El Poder del Libro de Thot.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Derhorm, actualidad.

Aun recuperaba fuerzas, todo el asunto aquel del Ministerio y su toma por la tal Laura Nielsen me había llevado a los extremos. Ya no era el joven de antes, ni en físico ni en poder. Claro siempre podría culpar a este mundo inferior al cual llegue diezmado y herido, pero para que?. Eso no arreglaría nada. Me acomode en el sillón y me dedique a mirar el video mágico de los sucesos del Ministerios. Nada relevante que precisar sobre esa Inquisidora salvo su mención a los Arqueomagos. Supongo que si en este mundo había algún peligro serian ellos. Lo bueno es que no me había topado con ninguno....aunque..si el tal Sebastian era uno...digamos que su poder era latente porque buen uso no le había dado. Y caer embaucado por una mujer, pues no lo dejaba en buen lugar.

Otro aspecto a señalar y que si era preocupante, era el hecho de que de la nada, una chica en teoría muggle solo por modificar su genética...resultase al cabo de un año Superpoderosa. De seguro la sustancia X. Y ahí regresábamos a la misma explicación, Arqueomagia. Me rasque las arrugas de la mejilla, y lentamente me acerque a un marco donde contenía todo lo que había alcanzado hasta ahora. Si, de los 7 fragmentos del Libro de Thot. Aun recordaba todos los sucesos de hacia poco mas de dos años, todos los desafíos y el peligro que corrí. En engaño a Sean Linmer, el robarle a el y a @ Ericen , ensuciando el nombre de esta ultima ante la Confederación Internacional de Magos y el propio suelo Ingles por posible contrabando..y robo. Pero supongo que la pelivioleta tenia mas contactos que el que uno le conocía y eso no llego a mas. Después lo de New Haven, una lastima que los americanos fuesen tan descuidado y dejaran el crimen acaecido..simplemente abierto. A continuación estuvo el incidente en Italia, la extorsión a un subalterno del Ministro italiano anterior, solo para enterarme que uno de los fragmentos estaba en Gringotts, mas precisamente en la cámara de @ Lucrezia Di Medici , bajo la vigilancia de varios miembros de la seguridad ministerial italiana y claro..una manticora. Pase después a Viena...y poco a poco me fui enterando que el Fragmento del Reichtag y de Copenhague habían desaparecido también.

Pero si algo había aprendido en este mundo, era el valor de la paciencia. Mejor dejar enfriar la historia, no dejar nada de que hablar. Dejar que el propio cumulo de males diario de la decadente sociedad mágica inglesa siguiera su curso con nuevas noticias...Edictos...restricciones. Perdiendo la noción de lo verdaderamente importante. Y mientras yo ahí..apoyando a Sean en sus juegos de poder. Juego de niños de intrigas palaciegas. Siempre recordándole que en su momento le pediría un favor. Así compartí con el sus días de mucho alcohol..recordando su infelicidad...o el hecho de sentir ahora algo mas por otra bruja....haciendo parecer que el golpe que le daba para desmayarlo cuando estábamos solos era solo la resaca del día anterior. Así fue que le sustraje el propio fragmento (sustituyéndolo por uno falso) que tenia y que había hurtado de Berlin. Aprovechando ese hecho también localice los últimos dos al menos sus locaciones. Uno de los cuales fue muy difícil de conseguir, no por nada meterse con @ Zoella Triviani  a muchos les sale demasiado caro...y el ultimo...si..el ultimo estaba en París. Claro..también sabia lo bien que estaba resguardado, los recuerdos de Sean eran explícitos de la vez que fue con Zoella a buscarlo...pero ahora..quien sabe si @ Ada Camille Dumbledore , la nueva dirigente magica de Francia pudiera saber.

No menciono lo de la cámara en Gringotts..porque el ultimo Edicto me lo puso en bandeja. Ahí jugué mi carta con Sean y claro el hecho de que mucho de la seguridad de antes se había ido con la caída del gobierno italiano anterior. Así, mientras Sean se llenaba de galeones..yo hacia a un lado la manticora...llevándome el fragmento. Si, mucho tiempo había pasado y solo faltaba un paso. Por suerte..y aun sin saber nada...al menos contaba con el apoyo de Sean. Mejor dejarle que siguiera en su juego....que al final acabaria siendo mi juego.

Sin mas desapareci. Objetivo. Francia.

 

[Sagitas E. Potter Blue]

SAGITAS, Mansión Potter Black:

Llevaba días durmiendo mal. Más concretamente desde que el Ministro nuevo había accedido a mi sillón de mi despacho. La rabia de ver a un muggle y religioso en mi puesto de trabajo que había ocupado durante un año, me hacía sentir cansancio e insomnio a la vez. Sólo esperaba que no encontrara mi colección de chicles mascados bajo el brazo del sillón porque me había costado mucho reunir aquel tesoro, aunque después de tanto tiempo allá, ya ni tendrían sabor, ni siquiera un ápice de mi propia saliva, así que podría suponer que eran míos, aunque también podrían ser del antiguo ex-ministro e incluso del propio Crazy de cuando ocupó aquel despacho. Nada me delataría, sólo yo los añoraba por la rutina de chupeterrear esas golosinas muggles y esconderlas ahí para que mi hija Perenela no me pillara, pues lo consideraba una moda muy sucia, sobre todo cuando le hacía pompolletas que explotaban.

En fin, que sí, que echaba de menos mi puesto y el trabajo realizado en ese año y no soportaba la idea de aquel muggle, "El Predicador" como lo llamábamos nosotros, husmeando en lo que disfruté durante tan corto período de tiempo. Así que esta noche, para evitar seguir luciendo ojeras  más negras que el polvo peruano, me tomé un brebaje de Babila para poder dormir de un tirón.

Tal vez no debiera haberlo hecho.

O tal vez fue una suerte.

Las pesadillas volvieron y no, no eran con aquel Predicador de las narices sino con mi hijo menor, al que temía por lo que sucedería en un futuro. Todas mis acciones en el gobierno habían ido orientadas a evitar el contacto de Ithilion con aquel ser, aquel "Nigromante" que le perdería. Mi entrada al bando mortífago estaba supeditada al amplio conocimiento de manipulación de mentes que me había llevado a entrar al Clan de los Senescales, donde aprendería los magia más oscura e imbatible de todas, con las que podría defender a mi hijo o, llegado al momento y si todo  fallaba, para defender al mundo de él, aunque eso sería lo más doloroso que hiciera una madre.

Pues sí, volvieron, aunque esta vez fue diferente. No sé si era porque las pócimas de Babila no pasarían nunca un registro sanitario ministerial o porque la visión de lo que sucedía en el futuro llevaba atormentándome noche tras noche desde hacía más de un año. Soñé con él por primera vez y se convirtió en una Visión del enemigo a quien odiaba y temía por partes iguales.

Había soñado con él muchas veces, siempre puedo decir, pero nunca había sentido su voz ni visto su cara. Bueno, tampoco la vi ahora, pero vi muchas más cosas que no había antes: vi unas manos masculinas tocando uno de los fragmentos del antiguo libro de Thot; una voz que hablaba con Sean, siendo yo la que veía a mi ex-yerno, susurrándole falsos recuerdos en una cogorza increíble, robándole su propio fragmento de Berlín; vi algo demasiado rápido que no llegué a comprender excepto en que implicaba a Lucrezia y Gringotts... Pero sobre todo, lo que vi y ésto sí que me quedó grabado cuando me desperté gritando en medio de la noche, fue a Sean, baboseando a la Reina de Francia, conociendo que allá en su país quedaba el último pedazo faltante del libro y que, el muy sinvergüenza, se lo contaba a ese hombre... Y había pronunciado su nombre, aunque se perdió en medio de mi chillido nocturno.

¿Darío? ¿Derio? ¿Daron...?

-- ¡¡Seaaaaaaan!! -- Desperté con taquicardia, sudores y casi haciéndome pis encima del miedo y de la rabia, algo unido en unos sentimiento encontrados. --¡¡SEAAAAAN!!

Era inútil llamarle. Mi ex-yerno hacía días, semanas o incluso meses que no estaba en la mansión.

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

-A ver dime...cual es tu ultimo favor??. -dije algo enojado mientras caminaba bajo la torre Eiffel.

No sabia a ciencia cierta porque Derhorm me había convocado ahí, o sea...ahora haciendo memoria la ultima vez que había venido aquí fue con Zoella en un intento infructuoso y que para mi ego resultaba bien doloroso. Tan o mas que despertarme al otro día y ver que Zoella me había dejado esposado a la cama. El asunto de Zoella, mi persona....esposas y cama...era mas que confidencias si apreciaba mi pellejo. Así que solo me gire esperando que un anciano de rostro afable me respondiera. Y si...hoy Derhorm lucia un rostro afable no esa pálida mascara con esa mueca de sonrisa y esos ojos rojos traspasándome. 

- mmm ya te dije...necesito que entretengas a @ Ada Camille Dumbledore  -dijo calmadamente- yo me encargare del resto.

Mire al anciano y resople. Sin duda ya me habían salido caro sus favores...primero Gringotts..bueno ahí no tan caro..salí por mucho mas rico que como entre. Y ahora esto..siento la distracción de Ada. Bueno....no es que Ada me desagradase..era hermosa...muy hermosa....y yo tenia mis artes. Pero ahora tenia a otra bruja en mente. No como un reto...no como algo figurado...sino como algo mas. Algo mas que latía fuerte en mi pecho. En fin...esperaba después redimirme....y si....estaba condenado a concederle este favor.

Así pues tome camino hacia donde podría ver a  la Ministra de Magia francesa..mientras a mis espaldas Derhorm tomaba camino hacia al Louvre. Nunca lo entendería, o sea, nunca me pareció amante de la cultura. Esperaba que no se degradase a solo robar la Mona Lisa....mi esfuerzo no podría valer tan poco. En fin....minutos mas tardes empujaba la verja de los que me traslado a las oficinas Ministerial francesas.

-Una cita con la Ministra...-y ante la pregunta de quien era...solo respondi. -su primo favorito..Sean..Sean Linmer.

[Matt Blackner]

Casi me mato al salir de la ducha. Elentari no había pasado la mejor de las noches, y después de lograr dormirla, decidí meterme bajo el agua, para intentar despejarme. Sabía que no conseguiría dormir, dado que y amanecía. Al menos esperaba disfrutar de un poco de tranquilidad, sin voces, solo silencio...

 

O eso esperaba. Porque de pronto Sagitas comenzó a gritar, llamando a nada menos qeu Sean. ME sorprendió tanto que , en mis prisas por ir hasta su habitación, pensando que le estaban atacando, estuve a punto de resbalar. Menos mal que, al menos, llevaba puestos los pantalones (o habría sido de lo más bochornoso)

 

- Quieres dejar de gritar. - le regañé, abriendo la puerta de su habitación casi de golpe. Lo que me hacía falta era que la niña empezara a llorar de nuevo. Pero Sagitas tampoco parecía tranquila. Cerré la puerta y me acerqué hasta ella. Seguro que me regañaría por llevar el pelo mojado, pero casi no me había dado tiempo a vestirme. Me arrodillé a su lado, mirándola. - Si despiertas a Elentari la vas a dormir tu

 

- Sabes qeu Sean no pasa por aquí. Después de lo que pasó con Perenela... estará por ahí tramando algo, seguro. Podemos mandarle un mensaje y pedirle que venga, pero dudo que gritando se entere. 

 

Pero al mirarla más de cerca, me recordó a mi hija. Tenía esa cara de falta de sueño, y una expresión de miedo, como si sus sueños la asustaran. Sabía que últimamente (desde qeu perdió las elecciones) no dormía precisamente bien.

- Que has soñado?

Editado 17 de Octubre del 2021 por Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

SAGITAS, Mansión Potter Black:

Mis puños aún se engarzaban en las sábanas cuando sentí la voz de Matt, riñéndome. En aquel estado de limbo, en el que aún no estás segura de si estás despierta o dormida, por un momento llegué a confundirle con su padre. Las ojeras profundas de noches sin dormir y la piel aún húmeda por una ducha rápida me indicaron mi error. Refunfuñé.

-- ¡Por la Diosa Gea, hijo! Me estás mojando con el pelo mojado. ¿Sabes lo peligroso que es salir por ahí sin secarte el pelo? Puedes resfriarte. -- Y, como buena madre, saqué el almohadón de la cama y lo usé como toalla sobre su cabeza. -- No te quejes, al fin y al cabo, no vas a quedar peor, siempre vas con el pelo alborotado. ¿Elentari sigue dándote problemas?

Seguí frotándole el pelo, tal vez con demasiada mala uva porque me había hecho recordar a Sean, a ese... cacho golfo que ahora sabía que tenía más información de la que a mí me parecía.

-- ¡Se ha burlado de mí! -- protesté. -- Todo este año buscando al nigromante, a quien iba a hacer daño a Ithilion y él... él...

No podía hablar de la ira que sentía y preferí apretar los dientes antes de usar algún epíteto rabioso que pudiera despertar a mi nieta. Sabía lo que costaba dormirla últimamente, más o menos como a mí me costaba dormirme. Bajé la voz.

-- Sean sabía todo este tiempo quién era el Nigromante de nuestras visiones. ¡Le mataré por ocultármelo! ¿Pero...? ¿Dónde lo encuentro ahora? Sé...

Me agarré la cabeza con fuerza.

-- Sé que va a hacer daño a Ada y tengo que  impedirlo. ¡Harpo! ¡Papel! ¡Mi vuela pluma! Tengo que mandar un mensaje urgente a la Ministra francesa. ¿Cómo están las fronteras? ¿Podemos cruzarlas o sigue en pie el edicto de cierre? ¡¡Maldito sea este Predicador!!

Sí, otro de mis muchos males. El saberme vencida por un muggle que predicaba con una biblia y una cruz. ¡Malditos los que le habían permitido adueñarse de nuestro ministerio y nuestra magia!

Editado 17 de Octubre del 2021 por Ericen

[Matt Blackner]

- Si - contesté bajo el almohadón que había decidido usar como toalla para "ayudarme" a secar el pelo - Últimamente le cuesta dormir, pero no se por qué. Tiene pesadillas - no sabía decirle si eran meros sueños o si eran Visiones. Aun era muy pequeña como para intentar pedirle explicaciones de lo qeu veía o tratar de enseñarla a manejarlo. Apenas alcanzaba a murmurar "monstruo" entre sollozos. 

 

Apreté ligeramente los puños, pensando que acabaría por echar a arder si seguía frotando con esa intensidad. 

- Vale, siempre lo llevo alborotado, pero no quiero salir ardiendo - bromeé, sujetando sus manos con delicadeza, asomando una media sonrisa por debajo de la tela.

 

Al parecer, Sean sabía quien era el Nigromante y habían tenido contacto, cosa que me extrañaba. Sean era un mujeriego y un mafias, pero no traiciionaría a Sagitas asi conscientemente.

- Y si no sabía con quien estaba tratando? - pregunté. 

 

Además, Ada parecía estar en peligro, asi qeu teníamos que ir en su ayuda. 

- Lamento decirte que no se nada de las fronteras, o si los edictos siguen en pie. Del nuevo ministro se casi lo mismo que tu. Puede que incluso menos. Lo único qeu hago en el ministerio es dormitar en el sofá que me dejaste como recuerdo en el despacho. - contesté. - de todas formas, podemos utilizar mi moto para salir del país si hace falta. Podemos usarlo como "vehículo muggle" para pasar desapercibidos.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ministerio Mágico de Francia

-Venga venga..que no tengo todo el día. -apresure al encargado de la gestión en el atrio. Quería terminar rápido el asunto..y bueno..nunca era partidario de seguir protocolos a no ser que los hiciera yo.

Básicamente la idea era invitar a la Ministra a tomar un café, y así mantener los ojos de la seguridad en mi..al menos por un momento. Claro...al parecer las cosas en el Ministerio francés si se hacían bien, no como en el británico que todo el mundo entraba como Pedro por su casa. (Y si preguntan quien era Pedro..ni idea es solo una expresión). Aunque puede que tal vez me hiciera el chivo con tontera y viera que tan paciente eran los franceses. Si...creo que eso seria mejor y quien sabe si así la distracción fuera mas contundente.

-Bien....que conste que ya avise. -y sin mas seguí caminando hacia las instalaciones ante los ojos como platos del encargado...supongo que eso no se usaba por ahí..así que lo asumido parecía ser correcto...y pues después de un Sonorus en mi garganta....comencé a llamar a @ Ada Camille Dumbledore -SEÑORA MINISTRA....ADITA DUMBLEDORE...POR FAVOR PRESENTARSE EN EL ATRIO...SU ESTIMADO PRIMO VIENE EN A CHARLAS SOBRE SUS BRAGAS!!!!!!

Si...tal vez con eso me había excedido un poco...pero Ada de seguro entendería el espíritu excéntrico de su primo...y se reiría del suceso. No sus subalternos que ya dejaban los ojos en platos para verse molestos...y probablemente con ganas de lanzarme mas de un crucio. Bueno también estaba listo para eso...en peores berenjenales me había metido. 

Sin dudas me arrepentiría de hacer este favor. No por tomar un café con Ada....me resultaba muy agradable compartir con ella. Lo decía mas bien por Derhorm....me preocupaba que algo estuviese tramando.

 Museo del Louvre

Todo se iniciaba como una excursión normal, claro siempre atento a cualquier rastro de magia...o a cuestiones inusuales. A fin de cuentas tenia que encontrar el hilo de Ariadna..y tirar de el..hasta encontrar el ovillo. Y mira si lo hice bien. Es que el papel de pobre ancianito me venia como anillo al dedo. Incluso si me veian husmeando por algún lugar siempre tenia que poner cara de ¨yo no fui¨ (😂lo siento me hizo acordar a la anciana del Hotel Transilvania)...Por suerte...mas temprano que tarde encontré lo que andaba buscando...así que supongo que habría que crear otra distracción.

 

[Xell Vladimir Potter Black]

Aquel día decidí que pasaría la tarde en la mansión, para que mi hermanito Akira jugará con su primo Ithilion. A ver si así, se cansaba y me dejaba ir a dormir temprano, pues quería salir de noche a una fiesta del bando. Las cosas no salieron como la planeaba. Akira e Ithilion estuvieron juntos, pero no se durmieron tan temprano como me.hubiera gustado. Cuando conseguido nos que los dos dejarán de jugar hasta en la cama, era yo la agotada y la hora imposible para salir. Ni tiempo ni ganas de volver a la Vladimir, por lo que me quedé en la mansión a dormir. 

Pensé que en la Potter Black descansaría, pero no fue así. En algún momento de la noche, alguien gritó. Me frote la Marca por si era una llamada del bando, pero el gritó se repitió y me di cuenta que era la voz de la tía Sagitas. Salté de la cama y me puse una batita encima del camisón de encaje. Corría primero hacia la habitación de los niños para cerciorarme que seguían dormidos. ¡Benditas criaturas! Nada podría despertarla de aquel sueño profundo que tenían. Cerré la puerta con cuidado y corrí hacia la habitación de la tía. Por el camino, me encontré a Harpo, quién llevaba una bandejita de plata con varias pociones. Se ve que no era la primera vez que tenía pesadillas.  Pregunté qué pasaba pues ya había llegado el primo Matt. Puse la bandeja en la mesita y esperé respuesta.

 

Editado 27 de Diciembre del 2021 por Kaori Moody

[Ada Camille Dumbledore]

París, Francia 
Oficina de la Ministra de Magia 

Los documentos que tenía que revisar eran bastantes, la verdad añoraba torturar personas en el campo de batalla más que estar sentada tras del escritorio del ministerio, pero alguien debían ordenar todo esto como era necesario o irían por hay dañando el país y la prosperidad de mi nuevo principado. Solo yo era lo suficientemente buena en eso y había logrado una tranquilidad entre muggles y magos en mi mandato, sabía que la represión no era lo mejor y había llegado a implantar una forma en que todos vivieran armoniosamente pero no faltaban algunos brotes de indisciplina entre los muggles y algunos magos.

Mientras redactaba escuche a los lejos la voz potente de un mago y me quede mirando a la puerta, abrí la boca sorprendida y la vuelapluma cayó del aire sonoramente sobre la mesa. Blanquee los ojos y tomé la varita arreglando mi cabello y la ropa, camine desde mi oficina y salí al balcón de oficinas desde donde se divisaba el atrio y mire: estaba Sean en la entrada de registro llamándome, quería asesinarlo pero definitivamente no iba a poder hacerlo. Mire a m secretaria que no estaba lejos de ahí.

-    Llama a mi hermano @ James Fleamont Potter  , que este alerta y avisale a Albus que tendré una visita familiar. 

Baje por las escaleras y fui directo al atria tratando de controlarme y no lanzarle un crucio de bienvenida a mi querido primo, mis ojos azules zafiro se fijaron en @ Sean -Ojo Loco- Linmer , mire a la recepcionista y a todos los que estaban ahí.

-Sean… una manera muy propia de tu parte, ¿Dime en qué puedo ayudarte, no pensé verte en París?

Dije con voz calma pero mi mirada lo atravesaba como si lanzas salieran de ellos. 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sean, Ministerio de Magia francés.

Que decir, al parecer me había ganado muchas miradas recelosas....muchas varitas empuñadas...y claro...mucho ceños fruncidos. Por suerte @ Ada Camille Dumbledore  vino a mi rescate. Era un placer verla, aunque ahora que la veía frente mi...taladrándome con la vista un leve rubor cubrió mis mejillas apenado. No duro mucho pero ahí estuvo..así que me acomode la ropa y camine hacia la Ministra haciendo una suntuosa reverencia. 

-Venga..venga...no me mires así que no he hecho nada malo....aun. -tome la mano de Adita y la bese como todo un caballero mientras le sonreía como quien se siente satisfecho de alguna diablura. -Y bueno..andaba yo por la ciudad del amor..y dije...oye..ahora que estas libre de obligaciones ministeriales...pues haz las visitas sociales que debes a la familia...entonces..como la Mansión Dumbledore esta lejos..mejor venir aquí a verte. -Me detuve por un momento para acercarme a mi prima y pasarle un brazo por encima del hombro, no sin miradas recelosas de los de seguridad...que aun no sabían como evaluar la situación - Por cierto....te invito a un café. Te veo y me pareces algo estresada, y lo entiendo...el trabajo Ministerial agota. -sin duda esa parte si la conocía...este ultimo año había dormido demasiado en la oficina rodeado de papeles. - En fin....como ahora soy un poco mas rico..prometo pagar el café...y todo lo demás. Sin duda la pasaremos BOMBA.

Y ahí comprendí que cerca de personas importantes..sean mágicas o muggles hay palabras que no se han de decir. Y mas si ya uno no ha causado bueno impresión. Y mas si por algo fuera de mi voluntad como una explosión que removió el piso del Ministerio acompaño mis palabras. Y peor aun que en medio de mi ironía de presentación..casi que dije que venia a hacer algo malo. O sea....que cuando caía..presa de algunos hechizos que me dejaron inconsciente solo podía darles la razón a los de seguridad. 

Torre  Eifel Instantes antes.

Una pareja de turistas disfrutaba del buen clima, el romance y como colofon la vista del emblema de Paris a sus espaldas. Una beso..después otro..un abrazo y ahora se harían una selfie que sin dudas en instantes estaría en la red para alegría de sus allegados..o envidia de sus enemigos. A fin de cuentas no todo el mundo se da los lujos de una luna de miel en Paris....la ciudad del amor. Enfocan la imagen en el cel...accionan el actuador...y PUMMMM!!!!!!. 

Una milésima de segundo después...y con la foto de una explosión de fondo bajo la base del monumento circulando por las redes todo es un caos en las cercanías. El suelo había temblado por la explosión mandando a la pareja al suelo...en el abrazo mas fuerte que pudieran darse. Polvo..gritos..miedo....todo un caos. Sin saber que en otro lado de Paris el causante hacia gala de su magia propia para pasar desapercibido los primeros controles...y desde la seguridad de un escondite...ahora observaba el protocolo ante situaciones de emergencia que emplearía los que guardaban el fragmento del libro.