Entre lagrimas

[Thoth]

Te esperaré...

 

Con la mirada baja, mientras sus lagrimas se derramaban poco a poco de sus mejillas y la brisa movía su cabellera. 

 

-Sin darme cuenta me encontraba corriendo sin encontrar más que un inmenso vació.-

 

Él evoca los días que se encontraba junto a él, aquellos momentos que son momentos fugaces como las estrellas que pierden su brillo, en su corazón el dolor permanecerá en medios de las lagrimas que caen de sus ojos, pero nunca le olvidará. Sin embargo, él siempre le recordará y esperando por él.

 

-No puedo soportarlo más...-

 

Y elevó su mano con la varita al cielo, mientras que de la misma se creaba rápidamente un rayo de color verde intensó, a la medida que el mismo encantamiento subía su rostro se cubría con una mascará. En ese instante su luz se comenzó a extinguir, desapareciendo todo rastro de bondad, mientras que a su alrededores el brillo de luna iluminaba los cadáveres de varios muggles ingleses. Este se encontraba en un pequeño pueblo ingles, algunas casas ardían entre llamaradas producto de serpientes infernales, al menos así se quedo grabado en su poca atención al rastro de muerte que había dejado.

 

-Quizás con ellos lo encuentre, al menos conozca su paradero.-

 

Esto lo expresaba, ya que había invocado la Marca Tenebrosa. En el cielo tormentoso que era iluminado por los relámpagos y quebrantaban el silencio los truenos, el fin del mismo era simple era darse a conocer a la comunidad mágica como Phoenix, pero para ello había causado muerte por el despecho que sentía su corazón. Aunque, portaba la máscara no era parte de los Mortífagos, aún no le era fiel a ellos, era allí donde les conocería, sin embargo empleaba a la perfección todo saber oscuro.

Editado 1 de Mayo del 2022 por Thoth

[Darla G Dumbledore]

Tess se miró al espejo, sus cabellos continuaban húmedos, aún llevaba la toalla en la mano mientras se observaba de cuerpo entero. Giró hacía un lado y hacía el otro. La verbena en su sangre había hecho demorar la curación tras la tortura a la que la había sometido Eros, así que aún quedaban algunas líneas blancas marcando sus cicatrices. El italiano había podido dominarla durante días, físicamente pero no su mente, y no había logrado obtener información alguna de la joven vampiresa. 

 

La rubia no estaba segura de cuánto tiempo había sido pero Dana le había dicho que les había tomado meses dar con ella. Se giró, mientras terminaba de secar sus cabellos con la toalla y buscaba un traje apropiado. 

 

Ya no necesitaba fingirse Secretaría del embajador belga, no al menos por los motivos que la habían llevado a América meses atrás. Ahora de regreso en aquel pueblo que se había convertido en su hogar, con demasiadas cosas para ponerse al día, se sentía más neófita que cuando fue engendrada.

 

La joven belga fue calzando una a una las piezas de su vestimenta deportiva. La mayoría de las noticias de la se habían calmado con el tema Stonehenge, así que ella deseaba locamente tener algo de acción. Algo ilógico después de tanto tiempo en recuperación, o tal vez no tanto si consideraba que quería dar caza al hombre que la había secuestrado. Y que las noticias que llegaban desde Rumania, relacionadas con la heredera de la Hermandad de la Rosa Negra eran ahora ambiguas.

 

Sí, necesitaba hacer algo, pensó mientras trenzaba su cabello y repasaba mentalmente el mensaje de Kimberly. Darla se había enfrentado a un enemigo desconocido y ella también había acabado desangrada por una bestia humana. Kimberly había decidido mantenerla a salvo y escondida en el hogar de su sobrina Cat, entre muggles, ¿qué mejor escondite para los que buscaban lo que parecía materia mágica más que alienígena?

 

Salió de su cuarto y fue donde su compañera, por primera vez sopesaba una propuesta lejana, trabajar con la Embajada Belga en Inglaterra o con la Francesa, una y otra imagen le quedaban perfectas. Dana la observó y frunció el ceño.

 

–Asi que ya te quieres ir –simplemente asintió y en los ojos de su compañera vio la expresión que esperaba y vislumbró en su mente que no le impediría regresara a Gran Bretaña.

 

[Thoth]

Invoco la Daga de Sacrificio para causarse daño, con habilidad forja un circulo alrededor de los muertos y lo llena de cierta escritura antigua para iniciar el ritual nigromántico. Posteriormente, se cura con un simple pensamiento y empleando el objeto de los Uzza.

 

-Y si me equivoque...-

 

En ello comenzaba a mover su varita a esos cadáveres, los cuales comenzaron a dar señales en sus cuerpos de símbolos antiguos y poco a poco comenzaron a moverse. Este nigromante resucito a los muertos, para así formar entre ellos unos súbditos los cuales se encontraban bajo su control al emplear no solo el arte oscuro empleado por muchos, sino también por otro arte de los Senecales de Caronte llamado Titiritero.

 

"Es posible que estos hombres, mujeres y niños no caminen por mucho tiempo, pero al menos me ayudará a explorar si él se encuentra en estos rumbos, o bien algo cercano."

 

Suspiro, mientras que empleaba su arte oscuro al máximo resplandor para defenderse y así también emplear el arte para buscar respuesta. En ese sentido, espero que su invocación le sirviera para pactar con los mismos Mortífagos si es que esos seres seguían en sus andanzas, ya que pocas señalas dan la misma orden del fénix, sin embargo, conjurar ese símbolo era una clara señal que el mismo no buscaba un bien para la comunidad inglesa, solo que en medio del dolor lo llevaba a tener esos extremos. 

[Darla G Dumbledore]

Ingresar a Inglaterra no fue una tarea tan compleja, elegir el lugar al que iría ahora era otra historia. Dana le había advertido, de momento no podía ir al local de la Potter Black, estaba vigilado pues sospechaban que ella tenía uno de los minerales elementales. Ir a la mansión en la cual la bruja se había criado era otro tema que también estaba descartado. Quizás ir al hogar que la había adoptado pero ¿cómo se presentaría? Utilizar la metamorfomagia era una opción viable. Pero no de momento.

Por eso es que la rubia belga estaba aún recorriendo las calles del pueblo cercano a la frontera con Escocia en el que se había materializado. Aquellas tierras eran las más conocidas de la Black, ella había viajado allí luego de su conversión. De cualquier modo, cualquier terreno era nuevo para Tessa.

Pagó unas monedas muggles por un periódico y luego entró en una cafetería, necesitaba tomar algo aunque más no fuera una bebida muggle. El periódico hablaba de ataques misteriosos y cuerpos desaparecidos. También mencionaban que parecían haber sido mentiras de niños buscando publicidad las historias en Stonehenge. Nadie se quería ya acercar allá, según los periódicos, aunque si había un equipo encargado de reconstruír los daños realizados por los curiosos. Lo más curioso es que nadie parecía saber a qué parte del Gobierno eran los reconstructores, según algunos de una ONG, según rumores amarillistas eran de algún Departamento Mágico. Lo cual a la rubia no le sorprendía, según le había dicho Kimberly había enviado miembros del Ministerio de Magia a salvar toda aquella situación.

Cerró el periódico y disfruto del aroma de la bebida caliente que le acababan de servir, era una mezcla de finas hierbas de té y canela. Llevó la taza a los labios y saboreó en el paladar lo que a su mente ya había llegado gracias al olfato. Meditaba en qué es lo que haría ahora mientras sorbía lentamente su bebida.

[Thoth]

-Busquen el hogar de los Dumbledore. - 

 

Exclamó con un nudo en la garganta, sus lágrimas seguían derramandose e incluso sus orbes se encontraba rojos por tanto llorar. Sin embargo, su orden fue cumplida y al cabo de unos minutos los cadáveres que fueron resucitados ahora caían desplomado, esto era una lástima ya que no lograron recorrer más que unos metros de distancia, pero uno de ellos seguía en pie, este era un niño de cabellera rojisa. 

 

-Ven, acércate joven. - 

 

Y se arrodilló, para estar a la altura de aquel que se aproximaba, era curioso como todo parecía indicar que mostraba algo de amabilidad. Y fue así, que el menor expresó. 

 

-Yo conozco donde viven aquella familia, pero se encuentra muy lejos de este pueblo. - 

 

Ante esa esperanza, el nigromante se alegro un poco pero su rostro no mostraba nada de esa emoción, era una mezcla de sentimientos entre el dolor y la ilusión de volver a verle. Pero, su magia tenebrosa hacía estrago en ese infante, su cuerpo se podría rápidamente y trosos de piel con carne se caían al suelo, a tal punto que vuelve a morir, el mago tenebroso acaricia el rostro. 

[Darla G Dumbledore]

Cerró los ojos y escuchó el sonido de la música que llenaba el bar, las charlas a su alrededor, los motores de los vehículos fuera. Alguien escuchaba las noticias, nada nuevo. Cuando los azules ojos de Tessa volvieron a abrirse se fijó en la pantalla con el volumen al mínimo sobre la barra. Las noticias hablaban de un pueblo en el que había sido denunciada una masacre, los cuerpos parecían haberse descompuesto más rápido de lo esperado. Tess reconoció al instante el uso de nigromancia en ellos. Magia. Algún odiador de muggles seguramente, eso no era bueno, con todo lo que habían perdido y peleado por lograr una paz entre ambos.

Volvió a cerrar los ojos y esta vez ya no eran cálidas las imágenes que se reproducían en su mente, estaba en el bar del hotel cercano a la ONU, los principales involucrados volaban por los aires. Se vio a sí misma desapareciendo con los cuerpos de los asesinados miembros de la Organización y junto a ellos el mago que había causado gran parte de aquel desastre.

Cuando abrió de nuevo los ojos fue por el sabor de su propia sangre en la boca, había mordido su labio hasta hacerlo sangrar. Se limpió con disimulo con una servilleta. Debía aprender a dominarse, ya se lo había dicho una y mil veces la Black. Busca refugio en un lugar seguro. Había hecho todo lo que le habían enseñado y había caído por confiada, pero nada había logrado de ella, de hecho el contacto visual le había dado más información a ella de lo que él buscaba de la que ella le había dado a él, cerrando su mente.

Tess terminó de pagar las masas que eligió para llevar y decidió caminar hasta el metro. Era un día complicado pero debía empezar a manejarse. Buscar empleo era lo primero y quizás eso le proporcionara un hogar, provisorio. Llevar cartas de recomendaciones de la cuñada de la Ministra Francesa para que esta la aceptara como agregado en su embajada era un punto para empezar a moverse. Solo esperaba que Darla tuviera razón. Lo otro sería quizás conseguir un hospedaje en el Diagon, para desde allí vigilar cuando la tienda House of Books estuviera liberada de vigilancia y entonces poder acudir a los elfos de la Potter Black para tener un lugar más personal en el que quedarse.

[Thoth]

El nigromante volvió a unir los pedasos que cayeron del niño, para así darle vida al mismo, aunque de antemano sabría que volverlo a traerlo a la vida, sólo sería una forma de conseguir más preguntas a lo que su corazón herido pudiera necesitar, ya que no era un lugar, sino a una persona a la que anhelaba ver, pero los medios para localizarle no eran los más comunes para alguien de su categoría de dignatario. 

 

-Antes, que vuelvas a morir dime ¿Donde está el hogar de los Dumbledore? - 

 

Cuestionó, mientras el cadáver y esa alma atormentaba se retorcía del dolor producto al maleficio cruciatus, ya que al ser un guardián del secreto no podría revelarlo, y por desgracia al mismo no podía ingresar en su mente o ver el futuro, por lo que debería aplicar nuevas estrategias para lograr su fin, y eso era la tortura continua, escuchar esos gritos desesperación, era algo que medio le desagradaba y aún así lo practicaba con un sutil gusto. 

 

-Al parecer será larga la velada, cada vez que regresa a la vida es menor el tiempo, quizás está llegado a su límite éste putrefacto cadáver. Aunque, si transmigro su alma a otro cuerpo pudiera quizás resistir un poco más, lo malo es que no hay otro cuerpo cercano que pueda usar. - 

 

Su voz se encontraba cortada con un nudo de la garganta, sus lágrimas seguían corriendo y la desesperación lo obligaba a cometer viles actos inhumanos, pero todo sea para conseguir lo que se encontraba buscando, en otras circunstancias de la vida se hubiera opuesto a todo eso, ya que siendo un filantropo amante de la vida y conservación de toda clase de existencia, era alguien que se oponía a lo que estaba realizando, encontrándose así con un conflicto moral a cada segundo. 

[Darla G Dumbledore]

No podía negar que aquella inquietud que la había llevado a Inglaterra permanecía en su interior aunque antes Dana hubiera mostrado su mejor semblante. Qué Kim y Darla no estuvieran era lo mejor, podía hacer frente a los elfos de la Potter Black, que no la conocían pero a ellas no se les escaparía el deseo de venganza que la motivaba. No, a su comandante y a su creadora no se le escaparía ese detalle. Es Verdad que Darla no era Scarlet, pero, como muchas otras del clan lo habían descubierto, que fuese un horrocrux de la Akane le daba tantos conocimientos de los suyos como si de la misma Scarlet se tratara.

 

Kim le había prestado su moto,aunque habían puesto a su disposición el Ford Anglia, la libertad que le daba la moto voladora era inigualable. Pintada muy al estilo de la Black, en negro mate con detalles en plata y rojo fuego era una moto atractiva pero a la vez no llamativa en exceso. 

 

Así que la idea era llegar desde su punto de arribo a Londres atravesando la campiña y algunos poblados, incluso aquel del cual decían habían desaparecido todos sus pobladores tras ser masacrados. Claro que eso según periódicos amarillistas que decían que un joven había sobrevivido por estar justo de viaje a un poblado cercano. Tonterías, salvo que los mortífagos hubieran regresado, cosa que dudaba seriamente.

 

Tess salió de la tetería en que había estado, se colocó el abrigo, la mochila con sus cosas y se calzó el casco, para no levantar sospechas. Aunque se le diera oportunidad levantaria vuelo y utilizaría los hechizos anti detección. Mientras pasaba su pierna sobre la moto un suave tirón de la piel aún con cicatrices la hizo enfurecer. La patada que dio al arranque fue más una descarga que otra cosa. 

 

[Thoth]

Suspiro profundamente luego de horas de interrogatorio con el cadáver de aquel infante, sólo pudo sacar dos informaciones. La primera ubicaba el hogar de los Dumbledore en algo llamado el Valle de Goderic Gryffindor, el cual asocio a uno de los fundadores de Howgarts y pensó que se encontraba en Gran Bretaña, lo segundo fue un sitio llamado Château, este lo asocio a Francia, quizás España en un país vasco. Por ende, sólo le quedaba la opción de ir tras esa pista, y comenzar su búsqueda. 

 

-Descansa en paz. - 

 

El nigromante se arrodilló y tocó el rostro del menor, para así entre sus dedos provocar un poco de fuego, producto a un arte oscuro llamado Fuego del Tártaro. Además, que con otro ritual convocó a un demonio inferior. Este tenía la apariencia de una doncella, la cual vestía de blanco y poseía un abanico negro, dotando a la misma con el Hielo del Averno. En este sentido, había transferido uno de sus saberes tenebroso por medio de la creación de un Horrocrux, este ser podía desvanecerse a voluntad, tener mente propia y pensamientos, por lo que sólo restaría que se encontrará a plenitud al servicio de su invocador.

 

-Bien, ¿cuál es tu nombre demonio? - Ordenó el Regente 

 

-Morgana, emperatriz del Averno. Digama cuáles son sus órdenes amó. -  Respondió la demonio con total ironía y sarcasmo, pero la misma se encontraba atada a su invocador. 

 

-Existe el rumor de una bruja de apellido Brower o Cower lo Romer, necesito que la espie, saber sus intenciones e incluso de ser necesaria quitarla del camino, por lo cual tienes plena libertad de hacer lo que mejor consideres, solo me interesa quitarla de la ecuación, por el simple hecho de existir. - agregó el mago antes de marcharse de ese lugar. 

 

-Así que tengo libertad, será cuestión de tiempo para que la localice, y veremos si mi Señor será capaz de quitarla de la ecuación. -

 

Soltó una sonrisa, mientras que se iba a buscar a esa persona y el mejor lugar por iniciar era por el mismo Ministerio de Magia y Hechicería, dirigiéndose así con intención al Departamento de Criaturas Mágicas para su registro en ese lugar, algo que el nigromante no había realizado, estando así indocumentado en ese país. 

[Darla G Dumbledore]

Darla Potter Black, en algún lugar de Irlanda.

Se lo debía, se lo debía a Tessa. Conocía un poco de su historia por las memorias de Scarlet y por lo que Kimberly le había contado. Pensando en ello y considerando que su desafortunado secuestro podría haberla marcado es que, desde su auto impuesto exilio, Darla escribió una misiva a su cuñada, una a sus elfos y otra a la Brower. Quizás se anticipaba respecto a la respuesta de Ada pero no dudaba encontraría comprensión.

 

Cita

Querida Ada, sé que es difícil de entender pero por el bien de la familia es mejor que me mantenga lejos. He logrado manipular uno de los minerales de los planetas y hay gente interesada en obtenerlo, no puedo permitirlo, por eso me alejo. Pero no ha podido ser en peor momento, Tessa Brower, una amiga belga de mi más íntima confianza ha llegado al país y necesita dónde quedarse. Te suplico le des algunas de las habitaciones familiares en la Dumbledore. Estoy segura además, que algunas de sus dotes relacionadas con la diplomacia, espionaje y seguridad podrían ser de tu interés. Le daré tus señas, si no te molesta, para que recurra a ti, y no dudes recurrir a ella si lo necesitares. Afectuosamente y siempre cerca, aún en la distancia, Darla.

 

Tras analizar la nota la pelirroja la selló y comenzó a escribir la siguiente.

 

Cita

Tommy querido, ya estás al tanto de lo que ha pasado, los elfos y criaturas estaréis a salvo en el local y mediante las puertas mágicas. Te aviso que Tessa Brower, del clan Akane, está en el país, cuento con que le sirvan a ella como a mí misma y confío en que ella pueda ayudarlos con el local si hiciera falta. Gracias, amigo, Darla.

 

Un nuevo sello fue puesto sobre la misiva para sus elfos y solo faltaba la última, dirigida a la propia Tessa.

 

Cita

Tess, Kimberly me ha traído a un lugar seguro por los minerales arcaicos que han sido descubiertos. Lamento que no podamos estar para recibirte, igualmente he dispuesto que puedas disponer de mi local House of Books y de mis elfos como si fueran tuyos. Por otra parte, si necesitas una mejor vivienda que la del local, he hablado con mi cuñada, Ada Dumbledore, para que te ceda una de las habitaciones de huéspedes en el Chateau y le he comentado de tus habilidades en las áreas diplomáticas, espionaje y seguridad por si te interesa tener un empleo al servicio del Ministerio Francés. Con afecto, Darla Potter Black/Scarlet Akane.

 

Un firulete o más bien firma doble, con dos sellos y las marcas identificatorias del Clan Akane, Darla y la Hermandad de la Rosa Negra acompañaban esta nota. Minutos después Wizzy, la lechuza de Darla, había partido con las tres notas en busca de sus destinos.

@ Ada Camille Dumbledore