objetos malditos 呪われた ゴブリン <Norowareta goburin>

[toji]

Nombre del Negocio: 呪われた ゴブリン <Norowareta goburin>

Nombre de los propietarios: Toji Fushiguro  

Rubro al que se dedicará: Facilitador de artículos exclusivos potencialmente peligrosos y contenedores de maldiciones.  

Descripción: 

El local estaría ubicado en el interior del callejón Knockturn bajando las escaleras empinadas. Hace esquina con la callejuela en donde se encuentra Borgin and Burke y demás sitios de dudosa titularidad. El exterior es lúgubre, su fachada es de color negra, como la mayoría de los locales de la zona. Ventanas plegadas de objetos expuestos, que a simple vista parecen antiguallas muggles. En la puerta, del mismo color que las paredes, descansa una pequeña campanilla que suena al abrirse la puerta, es de color oro y luce desgastada por el pasar de los años y por el poco esmero por el dueño de darle mantenimiento. 

El interior tenue por la luz de los candelabros que decoran el techo alto. La escala de grises que embellecen el ambiente sirve de lienzo para las estanterías de roble oscuro y barnizadas en un tono más cerca del negro. En ellas descansan los innumerables objetos malditos expuestos para su venta. Desde un simple collar hasta la más terrorífica y dulce muñeca de trapo. En uno de los extremos hay un mostrador de cristal opaco en donde descansa el elfo ayudante del dueño llamado Dorei, quien se encarga de atender a los clientes y tomar sus pedidos para luego pasárselos al jefe. Junto al mostrador, en la esquina derecha del local se encuentra una puerta del mismo color que las anteriores, en ella descansa una pegatina que explica que el acceso esta prohibido para cualquiera, pero no es del todo cierto, es un acceso exclusivo para clientes especiales. 

El sótano tiene varias plantas subterráneas, cada una con accesos exclusivos para personas exclusivas. 

Afiliados: Si 

Beneficios:

• 5 % de las ganancias mensuales del negocio, siempre y cuando sea familiar o compañeros de bando. 
• PROMOCIÓN POR APERTURA: 20 % de las ganancias del mes, siempre y cuando sea familiar o compañero de bando. Oferta valida los 3 primeros meses a partir de la apertura del local. 

Criaturas:

Objetos:

Elfos: 

• Dorei (atiende el mostrador, no es muy hablador)

 

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ROL. 

 

—Mi señor… mi señor … no se preocupe que todo estará listo para el día de la inauguración —exclamó servicial el empleado de la tienda de objetos malditos. Faltaban pocos días para que el Local de Toji Fushiguro abra sus puertas al público, público selecto obviamente ya que el rubro del local era poco frecuente tanto que ofrecía servicios especiales y personalizados a gusto de la clientela. —Aún quedan un par de días para que los magos y brujas traviesos y traviesas de Londres vengan a nosotros para adquirir uno de nuestros productos exclusivos— añadió mientras el mago nipón salía por la puerta delantera. Era curioso que el servicial Dorei forme más de dos oraciones en tiempo record, el pobre hombre se caracterizaba por la poca virtud a l hora de mantener una conversación, sin embargo, por lo que a su jefe respecta él no paraba de hablar y era una de las razones por la que lo había traído desde Japón para que fuera su ayudante en la tienda. 

—Eso espero, Dorei— se escuchó apenas la respuesta de Toji mientras la puerta se cerraba a su espalda. El mago tenebroso salió a hacer recados mientras dejaba toda las tareas de organización y preparación del local para su apertura. 

[Ludwig Malfoy]

Mordred Deschain había logrado escapar por fortuna de los integrantes de la orden del fénix sin embargo había tenido que pagar un precio muy alto para continuar con vida pues en lugar de poseer el cuerpo joven y atractivo que alguna vez tuvo, se vio obligado a poseer a un niño de unos ocho años. Ahora estaba condenado nuevamente a tener las limitaciones de un niño pequeño y no solo eso, pues era consciente de que a esa edad no podía hacer magia o hacerse de muchos objetos mágicos. Necesitaba ayuda si quería recuperar el poder que alguna vez llegó a tener y para ello decidió acudir al único lugar que conocía como la palma de su mano… el callejón Knockturn.

Desde que pasó a aquel lugar todas las miradas de magos y brujas se posaron en el, no era común que un niño se metiera por esos lugares y en la mayoría de los casos se trataba de gente extraviada. Sin embargo Mordred sabía muy bien a donde se dirigía, era un local que apenas habían abierto pero que había recibido informes que tenía objetos tenebrosos de gran poder. Mordred si bien no tenía mucho que ofrecer deseaba poder interactuar con esa magia y posiblemente trabajar para no tener que pagar mucho.

Abrió la puerta del local y una campanita sonó dando indicación para que fueran a atenderlo. Mientras eso ocurría el pelinegro comenzó a observar todo con detalle, desde aparadores hasta estantes. Figuras que podían verse malditas pero nada peligrosas. Evidentemente el local tenía que aparentar ser seguro para que el Ministerio de Magia no sospechara. Fue así como vio a un joven oriental quien lo recibió.

-Saludos – dijo Mordred – vengo aquí por dos cosas, necesito un objeto tenebroso que me haga recuperar la edad que debería tener, 33 años o al menos un cuerpo de adulto – carraspeó – no tengo dinero pues todo lo he perdido pero a cambio quiero ofrecerme para trabajar en ésta tienda sin paga – esperó la respuesta de manera respetuosa.

 

@ Tazz

[Ada Camille Dumbledore]

Caminaba distraída por el callejón, estaba aburrida y bastante molesta al no poder estar en casa lejos de la nieve y el frío, al parecer al ser un Lince Ibérico me había acostumbrado a ser como una gato y solo quería un lugar tibio, vino y calma, muy lejano a lo que en realidad podría ser mi vida en realidad. Me gustaba el Londres, pero la temperatura era una locura y estábamos justo en la mitad del invierno, estaba tentada a sacar mi espada de la primavera e invocar un clima más cálido, pero eso solo me haría ganarme líos judiciales y con la gravedad de llegar a ir a azkaban aunque fuera por unas horas, ya que siendo la Ministra de Francia no se podría, pero igualmente no en agradaba la humedad y una celda era muy húmeda. 

El objetivo que me traía hoy justo al callejón era justo comprar un ingrediente especial para una poción, quería hacer una versión singular de la poción borra recuerdos pero en esta quería especificar que los recuerdos que fueran borrados fuera exactamente de una persona en especifico. Vi una tienda nueva, se decía que allí se conseguían cosas que en ninguna se podía por razones legales, ingrese y vi el lugar suspiré y fui justo a aparador, allí un caballero estaba de pie. 

-    Tenga buena tarde señor, busco un ingrediente para una poción y me dijeron que aquí podría encontrarlo. 

Sonreí amablemente al caballero @ Ludwig Malfoy Haughton

[toji]

Dorei - Elfo Doméstico

El sonido del tintineo de la campana anunciando la llegada de un nuevo cliente perturbó los quehaceres que el elfo domestico encargado de atender la tienda hacía. El semblante de la criatura dibujó una mueca de enfado. Pese que a era su trabajo y lo hacía con orgullo porque sentía enorme respeto por el dueño del Local, Toji Fushiguro. Se giró con enfado, resignado caminó hasta subirse en el taburete que utilizaba para ponerse a la altura del mostrador y poder atender a los clientes. —Buenas… bienvenido a <Norowareta goburin> — saludó al niño que había atravesado la puerta del local. El elfo no se había percatado que era un menor, simplemente lo saludó mientras se alzaba al mostrador distraído. En cuando puso rostro a quien había cruzado el umbral del local su disgusto aumentó y eso se reflejó en la siguiente locución que propinó la criatura. —¿Se puede saber que haces aquí, muchacho? — preguntó mirando con desagrado al pequeño. —¿Acaso te has perdido y has pensado que aquí te ayudaríamos a encontrar a tus molestos padres? — el elfo domestico se subió al mostrador para acercarse más al niño juntando sus caras y escupiendo cada palabra con desdén y burla mezclada. 

Sin embargo, el pequeño parecía impasible, escuchaba atento lo que le decía el sirviente y apenas se inmutaba, lo que desquició más a la criatura gruñona. El elfo doméstico se preparaba para continuar con su repertorio de cosas desagradables para soltar, pero fueron interrumpidos por el tintineo de la campanita de la puerta de entrada que volvía a sonar anunciando nuevamente a un cliente. En esa ocasión se trababa de una mujer, entró directa y se acercó al mostrador en donde el niño se mantenía de pie en frente del elfo que atendía la tienda. La criatura desvió su atención hacia la recién llegada y saludó cambiando su cara desagradable por una menos peculiar. —Bienvenida señorita, en que le puede ayudar este humilde elfo doméstico— El elfo volvió a erguirse detrás del mostrador para centrar su atención en la dama que tenia delante. —¿Busca algo en concreto? — interrogó el elfo bipolar. 

Mientras tanto en la trastienda del sótano 1. 

Toji se encontraba sumergido entre montones y montones de papeles que estaban desordenados encima de su escritorio. En la oficina provisional que se había montado para salir del paso, Fushiguro revisaba los documentos necesarios para pedir permisos en las aduanas muggles para transportar objetos de coleccionistas y antigüedades. Si bien no iba a solicitarlos, era imprescindible conocer las leyes muggles en cuestión de aduanas para saber como sortearlas y que no le pillen en posesión de objetos robados. A su vez la importación y exportación de objetos potencialmente peligrosos estaba también regulada por las autoridades mágicas, y muchos de ellos infiltrados trabajando en la aduana muggle, era el doble de inseguro poder mover los artículos selectos que sus clientes le solicitaban. Sin embargo, Toji Fusiguro encontraba la manera de sortear la vigilancia mágica y muggle para poder adquirir piezas únicas y cobrar mucho por ellas. 

—Espero que ese est****o elfo se esté comportando… no me fío del todo que sea él quien atienda el mostrador — se resignó y bufó en la penumbra de su despacho.  

 

@ Ludwig Malfoy Haughton  @ Ada Camille Dumbledore   

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

No lo conocía mucho, pero aquella era una oportunidad que no podía dejar pasar, sólo se había encontrado una vez con el asiático y le había dirigido la palabra porque estaba en compañía de Noeline, sino seguramente por lo despistado que era no le habría prestado mayor atención. Parecía ser bastante simpático y si el belga fuera un poco quisquilloso hubiera dicho que Fushiguro parecía sentirse más cómodo ocultando información.

Reciéntemente se sentía contento por no decir que estaba jubiloso en extremo. Desde Francia le había llegado una carta de la Asociación Nacional de Quidditch invitándolo a unirse a las filas de la selección que representaría al país en el Mundial. La residencia en Francia durante tantos años y su participación en Paris Promise había resultado ser suficiente para hacerse con un puesto en selecto grupo a pesar de que aquel no fuera su país de nacimiento.

Por lo mismo había apurado su visita a aquel lugar, pronto tendría que unirse a sus nuevos compañeros para viajar rumbo a América del Sur. Las indicaciones decían que el lugar estaba en el Callejón Knockturn y que este se llegaba por el Diagon, no había recibido mayor información, entendía que cualquier mago o bruja inglés sabría como llegar. Para el belga era la primera vez que se asomaba por ese lado de la ciudad, bastante renombrado ciertamente, pero el no había visto la necesidad de frecuentarlo.

Recorría el Callejón Diagon cuando alcanzó a ver una señal que le indicaba por donde debía avanzar. Le basto acercarse hacia la otra calle para darse cuenta de que magos y brujas de dudosa reputación eran sus cliente más habituales. Apostados en los laterales de las calles se veían magos. brujas y presumiblemente otros seres realizando algún tipo de comercio informal. Un poco nervioso pero aún con paso decidido repasaba cada uno de los letreros, no recordaba muy bien el nombre, sólo que era evidentemente japonés. Al dar con el único que cumplía esas características sobre un local enteramente negro se animó a ingresar.

¿Con qué clase de gente solían juntarse los Malfoy? y ¿qué dirían sus padres si le vieran frecuentando lugares como este? Sus pensamientos fueron perturbados cuando al abrir la puerta una campanilla alertó a los propietarios de su llegada. Ya había unas personas en su interior y no parecían necesariamente peligrosas aunque las apariencias parecían ser una de las habilidades de los residentes de Londres. Nunca hubiera imaginado que el japonés que había conocido lo habría guiado a un lugar así.

Junto al mostrador se encontraba un par de personas siendo atendidas por un elfo, si se acercaba podría conseguir información sobre Fushiguro.

 

@ Tazz

[Ada Camille Dumbledore]

La tienda era bastante singular, tenía un aire de misterio que circundaba por el aire y el ambiente, pero no era algo de que extrañarse pues en ella se conseguía toda clase de ingredientes y cosas no legales para la comunidad Mágica o eso era lo que decían los rumores en el callejón. Suspiré porque lo que tenía en mente era hacer una poción muy singular y era parte esencial de ella conseguir un ingrediente poco común y prohibida su distribución. Era esa la razón por la que estaba aquí en este lugar, estaba tan distraída con mis pensamientos que cuando la criatura me habló tuve que menear la cabeza para volver a centrar mi atención en ella.

 

- Criatura gracias, busco un ingrediente muy singular… agua del río tártaro y veneno de Swooping Evil, es eso lo que busco. ¿Ustedes tienen esos ingredientes?

 

Mire a la criatura con calma y esperando que costará lo que costará logrará conseguir aquello para mi poción, quería sacar de mi mente y de mi corazón todo el dolor que sentía. No le había dicho a ningún cercano mis intenciones con aquella poción pero si lograba hacerla, gracias a mis conocimientos en pociones, me harían olvidar y deshacerme de todos los sentimientos inútiles que tanto me hacían sentir mal gracias al desamor. Una caballero ingresó por la puerta y le observe, solo quería por lo que iba y que nadie se enterara. 

@ noe_snape  @ Tazz  @ Ludwig Malfoy Haughton

 

 

 

 

Editado 31 de Marzo del 2022 por Ada Camille Dumbledore

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

La iluminación del lugar no era muy agradable, por decirlo de una manera amable, y Belmont se estaba sintiendo incómodo, todo tétrico y oscuro. Mientras se dirigía al mostrador se detuvo a observar los tipos de objetos que tenían exhibidos. Algunos de ellos mostraban cartelitos con letra clara y bastante visible con recomendaciones como "no tocar", "no acercarse", "manipular con cuidado", "no observar prolongadamente"; la inquietud que sentía al momento de ingresar cada vez se hacía más notoria.

Esperaba no encontrarse nadie que lo reconociera ahí, recién había recibido la notificación de ingreso al mundial y era una oportunidad que no podía perder. Qué dirían de un joven deportista que frecuenta estos lugares, a otros por mucho menos había quedado su reputación manchada. ¡Bah! Jugaba en Francia era posible que acá no fuera reconocido, además tampoco era posible encontrar muchos franceses en Inglaterra, ¿O sí?

Estaba centrado en estos pensamientos todavía cuando se acercó al mostrador. Sin prestar mucha atención a lo que decía, pudo notar que la mujer que estaba ahí tenía un acento francés que lo puso más nervioso, ¿era posible que lo reconocieran? sintió un sudor frío recorrerle la espalda y se detuvo a sólo un paso de donde se encontraba ella negociando con el elfo. Mientras simulaba observar lo que se exhibía. Sin fijarse mucho tomó un objeto y cuando se detuvo a observarlo le dió un poco repelús al fijarse que tenía una forma de garra pero no acertaba a definir a qué clase de criatura podría pertenecer.

 

@ Tazz  @ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

Mi interés en la tienda era d e interés no solo académico, si tras hacer todo un estudio para empezar a probar la teoría que llevaba estudiando hace un tiempo de crear una poción para suprimir los sentimientos, era algo académico pero surgía de mi mala experiencia reciente. No quería sentir amor ni desamor con nadie, no quería experimentar ese dolor infame que me carcomía el alma por tener un corazón roto por alguien que me correspondía en sentimientos pero por razones de quienes éramos no podíamos estar juntos. Era cruel, tenerlo todo y no tener nada, tener a la persona que amas pero por ese mismo amor y todas las etiquetas sociales no lograr estar a su lado y no tenerlo junto a ti a las sombras porque no es lo correcto ni lo justo. Era extraño que al pensar eso podía experimentar un dolor físico en el pecho como una horrible opresión que amenazaba con no volverme a dejar respirar nunca más, muchas veces llegué a las lágrimas pero me había acostumbrado a que no merecía eso y había llegado a reprimirlas en la mayoría de casos al sentirme así. Toda esa situación me habían vuelto huraña y lejana en muchas formas, pero lo bueno era que tenía gran habilidad en ocultar mis sentimientos. Sacudo mi cabeza para salir de todos esos pensamientos y mire a mi alrededor, esperaba el elfo respondiera por los ingredientes cuando mi cabeza analizó a quien había entrado: el francés era inconfundible era justo uno de los jugadores de la quidditch de un afamado equipo. Obvio me iba a reconocer y yo debía ser calculadora, verme en ese lugar no era bueno pero era inteligente y sabría salir de la situación me acerque al caballero con una sonrisa encantadora.

- Monsieur Dubois que coincidencia encontrarle aquí, veo que también debe ser admirador de oriente, en este almacén se encuentran algunas escencías orientales maravillosa traídas desde su orígen… déjeme decirle que admiro su capacidad como jugador.

Le dije con voz amable, la verdad es que si era un excelente jugador y adularlo era parte de reconocer su calidad

@ noe_snape

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

 

Todavía sostenía aquella garra en sus manos, como se había atrevido a tomarla, sintió como se heló la sangre, pero intentó contener sus gestos si hacía algún alboroto (que era lo que le provocaba en ese momento) llamaría mucho la atención y era algo que no le gustaría, no en este momento, si fuera en la cancha sería todo muy distinto.

La dueña de la voz que había distinguido como francesa se acercó en ese justo momento, dando la excusa perfecta para soltar aquel aparatejo extraño. Lo primero que pudo notar antes de voltearse es que la dama en cuestión lo llamó por su propio nombre, alguna fan del quidditch quizás o de su equipo. 

Al voltearse la figura era inconfundible. Nunca se la había cruzado, tal vez en algún evento multitudinario, pero cualquier habitante de Francia sabía de quien se trataba. Su aspecto era inequívoco e inolvidable. Con un leve gesto de cabeza saludó a la Ministra. 

–Un... amigo– dijo titubeando –me sugirió este lugar y venía a ver qué tal era. No me esperaba esto, en realidad no sé qué me esperaba encontrar.– terminó mascullando las palabras. El nerviosismo evidente jugaba a su favor, no esperaba que pensara mal de él, menos una autoridad como ella. Pero... ¿qué podría estar haciendo una persona así en un lugar como aquel?

–En realidad desconocía que este lugar tuviera cosas orientales– y recordando el nombre continúo –aunque creo que debí deducirlo cuando escuché como se llamada.– Los nervios poco a poco iban desapareciendo.

–Muchas gracias, por su comentario. No sabía que usted era admiradora del deporte– culminó más relajado. ¿En qué lo había metido Toji, quien no se atrevía todavía a asomar su nariz por ahí.

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Tazz

[Ada Camille Dumbledore]

 

La realidad era que nadie quisiera ser descubierto comprando elementos que no eran permitidos en Inglaterra, a diferencia de Francia, la comercialización de ciertos elementos considerados mágicos era mucho más controlado y no era muy bueno que te viesen frecuentando los almacenes que se creían vendían aquellos artículos. Pero yo era una mujer de otras costumbres y la verdad es que poco me afectaba los comentarios, si cuidaba mis pasos era más por mi país que por mi misma, mi comportamiento lo dictaba yo y no los comentarios malintencionados de la gente. 

Sonreí ante el nerviosismo del joven Dubois, parecía como un niño cuando es atrapado haciendo una travesura, le dedique una sonrisa suave y para romper el hielo pose mi mano en su brazo. 

-No se intranquilice, el estar aquí no es malo, verá que tienen un inventario interesante y si es alguien que conoce de pociones, podrá llevarse unos buenos ingredientes. 

Fui directa en mi comentario, no me gustaba darle vuelta a los asuntos, el joven estaba solo nervioso de pensar que hacía algo malo. Pero yo no estaba allí por eso, solo buscaba un ingrediente muy difícil de conseguir y que seguro allí podrían tenerlo. Esa poción que era experimental solo la usaría para poder librarme de malos recuerdos y sentimientos que ya no había falta que tuviera en mi vida. 

- Cuénteme, ¿esta usted seleccionado para el equipo de quidditch que representara a Francia en el Mundial? 

Pregunté porque yo había hecho la prueba para buscador del equipo de quidditch de la selección y aún esperaba ser seleccionada para presentarme a las practicas.

@ noe_snape  @ Tazz

Editado 19 de Mayo del 2022 por Ada Camille Dumbledore