Un llamado a la acción

[Alyssa Black Triviani]

El mercado negro no le era para nada ajeno a la Triviani, después de todo se había pasado mayor parte de su vida traficando criaturas, pociones y objetos mágicos por todo Europa. Pero dentro de su ilegalidad la mortífaga siempre había regido sus negocios bajo ciertas reglas, una de ellas era la prohibición absoluta de drogas y sustancias que pudieran significar un riesgo para la comunidad mágica. Sin embargo las mismas reglas no aplicaban para todos los comerciantes dentro del mercado negro, de hecho la mayoría parecía no seguir ningún tipo de ordenanza más que la ley de supervivencia.

Alyssa no estaba de acuerdo con este tipo de negocios pero los toleraba, después de todo nadie podía navegar con éxito las aguas del mercado negro sin la aprobación y colaboración de otros navegantes. Pero lo que siempre había sido un trato cordial entre sus competidores, en el último año y desde la abolición del estatuto del secreto se había tornado violento y turbulento. Coincidía también con el surgimiento de una nueva droga que había arrasado con el mercado, convirtiéndose en un éxito instantáneo por todo Europa. Parecía esparcirse como un virus…, y sus consecuencias comenzaban a notarse en la comunidad mágica. Se la conocía como “polvo de cuerno de unicornio”, y su creciente demanda estaba causando estragos en la población de dicho animal. Esto a su vez había generado una ola de descontento entre magos y brujas, a tal punto que comenzaban a poner presión sobre sus gobiernos para actuar sobre el asunto.

Los unicornios eran criaturas tan puras y benévolas, la simple idea de matarlos para transformar sus cuernos en una droga despertaba fuertes emociones en la comunidad mágica. Las protestas se habían vuelto más y más frecuentes, de hecho allí es donde se encontraba la Viceministra Italiana en esos momentos, en medio de una protesta que saturaba el atrio del Ministerio de Magia inglés. Alyssa acababa de salir de una de las chimeneas y se había encontrado con una pared de gente, vociferando y lanzando de sus varitas brillantes letras por encima de sus cabezas; algunas leían “¡No al Polvo de Cuerno de Unicornio!”, otras decían “’¡Exigimos inmediata acción de nuestro gobierno!”.

La Black frunció el ceño, molesta. Se encontraba allí para hablar personalmente con el nuevo Ministro Inglés, comentarle sobre una muestra que se llevaría a cabo en el Museo Mágico de Londres sobre Civilizaciones del Pasado, a lo cual Alyssa deseaba que Despard pudiera acudir para la inauguración.  Pero atravesar esta multitud para llegar a los ascensores le tomaría más tiempo del previsto, le preocupaba llegar tarde y perder la corta ventana en la que podría encontrar al nuevo Ministro en su oficina.

 

@ Rory Despard  @ Monica Malfoy Haughton

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Dos meses antes.

-En serio certificas tu producto??? -me acomode en el asiento..mientras miraba a mi interlocutor.-

No lo conocía del todo y tenia de el referencias dudosas, sin embargo proponía un negocio medianamente decente con excelentes dividendos. Que decir...aun era Secretario de la Ministra..pero no dejaba de ser un ladrón y contrabandista...y si con el cargo podía hacer mas....pues mejor para mi. De hecho ademas de la política aproveche todo este tiempo para volver a camuflajear mis activos y lineas de suministros de había dejado un poco descuidados, dejando que todo se moviese como la seda...y la marca de mi prestigio intacta. Lo de la caída del estatuto había sido solo un ligero bache en mis negocios. Regrese la mirada al sujeto...que apenas representaba a su madamas....y tome con la punta del meñique un poco del polvo blanco que ofrecía...me lo lleve a la nariz y aspire.

Rápidamente en mi cabeza todo comenzó a hacer sinapsis desarrollando un sentimiento...algo parecido al Felix Felicis....alegría....invulnerabilidad...suerte...sin duda todos los componentes para enganchar al consumidor.

-Si....es bueno -concluí mientras me recostaba al asiento disfrutando de la deliciosa sensación. -Solo quiero que cambies la formulación. Que venga en polvo es algo muy rutinario y levantaría sospechas...-sin mas me levante y estreche la mano- bien..ya tienes a tu transportista. Ya la distribución es cosa de ustedes.

Y así concluía esta reunión de negocios en un centro nocturno muggle en el centro de Londres. Así me levante y me dirigí a seguir disfrutando de la fiesta. El negocio de los estupefacientes era complicado...su transporte..pues no tanto. Y mas cuando....aun tenia al poder de mi lado. Eso si..sabia que nada seria eterno, así que mejor sentar las bases de hacer mas eficiente el proceso aunque no estuviese arriba de la ola política del Ministerio Ingles.

[Rory Despard]

Recibiendo a @ Alyssa Black Triviani

Había cosas más importantes a su modo de ver, que llevar el traje que el estricto protocolo ministerial le exigía y por eso, entre otras muchas razones, no había llegado del mejor ánimo al Ministerio. Perder dos horas valiosas de su día en un modista para trajes a medida era solo el primero de los lujos a los que Rory  no pensaba que iba habituarse nunca. 

Aparte, con cada día que pasaba, los problemas no hacían sino multiplicarse. Su ascenso al mando había llegado entre resoluciones tardías de la ex ministra Sagitas para materializar las restricciones de su edicto de transporte, y una rebelión de los duendes por el infame último intento de hacerse con Gringotts, situación que en el pasado había resuelto @ Nate Weasley  con tal eficiencia, que Rory no había dudado en llamarlo esa mañana más temprano para comunicarle que deseaba que asumira un puesto en su gabinete de asesores, como Secretario del Tesoro.

Personalmente, lo primero que había hecho al llegar había sido anular las órdenes de captura que pesaban sobre él de forma que nada impidiera su retorno por la puerta grande al ministerio. Ahora solo quedaba que él aceptase, tan igual que @ Ellie Moody  , expectorada de Misterios hace mucho tiempo por un caso del que Rory había tomado conocimiento después de boca de Bel Evans.

El anuncio de que la viceministra italiana lo esperaba no lo tomó por sorpresa, pero no había imaginado que la mujer llegaría tan pronto. De cualquier forma, le daba la excusa perfecta para hacer a un lado la torre de documentos que le habían hecho llegar para que firme, así que asintió a la consulta para que le dieran el pase. 

Desde la Gala de Beneficencia, aun con reticencias, Rory había aceptado estrechar los lazos con los italianos, siguiendo el consejo de Sophia. Ya en algunas líneas, como era el tema de la salud, los primeros trabajos conjuntos se estaban dando, pero hasta donde había sido informado, la reunión que sostendría con Alyssa ese día, no tenía que ver con ese asunto, sino con otro igual de preocupante, referido al tráfico de sustancias y narcotráfico que volvía a azotar con violencia a Ottery.

El asunto tocaba personalmente al predicador, que durante el furor de las Fantasías Patentadas, había llegado a ser secuestrado, no muriendo en el proceso de tortura al que había sido sometido, por puro milagro divino. Ahora, los reportes, e incluso los plantones que no habían dejado de sucederse a puertas del ministerio apuntaban a otra sustancia igual o hasta más corrosiva, denominada Polvo de unicornio.

— Bienvenida señorita Triviani ¡la paz del señor sea con usted!- extendiendo el brazo con cordialidad invitó a la bruja a tomar asiento frente a él-  tal parece que nos espera un arduo trabajo con el tema de esta droga ¿tienen ustedes algún trabajo previo al respecto que podamos usar a lo que aquí se ha venido investigando?

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Comenzaba un nuevo día y me tocaba el amargo placer de subir a mi oficina...recoger mi muñeca inflable..digo mis papales y despedirme de los cuadros con los cuales había entablado una verdadera amistad. Habría que explorar otros horizontes. Por suerte el ultimo Edicto, este sobre Gringotts, hizo que sin la inquisidora nariz de los duendes pudiera pasar algunos activos (digo muchos)...de algunas recamaras a mi cuenta. Claro tomando un poco de cada lado para no levantar sospechas...que algunos como que tenían demasiados galeones y no los consideraba tan avaros para contar cada uno de ellos...Curioso se me hizo de Derhorm solo prestara atención a la de @ Lucrezia Di Medici por suerte el lidio solo con la manticora que ahí aguardaba..entre otras cosas. Eso si altere los libros de cuentas....y cualquier evidencia de mi presencia y la de Derhorm en las recamaras elegidas. A todas luces y para cualquier rastreo mágico..solo había ido a la mía. Si...yo no correria el riesgo de nada como los Pandora Papes que agitaba ahora mismo el mundo muggle.

Así lentamente llegue a mi oficina...y..sorpresa..ya los cuadros habían montado una fiesta. -Vaya no sabia que había fiesta de despedida...que bueno son chicos- pero claro mi alegria se esfumo cuando vi las caras de los que en esos adornos habitaban. -En serio??? después de todo lo que hice con ustedes me marginaran así?? -les respondi visiblemente contrariado.

Claro estos no demoraron en echar pestes sobre mi...que si traicionero...que si...mal jefe...que si babeaba sobre los papeles oficiales..que si me lanzaba gases tóxicos cuando estaban dormidos...en fin...una sarta de mentiras (verdades)..que no podía con ellos. Asi que les hice una señal non-grata con el dedo medio de la mano a cada uno...recogí mis cosas y me marche. 

-Que les den -dije lanzando un portazo.

Bueno...día nuevo vida nueva. Y estaba lleno de planes. Lo bueno es que no estaba solo, eramos muchos. A fin de cuentas para ver al mundo arder lo único que hace falta es una excelente compañía. Porque si.....los negocios turbios...y lo de la droga...que decir..era la punta de la punta del Iceberg.

[Nate Weasley]

A pesar de tener el memorándum frente a sus ojos, no daba cuenta de lo que estos veían. Efectivo inmediatamente, el Ministro de Magia Rory Despard había dimitido las órdenes de captura que pesaban sobre su cabeza y era, por consiguiente, un hombre libre. Sus hombros fueron un tanto más crédulos, aflojándose progresiva pero significativamente en cuestión de segundos a medida que sus ojos avanzaban por el escrito: era libre – el pleno significado de aquella palabra no le sería aparente por un buen tiempo – pero aún en su vago recuerdo de lo que la libertad significaba encontraba motivo de regocijo. Por si no fuera suficiente, el memo venía adjuntado con una carta redactada en caligrafía cursiva y remitida desde el mismísimo Ministerio: Nathan debía asumir, era una carta del Despard.

Una sonrisa se curvó en sus labios al desvelar sus contenidos: pendiente su aceptación y los trámites burocráticos de aceptación al cargo, sería el nuevo Secretario Financiero del Tesoro Mágico. En lo que sus ojos se nublaban con una fina capa de lágrimas, rememoró todo lo que había hecho y todo lo que había sacrificado para llegar hasta este momento: sus largos años de arduo trabajo con los duendes de Gringotts, la maldita reunión con Mía Black Lestrange en la que ambos habían intentado ser asesinados por orden del ex-Ministro Yaxley, los meses de prófugos por todo Estados Unidos, el infame Día de la Verdad en el que había expuesto todo a la Comunidad Mágica, la caída del sistema financiero, el cierre de las operaciones de Gringotts, los Edictos, el día que incineró una dependencia ministerial. Pensándolo en frío, parecía todo digno de una película, y sin embargo esa había sido su vida el último año y medio. 

Aún con el memo plegado en su túnica de viaje, se apareció dubitativo en el Atrio del Ministerio de Magia. Vestía sus ropas más formales y discretas, no queriendo llamar demasiado la atención pero atento a la formalidad que el Despard envestía y la significancia de aquel cargo. Debajo de su túnica negra, llevaba un traje azul marino con camisa blanca y corbata a juego; sus zapatos de gala impactaban en un tarareo constante a medida que el Weasley se abría paso a lo largo del Atrio, procurando mantener una marcha firme a pesar de morirse de miedo de que alguien venga a apresarlo. Y, sin embargo, pronto todos sus miedos se desvanecieron.

El Atrio Ministerial era sede de una revuelta de personajes y figuras de toda proveniencia y clase, proclamándose en contra del Polvo de Cuerno de Unicornio. Nathan asintió compresivamente – si los rumores eran ciertos, decenas de Unicornios estaban siendo decimados para hacerse con su valioso cuerno – y aprovechó el tumulto para perderse por unas escaleras en dirección a la Oficina del Ministro. Le resultaba irrisorio que, algunos meses atrás, había caminado en la misma dirección para tener una reunión no muy distinta pero con una persona diametralmente opuesta: el mismo había ofrecido sus conocimientos en servicio a la gestión de la Ministra Potter Blue, tan sólo para que luego la totalidad del gobierno deviniese en una autocracia acéfala que llevó Gran Bretaña al lío que era hoy. 

Sus pasos lo llevaron automáticamente, puesto que su mente estaba concentrada en cómo resolvería los problemas que tenía que resolver si efectivamente era nombrado Secretario Financiero. Ciertamente solventar la economía no sería tan fácil, mucho menos luego de que la anterior Ministra rompiese cualquier semblante de relación entre Magos y Duendes a través de su edicto: ¿quizá una reunión con Ragnok y Herpevel bastaría? ¿lograría convencerlos, quizá a cambio de algunas reliquias de Duendes que el Ministerio llevaba en su patrimonio? Negó con la cabeza, Rory ardería en la hoguera si accedía a eso por sugerencia suya.

Resopló, decidido a aceptar el desafío.

– Buenos días, tengo una reunión con el Ministro Despard. – se anunció a su asistente – Nathan Weasley.

@ Rory Despard  @ Alyssa Black Triviani  @ Ellie Moody

[Alyssa Black Triviani]

 

Al final no le había tomado tanto tiempo llegar a su destino. Encontró una entrada alternativa al complejo sistema de escaleras que no muchos conocían, subió por allí un nivel para luego conectar con los ascensores y hacer el resto del recorrido hasta la planta asignada para el Ministro de Magia inglés. Al divisar el escritorio del asistente aflojó el paso y aprovechó el resto del camino para acomodar los pliegues de su túnica azul marino, ajustada en el torso, pero suelta entorno a las piernas y los brazos. Por debajo llevaba unas calzas de cuero negro, botas a juego, y una blusa blanca de mangas largas por debajo de la túnica. Lucía su cabello borgoña recogido hacia un lado, dejando la cascada de fuego caer sobre su hombro derecho; pero el rostro siempre expuesto, donde sus ojos de un intenso azul zafiro eran sin duda el rasgo más llamativo. 

No tuvo que esperar mucho antes que la puerta de la oficina se abriera revelando la imagen de este mago desconocido para la Triviani, poco más alto que ella, cabello corto y ondulado de un naranja rojizo furioso, tez pálida y llena de pecas. Vestía un traje formal y de excelente porte, pero por alguna razón parecía sentirse incómodo en esta prenda. Alyssa esbozó su más encantadora sonrisa y se acercó para tomar la mano del Ministro, estrechándola con firmeza.

- Muchas gracias por recibirme – comentó la Triviani siguiendo a Despard dentro de la oficina, tomando asiento en una de las butacas frente a su escritorio. No pasó desapercibido el comentario religioso, pero la Black había hecho su tarea y por tanto acudía a esta reunión bien informada sobre el perfil de este nuevo ministro. Sonrió ante las palabras que siguieron a su saludo, directo al grano – Así es, esta droga esta causando el mismo tipo de estragos en mi país. Parece actuar como un virus, esparciéndose más rápido de lo que podemos contenerlo. Nuestro Jefe de Seguridad, @ Illidan Black Lestrange , lleva una investigación sobre el tema que de hecho nos gustaría pudiera ser llevada en conjunto con el Ministerio Inglés. Creo que podría ser de mutuo beneficio unir fuerzas en este problema, después de todo esta droga parece haberse esparcido por toda Europa…

En ese momento la conversación se vio momentáneamente interrumpida por un par de golpes en la puerta de la oficina, al parecer alguien más buscaba la atención del Ministro aquella mañana. 
 

@ Rory Despard  @ Nate Weasley

[Ellie Moody]

 

 

 

—Disculpen... yo...

Ellie decide que aquella es la oportunidad perfecta para "escabullirse". Luego de que Nathan Weasley y el asistente del Ministro de Magia vuelvan el rostro hacia ella, da un paso más hacia adelante y se obliga a elaborar una sonrisa de cortesía, de esas que a veces hay que blandir en el trabajo para obtener algo de ayuda, aunque ciertamente no llega a sus ojos. Y es que, aunque se esfuerza en mantener la fachada de tranquilidad, está bastante alterada. No es el hecho de que el Atrio del Ministerio de Magia esté lleno de personas haciendo uso de su derecho a protestar pacíficamente, pues es legal y ella misma apoya la causa. No, lo que la tiene al borde de un ataque de pánico es el hecho de que en su primera semana como directora del Departamento de Misterios, sale a la luz una problemática tan similar a la que hace un par de años le costó su carrera de inefable.

Se siente como si lo de Selena Haydn amenazara con repetirse. Se siente como si estuviera a punto de volver a fracasar, sólo que esta vez sería mil veces peor pues decepcionaría a Rory, que hizo el esfuerzo de ayudarla. 

Pero aquel no es el lugar para entrar en pánico. Ya en un rato podrá esconderse en el baño para ello. Ahora, tiene que llegar a Rory; aparentemente, su agenda está ocupada con una visita bastante importante y por eso su asistente no le pudo hacer una cita cuando le mandó un memo hace media hora. Vino allí con la esperanza de encontrar una forma de verlo y, si es cierto que Nathan tiene una reunión acordada, es la oportunidad perfecta.

Lo cierto es que luego de que Nathan se burlara de ella en la reunión del Departamento de Investigación Tecnomágica, no le habían quedado muchas ganas de interactuar con él. Pero, bueno, ahora le sirve. Espera que él mantenga ese humor que tenía en aquel momento.

—Gracias por esperarme, Nathan —dice Ellie con tranquilidad, sin dejar de hacer la sonrisa. Tiene las manos detrás de la espalda y juguetea con sus dedos, como hacía desde que era una niña para calmar su nerviosismo y, de cierta forma, desahogar la ansiedad—. Estoy ansiosa por nuestra reunión con el Ministro Despard. Espero que pueda atendernos pronto.

@ Nate Weasley  @ Rory Despard

[Rory Despard]

Es esta su primera reunión formal con Alyssa  Black Triviani, pero en la mente de Rory, todavía está vívida la escena de ella gritando a su elfo en el Castillo durante la gala de Beneficiencia italiana, furiosa  por la intromisión de una indigente, de quien al final, tras todos los sucesos que ocurrieron después, ni siquiera puede recordar el nombre.

Esa Alyssa no parece coincidir con la que tiene ahora delante, tan gentil en sus palabras y rezumando belleza y elegancia en cada uno de sus gestos. ¿Cuál es la real y cuál la fachada? Aunque parezca sencillo de determinar, Rory sabe que en el mundo en que está comenzando a desenvolverse nunca las cosas son tal como aparentan ser, y que él parte con una "grave" desventaja, devenida de su honestidad "excesiva", como le ha puntualizado Whisper más temprano.

Y aunque él no coincide con el mago en ver a la honestidad como un impedimento para llevar a cabo acuerdos exitosos, sí que comprende que tiene que estar el doble de atento a la intencionalidad de quienes se le acercan, para así evitar engaños que pongan en jaque el de por sí precario gobierno que está iniciando.

Tras tomar asiento, la bruja no tarda en externalizar sus preocupaciones. Rory la escucha con total atención, y va tomando nota también del nombre que acaba de mencionarle y el estado de las investigaciones en su país al respecto. No tiene dudas de que como en Inglaterra, también es probable que existan redes muy eficaces para la distribución de la droga en lo interno, pero el verdadero desafío está en hallar el hilo de la madeja de la distribución internacional. 

— Lamentablemente, el problema de las adicciones a drogas no hace distinción entre magos y muggles y afecta a todos por igual- la posición personal de Rory es de rechazo completo a esa clase de sustancias, pero ha asistido a suficientes testimonios de conversión por la palabra, para saber lo dura que es la lucha una vez que alguien se ha vuelto dependiente- y nuestros jóvenes de hoy en día son un blanco fácil, pues este mundo en constante guerra y destrucción tampoco es que sea capaz de generarles esperanza. Así que coincido en que necesitamos aunar esfuerzos, no solo para investigar del todo los efectos nocivos de esta sustancia, sino también para desarticular a la organización criminal que puede estar tras este asunto. Estoy seguro que Illidan podrá hacer progresos estupendos ¿será que él también vendrá para la reunión? Porque de ser así yo podría coordinar en este momento de llamar a unos cuantos funcionarios y conformar ahora mismo un equipo de trabajo ¿qué le parece a usted?

@ Alyssa Black Triviani

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Miraba con detenimiento el movimiento del personal. Ya el Ministerio quedaba atrás y en ese almacén portuario todos se encontraban trasladando mercancías. Lo bueno de todo el negocio, era que suerte la mía..no discriminaba en buenos empleados...magos de bajos fondos...squibs..y muggles todos trabajando codo con codo para un sustento monetario aceptable. A fin de cuenta el negocio de los alucinógenos era estable y bien hecho daba muchas ganancias. Sin  mas me gire hasta el encargado de posicionar la encomienda. 

-Si, las flores ornamentales para Nápoles...La artesanía para Venecia y la carga especial para Estambul. -Sonreí mientras le daba unas palmaditas en la espalda al encargado. -Buen trabajo...sin dudas contigo se puede contar para la organización del trabajo. -me gire y dándole la espalda mire al horizonte. -Sin dudas nuestros socios estarán encantados.

Sin duda había sido una excelente prueba del musculo logístico que manejábamos. Una operación que de la llegada al embarque de mas de 2 toneladas del producto, hasta su embalaje apenas si había tardado dos horas. Y justo cuando salia la sombra de un viejo encorvado me espero bajo la escalera...apoyado en la pared.

-Deberías aspirar a mas que esto Sean..tu buena estrella no durara siempre. 

-No te preocupes viejo..yo hago mi propia estrella...aunque....tienes algo en mente??...-dije mientras seguía mi camino al tiempo que Derhorm se colocaba a mis espaldas caminando. -Que se cuece en tu cabeza que me haría aspirar a mas????

No me gire pero se que el viejo sonrió. Ambos sabíamos a quien teníamos en frente. Generalmente las palabras de uno dicho al otro siempre tenían mas de una acepción en su interpretación.

-Yo te diría que podríamos independizarnos del Gremio....o tomarlo para nosotros como paso inicial..pero aun tengo dudas de que estés a la altura.

Sin dudas el viejo sabia como ofrecer buena carnada un premio ambicioso unido a una apuesta de un reto. Me rasque la cabeza y me gire para escrutar su manias tan misteriosas.

- mmm para uno oferta como esa mejor que compartamos un trago.

Admito que quería oír con mas detalles lo que tenia que contar. A fin de cuentas aqui ya el nogocio marchaba sobre ruedas.

[Alyssa Black Triviani]

 

El ministro ignora los delicados golpes en la puerta, como si nada hubiera interrumpido su conversación, y continúa con su respuesta para la Triviani. Las palabras de Despard engolfaron su mente, sumiéndola en profundos pensamientos ante las múltiples interpretaciones que conllevaban aquellas palabras. Para empezar una clara mención sobre la situación actual de la comunidad mágica Europea, que si bien el Inquisidor había sido derrotado, bajo ningún concepto significaba que la incesante batalla con los muggles hubiese terminado. El Estatuto del Secreto seguía siendo cosa del pasado, y la enemistad entre la comunidad mágica y su contraparte muggle no dejaba de incrementar con el paso de los días. En conclusión, estaban aun en medio de una guerra que llevaba ya demasiado tiempo deteriorando la calidad de vida en ambos lados del enfrentamiento. 

Alyssa tenía un punto de vista muy claro respecto a este asunto, una forma de pensar que al final le había empujado a dejar el bando al cual había pertenecido toda su vida. La Triviani había estado un par de años en el extranjero, con muy poco contacto con el mundo exterior y mucho menos con los asuntos políticos de Europa, pero al regresar la realidad que le esperaba consiguió horrorizarla de tal modo que logró inducir un profundo cambio en la joven Black. Los últimos dos gobiernos, ambos mortífagos, habían implementado terribles cambios en la comunidad mágica, algunos de ellos trayendo devastadoras consecuencias para Inglaterra y el resto de Europa. Guerra entre países hermanos que por tanto tiempo habían coexistido en paz, guerra contra los muggles que terminó cobrándose numerosas vidas en ambas partes. Incluso algunas horrendas medidas contra los magos y brujas de padres muggles, segregándolos de la comunidad mágica de manera insultante.

La Triviani había sido una mortífaga la mayor parte de su vida, defendiendo aquellos ideales y tomándolos como propios desde que tuvo uso de razón. Pero tuvo que regresar para encontrarse con esta realidad, una consecuencia directa de los ideales mortífagos siendo implementados en la comunidad mágica, para darse cuenta cuan equivocados estaban… Ahora perseguía una nueva determinación, de reconstruir la sociedad que tanto había sufrido en los últimos años, de traer paz y enmendar las heridas de una comunidad que tardaría un largo tiempo en recuperarse de este trauma. Había sido esta motivación, en parte, lo que había llevado a la Trifuerza tomar control del Ministerio Italiano, con la esperanza que desde allí pudieran ayudar a la reconstrucción de Europa. 

- Así es..., la comunidad mágica Europea ha sufrido demasiadas penurias en los últimos años como para añadir otra más a la lista – replicó la Black. Todo aquello había pasado por su mente en no más de un minuto, apenas una pequeña pausa antes de responder a Despard –  Cuenta con nuestro apoyo, señor Ministro, desde el Ministerio Italiano agradecemos cualquier ayuda que puedan ofrecernos en lo que respecta a este tema. La seguridad y bienestar de la comunidad es nuestra prioridad después de todo. Nuestro Jefe del Departamento de Salud, @ Ludwig Malfoy , también podría ayudarnos con la investigación de la sustancia, ver si es que consiste de algún otro ingrediente además del cuerno de unicornio. Llamaré a ambos, Ludwig e Illidan, así podamos formar un plan de acción ¿Le parece bien? Sería bueno que miembros de su gabinete estén presentes también, mientras más cabezas sobre el problema mejor.

Alyssa entonó esta última frase con una ligera sonrisa en los labios, a continuación sacó su varita para invocar un par de patronus, ambos con la semblanza de un Gato de la Sabana. El par salió disparado rumbo a sus destinatarios, con el mensaje de presentarse cuanto antes en la oficina del Ministro Inglés. 

 

@ Rory Despard  @ Nate Weasley  @ Ellie Moody  @ Illidan Black Lestrange