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Cierre de SLE II: Camino a la Copa del Mundo


Martin N Roses
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Belmont Dubois - Paris Promise

 

No eran sólo los deportistas los invitados a este evento, se notaba como el quidditch era un deporte que llamaba la atención de la gran mayoría de magos, a más de los involucrados directamente se podía ver una que otra autoridad política en el lugar, lo cual podría representar inversiones y un oferta mejor para el futuro. Si aquello se daba como el belga se lo esperaba, llegaría a ser posible vivir solo de la práctica del deporte, cosa que le venía costando mucho a Belmont, pues no provenía de una familia pudiente con grandes negocios ni propiedades, como escuchaba era el origen de más de uno de sus colegas. Sus padres ni siquiera estaban de acuerdo con la decisión que había tomado, les parecía una manera de desperdiciar la juventud, en lugar de estar preocupándose por aprender algo productivo.

Cuando el discurso de presentación dio inicio, el silencio comenzó a invadir el lugar. Atentos todos a las noticias que se venían sugiriendo de hace unos meses atrás. Mientras uno de los encargados hablaba, al rededor de Belmont no paraban de comentar lo que aquel decía, "selecciones nacionales" fue la frase que terminó por captar su atención. Esto le interesaba, no quería perderse los comentarios de sus compañeros, pero tampoco la información que se dieran de manera oficial, ya algunos de esos rumores habían llegado a sus oídos y probablemente también habían salido de su lengua, a veces no se dominaba mucho y comentaba todo sin el menor cuidado.

Si lo del mundial se volvía real, había una preocupación que se podría sumar a la vida del joven. En Bélgica el deporte estaba actualmente paralizado, no había ningún equipo que estuviera compitiendo a nivel profesional, fuera de él mismo no se escuchaba de algún otro compatriota que estuviera destacando. Y lo que era peor, poco o nada hablaban de ello las autoridades así que la esperanza de que se lograra concretar una selección belga era prácticamente nula. Su esperanza estaba centrada en Francia, podrían tener en cuenta el hecho de que por su estudios en Beauxbatons llevaba casi media vida en el país y el último año venía representando a uno de los equipos más importantes que tenían. Pero ya habría otro momento para encontrar una solución, siempre la había y sino para que perder el tiempo preocupándose. 

Draco&Draco
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¿Debería asistir? El día en que se unió al equipo de Quidditch se le antojaba en ese punto bastante lejano ya. Había participado en dos ligas mundiales ya y lo cierto es que disfrutaba todo lo relacionado con aquel deporte tan caótico. Se levantó del sillón en el que se encontraba y se dirigió hacía el closet de su habitación para elegir lo que vestiría durante aquel evento.

— Sí, creo que es lo mejor.

Tomó un clásico traje negro y se vistió. ¿Sería acaso que Ludwig estaría dispuesto a acompañarlo? Alargo su mano para tomar si varita y sin más conjuro su patronus para enviar un mensaje a su prometido. Lo invitaba a acompañarlo al evento.

— Espero que este disponible.

Una vez vestido salió de la habitación y desapareció para aparecer solo un par de metros del lugar donde se desarrollaria el evento.

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La mente del mago aún se encontraba en otro lugar, fantaseando con aquella idea de vestirse con la túnica azul de su país y poder representarlo en una Copa del Mundo. ¿Qué mejor que aquello? Posiblemente nada. Pero de repente sintió un golpe en la cabeza proveniente de atrás, pero atrás estaba Joanne Fontaine enfrascada en una conversación con otro miembro de su equipo. Cuando giró el rostro a su derecha, donde se encontraba Noeline, supo de inmediato que había sido ella. Para colmo, acababa de confirmárselo con sus palabras.

—¿Dónde has visto una bludger blanca? —Dijo entonces el cazador, mitad divertido y mitad herido.

De forma inconsciente llevó su mano a la nuca, la zona afectada.

—Suerte que no has traído tu bate... ¿Ya preparaste tu discurso?

Tarde o temprano Auxerre sabía que iban a ser convocados por los premios individuales. En realidad hasta no ser anunciados por la organización nadie sabía a ciencia a cierta quiénes eran los siete jugadores destacados. Sin embargo, las estadísticas que solía recogerse en la prensa era abrumadora: él había sido el cazador con más goles en todo el campeonato y Noeline, detrás de Jeremy Triviani de los Tornados, había sido la golpeadora más implacable.

La mirada verde mezclada con azul del muchacho se detuvo en los cabellos rojos y encendidos de su compañera de equipo.

—¿Siempre te han gustado las Urracas? —Lo dijo lo suficientemente fuerte para que Noeline lo escuchara y lo suficientemente bajo para que Mica, y ningún otro, no se percatara de aquello—. ¿Y golpear gente?

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Si había algo que a Darla no le agradaba era llegar tarde pero ¿para qué mentir? Había tenido un par de situaciones en su vida mágica fuera del deporte que la habían obligado a no poder estar a primera hora en la Fiesta de Cierre de la Temporada de Quidditch. Ya fuera su vida personal o la laboral, ambas parecían complotarse para robarle horas a sus días, cómo si estos tuvieran suficientes.

La Potter Black se apresuró a terminar de peinar sus cabellos que los llevaría apenas ondulados, un par de aros, unas sandalias plateadas, un hechizo al vestido azul elegido para en su bolsillo oculto y ampliado con magia llevar su varita y un par de objetos mágicos. Pasó el cadeux por su pecho un par de besos y lo integró a la piedrería que había sobre los hombros del vestido de escote en V y generoso tajo para caminar. Generalmente no se fijaba en ese detalle pero esta vez eligió un perfume de notas amaderadas que llevaba más bien la frescura del verano latino que la de invierno parisino o londinense. De hecho, toda su vestimenta desafiaba al clima.

Aunque llegó última al lugar del evento la vampiresa se las arregló para colarse entre sus compañeros, o más bien en un lateral cerca de ellos. Sus ojos se posaron en su cuñada, la Ministra Francesa y en el hombre que junto al Black y ella estaba allí. Últimamente todos le resultaban sospechosos, lo cual resultaba agotador, ya que parecía que nunca dejaba de trabajar.  De hecho al entrar había observado a un mago que conocía del Ministerio británico y cuya mirada parecía totalmente famélica al observar la copa, cosa bastante curiosa.

Darla sentía que necesitaba intentar relajarse, y la única manera que se le ocurrió en ese momento fue molestar a uno de sus compañeros del campeonato, por lo que se acercó a Ludwig Malfoy  y le susurró al oído:

—Hola Ludwig… no pensé vendrías solo… ¿aún quieres hablar de por qué hace tanto no nos vemos ya sabes dónde? Si esto se vuelve monótono podemos escaparnos a un lugar más tranquilo para tener esa charla —le guiñó un ojo y se acomodó en la silla a su izquierda, aún no sabía cómo le explicaría sus decisiones, aunque lo más seguro que solo fuera a medias.

@ Ludwig Malfoy Haughton

Editado por Darla Potter Black
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Esta mañana cuando se había planteado ir a la gala, tenía una sola motivación en mente, enteresarse de cual era la tran noticia que hace meses venía rondando por los vestidores y la cancha de quidditch. Y hasta ahora, nada. El Black no se había pronunciado aún al respecto, acaso estarían esperando al Ministro o a alguna otra autoridad. 

A su lado sonaba nuevamente esa voz. El plan le había salido al contrario de lo esperado. El manotazo que le había dado a su compañero, solo buscaba callarlo, pero parece que el joven no había captado el mensaje. 

–Eso es fácil de arreglar...– le dijo con respecto al color de las bludgers. Y en su mente completó "....te podría dejar morado a punta de golpes y no habría diferencia." No lo diría en voz alta, pues sabía que habían personas que tomaban a mal ese tipo de comentarios y el equipo estaba bien sin conflictos de este tipo. 

Aún se sobaba en el lugar del impacto cuando soltó algo de un discurso. La sonrisa que tenía en el rostro desapareció de inmediato, el comentario la había dejado descolocada. Una cosa era estar entre la multitud y otra muy distinta dirigirse a ellos. Tenía que estar equivocado, el sólo pensar en esa idea la ponía nerviosa, ya sentía como la sangre del rostro se le había y cualquiera podría percatarse que estaba más pálida de lo habitual. 

No era del todo descabellado la idea, sabía que él único jugador de su posición que la había superado en estadísticas era el Triviani, a quien admiraba y veía como un rival personal a partes iguales. Había seguido cada una de sus jugadas intentando aprender de ellas y superarlo pronto. 

Con otra pregunta la sacó de sus pensamientos. No sabía a qué venía el comentario sobre el equipo, y como no tenía ninguna idea sobre qué contestar decidió hacer como que no lo había alcanzado a escuchar. Si le interesaba la respuesta, ya volvería a insistir. 

–Golpear gente es fácil, cuando quieras te lo demuestro. Además sería de utilidad tener una "blanco" con quien entrenar.—No alcanzó a ver la expresión de su compañero cuando una voz familiar la llamaba, una de las contadas personas que bajaban sus defensas y con quien se sentía segura y confiada. Y justo aparecía cuando estaba picando al francés. Levantó la mano en seña de saludo, para que se les uniera.

 

@ Martin N Roses  @ Tazz Malfoy

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La italiana caminaba con elegancia hacia el lugar en el que se daría la gala de cierre de la temporada de Quidditch, sus altos tacones azules sonaban con un taconeo delicado que mostraba que la cazadora era ágil tanto en la escoba voladora con sus zapatillas como en una fiesta con su outfit y sus tacos. Y que outif, pues sin ningún complejo lucía un minivestido de manga larga que llama la atención por estar repleto 'paillettes' a todo color y dejar parte del abdomen a la vista.

No necesitaba ningún otro detalle, salvo quizás aquel toque 'punk' gracias a un maquillaje de ojos intenso y a su melena peinada en modo tupé y con efecto 'wet'. Gia se sentía más que cómoda, aunque hacía días venía manejando una decisión algo conflictiva: había decidido mudarse a un departamento en Londres. Las charlas con la dueña de Ladurée habían terminado por convencerla de que estar en aquella ciudad sería algo fantástico.

Es verdad que el lugar elegido para la fiesta en Francia era algo espectacular, pero la idea de permanecer en el continente, tan cerca de su ciudad natal y tan lejos de la elite del Quidditch inglés la hacía pensar que no era una mala decisión la que estaba tomando. Claro que no sabía cómo sería tomado eso por los que la habían contratado para jugar para los Firenze Falcons.

Su ojimiel mirada pasó por todo el salón en el que muchos de los jugadores rivales ya se encontraban acomodados en sus asientos y dudo, no estaba segura si deseaba estar junto a sus compañeros de equipo, con los cuales había tenido como único contacto el de compartir con los vestuarios con las mujeres y el campo de entrenamiento con todos ellos.  Tras notar que de los del equipo italiano no había ni las sombras ingresó con un aire más relajado y eligió un grupo de sillas tras alguno de los jugadores rivales con los que había compartido campo un par de meses antes.

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Tazz Malfoy 

Publico Invitado (?) 

Esta vez el Malfoy no se pasó por la barra como era costumbre en él cada que le tocaba asistir a este tipo de eventos. De hecho, solo estaba allí por petición de su hermana menor, la pelirroja había pedido su ayuda para poder aguantar la atención que seguro le prestaban como jugadora profesional. Era con lo que tenia que cargar la Malfoy después de todo era buena jugando al deporte mágico, tanto a así que su nombre ya era conocido por gran parte del mundillo deportivo. El pelinegro no podía sentirse más orgulloso de su hermana, orgulloso y un poco culpable por no haber estado allí en sus comienzos como profesional del quidditch.

La larga cabellera roja de su hermana menor brillaba al sol parisino aquella mañana. Era inconfundible para el Malfoy aun habiendo más personas allí en los jardines de Les Invalides. Se acercó después de que esta le hiciera señas con la mano para que se acercara. No estaba sola, junto a ella estaba un caballero de cabellos blancos, parecía bromear con Noeline. Finalmente llegó y saludo primero a su hermana con un beso en la frente y una sonrisa y después tendió la mano para saludar y presentarse ante el interlocutor de su la pelirroja. —Muy buenas … mi nombre es Tazz y soy el hermano mayor de Noeline — miró fijamente a los ojos del mago y continuó. — ¿…y tu eres? ¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana? — escudriñó atento a la respuesta del acompañante de su hermana. 

—Es una broma … bienvenido a la familia… 

Tazz no tenia intención de importunar al caballero, pero siempre le tentaba el ver la reacción de su hermana antes situaciones que la sacan de su zona de confort. Obviamente era toda una broma del pelinegro y Noeline se encargará de hacérselo pagar más adelante. Al fin y al cabo, eran hermanos, a Tazz le divertía meterse con ella y a Noe vengarse de él. —¿Y bien … contarme un poco que se suele hacer en este tipo de eventos, como se divierten los invitados mientras los organizadores dan la lata con sus discursos? — Tazz desvió la mirada hacia una de las azafatas del evento que llevaba una bandeja de copas de champan, le indicó con la mano que se acercara y tomó una de las copas. —Es la primera hermanita, lo prometo. —sonrió mientras se llevaba la copa a la boca. 

 

@ noe_snape  @ Martin N Roses

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Auxerre frunció el ceño con la frase a medio acabar de su compañera, a la espera de que la continuara. Pero no lo hizo.

Lo divirtió un poco saber que la idea de dar un discurso había cambiado por completo la expresión de Noeline. Al parecer no era algo para lo que estaba preparada. A decir verdad él tampoco había preparado uno y no era el mejor para oratorias en público, a pesar de llevar la voz cantante en algunos momentos dentro del equipo como segundo capitán.

—Aunque no lo creas, suelo verte en los entrenamientos y en los partidos... Así que entiendo que para ti sea fácil —dijo con una sonrisa en sus labios. Prefería mantenerse a raya de Noeline y sus dotes de golpeadora, que eran sumamente comprobados.

De repente, cuando Auxerre estaba a punto de repreguntarle a la pelirroja sobre cuáles eran sus sentimientos con las Urracas, una persona se aproximó a ellos. Se trataba del hermano mayor de Noeline. Una completa sorpresa para el joven francés de cabellos blancos. La sorpresa se agrandó con las palabras a continuación y terminó con una enorme sonrisa al comprender que era una broma.

—Hola, Tazz. Soy Auxerre, cazador de las Urracas y compañero de Noeline. —Le señaló uno de los asientos próximos que no tenía a nadie sentado—. Sólo intentaba no ser golpeado por ella... Lo juro. —Volvió a llevar su mano a la nuca, donde ella le había dado el manotazo—. Lo del discurso era broma... —acotó por lo bajo en dirección a la muchacha.

En ese mismo momento en que Tazz volvía a preguntarle cosas a Noeline, Black en el estrado se ponía en pie junto a las demás autoridades y varios de los presentes se percataron. ¿Acaso había llegado el momento de la premiación o era tan sólo un hábil amague para captar la atención de los presentes? Auxerre miró a su alrededor y contempló, no sin sorpresa, que aún faltaban miembros de otros equipos en la gala. ¿Acaso habían decidido no asistir? Le extrañó que algunos de los Tornados, entre ellos Aedis, no hubiesen llegado hasta el momento.

Esperaba, en esta ocasión, que el nipón Kenzo Ito no se perdiera ni fuera raptado, como la primera vez...

—¿Te gusta el quidditch, Tazz? Tienes una hermana muy famosa. —Le guiñó el ojo al hermano mayor de Noeline.

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Luego de un tiempo de esperar en la Dumbledore o quizás en compañía con @ Malum Luxure se dirigió rumbo a ese evento de culmen o inicio de temporada, esos espectáculos donde se ven varios jugadores y quizás ese ambiente le pudiera agradar un poco, sin embargo, sentía algo de molestia por cierto sujeto al cual se estaba cansando, pero aún así esperaba lograr algo y no estar toda su vida arando al mar.

 

Y al llegar, se bajó se carruaje solitario, ya que Luxure se encontraba en otra parte y dio sus pasos caminando a ese lugar, vistiendo un traje oscuro y con caras de pocos amigos, esto era debido algo que había ocurrido antes, pero no se desánimo y sólo se limitó a pasar el tiempo. Allí observó a los presentes y se limitó a dirigirse a tomar algo, quizás luego se anime a conversar con alguien, aunque, por el momento eso no le interesa. 

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Tal vez no sería de confiar en las palabras sobre el discurso, pues Auxerre lucía divertido, podría haber sido su manera de desquitarse por el golpe que había recibido. Iba calando las actitudes para tenerlas en cuenta en una próxima ocasión. Pero se podría estar engañando a ella misma y era su necesidad de creer de que fuera sólo eso, una broma.

En medio de la plática el Malfoy se unió a ellos saludándola con un gesto cariñoso. Era habitual el afecto entre ellos, pero se sentía un poco raro delante de tantos desconocidos y más aún cuando la imagen de una golpeadora no es lo más tierna que uno se pueda imaginar. Al saludar al francés en cambio, comenzó con sus bromas, a cada comentario se reducía la posibilidad de contenerse de clavarle el zapato en la pierna con toda la fuerza de la que podía ser capaz. Si lograba controlarse ya se lo haría notar en la mansión.

–Será que ese señor en algún momento dirá el anunció que ha prometido– Soltó cuando vio como su compañero fijaba la mirada en el escenario, donde algunas autoridades dialogaban, incluido el Black que gastaba su tiempo en promover el deporte –es lo único que me obligó a venir, sino me hubiera ausentado como en otras ocasiones– sin darse cuenta había sido más honesta de lo necesario. Esos eventos no eran de su agrado, pero el deseo de obtener información de primera era su única motivación.

Luego de cruzar algunas frases ya estaba el pelinegro con una copa en las manos, tenía una habilidad natural para conseguir alcohol en donde sea que se encontrara, sin importar la hora, ni la situación. Esperaba que el pseudo periodista no estuviera por el lugar, ya había dañado la reputación de una de las jugadoras de los equipos que disputaban en la liga, sólo por tomarse unos tragos, así que podía imaginarse ver publicado algo relacionado con la afición de su hermano si se llegaba a enterar que estaban emparentados. Levantó la mirada a su alrededor en busca de aquel sujeto desagradable, pero parecía que no se encontraba en el lugar.

 

@ Zenin  @ Martin N Roses

Editado por noe_snape
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