• Expediente 66 •

[Ellie Moody]

Lugar Seguro en Alaska.

Por enésima vez en el último cuarto de hora, Madeleine echa un vistazo a través de las persianas, pero no hay nadie en el porche de la casa. Impaciente, decide dar otra vuelta por el lugar. Slithering fue quien indicó que esa sería la base de operaciones, asegurando que se trataba de un lugar seguro. Una casa ubicada en un vecindario de Juneau, protegida por el Encantamiento Fidelio. El guardián del secreto es el Presidente del MACUSA, y sólo lo compartió con los integrantes de su cuerpo de inteligencia secreto. Eso fue lo que él dijo que son, pero honestamente, Madeleine está convencida de que se trata de un título inventado para referirse a ese pequeño grupo de personas en quien tiene cierto nivel de confianza; después de todo, ella nunca se mostró interesada en trabajar ni con ni para el MACUSA, pero ahora está portando una placa y hasta un uniforme. «Y mi nombre en la nómina...». No se molestó en ir en contra pues, después de todo, este es como cualquier otro trabajo de cazarrecompensas. Quizás, un poco mejor, pues tiene cierto respaldo y seguridad. Y tiene que reconocer que, en ocasiones, el trabajo en equipo tiene sus ventajas.

Desde lo que ocurrió durante las fiestas de diciembre, han estado investigando lo relacionado a la organización que tantos problemas causó, aunque en general se han enfrentado a un callejón sin salida. Slithering fue sorprendentemente abierto acerca de los objetivos del MACUSA, de sus sospechas acerca de GRINCH y hasta de su teoría de que evidentemente había algo mucho más grande detrás de aquella organización. Aunque a decir verdad, a Madeleine poco le interesan los detalles "técnicos". No le importan especialmente esos descubrimientos de núcleos mágicos, ni lo que puede hacerse con ellos; lo que le preocupa, es el peligro que podría correr tal conocimiento en las manos incorrectas.

Casi sin darse cuenta, llega a la cocina; en el mesón están los platos con los restos del desayuno que tomaron a tempranas horas de la mañana, y moviéndose entre las migajas de pan hay un montón de hormigas. Madeleine pone los ojos en blanco, pero agita la varita mágica para mover los platos al lavavajillas y limpiar la mesa rápidamente. Cuando regresa al recibidor y vuelve a asomarse por la puerta, sigue sin ver a nadie. No entiende por qué se siente tan ansiosa, si se supone que no se está tomando tan a pecho esta misión... Claro que GRINCH secuestró a varios integrantes de la familia Moody, pero definitivamente les han ocurrido cosas peores y eso en mano de personas de su propia casa. Y en cuanto al fulano "cuerpo de inteligencia", se supone que son un equipo sólido. No hay motivos para preocuparse demasiado.

Slithering debería ser el primero en llegar. Después de todo, él fue quien convocó la reunión. Pero qué otras personas asistan, es un misterio para ella. Podrían aparecer Kaori y Emily Karkarov, tal vez Hobbamock con los gemelos y hasta puede que Ellie la sorprenda apareciendo allí. Como sea, todos están atrasados. Ya han pasado tres minutos desde la hora acordada, y hasta los momentos ella es la única en la casa.

[Goderic Slithering]

Goderic odiaba el retraso y la impuntualidad, pero odiaba aún más cuando era él el que llegaba tarde a una reunión. Sin embargo, ¿qué podía hacer él? Era el presidente del MACUSA y sin importar cuán cuidadoso tratara de ser con su agenda y el cumplimiento de horarios, siempre surgía un imprevisto: una reunión de emergencia o que algún asunto importante que requería su presencia duraba más de lo contemplado. Solo le quedaba como consuelo que el resto de los invitados a la reunión eran más impuntuales que él y, por lo tanto, dudaba que lo estuviesen esperando y, aunque así fuera, ¿tendrían el descaro de reclamarle algo?

Alaska era un lugar bastante remoto y con un clima bastante particular, por lo que había sido destino para uno de los tantos lugares seguros que había establecido desde su mandato en el gobierno estadounidense. No podía confiar para siempre en los lugares seguros de la Orden del Fénix, por lo que decidió simplemente utilizar los recursos a mano y crear una red de respaldo bastante potente que incluía, entre otras cosas, lugares seguros falsos que servirían de señuelo para cualquiera persona no grata.

Utiliza sus privilegios y aparece inmediatamente al interior de la casa, específicamente en la cocina. Escucha un ruido en el recibidor y supone que ya había alguien, por lo que hace sonar sus pasos para no asustar a la persona que había llegado. No cruza por su mente, ni por un segundo, la idea de que fuera un intruso, pues esa posibilidad era nula. Después de los últimos eventos, Goderic había potenciado enormemente la seguridad en lugares específicos estableciendo casi 10 niveles de seguridad y esta casa se encontraba en el más seguro: nivel SSS.

¿Cuáles eran esos “últimos eventos”? El actuar extraño de la organización GRINCH. De una organización criminal de baja calaña, había aumentado su estatus y poderío de forma explosiva. Era imposible que cambiara tanto de la noche a la mañana por si mismo, por lo que no dudaba que había alguien o algo detrás moviendo los hilos desde las sombras. Normalmente, no le causaría realmente demasiada preocupación un hecho como tal, pero aparentaba estar relacionado con la creación e investigación de las mazmorras y, por ende, pasó a ser un hito de alto perfil.

Goderic dudaba que el GRINCH o la organización detrás de éste, hubiera robado información privilegiada del MACUSA. A lo más habrían conseguido información superficial y, más o menos, irrelevante. Sin embargo, el presidente no se mantendría confiado por lo que había reducido las personas con acceso a la información de las investigaciones de las mazmorras. Por esa misma razón, la reunión que tendrían ahora sería tan reducida en personas: solo personas de estricta confianza del mago y, que además, contaran con la habilidad de la oclumancia.

— Hola Madeleine ¿nadie más ha llegado? ¡Qué sorpresa!

[Rory Despard]

— ¿Está hecho? - Rory asintió en silencio a la consulta de Whisper, con los ojos puestos aun en el último de los pergaminos redactados a mano- no tenemos aun nuevas comunicaciones de parte de Slithering, pero igualmente haré que el mensaje sea distribuido como corresponde.- acomodándose su elegante gabardina, Benjamin recogió las copias de los comunicados que serían entregados a cada residencia de Ottery, y antes de cerrar la puerta echó una última mirada hacia Despard- En cuanto acabemos con eso, no olvides que tenemos que asistir a la invitación hecha por la familia Travers.

No habían pasado tantos días desde que aquel evento de exposición de reliquias familiares de todo el mundo, promovido por el  MACUSA durante navidad, había terminado enlutado por las acciones delictivas de una organización de la que en realidad, todavía se conocía poco. Inmerso en la subasta, el predicador no había conocido de los secuestros a familiares de numerosas familias mágicas, sino hasta el término de la misma, cuando Benjamin se había aparecido para comunicarle del suceso.

Whisper sospechaba que el asunto no había trascendido en Estados Unidos debido al control que Slithering, presidente del MACUSA, tenía sobre su gobierno y lo bien que conocía a su gente. En Inglaterra sin embargo, varios medios habían hecho eco del asunto, aun cuando no había sucedido en el país, el hecho había afectado a vatias conocidas familias, de manera que era necesario tomar algún tipo de acción. El mensaje que Rory acababa de redactar, el segundo, tras el primer llamado a la calma público que había hecho aun en Estados Unidos,  iba precisamente en ese sentido.

 

A LA COMUNIDAD MÁGICA

Orando para que en este nuevo año el señor todopoderoso derrame sus bendiciones en sus hogares, y que la paz deje de ser una utopía para convertirse en realidad en nuestra querida patria, les escribo con motivo de comunicar de forma oficial, del estado actual de la investigación en torno a los ataques que en diciembre pasado, sufrieron muchas queridas familias de nuestra comunidad.

Tal como informé durante mi primer comunicado, seguimos trabajando en conjunto con el cuerpo de inteligencia del MACUSA, para identificar a cada uno de los integrantes de GRINCH y las motivaciones atrás del robo de reliquias. Hasta el momento, gracias a este valioso esfuerzo conjunto, se ha logrado rescatar documentos y algunos nombres que mantenemos en reserva, pero que constituyen un paso más en nuestro objetivo de dar con los verdaderos culpables de los secuestros que enlutaron una fecha de comunión y alegría como es la navidad. 

En aras de que esta investigación no se dilate, me dirijo hoy a toda la comunidad, pues necesitamos de su colaboración y ayuda. Sabemos que la invitación de MACUSA llegó a muchas más familias que las que llegaron a asistir, y del mismo modo conocemos de los heroicos actos de defensa propia de varias familias que enfrentaron a los mercenarios contratados por GRINCH. Estamos firmemente convencidos, de que en estos actos puede haber valiosa información que colabore con las investigaciones en curso y contribuya a fortalecer nuestros sistemas de seguridad, pues en tanto la organización permanezca activa, resulta vital mantener las precauciones del caso respecto a los objetos con que estos sujetos buscan hacerse.

A las familias Burke, Dumbledore, Granger, Luxure, Malfoy, Moody y  Ollivander, una vez más mi reconocimiento por la valentía mostrada. Y recuerden:

Practicar la justicia y el derecho
lo prefiere el Señor a los sacrificios.
(Proverbios 21:3)

[Valky]

El cuello le dolía, había pasado las tres ultimas horas intentando ponerse al día con todos los pendientes del simposio, sin embargo, la pila de carpetas acumuladas al lado izquierdo del escritorio parecía no aminorar. Sobre la mesa un expediente de uno de los integrantes de la organización, leyó el nombre soltando un bufido, estaba realmente cansada de leerlo envuelto siempre en algún escandalo o cometiendo alguna imprudencia que ponía en juego a la organización, tendría que ocuparse de él cuanto antes.

Mojo la pluma en la tinta y comenzó a relatar un comunicado, a partir de ese momento Sean -Ojo Loco- Linmer dejaba de ser parte de la organización, aquello obviamente implicaba que no tendría acceso a información privilegiada, tampoco a los recursos y ubicaciones seguras. Luego de revisar una vez más el comunicado se pinchó el dedo con un alfiler para que una pequeña gota de su sangre cayera en el pergamino, su firma mágica le daba validez y además hacía que la moneda de Sean, moneda que todo miembro del simposio tenia para comunicarse, dejara de funcionar. 

—Creo que es todo por hoy... tiene que irse o llegara tarde a donde sea que tenga que ir— la voz familiar de Adam le llega un poco amortiguada a través de la puerta cerrada. Luego de unos segundos el familiar rostro del mago finalmente aparece, en sus manos,  más carpetas.

—De echo ya estoy tarde—Dice entregándole el comunicado una vez que las manos de Adam quedan libres —Pero esto no podía esperar, verifica que lo reciban las personas indicadas, no se cuanto tiempo me tome volver, pero sabes donde encontrarme si es algo urgente —habló casi sin ponerle atención a lo que el mago hacia, pues ya estaba poniéndose la túnica.

—¿Alcanzo a revisar el presupuesto para el asunto de los hombres lobo y los snidget, eso era lo principal?— pregunta Adam quien ya empezaba a poner en orden los documentos que ella previamente estuvo revisando. 

—Son esos dos de ahí, espero con eso puedan avanzar un poco — señala un par de carpetas que están alejadas del resto —Nos vemos luego —dice a modo de despedida tomando un comunicado que Rory había enviado a toda la comunidad y que aun no leía, gira sobre si misma y deja que la obscuridad la absorba. 

Cuando aparece en los terrenos de Goderic en Alaska, lo primero que nota es como los zapatos de tacón se hunden en la nieve, lo segundo es el intenso frio que hace. Salir con tan poco tiempo le impidió prepararse como era debido para esa reunión. Aun vestía un traje de oficina y una túnica para nada abrigada. Tan rápido como le fue posible se acercó a la entrada, da un par de golpes en la puerta y sin esperar que alguien responda entra. 

Escucha voces amortiguadas provenientes de la cocina, así que abandonando la comodidad de la sala de estar, se dirige hacia allá. 
 
—Siento la demora... llevó días atrapada en el Simposio— se queja poniendo sobre la mesa el comunicado del Ministro. —¿Qué tanto sabe Rory de la investigación que se planea hacer? ¿Quizá pueda ayudar no?— pregunta.

Observa a Madeleine y a Goderic y por un momento se siente tentada a contarles sus futuros planes, pero Hobb y Emily aun no han llegado y no quiere repetir dos veces lo mismo, además probablemente piensen que se volvió loca cuando les cuente. Se sienta en una de las sillas y de pronto se siente nerviosa, siente como si de verdad los fuera a traicionar. 

@ Goderic Slithering  @ Ellie Moody  @ Juliens  @ Emily Karkarov  @ Rory Despard

[Emily Karkarov]

Llegar a Juneau a través de bote había sido una decisión poco acertada. Si bien le gustaba apreciar el paisaje y aprender un poco las costumbres de los locales, útil especialmente si iban a pasar mucho tiempo en el nuevo lugar seguro, se arrepiente de no haber salido con más tiempo de anticipación. Como siempre, va tarde y ya imagina los reproches de los otros que, no sabe como, suelen estar a tiempo.

Por eso, cuando baja del bote da las gracias y busca el lugar menos concurrido posible para desaparecer hasta el punto más cercano a la casa de Goderic, evitando ser vista por los no magos que la rodean, aunque toma la precaución de que su apariencia sea diferente a la de siempre, eligiendo el cabello rubio cenizo y algunas facciones levemente distintas a las normales. 

Y esta vez no solo va tarde, sino que desconoce a profundidad tema del que van a tratar, de hecho, la información que reconoce es por el comunicado oficial del ministro inglés «a las familias Burke, Dumbledore, Granger, Luxure, Malfoy, Moody y  Ollivander» y todas las menciones al GRINCH. Sabe que los otros han estado investigado, haciéndose pasar por un grupo oficial del MACUSA, al que técnicamente pertenece aunque se rehúse todavía a hacerlo de forma oficial, con el miedo de tener que estar disponible cuando lo requieran. 

Cuando llega, no ve a nadie en el recibidor y automáticamente asume que se encuentran en la cocina. Cuando ve a Goderic, Madeleine y Kaori no sabe a quien están esperando a parte de a ella. Quizás Ellie y Hobbamock, aunque le sorprende que no estuvieran ya allí. De todos los presentes, solo Emily no había ido al evento de exposición donde el GRINCH había atacado en diciembre.

— ¿Qué sabemos hasta ahora? —pregunta, tomando asiento en uno de los asientos libres.
 

[Juliens]

 

Observa la carta con desdén. No es una carta que originalmente haya sido enviada a él, sin embargo se encuentra sobre el pie de su cama y un pequeño papel mal escrito contiene una pequeña nota garabateada con la grafía que no puede ser otra que la de su cuñado, Hobbamock. Las palabras exactas son muy aburridas, pues relatan cosas que no le interesan. Lo importante: Hobbamock y Benjamin odian Alaska. Bueno, no la odian, pero les desagrada. Hay ahí mucha energía que les molesta, que desequilibran su propia magia Paladín.

Y a él mismo, William, no le gusta hablar del tema. Lleva mucho tiempo imitando la energía que hay en el interior de su gemelo. Es una magia que puede sentir, que entiende como funciona y sin embargo no es capaz de tocar aquella fuente de la magia. Supone que es su propia existencia protegiéndolo, alejándolo de algo que quizá puede hacerle daño. No puede odiar aquella magia porque ama a su hermano, pero  genera en su interior sentimientos negativos.

Arruga la carta, la nota y las tira en la chimenea. Ambos tienen información que debe mantenerse oculta. Se coloca sobre los hombres una capa de viaje negra y -con la varita mágica- dibuja en el aire varias florituras. Pronto aparece un vértice que se hace más grande con el paso de los segundos. Cuando es lo suficientemente grande atraviesa el portal rumbo al lugar seguro en dónde debe encontrarse con los demás involucrados.

—No soy Benjamin, por si se lo preguntan. Hobbamock y mi hermano no se sienten cómodos en estas tierras, y creo entender los motivos.

Hay algo que lo reconforta, algo que brota del centro de la tierra, que está en el aire, que se escucha con el sonido del viento. Es un algo que no puede identificar, un algo poderoso y reconfortante. Al conoces tan bien a su hermano siente en esa magia un opuesto, algo diferente, algo que puede complementarse si se maneja de forma adecuada. Es un algo que lo llama, que lo busca.

[Ellie Moody]

 

 

 

 

Mientras espera que el café esté listo, el pensamiento que la invadió durante su viaje a la playa con Melrose, Ellie, Richard y Cath, vuelve a angustiarla brevemente. En aquella ocasión también la había invadido una angustia que no sabía de dónde venía y llegó a la conclusión de que todo había comenzado desde que abandonó su aprendizaje con Sajag; desde que falló en abrir todos sus chacras, tenía la sensación de que estaba en un constante estado de alerta, como si estuviese al borde de una gran revelación... pero nada venía hacia ella. Sólo paranoia. Sólo angustia que no tenía razón de ser. Madeleine frunce el ceño, cuando el olor del café recién colado llena sus fosas nasales. Sí, quizás no sea la mejor bebida en aquel momento, pero no sabía qué más podía hacer —y no quería asaltar la bodega de alcohol de Slithering—. Se está sirviendo una generosa cantidad de café en una taza de gatitos, cuando escucha la voz del presidente.

—No sé por qué me sorprendo a estas alturas de la impuntualidad de las personas —responde al comentario de Slithering, luego de darle un sorbo a su taza—. Es una misión oficial, y pareciera que nadie se lo toma en serio.

Le hace un gesto señalando la cafetera, como diciendo "si quieres, puedes servirte". Y se recuesta de la barra que separa la sala de la cocina, decidiendo que lo mejor que puede hacer por los momentos es tratar de concentrarse en dar un sorbo a la vez, mientras los demás llegan. Es cierto que está acostumbrada a que se tarden, pero tiene que admitir que nunca la han dejado mal. Tarde o temprano, sus compañeros aparecen. Así fue durante el enfrentamiento a la Inquisidora, durante tantas misiones de la Orden... Le pasa por la cabeza la idea de discutir con Slithering el comunicado emitido por Rory Despard, el cual le llegó gracias a Ellie, pero respeta el acuerdo no verbal de esperar a que los demás hayan llegado para hablar de temas serios. No se molesta tampoco en rellenar el silencio con cháchara vacía, pues no hace falta. Aunque no lo diga en voz alta, se siente bastante cómoda con ellos como parte de su equipo, pues no hay ningún tipo de presión o de expectativa en actuar de forma correcta. Ni siquiera aunque uno de ellos sea el presidente de uno de los países más poderosos.

Inconscientemente, sonríe levemente cuando reconoce la voz de Kaori. Le tiene mucho aprecio, pues juntas recorrieron todo el camino de la Magia de la Oscuridad hasta alcanzar el rango más alto de la Orden Oscura. Es una de las pocas personas en las cuales confía a morir.

—Si el Simposio necesita ayuda, puedes contar conmigo. Pareces bastante casada —le dice a Kaori, sirviendo una taza de café para ponerla frente a ella. Su taza tiene perritos dibujados (¿de dónde Slithering habrá sacado esa vajilla?). Quizás se ablandó un poco al reconocer que tenía un rostro agobiado, o quizás porque simplemente es una de las compañeras que más le agrada—. No creo que Despard sepa todavía mucho —se atreve a decir Madeleine, mirando de reojo a Slithering. Él será quién confirme si le habrá brindado información al Ministro de Magia, quizás en calidad de colegas, supone—, pero definitivamente deberíamos contar con él. Él es una persona de confiar —asegura Madeleine con firmeza.

Sabe que en algún momento lo subestimó, pero ella presenció su valentía durante el enfrentamiento a Laura Nielsen. Lo vio dar todo de si y hasta sacrificar su propio bienestar para ayudarlos a encontrar las debilidades de la Inquisidora. Él permitió que la energía de Madeleine lo corrompiera, y aunque no fue algo que ella solicitara, seguía sintiendo el remordimiento, pero también la admiración. Luego de aquello, no fue una sorpresa que fuese elegido como el nuevo Ministro de Magia.

La siguiente en llegar es Emily Karkarov, a quien Madeleine sentía que tenía tiempo sin ver, pero saludó amablemente. Aprecia que esté preparada para afrontar la misión, pero la pregunta es demasiado abrumadora y no se siente capaz de contestarla. ¿Qué es lo que de verdad saben y qué es lo que sospechan? Quizás es mejor que Slithering responda eso. 

Y la última persona en integrarse al grupo, por los momentos, es Will. Madeleine alza ligeramente las cejas, sorprendida; la verdad es que en ese tipo de situaciones, es un tanto extraño que aparezca sin Graves ni Benjamin. Y, a decir verdad, no sabía que él participaría en aquella misión en específico. Pero tiene que reconocer que es simplemente lo normal; después de todo, hay una especie de acuerdo acerca de evitar hablar demasiado de trabajo, o de misiones, o de la propia Orden del Fénix. Pretende pasar rápidamente la página al respecto, pero cuando se acerca a Will para saludarlo se da cuenta de que hay algo extraño en el aire, pero no está segura de qué sea. Probablemente sea sólo la angustia irracional, que es molesta, pero no real. 

—Ah, es cierto —murmura, luego de reflexionar un momento acerca de sus palabras. Están cerca de la Fortaleza. Slithering, Kaori, Emily y ella son integrantes de la Orden Oscura; allí, están muy cómodos. Y parece ser que a Will, por lo menos, no le perturba la cercanía a la fuente de la Magia de la Oscuridad. Madeleine se pregunta si debería ahondar más al respecto—. Es mejor evitar las perturbaciones de energía —añade por lo bajo. Aunque es indiferente con Benjamin, lo cierto es que a veces Graves puede ser bastante molesto, así que la verdad no le importa mucho su ausencia.

»Slithering. ¿Qué es lo que sabemos, entonces?

Editado 22 de Enero del 2022 por Ellie Moody

[Thoth]

El firmamento se oscurecía en esa apartada isla privada en tierras americanas, el bravor de las olas impactaba constante contra las rocas, las cuales servían como una muralla de contención. Sin embargo, era cuestión de minutos o días para que colapse por completo, y aún así era ese sitio donde Lycan se le ocurrió reunirse con @ Malum Luxure para tratar ciertos asuntos.

 

-Espero consolidar nuevos hechios y así frenar esta tormenta. - 

 

Agregó y comenzaba a poner algunas barreras mágicas de protección en ese hogar paradisíaco, algo que se encontraba bajo un sobre nombre, al menos el título de la propiedad. Esto era producto a los diferentes tratos internacionales que poseía y como la misma servía para ciertos negocios del cual el egipcio no le gustaba hablar, ya que si las condiciones de sus esclavos eran inhumanas o de acuerdo a las conviciones era cosa que no le interesa, solo se limitaba a realizar tareas a fines a sus propósito en tierra donde el MACUSA brillaba en su resplandor. 

[Hessenordwood Crouch]

A pesar de las cualidades negativas que alguien cómo él y su condición pudiera tener, Gurendriel es un muchacho optimista, o en gran medida lo es, pues a pesar de que ha corroborado que el trabajo de servir a los demás no es del todo su vocación así cómo tal vez lo era para el señor Crouch, también encuentra que es una tarea bastante noble, que daba carácter y resultaba enriquecedora en más de una forma. Es por eso que, a pesar de sus días malos, sigue estando ahí cada mañana hasta el final del día, fielmente junto a Kleo, la asistente de la señora Travers, con un espíritu entusiasta de que todo saldrá mejor día con día e incluso de que puede sacar algo bueno de todo esto, y no solo del modo del que pueda beneficiarse monetariamente, pues Harriet Travers se trataba evidentemente de una persona de clase y amplio conocimiento sofisticado, algo que quizá a él le faltaba y quedaba por aprender. 

—Hoy es el día que nos encontraremos con la persona que va a reemplazar al padre Black-, dice el muchacho tranquilamente a la recepcionista mientras esperaba la nota por el pago de la mensualidad del hospedaje de Travers y su asistencia. —Siento mucho que se alargara más tiempo la estadía, pero fue difícil encontrar a alguien que ocupara su lugar, tal parece que tras el fallecimiento del señor Black se corrió el rumor de que el puesto de párroco de la familia estaba maldecido, y no había señales de que un candidato apareciera pronto-, explicaba a la exótica recepcionista que no parecía tampoco molesta con el par de muchachas que ahora ocupaban por algo más de tiempo un piso en su negocio. —¿Está segura que no causamos muchos problemas si usamos el nuevo patio de eventos? será una cosa breve, pero no quisiera causarle más problemas, es solo que no sé a dónde más ir, estoy más perdido que Travers en este lugar-, se sonrió con timidez, la organización era una de las cosas en las que Hess insistió que el muchacho tendría que mejorar, y Harriet estaba pagando las consecuencias de ello mientras tanto. 

Por suerte para él, la recepcionista encontró adorable la preparación del muchacho por lo que no puso pero alguno para que utilizaran los alrededores del Palacio Rosa para las actividades que Travers quisiera llevar a cabo, siempre y cuando no molestaran a sus demás inquilinos.

[Rory Despard]

Harriet Travers

Los días habían transcurrido de manera extraña a ojos de Hattie. Por las mañanas, el viento frío que se adentraba por la ventana entreabierta era una invitación a observar el paisaje bajo la colina y el pueblo de Hogsmeade despertando también a la actividad cotidiana. 

En esos instantes, sobrecogido su espíritu por todo esas imágenes, podía realizar docenas de bocetos, alternando sus manos entre los pinceles y los bocaditos que Cleo traía para ella. Pero superado el furor y con el sol en lo alto al mediodía, era como si la ciudad perdiese su encanto. 

— Lo he intentado cada día desde que nos hospedarnos aquí querida, pero no lo he conseguido. Las tardes nunca tienen el colorido de las mañanas. 

Cleo rara vez entendía aquellas diferencias que su ama veía en el clima y las estaciones, pero sí notaba en el ánimo de Hattie cuando había sido un día mejor que otro. Fue de ese modo que supo que más allá de sus reflexiones, ese parecía un día particularmente difícil para ella, y por eso mismo, la noticia que Guren le había comunicado resultaba un gran aliciente.

— Dentro de exactamente seis horas, en una ceremonia discreta pero con todos los cuidados necesarios, asumirá el nuevo párroco su función señora. Sé que ha resultado un mayor tiempo del esperado, pero puedo asegurarle que el joven Guren ha estado esforzándose cada día por este resultado.

Hattie sonrió gustosa ante la noticia pero aquel breve gesto fue todo lo que su ama de llaves pudo sacar de ella. De algún modo, sin que mediasen más palabras, ella sabía que esa noche era la prueba de fuego del muchacho, y de qué tan buenas eran sus habilidades como para que Hessenordwood lo asignase.

— Siendo así, me gustaría que le comunicaras que iré media hora antes del inicio de la ceremonia para que me muestre el detalle de la decoración. Y no Cleo - aclaró viendo como aquella orden sobresaltaba a su ama- no es que no confíe en tu palabra o en el talento de él. Es solo que quiero ver cuánto realmente me ha escuchado en todo este tiempo.

En cada comida compartida, entremezclados a anécdotas aparentemente insulsas, Hattie le había contado de la predominancia del azul en su familia, del significado que tenían los claveles y del por qué en su escudo familiar resaltaba la imagen de una esfinge. Datos importantes que ella esperaba ver plasmados en la ceremonia que el joven había preparado.

Muchas horas después, ella volvió a pensar en eso, cuando conteniendo el aliento y tomando la mano enguantada que gentilmente Guren le ofrecía, pasó al salón de eventos del Pink Palace.