Castillo Hunyad - Familia Van Halen (MM B: 116660)

[Cissy Macnair]

Tal y como esperaba, la carrera de Marcus lo llevó directo a los terrenos del castillo. Saltó el muro con una destreza que sólo un antiguo vampiro podía lograr y, entonces, tres flechas volaron directo hacia él. Pero su control de las sombras era mucho mejor que el mío y unas enormes alas que parecían hechas de acero oscuro se desplegaron y lo envolvieron, al tiempo que una esfera de agua lo protegía del ataque. La misma había venido desde la varita de Lisa, que no dudó en lanzar una regañada y Marcus estalló en carcajadas.

-Mi.erda... eres est.úpido- me quejé, dándole una palmada fuerte en la nuca que podría haberle arrancado la cabeza a un humano, más a él sólo le dolió un poco-. Lo siento Lisa, es el id.iota de mi hermano, le gusta causar malas impresiones y caerle mal a la gente- negué con la cabeza, enojada, mientras lo pasaba de largo e iba directo hacia la bruja-. No planeaba llegar así a presentarme en Hunyad, pero verás que Marcus no tiene paciencia- señalé con una palma abierta a mi incompetente hermano gemelo-. Ven aquí- le ordené al moreno, que llegó mostrando una amplia sonrisa.

Cualquier mujer podía decir dos cosas del hombre alto parado a mi lado; la primera era que su sonrisa podría derribar cualquier muro en el maldito mundo y, la segunda, que sus bíceps estaban por romper su chaqueta de cuero negro. El moreno parecía sacado de una revista de modelos exóticos, con su cabello oscuro como el ébano, su piel tostada por el sol de los campos espartanos y su porte confianzudo. Tenía los ojos azules tan penetrantes que costaba mantener la mirada en ellos mucho tiempo, nada que ver con esa sonrisa socasorra que lucía en el anguloso rostro.

-Su Alteza Real, Lisa Weasley Delacour, Reina de Rumania; Su Alteza Real, Kamra Ashryver Estuardo, Reina de Escocia y la Primer Ministra de Francia, Ada Camille Dumbledore, les presento a mi hermano y General de la Hermandad de la Rosa Negra, Marcus Argéadas- hice una mueca pequeña al mencionar su supuesto apellido y miré al hombre que se había posicionado a mi lado, hacer una reverencia muy respetuosa que hizo que su cabello largo hasta los hombros se deslizara hacia adelante.

-Sus Altezas... señorita Dumbledore- dijo él con una profunda voz seductora.

Rodé los ojos.

-Aunque no lo parezca, venimos en son de paz- agregó el infradotado, como si se tratara de un alienígena cuya nave había tocado tierra en las colinas rumanas.

[Lisa Weasley Delacour]

Lisa Weasley Delacour

 

La reacción de Cissy ante la imprudencia del hombre, el cual había presentado como su hermano, me recordó al instante a mi relación con el Van Halen; única. Una mezcla de confianza, amor, peleas dirías por cosas absurdas y un tira y afloja que nadie mas entendía. Ademas de que la colleja regalada por parte de la fémina para que este se ubicase, me había dolido hasta a mi. Mientras dejaba que la Mcnair nos presentase mas adecuadamente, admire al joven. Alto, pelo largo, ojos claros, porte orgulloso y semblante juguetón. Esa sonrisa socarrona digna de alguien que consideraba el mundo como propio, una que yo conocía bien pues el dhampir solía portar una igual. No tenia duda alguna de que su atractivo cuerpo era una de sus muchas armas, y todas ellas letales.

Parecía que lo que iba a ser una mañana rutinaria; entrenamiento y reunión con el consejo, estaba cambiando rápidamente y a algo mucho mas dinámico y productivo. Cosa que agradecía. No soportaba mas a los burócratas aburridos. Eran excelentes consejeros, pero unos pelmazos cuando querían. Si me escuchaban o pillaban pensando así, me retarían por horas. Era un gusto ver como aquellos que conformaban la coalición, sentían la necesidad de allanar diferencias y fortalecer las uniones creadas sin falta de que se les presionase para ello. Era una clara muestra de que estábamos haciendo las cosas bien y que si seguíamos así, seriamos una potencia imparable, pudiendo llegar a hacer grandes cosas. Rumanía volvería a estar en lo alto de la cadena.

Respondí al saludo con una ligera venia. La educación ante todo, aunque tras unos segundos en los que ambos nos medimos, relaje la postura y opte por la misma jovialidad que el. Mi titulo no me describía, Mis acciones, pensamientos, forma de expresarme y creencias si. Pocos me conocían tal cual era. Tal vez en aquel momento era mas yo que nunca. Estaba en mi hogar y me encontraba relajada - Aunque no lo parezca, nosotras preferimos la guerra – Le indique para que viese el atuendo que tanto Kamra como yo portábamos – Justo estábamos decidiendo si seguíamos ejercitándonos o nos tomábamos la mañana libre, pero creo que has llegado justo a tiempo para ayudar a que la balanza se incline hacia un lado.

No iba a dejar pasar la oportunidad de confrontar al comandante de la Hermandad, mucho menos si este contaba con tanta energía como había hecho gala hacia unos minutos atrás, cuando ingreso a Hunyad con tanto ahincó. Valorar, así como hacia con Ada, los pros y contras de tenerlo como aliado, era algo que tenia que hacer antes de depositar toda mi confianza en su persona. Sobre todo contando con que, para mi, la lealtad es un privilegio. El vampiro, evidentemente, antiguo, tanto por sus profundos ojos como por su esencia oscura, tendría grandes conocimientos en técnicas de batalla, así mismo, aquella rapidez para convocar unas alas de protección, solo había hecho que quisiese ver que mas secretos ocultaba. Era lo que tenia ser una Hunter. Siempre dispuesta a mejorar. Por mi nación y mi familia. Tenia y debía ser la mejor.

- ¿Arma favorita? - Inquirí tras ver como uno de los alabarderos sacaba las multiples opciones al patio.

[Ada Camille Dumbledore]

La visita al castillo de los Hunyad estaba siendo mar entretenida de lo que hacía podido imaginar, el recibimiento por el hermano de reina, luego ver a Su majestad entrenando cómo una amazona y viendo su capacidad de lucha que realmente era sorprendente y ahora me preparaba para recordar mis épocas de entrenamiento militar en una práctica con ella.

Me abstrajo de mis pensamientos la llegada de alguien, una borrosa mancha que venía hacia donde estábamos, unas Flechas volaron sin impactar y unos breves momentos después logré ver a ser que había causado tal conmoción: un joven con un aspecto magnifico que de inmediato por su apariencia me hizo pensar en mi madre, pues tenía toda la figura de un vampiro. Tras el llegó la señora Macnair, la dama estaba también visitando el hogar de los Van Halen.

La Macnair muy jocosamente lo golpeó lo que me hizo reír mientras le reclamaba su actitud y no era de esperarse que la seguridad del lugar se viera afectada dada que erala residencia de una mandataria Rumana. Sonreí a la dama y le hice una reverencia a @ Cissy Macnair , el joven saludo y le hice una inclinación de cabeza, pues la hermandad de la rosa negra eran como la. Realeza vampirica, tenían gran poder.

- Mademoiselle Macnair un gusto de verla, Monsieur Marcus.

Con sutileza mlre de nuevo hacia donde estaba la Reina escocesa, esperaba que se hubiera arrepentí o de luchar conmigo, había perdido práctica y no quería pasar una vergüenza ante ella.

@ Lisa Weasley Delacour  @ Kamra Ashryver D.

 

 

[Kamra Ashryver D.]

El vidrio se sintió frío al tacto a pesar de que el cuarto de baño estaba tibio y completamente lleno de bruma. Después de la ducha por la que había terminado rogando tras no darle la lección de batalla a Ada Dumbledore, y en cambio haberle pateado el culo a unos cuantos soldados nuevos elegidos por la mano de Lisa, Kamra no pudo pensar en nada más allá de quitarse la ropa helada y el barro del cuerpo. 

Ya vestida en unos pantalones de cuero color vino, unas botas de caña cortas de tacón negras y su camisa favorita color blanca (aquella con mangas infladas y volados en el frente), decidió bajar al encuentro de Lisa. Había algo reconfortante en vestir ropas informales, o lo más informal que podía llegar a ser, en Hunyad. Lejos de los vestidos y trajes que aunque bonitos, ya se le antojaban aburridos y rutinarios, sin importar lo bien que se viera en ellos. 

La peliblanca recorrió los pasillos del castillo hunyad como si fuera la primera vez. Podía recordar la muchacha salvaje y sin disciplina que solía ser, y a los salvadores en forma de un par de dolores en el culo que se habían presentado alegando que podía ser más...mejor. 

Doblando a la derecha en la siguiente intersección, Kamra asiento hacía una de las amas de llave que trabajaban y vivían en el castillo. Tomando la taza de café que le tendía la mujer, otro recuerdo de ella espantando las almas de los cuerpos de cada uno de los empleados en Hunyad le llegó y batalló con la carcajada que le subía desde lo más profundo. Aún seguían temiendole, pero no podía decir que eso le molestara. 

Kamra tomó un sorbo del exquisito café mientras su mirada se perdía en el extenso mapa de Rumania colgado en la pared ¿Hace cuanto no acudía a su cabaña en los Montes Carpatos, a los lobos que la esperaban allí? 

Y lo más importante ¿Dónde estaba todo el mundo? 

@ Lisa Weasley Delacour  @ Ada Camille Dumbledore

[Lisa Weasley Delacour]

Luca

 

- Cualquiera con un poco de sentido común huiría al verte tan taciturna, pero a mi me gusta el riesgo

Los verdes ojos del Van Halen se quedaron fijos en el mismo punto del mapa que la fémina y sonrió. La extensión de su país era enorme. Cada montaña, valle y rio eran espectacularmente bellos. Estaba orgulloso de cuidar aquel enclave. Se sentía parte de algo grande, único. La cultura, la historia, la magia que en cada rincón había era antigua y poderosa. Después de Hunyad y Brașov, uno de sus lugares favoritos eran los Montes Carapatos. Eran agrestes, complejos y duros, no obstante, quien veía mas allá de ello, lograba entender el amor que solo unos pocos sentían por la diosa madre y su obra en el mundo.

- Supongo que los echas de menos

Sabia de antemano que la peliblanca deseaba y ansiaba el momento en el que su manada estuvie de vuelta con ella en Escocia. Hasta en aquel ínfimo detalle, su prima y su hermana de armas se parecían. ¿Y quien lo diría? Que unas vampiresas, cercanas a la oscuridad, en toda su extensión de la palabra, podían amar tanto a Gaia y al mas noble animal jamas creado. Pero así era, ademas, ambas entendían los principios del rey del bosque y los amoldaban a sus propias vidas, creándoles un vinculo irrompible, Lisa incluso había logrado mimetizarse hasta poder transformarse en uno de ellos, en la alfa de los alfas. Admiraba a su regente y siempre la vería como tal.

- Si gustas, podemos escaparnos y les echamos un vistazo. Creo que ambos necesitamos correr.

[Kamra Ashryver D.]

- Cualquiera con sentido común no haría esto - con agilidad, Kamra lanzó su puño hacia adelante solo para parar en el último instante y con su velocidad sobrenatural golpear el glúteo derecho de Van Halen con la palma abierta - pero yo no tengo sentido común - luego de eso tendría que permanecer atenta, aunque su cuerpo se viera relajado, estaría alerta y listo para esquivar cualquier venganza de Luca. 

Pronto la sonrisa burlona en su rostro disminuyó a una pequeña media sonrisa un tanto añorante. Su manada era de 12 lobos, seis machos con sus respectivas hembras y  parejas de vida. Ella los había salvado largos años atrás, seis cachorros de lobo, luego de que fuesen atacados por un grupo de vampiros renegados, dándoles su sangre inmortal para que una vez muertos no fuera el final para ellos, para que volvieran a renacer y fueran su compañía en la vida solitaria que en ese entonces había sido el único final para si misma en el horizonte basto que significaba su vida inmortal. 

- Se que tienen una memoria sin igual, no temo que me hayan olvidado...temo que estén enojados conmigo por abandonarlos tanto tiempo - le parecían lejanos aquellos tiempos en los que había vivido en aquella cabaña. Juntos habían corrido, cazado y hasta dormido, dándose calor en las noches heladas. Pero más importante, la habían encontrado cuando su corazón era el necesitado de calor, y luego ella los vió encontrar a aquellos que complementaban sus probias almas. De alguna manera Kamra había sido mucho más conciente de su propia soledad cuando el último de ellos se emparejó, pero se sentía bien aún así, porque ella los lideraba. 

- Pensé que estabas ocupado en Brasov. Si quieres podemos visitarlos, una de mis lobas está esperando su primera camada. Jamás creí que fueran capaz de reprodirse luego de su conversión. Creo que es momento de vigilar la de cerca - Kamra codeó a Luca y lo miró a los ojos desafiante en al manera en que solo los hermanos lo eran - ¿Quieres que te patee el trasero en una carrera? Después de todo conozco mejor que nadie aquella zona. 

El corazón de la peliblanca comenzó a latir con más fuerza al pensar que vería el que una vez fue su hogar y lugar seguro. Casi podía aspirar el aire limpio junto con el olor al sustrato del bosque, pino y al árbol de canela gigante a un costado del pórtico. La construcción de madera oscura perfectamente erigida entre la piedra gris de la montaña y las flores lilas que gracias a la época del año estarían en flor, colgando y adornando el barandal de hierro negro del segundo piso hasta casi tocar el suelo en una caída de al menos tres metros. 

- Llevanos allí, Van Halen. A ver si esa mente tuya recuerda su ubicación exacta. 

@ Lisa Weasley Delacour

[Lisa Weasley Delacour]

 

Luca

 

Se carcajeo en su cara ante la acción de la peliblanca, pues eran típicas entre ellos aquellas bromas, que, a decir verdad, nadie mas entendía – No seré yo quien te corte esa mano, mi esposa puede llegar a ser muy celosa – Y aunque en parte era verdad, Mei sabia de antemano la relación que había entre el rumano y la escocesa, pero amaba amenazar a su hermana de cualquier forma posible – Quien sabe si hoy acabes manca.... - No había sangre que les uniese, no obstante, el cariño, lealtad y conexión que tenían les era suficiente para confiar ciegamente en el otro.

Solo los que lo habían visto en primicia es que podían afirmar como ambos, tanto la vampiresa como el moreno, cambiaban de tema y de emociones tan rápido como la velocidad de la luz. Y esta vez no fue diferente. Cuando Luca toco el tema de la manada de la fémina, sus emociones, las verdaderas y las que solo dejaban contemplar a los suyos, salieron a la luz, demostrándole al mundo cuanto es que Kamra amaba a aquellos lobos, los cuales había criado y cuidado como a sus propios vástagos – Han estado cerca nuestra, no los has abandonado, lo saben, estoy seguro.

Y era cierto, la Weasley, como alfa de los alfas, podía acceder a las almas de todos los canis lupus que estaban en su territorio, aunque estos fuesen genéticamente mutados por sangre de inmortal – Vamos – El guerrero se quito la camiseta con tranquilidad – Brașov esta seguro y en buenas manos. Dimitri esta por el perímetro y tu necesitas esto hermana – y con las mismas, cambio, De una piel a otra. Tan fácil y rápido como si fuese lo mas común. Para el lo era. Ambos, hombre y bestia, eran uno. En su forma lobuna, es, tal vez, uno de los mas grandes de su especie. Cosa que estaba mas que orgulloso.

Media dos metros y medio, con una altura de ciento veinte centímetros. Su pelaje es brillante y espeso, muy voluminoso. El color de este varia entre el gris azabache, el cual se puede ver claramente en el pecho y las orejas y el negro rojizo, predominante en el resto de su cuerpo. Sus ojos, al transformarse, toman el verde esmeralda propio de su yo humano. Sus características mas visibles, ademas de su gran envergadura, es la potente espalda y patas ágiles que posee, capaces de hacer que llegue a una velocidad punta de 90 kilómetros por hora.

El mismo guiaria la expedicion a los Montes Carpatos.

[Kamra Ashryver D.]

La amenaza de Luca no le hizo más que reír por dentro. Mei era muy capaz de decirle que le golpeara más duro en vez de cortarle la mano, y eso era algo que ambos sabían. Con la punta de los dedos dibujó la extención de la cadena montañosa que eran los Montes Carpatos, su corazón empezando a latir con anticipación como hacía cada vez que visitaba las tierras indómitas. 

- Habría pagado porque fueras Dimitri ahora. Digo - Kamra sonrió con picardía y malicia hacía el moreno - prefiero que el se quite la camisa a que tú lo hagas. Sin ánimos de ofender - los chistes sobre Dimitri que tanto Cissy como ella adoraban hacer, parecían tener un efecto diferente en Luca que el habitual rodar de ojos de Lisa. Y aunque Dimitri y ella eran como hermanos, el guerrero podía despertar miradas de admiración hasta de la más fría criatura, o sea ella. 

Ver la transformación de Luca a lobo, así como la de Lisa a su animal espiritual, era una maravilla en si misma. La peliblanca todavía no se había animado a hacer lo mismo, y las dudas sobre cómo sería su loba siempre afloraban cuando alguno de sus dos hermanos de corazón tomaban la forma del rey del bosque. 

Ella no corría transformada en un animal hecho para recorrer largas distancias a grandes velocidades, pero era igual de capaz en cuanto a velocidad y su ligereza prácticamente le hacía volar sobre el suelo, apenas sin tocarlo del todo. Con un movimiento de su varita sus botas altas se convirtieron en botas de cuero bajas y livianas para correr. 

- Después de ti, lobito. 

@ Lisa Weasley Delacour