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El Maletín de Newt


Valky
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Intentando atrapar al Billywig

El mareo era terrible, su cabeza no dejaba de dar vueltas mientras se elevaba por el aire al mismo tiempo que todo ese enjambre de insectos. A duras penas podía mantenerse estable y en varias ocasiones golpeó su cuerpo con varias ramas de árboles mientras se seguía elevando en contra de las leyes de la gravedad. Quería detenerse a vomitar pero ni siquiera podía hacer algo así, el viento además de todo lo llevaba a contra de su voluntad en la misma dirección que los insectos.

Entonces recordó que tenía su amuleto volador, se aferró fuertemente a el mientras trataba de canalizar su magia, tuvo que cerrar los ojos precisamente para no marearse más por lo que al abrirlos se percató que su cuerpo estaba un poco más estable. Seguía mareado sin duda alguna pero ya no daba vueltas hacia todos lados e incluso parecía que podía dirigir su cuerpo hacia donde él quisiera. Miró abajo por un momento pero se arrepintió de ello pues estaba al menos a más de doscientos metros de altura por lo que prefirió ver el camino que habían seguido los insectos.

Colocó sus manos al costado e impulsando su cuerpo logró comenzar a moverse en dirección hacia donde aquellas criaturas se dirigirán. Estaban bastante lejos pero esperaba poder alcanzarlas mientras también aprendía a controlar aquella habilidad temporal que había adquirido gracias a la picadura del billywig. Mientras más se acercaba podía vislumbrar con lujo de detalle las características de éstos insectos gigantes: su hermoso color, sus grandes alas y aquel aguijón que no era potencialmente mortal pero cuyos efectos si eran bastante peligrosos en caso de no portar con aquel amuleto.

Estaba ya tan cerca de atrapar su cuarta criatura que no se percató que el efecto del veneno estaba siendo eliminado y que poco a poco iba perdiendo altura. Fue hasta que volvió a pegar con una rama que se dio cuenta que necesitaba volver a agarrar impulso para atrapar a la criatura.

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Tazz Malfoy 

Controlando a un Runespoor (post 5) 

La suerte aun le sonreía al joven mago, la segunda cabeza ya había sido controlada gracias a la poción que utilizó mesclada con el agua que le dio para beber. La jugada era muy arriesgada pero aun así lo consiguió y la cabeza soñadora del Runespoor había caído presa de los efectos de la pócima. La que más respeto, incluso un poco de miedo, le daba era la tercera cabeza, la más lista de las tres, la que observaba y criticaba cada acción que perpetuaban las otras dos, siseando hasta irritar a sus hermanas. Esta última cabeza poseía unos colmillos repletos de veneno que podían matarlo en un instante. Obviamente no quería ser quien lo comprobase, ni muchos menos quien diera fe de la efectividad de los letales colmillos. La cabeza miraba al Malfoy con mucha desconfianza, pero aún no había hecho ningún movimiento, simplemente había recogido lo utilizado y lo había vuelto a guardar en el monedero de piel de moke. 

—Bien… bien, pequeña amiga… — empezó susurrando con la esperanza que eso calme a la tercera cabeza. — ahora tú y yo vamos a hablar con tranquilidad… escucharás lo que os vengo a ofrecer y así podrás ayudar a tus hermanas a decidir si aceptáis o no mi propuesta— dirigiéndose directamente hacia la cabeza que quedaba libre, Tazz empezó a camelarla. Sacaba y metía la lengua en su boca, siseando recurrentemente, pausada y observando la situación a la cual el Malfoy había llegado. —Conmigo tengo a varios ofidios que me sirven como consejeros… estoy desarrollando mis habilidades como hablante parsel pero aún no poseo dicha habilidad y no me vendría de más la ayuda que vosotras, sabias cabezas del runespoor me podáis ofrecer… — siguió parlamentando con la cabeza critica. —Es una ventaja estratégica la que os ofrezco… estaréis bien atendidas y con muchos cuidados… no tendréis que volver a cazar vuestra comida nunca más… yo os proveeré. 

La cabeza sopesó lo que el Malfoy le estaba contando, la propuesta no era tan mala como podía parecer, pero obviamente en este caso no era más que cambiar su vida en liberta por la vida al servició y compañía del Malfoy. Esa era la parte de trampa que esperaba Tazz que no se diera cuenta la cabeza critica. Pasados unos minutos, después de tanto siseo… al fin la tercera cabeza se movió para acercarse más a la altura del Malfoy. En su cabeza se proyectó el pensamiento de que estaba conforme con lo que el pelinegro le ofrecía y por esa razón convencería a las dos cabezas más de ir y acompañarlo en su aventura. —Bien,  entonces ya podemos salir de aquí… — sentenció el Malfoy mientras salían de la cueva. 

Editado por Tazz
para añadir los dados, que no se enviaron. sorry

 

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Atrapando al Billywig

Seguía aferrado al amuleto volador mientras se percataba que iba perdiendo más y más altura. El efecto del veneno del Billywig había finalmente desaparecido y solo le quedó observar como el enjambre de insectos se alejaba al ponerse el sol, posiblemente irían a un lugar donde pasar la noche o a su escondite. Ludwig no se quedaría con las manos cruzadas, necesitaba atrapar a aquella criatura a como diera lugar por lo que tomó su nimbus 3000 y de nuevo emprendió el vuelo hacia la captura.

Rápidamente se elevó de nuevo por el cielo y adquirió mucha más velocidad que antes, el viento soplaba en su cara por lo que se vio obligado a utilizar sus gafas de quidditch las cuales a su vez le permitían tener una mejor visibilidad. Ludwig estaba cada vez más cerca de aquellos insectos azules los cuales movían sus alas rápidamente.

Cuando ya estaba lo suficientemente cerca, posiblemente los insectos se percataron de su presencia pues aumentaron su velocidad también, era como una carrera contra el tiempo pues sabía que si llegaban a su base secreta posiblemente sería imposible detenerlos. Entonces vio a su presa la cual era el billywig más lento. Éste se había quedado rezagado e incluso le costaba trabajo seguir a sus compañeros. Ludwig dirigió su escoba hacia aquel insecto y se colocó justo a tiempo para saltar encima de él.

Por un momento parecía que estaba montando un caballo o un thestral, la criatura volaba con desesperación intentando liberarse pero era inútil, Ludwig lo tenía bastante bien aprisionado con sus piernas y con sus manos intentaba dirigir al insecto hacia el suelo hasta que finalmente éste se cansó y dejó de luchar, lo había atrapado satisfactoriamente.

Lo amarró con cuidado utilizando un – incárcerus  y se llevó a la criatura hacia afuera del maletín donde ya quedaban pocos cazadores, posiblemente el Malfoy sería el último en capturar – bueno, después de todo no me fue tan mal, pero creo que es mi última presa por mucho tiempo – dijo sonriendo y satisfecho.

 

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