Nuevo Gabinete

[Anthony R. Dracony M.]

Sonreí de lado...pues me causa gracia la incompetencia de algunos empleados como los del personal de informes...siempre carentes de profesional empeño...--Pues hubo un burdo intento de cuando laboraba aquí, pero era más sencillo averiguar lo que se deseaba preguntando a compañeros de otros departamentos, incluso en aquellos días en que concertábamos aquellas juntas de directivos, en fin, aquellos tiempos no volverán , supongo que ya no quedan funcionarios que permanezcan en sus antiguos puestos, eso va a volver un tanto más lenta mi indagación. -- De solo mencionarlo, mi rostro se oscureció...ya no tenía aquel antiguo  cargo como alto funcionario y mi ausencia en Londres también mermo mis relaciones con otros Directores y personajes en la alta esfera social.

Aunque sentir bajo mi camisa color vino los amuletos mágicos, me ayudaron a recobrar la confianza, mi poder mágico se ha incrementado y me será de ayuda al volver a iniciar en esta nueva vida recuperada. Sin más, hice una inclinación hacia aquel caballero que se presento como @ Mael Blackfyre  Después acepte su saludo de mano con cordialidad-- Tanto gusto Director Blackfyre, soy Ryvak Dracony, embajador de Escocia, vine para averiguar si hay cambios significativos que tengan planeados para el colegio mágico ubicado en Escocia, las reinas propusieron que los miembros de su corte se encargaran de manejar el prestigioso Colegio de Hogwarts pero realmente no hubo convenio, acuerdo o siquiera un Edicto al respecto.  --Ryvak mostro calma al explicar el motivo que le llevaba a buscar a tan emblemático Director, su respuesta le indicaría que tanto "perdió en su ausencia".

El peliverde saco de su bolsillo un sobre con el sello real que lleva para mostrar la demanda de las reinas a las que apoyaba en sus ideales, controlar al mejor Colegio Mágico era sin duda, la oportunidad de buscar futuros magos y brujas de valía y crear un sequito de aliados para el reino. Su mirada se centro en Mael, tiene que observar su reacción, los movimientos corporales también dicen mucha cosas, sabe que puede estar errado en sus propósitos ¿pero de que otro modo puede saberlo? Coloca su diestra cerrada debajo del mentón, mientras da una respuesta ambigua a la interrogante del pelinegro -- Esas "son aguas pasadas" nada tienen que ver con la actualidad, se supone que debería compenetrarme con mi función de Orientador Vocacional, pero es una ocupación que no he podido iniciar por la problemática entre naciones que hace tambalear los ideales de la gente, meramente la incertidumbre que crea la corriente de la política.

[Mael Blackfyre]

— Oh, que interesante. Embajador de Escocia… —me quedé pensativo observando con un poco más de atención al chico de ojos color miel y cabello con tonos verdosos. Asentía lentamente al escuchar sus palabras tras el pedido que lo había hecho visitar el Ministerio de Magia. Abrí un poco más los ojos al escuchar las palabras reinas. Todo eso lo volvía un poco más interesante—. De hecho me ha ocurrido lo mismo, señor Dracony. Estoy intentando dar con alguien que trabaje con el primer ministro, o el mismísimo funcionario, para ver algunos detalles de mi departamento.

Le comenté, plenamente atento a la conversación que se había formado. Si había algo que me llamaba la atención eran las personas con cierto poder. Especialmente porque me consideraba bueno para los tratos. De una u otra manera, las personas me iban debiendo favores que luego me encargaba de cobrar. Pero más allá de esos cobros, lo que me importaba realmente era las recompensas que lograba conseguir en el camino. Eso era invaluable. Aun así, aquella charla se volvía interesante. Había hecho una pregunta importante:

— Actualmente las instituciones de enseñanza están siendo manejadas por quien corresponde. Mi cargo solamente es corroborar que sus trabajos estén hecho de manera correcta. Una especie de inspector —comenté, con una pequeña sonrisa—. Aunque con el nuevo ministro, pueden que algunos cambios surjan —hice una mueca torcida con los labios—. ¿Quiere seguir la charla en mmi despacho o no tiene problema de hablar por aquí? —le hice una seña para que pudiera caminar hacia los ascensores. Si aceptaba, debíamos ir al piso donde estaba la Oficina de Ministro, allí estaba la dirección sobre la educación mágica. Mire a Anthony—. Reinas de escocia. ¿eh? Interesante. Tengo cero conocimiento de ello, vine hace poco aquí. ¿Quiénes son ellas? –pregunté curioso.

@ Anthony Ryvak Dracony

[Anthony R. Dracony M.]

Cruce un momento mis brazos en un acto reflejo, la conversación con el director de educación, va fluyendo sin problema y era notorio que ambos nos ocupábamos de adaptarnos de la mejor manera a nuestros puestos. Al escucharlo mencionar al Primer Ministro, tuve el impulso de preguntarle por él...Rory Despart... ni idea tengo de quienes eran los que conforman su Gabinete, mal estaba iniciando, con riesgo de no cumplir mi encomendada gestión.

Sin embargo me mantengo ecuánime, es mucho mejor comenzar con la "tarea" que hacer "pila de dificultades". Con parsimonia cambio mis brazos a los costados, siguiendo las palabras de mi interlocutor, me brinda alivio saber que al menos con ese aspecto, todo va marchando correctamente. Me pregunto si el actual Director es alguien de renombre...habrá que hacerle una visita formal para ir pactando futuras asambleas, así como idear un cronograma para entrevistar a los chicos del Colegio, en especial con los de séptimo grado.

--Tiene usted mucha razón, siempre es de esperar nuevos cambios en cada Nuevo Mandato, eso es inevitable. --Afirme al estar en total acuerdo con el hombre. Es sabido que "cada cabeza es un mundo" y sobre todo en casos como en los grupos de Poder, generalmente homologar las distintas corrientes de pensamiento, es un verdadero problema.

Coloque mi mano izquierda en mi bolsillo, tome el reloj de plata pero al instante desistí de sacarlo cuando @ Mael Blackfyre me invito a su despacho -- Gracias, si, me parece que podemos estar más cómodos y no tener interrupciones sin sentido, así que con gusto acepto ir a su despacho. -- Seguí su indicación de tomar el ascensor, aunque no tengo conocimiento de a que piso iremos, continúo respondiendo su interrogante. -- Con gusto le voy a referir sobre ambas, al igual que se las presentaré cuando vengan a esta Institución Ministerial.

[Mael Blackfyre]

Su aceptación me llevó por sorpresa, ya que creía que iba a negarse ante ella. No había recibido muchas personas, porque jamás había buscado tener reuniones, o al menos no las había necesitado. Pero mientras ocupara aquel puesto, podía decir que empezaba a necesitar contactos y relaciones para un mejor trabajo. Mucho más cuando se trataba de ése embajador y las nombradas reinas

— oh, si, será un placer conocerlas. Puedo organizar una pequeña reunión en mi hogar, la mansión Gryffindor. Allí podremos estar más cómodos que aquí. ¿No te parece? —le dije a Anthony mientras las rejas doradas se abrían y la voz metálica nos daba la bienvenida. Éstas se cerraron y la caja metálica solo descendió un piso, ya que mi despacho se encontraba en el piso de la Oficina del Ministro. La voz lo anunció y las puertas se abrieron: — Adelante, por ahí —indiqué al fondo de aquel largo pasillo.

Aunque me detuve en ésa especie de vestíbulo. Antes con la Ministra Sagitas, allí se presentaban docenas de Aurores y oficinistas que iban y venían. Aún aquel piso no estaba junto al mandatario actual, asi que todo estaba muy tranquilo. Las puertas se cerraron. ¿Estábamos solos allí? No podía negar que me había enfocado en aquellos ojos color miel. Mi habilidad siempre estaba encendida, siempre estaba buscando cualquier recoveco para adentrarme y conocer más sobre las personas. Eso significaba que tomaba mucho más poder sobre ellas.

— ¿Conoce al nuevo Ministro? ¿Cree que vamos a estar mejor con él?

@ Anthony Ryvak Dracony

[Matt Blackner]

Aquella nota me había puesto sobre aviso. Dejé el silencio de Accidentes y poco a poco, volví al bullicio del Atrio del ministerio. En realidad, cualquier zona con gente me resultaba bulliciosa. Aunque nunca había sido amigo de las multitudes ni los grandes grupos, la soledad del departamento acrecentaba esa sensación. Ahora tenía la sensación de que, para colmo, había enemigos por todas partes. Supongo qeu pocos amigos me quedaban.

 

Desvié la vista un momento hacia el chico que sostenía un número de El Profeta en las manos, proclamando sus titulares para llamar la atención de los magos. Nuevo Ministro, si, ya. Religioso, para más señas. Si pensaba hablarme de religión, chocaría contra un muro.

 

Aun daba vueltas a la nota, y al posible motivo para que el ministro @ Rory Despard  quisiera verme. Bueno, tal vez si que tenía alguna idea, no estaba seguro de si era buena o mala. Apoyé la espalda contra la pared del fondo del ascensor, rumbo a la planta donde su despacho se encontraba. En otro tiempo, había estado allí, casi siempre peleándome a gritos con Sagitas. No habían sido buenos tiempos en casa, y sus aurores, en más de una ocasión, habían estado a punto de impedirme pasar.

 

Cuando las puertas se abrieron me dispuse a salir, pero me detuve. Ante la puerta del ascensor, charlaban @ Mael Blackfyre  y @ Anthony Ryvak Dracony . Gruñí ligeramente. 

- Hola. - dije. - Supongo qeu has venido a conocer al nuevo ministro - comenté, mirando al Director de Educación. - Antony, llevo siglos sin verte. Todo bien por tu nuevo hogar?

[Rory Despard]

El Anarquista

Darla no había podido contenerse y excusándose unos instantes, se había acercado al conato de gresca que tenía lugar en el atrio. Lo que sea que hiciese, a Horace le importaba más bien poco, comparada con aquella interacción que tenía lugar entre la bruja y Sean. Ya con las puertas del ascensor cerradas, El anarquista esbozó una sonrisa, por como su acompañante resaltaba su condición de desempleado.

-  Igual aunque Despard te lo hubiese pedido, no creo que hubiera aceptado quedarse ¿o sí? Por lo mal que los rumores dicen que se ha tomado Sagitas el ser reemplazada por él, dudo que hubiera visto con buenos ojos que su hombre de confianza permaneciera ahora junto al nuevo ministro.

La verdad era que para él, todo aquel asunto de jerarquías laborales le era un universo por completo ajeno, y no creía realmente que cuestiones como la lealtad se manejaran en espacios como esos, pues en última instancia ¿no estaba toda esa gente metida ahí por el sueldo que podían ganar? El tema igual, no le parece ni la mitad de interesante de lo que resulta seguir observando con detenimiento a Sean y Darla, los gestos de atención mínimos pero evidentes que el hombre tiene para con ella, así como las miradas fugaces delatan una relación que para Horace, excede por mucho la meramente laboral.

Bien decían que el cuerpo podía delatar, si se examinaba minuciosamente, todo lo que no se expresaba en palabras o que inclusive, intentaba contradecirse con ellas. Y es esta complicidad entre ambos lo que más le interesa a El Anarquista, pues cree que es la bruja la pieza clave para entender del todo la naturaleza de Linmer, que es a ciencia cierta, lo que realmente le importa de esa reunión. Se da cuenta sin embargo, que su prolongado silencio ha generado una cierta tensa incomodidad, y que la vista del mago del mago y la bruja está puesta en él, atentos a que responda a las preguntas que Sean le ha hecho, sobre si aprovechará su “cercanía” con Despard para materializar sus planes, o sobre el tema del Wizengamont.

Así que tras hacer su pedido al mozo, y mientras espera a que este le traiga su bebida, se acomoda mejor y carraspea, sonriendo entre dientes.

- Me sorprende que conociendo mi apodo crea que me interesa vincularme con el estado, solo porque un tipo de buenas intenciones ahora lo encabece. Son las estructuras de las instituciones de este país las que están mal, así que lamento decepcionarlo respecto a mis planes, pero no está contemplado para nada solicitar una ayuda del gobierno ¿lo creía así, solo porque me encontraba en el atrio?

Se interrumpe unos minutos, bebiendo un sorbo del café de intenso aroma que el mozo acaba de traerle, y entonces continúa la plática, con la misma calma de antes, aunque sus sentidos han estado de estar aletargados tras ingerir la bebida.

- No hay ninguna clase de presión sobre estos asuntos, Darla, y respecto al WIZ, con toda sinceridad, lo que hay es más bien mucho desinterés e ignorancia. Nunca he sabido a ciencia cierta para qué demonios se mantiene, pero bueno, siendo sincero viviendo casi al margen de la ley, poco sé del montón de brujas y magos rancios que lo integran ¿entonces, importa mucho su composición? ¿Es hacia allí que sus aspiraciones se orientan señor Linmer?

Las palabras las ha dirigido al hombre, pero la mirada está puesta en Darla pues ha creído ver en la bruja un atisbo de incomodidad por lo que acababa de decir ¿sería que acaso ella tendría conocidos en aquel tribunal? Lo que fuera, mientras tomo otro poco del café, no puede dejar de pensar que esa reunión se pone cada vez más interesante.

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@ Darla Potter Black  @ Sean -Ojo Loco- Linmer  gracias por tanto, perdón por tan poco x)

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No lo podia negar, esto era lo que habia esperado. Tal vez habia llegado tarde pero sin duda la charla era perezosa. Sin dudas no me habia equivocado del tipo de hombre que era Horace, supongo que mis habilidades para saber leer a las personas aun se mantenian afiladas, asi que me gire y le sonrei a Darla que se encontraba tambien espectate con la respuesta del Anarquista....aunque ahora que la observaba parecia tambien preocupada por algo mas. Supongo que por todo el asunto de lo sucedido en el atrio, confiaba en que Kim, ademas de tener unas muy buenas formas (no me referia presisamente a sus habilidades socilaes y dipolomaticas) era una excelente auror.

-Ya vez Darla como no me equivocaba con Horace. -dije mientras dejaba el cafe y palmeaba un tanto el hombro del Anarquista. -Sin duda hubiese sido un buen fichaje para lo que fue nuestro gobierno.

Sin mas me recline en el asiento meditando mis palabras y frotandome las manos.

-Dices bien Horace...las instituciones en si se han corrompido. Tanto..que a veces uno pensando hacer las cosas bien descubre que las hace mal. -respiro suave- supongo que este juego de alcanzar el poder entre fenix y serpientes, ha desviado la mirada de lo importante...el resto de nosotros. Hasta lo ilegal tiene cabida si es..."por un bien mayor". Creeme yo no lo comparto...y prefiero seguir diciendo que el mar es azul...aunque intenten presionarme para que diga que es rojo.

En eso me gire a Darla...que si habia que matizar las cosas.

-Y que conste que no hablo por ti tus subordinados Darla..me consta que has sabido hacer tu trabajo con un alto grado de profesionalismo. -de eso si estaba bien orgulloso de ella- En fin...supongo que coincidimos en ideas pero no en los medios. Yo queria cambiar las instituciones desde adentro....tu desde afuera..supongo...aunque realmente las dos cosas dificiles...pues de alguna u otra forma todos le temen al resultado...ese que tal vez sea...muy "revolucionario".

Sonrei despues de entrecomillar con mis dedos esa ultima palabra. De alguna forma toda institucion vivia con una inercia....asi que cambiarla....pues seria un choque importante.

-Y vuelvo a coincidir con usted comence con el Wizengamont. Yo tampoco tengo en buena estima a esa panda de ancianos decrepitos...o influenciables. Por eso los disolvi. -claro tambien estaba el interes de que con esa jugada Aaron perdiese su proteccion y asi poder enjuiciarlo. -pero habia que crear un mecanismo para juzgar los crimenes magicos...y hacer justicia....y si ya hablaban mal de nosotros en la presa que tu pensarias que dirian si  nos propusiesemos hacer juicios con funcionarios Ministeriales dado el entorno de guerra que teniamos con el Inquisidor o Inquisidora. Posiblemente nos hubieran quemado en la hoguera. Asi pues tuvimos que volver a poner a los viejos decrepitos...tal vez en mayor cuantia para democratizar la institucion.....pero nos demoramos...y por pura legalidad se nos escapo de las manos Aaron. Y mira que teniamos un buen caso contra el.  

Si..eso habia sido un buen discurso.

-Asi que si lo que quiere es un cambio cuente con mis esfuezo....no me gusta el mundo magico tal cual. La verdad preferiria un reset, pero soy solo una hoja mecida por el viento....pero quien sabe si juntos hacemos un huracan.

Y heme aqui conspirando...o al menos tentando a Horace delante de Darla. era un riesgo que tenia que correr, pero por alguna razon creo que de alguna forma ella me llegaria a entender.

@ Rory Despard @ Darla Potter Black

[Anthony R. Dracony M.]

Caminamos rumbo al ascensor pero antes de entrar nos encontramos con alguien que no esperaba, mi cuerpo quedo rígido como si me hubiesen lanzado un "Petrificus Totalus"...mi semblante no demostraba ninguna emoción, más en el interior, algo me conflictuaba...

...Y el enfado surgió tan fuerte como una gran ola que amenazaba con "arrasar" con todo y en especial con aquel joven mago...fueron segundos que luche por no demostrar ese sentimiento que aún no he "arrancado de raíz". "Hogar....hace tanto que no tengo a que llamar hogar..." Lo que si tenía muy presente, es mi diplomacia y precisamente debía ejecutarla ahora.

Mi padre Reacon me lo recalcaba en su carta: La gente nunca entenderá lo que pasaste, sobre todo si no se lo das a conocer. Cada cual tiene sus problemas, más grandes o peligrosos, no eres él único que ha sufrido, así que no des por hecho que sus vidas son más fáciles, porque pueda que no sea cierto.

Aquellas palabras actuaron como un bálsamo que aliviaban "mi alma torturada"...por fortuna estaba a salvo y con muchos aspectos que me son favorables. Fue cuando pude responder dibujando una leve sonrisa en mis labios delgados...

--Hola primo...supongo que la vida no nos ha tratado igual. Yo también podría decirte que hace mucho que resido en Escocia y recién regreso por encomienda de mis...aliadas.  ¿Conocer al nuevo Primer Ministro?... puede ser, pero justo ahora me importa más continuar mi charla con el Director de Educación aquí presente, no sé si tienes el gusto de conocerlo, el señor @ Mael Blackfyre  Director, le presento a mi primo @ Matt Blackner  bueno... no sé si eres Director del Departamento de Catástrofes y Accidentes Mágicos...¿o acaso regresaste a tu antigua ocupación de cazador de Demonios? no me extrañaría, eres muy bueno como cazador. -- Mencione aquel dato porque tenía que corroborar si  mi padre adoptivo corría algún problema, ahora que llegará a mi hotel por su visita anual.

El encuentro imprevisto con Matt fue agradable, como cuando ambos éramos Directivos...pero hacía mucho de aquello. Tal vez era una posibilidad de relacionarme con la gente que Matt conocía, así que saque de mi bolsillo de mi camisa color vino, un útil espejo comunicador y se lo tendí a Matt.

--Hay que resolver eso de la comunicación, toma, podemos acordar encontrarnos nuevamente. Será interesante conocer al primer Ministro, justo sobre eso estábamos hablando, así que deberíamos acudir los tres, no te parece? -- Escuchamos a Blackner responder y cuando quedo concertada nuestra próxima reunión, nos despedimos cordialmente.

En el interior del ascensor retomamos nuestra charla, ambos interesados por el mismo fin --Es una idea maravillosa, seguro estoy que las reinas les encantará corresponder a esa reunión en su mansión y luego ellas agradecerán con una invitación a palacio  donde usted será el invitado de honor.

[Mael Blackfyre]

Miré para un costado al notar que una nueva persona hacía acto de presencia. Y era de esperarse que fuéramos interrumpidos de diferentes maneras ya que el Ministerio de Magia era visitado por muchísimas personas. Tanto algunos trabajando como otros paseando. Miré fijamente a Matt, ésta vez lo noté un poco más flexible ante mí. Tal vez era la situación, que no se encontraba Sagitas de por medio. ¿Respondía como quería o cómo debía? Algo me dijo que tenía que ser más sutil con las personas.

— Señor Blackner, está en lo correcto. ¿Conoce dónde está el primer ministro o cómo hay que hacer para llegar a él? Debería tener un poco de prioridad con sus Directores ¿No creen? —exclamé aquel pensamiento en voz alta, tratando de convertir aquella reunión en algo un poco menos tenso. Había algo entre esos dos brujos que me dejaba suponiendo que habían pasado ciertas cosas entre ellos—. Si, nos hemos cruzado antes con Matt, señor Ryvak Dracony —me había costado un montón no utilizar la ironía para ése caso. Me estaba comportando como todo un caballero. Relaciones. Necesitaba relaciones y nuevos contactos.

Miré a Matt. No recordaba su puesto cuando nos habíamos cruzado con Sagitas. Allí pude prestar atención que se trataba de Catástrofes y Accidentes Mágicos y entendía el por qué siempre lo veía por allí. ¡Cazador de demonios! Jamás me había cruzado con uno. Eso lo volvía un poco más interesante.

— ¿Los tres? —pregunté extrañado, aunque allí lo pensé y no era mala idea, de hecho era una mejor manera que el primer ministro pudiera rechazarme. Miré hacia la puerta— ¿Alguno sabe si tiene secretario o si está en su despacho? Quizás podamos enviarle una carta —expresé y me quedé dubitativo

@ Matt Blackner  @ Anthony Ryvak Dracony

[Rory Despard]

Benjamin Whisper

Como si tener que lidiar con la lentitud con que Despard ratificaba o cambiaba a autoridades en cada departamento no fuera suficiente, esa mañana una situación había hecho que Whisper estuviera más enfadado de lo habitual. Como tantos otros funcionarios que como él, habían hecho carrera en el área de Cooperación Mágica Internacional, bien conocía del temperamento de los funcionarios egipcios. Así que intuyó, al primer aviso del incidente que habían protagonizado con los aurores en el atrio, que el asunto traería problemas futuros.

Al menos le daba un cierto alivio, que, en medio de tanto inútil, fuera Kimberly la que se hubiera encargado del caso, pues la auror siempre había mostrado un excepcional compromiso en sus encargos, aun cuando tuviese el defecto de ser mujer.

El traje que portaba era impecable, dos piezas de un azul marino que hacían resaltar su cabello que empezaba a volverse entrecano. En el bolsillo interno portaba su varita, pero además unos cuantos artículos uzza que, precavido y metódico como era, le garantizaban su propia seguridad. Para muchos era un misterio de qué manera aquel hombre tan radicalmente opuesto al afable carácter del predicador se había convertido en uno de los más importantes funcionarios de su gobierno y asesor personal, pero nadie osaba refutar tal decisión, pues en el tiempo que llevaba saltaba a ojos de todos que el hombre había no solo cumplido a cabalidad su función, sino que tenía más control y detalle de cuanto sucedía en el ministerio, que el propio ministro inglés.

Solo cuando se ha asegurado cada oficina departamental ha redoblado su seguridad para evitar cualquier clase de intrusión, es que decide finalmente presentarse ante el despacho de Rory, que sabe que está reunido en esos momentos con Moody. Sin embargo, d, pero le sorprende terminar cruzándose en el camino con nada menos que Blackner, y junto a él, un mago con cargo de confianza de la época de Sagitas (Mael) y otro sujeto que vagamente identifica como del cuerpo diplomático escocés (aunque no sea capaz de recordar su nombre).

-Dos funcionarios de alto nivel y un miembro diplomático, dudo que esto sea una casualidad ¿verdad?- sonriente, no tarda en tender la mano hacia los tres, y con la misma soltura de movimientos perfectamente ensayados los saluda con cortesía- Soy Benjamin Whisper, asesor personal del Ministro Despard. ¿Estoy en lo correcto al suponer que llegan por el memorándum que fue enviado a sus despachos? Ah, mas en el caso suyo, por supuesto que ha de ser otro tema el que motiva su visita - sus ojos se detienen en el muchacho de raros cabellos verdes- Si así lo desean, informaré al secretario para que avise al ministro de su llegada. ¿están de acuerdo?
 

@ Mael Blackfyre  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Matt Blackner