Tutoría de Perfil Abril 2022

[Kahlan Blackthorn]

 

 

 

— Existen dos lados de la moneda, dos puntos que unen un mismo camino. Aquellos que suelen entrelazarse, pero jamás unirse del todo o eso se puede apreciar si se presta la atención debida—la voz de Macnair era como la hoja de una cuchilla recién afilada. Ella misma lo comprobó en carne propia, no existía mayor error que dar todo por sentado y asegurar que las cosas saldrían como uno las deseaba. El obtener el poder y el respeto de sus compañeros, no fue para nada una tarea sencilla y mucho menos llevadera para la Ángel Caído una y mil veces fue puesta a prueba su lealtad y tesón para el bando que consideraba algo más que su hogar o su único refugio.

Pero, ¿Qué era un refugio para un ser como ella?. Llevaba el significado de perfil mortifago más allá de ser diestra en el arte de matar o torturar, adentrándose del todo en la psique de lo que realmente era un verdadero mortifago. No solo presumir que les corría sangre pura por las venas o merecían portar con orgullo el tatuaje que varios llevaban plasmado en la piel—Tres nuevas victimas o debería decir, aprendices. Formamos parte del mismo bando, pero no somos familia como tal—se negaba a verlos de ese modo cuando estaban dentro de sus dominios.

— Las ruinas del Necrófago son mi sitio predilecto, puedo decirles que van a desear estar muertos antes de que acabe la obra que estoy por comenzar. Ustedes son esos cuadros sin color y vida en ellos. ¿No piensan que están retando al destino, al recurrir a mi para moldearse como unos verdaderos magos tenebrosos?—la duda quedo flotado en al ambiente. Aquel que estaba impregnado con el aroma a sangre fresca, para la mala suerte de sus aprendices, no pudo evitar echarse un tentempié antes de comenzar con tan peculiar celebración.

— ¿Qué les inspiró a formar parte de las fila tenebrosas?, ¿Amigos?, ¿Familia?, ¿convicción propia?. Al que se atreva a decir que ha sido por su pareja, no dude que le cortaré el cuello de lado a lado, pero no será con una espada, sino con algo mucho peor y más doloroso para ustedes—intentaba no sonar demasiado amenazante. Pero así era ella, maniática como ninguna y desquiciada como pocas, toda una bomba atómica que estallaba en el momento preciso. El ponerlos cómodo era la menor de sus preocupaciones, ya que no estarían dentro de esa mazmorra demasiado tiempo. El llamado fue determinante, tras tocar con la punta de su varita azul oscuro el tatuaje que llevaba plasmado en su nuca.

@ Mael Blackfyre @ Anthony Ryvak Dracony @ Zenin

[Mael Blackfyre]

El ardor en mi brazo izquierdo me provocó un escalofrío en toda mi espalda, haciendo que apretara mis dientes al sentir toda aquella adrenalina. Sabía muy bien que en aquella oportunidad no sería como realmente quisiera en busca de sangre, sino de un camino, podríamos decir. Tenía algunos sentimientos encontrados respecto a eso, porque tenía que llegar al nivel más bajo que podía llegar una persona y era la de ser juzgado por los demás. Tenía que ponerme ante los ojos de alguien que no era cualquiera dentro de la Marca Tenebrosa

Los rumores dentro de la Fortaleza Oscura decían que estaban hace años. A pesar de no haber sido nunca líder del bando, ya que había otros nombres escritos en las paredes, Juv (Hysy, realmente la conocíamos por ése pseudónimo) estaba en la Marca hacía décadas. ¿Qué no garantizaba que ella era quien manejaba los hilos dentro? Los líderes pasaban de manos en manos pero Hysy aún permanecía en las sombras, forjando mortífagos, luchando algunas batallas. ¿Entonces era llegar al nivel más bajo o ponerse al resguardo de nuestra nueva protectora? Porque así lo veía: Fidelidad a cambio de protección. Y las artes oscuras se abrirían ante nosotros.

— Poder y libertad. Porque ambas me convienen. En ése orden —había llegado ante la mortífaga lo más silencioso posible. Tenía el honor de compartir aquel camino con otros dos mortífagos. Pero ante las preguntas de la nueva tutora, no pude evitar responder primero. De una manera muy tranquila pero decidido. Me había pedido a mí mismo que no usara el tono que usaba siempre. Pero tarde o temprano saldría solo. O mejor dicho, más temprano de lo que creía—. No se si fue el destino pero admito que necesito esto. He pasado por tantas cosas en mi vida que a veces dudo donde estoy parado. Y necesito corroborar que voy por buen camino.

Fui lo más sincero que pude. Había explicado mis razones por las que estaba dentro del bando tenebroso pero si era una cuestión de conveniencia ¿Qué sucedía si alguna vez me convenía trabajar para la Orden del Fénix? ¿Y si algún día me daba por vencido? Había llegado desde muy lejos. Había sufrido algunas tragedias. Estando solo en el mundo había llegado ante ésa comunidad en los brazos de la familia Gryffindor, había entrado a la Marca Tenebrosa y hoy en dia era Lugarteniente. Infiltrado entre los asesores del primer ministro Rory Despard. ¿Qué más? Me paré con ambos brazos a mis espaldas, mirando con la cabeza alta a mi tutora. Sería ella la que me juzgara, estaba preparado para todo.

[Kahlan Blackthorn]

 

— Heridas de guerra o cicatrices que nos recuerdan que el pasado fue real y formo parte de nuestra existencia—expresaba sin mirar al único alumno que aparecio tras enviar el llamado. Ya no necesitaba tocar la marca con la punta de su varita, tras tantos años en el bando la conexión con ese grabado se había vuelto completamente mental e íntima para ambas. Le consideraba algo más que una simple serpiente danzante que zizagueaba por su piel, buscando el cobijo que le brinbaba aquella serpiente al abrir sus fauces

— Poder y libertad—repitió las palabras de Goldor (Mael) — Parece que más que nada buscas escapar de una prisión que tu mismo te has impuesto, barrotes creados por tus inseguridades y ciclos que no has terminado de cerrar del todo—la mirada de Hysy estaba resguardada por esas ventanas rojizas. Años de dedicación y empeño en favor del bando tenebroso. Jamás les traicionó en el pasado y ahora en el presente sus ideales seguían intactos tal y como la primera vez que sintió aquel peculiar ardor que se cada poro de su piel. 

— ¿Qué significa para ti el buen camino?. Me suenan a las palabras que una persona que busca resarcir sus errores diria en un momento como este—se mantenía fría como la loza de una lápida recién colocada en una tumba— No sueño guiar a mis aprendices por el camino de la rectitud. Aunque he de confesar que les inculcó el crear fachadas que les ayuden a pasar desapercibidos y  sea imposible detectar con claridad sus verdaderas intenciones o aspiraciones—indicaba sacando el pecho hinchado por el orgullo

Ella misma supo representar siempre el papel idóneo para cada situación, transformarse en una magistral maestra del disfraz y de paso obtener todo lo que siempre anhelo y más. La sangre que le corría por las venas era pura sin duda alguna, pero la misma adquirió un valor mayor para la Ángel Caído tras ofrendar su vida a los ideales que desde pequeña le fueron enseñados por los libros y los relatos contados por su padre Pik Macnair. 

Ese mago que se destacó por ser un líder dentro del bando que ella defendía a capa y espada. Sangrando por las venas de una estirpe que as volvía cada vez más fuerte y dominante dentro del mundo mágico— El chantaje no es lo mío, no puedo ofrecerte protección a cambio de lealtad. Sino todo lo contrario, te otorgare las armas adecuadas, para lograr todo lo que deseas y más, solo me deberás una verdadera insignificancia—frotándose las manos disfrutaría como nada esa cátedra. 

Dando el primer paso dejaba las cartas sobre la mesa, boca abajo. Ya que la primera encomienda del Lugarteniente de la marca tenebrosa era revelar lo que se escondía debajo de esos cartones— Te dejo el primer movimiento, cuidado con lo que hagas o pienses—cruzándose es brazos admiraba su tatuaje de los Senescales de Caronte. 

@ Mael Blackfyre

[Anthony R. Dracony M.]

Concentrarse...era la cuestión crucial en el presente...para evitar mostrar los cambios en su rostro (que seguro tendría que ocurrir) el mago nigromante lleva puesta la máscara de cobre, no entendía si era propiamente precaución ante lo que podría suceder o era su ser tratando de no "descubrir" sus sentimientos.

Aquel siniestro lugar, hace que su piel se estremezca a la par con su mente, menos mal que logra disimular y se coloca firme con los brazos a los costados, sus dedos índice y pulgar, se hallan listos a sujetar la varita en cuanto sea necesario, el joven está dispuesto a confiar en las palabras de la asesora pero también sabe que logrará aquello a lo que este dispuesto a conseguir.

Justo es una parte que la Ángel caído pronuncia, lo que le hace cavilar: 

--...cuadros sin color y vida en ellos...-- Dracony repitió aquel fragmento de frase...la mortifaga parece haber elegido atinadamente esa metáfora que le va como guante al muchacho...porque precisamente, Dracony no ha decidido "iniciar más pincelada que aquella de ingresar al bando, no tiene idea de que plasmar, que trasmitir, como forjar su ser..." guarda silencio para evitar caer en algún error, pero sabe bien que callar no le eximirá siempre.

Su piernas abiertas en un compás semejante a la altura de sus hombros, se mueven ligeramente ante la inquietud que le trasmiten su pensamiento cuando la mujer les cuestiona sobre el motivo que les inspiro a su ingreso al bando...Ryvak no tiene deseo de dar a conocer aquel oscuro sentimiento que le empujo...no debería expresarlo, tal si era valido como revelador de su pobre valer como persona...era un odio que le carcome las entrañas, le nubla el intelecto, le perjudica el sentido común...¡que ganas de mentir!...pero más fuerte es lo que le invade, muerde su labio inferior con fuerza y un hilillo de sangre brota de inmediato, lo bueno es que la máscara de cobre oculta ese hecho. Con la punta de su lengua limpia esa sangre y responde lánguidamente --Por decisión propia-- Continúa quieto, como si en un instante deseará transformarse a su forma de animago...

[Mael Blackfyre]

Miré atentamente a Hysy. Aquella bruja desbordaba oscuridad y lo sabía. Lo había visto con mis propios ojos por cómo se desenvolvía dentro del bando. Y admiraba dos cosas de ella, tanto la seguridad con la que pisaba el suelo como la fidelidad con la que se manejaba. Estaba seguro que pocas veces había dudado de sus ideales, a diferencia de mí. Le había contado lo que me había llevado a su encuentro pensando en que ella me diría cuál era el camino que debíamos correr. Toda respuesta dentro de aquel recorrido podía llevarme a la hoguera.

— ¿Resarcir errores? No, Macnair, te equivocas —miré con recelo a la mujer, notando algunas de sus palabras—. No tienes idea de mi pasado o de las cosas que han ocurrido. He conocido la magia oscura desde el principio de mi vida, desde el momento cero. La siento aquí dentro —señalé mi pecho. Ella no conocía muchas cosas. Aun estando a simple vista. Tal vez siendo parte de todo eso, uno no debía entender nada. La gente le temía a lo desconocido pero cuando estabas dentro era otro cantar—. Por eso busco “el buen camino”. Debo entender la oscuridad. La propia y ajena. Debo buscar la estabilidad en mi entorno, respecto a familia y amigos. Pero estoy seguro que eso lo puedo ir manejándolo en base a mis ideales aquí dentro. Es por decisión propia que estoy aquí. Porque me conviene. Porque se siente bien. ¿Pero qué ocurriría si algo más es mejor o conviene más? Ésa fachada no quiero que se derrumbe bajo ninguna circunstancia. ¿Qué necesito para eso? Tú has estado más aquí…

Había llegado un muchacho, uno que había cruzado en varios sitios a la vez y me caía realmente bien. No me interesaba que escuchara todo aquello, tal vez entre los tres lograríamos llegar al final de la meta. Estaba seguro que no necesitaría dar demasiados detalles, había muchas cosas que había mantenido ocultas en mi cabeza y así deseaba hacerlo durante mucho más. Pero al llegar ante ésa comunidad, me había encontrado con otra realidad, y en ése momento dudaba de algunas de ellas. Miré fijamente a Hysy esperando su respuesta.

[Kahlan Blackthorn]

 

Hysy no se inmutó ante lo citado por Mael, detrás de esa máscara no estaba la persona que le creía y eso era lo que aderezaba de manera sumamente intrigante todo ese coctel creado por la Ángel Caído. Años de enseñanzas acumuladas, vivencias que poco a poco fueron plasmándose en cuadros que albergaba en lo más oscuro de su profunda existencia. Nombres de los grandes mortifagos que le ayudaron a forjar el camino que le llevo a la cumbre más alta, comenzaron agolparse en su cabeza, recordandole que todas sus fachadas se mantenían intactas y sin una solo fisura en ellas. Soltando una profunda bocanada de aire, daba la bienvenida al recién llegado

— Un placer verte—soltó sin demasiado entusiasmo. No era la clase de personas que mostraba sentimientos, ya que los consideraba banales e innecesarios— Decisión tuya dejarte seducir por la oscuridad, decisión de ambos estar aquí para crear una pantalla que los haga sentirse más poderosos de lo que son y no ser pillados con las manos en la masa—sonreía detrás del lienzo que cubría su marmóreo rostro. Mael encontró el sitio adecuado, pero algo le generaba cierta duda a la Vidente. No era que no confiará del todo en el lugarteniente, pero siempre tenia sus reservas para con algunos de los seres que le rodeaban.

— Posiblemente el error exista, pero no quiere decir que no haya un modo de subsanarlo o suprimirlo del todo. Dime, ¿Cuántos muertos llevas en tu haber tras entrar a las filas oscuras?—la duda era una pregunta trampa. No se refería a las victimas que cayeron presas del yugo de su varita, sino de los demonios internos que tuvo que masacrar tras dar el paso definitivo. Era posible cambiar de ideales o pensamientos, pero la esencia que les corría por las venas a los que estaban dentro de esa familia, no era algo que se pudiera fingir o disfrazar tan fácilmente.

— Y tu, ¿Qué es lo que te incito a unirte a nuestro selecto grupo de elite?—enfocando parte de su atención en el Ryvak. Abriría las mentes de ambos como una cirujana experimentada, cortando finamente cada trozo de carne deleitándose con el dolor que les causaría. Cuando menos se lo esperarán estarían retorciéndose desde las entrañas hasta lo medula de sus huesos. La verdadera tortura estaba por comenzar, atisando el fuego de sus anhelos con la ponzoña que habitaba en su viperina lengua.

@ Anthony Ryvak Dracony  @ Mael Blackfyre

[Mael Blackfyre]

Las palabras de Hysy fueron escuchados por mi mente e intentaron de comprenderla mejor. Ya que según ella, había un error del que se suponía que tenía que recuperarme. La historia de mi familia había quedado sepultada muchísimos años atrás, ayudándome con la oclumancia y con la idea de que se trataba de un pasado olvidado, más que oscuro. La maldición que portaba dentro de mí, la que marcaba mis ojos completamente negros, era una muestra de que portaba algo más tenebroso que muchos otros más.

— He empezado un camino irregular. En un suelo tembloroso. Pero de a poco he llegado donde estoy y sin más las vidas que me prometí llevarme que las que ya me llevé. He pasado cosas buenas pero las que marcaron mi pecho fueron las malas. Y han provocado que me obligara a hacer ciertas cosas, que de ser de otra forma, no las hubiera hecho.

Miré detenidamente a Hysy, esperando que el juego de palabras al menos respondiera alguna de sus preguntas. La bruja poseía mucho tiempo dentro de la marca tenebrosa pero lo que realmente llamaba mi atención era su postura para con el bando. ¿Por qué ella no dudaba de sus ideales? ¿Qué la anclaba al bando? Ambas preguntas se las aproveché a hacer mientras pensaba en todo lo demás. Ahora era un lugarteniente para la Marca Tenebrosa. Y muchas personas ahora se encontraban a mi predisposición, siempre trabajando para que confiaran tranquilamente. Me había quedado con algunas cosas en el transcurso de mi estadía dentro de la comunidad pero mi objetivo principal aún no lo había realizado: esperaba convertirme en alguien, dejar una huella dentro de la marca.

[Kahlan Blackthorn]

 

 

—No dudo de mis ideales, porque sería como dudar de mi misma. Le confiero demasiada seguridad a mi ser y a todo lo que el mismo es capaz de hacer, no creas que me he dejado llevar por los ideales que nos han cimentado desde que somos pequeños o por la sangre pura que nos corre por las venas—negaba golpeando su máscara con las yemas de su surda— Nací para matar, no porque me lo impongan o me lo ordenen, sino porque me da una inmensa satisfacción hacerlo. Pocas son las veces en las que sigo las reglas a rajatabla, pero con ello no quiero decir que no respete a los que han sido mis lideres y me han permitido hacer y deshacer a mis anchas—respondía recordando los lazos que afianzaban cada vez más su nexo con el bando tenebroso.

— El simple hecho de tener un sitio a donde ir, aquel hogar que jamás te cerrará las puertas aunque hayas errado o marcado una distancia entre el y tú. Velo como aquella hija que abandona el seno familiar para volverse más poderosa y fuerte, emprendiendo un viaje que le permita cristalizar cada uno de sus sueños y anhelos en la realidad que puede palpar y disfrutar a sus anchas—saboreaba el néctar agridulce que esas palabras dejaban en su paladar. Todos debían extender sus alas más allá del cielo conocido, aunque el mismo estuviera repleto por todos los flancos de tormentas que impedían concretar con éxito las metas impuestas por cada uno a su persona.

— Algunas cicatrices hablan por si solas, no hace falta darles una voz ajena a la que poseen—soltaba sin mirar a Goldor. Conocía poco o nada del caballero, pero aquella charla se estaba tornando demasiado intima de un momento a otro, dando paso a meterse en cosas que quizás solo les atañía a ambos. Abrirse de capa no siempre era una buena idea, no si se deseaba mantener a buen resguardo ciertas secciones de la vida privada como amores o nexos familiares dentro del mundo mágico— ¿Qué es lo que realmente buscas obtener siendo lugarteniente de la marca tenebrosa?—la duda quedo flotando en el aire como un dardo envenenado que buscaba un blanco conde inyectar la ponzoña que llevaba en su interior.

@ Mael Blackfyre

 

[Mael Blackfyre]

Miré detenidamente a Juv mientras se desenvolvía como era de costumbre. Había entendió la lección desde el primer momento, porque cada vez que la había encontrado en la misma habitación, habíamos compatibilizado sin problema, siendo además, una figura de ejemplo dentro de la Marca Tenebrosa. “Aquel hogar que jamás te cerrará las puertas aunque hayas errado o marcado una distancia entre él y tú” aquello resonó un par de veces en mi cabeza, apareciendo la persona en mi mente que había decidido mantener alejada desde hacía mucho tiempo.

— Admiro tu forma de ver las cosas, Juv. Tu estatus con la pureza de sangre. Tu lealtad en la búsqueda de sangre. Y la libertad. Es envidiable. Pero hay una parte en mi historia que jamás hizo hincapié en el tipo de sangre. Ni siquiera aprendí a odiar a los muggles. Me son diferentes —miré a la bruja a modo de confesión, escuchando cuando hablaba de nuestra crianza. En mi vida habían sido otras las cosas que me habían marcado la personalidad—. No creía haber llegado tan rápido. Quería ir escalando de a poco, quería ir sacándole el lugar de a poco a cada mortífago inútil que tiene el descaro de llamarse mortífago.

Parecía que aquellas palabras las acababa de escupir. Miré a la joven, ella me preguntaba buscando la verdad y mis palabras no eran mentira, eran las más sinceras posibles. Camine un par de pasos hacia un lado y luego hacia el otro. Rebuscando en mi cabeza lo que tenía que decir. ¿O acaso Juv iba a prejuzgarme?

— De primer momento la Marca Tenebrosa me sirvió de hogar, de refugio. Asi que ni bien me converti en Lugarteniente de Arya, pensé en convertir ése sitio en hogar de muchos. Luego noté que los poderes que me ofrecían eran mucho más poderosos. Y tengo control sobre otros más. El Ministerio de Magia no sospecha de mi como mortífago, asi que gracias a mis poderes aquí dentro, puedo acrecentar la sombra de la institución de la manera más silenciosa. Espero poder obtener más poder. Espero sacar del bando a los traidores y desertores. Espero poder llegar más allá —miré a Juv sin saber si eso respondía a su pregunta, pero era lo que sentía.

[Anthony R. Dracony M.]

Flagelo se comportó como si nada de lo que escuchaba le afectará... su máscara de cobre, oculta las reacciones de su rostro, respuesta a su sentir al enterarse de lo que expresan sobre ellos los ahí presentes. Está desorientado, ignorando lo que realmente apuntan sus sentimientos que con anticipada intención, está decidido a no demostrarlos bajo ninguna circunstancia. 

Él piensa que sus sentimientos le hacen débil y no quiere que desconfíen de su elección a ser parte del Bando oscuro, porque antes es capaz de desprenderse de su humanidad... lo que sea necesario para ser de ese grupo de élite...

La bella pero misteriosa bruja destilaba por cada poro de su marmoleada piel, una aterradora atmósfera que parece adueñarse de la mente... no puede desprenderse totalmente de aquella sensación, siente como le inmoviliza, tal cual como si fuese ella una mortífera serpiente y él solo una pequeña y débil presa, presa de miedo, pero entonces recuerda que posee un poder mágico de alto rango... de algo debe valer ese cumulo de conocimientos y saberes.

Requiere relajarse y pensar con más nitidez... no tiene caso dejarse arrastrar por sus temores, debe hacer frente a ellos y convertirlos en motivadores para avanzar y no para "paralizarse", después de todo, siempre le ha funcionado su constancia, su tenacidad para continuar a pesar de los obstáculos que se le ponen enfrente... terminar todo cuanto inicia, pese a lo que ocurra, a lo que pierda o lo que gane... son más perdidas las que ha tenido que soportar pero la vida no ha sido fácil para él desde que tuvo conciencia.  

— Y tu, ¿Qué es lo que te incito a unirte a nuestro selecto grupo de elite?-- escucho el mago que le cuestiona Juv esa pregunta le dejo mudo... su mente se ofusco y dejo al joven ojimiel como un envase vacío mientras su mente evoca imágenes de su pasado, aquel que ha enterrado en el fondo de su alma y donde ahora ha descendido a evocarlos de nuevo...