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Mundial de Quidditch: La otra cara de la moneda


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Hotel, Brasil. Con Sagitas

 

Sagitas podría pasar perfectamente por una aficionada más. Si su objetivo era pasar desapercibida, desde luego que lo lograría sin demasiados problemas. No faltaban los aficionados que se habían entregado al descontrol de la fiesta, aunque no tuviera nada que ver con el deporte, y simplemente bebían y bailaban hasta que no podían más, y vomitaban en la primera esquina que encontraban.

- Bueno, la parte positiva es que nadie se fijará en que parezco "yo" - murmuré, quitando un poco de hierro al asunto, mientras sujetaba bien a Sagitas para tirar de ella.

 

Entendí que ver el bosque arrasado le resultaba chocante, y por su conexión con la naturaleza, no ayudaba a sentirse mejor. La arrastré como pude entre la muchedumbre, respondiendo con un par de gruñidos a sus preguntas, ya que, cuanto más cerca del estadio, mayor aglomeración de gente celebrando. Hice el chequeo en la recepción del hotel basntante rápido, gracias a que los mismos trabajadores ya estaban hartos de ver aficionados, y habían pasado a poco menos que revisar el número de la habitación reservada antes de entregar las llaves.

 

Abrí la ventana, notando de golpe un vacío en la cabeza. Tantas personas juntas, de golpe, me habían embotado los sentidos, y la soledad repentina de la habitación dejó un tremendo vacío en mi cabeza. Debía centrarme e ignorar el dolorcillo de cabeza, asi que recosté a Sagitas en su cama, dejé la mochila y comencé a preparar un par de vasos con la poción que al menos, calmaría las nauseas y el dolor de cabeza. En eso, escuché a Sagitas mencionar a @ Helike R V PB , lo cual me hizo palidecer ligeramente, nervioso. Tendí uno de los vasos a Sagitas, utilizando la varita para limpiar el estropicio que dejó en la alfombra.

 

Me senté en la cama, dejandome caer en ella mientras leía la nota. De reojo eché un vistazo a Sagitas. Bebí el contenido del vaso de un trago, y me dispuse a escribir en la nota, ya que, como la vampiro dijo, el mensaje le llegaría al instante.

"Esta es la dirección del hotel. Habitación 415. Deja a Elentari en la PB, con Jack."

 

Observé como la nota desaparecía, dejando escapar un pequeño suspiro, nervioso.

- Crees que podrás soportar estar aquí? - pregunté a Sagitas.

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Derhorm arribando al mundial

Una ultima parada para entender todo el proceso. Si, habia muchos puntos que unir y la mayor parte del viaje habia desafiando a mi viejo cerebro para encontrar respuestas que se me escurrian como neblina al contacto de los rayos de sol. Odiaba esa sensacion. Por lo prontos los crios estan prisioneros en su burbuja y no causarian problemas. La verdad nunca habia pensado lo agotador que era hacer de canguros, ademas claro esta de los preparativos con vistas a crear una guarida descente fuera del radar del ladron. Esta vez no correria el riesgo de subestimar ni a aliados ni enemigos, ya habia fracasado la ultima vez por eso. y con todas las piezas a la manos, no desperdeciaria este momento para armar bien el puzzle y ganar.

Una fea mueca surco mi cara arrugada y termine de bajar del barco para adentrarme en este ambiente de musica, baile y floclore que tan exotico hacia parecer a esta nacion. Lo bueno del mundial..es que ante tanto personal arribando uno siempre podia escabullirse y no llamar la atencion para asi dedicarme a fines menos nobles. Ya habia pasado por Haiti estudiando lo que ahi denominaban Budu, un tipo de magia de sangre residual que muy pocos consideraban hoy en dia pero que podria ayudarme en mis planes...Y ahora tocaba al Cardomble. Podria haber derivado en religion pero mucho de su historia africana tenian marcadas marcas de Thot.....y el libro era claro en eso. Asi que no quedaba mas que seguir investigando...tal vez y aqui estuviese la clave a la trasmutacion de cuerpos.

Y asi.....en un dia sumamente caluroso derhorm se adentro en el mar de favelas, en busca de sus contactos en el bajo mundo que lo llevarian a un recorrido magico por esta version del Cardomble.

@ Sagitas  

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En el Hotel de Brazil:

Después de vomitar, me sentí algo mejor. Era extraño sentir esa sensación tan anormalmente fuerte. Había sido sacerdotisa desde que tenía uso de razón; el amor a la naturaleza, lo que me movía desde bien pequeña. La Diosa era la misma en todas partes, aunque yo ahora prefería servir al lado vengativo y oscuro que tenía, aquel que actuaba como la Némesis por todo lo que sufría, la que explotaba de rabia ante las barbaridades que éramos capaces de cometer los humanos.

Me tomé aquella poción que mi hijo @ Matt Blackner  me había dado y conseguir calmarme casi al instante. Debería pedirle la receta que él sólo conocía. Los remedios comercializables no conseguían aquella mejora instantánea y sin efectos secundarios. Eructé y unas burbujitas verdosas salieron de mi boca, ascendiendo de forma rápida y explotando en el aire. Me sentí mejor tras verlo y me removí en la cama, ahora demasiado perezosa para levantarme.

-- ¿Qué dice? -- le pregunté, al ver que contestaba a @ Helike R V PB . -- No me digas que viene.

No me parecía mal; todo lo contrario, su presencia sería bienvenida a la búsqueda de aquel maldito Derhorm. ¿Dónde estaría ahora? ¿Cómo estarían los niños? La furia empezó a crecer en mí, inundando el espacio que momentos antes había sido ocupado por la sorpresa y el asco. Miré fijamente el pecho, con una mano en mi barriga, no sé si porque recordaba a mi hijo pequeño o si era un mero gesto de control de mis sentimientos que fluían de mi interior.

--  Claro que lo soportaré. Él está aquí. Me cargaré a ese nigromante homicida aunque sea lo último que haga. Sabrá lo que es poner de mala hostia a una sacerdotisa mala, de las que hay que tener.

Aspiré aire con fuerza y medio me incorporé, apoyándome en la cabecera de la cama. 

-- ¿Dónde crees que esté? ¿Por dónde empezamos a mirar? ¿Crees que habrá venido al Mundial de Quidditch a ver deporte o a matar a alguien?

Muchas incertidumbres. ¿Dónde estaría el maldito @ Sean -Ojo Loco- Linmer , que era quien realmente conocía a aquel maldito engendro, fuera lo que fuera en realidad? ¿Qué me aconsejaría mi ex-yerno si estuviera allá? 

Miré a Matt:

-- Los bajos fondos siempre saben más de lo que parecen. ¿Deberíamos empezar por allá, Matt?

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Hotel de Brazil. Con Sagitas.

 

Sentí un pequeño vacío en la boca del estómago tras mandar aquella nota a @ Helike R V PB . Nos hacían falta manos, y era de agradecer qeu quisiera ayudar. No le había dicho nada, tan solo le había llevado a Elentari hasta la Rambaldi, para alejar a la niña de lo que sucedía en casa, y que no acabara enfermando por nuestra culpa. Todo estaba siendo duro, asi que un par de manos más serían de ayuda. Pero aun asi....aun asi se me haría raro estar aquí con ella.

 

No me acordé de Sagitas hasta que noté que me hablaba, recostada en la cama. Ahí desvié la mirada hacia ella, procesando lo que quería decir. 

- Si...vendrá. Le he dicho que deje a Elentari con Jack en la Potter Black. - contesté. Sagitas parecía mejor tras beber la poción. Debía darle las gracias a Jack por la receta, le había visto beberla mil veces de niño, y había aprendido a hacerla más por intuición que por su enseñanza.

 

Observé los gestos de mi madre, notando el nudo en el estómago y la rabia que crecía. No quería imaginar lo que estaba pasando. Aun asi, me hizo sonreir 

- Será mejor que no te levantes de golpe, o la poción se te subirá a la cabeza. - le advertí, al ver como se apoyaba en el cabecero de la cama.

 

- No creo qeu el deporte sea su fuerte. Espero... - suspiré. - espero que no pretenda obligar a los niños a provocar una masacre.  - no lo dije, pero sabía de sobras que ithilion tenía la capacidad y el potencial para ello. Me froté la barbilla. Raspaba, lo cual haría reir a Elentari y siempre hacía enfadar a Sagitas. - He intentado rastrearle. Si está, se oculta, y no está cerca de la multitud. La utiliza para ocultarse, hay tanta gente que me cuesta distinguir sensaciones, y más aun, encontrarle.

 

Miré hacia atrás, hacia la ventana cerrada que dejaba ver el cielo y transmitía, como silenciado, el sonido de la alegría exterior.

- Si, deberíamos hacer una visita a los bajos fondos. Pero con disimulo. Somos turistas, y no quiero que alguien busque ganarse su favor y nos delate antes de tiempo.

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Derhorm, tugurio aparentemente muggle.

Con este ultimo hechizo el escenario quedaba listo para por una vez me tomaran en cuenta. Lo cierto es que habia tenido de la decencia de escapar a algunos...para que contaran la historia....los demas...pues no fueron tan afortunados. La verdad que jugar a la desparticion magico variando un tanto las particularidades de espacio tiempo que eran la base de una correcta desaparicion magica. Si....jugar con esto y solo obligar partes de un cuerpo a caer en lugares que habia decidido y voluntariamente cortar el viaje...pues dejaba una hermosa imagen de cuerpo sesgados a la mitad...algunos sin brazos...otros sin cabeza...y claro sangre por doquier. Y en medio te todo ese mar de sangre.....pues la invitada de honor.

-Supongo que ya tengo tu atencion. -dije acercandome a la imagen asustada de una anciana cuyo rostro guardaba manchas de sangres de las salpicaduras...bueno de algunos de los alli presentes. -Se que tienes los pergaminos aqui.....se que los cuidan....fueron los ¨orichas¨ los se llevaron el secreto egipcio de las trasmigracion de almas....asi que habla...no soy de los que tengo mucha paciencia.

Y como para reforzar mis palabras aprete el puño para que lentamente del piso salieran unas cadenas ardientes que la rodearon y comenzaron letan pero doloresamente a quemar su piel.

-No dude usted que de aprecio mucho la tortura....espero que no intente averiguar hasta donde llegan mis limites....-dije marcando en mi rostro una mueca de satisfaccion ante el dolor de la mujer.

@ Sagitas - Ericen @ Matt Blackner

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Martin Black
Director Internacional de Quidditch

El regreso de la Copa Mundial de Quidditch luego de todo el caos de los últimos años en la comunidad mágica había sido siempre su mayor desvelo. Black lo había conseguido, con la ayuda de muchos magos y brujas, por supuesto, dispuestos a darlo todo en materia de seguridad y logística. El enorme evento se disputaría en Brasil, Jande Pereira había prometido llevar a cabo las tareas principales de organización y había cumplido. El estadio era una maravilla en opinión de Black y también lo eran las tiendas para el público que visitaría la Amazonia de forma constante en cada partido.

Pero donde de verdad se habían destacado era el sitio donde se alojaban los jugadores profesionales, representantes de sus equipos nacionales. Ya habían transcurrido los ocho partidos de octavos de final, desde la apertura con la sorpresiva victoria de Argentina sobre los favoritos de Inglaterra, hasta la importante victoria de Francia frente a Estados Unidos el día anterior. De todos modos, los ocho equipos eliminados continuarían en el hotel especializado y podrían visitar según lo desearan los diferentes partidos de las sucesivas rondas.

Black lamentaba las derrotas de Inglaterra y Escocia, como representantes del Reino Unido, pero se sentía orgulloso por Francia y Escandinavia, únicos representantes europeos que habían avanzado a cuartos de final. En Francia jugaba su joven primo Auxerre, capitán y figura del equipo. Escandinavia, por otra parte, contaba con experimentados jugadores en sus filas, destacándose la presencia del golpeador Jeremy de los Tornados.

En esos momentos, el mago de cabellos negros se encontraba yendo a buscar a Ada Camille Dumbledore, ministra de Francia y, contra todo pronóstico, buscadora de su equipo nacional. Ada Camille había sorprendido al mundo compaginando dos tareas muy diferentes e igualmente demandantes, haciéndolo siempre desde la pasión.

«La juventud... está llena de energía», pensaba Black mientras se hacía un lugar en el sitio donde Francia estaba concentrándose.

—Me gustaría tener una charla con Ada Camille cuando tenga un momento libre —le dijo Black a uno de los encargados de la selección francesa—. Podrá encontrarme en el último piso del hotel, en mi despacho. —Terminado de hablar, Black se encaminó hacia el último piso, justamente donde estaba alojándose. Para fortuna del propio Black y de los jugadores de las selecciones, el maravilloso hotel no era un espacio permitido para los periodistas. Conocía a muchos que hacían una gran labor, pero también estaban los otros como Roto Skeeter, que buscaban el mínimo detalle para construir una comprometedora historia.

Los partidos iban de maravilla. Llenos de momentos increíbles, resultados inciertos, favoritos que caían de forma estrepitosa, actuaciones individuales dignas de los mejores jugadores del mundo. Pero lamentablemente para él como para los integrantes del Ministerio de Brasil, fuera del recinto y en los alrededores, algunas cosas alarmantes comenzaban a suceder. De hecho, ese era un tema que necesitaba tratar con Ada Camille, como representante máxima del país francés. Los intercambios ilegales de criaturas mágicas, la desaparición o incluso caza abierta de dragones en tierras peruanas, eran moneda corriente en aquella región. Pero con la gran afluencia de público, explicada por la Copa Mundial, todo se había intensificado y ya no era posible hacer la vista a un lado.


@ Ada Camille Dumbledore

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#7 Fontaine PP ~ #6 de Rune MM ~ #1 Ragnarsson KK

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El día había estado soleado y tras un día de entrenamiento me dedique a pasar un día en la piscina, usaba un vestido de baño verde, así podría tomar el sol y tal vez broncearme un poco. Debía aprovechar las bondades del sol de Brasil y por supuesto olvidarme del mundo por un par de horas. Estaba feliz por el partido de Francia el debut había sido todo lo que estaba bien, habíamos ganado, habíamos gustado y por supuesto había atrapado a la snitch dorada. Levante la copa de champagne pensando en la maravillosa escena, que si fuera más sensible me hubiera sacado unas lágrimas, pero muy rara vez lloraba. Dejé a un lado la copa y cerré los ojos, bajo mis gafas de sol, para descansar de todo a mi alrededor…  lo merecía. 
Un momento después algo me instruyó el sol y al abrir los ojos vi a mago vestido de traje que me miraba, me reincorpore de la silla asoleadora y lo mire. 


-    Señora Ministra el Director Black quiere verla en su despacho. 


Blanquee los ojos, justo cuando estaba descanzando, me levante y me puse un pareo en la cintura, use mis sandalias y me dirigí hacia el edificio del hotel, tras acompañarme un momento el mago oprimido uno de los botones del elevador y me dejó subir sola hacia la oficina, que al parecer quedaba en el último piso del edificio. Al salir del ascensor vi a varios magos allí, me quite las gafas para verlos. 


   Buenas tardes, el Señor Black pidió verme, podría avisarle que estoy aquí por favor. 


Dije a la secretaria sentada de tras de un escritorio y que me miraba con algo de sorpresa al ver que me había presentado en bikini. Era el colmo que tras que interrumpían mi descanso y me apuraba ahora me veían con desdén. 

@ Martin N Roses

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Martin Black
Director Internacional de Quidditch

Dentro del hotel especialmente preparado para la Copa Mundial, la temperatura no era ni demasiado alta ni demasiado baja. Incluso dentro de los límites del terreno del estadio mundialista, debido a unos cuantos encantamientos habían conseguido resultados semejantes. Brasil, aún en el otoño, tenía la particularidad de ser bastante caluroso para los europeos. Mientras Black meditaba sobre aquello, intentando hacer a un lado los temas pertinentes e importantes que trataría a futuro, la puerta del despacho se abrió y apareció la persona que estaba deseando ver.

Por un lado, no quería llenarse la cabeza de más problemas pero, por otro, quería liquidar lo que pudiera ser liquidado pronto. De esa forma todo sería más llevadero.

Ada Camille avanzó por la habitación y Black se sorprendió por su vestimenta, pero se mostró imperturbable. Guardar las emociones y no vender sus sentimientos con expresiones faciales extrañas eran su especialidad.

—Buenas tardes, ministra Dumbledore —saludó con formalidad Black—. ¿Algo liviano para beber?

De forma inmediata, el hombre de cabellos negros se reincorporó y fue hacia el stand donde tenía algunas bebidas variadas. No pensaba ofrecerle algo con alcohol a Ada Camille, puesto que al fin y al cabo era la buscadora de la selección francesa y en un par de días disputaría su segundo partido. De todos modos, entendía también que estuviera descansando de todo lo vinculado con el estrés de la competencia.

—Lamento haber cortado su descanso, pero me temo que hay un par de temas que debemos tratar en conjunto. —Con disimulo aparente, giró y contempló la vestimenta verde de la recién llegada y luego sirvió una copa de whiskey de fuego, esperando la respuesta de la ministra y qué tipo de bebida era de su preferencia.

No hacían muchas horas que Escandinavia había accedido a las semifinales de la Copa Mundial, eliminando en su camino a Perú. Y justamente el conflicto con los dragones peruanos comenzaba a salirse de control. El ánimo de los peruanos no era el idóneo para ponerse a entablar conversaciones pacíficas y allí podía entrar en juego la ministra.

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La oficina del Director internacional de la asociación de quidditch estaban en el último piso del hotel y entendía perfecto el porqué de aquello, les brindaba no sólo seguridad por estar de una manera menos accesible a cualquier ataque y también estaba con mayor privacidad al estar alejada de los huéspedes del hotel, que en su gran mayoría éramos los jugadores de las distintas selecciones que participábamos en el mundial. No estaba muy segura cuál era la razón por la que el señor Director Black me llamaba, pero estaba segura que debería ser algún asunto relacionado con la selección Francesa y como días antes había logrado comunicarme con el seguramente estaba respondiendo a eso. Solo me molestaba que me hubiera interrumpido el momento del bronceado.

 

- Buenas tardes Monsieur Black, que bueno verle bien.

 

Salude de manera amable al caballero que sin esperar se dispuso a preparar algo de beber, entre sus bebidas no creía que tuviera un buen vino, por lo que prefería algo refrescante pues el calor era bastante fuerte en la región en la que estábamos el calor era fuerte por la humedad de la selva.

 

- Agua con hielo S’il vous plait

 

Me quede allí mirando la ventana de la oficina, la verdad es que desde allí se tenía una muy buena vista, hasta del santuario de dragones que estaba en medio de la selva y del espectacular estadio que era el lugar en donde se disputaban los partidos. Las palabras del Black me trajeron de vuelta a la reunión, me quite las gafas y las puse en el bolsillo de la salida de baño, mientras volteba a verle. No sabía que sucedía y lo que decía me parecía que era algo más importante que el Quidditch.

 

-Solo estaba bronceándome un poco, aprovechando el maravilloso sol brasileño. Pero dígame usted en qué puedo ayudarle.

 

Me quede algo más sería, allí no estaba como jugadora de Quidditch sino como dirigente y entendía el porque me había llamado con tanta premura. Esperaba poder ayudar en lo que fuera que estuviera sucediendo.

@ Martin N Roses

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Los días pasaban y la suerte le estaba sonriendo a los galos en el encuentro deportivo. Pero... ¿si todo se terminaba? Era algo que se cuestionaba Belmont cada día. Por un lado su carrera deportiva se presentaba prometedora y todavía era bastante joven así que tenía algunos años aún por delante.

Pero contrarrestado peso la balanza se recordaba que no venía de una familia acaudalada, ni podía darse libertades como algunos de sus colegas. Y últimamente se le había presentado aquella propuesta de Toji, el joven le ofrecía un trabajo que no implicaba mucho tiempo, ni mucho esfuerzo. Y ahí radicaba el problema, si se atrevía a eso que era tan sencillo en algún momento podría voltearse todo y las consecuencias arruinaría su carrera

Lentamente llevaba los pedazos de fruta hacia su boca, tenían un amplia variedad en el buffet que ofrecía el hotel, muchos de ellos no los había probado en su vida. Su cuerpo estaba ahí, terminando su desayuno pero su mente divagaba muy lejos, en el local del nipón donde habían hablado por primera vez del tema.

Sacando de sus pantalones la varita, hizo aparecer un trozo de pergamino y una pluma. Seguro que el hotel tendría algunas lechuzas que llevara su mensaje.
 

Quote

Amigo,
No he tenido noticias de ti, sabes que estoy a tu disposición.
Espero una pronta respuesta.
Belmont


 

@ Tazz

Draco&Draco
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Guest
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