Por la Conquista de Versalles

[Lisa Weasley Delacour]

Luca volvió a Paris tras unos días de descanso en Hunyad ¿Y como no hacerlo? Lo que vivió en aquella gala de Halloween creada para y por la diversión del publico en general, fue una completa locura. De primeras era una simple celebración, pero después de una horas muto, transformándose en una clara y notoria competición entre bandos. Las reglas eran sencillas o eso se creía en un inicio; completar retos, pasar obstáculos y conquistar ubicaciones. Estas eran siempre lugares públicos, conocidos y con un enclave estratégico. Lo que nadie se esperaba era que Versalles marcara un antes y después en las mentes de todos los que jugaron a aquel intenso juego, al menos por parte del bando de Tom Riddle.

El Palacio de Versalles es un edificio que desempeñó las funciones de residencia real desde 1682 hasta 1789. Está ubicado en el municipio de Versalles, cerca de París, en la región Isla de Francia. Constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa. La belleza de su estructura, estética y dinámica, es un hecho. está administrado desde 1995 por el establecimiento público del museo y del dominio nacional de Versalles, una entidad pública que opera bajo control del Ministerio francés de cultura. Sus jardines eran extensos y contenían una alta variedad de fuentes y esculturas. Perfecto para perderse por ello y pasear. Reinaba el silencio y la paz. Al menos en un día común, como era el caso.  Si ya antes se conocia la historia al dedillo, ahora podria hacer una disertación de unas dos horas sin ningun fallo.

El Dhampir negó, mientras se posicionaba en la puerta de entrada al edificio principal. Sus memorias le trajeron recuerdos de como fue esa noche, esa larga noche, porque juraba y perjuraba que las horas no pasaban o al menos lo hacían de diferente forma. Habia saltado el muro y la bienvenida fue apoteósica. Habia sido acorralado por varios hipogrifos, los cuales no parecían entender que hacían allí. Solo tenían en mente una cosa; acabar con todo aquel que perturbase su espacio. Y no solo aquellas bestias voladoras, no, había visto cangrejos de fuego, aves del trueno, bandadas de jobberknoll mutantes y hasta acromantulas. Sus congéneres de la marca, según sabia por los comentarios de la fortaleza oscura, estaban igual de sorprendidos. Los animales no se comportaban de forma natural, parecian poseer una fuerza muy supeior y estar bajo la influencia de algo o alguien.

Normal y entendible que todos los presentes en aquella situación estuviesen flipando con las cosas sucedidas allí. Ademas de, como el, regresar y continuar con la exploracion ya iniciada sin tantos dramas y pudiendo llegar al fondo del asunto. No podia dejar aquel tema en stand by por mucho más tiempo. Por eso y porque su curiosidad innata lo obligaba a ello, es que estaba de nuevo allí, Quería saber si todo fue un engaño de su mente, producido por alguna sustancia que los organizadores de la fiesta habían lanzado al aire o las criaturas mágicas seguían allí en algún lugar. Tal vez el gobierno francés las retenía contra su voluntad y por eso estabas tan cabreadas con el ser humano que ni accedían al llamado de Gaia. Que eso era otra de las muchas cuestiones que lo perturbaban. ¿Porque no había podido contactar con su esencia, como siempre hacia?

Mientras seguía deliberando acerca de como ingresar a la finca sin llamar mucho la atención, sintió la presencia de otro mago a pocos metros de su figura. No le veía el rostro, pero podía intuir quien era. Los oscuros lo habían apodado “Hijo de Versalles” tras todas las veces que incursiono en el castillo para ganar su autoría. El Van Halen no portaba su mascara, aquella que lo definía como Einar, no obstante, tampoco es que le preocupase mucho aquello. Bien podía decir que era una visita rutinaria. Rumanía tenia acuerdos con Francia. No seria raro. Espero a que se acercase. Vamos, seria tonto no aceptar la ayuda de quien y por derecho propio ya era rey de aquellos terrenos. El sol aun no habia caido en la ciudad, quedarian por lo menos unas dos horas de luz. Entre dos y coordinados podrian cubrir todo el terreno expuesto ante sus verdes ojos. Si no habia nada raro alli, claro.

 

@ Jeremy Triviani @ Sagitas Ericen Potter Blue

[Kahlan Blackthorn]

 

Aún no terminaba de recuperarse del trauma que le causará aquella mazmorra, inventarse mil y un forma de poder escapar de las criaturas y templarios. Le había resultado una tarea de lo más divertida y amena a decir verdad, jamás se le cruzó por la mente usar un desamador para matar de forma muggle a un ser mágico o al menos dejarlo herido de gravedad. En esos detalles radicaba lo mágico del mundo que habitaba, hacerse con elementos diversos para plantarle cara a cualquier percance que se presentará en su andar.

— Versalles...—solo pensarlo le hacía estallar la cabeza. Tal y como sucede con un globo que ha sido inflado más de la cuenta. Detonando como lo haría una bomba atómica, pero sin causar un daño de tal magnitud. El hacerse con algunas joyas, no le incomodaba, pero si el tener que entrar a ese castillo tan especial para el y sus compañeros de bando. Volarlo en mil pedazos era una de las opciones que fraguaba en su mente, conteniendo ese impulso destructivo, alistaba los últimos detalles para su viaje a ese lugar. 

Recorriendo la estancia que le pertenecía dentro de la Torre Negra, pilas y pilas de libros abiertos le devolvían una tonelada de palabras que se transformaron en conocimiento. Debía recopilar todas y cada una de ellas, prestando atención a las que hablaban de Maria Antonieta. Esa mujercita que le puso las cosas complicadas en extremo, aunque la misma estaba muerta, daba mucho más lata que cuando vivía y se pavoneaba como toda una super estrella al estilo muggle. 

El rodearle el cuello con uno de sus costosos collares, le provocaría una descomunal placer al Senescal de Caronte o en el mejor de los casos dejarla colgada de uno de los candelabros, cual piñata en diciembre. Cada día que pasaba se volvía mucho más creativo y siniestro, despertando en su interior aquel siniestro maniático que regía cada una de sus acciones. La máscara bicolor era el plus que gatillaba todo lo que albergaba dentro de su ser, pocos o casi nadie sabían bien a bien quien era el Holandés realmente. Desapareciendo de la torre negra, tras ser envuelto por un vórtice conformado por varios cráneos, aquellos que estallaron abriendo sus fauces como lo hace un león al rugir dentro de la selva. 

Apareciendo cerca de la entrada del Castillo de Versalles, no detectó la presencia de ningún otro mago tenebroso. Posiblemente las terapias que estaban recibiendo se extendieron más del horario establecido, pero eso era bueno al fin y al cabo. Podría decirse que la sanación de ese trauma tardaría en llegar, quizás dentro de un par de meses o años. 

Editado 23 de Noviembre del 2021 por Juv Macnair

[Jeremy Triviani]

¿Cuánto tiempo había pasado por esos jardines? ¿Cuántos animales locos y defensivos lo habían querido matar? Jeremy había perdido la cuenta. El Palacio de Versalles seguía tan imponente como las noches anteriores que había pasado por ahí conquistándolo junto a sus compañeros. Era un grato recuerdo de unión bandista, que hacia mucho tiempo que no había vuelto a sentir. Incluso le agradaba pensar que aquel breve encuentro donde la marca Tenebrosa había brillado tanto como la mismísima Torre Eiffel en las noches de verano, había significado un antes y un después en los lazos de su grupo. 

El orgullo seguía vigente tanto como la molestia al recordar lo mucho que había costado triunfar en esa tierra. Definitivamente creía que todo había quedado atrás, hasta que leyó un libro prohibido en la Fortaleza Oscuro y descubrió una serie de síntomas extraños representativos en los animales que los habían atacado. Jeremy, había creído que era un hechizo, pero luego de una pequeña investigación, había descubierto que no había registros de hechizos sobre animales que duraran tanto tiempo. Las Artes Oscuras lo había llevado a pensar que era una maldición sobre el lugar, pero su conocimientos sobre Magizoologia le hacían querer tomar unas muestras de los animales para descartar un virus o una mutación en su ADN. 

Jeremy recorrió apenas los jardines notando que las plantas no parecían repeler ningún tipo de sustancia al aire. Eran plantas inofensivas en su mayoría, muy útiles para preparar pociones. Sin embargo, no se detuvo a estudiarlas al completo, siguió su paseo hasta encontrar a Luca Van Halen, el mortifago que había sido de mucha ayuda comandando los ataques de aquella noche de la final de Quidditch. Donde mas tarde, había sacado a su equipo por segunda vez campeón de la Liga Europea de Quidditch. 

 -Siempre regresando a donde fuimos felices -Dijo con ironia el vampiro, luego de saludar con una pequeña inclinación de cabeza a Luca - ¿Aun no despertaron? Algo me dice que no sienten que somos mortifagos en estos momentos. ¿Crees que la conducta agresiva se despierte con la representación de la mascara?

[Lisa Weasley Delacour]

Luca Van Halen

 

El Van Halen había nacido para aquello; era un ser estratega por naturaleza. Le venia implícito en la sangre y hasta cuando no quería, le salia bien; Como había supuesto, aun ni portando la mascara que lo definía como mortifago, el joven Triviani lo trataba como tal. Habia logrado inmiscuirse en ese mundo de la forma adecuada, a tal punto de hallar respeto y una familiaridad algo particular con algunos de sus congéneres. Cabe destacar que lo usaría en su beneficio. Por el momento, solo asintió a las preguntas del mago y respondió con lo evidente – No tengo idea de que o porque se activan y si es que hoy van a aparecer – Evidentemente ni confirmo ni negó que el hubiese sido el que participo en aquel evento noches atrás. Su papel estaría a resguardo el mayor tiempo posible.

Aunque trataba con la peor escoria del mundo, el jamas dudaría en decir la verdad. La franqueza era algo notable y muy destacarle en su figura. Digno caballero de Hunyad. Su reina estaría orgullosa – También he estado evaluando lo que sucedió aqui, mas veces de las que quisiera admitir y tengo alguna que otra teoría, tal vez puedas ayudarme a desentrañar este misterio – Y de la misma nada, agradeciendo sus entrenamientos, de un salto, accedió al inmenso jardín que rodeaba el palacio - ¿Y si estaban sometidos bajo la maldición de antiguos gobernantes? ¿Y si es el gobierno francés quien les ha hecho algo y los tiene bajo custodia por alguna razón? Estarían cometiendo un delito y uno a nivel internacional, pues varias de las especies no son propias de aquí – Soltó a bocajarro sin pensar demasiado. Quería meterse de lleno en la búsqueda.

Definitivamente necesitaban terapia y urgentemente. La mazmorra, el juego, la captura de la bandera, llamalo x, aquella noche de halloween los había hecho, si cabe, mas paranoicos. Al menos eso le había pasado al dhampir, el cual saltaba a la mínima. Menos mal y después de aquella intervención, se tomara unos días de descanso con su mujer e hijos en su tierra natal - Muy posiblemente la noche también tenga algo que ver en su estado – Dejo caer, a ver si el chico opinaba como el. Siempre excudando sus afirmaciones en lo que en los periodicos se dijo. Su esencia se altero, cuando tras dar dos pasos en dirección a una de las fuentes centrales, consiguió divisar lo que parecía ser un hipogrifo atado a una reja de aluminio metálico - ¿Estas viendo lo mismo que yo? Me da lo mismo que me ataque, hay que ayudarlo - Y para allì que se fue.

Editado 26 de Noviembre del 2021 por Lisa Weasley Delacour

[Helike R V PB]

La luna en lo alto, medio ocultada por las nubes que parecían presagiar tormenta. Pero ni me inmuté. Vestida completamente de negro con unos pantalones, camiseta y chaqueta y botas de piel de dragón. En ésta ocasión llevaba el pelo trenzado y a su vez enroscado en forma de moño. Llevaba el morral de cuero dentro del bolsillo y la varita en la mano derecha. Había recibido indicaciones sí, pero era un lugar que me traía amargos recuerdos.

Aún hoy día podía escuchar el ruído de las espadas besándose unas con otras, las azadas, los gritos de los campesinos, el estruendo de la artillería que había imposibilitado su defensa en la Bastilla, pero no, sus majestades habían estado todo el tiempo en Versalles. Cuna de origen de los mejores reyes franceses, su alza y su caída. La desgracia de la realeza francesa, aniquilada su estirpe hacía ya, más de trescientos años. 

Habíamos tomado posiciones después de indicarnos en la Torre Oscura lo que debíamos hacer, pero intentaba evitarlo. Francia era un gra país con grandes castillos pero ese era el viejo símbolo de un sistema de poder absolutista, le tenía demasiado respeto. Caminando por uno de sus jardines, hasta me daba la sensación de que podía sentir a la reina María Antonieta; archiduquesa de Austria, para después ser la esposa del heredero al trono.

Pero no, ahí estábamos nosotros para intentar no sé qué. No me había enterado muy bien del asunto. El nombre, Versalles; era para mí una conexión difícil de olvidar y aunque los tiempos hubiesen cambiado, ahí estaba yo otra vez. Esperaba en ésta ocasión que tomásemos la decisión más acertada. 

 

[Sagitas E. Potter Blue]

De todas las cosas que tenía previstas para hacer ese día, la que menos me imaginaba que me ocuparía el tiempo era una llamada a París. Dicho así, suena como muy raro o mal, o no suena. Así que será mejor que empiece desde el principio.

Había una vez una gala... ¡Había una vez una final de Quidditch en la capital francesa...! Bueno, no tan así... Sí que empezó en la Gala de Halloween y también en la final de Quidditch del 2021, porque ambas habían coincidido en la misma fecha. Los ataques organizados en aquella ciudad había, sido muy cruentos contra una organización que no esperábamos. Todos íbamos preparados para luchar contra los miembros de la Orden, pero no fueron contra los que nos encontramos. Bestias mil , magia que levantaba muertos, defensores de la República francesa dispuestos a luchar por su ciudad... Todo memorable. Excepto los Malditos Hijos de Versalles.

Esos habían sido enemigos acérrimos que nos habían mantenido a jaque varias veces. He de reconocer que estuve a punto varias veces de mandar a mi grupo a la retirada, pero @ Mael Blackfyre me hubiera matado y fallar a @ Arya Macnair  era algo que mi orgullo no me lo permitía. Hasta que al final conseguimos entrar y recoger una serie de reliquias magníficas que nos habíamos llevado.

Esa es más o menos la explicación de porqué acababa de recibir un informe de nuestros compañeros del país vecino en el que nos informaban que los "Herederos de Napoleón" o los "Malditos Hijos de Versailles", como los recordábamos nosotros, iban a hacer una incursión hasta Londres para recuperar los objetos robados en Londres. Robados no, eran botín de guerra.

No lo pensé dos veces. Era mejor volver allá e impedir que se trasladaran a Inglaterra. Bueno, no es que sea eso lo que me motivó sino saber que varios mortios, conocedores o no de la noticia, ya se habían personado en aquel maldito lugar para plantar cara a los Versaillenses defensores de los monumentos de la ciudad.

-- ¡Malditos sean! ¿Cómo le digo ahora a Arya que hemos perdido a varios mortios en París y no estaba con ellos cuando pasó?

Y hasta aquí la historia. Ese ese el motivo (desinteresado) por el que aparecí en aquellos jardines, estremeciéndome al recordar todo lo vivido hacía más o menos... ¿un mes? y ayudar y proteger a mis compañeros de bando, más valientes que yo, pues ya estaban en la entrada, esperando algo...

-- Hola, ¿me esperábais?

[Helike R V PB]

Había escuchado una voz. Hasta perjuraría que el alma de la reina me había hablado pero no. Di un pequeño bote del susto. Cuando giré mi cabeza para ver de quién se trataba, quizás mi rostro desveló una mueca de decepción. ¿Qué esperaba, ver a su alteza reclamar algo que le habían quitado? En mi caso, en tiempos duros, había luchado por ella, por lealtad, por el honor y también porque me sentía bastant perdida por aquél tiempo. Lázarus mi viejo y traidor mentor me había empujado a ello sin quererlo. Pero finalmente, tras descargar tanta sangre del pueblo francés, cansado y hastiado al final habían derrocado a sus reyes. Tanto esfuerzo para nada.

- ¿Qué haces aquí? -vaya pregunta más boba. Ella incluso podía formular lo mismo. De hecho, varios mortífagos ya estábamos por allá aunque yo no lo sabía.

Saqué la varita y accedí a los terrenos, susurré un 'lumus' y la punta de mi varita se transformó en un pequeño punto de luz blanca. No iluminaba lo suficiente, pero al menos permitía ver el suelo a una distancia de dos metros. Las luces del gran castillo estaban apagadas porque no eran tiempos de turismo, no al menos a esas horas. 

- ¿Qué se supone que tenemos que hacer aquí? -volví a cuestionar hacia mi tía - la verdad, no me enteré mucho de los planes en la Fortaleza Oscura - susurré en voz baja. Al menos la hierva al caminar ocultaba nuestros pasos, pero también por supuesto, de nuestros enemigos.

[Thoth]

El egipcio suspiro, Versalles un interesante paraje que le trajo gratos y desagradables recuerdos, a este no le interesaba en lo más mínimo el bienestar de los integrantes de la Marca Tenebrosa, igual ninguno de ellos sabían que era Mortífago, y solo se encontraban con la idea que el Uriel Luxure era quien era partidario, por ende toda vinculación con ese grupo ingles no era vinculado el regente egipcio, quien era conocido por llevar su gobierno a la perfección, erradicando toda revuelta con mano de oro, es decir, matar, decapitar a los familiares y apoderarse de los bienes de los traidores a su gobierno faraonico.

 

Y fue así, que apareciéndose entre las llamaradas oscuras se encontraba caminando por Versalles, mientras que tomaba su varita con la mano derecha y caminaba lado a lado de su serpiente espectral, la cual conjuro minutos antes con la nigromancia, a este regente no le interesaba la opinión publica o la prohibición de la magia, este ser simplemente era alguien que no le temía a nadie, y era capaz de matar a quien se le opusiera en sus planes, y no será capaz de acatar otra orden que no sea la que salga de sus pensamientos, palabras o deseos, la cuestión de los ideales del Señor Tenebroso era solo un mutuo beneficio y donde se acabará el beneficio simplemente lo dejaría.

[Sagitas E. Potter Blue]

Allá, en Versalles, delante de aquel monumento, con la varita en la mano y con ganas de darle ánimos a todos con mi presencia (al menos a todos los presentes), me sentí desilusionada con el recibimiento de Heliké, quien me había hecho una pregunta que me había dejado descolocada, dejándome fuera de lugar, como si yo no fuera importante, al menos para ella.

-- ¿Cómo que qué hago aquí? Pues... Estar a vuestro lado; -- esa última frase sonó muy débil, casi como si estorbara, como si no me necesitaran y hubiera sido mejor que no me hubiera presentado en París. Totalmente desinflada, miré a mi alrededor para ver si los demás también me recibían de la misma manera. Me sentí muy ninguneada y casi, por un instante, llegué a pedir perdón por estar allá sin permiso.

Pero pronto recuperé el aplomo y respiré con fuerza el aire nocturno de aquel hermoso jardín. Cuando digo hermoso, quiero decir que por regla general lo es, aunque no lo fuera cuando era defendido por aquellos "Hijos de Napoleón" o algo parecido. Ahora ya no me acordaba. 

-- Estoy aquí como AR del bando. Pronto vendrán Arya y Mael, pero, mientras, yo os dirigiré.

Intenté sonar firme, aunque en realidad me sentía como un gusanito. El poder de mi sobrina era intimidante y, a veces, conseguía aplatanarme. Además, creo que ninguno me hizo caso, algo que estaba bien porque yo, comandar como comandar..., mejor que no. Figura sí, pero no me pidan que lleve una tropa, que yo me pierdo aún con brújula.

Ahora bajé la voz porque no quería que me oyera nadie que no fuéramos nosotros, los presentes:

-- Resulta que estos malditos "hijos de Versailles" nos atacan por robarles sus reliquias y no podemos permitir que nos sigan hasta Inglaterra. Además, nosotros no huimos. ¡Presentamos batalla!

Así, una arenga como tiene que ser, aunque la valentía con la que sonaba no era precisamente la que yo sentía por dentro.

[Helike R V PB]

No supe porqué pero la forma de responderme... sentí cierta lástima por ella, algo raro cuando era un sentimiento más humano que vampírico. Era un cargo con el que, seguramente no contaba así que, cuando fue ascendida los demás deberíamos mostrarle respeto. Se supone que los altos mandos sustituían a los líderes cuando no estaban presentes en la batalla. Al menos la oscuridad tapaba algo mi cara. Me había sonrojado ante su contestación y a pesar de ello me acerqué a ella y le apreté suavemente el hombro y le dije:

- Lo harás bien -continué con una sonrisa - ésto es nuevo para todos, y a mí a veces se me olvida que eres lo que tú ya sabes - le dije, guiñándole un ojo y hablando en clave por si había orejas indiscretas que estaban escuchando- ¿así que es eso y porqué nadie me ha informado? -protesté por lo bajo. 

- Pues ya veremos si vienen o no - sonreí levemente al escuchar la arenga de Sagitas- ¿tiramos la puerta abajo? Un poco de acción no viene mal y siendo sinceros, a mí éste sitio me trae malos recuerdos. ¿Sabías que participé en la defensa a favor de los reyes de Francia? Si hasta parece que huele a pólvora. Éste lugar es viejo, demasiado... Podríamos robar unas cuántas obras de arte y exponerlas en la Torre Oscura además de dejar falsificaciones perfectas. Yo puedo encargarme de eso... Pero por lo que veo estamos demasiado desperdigados para iniciar una acción de éste calibre y, éste palacio es demasiado grande para los pocos que somos -bufé por lo bajo - deberíamos ser más, ¿convocas tú al resto del bando? -comenté para darle ánimos. 

@ Sagitas  si necesitas posteos, avísame y vamos roleando (aquí o en otro tópic, dónde quieras) *-*