

Era impensable para él invertir un knut más en aquellas gentes, siendo que además no veía hasta el momento en qué cosa buena invertían lo ganado. 

― ¿Estás llevando todos los amuletos y anillos en la mochila?― su voz se eleva con un cierto eco desde el pasillo, por lo que está seguro que Quintel va oírle con facilidad― ¿O piensas portarlos encima de ti? De las copias de los libros de las auras y los otros libros ya me estoy encargando yo, así que apúrate para irnos de una vez― los ojos de Ben vuelven a centrar su atención en todo eso que prolijamente alistó la noche anterior, para luego, comprobar en su caro reloj de muñeca que ya es hora de partir― no es tanta la diferencia horaria, pero esa mujer quiere que estemos antes del amanecer. 

Por primera vez será una bruja y no un mago, quien les enseñe el uso de esos poderes tan exóticos como letales. Enterarse de ello había sido un trago amargo para Whisper,  tras comprobar la aceptación de su inscripción a Uagadou ¿Es que acaso estaba decayendo tanto la formación en ese lugar que ahora echaban mano de mujeres para la enseñanza en libros tan avanzados? ¿O sería la tal Runihura una de esas contadísimas excepciones a la regla? 

Hasta donde la ve, no hay realmente en ella algo que resalte, excepto la mística con que parece mimetizarse en ese amplio paraje, como un elemento más de él, pero ni se molesta en presentarse, pues si es como sus otros compañeros guerreros, intentará sacar de él algo realmente más importante que su nombre.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Quintel Guillam

Apagó la última veladora sobre el altar cuando la voz de Benjamin se escuchó desde el otro lado del pasillo, provocandole casi de inmediato un nudo en el estómago. No está nervioso por llevar esta enseñanza junto a Ben, además de su compañero de piso, Whisper ha sido un mentor todo este tiempo, le ha mostrado en gran medida la mayoría de reglas de etiqueta, comportamiento y buenos modales que se necesitan para, aparentemente, poder sobrevivir aquí, también le había enseñado otras cosas que Quintel encuentra más útil como técnicas para mejorar sus brebajes, encantamientos de  o mejorar sus estrategias en una confrontación mágica. 

Así que ir junto a él para intentar aprender de un libro de magia guerrera tan avanzado, lejos de intranquilizarlo, lo motiva. La calculadora y observadora mente de Benjamin siempre sabía como esclarecerle las ideas mejor que nadie, sin mencionar que tenía una perspectiva bastante atractiva de las cosas, aunque no siempre estuviera de acuerdo con él, pero igualmente lo dejaba impresionado.

Sin embargo, aprender de la magia de las auras es lo que le preocupa ahora. En tiempos de antaño, entre los habitantes de su pueblo, se tenía la creencia de que la aparición de un brujo que manipulara esta magia era de mal augurio. Las malas profecías de los grandes sacerdotes alertaban también a la gente de los poderes  malignos de ésta y a quiense atreviera a decir lo contrario, o tan siquiera a indagar en el tema, no era bien visto por su gente. Xcaret no vivió tanto tiempo en esta tierra como para poder decirle lo contrario o explicarle algo más sobre la naturaleza de esta hechicería. Pero una de las cosas que más ha aprendido aquí, en esta época moderna, y sobre todo en este Londres mágico, es que las artes magicas se exploran muy diferentes a sus años de aprendiz de brujo.

No debía sentir temor en su corazón entonces, no de algo que sin duda ha dejado muy atrás.

Pero a pesar de rezarle a sus muertos como lo ha hecho todas las mañanas, hoy simplemente no siente la fuerza y el temple que necesita para esto. ¿Sería una señal de su difunta madre para que desistiera de este aprendizaje? Existía una conexión bastante particular tras cada vínculo obtenido hasta el momento con la magia guerrera de estos pueblos Uzza, podría ser solo que de algún modo el brujo empatiza con la situación actual de los guerreros, o solo por tratarse de una magia tan ancestral. 

Cuando escucha a Benjamín esta vez hablando sobre el tiempo sale de sus cavilaciones y se sonríe a sí mismo, pensando en que quizá Ben es toda la fuerza y temple que le hace falta para esto. Entonces salió de la habitación vistiendo habitualmente su ropa deportiva, con el cuidado de que, aun sus conjuntos deportivos, tienen el consejo y la aprobacion de benjamin antes de convinarlos con cualquier cosa que se encuentre en su armario.

Llevo algunos amuletos aquí conmigo-, ha olvidado cambiar su voz, el áspero sonido que sale desde su garganta es solo un ruido sofocado, aún así, se apura a añadir algo mas antes de que el último ruido se agote. ―El resto están en la mochila. De todas formas nunca hay tiempo para todas estas cosas-, se detiene entonces para contemplar a Ben fuera de sus trajes elegantes (que hasta para ir a dormir luce con tanta clase), y le dedica una buena sonrisa satisfecha. ―Déjame a mi abrir el portal-, pide como un niño, dejando toda aquella seriedad que lo había acompañado desde su habitación para después.

Sin embargo, no se espera por la respuesta de Ben y apenas lo ha visto pensarselo, que por el gesto premeditado parecía un rotundo -no- de su parte, el moreno se apartó unos cuantos metros y preparó su varita para conjurar un portal horizontalmente a poco menos de medio metro de altura desde el suelo. Al partir el espacio una ventisca cargada de humedad sacude las cosas en la habitación, quizá debió pensarlo mejor antes de abrir un portal adentro del piso en el PP.

Este será un buen ejercicio, ya que no he tenido ni tiempo de avisarle a Hess que no saldría con él a correr esta madrugada. Bueno ¿te apetece una carrera hasta el Uagadou?-, sin decir más, toma el resto de sus cosas, entre ellas la carta de solicitud del colegio, coloca unos gogles sobre su rostro y se arroja al vacío dejándose arrastrar por las corrientes de aire mientras cae a gran velocidad.

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Benjamin Whisper

Los nuevos lugares siempre llevan a pensar a Benjamin en su propio hogar. La sobreprotección de su madre en casa le había llevado a evitar que saliera de los límites de la casa calendario de los Avery, y dada la extensión de la propiedad, se las había ingeniado para colocar allí todo cuanto pudiese ser necesario para que él llevase una adecuada formación. Era verdad que luego había terminado enviándolo a ilvermorny, una decisión impensable para alguien que con tanto celo le había mantenido, en cierta medida, confinado, pero en realidad, Ben había descubierto recientemente, que era gracias a su padre, que ello se había dado.

Quizá era la única cosa, por la que podía estar agradecido con ese sujeto.

Ir al otro continente había terminado despertando en su interior, el gusto por viajar y conocer otros espacios. Por mucho que los libros tuvieran descripciones precisas y bellos y detallados dibujos y mapas, ninguno podía hacer justicia a la sensación de experimentar con los cinco sentidos, un nuevo territorio. Cada espacio, incluso los más agrestes, o aparentemente "poco tocados" por los hombres, evidenciaban las huellas de quienes los transitaban y habitaban. Y era por todo esto que para alguien como él, tan interesado en las costumbres de los hombres para a partir de eso identificar sus debilidades, personales y colectivas, viajar y conocer nuevos parajes era tan atrayente.

En todo esto ha ido pensando, mientras escucha las respuestas de Quintel, volviendo a insistirle en que se apure, y de repente, se ve arrastrado una vez más por causa del ímpetu de su muchacho, a una situación que escapa a su control. El joven mago está exultante, y no duda un segundo antes de lanzarse por el portal que ha abierto con bastante facilidad, pero Ben alcanza a hacer un hechizo de barrera para las cosas de la habitación y un casco burbuja a sí mismo, y solo entonces es que se lanza al vacío. 

Por fuera, el aire mezclado con arena golpea con fuerza, pero aun así, estar experimentando la observación desde varios metros de altura, de los áridos terrenos de Uagadou, y de ese volcán en movimiento, resulta una experiencia insuperable. El amuleto volador oscila en su pecho, y su efecto atenúa la velocidad de la caída de forma que llega tranquilamente hasta la superficie.

 En la "carrera" ha sido él quien ha terminado perdiendo, y probablemente, por eso Quintel está contemplándolo tan sonriente, a pesar de su desastroso cabello revuelto. Benjamin ni siquiera está seguro si el muchacho mencionó alguna clase de premio o castigo por el asunto, pero siendo eso una de las cosas que extrañamente está consiguiendo arraigar en él, no duda de que muy probablemente, cuando estén de regreso en el Palacio Rosa, Quintel cobre con creces su victoria.

Las primeras impresiones, mi querido muchacho. No tientes de esa manera a tu suerte, tan pronto-  tras finalizar el encantamiento de casco burbuja, y acomodar su atuendo, pese a poder hacerlo con la varita, Ben se acerca a Quintel, y acomoda con suavidad los cabellos del menor. Sus oscuros ojos azules lo observan un largo rato, mientras acomoda también su camiseta, hasta que satisfecho de su labor le hace una seña para que se acerquen juntos hacia Runihura.

Lo cierto es que por causa de aquel sello que llevan todos los libros, no ha podido averiguar demasiado sobre la clase de magia de las auras y lo único que sabe a ciencia cierta, es que es un tipo de magia que funciona mejor en lo grupal, que en lo individual, lo que trae de vuelta sus reflexiones sobre las huellas imperceptibles de los hombres en distintas actividades, dando pistas enormes sobre sus formas de pensar y de hacer.

Y ahora que con una venia se ha presentado ante Runihura, está a punto de comprobar la veracidad de las conjeturas que ha ido haciendo, y que tanto de todo lo que le han dicho sobre esos poderes y sus fabulosos alcances, resulta real. 

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Quintel Guillam

La fuerza del aire empujando en su contra mientras la gravedad lo arrastra hacia abajo es una experiencia totalmente agradable a pesar del vértigo en sus entrañas, mejor aun que volar una escoba. Por un momento, tras una voltereta que lo deja de espaldas contra el piso, con la figura de Benjamin arrojándose con más elegancia por el portal en el reflejo de sus lentes, se imagina que esta presión que empuja en todas direcciones sobre sus ejercitados pero jovenes músculos es el mismo mago mentor, en ese parpadeo la distancia entre ellos desaparece y aunque seguramente es memoria olfativa, puede sentir su loción en el viento que golpea duramente a su alrededor. 

Y es que Benjamin es y se siente un poco mucho así; una fuerza que viene de cualquier lado, que lo empuja, tiene una fluidez natural, pero al mismo tiempo es fuerte, firme y constante, sin embargo, no lo lastima, a pesar de todo ese carácter hostil y algo huraño que no solo aparenta. Es por eso también que vivir con él es así de emocionante, en cierta forma se siente que es como caer al vacío de toda esta realidad que lo rodea, pero al menos tiene a Ben ahi, que lo hace cambiar de dirección, que ralentiza su caída a la nada.

Solo cuando siente que ha Ganado ya suficiente velocidad es que busca a tientas la cadena por debajo de la túnica que se ha colgado sobre si un instante antes de saltar, ahí hay un par de dijes ordenados por tipo de utilidad, pero es el amuleto volador lo que Quintel está buscando en esta ocasión. Lo sujeta entre sus manos con fuerza antes de hacer uso de él, es una costumbre muy suya aun, agradecer la fuerza de los objetos mágicos para uso propio como si artefactos bendecidos se trataran, es una práctica que Benjamin no ha podido desarraigar todavía. Así que, una vez más, agradecido con los poderes de los pueblos Uzza con los que se ha vinculado, hace uso del amuleto volador para comenzar a amortiguar su violenta caída.

Girándose nuevamente, con otra voltereta que parece acrobática, tiene entonces una amplia y mejor vista de los campos del Uagadou donde se han de encontrar con Rhunihura en breve. Aún le quedan suficientes pies de altura para conseguir planificar un aterrizaje limpio sobre la superficie de los montes, hay cierta técnica además en como lo hace, como si no fuera esta la vez primera que se aventuraban a una actividad tan kamikaze y, quizá, inconsciente de riesgos o prudencia. Le lleva solo un poco más de tiempo sentirse seguro de nuevo sobre el suelo firme, pero al menos le da brecha para recibir con suficiencia a Benjamin que aterrizó poco después de él.

Tentar a mi suerte es lo último que haría tratándose de ti, Benjamin-, como reflejo involuntario había intentado evitar las manos del mago sobre sí, pero tan rápido como la loción que desprende su piel nuevamente golpea sus memorias sólo cede al ordenamiento que Whisper ejerce sobre su persona, ocupándose mejor de agrupar los amuletos de ambos por debajo de la túnica. Una vez que están listos para continuar, después de compartir ese silencio acompañado de la pesada mirada del rubio sobre él, se dirigen hasta donde deberían encontrarse con la guerrera, en una caminata que es algo mas tranquila que la arriesgada precipitación de hace un momento.

Por mera intuición Quintel activa un par de amuletos mas, para evitar la distracción o el daño de alguna criatura salvaje o ponzoñosa escondida entre los relieves de esta naturaleza y, a la par, de reojo puede ver a Ben hacerse con su anillo salvaguarda contra miradas indiscretas y colocarlo cuidadosamente en su mano. Quintel sonríe, admirado y preocupado por la paranoia y alta prevención de Whisper ante cualquier posible escenario. Poco tiempo después de eso, la figura de la guerrera fue parte también del paisaje frente a ellos, sentada contemplando los colores del amanecer que, hasta ese momento, en el que repite el gesto y se permite echar un vistazo al horizonte, se percata de que parecen estar cargados de una energía sobrenatural.

A diferencia de otras veces no procedió a interrumpir la quietud y calma con la que han sido esperados, si no que se integran de a poco tras una venia de cortesía y con un silbido suave de un quetzal cómo su unica presentacion, Quintel aguardo a la par de Benjamin, para que Runihura les muestre y guie su camino en esta enseñanza.
 

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al cabo de unos minutos pudo sentirlos, resultaba difícil de explicar cómo es que podía percibir su presencia, pues venía de una profunda conexión con su entorno y el exhaustivo desarrollo de sus sentidos. Aquellos Uzzas que se dedicaban al estudio de las Auras parecían alcanzar una conexión excepcional no solo con su ambiente físico, sino también con su entorno espiritual y mental. Meditar le ayudaba a alcanzar aquel estado de conciencia superior, ahora debía enseñarles a sus alumnos como alcanzar dicho estado y utilizarlo para invocar el poder de las Auras. 

Runihura se puso de pie y giró para encarar a sus pupilos. Uno de ellos era un hombre alto, rubio, imponente; el otro era joven, moreno, curioso. La guerrera Uzza los observó por unos segundos absorbiendo y analizando todos los detalles, existía una clara y fuerte conexión entre ellos, pero no podía poner el dedo en la naturaleza de la misma ¿padre e hijo? ¿mentor y protégé? Lo cierto es que no importaba, la joven Uzza debía enseñarles como conectar con las raíces más profundas de su espiritualidad, y aquella conexión que existía entre ellos les ayudaría en esta travesía. 

- Mi nombre es Runihura – canturreó la joven con aquella desconcertante voz infantil cargada de sabiduría – Seré su guía espiritual en esta misión que les permitirá conectar con el místico poder de las Auras, poderosos y caprichosos espectros de luz que podrían traer consecuencias devastadoras de no ser controlados propiamente. – tomó una breve pausa en la cual su intensa mirada continuaba estudiándolos, con una expresión amable pero inescrutable en su rostro – Vengan, tomen asiento alrededor del fuego, nos serviré unas tazas de té.

La guerrera Uzza se volteó nuevamente y caminó unos pasos hasta un pequeño fuego que crepitaba bajo una tetera de hierro, con un movimiento de sus dedos logró que la tapa levitara a unos centímetros de la tetera lanzando una espesa columna de vapor al viento. Runihura hurgó en una pequeña bolsa que cargaba a un costado de sus caderas, extrayendo un puñado de hojas secas que luego se inclinó para agregar al interior del pote de hierro. Dejó caer la tapa de vuelta en su lugar al tiempo en que tomaba asiento en el suelo frente al fuego, con sus piernas cruzadas y la espada erguida. Esperó a que sus alumnos también tomasen asiento junto a ella, alrededor del fuego sobre el que se calentaba aquel misterioso brebaje.

- La magia de las Auras no es fácil de dominar – comentó la guerrera paseando su mirada de un pupilo al otro – Esta conectada al mundo espiritual, aquel que buscamos expandiendo nuestras mentes más allá de los límites impuestos por la conciencia, una realidad paralela donde existen poderosas criaturas de luz que no pueden acceder a nuestro mundo a no ser que sea a través de nosotros como canalizadores. Pero si tu propio espíritu no es lo suficientemente fuerte como para controlarlos, serán ellos los que te controlarán a ti. – Runihura dejó que sus palabras resonaran en el silencio, interrumpido solo por el crepitar del fuego y el ocasional cantar de los pájaros – La magia de las Auras, ejercitada con control y firmeza, puede ser un poderoso aliado en situación de batalla, no solo para el mago invocador sino también para aquellos que forman parte de su equipo. Su poder tiene un alcance mucho más amplio y afectará (en conjunto) a todos tus enemigos si deseas atacarlos, o a todos tus compañeros si lo que deseas es protegerlos o incrementar su poder. 

La tetera comenzó a silbar, la joven Uzza realizó un movimiento circular con su mano haciendo que tres tazas aparecieran frente a ellos, mientras que la tetera se elevaba en el aire inclinándose para servir el humeante brebaje. Runihura tomó la taza que permanecía levitando frente a ella abrazándola con ambas manos, absorbiendo el delicioso calor que desprendía la cerámica. 

- Déjenlo descansar por unos segundos hasta que se enfríe un poco – les aconsejó la guerrera, inhalando con profundidad el aroma que se desprendía de la infusión. – Es té de rashka, una planta común en África utilizada con frecuencia en nuestros rituales espirituales, puesto que ayuda a relajar la mente facilitando un trance que les permitirá encontrar su camino hacia el mundo espiritual. Ustedes dejarán que sus mentes se familiaricen con dicha conexión para que así puedan volver a establecerla en el futuro, para lograr dicha conexión se debe permitir que sus mentes exploren más allá de sus sentidos, dentro de esta realidad paralela que nos rodea pero no podemos ver ni percibir. Allí su mente entrará en contacto con estos espectros de luz, inmensamente poderosos y de naturaleza salvaje, ansiosos por manifestar su poder en nuestro mundo. Si ustedes demuestran cualquier tipo de inseguridad o debilidad, las Auras lo sabrán y tengan por seguro que tomarán ventaja de ello. Es por eso que es de suma importancia que mantengan su espíritu fuerte, su resolución inquebrantable y un propósito definido. 

Runihura cerró los ojos y tomó un sorbo de su infusión, disfrutando de la cálida sensación bajando por su garganta. 

- Por ahora solo quiero que beban un poco de este té, cierren los ojos y permitan que su mente explore con libertad, más allá de los límites impuestos por su propia conciencia. Permitan que su mente encuentre el camino hasta el mundo espiritual, establezcan la conexión y familiarícense con la misma, puesto que en el futuro deberán establecer esta misma conexión cada vez que deseen invocar una de las Auras. – en ese momento la guerrera abrió los ojos de forma abrupta y atravesó con su mirada a los dos alumnos – Bajo ninguna circunstancia establezcan contacto con los espectros de luz ¡ni se acerquen a ellos! – espetó la Uzza con brusquedad – Por ahora su tarea es únicamente la de establecer la conexión, luego aprenderemos más sobre los distintos tipos de Auras que encontraremos allí. 

 

@ Hessenordwood Crouch  @ Rory Despard

nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Benjamin Whisper

Benjamin observa con calma a Runihura, y su extraño tono de voz que comparado con el de los otros uzzas, está desprovisto de dureza y al contrario, envuelto en una nota dulce, fácilmente podría confundir a otros incitándoles a creer que es alguien débil.

Nada más lejos de la realidad, porque ella acaba de mencionar que el control es el elemento clave en el dominio de la magia de las auras. Y Ben sabe a la perfección, como la persona obsesionada con el control que es, que nadie sin la fortaleza para manipular a su entorno, es capaz de lograr dominio semejante.

Entonces ¿Que otros talentos esconde aquella mujer? La preparación del té claramente no es lo suyo, pues la bebida es amarga y en su preparación no hay rastro de elegancia ni cuidado alguno (lo que porsupuesto es mucho pedir en mitad de la nada dónde Ben consideran que se encuentran), pero si va tomando nota de su detallada explicación sobre de qué manera operan las auras, dónde se encuentran y los peligros que implica no manejarla adecuadamente.

El mundo o los mundos que hablan de conexiones espirituales nunca han sido un tema de interés para Benjamin, así que sabe que todo eso de "conectarse" en otro plano le será sumamente difícil. Ahora, entendiendo mejor para que sirve el té que les han servido, el mago siente menos ganas de tomarlo aún, porque el problema con todas esas ideas de magia de la naturaleza era que casi siempre obligaban a entrar en estados alterados de la conciencia para "captar" aquello normalmente invisible a la mente. 

O desbloquear en ella las barreras de la conciencia.

A su lado, sentado de forma obediente a como Runihura les ha indicado, Quintel está indescifrable. Concentrado como estaba en la figura de la guerrera, Benjamin no notó si es que el muchacho ha bebido ya del té, pero sospecha que sí y que además en esta clase de ritos, él tiene una considerable ventaja. Si mal no recordaba, el padre adoptivo de Quintel había estudiado a muchas culturas mágicas y no mágicas y la diversidad de prácticas y plantas empleadas en sus ritos.

Ben está seguro además que la naturaleza salvaje que aún conserva en alguna parte de si mismo Quintel, le será de ayuda para conectar con ese lado de las auras.

Pronto los efectos de la bebida comienzan a manifestarse, primero con un ligero adormecimiento en sus extremidades y después sus sentidos se aletargan ¿Está realmente estableciendo conexión con otro plano o solo está quedándose dormido? La indicación de Runihura lastima sus oídos, pues ha sentido casi como un grito la advertencia a no establecer contacto con las auras.

Lo cierto es que apenas está perdiendo los contornos del mundo donde se encuentran, los cuáles van adquiriendo una consistencia incorpórea  sobre el suelo de tierra. Incluso Quintel a quien ha tenido a su lado todo ese tiempo en la fogata se ha convertido tan solo en una esencia que más que con los ojos, está percibiendo con su mente: La aspereza de sus manos por causa de su trabajo arduo como jardinero de los Ollivander, se sienten ahora como el viento que lo agitó en aquel descenso desde el cielo, un roce poco delicado pero refrescante, por contraste al resto de su piel que emana un calor que se confunde con el de las llamas de la fogata.

¿Y él? ¿Cuál es la forma que adquiere su espíritu en esta dimensión extraña de energías y voluntades en que está intentando ingresar? La tentación de abandonarse a averiguarlo con ese cúmulo de energías, todas distintas, con olores y texturas diferentes, que lo llaman desde todas direcciones es inmensa, pero Benjamin recuerda su propósito y eso lo ayuda a frenarse de seguir incursionando ahí sin la guía adecuada de Runihura. 

Y es entonces que la ilusión se quiebra bruscamente y una serie de voces, caras y  sonidos reaparecen, lo mismo que el resplandor anaranjado del fuego y la respiración de Quintel lenta y acompasada a la suya, subiendo y bajando al mismo ritmo que el trance compartido les ha marcado.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mientras se ocupan en tomar un lugar cerca del fuego donde la guerrera los a invitado con inesperada amabilidad, va pensando en que la introducción de Runihura le hace recordar un poco las lecciones de la nana que debía cuidarlo mientras era preparado para los rituales como brujo iniciado desde una edad temprana. Los relatos de la longeva mujer siempre tenían esa seriedad con la que alguien hace bien y toma enserio su trabajo, ella había criado a varias generaciones se brujos antes de él, era su deber, y más allá de la crianza, transmitía conocimientos ancestrales y a la vez único según el sucesor en turno, para hacerlos creer que ellos formaban el vínculo entre los dioses de la naturaleza y el pueblo. Quintel, Ehécatl. entonces, lo sentía que sus métodos, impuestos por los sacerdotes, era más bien como un deber que se impone y no tanto como algo que debía ser, pues, natural. 

Mucho de todo eso cambió tras la caída de la gran Tenochtitlan, la ciudad se encontraba en ruinas bajo los cimientos de las nuevas colonias y con el sacrificio de Xcaret el pueblo se ocultó en un plano atemporal de la realidad. Sólo entonces, pudo sentir una verdadera conexión con el medio, Quintel lo describiría después en sus diarios como la sensación de estar muerto, no perteneces a un lugar específico del tiempo y lo único que te rodea son los espectros de los seres del pasado y los Dioses (o espíritus) de la Naturaleza. En esos tiempos creía conseguir el mayor grado de iluminación, estar conectado con la tierra bajo sus pies, lo suficiente como para incluso mantener un control de ella como si se tratase de una extremidad más de sí. No obstante, una vez fuera de ese bucle la conexión había vuelto a perderse y ya ni siquiera podía sentir la presencia de su difunta madre a su alrededor. Parte de todo eso hizo difícil acostumbrarse también a los métodos en como hoy enseñan la magia a pesar de haber experimentado con ella durante décadas.

No pasa por alto las advertencias de la guerrera, sin embargo, lo que dice y habla hasta ahora también despierta sobre él un interés mayor en esta fuerza y poderes que otorga el vincularse con la magia de las Auras. Ahora que lo escucha de palabras de Runihura, puede comenzar a darle forma, o quizá una definición que puede entender mejor, aunque sigue siendo poco claro en algunos aspectos, como por ejemplo saber si, similar al libro del caos, estas auras funcionan como fuerzas o entidades independientes que colaboran con el invocador o si una vez completado el aprendizaje de este libro de hechizos, el usuario tiene el completo control de esta fuerza. Por un momento se imagina que esto es como el fuego, lo malo de jugar con fuego sin conciencia era que puedes quemarte, hace que se pregunte qué clase de repercusiones conlleva el uso de esta magia sin cuidado y que consecuencia perjudicial trae consigo.

De mejor gana que quizá como lo hace Ben, acepta la taza con la infusión que la guerrera les ofrece, respira un poco los olores que desprende desde el vaho y se sorprende de que, a pesar de esperarlo, no le revoca a nada en concreto, ni un lugar o a una persona, sin embargo, hay algo de familiar en ello también, como si se tratara de algo tan habitual y cotidiano que apenas notarás que está ahí. Pero cuando las palabras de Runihura continúan explicando en qué consiste este experimento entiende un poco mejor lo que está pasando, sobre todo cuando hace mención al mundo de los espíritus. No sería esta la primera vez que practica un ritual de esta índole, ha probado cada experiencia con anterioridad en su propio pueblo origen y luego a lado de George, sin embargo, hoy tiene un mayor peso, quizá porque esta vez está sintiéndose solo, bueno si, Benjamin está con él, pero no es y no quiere que sea responsable de lo que le suceda aquí y ahora y si por torpeza o falta de pericia no consigue establecer un nexo entre ese y este plano.

No le queda más que confiar en sus instintos más primitivos, le basta con saber que Scared tenía fe en él y la magia que era capaz de conseguir. Lo mueve además imaginarse que quizá una vez iluminado pueda aprovechar para fortalecer otras conexiones que se han debilitado con el pasar de los años. Y tras volver a respirar una última y larga vez el aroma de la infusión, dio un sorbito pequeño, luego medio llenó su boca con el sabor de la rashka. Los efectos son casi tan inmediatos que apenas le queda algo de conciencia cuando Runihura alerta al final sobre evitar mantener contacto con los seres que encontrarán en su transición.

Finalmente se deja llevar por los efectos del elixir que han bebido, puede sentir como su cuerpo es cubierto por capa tras capa de alguna energía que llega desde la naturaleza, pesa sobre sus hombros y su cabeza, mientras que de apoco va perdiendo cada vez más la presencia de Runihura y Benjamin cerca de el. Alrededor de él puede escuchar las voces como murmullos o lamentos indescifrables, no se atreve de buenas a primeras a abrir los ojos, no tiene miedo, pero no se siente aún con el conocimiento necesario para enfrentarse a lo que se encuentre al abrirlos. Es así que se enfoca en lo que Runihura les ha indicado anteriormente, en formar un vínculo entre este mundo espiritual y el exterior. Razona entonces, que si aquello lo ha arrastrado lejos de su cuerpo debe encontrar un ancla que lo devuelva a su centro. Replica aquel ejercicio de meditación profunda que practica todas las mañanas para verse iluminado por la guía de sus muertos, no ha tenido mucha suerte en establecer comunicación con ellos desde que se instaló en Londres, sin embargo, hoy se siente protegido por esta fuerza que lo recubre como una coraza y no le lleva más tiempo en darse cuenta de que esta energía brota desde su propio interior.

Cuando logra controlar la sensación de desequilibrio puede concentrarse en volver intentar a formar una conexión, agudiza entonces sus mejores sentidos, el oído y el tacto son los más perceptibles en este trance, aunque sigue siendo una experiencia difícil de describir, esta seguro de que le llevará mucho tiempo plasmarlo en palabras, aunque quiza pueda pintar un retrato de ello una vez que estén de regreso en el palacio junto a Benjamin que ahora a su lado se siente intensamente, de un modo salvaje que cree que solo ha visto pocas veces escapársele de la mirada. El calor que Whisper emana es insistente, aún más que la fogata que rodean y que no se ha convertido más que en una luz que aún con los ojos cerrados puede ver, pero Ben… Ben es como si se hubiera contenido en algún recipiente frágil y elegante por tanto tiempo, pero aquí, desde este plano, tiene otro matiz, desordenado de las puntas, y voraz, siente que si se acerca demasiado rápido a él podría calcinarse. El mismo se siente distinto, pero no salvaje, más bien es como un líquido espeso que se mantiene de pie por un ínfimo hilo de tensión que representa su propia conciencia y si la perdiera quedaría desparramado en este lugar desordenadamente.

Asi que esta hacienda el esfuerzo, de mantenerse así de quieto, de no mover o romper la particula que lo mantiene de aquel modo, pero a medida que el calor que emana Benjamin aumenta, invitandolo al caos, es más difícil concentrarse en esta tarea y no solo dejarse llevar, al menos hasta que otra fuerza -lo toca- sobre el pecho y al instante que sigue, con un tiron brusco de sus sentidos, él simplemente queda -fuera- del trance, apenas capaz de sostener la taza entre sus manos, sin embargo, aún siente ese tacto empujándolo, o mejor dicho, sosteniéndolo para que no se rompa y se desparrame por todos lados.
 

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al librarse de los efectos del transe, Runihura dejó que sus sentidos se acostumbraran a los estímulos del mundo real mientras que su conciencia volvía a los límites de su propio cuerpo. Al cabo de unos minutos abrió sus ojos y notó que sus alumnos también parecían despertar de aquel transe, el espíritu de la guerrera los había seguido en aquel viaje para asegurarse de que no corriesen ningún peligro, también para asegurarse de que establecieran aquella conexión que sería tan importante en el dominio de la magia de las Auras. Runihura carraspeó para ganar la atención de sus pupilos, aunque sabía que les llevaría un par de minutos sacudir de sus mentes los efectos del transe. 

- Ahora que ya saben como establecer la conexión con el mundo de los espíritus, les enseñaré como controlar y canalizar las fuerzas de estos seres sin que ellos tomen provecho de ustedes – comentó la guerrera con calma – Un espíritu sin el ancla de un cuerpo que nos conecta al mundo real, sin la estructuración que ofrece una conciencia, no es más que una fuerza volátil e inestable que solo responde a impulsos sin mucha más consideración al respecto, por eso es que sin el debido control pueden resultar sumamente peligrosos – añadió paseando su mirada entre ambos magos para asegurase de que comprendieran sus palabras - La magia de las Auras nos permite canalizar este poder y manipularlo para nuestra ventaja, haciendo uso de la estructura que nos ofrece nuestra conciencia para contenerlo, y el ancla de nuestro cuerpo para traerlo al plano real y manifestarse bajo la forma que nosotros le impongamos. 

Sus poderes son utilizables en cualquier tipo de batalla mágica. Las auras, al ser invocadas, crean luminiscencias mágicas que protegen o refuerzan no sólo al mago o bruja que las invoca, sino también a otros magos que se encuentran con ellos. Así como también pueden atacar a un conjunto de magos enemigos, teniendo la cualidad de poder afectar a varias personas a la vez – mientras explicaba estos importantes detalles sobre la magia de las Auras,  Runihura dejó su té a un lado y tomó una breve pausa antes de continuar – De todos modos solo se puede invocar un Aura a la vez, es decir que en cuanto convoquen una segunda Aura la primera desaparecerá y perderá su vigencia. Éstas a su vez tienen un límite de efectividad, que dependerá de la participación conjunta del grupo al cual está afectando (Las referencias a "turnos" en las definiciones siguientes, hay que entenderlas no como turnos de los invocadores, sino como turnos del equipo del invocador, en asaltos/redadas u otras batallas mágicas grupales. Es decir, cuando se dice que un aura dura 10 turnos, se refiere a 10 turnos del equipo). Por último, deben saber también que una vez invocada el Aura deseada, ésta no entrará en vigencia inmediatamente sino que tardará cierto tiempo en activarse (Las auras no pueden intercalarse. Sus efectos siempre serán a partir de la última acción del turno en que se invocó. Es decir, siempre afectan a los posteos posteriores a aquel en el que son lanzadas, nunca a los anteriores o al propio posteo en el que se lanza). Invocar una de estas Auras puede hacerse en cualquier momento de la batalla, y no les consumirá energía como lo haría un hechizo normal (La invocación no consume ninguna acción)

- Existen seis tipos de Auras, o más bien son los distintos tipos de propósito que le damos a los espíritus que vamos a canalizar a través de nuestra conciencia hacia el plano real – explicó Runihura - La llama del Fénix, que afectará a un grupo de magos y brujas impidiéndoles conjurar magia tenebrosa en condiciones normales. Aura de Muerte, cuyo efecto es similar al anterior aunque en este caso impide al grupo en cuestión conjurar magia blanca con normalidad. Aura de Poder, que incrementará el poder mágico de tu equipo por un tiempo limitado. Escudo Fantasmal, que invocará una serie de fantasmas con el mero fin de proteger a aquellos de tu equipo que el invocador desee. Aura de Confusión, que, como bien lo especifica su nombre, tiene como objetivo confundir al equipo enemigo. Y por último tenemos el Aura de Inmunidad, que al ser invocada impedirá que otro mago o invocador de tu mismo nivel pueda invocar otra de las Auras previamente mencionadas.

Al invocar uno de estos espíritus es importante que en su mente mantengan una clara idea del propósito que quieren darle a este ser, de lo contrario sería fácil para la entidad tomar control del invocador – comentó la guerrera con severidad, para que sus alumnos entendieran las consecuencias de sus errores cuando de la magia de las Auras se trataba – Con una idea clara y firme en mente sobre el propósito que vamos a darle al espíritu que canalicemos, se debe primero establecer la conexión con el mundo espiritual y luego invocar el Aura deseada, regresando al plano real y permitiendo que la magia convocada actúe a través de ustedes. – La guerrera permitió una breve pausa para que sus palabras fueran asimiladas - ¿Dudas? ¿Alguna pregunta que deseen realizar al respecto? Sino creo que ya estamos listos para progresar a la práctica, donde ambos deberán enfrentarse en un duelo donde deberán atentar el uso de esta magia. 

 

@ Hessenordwood Crouch  @ Rory Despard

nHT2lrv.png
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.