~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Litah Black Lestrange]

Se le había escapado lo sosa que podía ser la vida en Ottery si no se estaba involucrada en los líos de varitas habituales, que si la luz, que si la Marca. Litah había probado de ambos lados, uno por convicción y el otro, el otro por huir de aquello en lo que creía que le hacía daño. Cerró los ojos con fuerza y se obligó a si misma a pensar en otra cosa, eran esos recuerdos odiosos los que la alejaban cada vez más de Ottery, hasta practicamente volverla a una muggle. Una muggle sospechosamente rica a la que jamás veían trabajar o lo falta algo, todo lo contrario, le sobraban tanto residencias como sirvientes, la gente a veces murmuraba y ella se hacía invisible en las villas muggles dónde se había recluido en los últimos años. Tenía sus ventajas gozar de la pensión de los Black Lestrange y la herencia materna, por supuesto. Sin embargo, había decidido volver, sin tener mayor motivación que la de recoger sus propios pasos, la madurez la estaba poniendo muy nostálgica. 

Se dispuso a caminar por Diagon, esperando ver por encima del hombro a Leandro escondiéndose o a Sean ingresando a un hotel, a lo mejor ver a Adam confiándole tareas a Asturión. Decidió no continuar tampoco por ese camino, ninguno de esos hombres merecía un recuerdo tan impreso en su memoria. Chocó los talones de sus botas y se encaminó a House of Books, capaz que leer la animaba un poco. 

Dicho y hecho, apenas entró, el olor a páginas nuevas la llenó los pulmones, pero lo que realmente la animó fueron los sillones de cuero que se podían ver en el segundo piso. Como pocas veces, caminó de puntillas, evitando el ruido natural de sus tacones, silenciarlos era otra opción, pero no era para tanto, minutos después estaba sentada en uno de los muebles, acariciando la fina cubierta de piel. Sacudió la varita para escoger algún libro y pasar tranquila la mañana. Notó algunos ojos sobre ella, pero no esperaba que nadie la reconociera, después de todo, habían pasado demasiado años sin ella en el pueblo y no es que fuera Ministra de Magia, ni nada. 

[Darla G Dumbledore]

 

  La pelirroja vio llegar a ella a su cuñada y respondió a su afectuoso saludo, negó amablemente ante sus palabras con una sonrisa tímida.

  —Todo ha sido idea de Tazz y Noe, los hijos de Ludwig, yo solo he tratado de dar vida a las fantasías de todos los involucrados —en ese momento notó la mirada de Ada hacia uno de los mozos presentes y una risita entre nerviosa y pícara se escapó de sus labios.

 —Bueno, eso ha sido un toque, a los chicos y las chicas les gusta todo y les encanta servir —Darla río y bebió un trago mientras señalaba hacia el lugar al que se había dirigido Ludwig, entre las mesas de póker y los sillones de los privados para descanso —creo que le he visto por allí.

  Iba a acompañar a la joven Dumbledore cuando algo la distrajo, haciéndola perder entre los invitados.

⸎

La mañana de la boda había llegado y uno de los elfos se acercó a susurrarle algo, haciendo que la vampiresa afinara su oído, notando la presencia de una joven cuya figura no había visto desde… sí, desde una boda anterior. Sin dudarlo Darla dirigió sus pasos hacia el piso en que se había mantenido el área de la librería, ya que aquella noche había bastado atravesar el pasillo adecuado para pasar de la despedida de soltero a la tienda y de la tienda a la despedida.

—Buen día señorita —miró a la joven, un flash muy pero muy lejano en su mente le mostró un recuerdo que apenas había captado en el pasado, de inmediato lo descargó y sonrió.

Los tacones de la joven la hicieron sonreír, le encantaban, y entonces un flash de fugaces y delicados recuerdos pasaron por su mente. Siempre se había sentido atraída hacia aquellos tacones lejanos, sí, lejanos para ellas porque aún en el mundo mágico la joven y bella mujer frente a ella había tenido pocas oportunidades de cruzarse con la Potter Black.

Los labios de la vampiresa se separaron unos segundos y aspiró el perfume de los libros mezclados con la esencia de la Black Lestrange.

—Soy Darla, la dueña del local ¿Hay algún artículo que sea de su especial interés? Mis elfos están a su disposición si prefiere recorrer sola hasta que encuentre algo que le atraiga —un escalofrío recorrió la espalda de Darla, tras levantarse esa mañana y darse una cálida ducha, había elegido ponerse un suéter de espalda descubierta, un ajustado jean y unas zapatillas que la hacían ver, en comparación con la recién llegada, como una paisana de pueblo. Sus cabellos caían aún húmedos sobre su descubierta espalda, había querido desayunar cómoda antes de vestirse para la boda, pero la curiosidad le había ganado.

@ Litah Black Lestrange

[Ludwig Malfoy]

Escuchó las palabras de su amiga y sonrió, sus hijos habían superado sus expectativas, sabía que se las arreglarían para sorprenderlo pero no pensó que se tomarían tantas molestias - vaya pues de nuevo muchas gracias por ofrecer este espacio, deberé encontrar una manera de agradecértelo - decía mientras deslizaba su mano por su espalda - creo que algo dulce me vendría bien - sonrió mordiéndose los labios mientras aparecían unos bocadillos en las bandejas colocadas.

No pudo continuar pues en ese momento llegó Lunita quien lo felicitaba efusivamente, Ludwig sonrió pues le tenia mucho cariño a su amiga y no podía faltar a aquel evento - me alegra que vinieras - dijo abrazando a la chica - mañana tampoco puedes faltar.

Finalmente llegó Mica quien también se veía muy atractiva, no tenían mucho en que habían arreglado sus diferencias por el malentendido de Mordred y Ludwig se sintió feliz de que la Gryffindor aceptara ser su dama de honor - Gracias por venir - dijo abrazándola - debo admitir que me muero de nervios.

La partida de póker comenzó pero Ludwig por la ansiedad se puso a beber trago tras trago, parecía que los meseros tenían la indicación de poner al rubio totalmente ebrio. En cuanto acababa con la última gota de uno inmediatamente le llegaba una nueva bebida a la mano, y si se demoraba en beber, llegaba rápidamente alguien que lo obligaba a brindar. Ludwig no tardó mucho en sentirse mareado y comenzar a sentirse un poco más desinhibido tanto que en cuanto tuvo la oportunidad comenzó a besarse con uno de los meseros.

 

 

Off: perdón la tardanza u.u

@ Tessa Brower  @ Mica Gryffindor  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Ada Camille Dumbledore

[Mica Gryffindor]

 Admiraba el lugar, las decoraciones armadas por Ada y la buena elección del servicio. Aquellos hombres con poca ropa de seguro serían un buen regalo para el homenajeado. No le atraían en absoluto, no eran de su tipo, pero esa era la noche de Ludwig y de seguro él lograría un muy buen momento de diversión si así lo quería. Uno de esos hombres pasó con una bandeja y varios vasitos con vodka, pero ella prefirió tomar la botella semi llena que también llevaba.

Dio un largo sorbo del traslúcido líquido y disfrutó del calor que encendía su esófago y se extendía por el resto de su cuerpo. Si algo sabía de esa noche, era que no iba a atravesarla sobria. Las vísperas de una boda le traían cierto dolor que necesitaba apagar de alguna manera. Claro que no había superado aún su separación, eso le llevaría largo tiempo.

Sintió el abrazo de Ludwig antes de verlo llegar, moviéndose con cuidado para no volcar sobre su vestimenta el contenido de su botella. Se entregó a su cálido abrazo y besó con suavidad sus mejillas.

-Deja los nervios y disfruta, vas a ser muy feliz -aseguró separándose lentamente de su abrazo para mirarlo a los ojos -Te quiero mucho, y me alegra de verdad poder compartir este momento contigo -aseguró y alzó la botella antes de dar otro sorbo -vamos a divertirnos… él no terminó de escucharla pues fue captado por los encantos de uno de los meseros. Sonrió, sintiendo cierta envidia por no poder ser tan espontánea como el muchacho. 

@ Ludwig Malfoy Haughton

[Datura]

Me encontraba en mis habitaciones del castillo, las diversos frascos alquímicos burbujeaba haciendo su particular sonido el cual lograba relajarme, de pronto una llamarada de la chimenea salió en forma de anuncio, me aproxime hasta esta y logre ver el mensaje…

Tome de la parte superior un puñado de polvos flu de la parte superior del estante ubicado a un lado, las llamaradas cesaron permitiéndome adentrarme a la chimenea, saque mi varita y con un movimiento circular todos los instrumentos se pusieron en pausa.

-House of Books

Mencione claramente mientras arrojaba los polvos hacia mis pies, al instante unas llamaradas de color verde me envolvieron transportándome hasta el local deseado, allí se llevaba a cabo una fiesta, las llamas dejaron de envolverme y di un par de pasos hacia la estancia donde varios magos y brujas se encontraban.

-Buenas noches, espero haber llegado a tiempo

De inmediato una copa con un misterioso líquido voló hasta mi posición, la tome moviéndola circularmente para comprobar su textura, de inmediato pude percibí el aroma particular de mi bebida favorita, con una sonrisa en el rostro alce esta hacia los presentes, había logrado captar la atención de una bruja en particular, tratando de disimular tome un trago de la bebida.

Con paso decidido me aproxime hasta donde Mica y varios magos conversaban, mi mente trabajaba rápidamente debido al líquido y nerviosismo que en esos momentos me invadían, con sutileza me coloque justo frente a la Nigromante.

-Que agradable sorpresa

Espere la respuesta de Mica y los demás presentes, en ese momento me di cuenta aun llevaba la varita en mano por lo que la hice desaparecer discretamente…

[Mica Gryffindor]

Acababa de ver marcharse a Ludwig con aquel mesero, aún no lograba quitar la mirada del repentino besuqueo que éste inició con el mesero, cuando un movimiento inesperado captó su atención por completo. Sus verdes ojos siguieron el trayecto que trazó aquel trago hacía la mano de un recién llegado al que desconocía. No pudo evitar asombrarse al ver que lo recibía sin volcar una gota.

Él notó que había captado su atención, por lo cual de nada servía simular que estaba mirando hacia otro lado o conversando con alguien más. Venía hacia ella, y no detuvo su andar hasta quedar a unos pocos pasos de dónde la castaña se ubicaba. 

-¿Qué es lo que lo sorprende?- preguntó, divertida ante el comentario del caballero. Le resultaba familiar, de seguro era miembro de su bando, aunque no recordaba su nombre siquiera. -Aunque puedo asegurarme de que sí sea agradable- agrego divertida -Mica Gryffindor -se presentó, intentando saber más sobre él, al menos su nombre.

Intentó captar en la mirada del joven cuál era su motivación para acercarse. Tal vez solo buscaba ser amigable, aunque no descartaba ir un poco más allá, o al menos divertirse juntos... Tal vez el alcohol la llevaba a imaginar cosas e ir demasiado rápido.

@ Datura

[Datura]

Por suerte la doncella frente a mí al parecer había logrado reconocerme, aunque por su respuesta no del todo, yo la había reconocido de inmediato ya que olvidar aquella figura, ojos y voz era difíciles de ignorar, tome otro trago de la bebida en mi mano antes de responderle, más que nada para que mi voz no sonara diferente.

-Lo que me sorprende es la naturalidad de su esencia

Agregue haciendo chocar mi copa con su bebida, haciendo un pequeño brindis antes de presentarme formalmente, no pude evitar formar una sonrisa en mi rostro denotando el placer de disfrutar esos momentos.

-Datura Luxure Dumbledore

Mencione haciendo una reverencia sin perder el control de la situación, mi mano se extendió tomando la suya y con un gesto respetuoso mis labios se posaron en está completando el saludo acostumbrado ante una dama de su categoría.

-El placer es mío

Nuestras miradas no había dejado de encontrarse en el proceso, no pude evitar la suavidad de su piel al momento de saludarle, realmente no sabía cómo empezar una conversación debido a que en mi cabeza pasaban diversos pensamientos, algunos no tan prudentes como para mencionarlos.

-Quizás no me reconozcas, pero me es difícil olvidar tan finas y distinguidas facciones, nos hemos cruzado en un par de reuniones.

Termine diciendo notando que aun sostenía su mano, con delicadeza la solté esperando su respuesta…

[Mica Gryffindor]

-¿La naturalidad de qué? -intentó no reír, no le molestaba el intento de halago, sin embargo no lo sentía en absoluto necesario. No era ese tipo de mujeres que requerían cumplidos innecesarios y alejados de la realidad. 

Chocó su botella con la copa del caballero, cayendo en la cuenta de lo poco femenina que estaba siendo hasta el momento. Al menos en su modo poco decoroso de beber. Su nombre la hizo pensar unos segundos, explorando en su memoria. Sin dudas lo había escuchado antes, lo sentía familiar, tanto en su nombre como su presencia. No era momento de empezar a justificarse con la amnesia que padecía, no quería dar explicaciones a nadie esa noche. Ni de eso ni de nada.

Sonrió al ver y sentir su gesto de caballerosidad, besando el dorso de su mano, dejando un leve cosquilleo en su piel. No le molestó que él siguiese tomando su mano, de hecho no lo soltó hasta que él quiso separarse de ese contacto. 

-Estoy segura de ello, pero mi memoria suele ser muy mala... no lo tomes personal -se mordió con delicadeza el labio inferior, gesto que era más un tic que algo consciente. -¿Quieres sentarte a conversar? Me viene bien algo de compañía esta noche... salvo que tengas otros planes, claro...

@ Datura

[Datura]

Como un ancestro de los Dumbledore no podía dejar de lado los principios y cordialidad que nos distinguían, por lo que sin importar siempre decía lo que en realidad pensaba actuando acorde a esto, con prudencia y moderación mis actos se veían reflejados, no pude omitir tener una coherencia respecto a las circunstancias, por lo que al ver las acciones de mi acompañante y mis deseos en esos momentos respondí.

-Descuida, ya abra tiempo para que mis acciones hagan perseverantes y duraderos los momentos juntos

Después de escuchar la invitación no pude negarme a esta, ya que desde un principio este era mi objetivo (lograr un tiempo y conocerle a fondo), extendí mi brazo colocando mi puño a la altura del estómago para que ella pudiera tomarse de mi antebrazo.

-Es para mí un honor ser tu acompañante esta noche

Mencione mientras pensaba dentro de mi “esperando no sea la única vez”, en esos momentos sentí como se sostenía de mi antebrazo y decidí guiarla a uno de los sillones amplios ubicado a un lado de un estante iluminado con velas…

-Por favor siéntete libre de ser tu misma, que yo haré lo mismo.

En ese momento la botella de vino (Sangre Pura) apareció en la mesilla del sillón donde nos ubicamos, espere a que ella tomara asiento para después colocarme a un lado suyo.

-Por una noche inolvidable

Nuevamente brindamos y la bebida en mi copa se terminó, por lo que hice aparecer una copas más sirviendo a mi acompañante un poco de vino para después llenar la mía, pensaba que el mejor modo de empezar a conocernos era haciéndola conocer mis gustos, por lo que esperaba no rechazara esta.

-Podemos empezar por conocer nuestros gustos y aficiones- acercando la copa a su alcance.

Debido a que nos encontrábamos en una librería no me sería difícil encontrar un tema de conversación, estaba seguro compartíamos más de una cosa en común, ya que por algo pertenecíamos al mismo bando y sin lugar a dudas nuestros gustos eran compatibles, ya que desde un principio nos habíamos llamado la atención por decirlo de alguna forma, aguarde a que Mica respondiera sin dejar de mirarle a los ojos…

[Mica Gryffindor]

Prefirió omitir su comentario, eligiendo no contradecirlo. “Momentos duraderos” se quedó pensando, de todos modos, no era lo que buscaba. Ya no creía en nadie que prometiese esas cosas. Él no sería la excepción. Casi podía sentir aún la alianza en su mano izquierda, pese a haberla retirado hacía ya semanas. Si ni su esposo… bueno, ex esposo… había podido concederle una relación que prevaleciera en el tiempo ¿por qué se la estaba enunciando un casi desconocido?

Tomó su brazo y se dejó guiar hacia un amplio sillón, donde no dudó en sentarse, la iluminación allí era escasa, producto de varias velas distribuidas en la zona. Él había hecho aparecer una botella de vino y servido dos copas. El cristal de las copas de ambos chocó, antes de que ambos se encargasen de vaciarlas y el joven, nuevamente, de rellenarlas.

Él propuso conocer mejor sus gustos y aficiones, ella no sabía si estaba tan dispuesta a dejarse conocer por el momento. Tomó la copa que él había vuelto a recargar y bebió pensativa.

-Podemos jugar un juego. -dijo tras unos segundos. -Por turnos, haremos preguntas, de a una por vez. Si el otro quiere responder lo hace, si no quiere hacerlo debe vaciar su copa de un sorbo. Por ahora el vino estará bien, cuando se acabe pediremos algo más… ¿fuerte? -explicó divertida.

Hacía algún tiempo que no jugaba así. La posibilidad le brindaba al muchacho lo que quería, conocerse un poco mejor, y al mismo tiempo le permitía a ella mantener su guardia en alto.

-Empiezas tú con la primera pregunta… -aclaró, no quería que aventure un “primero las damas”, ella ponía las reglas.

@ Datura